Bonus Chapter

First Date

(Primera Cita)

Hanamichi estaba nervioso… por primera, tendría una cita con su adorado Kitsune…

Pues no era para menos, ya que después de varios problemas, le había podido pedir una… desde hace un mes que eran novios… pero, para desgracia del pelirrojo, no había pasado nada, puesto que el ojiazul se lo había pedido… ya que aún no lograba olvidar por completo la experiencia con el kisama de Yota…

No sabía que ponerse… estaba indeciso entre ponerse una camiseta azul, o una camisa negra…

- ¡Qué me pongo? – grito alarmado.

Entonces pateo la puerta del closet, provocando que se abriera, y en consecuencia, todo el desastre de ropa que estaba guardado se cayera… sobre de él…

- ¡Que demo…! - algo llamó su atención. Era un polo azul y unos pantalones negros, aunque un poco gastado el color u… - ¡Woow! Estoy de suerte – dijo con una enorme sonrisa en su rostro.

Se vistió lo más rápido que pudo, una vez listo y arreglado, salió de la casa corriendo, para llegar a donde se suponía que había quedado con Kaede de verse. En la entrada de la preparatoria (n/a: genial lugar para quedar de verse -.-U ¿no?) estaba Kaede descansando su cuerpo contra la pared,

- Kaede… - le llamó suavemente. – Kaede, despierta… - se acercó más al muchacho, y cuando iba a volver a llamarle, Kaede abrió los ojos y le dio un suave pero apasionado beso en los labios.

Hanamichi, sorprendido, tardó en responder al beso con la misma efusividad con la que empezó. Cuando se separaron, Hanamichi paso sus brazos por la esbelta cintura de Kaede y lo atrajo así sí…

- Aún no me acostumbro a este tipo de bienvenidas, pero con mucho gusto las recibo – y le sonrió seductoramente.

Kaede le devolvió el gesto, mientras que pasaba sus brazos por su cuello.

- Estas incluso más hermoso que de costumbre – le dijo al oído, en un cálido susurro, que le hizo cosquillas. Soltó una pequeña risita que fascino al pelirrojo. – Deberías de reírte más seguido de ese modo…

- No mientas, Hana… - replicó, divertido.

- ¿Y quién necesita mentir?

Apenas iba a replicar, los labios de Hanamichi cubrían sensualmente los de Kaede, delineándolos lentamente con su lengua, para después introducirla en su boca para saborear su dulce interior.

Kaede no le prohibió la entrada, y le permitió el explorar el interior. Después de que inspeccionara cada húmedo rincón, sus lenguas se encontraron y con frenesí, comenzaron a frotarse entre si hasta que el aire comenzó a faltarles.

Lentamente rompieron el beso, sus lenguas aún juntas se asomaban para después separarse también. Pero aún así se dieron suaves besos superficiales que, desafortunadamente, terminaron pronto.

Se quedaron viendo un largo momento, cara contra cara, en la misma posición en la que habían permanecido hasta, incluso, ese momento.

- Te amo – dijo al fin el pelirrojo.

Kaede abrió los ojos más que de costumbre, mostrando así su desconcierto. Hana esperaba su respuesta, pero esté tuvo miedo al ver que el ojiazul dudaba.

- Mmmnnn… no se…

- ¡KAEDE!– chilló Hana.

El aludido volvió a soltar una pequeña risita, y después le dio un suave beso sobre los labios.

- Claro que también te amo… ¿cómo habría de no hacerlo? – y le dio otro beso.

- No me asustes

Rompieron el abrazo y comenzaron a caminar por la avenida, tomados de la mano.

- ¿Qué vamos a comer?- pregunto Kaede de pronto.

- Yo te quiero comer a ti – dijo mientras que pasaba un brazo por su cintura y lo atraía así si, para sentir su palpitante calor.

- Hana… - se quejo el ojiazul.

El pelirrojo le sonrió y le dio un beso en los labios. Entonces, llegaron hasta un pequeño antro…

- ¿Estas seguro, Hana?- pregunto el ojiazul, un tanto desconfiado mientras miraba el local.

- Claro – dijo con una sonrisa en sus labios.- Vamos

Las tenues luces del local les dieron la bienvenida. Al entrar, un suave olor a cerveza y desenfreno llegó a ellos, mientras que la música a todo volumen parecía querer deshacerles el oído.

Eligieron un lugar apartado y se sentaron tranquilamente, la música no retumbaba tanto como antes en ese lugar, pero aún así se hacía presente.

Pidieron solamente unos refrescos, mientras que miraban hacía la pista de baile que había.

Todos aquellos chicos bailaban, desinhibidos, desenfrenados, sin cansancio alguno, sólo con el alcohol corriendo por sus venas.

Kaede se sintió extraño viéndolos bailar… algo dentro de él tenía ganas de…

Se levanto de su asiento, seguido no muy atrás de su novio, y se dirigió a la barra, frente de la cual se sentó. Hanamichi sólo se quedó tras de él, de pie.

- ¿Una cerveza? – pregunto el mesero. Kaede sólo asintió.

Casi al instante, vio al mesero destapar frente a él una botella oscura, y vaciar su contenido en un vaso de cristal y ponérsela enfrente.

Observo aquél vaso por un instante, después, decidiéndose, la tomo y la acerco a su boca. Iba a beber…

- ¿Qué haces¡No lo hagas!

El pelirrojo vio a Kaede tomar un largo trago.

- ¡Pero si tu nunca has bebido!

Y, como había se predicho internamente Hanamichi, Kaede cayó ebrio al instante.

- Te advertí que no…

Calló de golpe. Kaede se había volteado hacía él. ¡Y lo estaba besando! Hana no se resistió mucho y cedió ante su koi.

Cuando se separaron, Kaede tenía en su rostro la más bella expresión de inocencia que jamás haya recordado, adjunto a un leve sonrojo en sus mejillas que le hacían ver adorable…

- Vamos a bailar – dijo esté, mientras jalaba del brazo de su novio.

- ¿Qué? Pero si tu…

- ¡Oh, vamos! – le interrumpió entre risas.

- ….No bailas… - terminó la frase.

- Si no quieres… entonces voy… yo solo - dijo entre hipos.

El chico de cabellos azabaches se acerco a la pista, donde algunos chicos le sonrieron invitándolo a bailar junto a ellos… Kaede aceptó…

Dejándose llevar por el ritmo de la pegajosa música, comenzó a moverse. Sus caderas se contoneaban sensualmente en cada movimiento. Su cabello se mecía lentamente con él, mientras que sus brazos se movían al compás de sus caderas.

Varias miradas se posaron en él. Hanamichi comenzaba a tener celos al ver como un chico se pegaba a Kaede. Decidido, se acerco a donde estaba, lo tomo de la muñeca y lo jaloteo fuera del lugar. Una vez afuera…

- Oh, Hana…– hipó –…no te pongas… – hipó nuevamente -…celoso

- ¿Cómo no quieres que me ponga celoso, si un tipo se acerca a mi novio con ganas de flirtear?- siseó.

Kaede saltó una pequeña risita, divertido por la reacción de su pelirrojo.

- Vamos a mi casa, Hana – propuso Kaede, mientras entrelazaba su brazo con el de su novio – Ahí la pasaremos mejor – le dijo sensualmente, cosa que no se le dificulto… ahora mucho menos que antes, ya que estaba ebrio.

Hana lo miro sorprendido… no creía lo que oía…

- ¿Estas bien?

- Claro – dijo, felizmente. - ¿O, es que acaso no quieres?- pregunto, cambiando de pronto su expresión, mientras comenzaba a hacer pucheros.

- Claro que quiero – y besó hambrientamente sus labios, sus lenguas se acariciaban con desesperación, reclamando totalmente la atención de la otra.- La oferta es demasiado tentadora como para negarse – hablo cuando rompió el beso, pero al instante de terminar de hablar, volvió a capturar los labios de su amor…

A los pocos minutos, llegaron al departamento… departamento de lujo, cabe destacar.

- ¿No habrá algún problema? – pregunto Hana, que estaba abrazando por la espalda a Kaede.

- Cla… claro – hipó. – No creo que… mi… tío vaya a venir en la madrugada… a molestar

Con un poco de dificultad, el efebo de cabellos azabaches logró abrir la puerta del departamento, permitiendo entrar a ambos. Apenas hubo cerrado la puerta, Hanamichi comenzó a lamer su cuello, mordiendo levemente para dejar huella de su paso.

El ojiazul gemía placenteramente ante las caricias de su amante, que no se dio cuenta de cuando comenzó a ser desvestido. Hana comenzó a guiar a Kaede a la habitación de esté, en su camino, la ropa de ambos era la muestra de su creciente pasión.

El pelirrojo, parando su actividad, acostó lentamente a su adorado sobre la suave cama, y después, le observo detenidamente, se veía tan hermoso: su blanca piel se confundía con las mantas que cubrían el colchón, mientras que sus cabellos palidecían ante la blancura de ellas.

- Oi, Hana… ¿Qué… que pasa? – pregunto Kaede cerrando los ojos.

- Nada… - hizo una pausa, al tiempo que acercaba sus labios al rosado pezón -... ¿sabías cuán caliente me pones? – no le dio tiempo de responder, cuando comenzó a lamer la aureola del pezón, haciendo círculos alrededor de este, cerrándolo más hasta que comenzó a morder suavemente. Sus manos paseaban por todo el cuerpo desnudo de su amante, acariciando todo cuanto antes no podía tocar.

Su lengua dejo pronto el pezón, y empezó a saborear toda la piel de su novio. Su amplio pecho, su vientre, su miembro…

Apenas iba a tocarlo cuando se giraron, quedando ahora Kaede arriba. Este hizo lo que Hana, al principio.

Sus manos hábilmente se posesionaron del miembro de Hana, y comenzaron a estimularlo, en un movimiento de arriba hacía abajo. Cuando notó que estaba duro por la erección, lo posesiono dentro de su boca, repitiendo el movimiento que hacía con sus manos. El pelirrojo gemía constantemente, el kitsune era realmente bueno en eso…

Entonces, explotó dentro de la boca de Kaede, quién lamió gustoso el fruto de su trabajo.

Hanamichi se incorporó lentamente, hasta estar sentado en la cama. Kaede se puso sobre de él, y comenzó a besarlo con pasión. – No sabes cuanto espere para esto – logró decir con sus labios aún atrapados.

- Igual yo…

Lentamente, fue acercando un travieso dedo a la entrada del ojiazul, introduciéndolo despacio a falta de lubricante. Kaede dejo escapar un grito al notar la invasión, pasó sus brazos por el cuello de su amante y se aferro de él, como si así se resguardara de aquél incesante dolor.

Después introdujo un segundo dedo, acompañado de un muy notorio suspiro por parte de su kitsune, quién apoyo su cabeza en su bronceado hombro. Y por último, un tercer dedo, que ya no causo dolor, sino que le proporcionó un poco de placer.

Con suavidad, empezó a frotarlos dentro de él, repeliendo en su interior, intentando dilatar la entrada para el próximo paso. Un indescriptible placer invadió a Kaede de pronto. De sus labios comenzaron a salir varios gemidos entrecortados….

- Hana…

El pelirrojo ya no aguantaba más… quería poseer a ese hermoso ser que tenía entre sus brazos… con suavidad, alzó el trasero de Kaede, este comprendió lo que pasaría a continuación, y se aferró de la espalda de su amante.

Lentamente el endurecido miembro de Hanamichi fue adentrándose en su estrecho interior. Con cuidado se adentro en él.

Kaede lanzó un profundo suspiro de placer, el cual se intensifico cuando sintió las lentas embestidas de su novio. Al principio fue lento y suave, por ser su "primera" vez.

Movía sus caderas según el ritmo que le imponía su adorado pelirrojo, mientras sus manos acariciaban su amplio pecho.

Sus movimientos comenzaron a tomar velocidad, mientras la habitación se llenaba de sonidos excitantes y del aroma del amor…

El pelirrojo de pronto, se fijo en el miembro de su amado, el cual estaba duro por la excitación, así que para satisfacerle comenzó a masturbarle, jugando con el entre sus manos, mientras Kaede seguía el ritmo impuesto por las embestidas… sus labios dejaban escapar todo el placer que estaba sintiendo, en forma de gemidos, lo cuál hizo desear a Hanamichi escucharle gemir con más intensidad.

Estrechó el cuerpo de Kaede contra el suyo, y de un solo movimiento levanto sus caderas, provocando que su miembro entrara completamente, lo cuál hizo que el ojiazul lanzará un pequeño grito de alivio y ¿satisfacción? De nueva comenzaron las embestidas…

Rápidamente llegaron al clímax al mismo momento. Hanamichi vació en el interior de Kaede su cálida semilla, mientras que el ojiazul, en la mano de su amante.

El ojiazul cayó exhausto sobre el pecho de su adorado mono pelirrojo, que se lamía los dedos gustoso, degustando la dulce esencia de quien en su pecho descansaba… el cual se quedó dormido, no sin antes decirle – Te amo.

Al escucharle decir eso, sonrió, también lo abrazo, con fuerza, después tomo la mano derecha de su hermoso kitsune y le dio un tierno beso el dorso de esta.

- También te amo, amor…

Esa noche descansaron en el mismo lecho por primera vez… mientras en sueños, recordaban el día que pasaba, al tiempo que sentían el calor de sus cuerpos desnudos, cansados y entregados…

Owari


Y ahora sí… FIN

Me gusto mucho como me quedo el epilogon,n (o capitulo de bono, como quieran verlo nn) Pero me importa más su opinión. ¿Qué les pareció¿Les gusto?

Gracias por sus review nishas (Shadir, Sakura, Mashou No Tenshiy Ran-k) y acerca de lo de Sakae... hemmm... después les digo que paso con el ññ (quizá ¬¬u)

Bueno, espero poder leer sus review nn y gracias a aquellos que con gran interés siguieron esta historia hasta el final… que es este nñ… bueno… ¿Qué más puedo decirles? Espero que nos veamos de nuevo en otro fic (y que como este, pueda ver el fin, todo eso gracias a Uds.)

Sólo me basta decirles, gracias y hasta luego.

Besos n.n

® Copyright 2005 Aliss.chan