Los pasos resonaban por el bosque en una desesperada carrera sin rumbo fijo, pero en búsqueda de seguridad. El ruido del viento se confundía con los sollozos sofocados que la joven intentaba inútilmente omitir poniendo una mano delante de la boca mientras que con la otra alejaba las ramas que le herían los brazos, piernas y rostro como látigos y se enredaban en su largo pelo oscuro. Lo cierto es que creía no ser capaz de escapar y se acusaba mentalmente por haber caído en una trampa como esa. Era una ingenua. Una ingenua total y ahora pagaría un alto precio por su estupidez. La desesperación no había apagado todos sus sentidos y podría sentirlo detrás de sí, y estaba cada vez mas cerca. "Maldita sea" se recrimino una vez mas, las lagrimas cayendo por su rostro, "maldita sea" maldice nuevamente, no se lo pondría fácil, lucharía mientras hubiese aliento en sus pulmones y fuerzas en sus piernas.
No vas escapar, ¿sabes? – la voz le llegaba hasta el alma y le hacia estremecer – pero me divierte que intentes escapar... hace todo, sin duda, más interesante.
Sentía sus piernas temblar, ya no suportaba más y la desesperación se apoderaba de su ser. Sus ojos ya bañados en lágrimas le impedían la visión y en un torpe movimiento se torció el tobillo y cayó ruidosamente al suelo.
Pasos... – "se acerca... se acerca..." – gritaba su mente. Nada más empezó a arrastrarse en uno ultimo intento de huída – "cerca... está cerca..." – sus ojos empezaron a nublarse y, cayendo de espaldas, pudo en su última acción antes de la inconsciencia mirar el rostro de su captor.
EVIDENCIAS Capítulo 1 – Porque la muerte es solo el comienzo -Akane date prisa o vas a llegar tarde en tu primer día – con esas palabras de su hermana mayor, Akane Tendo se levantó rápidamente y se dirigió al baño. Estaba muy ansiosa, se había esforzado mucho por ese empleo, además de años de estudios. Finalmente lo había conseguido, era policía y estaba muy satisfecha consigo misma. Se cepilló los dientes mientras miraba atentamente su rostro en el espejo, ¡Como había cambiado en esos últimos dos años! El entrenamiento en La Academia de Policía le hizo tomar algunas decisiones, como cortar su largo pelo y evitar usar cualquier tipo de maquillaje. Ahora tenía el pelo un poco más allá del cuello y ya se había acostumbrado a ello. Desde niña lo usaba muy largo, creyendo que era la mayor demostración de feminidad, pero ahora las cosas habían cambiado. Era bonita, eso ya lo sabia hace mucho, pero también sabia que su belleza podría dificultar aún más su intento de formar parte de la policía. Ese era un ambiente muy masculino y lo cierto es que iba a tener mucho trabajo para conquistar el respeto de sus colegas, para no ser considerada como una "figura decorativa".
Akane, el desayuno esta servido, apresúrate – le grito Kasumi.
¿Qué haría sin su hermana mayor para cuidarle? Desde que tenía memoria ella le cuidaba como si fuera su madre y le tenía un enorme cariño y admiración por eso. Perdió a sus padres y una hermana en un accidente automovilístico cuando aún era muy niña, de siete años, siendo ella y Kasumi las únicas sobrevivientes. Kasumi ya tenía diecisiete años cuando ocurrió aquello y decidió responsabilizarse de Akane aún siendo tan joven. Busco empleo en una clínica medica como secretaria y el doctor, apenado por la situación de las dos huérfanas, la contrató y no tardó mucho en enamorarse de ella y pedirle matrimonio. Se casaron después de que Kasumi cumplió los dieciocho y ahora formaban una familia. Tofú le tenía mucho cariño a su cuñada y la trataba como a una hermana menor y no le importaba que todos viviesen en la misma casa. Lo cierto es que las dos hermanas no lograban imaginar una vida la una lejos de la otra, el accidente había creado un vínculo mucho más fuerte de cualquier imaginable y el vivir en la misma casa era recordar que siempre estarían unidas y que serían motivo de orgullo para aquellos seres queridos que habían partido de manera tan trágica.
Terminó de cepillar sus dientes y se peinó el cabello distraídamente. Su mente estaba ahora puesta en su nuevo trabajo. Quería causar una buena impresión a todos ya que sabía que los policías eran personas muy serias y dedicadas a su trabajo y ella quería demostrar que era muy capaz.
Delante del armario decidió rápidamente que lo mejor era ponerse unos jeans oscuros, una camiseta blanca y zapatillas. Era una ropa práctica y era lo que los profesores recomendaban a los alumnos usar en los entrenamientos. Lo mejor sería vestirse así en vez de usar algo más formal e incómodo como faldas y tacones altos. Se miró al espejo y notó que parecía una estudiante de secundaria y empezó a reír ante la idea. Lo cierto es que parecía muy joven con ropas así y sin maquillaje. Tal vez debería de ponerse un poco de maquillaje para no parecer tan joven. La alarma de su reloj sonó.
Por Kami que estoy atrasada… - y olvidándose del maquillaje salió disparada en dirección al comedor agarrando un pedazo de pan de las manos de su cuñado antes de que él pudiera comerlo.
Eeyyyyyyyyy – protestó molesto.
Lo siento Tofú... – habló mientras masticaba el pan - Pero estoy atrasada. Dile a Kasumi que hablamos cuando regrese del trabajo – y con un ademán se fue en dirección de la puerta – ¡Deséame suerte!
Suerte, Akane – respondió Tofú. Pero en su interior sabía que ella no la necesitaría. Había sacado el primer lugar en La Academia y se había graduado con honores, así que tenía la certeza de que a su "hermanita" le iría genial en su nuevo empleo… Y con este último pensamiento buscó otro pan y abrió su periódico.
Akane llegó rápidamente al garaje y entró en su camioneta. Amaba su camioneta como si fuera un miembro más de la familia y lo trataba cariñosamente por el nombre de Shinji. Manejó a alta velocidad por las calles de Nerima en dirección al Departamento de Policía. A pesar de la alta velocidad, ella siempre manejaba con prudencia, el recuerdo del accidente que mató a su familia aún estaba muy vívido en su mente. Cuando niña desarrolló una fobia por los carros que sólo fue superada cuando su cuñado le enseñó a manejar. Su conocimiento de sus traumas le hizo ir con la calma necesaria para que ella pudiera superar sus miedos y cuando se sintió totalmente segura, Tofú la matriculó en clases de pilotos de carreras, porque según su propia teoría, no era suficiente perder el miedo, sino superarlo… Y ella lo logró. Se convirtió en una excelente piloto y nadie que la hubiera conocido antes creería que era la misma chica que lloraba por sólo entrar en un carro. Ahora también estaba cumpliendo otro de sus sueños: ser policía. Estaba tan emocionada que mal podía contener su sonrisa. Su familia estaría muy orgullosa de ella.
En poco más de quince minutos había llegado a su destino y miraba detenidamente el gran edificio que era ahora su nuevo trabajo, sus ojos brillaron con expectación, sentía toda la ansiedad acumulada en los últimos años de entrenamiento en La Academia.
Dejando a su querido Shinji en el estacionamiento, caminó hacia el gran salón de la entrada del departamento de policía impresionada, no sólo por su gran tamaño sino también por su arquitectura. Era uno de los edificios más antiguos de la ciudad y conservaba la arquitectura original, incluso la pintura en la pared con la imagen de la justicia y a su lado el escudo de la policía. Akane estaba extasiada y miraba con detenimiento cada detalle del salón, desde el color del piso hasta las pequeñas estatuas de mármol que marcaban el inicio de la gran escalera que llevaba a los pisos superiores.
Había docenas de personas caminando en todas direcciones, unos con uniformes, otros solo con sus distintivos, pero todos con paso firme y decidido. La verdad era que sólo Akane parecía no saber a donde ir.
Caminando despacio y visiblemente perdida, Akane buscaba a alguien que pudiera mostrarle la dirección de entre todos los pasillos.
¿Hola? ¿Te puedo ayudar en algo? – preguntó una mujer acercándose a Akane – Te veo algo perdida... ¿Buscas algo o a alguien?
Gracias, estoy completamente perdida. Necesito encontrar al Señor Kimura Yugoro para asumir mi cargo, es mi primer día aquí y estoy tan nerviosa que no sé ni qué dirección tomar...
Jejejeje, no te apures, te llevare para allá porque también trabajo para el comisario Kimura – contestó la joven.
¡No sé cómo agradecerte!
Bueno, puedes empezar por presentarte... – y dado el visible sonrojo de Akane, empezó a reír con gusto.
Por Kami, dónde está mi educación – dijo Akane con sus mejillas rojas y haciendo una reverencia – me llamo Tendo Akane y estoy aquí para asumir mi puesto como detective.
Mucho gusto Akane. Yo me llamo Kuonji Ukyo y soy la secretaria del comisario Kimura, así que, como vez, nos vamos a encontrar mucho por aquí. Ya te estábamos esperando, ayer recibimos un memorando de la Academia avisándonos de tu llegada. Tienes suerte, tu clasificación en la Academia te colocó en el mejor grupo de detectives de la Comisaría – le dio un guiño a la joven e indicándole una dirección empezó a caminar – ven por aquí, con certeza los chicos van a estar felices con la presencia femenina en el grupo.
¿Hay muchas mujeres trabajando en ese grupo?
Eres la única por ahora, sólo te puedo desear buena suerte chica... – y con esas palabras, acompañada de una suave risa, entró en uno de los pasillos.
¿Una mujer? – gritó furioso – ¿Quieres decir que el nuevo cargo será de una mujer?
Tú, cálmate hombre o te saldrán arrugas... además, ¿Por qué ese ataque ahora? ¿No leíste el memorando que nos mandaron ayer? – contestó su compañero en un tono divertido.
Lo leí hoy cuando llegué. Ustedes saben que odio esas cosas. ¡Pero eso no quita el hecho de que sea una MUJER! ¿Necesito deletrear eso o sabes lo que significa? – la indignación del joven era tan grande que sus demás compañeros de Departamento apenas conseguían contener la risa.
Si, mi amigo Ranma, yo SÉ lo que es una mujer… por algo tengo una en mi casa esperándome todos los días cuando regreso del trabajo, y te digo que ellas pueden ser muy agradables. Te gustará tener una… - dijo con una sonrisa burlona haciendo que los demás hombres rompieran a reír a carcajadas.
Estoy hablando en serio, idiota. ¡Una mujer va a trabajar con nosotros! ¿Tienen la mínima idea de lo que eso significa?
No, mi estimado y listo amigo... por favor, explícanos – habló Mousse con una mirada fingida de súplica.
Que ella va a volver miserable nuestras vidas aquí. Así son las mujeres… Hablan todo el tiempo, se preocupan de no ensuciarse la ropa, mantener sus uñas bien pintadas y no arruinarse los tacones. ¡Y aquí trabajamos con crímenes! Homicidios, ¿saben? Sangre, vísceras, miembros cercenados y esas cosas… ¡No quiero tener a una chiquilla teniendo ataques y haciendo escenas!
Parece que no conoces muy bien a las mujeres... – dijo una voz femenina desde la puerta.
Ahora los demás presentes que hasta hace unos segundos literalmente pateaban el suelo de tanto reír a costa del joven, trataban, sin mucho éxito, de recomponerse para recibir a las recién llegadas. Ranma las miraba con expresión de enojo.
A diferencia de Ranma, todos los demás hombres miraban con interés a la joven mujer que entraba en la sala acompañada de la señorita Kouji. En su expresión molesta y la expresión divertida de Kouji se podía ver que habían escuchado todo lo que el detective Saotome había dicho y por el brillo de sus ojos estaba por demás obvio que no le había gustado nada lo que había escuchado.
Ellas se detuvieron delante de los chicos, con Akane frente a Ranma en una pose de desafío, con su mentón erguido, ojos brillantes y mejillas sonrosadas. El joven Ranma parecía incómodo con la situación y la mirada furiosa de la mujer que se encontraba delante suya. Pero decidió que no sería intimidado por una chiquilla y le devolvió la mirada furiosa haciendo que todos pensasen que pronto empezarían una verdadera pelea cuerpo a cuerpo. La tensión era tan intensa que Ukyo decidió que ya era hora de interferir.
Chicos, les presento a la señorita Tendo Akane, su nueva colega y creo que no es necesario pedirles que la traten con educación y respecto – la sonrisa de Ukyo demostraba que se estaba divirtiendo mucho con la situación.
¿Entonces? – dijo Akane furiosa.
¿Entonces que? – respondió Ranma con una expresión aún mas furiosa.
¿Que tienes que decir? ¿Vas a disculparte o vas a seguir con esos comentarios de gran conocedor de mujeres?
Yo creo que tampoco tú las conoces ya que eres una niña y no una mujer. Cuando crezcas tal vez puedas decirme como ellas se comportan...
Los hombres estaban totalmente callados, mirando a la pareja que parecía ignorar la presencia de todos los demás en la sala. De sus miradas salían chispas y estaba claro que se había desarrollado una situación de odio-a-primera-vista. Mouse fue el primero en romper la tensión del lugar al caminar hacia la chica y extenderle la mano.
Mucho gusto en conocerla, señorita Akane. Soy el detective Etsuko Mouse y estoy a su entera disposición, solo llámeme para lo que necesite – le dijo guiñándole un ojo, haciendo sonrojar a Akane.
Ehhhhhhh no coquetees con la chica en su primer día o la vas a asustar, además, ¿Qué va a decir tu novia Shampoo si te escucha? – dijo Ryoga dándole un empujón – deja que los demás se presenten también – y sujetando la mano de la joven, la llevó a sus labios con un gesto galante – soy el detective Hibiki, pero usted, bella dama, puede llamarme Ryoga o simplemente llámeme para que la venga a atender...
Hablas de mi novia pero eres tu el casado por aquí. No creo que a Akari le haga gracia verte besar a otra chica, aunque sea sólo en la mano – gruño Mousse haciendo que todos empezasen a reír de nuevo.
¡Calma, chicos! Controlen sus hormonas – y girándose hacia Akane le dijo en ton de confidencia – tenemos uno exceso de testosterona en el Departamento. Será bueno un poco de toque femenino para calmar a esos neandertales... jejejejeje – ahora eran las chicas que reían con gusto generando una gran protesta por parte de los chicos.
Eso no vale, Ukyo – protesto Ryoga – ahora ella va a pensar mal de nosotros y lo cierto es que somos todos lindos angelitos – dijo Ryoga poniendo carita de niño bueno, lo que fue automáticamente imitado por Mousse.
Por Kami, dónde fui a parar... – respondió Akane riendo.
Ranma, que se había quedado callado sólo mirando enojado cómo sus compañeros coqueteaban descaradamente con la novata, explotó.
Pues aún está a tiempo de desistir y buscar un empleo de niñera o algo así – fue la respuesta de Ranma, que estaba alejado de los demás. La provocación hizo con que se reinstalase la tensión en el ambiente. Ukyo sólo movió la cabeza en un gesto de pesar que no pasó desapercibido por Ryoga, que empezó a hablar de manera burlona.
Pues mi dulce dama, ese gruñón que está allá es el detective Ranma. No le haga caso porque realmente es inofensivo. Por su manera de hablar y su comportamiento podrías pensar que se trata de un viejo de ochenta años que no crea que exista nada más en la vida que quejarse por todo y de todos, pero la verdad es que tiene solo veintiséis años y hasta es buena persona cuando no está ofendiendo o pegando alguien – a Ranma sólo le cayó una gotita en la cabeza.
Sólo le dicía que si no estaba a gusto aquí pues debería... – pero no llego a terminar su frase, ya que en ese momento tenía a Akane delante de sí con su dedo apuntando en medio de su cara.
Pues yo entendí lo que intentaste decir. No crees que ser detective de policía sea uno trabajo para mujeres, pero te digo que no te preocupes, soy capaz como cualquiera de vosotros y no voy hacer escenas histéricas como crees. ¡Dejaré eso para ti ya que es lo único que has hecho desde que entré por esa puerta!
Touché – dice Mousse bajito para Ryoga – esa es de las buenas. Jejeje, creo que me gusta esa chica.
Ya veo, ¿una más para tu lista de conquistas? No sé cómo Shampoo te suporta.
Algo haré muy bueno ¿no crees? – contesto el chico con una mirada maliciosa haciendo a los dos hombres reír de sus propios chistes, olvidándose de la pelea que se desarrollaba.
¿A quién llamas histérico?
Pues a ti, que todo lo que has hecho es lamentarte como un niño de cinco años y no como uno hombre de veintiséis.
Al menos soy uno adulto, no una niña que juega a los detectives.
Pues te equivocas porque tengo veinticinco años y....
¿QUÉ? ¡Ni lo intentes con una broma como esas! Sólo hace falta mirarte a la cara para ver que no eres mayor de edad, además, ¿desde cuándo la policía acepta chiquillas para hacer trabajo de adultos?
Para ese momento todos en la sala miraban con curiosidad sobre cómo terminaría esa discusión que parecía que sería muy larga. Ukyo, con un suspiro, salió de la sala tan discretamente que ninguno de los presentes se dio cuenta de su salida. Toda la atención de Ryoga y Mouse estaba concentrada en los dos gruñones en medio de la sala.
¿A QUIÉN LLAMAS CHIQUILLA? – gritó Akane furiosa.
¿Quién es la histérica ahora? – la sonrisa irónica de Ranma hizo a Akane tener ganas de estrangular al tipo, pero antes de que pudiera contestar la puerta se abrió nuevamente y un hombre alto y canoso con una expresión muy seria en el rostro entró sin decir una palabra. Tenía una carpeta en las manos y bastó un solo gesto para que todos le prestasen atención.
Muy bien, ya me han puesto al día de los acontecimientos y de la llegada de la nueva integrante del equipo, la señorita Akane Tendo, que según me fue informado por la señorita Kounji ya fue presentada a los demás. Le doy la bienvenida y espero que se sienta a gusto en este Departamento – y sin siquiera esbozar una sonrisa, seguió con su discurso - Ahora que ya terminó con la parte social de la reunión, vamos a lo que interesa. Encontraréis otro cuerpo en el parque de Nerima. Mismo modus operandi. El cuerpo fue encontrado en un lugar oscuro del parque, igual que los demás y en la misma posición. Una chica con no más de diecinueve años, atada a un árbol con signos de tortura. Las piernas también estaban atadas con fuerza, lo suficiente para cortar la pie, y la victima estaba descalza. Tenía en su pecho escrito con sangre el número diez. El asesino sigue burlándose de nosotros y dejando evidencias que no conseguimos descifrar. Os quiero a todos en la escena del crimen, ahora. Debe haber cometido algún descuido, quiero pistas, quiero respuestas, tengo una banda de reporteros ahí afuera que ya empiezan a llamarlo el "Maníaco del Parque"... Lo que menos quiero ahora es que ese tipo tenga publicidad. Se creerá importante y seguirá atacando para llamar más la atención de la prensa – y cerrando la carpeta los miro molesto - ¿Qué hacen aquí mirándome todavía la cara? Muevan sus culos de aquí y traigan alguno resultado.
Rápidamente todos salieron de la sala muy serios, con Akane completamente perdida siguiéndoles. En la Academia no enseñaban los procedimientos de la comisaría, apenas los métodos de investigación y de defensa. Los hombres caminaban rápido por los pasillos y Akane no estaba dispuesta a que la dejaran atrás.
"Al menos alguien podría haber tenido la gentileza de decirme a donde estamos yendo" – pensó molesta. En ese momento percibió asustada que alguien le agarraba el brazo y la tiraba a rastras por el pasillo – ¡OYE! Qué crees...
Cállate y ven. Vamos por el coche y tú vas conmigo.
Pensé que no querías tener a una "chiquilla" cerca a ti – dijo la palabra "chiquilla" de la manera más sarcástica que pudo.
Pues sí que te quiero cerca de mí, para asegurarme en persona de que no arruines nada.
Si vas a empezar una pelea otra vez entonces me voy para otro lado. ¡Cretino! – dijo intentando inútilmente escapar de su fuerte agarre.
Mira – contesto Ranma sin mirarla mientras seguía caminando con pasos largos – es tu primer día y no sabes nada de lo que tienes que hacer. Así que se una buena niña y cállate y aprovecha para mirar y aprender.
El instinto de Akane le decían él que ahora hablaba en serio y que lo mejor sería no provocarlo. Dejaría eso para otra oportunidad. Tal vez, sólo tal vez, él tuviese razón y ella debía observar y aprender el trabajo, además, los otros se fueron sin ofrecerle ayuda y sólo ese cavernícola se había tomado la molestia de ayudarla.
Empezamos mal y creo que es hora de que lleguemos a un acuerdo o trabajar juntos se convertirá en algo insoportable. Vamos a olvidar lo que pasó, ¿vale? Yo tengo que conformarme con que trabajes con nosotros y tú tienes que soportar mi mal humor, así que lo mejor es hacer una tregua.
Asintió silenciosamente y empezó a caminar más rápido para seguirle el paso, pero sintiendo que ella ya no podía resistir el ritmo, soltó un poco su agarre y caminó más despacio para que pudiera caminar a su lado. Su expresión ahora era muy seria y Akane aún estaba muy sorprendida por su reacción cuando llegó. Estaba escondiendo algo y ella iba a descubrirlo. Llegaron al garaje en el momento en que Ryoga y Mousse salían en uno de los coches, con Mousse con la cabeza fuera de la ventanilla gritando.
A ver si nos alcanzas esta vez Ranma. ¿O vas a quedarse detrás como la última vez? – y aún riendo envió uno beso para Akane.
Entra deprisa, Akane, porque acaban de retarme...
¿Qué? – aún confusa Akane entro rápidamente en el coche que salió disparado antes incluso de que ella pudiera ponerse el cinturón de seguridad – ¿ESTÁS LOCO? ¿Te crees que eres Michael Schumacher? ¿Sabes que hay un límite de velocidad en esta ciudad y que como policía deberías dar ejemplo? – Ranma seguía manejando sin hacerle caso, cogiendo las curvas bruscas y a alta velocidad – Acabarás atropellando a alguien o causando un accidente, porque está manejando como uno maníaco y yo voy a...
¿Quieres callar, vale? Estoy intentando conducir, ¿sabes?
¿Intentando? ¡Pues te informo que NO lo estás consiguiendo! ¡Vas a matarnos!
Por Kami, ¿no vas a parar de quejarte?
¡Pues no tengo la intención de morir victima de un accidente por culpa de un lunático que se cree piloto del Gran Prix del Japón!
Ya estamos llegando ¿cierto? Y los chicos van delante... así que, ¡quieta!
Creo que ya te odio – gruño Akane.
Créeme, es recíproco.
Y el coche seguía en alta velocidad causando temor en algunos peatones y la rabia de otros tantos que, indignados en la manera imprudente de conducir de ese policía, gritaban irritados, "Estúpido, ¿no ve por donde conduce?", "Estás mal de la cabeza", "Dónde es el incendio, baka", comentarios ignorados por Ranma y que solo hacían a Akane suspirar y rogando en una suave oración que si hoy era el día de encontrarse con su Creador, que la muerte fuera rápida y sin dolor.
Llegaron al parque de Nerima a tiempo de ver a los reporteros ser rechazados por los guardias del parque. Akane salió mareada de dentro del coche y mirando al cielos levantó sus manos en uno gesto teatral.
¡¡Gran kami, gracias por mantenerme viva después de tal aventura!!!
Ja y ja... muy graciosa, señorita. Sólo vamos ¿ok?
Entraron en el parque guiados por uno de los guardias que los iba conduciendo hasta la escena del crimen. El césped estaba húmedo por la lluvia de la noche anterior y los charcos iban manchando debarro sus pantalones. Allá ya los esperaban Mousse y Ryoga con unas sonrisas triunfantes y antes incluso de que llegaran hasta ellos Mousse extendió su mano.
Son 500 yenes, amigo... – con uno gruñido Ranma sólo le dio el dinero sin siquiera protestar.
¿Hacéis apuestas para ver quién llega primero? – preguntó Akane sorprendida.
Por supuesto que sí, mi bella dama – contesto Mousse con una amplia sonrisa.
Y Ranma generalmente pierde... es uno pésimo conductor – completo Ryoga.
Vayaaaaaaaa, estas cosas no las cuentan en la academia.
Pues acostúmbrate a la idea Akane, porque lidiamos con muertes todos los días, necesitamos tener algo de válvula de escape para no volvernos locos – le explico Ryoga tranquilamente – Ahora, vamos, hay un cadáver esperándonos.
Unos cuantos pasos adelante, apartada de los curiosos por una cinta amarilla con los escritos "no pasar – escena de crimen", yacía el cuerpo de una chica rubia muy joven con los ojos azules aún abiertos. Su cuerpo estaba sentado en el suelo, atado detrás del tronco de un árbol por sus muñecas por gruesas cuerdas, así como sus tobillos y frente que mantenía su rostro erguido, mirando al vacío. Tenía las piernas estiradas a su frente, estaba sin zapatos, con muchos hematomas morados y equimosis de colores que variaban del rojo intenso al verdoso, marcas que también aparecían en sus brazos. En su cuello había gruesas y profundas marcas, formando dos surcos rojos. El rostro no mostraba señales de violencia, al contrario, estaba increíblemente limpio, pero el pelo estaba cortado casi rasante a la nuca y de manera grotesca, como si se lo hubieran cortado con un cuchillo. En su pecho, dibujado sobre su piel, uno numero diez pintado en sangre, probablemente su propia sangre, como las demás victimas. Los cuatro policías guardaran un respetuoso silencio delante de la víctima, mirándola detenidamente en busca de alguna pista que les ayudase a descubrir el autor de tal atrocidad. Ryoga fue el primero en romper el silencio.
Muy bien, vamos a empezar de una buena vez, cuanto mas pronto empezamos, más pronto atraparemos a ese miserable. Mousse, saca fotos del cuerpo, por todos los ángulos posibles, del los nudos de los muñecas, frente y tobillos, yo examinare el perímetro en busca de evidencias, voy a determinar veinte metros de perímetro, con el punto central en el cuerpo; avisare a los guardias que ayuden en busca de cualquier objeto o fragmento que puedan encontrar dentro del perímetro. Ranma, tú y Akane examinad el cuerpo. No creo que lleve cualquier documento de identificación pero igual vamos a cumplir la rutina completa – y terminando de decir eso, Ryoga salió dando órdenes a los guardias.
Muy bien, novata... a ver lo que aprendiste en la academia. Mirando el cuerpo, ¿qué conclusiones puedes sacar?
Akane miro nuevamente la chica de los pies hasta la cabeza con mucha atención. Quería demostrar que estaba plenamente cualificada para ese trabajo y después de unos pocos minutos, en que Ranma parecía esperar impaciente, empezó a hablar.
Murió en otro sitio. Su cuerpo fue dejado aquí, incluso fue amarrada después de muerta, por las marcas producidas por las cuerdas: la piel alrededor sigue clara y no roja como debería ser si ella estuviera viva y con circulación sanguínea. Sus pies están limpios, lo que también prueba que fue cargada hasta acá, ya que la lluvia dejaría barro en sus pies y ropas, no hay marcas de agarre en los brazos, voy a suponer que es una prueba más de que murió en otro sitio. Su cuerpo no está húmedo, lo que define que fue dejada aquí después que la lluvia paso, o sea, hoy a partir de las siete horas. La causa mortis fue el estrangulamiento, por las marcas en el cuello pero creo que debemos esperar el informe de la autopsia para una confirmación.
¡Muy bien! Estoy impresionado de verdad – dijo Ranma. Su rostro demostraba satisfacción y en sus ojos uno extraño brillo indicaba que había respondido correctamente, haciendo a Akane sentir uno suave rubor en su rostro – ¿Algo más para añadir? – preguntó serio.
¿Algo más? – dijo Akane confusa.
Sip... algo para nos ayude a identificar a la victima. Las equimosis. ¿Recuerdas que una equimosis sigue uno espectro de colores que empieza desde el rojo hasta el amarillo? Pues mira esas marcas – dijo Ranma apuntando para las piernas de la víctima – hay varias manchas verdosas que solo llegan a ese tono entre el séptimo y el duodécimo día después de la agresión. Buscamos a una chica desaparecida entre una y dos semanas, cuando regresemos, vamos a buscar en los archivos las denuncias de desaparecimiento de chicas con la descripción de la victima – y sonriendo fue a buscar a Ryoga dejando a una atontada Akane mirando la chica con curiosidad.
"No me había dado cuenta de ese detalle. La verdad es que aún tengo mucho que aprender..." – y, aún muy impresionada, resolvió seguir a Ranma para saber lo que harían ahora. Los encontró junto con Mousse, que regresaba de su sesión de fotos y se acercaba a Ranma y Ryoga hablando molesto.
Te digo que ese mal nacido es muy listo. ¡No encontramos nada! No hay huellas de pisadas porque los reporteros llegaron antes de que pudiésemos marcar el perímetro y ahora hay docenas de huellas – gruñó molesto – Ninguno fragmento de ropa en los ramas ni tampoco alguna marca que nos dé alguna pista de por dónde vino. Hay muchas huellas en esa parte del parque. Podría haber venido de cualquier parte... – dijo apenado.
No te apures, amigo – contesto Mousse con una mano en el hombro de Ryoga – daremos con el maldito, eso seguro, la manera como ató a la chica es idéntica a las demás victimas, así como la posición de las piernas. Me intriga enormemente que estando ya muertas, mantenga sus rostros mirando hacia delante, como si aún pudiesen ver. Y es muy cuidadoso. Usa guantes. No hay ninguna huella digitales aparentes, pero harán una búsqueda más detallada en el cuerpo durante la autopsia. ¿Algo nuevo en el cuerpo, Ranma?
Hasta donde se puede verificar, está exactamente como los demás. Es bastante meticuloso ese canalla – gruñó Ranma, haciendo que los demás hombres asintieran – Esta ya es la décima victima y tenemos que evitar que haya ni una más. Entonces, la orden ahora es hacer todo lo humanamente posible para capturar al asesino. ¿Alguna cosa más que haya llamado la atención a alguien?
Akane solo miraba muy curiosa la discusión de los hombres, observando cómo cambiaban informes y discutían sobre las evidencias. Percibió que Ranma la miraba fijamente y tímidamente le devolvió la mirada, lo que le hizo hacer una sutil señal con la cabeza en dirección a los otros dos hombres. Comprendiendo a qué se refería Ranma, Akane se acerco despacio y dijo con una voz baja y seria:
Me llamó la atención el rostro de la chica. Todo su cuerpo fue lastimado, pero en su rostro no hay señales de violencia y está extrañamente limpio, imagino que la chica debía haber llorado mucho al ser torturada, pero tampoco hay marcas de lágrimas, lo que me hace concluir que él dedico tiempo para limpiarlo después de muerta... – y delante de esas palabras los tres hombres sonrieran satisfechos. Ahora ella era parte del equipo.
Regresaran juntos a los coches en completo silencio, aún con las imágenes del homicidio en sus mentes. El cuerpo ya había sido trasladado al Instituto Médico Legal para la autopsia y la cinta de aislamiento retirada, permitiendo que ahora los reporteros caminasen libremente. Seguro, esa sería la noticia principal de los periódicos del próximo día.
Antes de que Mousse y Ryoga entrasen en su coche, Akane agarro el brazo de Ranma y con una expresión muy seria en el rostro le extendió la mano dejando a Ranma confuso.
La llave – dijo firme.
¿De qué hablas?
¡La llave del coche! No creo que Kami me salve dos veces en el mismo día de una muerte segura. Así que ahora manejaré yo.
Ante la expresión decidida de la joven, Ranma sólo le entregó la llave que le pedía con una sonrisa burlesca – ¿De verdad crees que manejo así de mal?
No, mal, yo diría que peor que mal... – y sacando la llave de la mano de Ranma, entró en el coche pero antes emprender la marcha, llamó a los hombres que entraban en el otro coche y con una risa les provocó.
¿Qué tal, chicos? ¿Hasta la Comisaría? – y diciendo eso salió disparada, pero no sin antes mandar uno beso a Mousse y guiñarle el ojo, dejando los dos hombres atontados antes de que unos segundos después salieran de sus ensoñaciones y, percibiendo el reto de la joven, empezaran a perseguirlos.
Las calles de Nerima se transformaron en uno verdadero escenario de una película policíaca con dos coches a toda velocidad con sus sirenas prendidas en una frenética carrera rumbo a la Comisaría. Akane parecía divertirse con la carrera que, aunque a alta velocidad, no hacía ninguna maniobra arriesgada al punto de perder el control del coche. A su lado, un Ranma muy pálido miraba de la joven a la calle y los coches que eran ultrapasados. No emitía sonido pero cualquiera que lo conociera bien sabría que por su mente pasaban las dudas existenciales que le preguntaría al Creador, ahora que parecía que lo encontraría en los próximos minutos y, por cierto, la primera cosa que le preguntaría era dónde había tenido la cabeza cuando le entregó la llave del coche.
En pocos minutos llegaron al garaje de la Comisaría, con Akane con una ventaja de varios metros. Salió triunfante del coche y caminó rápidamente en dirección del otro coche. Mousse y Ryoga salían con expresiones divertidas en sus rostros.
¡Nos ganaste, Akane! Estoy impresionado – dijo Mousse.
Son 500 yenes si mal no recuerdo – contestó Akane extendiéndole la mano, haciendo que los hombres empezasen a reir a carcajadas.
Definitivamente eres una de nosotros, Akane. así que haré algo mejor que eso. Vamos a un bar después del trabajo mañana y yo pagaré una rodada de cerveza para todos.
Trato hecho, Mousse – dijo Akane acompañando a los chicos en dirección a la salida del garaje. Como si recordase algo de repente, Akane se paró bruscamente y rodando sobre sus pies gritó para el hombre que seguía dentro del coche:
¿RANMA? ¿VAS A VENIR CON NOSOTROS?
Adelantaos, os sigo en un momento – contestó – cuando mis piernas pararen de temblar – completo para sí. Y escuchando la risa de la joven, miró cómo sus compañeros desaparecían de su vista.
Oye, Ukyo, ¿te puedo interrumpir? – Akane entraba en la oficina tímidamente, con una carpeta en la mano – tengo que entregar este informe y no sé dónde hacerlo...
Jejeje, no te apures, Akane. Tienes que entregármelo a mi. ¿No te lo dijeron los chicos?
Ni palabra, – contestó Akane molesta – escribieron sus informes y se fueron a no sé dónde, creo que ni se les ocurrió que yo no tenía ni idea de cómo hacer esto.
Son así, no te molestes. Déjame aquí tu informe que voy a pasarlo para el comisario Kimura. Tengo órdenes de dar prioridad a esa investigación.
Había seguido este caso por los noticiarios, nunca imaginé que acabaría involucrada con la investigación. Da miedo.
Sí, lo sé. Es la décima, y cada nueva victima que aparece me parte el alma. Son todas tan jóvenes, tenían toda una vida por adelante. Da rabia de ese tipo y quiero verlo preso, y pronto, antes que lastime a alguien más.
Vamos a capturarlo, Ukyo, puedes estar segura – contestó Akane mientras caminaba por la oficina mirando los pequeños cuadros que estaban en la pared. En cada uno una pequeña fotografía de uno policía con su uniforme y una fecha y había al menos una docena de ellos – ¿Quiénes son esos? – preguntó curiosa, apuntando hacia las fotografías.
Son policías que murieron en alguna misión. Sus fotos están ahí para no olvidarles. Ni a ellos ni al riesgo que corren todos los demás en este trabajo.
Akane miraba detenidamente cada una de las fotografías prestando atención a sus nombres y sus rostros. Debía ser duro perder a un colega en el trabajo pero era el riesgo que esa profesión exigía y nadie tenía ilusiones en cuanto a eso. Una de las fotos le llamo la atención, no tanto por su rostro como por su nombre y girándose hacia Ukyo expreso su total curiosidad.
¿Quién es? – preguntó apuntando a la fotografía – aquí dice que se llama Saotome. ¿Algún pariente de Ranma?
Es Ranko, su hermana mayor – contesto Ukyo mirando a la mujer pelirroja de la foto – fue hace un año y su recuerdo aún es muy doloroso para todos – su voz se entrecortó conteniendo el llanto – Éramos amigas... la verdad... todos de aquí la queríamos mucho, estaba siempre alegre, riendo, jugaba con todos. Todos sufrimos mucho con su muerte, principalmente Ranma, claro. Su única hermana y fue matada por un traficante de drogas de Tokio durante una investigación. Ella se había estado quejando de que tenía mareos y no se sentía bien, Ranma intento hacerla cambiar de turno con otro policía pero ella era terca y insistió en seguir con la misión con Ranma, queriendo ir con él para darle apoyo. Eso fue lo peor. Aun la recuerdo regañándole, diciéndole que no la creía capaz porque era una mujer y que no necesitaba ayuda porque no era débil. Le convenció a no ir con ella. Murió aquella noche en una emboscada de los traficantes. La ayuda no llegó a tiempo y ella murió de camino del hospital con dos tiros en el abdomen.
La sala se quedó en silencio mientras las dos mujeres miraban el sonriente rostro de la fotografía. Demostraba ser una mujer muy determinada y fuerte, además de bella. Era joven, lo que hacía la situación aún mas trágica.
¿Qué edad tenía ella?
Tenía solo veintinueve y Ranma nunca se recuperó de eso, se sentía culpable por no estar a su lado para protegerla.
Lo imagino. Debió ser un golpe muy duro para él.
Sí, lo fue y creo que aún no se ha recuperado del todo. Hay que darle tiempo, Akane. Ahora vete a casa, debes tener a alguien esperándote ¿no?
Mi hermana... debe estar ansiosa por mi regreso para que le cuente cada detalle de mi primer día.
Pues no le haga esperar, Akane, nos vemos mañana.
Cierto, adiós – y con uno leve gesto, se despidió de Ukyo.
Llego muy cansada a casa pero lo suficiente animada para narrar todos los sucesos del día a su hermana y cuñado, que la escuchaban atentamente.
¿Entonces, serás parte del equipo que investiga al maníaco del parque, ese del que hablan los noticiarios? – pregunto Kasumi.
¿Ya lo llaman el maníaco del parque? Pensé que el comisario estaba haciendo broma de eso...
Pues los noticiarios de hoy sólo hablan sobre eso, que ya son diez victimas, todas encontradas en el parque y que fueron torturadas antes de morir. ¿Es cierto eso, Akane? – pregunto Kasumi apenada.
Sí, hermana, y torturadas por muchos días. Ese tipo me tiene enferma y créame, todos en la policía tienen ganas de ponerle la mano encima.
Espero que lo detengan pronto, Akane, el noticiario mostró fotos de esa última victima, era solo una niña – su voz era casi llorosa y Akane percibió cómo esos crimines afectaban a su hermana.
Después de cenar y tomar una ducha, Akane se fue a su habitación para dormir porque estaba realmente cansada. Su primer día en el trabajo no tenía nada de tranquilo, pero estaba feliz. Realizaba su sueño de ser policía y eso era todo lo que importaba.
Los noticiarios de la noche, así como los periódicos del día siguiente, tenían como titular los crimines del parque, narrados con todos los detalles que la policía no consiguió ocultar de los curiosos reporteros. Algunas pocas imagines sacadas de la última víctima también fueron mostradas en las noticias, causando una conmoción en la población. Era la primera vez que imágenes de los ataques aparecían en la televisión. Los teléfonos de las redes de televisión timbraran incesantemente durante horas. El "maníaco de parque", como ahora era conocido, se había vuelto el tema principal por todas partes. La gente estaba asustada y los reporteros parecían querer aprovechar al máximo todo el sensacionalismo que esos crimines causaban. Por cierto que las noticias también llamaron la atención de las autoridades locales y cuando el comisario Kimura llegó a la comisaría, percibió aturdido que docenas de reporteros estaban delante la puerta principal en busca de más noticias sobre el ahora famoso maníaco.
Pasó con dificultad entre los reporteros, que gritaban todos al mismo tiempo intentando una entrevista con el comisario, que entre empujones decía exasperado.
Nada a declarar. Aguarden informes oficiales en las próximas horas – miró a Ukyo que le aguardaba en el salón y exasperado, dejó salir toda su frustración – ¿Qué pasa ahora? ¿Porque todo ese tumulto hoy? ¿Porque hoy?
Lo siento, comisario, pero los noticieros solo hablan de eso y ahora que lo llaman de "maníaco del parque" y hacen reportajes sobre serial killers, quieren más y más detalles de los crimines anteriores, quieren hacer una gran historia de todo esto. Recibimos llamadas durante toda la noche de varias autoridades y políticos, todos quieren una respuesta y al maníaco preso.
¿Porque esos malditos de la prensa se interesaran sólo ahora por los crimines?
Porque ahora tenían imágenes para mostrar. No es sólo un nombre y una historia para contar como los otros nueve, y las fotografías que mostraron eran muy impresionantes. El que la víctima sea tan joven y bonita, así como las marcas de tortura...
Ya veo – suspiró el comisario Kimura, molesto – esos malditos carniceros solo quieren una buena noticia para aumentar la audiencia y no les importa un bledo si con eso van a dificultar la investigación.
Lo siento, señor...
Bueno, ahora tenemos una preocupación más... Además del maníaco, ahora tenemos una banda de carniceros que...
Reporteros, jefe... – interrumpió Ukyo - ¡Es mejor decir reporteros! ¡Te pueden escuchar y ya imaginas cómo reaccionarían!
Ufffffff, odio a esos tipos. ¿Y dónde está el equipo que lleva el caso?
Ya están esperándole en la sala de conferencias, jefe.
¿Y a qué esperamos? ¡Vamos! – y caminó decidido, olvidándose del tumulto en frente de la comisaría. Abrió la puerta con violencia, asustando a los 4 detectives que estaban allá dentro – ¿Qué habéis descubierto? ¡Quiero noticias! ¡BUENAS NOTICIAS!
La identidad de la décima victima es Keiko Adachi, diecinueve años, estudiante, sus padres informaron de su desaparición hace once días. Ya identificaron el cadáver esta mañana. No tienen idea de la hora que ella pudo ser raptada porque salía temprano, alrededor de las siete a.m. y a veces no regresaba hasta la noche. Por cierto, están muy conmocionados pero pidieron que se les informase de cualquier avance en las investigaciones – dijo Ryoga.
¿Alguna relación con las otras victimas? – pregunto el comisario.
Hasta ahora nada que pudiéramos averiguar. Lo único en común es el hecho de que todas son mujeres. Pero tienen edad, constitución física, profesión y clase social totalmente distintas. No encontramos nada en común entre ellas – completó Mousse.
Pero algo debe haber. ¡Hablamos de un psicópata! Él tiene algún objetivo y ve en esas chicas algo en común. Tenemos que descubrir lo que es y muy pronto, porque ya aumentan los carniceros allá fuera ¡y eso me irrita muchísimo!
¿Carniceros? – preguntó Akane inocentemente.
Reporteros... – dijo Ukyo bajito desde su lugar en el extremo de la sala.
¿Y de las demás victimas? ¿Alguna idea del lugar o la hora de sus secuestros? – ante la pregunta, Ryoga abrió una pequeña carpeta donde guardaba sus apuntes. Mirando los papeles que tenia delante de sí, empezó a narrar a los demás.
Sawako Kaima, veintidós años, secretaria, vivía sola en uno pequeño departamento en el centro de la ciudad. Su jefe denunció su desaparición después del tercer día que ella no fue a trabajar. Su cuerpo fue encontrado en el parque siete días después. La familia vivía en Osako y vinieron para reconocer el cuerpo – narró Ryoga pausadamente, consultando sus apuntes – Shiori Mazawa, diecisiete años, estudiante, no regresó a casa después de las clases y sus padres llamaron la policía. Su cuerpo fue encontrado nueve días después. Yasuko Bunya, veinte años, dependienta, su novio aviso la policía al día siguiente, después de no regresar a casa a dormir, su cuerpo fue encontrado once días después. La cuarta y quinta victima aún no han sido identificadas, no hay ninguna denuncia de personas desaparecidas con sus descripciones físicas y sus impresiones están demasiadas marcadas para una identificación. Tampoco no fue posible determinar el tiempo que permanecieron con el secuestrador. Los dos cuerpos fueron encontrados en lugares más escondidos del parque y en fase avanzada de descomposición. La sexta víctima era Yae Ushiba, veintitrés años, profesora, su marido denuncio su desaparecimiento el mismo día, cuando recibió una llamanda del director de la escuela avisando que ella no había ido a trabajar. El marido identificó el cuerpo dos semanas después cuando apareció en el parque. La séptima y octava víctimas fueran secuestradas juntas. Dos compañeras de la preparatoria, Namie Jimbo y Sawako Izumi, quince años. Según sus compañeros, salieron juntas después de las clases para pasear en el parque – dijo Ryoga haciendo una pausa y mirando a los demás en la sala – fueran las únicas que tenemos la confirmación de que se encontraban en el parque, pero puede ser solamente una coincidencia, no quiere decir que es el lugar donde fueron raptadas; Jimbo fue encontrada ocho días después y Izumi dos días después de Jimbo – con uno suspiro, Ryoga concentró su atención en los informes nuevamente – por fin, tenemos a Romi Daishi, veinticinco años, telefonista. Estaba de vacaciones por eso en su trabajo nadie notó su desaparición. Una amiga, que vive en Sapporo, la estaba esperando para hospedarla. Después de tardar por cuatro días de contactar con ella, se preocupó y busco a sus parientes y ellos informaron a la policía. Calculamos que estuvo en manos del secuestrador durante dos semanas. Como se puede percibir, no hay relaciones entre las victimas, al menos nada aparente, sea lugares o personas.
¡Pues sí que hay algo en común! Solamente no conseguimos verlo y debe tener alguna relación con el parque. ¿Por qué escoger precisamente el parque para dejar los cuerpos? Debe haber pasado algo en el parque que hace que el asesino deje a sus victimas siempre allí. Hablamos de la mente de uno psicópata y todo tiene un significado por mas bizarro que pueda parecernos a nosotros. Quiero que alguien investigue todos los acontecimientos en el parque desde dos años antes de que se cometiera el primer homicidio de ese tipo. No necesariamente otro homicidio, pero cualquier evento en que haya dejado alguna victima o pariente de victima traumatizado. ¿Todos recordáis bien el perfil psicológico trazado por nuestros psiquiatras forenses?
Hombre, de 25 a 45 años, culto, buena apariencia, puede tener cualquier profesión, no hay en las evidencias encontradas cualquier cosa que nos ayude a identificar en que trabaja, y en eso pararan los psiquiatras, porque no hay más evidencias para un examen más detallado – dijo Mouse sin siquiera consultar sus apuntes – es todo lo que tenemos y no es lo suficiente para ayudarnos.
Tenemos muy poco para trabajar, pero aún es mejor que nada – contesto Ranma – sólo tenemos que comprender su manera de pensar, entender lo que él ve en común en esas chicas...
Pues ya basta de meras suposiciones, pongámonos en acción, porque mientras estamos aquí discutiendo, ese tipo ya puede estar escogiendo su próxima victima...
Abro mis ojos despacio pero me duele la cabeza y cierro los ojos de prisa… ¡Cómo me duele la cabeza!. A decir verdad, me duele todo el cuerpo, como si hubiese recibido una paliza. Escucho un sonido, parece un llanto… Está cerca, pero es muy bajo, casi apagado…Intento abrir los ojos de nuevo. No tengo idea de dónde estoy, es oscuro, húmedo, parece un sótano. No hay ventanas. La poca luz proviene de una pequeña lámpara en el techo. Aún escucho el llanto pero me cuesta definir de dónde proviene. Uffffffff, definitivamente creo que la cabeza me va a explotar. Concentración. Los recuerdos aparecen como una película delante de mis ojos: el ataque, el intento de huida, la captura… Sus ojos… Había algo aterrorizante en aquella mirada fría y desprovista de sentimientos. Concéntrate. Miro a mi alrededor buscando a la persona que llora pero la oscuridad no facilita la búsqueda. ¡Allá! Ahora veo a una chica, está en posición fetal, abrazando sus piernas.
¿Hola? – le dije bajito para que no se asustase. Ella no contestó – ¿Puedes escucharme? ¿Sabes dónde estamos?
La chica dejó de llorar y me miró. Sus ojos estaban hinchados por el llanto y ahora que me acostumbré más a la oscuridad puedo ver marcas en sus brazos y piernas. ¡¡¡Por kami!!! ¡¡¡Esta chica fue golpeada!!! ¡Cálmate! ¡Respira! - ¿Puedes hablar? ¿Sabes dónde estamos?
Estamos con él... – su voz era baja y vacilante, y noté que la chica temblaba.
¿Quién es él? – pregunté mientras me acercaba a ella.
Nuestro dueño... – contestó con un sollozo.
Respira, respira. No me gustó para nada esa respuesta... – ¿Sabes en qué lugar estamos?
Ya te dije... estamos con él... somos de él...
La chica empezó a temblar violentamente lo que me asustó aún más. Muy bien, esta chica esta aterrada y al parecer está un poco fuera de la realidad. Tengo que ir despacio para conseguir sacarle alguna información. Sonrío y me siento a su lado.
Me llamo Anzai Ema. ¿Como te llamas?
Soy undécima...
¡¡¡¡Saludos!!!! Este es mi primer intento de escribir un fic de genero suspense/policial, así que hay que tener algo de tolerancia conmigo... U Siempre fui fan de ese genero – principalmente por las series de tv – y una apasionada de Medicina Legal (que incluso fue el tema de mi tesis en la Uni) y me dio ganas de intentar escribir una historia con todo ese contenido que tanto me encanta. Sé que estoy debiendo otros fics (recibo muchas quejas por eso jejejeje), pero simplemente no resistí la tentación de escribir un fic poniendo a Ranma y Akane como policías.
Quiero indicar una de mis series favoritas del genero que se llama "Crossing Jordan" o "Jordan Medico Forense", como también es llamada, que cuenta la historia de la doctora Jordan y sus colegas del Instituto Medico Legal, que con sus conocimientos de Medicina Legal y Medicina Forense ayudan la policía a desvendar muchos crimines!!!!
Dedico ese capitulo a las chicas Patty, Joce y Jazmín, mis amigas del alma, que fueron las primeras a leer la historia y me incentivaron a seguir escribiendo y a mis chicos del corazón Marco, Chris y Rene.
Dudas, sugerencias y comentarios a mi correo:
Noviembre/2004
