Capítulo 002: Feliz


Hermione parpadeó un par de veces captando al instante el por qué no había logrado reconocer con facilidad a su amigo. Era ese instante una de las pocas veces en que lo veía con una ropa muggle que le quedaba a la perfección, y también está el hecho que sus principales características físicas no se encontraban: no había lentes, tampoco cicatriz. Ella pudo notarlo cuando él, a manera de saludo, se pasó la mano por el cabello.

Hermione creyó que si Harry trataba de verse presentable con desordenar más su melena, estaba completamente equivocado. Además ¿De cuándo acá ella es una joven que se deja llevar por la apariencia física?

Harry... estás... — Hermione, aun así, no pudo evitar reprimir una sonrisa de asombro total — ¿Qué te has hecho?

El joven la miró analíticamente, luego posó sus ojos verdes en sí mismo analizando con mayor cuidado, y como conclusión simplemente se rascó la nuca en señal de incomprensión.

Hermione... — dijo dudosamente — No entiendo a qué te refieres con ello. Siempre he sido así.

No es verdad, me estás jugando una broma pesada — le dijo ella más seriamente y se acerca a él para buscar en su frente la cicatriz en forma de rayo — ¿Cómo hiciste desaparecer...

Pero no pudo terminar sus palabras, porque Harry, aprovechando que la tenía lo suficientemente cerca, le plantó un sonoro beso en la mejilla, logrando desconcertar plenamente a Hermione.

— ¿Cómo hice desaparecer... — él le insistió a que siguiera hablando.

¿Por qué lo hiciste? — preguntó Hermione con las mejillas tan encendidas como maduras cerezas.

¿El qué? — le devolvió la cuestión Harry más extrañado — ¿El darte un beso? — Una sonrisa de felicidad plena apareció en su rostro mientras le contestaba — Porque quise hacerlo, porque me hace feliz hacerlo.

Harry... es que tú...

Me siento tan bien al sentir que soy feliz, Hermione — le cortó él sin desearlo verdaderamente — Estar junto a mí me hace tan feliz — Ahora Hermione realmente no creía lo que estaba escuchando. Simplemente esto era... ¿extraño? — Claro está que cuando te encierras en la biblioteca, y peor aún, cuando me arrastras a ella, mi alegría decae bastante.

Por la forma en que Harry dijo esto último, se notaba que cada sílaba estaba llena de verdad.

Harry se colocó las manos entrelazadas detrás de la nuca, en señal de paz total. A él pareció extrañarle la estupefacción de Hermione, porque la veía tan silenciosa, o quizá creyó que, sin desearlo, había lastimado sus sentimientos.

Se acercó a ella y le golpeó juguetonamente las costillas.

Que conste, decae bastante, pero no desaparece por completo. Contigo jamás he desaparecido cuando apenas soy consciente de tu presencia. — Harry posó sus ojos en el techo, que estaba aparentemente encantado como en el Comedor de Hogwarts porque se veía sólo un cielo despejado, y siguió hablando como si reflexionara consigo mismo — A diferencia de esa tipa... Cho, que al principio me alborotó bastante, lo admito, pero luego me mató abruptamente, y quizá si hubiese verdaderamente influido en mi vida, cuando ella se hubiese ido, yo hubiese desaparecido totalmente.

Hermione confundida frunció el entrecejo. ¿Harry acaso estaba hablándole de un posible suicidio? Se estremeció terriblemente con la idea.

Extrañamente para ella, Harry se volvió a verla y arqueó una ceja en señal de extrañeza.

No, no es lo que crees — dijo con una sonrisa y luego murmuró débilmente — Aún no te has dado cuenta.

¿De qué? — ella preguntó verdaderamente confundida e intrigada, dos conceptos no aceptables para Hermione Granger.

Harry miró orgulloso cada facción de su amiga.

Esto es lo que más amo de ti, tu capacidad de no quedarte en la ignorancia, tus ansias de saberlo todo, de descubrirlo todo, y con lo que obtienes no lo usas para tu fin propio, si no para el de los demás.

Sin poderlo evitar, aparentemente, acortó la distancia y la envolvió entre sus brazos, alzándola de manera casi automática y volviendo a depositarla en el piso, sin deshacerse del abrazo.

Hermione le acarició la nuca en un claro gesto de preocupación por él.

¿Estás bien? — le cuestionó, en un suave murmullo.

Claro que sí, mi chiquita.

¿Mi chiquita? — repitió ella con un dejo de ironía, agregando además las pizcas de que estaba simplemente extrañada por el calificativo — Señor Potter, recuerde que soy mayor a usted.

Pero eres más baja que yo — se justificó él con una supuesta dignidad intachable.

La altura se mide de la cabeza al cielo — replicó Hermione mirando cada gesto que él hacía ante esa respuesta.

Harry soltó una risa, no escandalosa, pero sí auténtica y espontánea. Muy diferente a la que brinda cuando está satisfecho de sí mismo, o cuando está enfadado y su burla es hiriente, con sarcasmo. La risa le salió desde lo más profundo de su alma y pareció envolver en un mágico hechizo a Hermione, quien atinó a posar su cabeza en el pecho de él y esbozar una nerviosa sonrisa.

Seguro que esto es un sueño — dijo Hermione sintiendo la calidez que desprendía el cuerpo de Harry — Mínimo me he quedado dormida al pie de tu cama.

Hermione sintió que el abrazo del joven adquiría más vida, aferrándose a ella de manera vital. Acercándola más a su cuerpo, le comenzó a hablar en susurros al instante en que arrimaba su barbilla en el hombro de ella.

Nada me haría más feliz en esos instantes, mi chiquita, — el aliento que emanaba le hacía cosquillas y la llenaba de sensaciones que agitaban su alma y golpeaban dolorosamente dulce su pecho, como si amenazara con salir en cualquier instante — que veles mis sueños en medio de este tormento interno que me agobia.

Era extraño, Hermione no le veía pero sabía que en ese preciso instante él estaba sonriendo.

Harry se volvió hacia ella y le levantó suavemente el mentón.

Pero no te creas que ese sería un pensamiento egoísta — siguió diciéndole, dejando cada vez más intrigada por su nueva forma de actuar — Yo también... Hermione... Yo también quiero velar tus sueños.

Las palabras parecieron penetrar el corazón de Hermione, como si fuese una daga. Hiriendo, pero no haciendo daño. Una extraña ironía, un gran misterio.

Hermione parpadeó un par de veces, asimilando con cierta dificultad las palabras del joven, enlazándolas mentalmente con el ambiente en que los rodeaba.

Parecía que ambos vivían en un mundo alterno, en una especie de burbuja transparente, ajena de los problemas, de la profecía, del peligro que lo acecha, del enfrentamiento diario contra los indeseables estudiantes (léase Malfoy y compañía), como si nada más existiera... tan sólo los dos.

Hermione — le llamó Harry en un tono notablemente dudoso, aunque ella lo veía fijamente, pero él había notado su desconcierto. Y si ella pensaba que él iba a desvelarle el motivo por el cual actuaba de esa forma, pues estaba completamente equivocada — Hermione... por más que te lo pida, no te alejes de mí, te lo suplico.

Esta petición finalmente logró que las palabras salieran de ella.

— No me iré a ningún lado, no te voy a abandonar — dijo Hermione con voz temblorosa, aún sin comprender lo que estaba ocurriendo — Ni aunque me lo exijas, ni aunque intentes obligarme.

La sonrisa volvió al rostro de Harry. Tan confiada, tan segura.

Hermione nunca, en todos esos siete años de convivencia en el colegio, lo vio sonreír tan genuinamente. Los ojos castaños le brillaron y dejaron escapar dos lágrimas.

¿Qué sucede? — indagó Harry intrigado deslizando las manos por las lágrimas — No, no me lo digas... ya sé... todo esto es tan extraño — Hermione sonrió nerviosamente como respuesta, mordiéndose por costumbre el labio inferior, tal como lo hace cuando intenta armar mentalmente un rompecabezas. — Pero lo descubrirás... lo vas a saber... quiero que lo sepas.

Le tomó ambas mejillas y le dio un beso en la frente, de forma más delicada, como si ella fuese un cristal demasiado delicado. Luego se apartó de ella, y mientras más se alejaba de Hermione, más desaparecía el entorno. Los carteles de Quidditch se desvanecían. Hermione sintió una corriente helada recorrerle la médula y penetrarse con fuerza en su pecho. En el techo el cielo despejado se oscurecía. Las paredes se volvían cada vez más oscuras, el sitio parecía encogerse por arte de magia.

Y Harry se alejaba cada vez más de Hermione, quien por impulso quiso detenerlo. Pero no pudo siquiera alcanzarlo.

Hermione comenzó a respirar agitadamente y se abrazó más a sí misma. El frío penetraba su piel y sentía unas ganas inmensas de abrir una muralla y escapar del sitio. Pero existía otra sensación que se apoderaba de ella, una sensación que le decía que no se vaya.

La joven parpadeó algunas veces. Las lágrimas le picaban los ojos y aun así se resistió a dejar escapar siquiera una sola. Hermione tardó un poco en percatarse de que nuevamente se encontraba en una habitación, más pequeña que la anterior, y totalmente muggle, por denominarla de alguna manera.

Posiblemente las fluorescentes estaban dañadas, porque el cuarto era casi una penumbra, apenas ingresaba un poco de luz por unas rejillas en lo que parecía ser la puerta.

Hermione se dejó guiar por la escasa luz, para tener una mejor apreciación de su entorno. Y lo único que logró identificar fue a un joven arrimado contra la pared, recogido en sí mismo y con la cabeza oculta entre sus rodillas. La ropa le quedaba mínimo tres tallas más grandes, los colores eran apagados y desteñidos (en lo que la poca luz dejaba ver)

Pero sea cual sea la ropa, era fácil deducir que frente a ella estaba su amigo Harry Potter.


Continuará...


Notas finales: Wow! Muchas gracias! Sé que siempre lo ando diciendo, pero no hallo mejor forma de expresarme, me dejan sin palabra (y que conste que soy generalmente parlanchina)

Karly Radcliffe: Ummm... Ignoraré el apellido.. o me declaro como tu cuñadita. Es que yo veo los celos de Ron como de hermano mayor. ¿A que no se porta de la misma manera con Ginny, eh?

Kry: ¿Cómo le hago? Este.. ¿Será que porque uso las madrugadas para escribir? ¿Coca—cola? ¿Ver anime en tiempo libre? ¿Leer ficts de Anasazi, Dama-blanca, Ady-chan, Mileya, Ire, Cielo-Criss *ejem, ejem* ir a historias favoritas* ejem, ejem* Y sí, me encanta, lo admito y de ello soy culpable. Me encanta andar divagando en los sentimientos y pensamientos de Harry y Hermione, es que son un manjar! ¡Y casi le atinas a la trama! ¿A qué parte? Bueno, lee y analiza ;) Eso sí, como buen fan obsesionada que soy escucho música, veo películas y todo lo comparo con Harry y Hermione. Lo último que me pasó fue de la serie animada japonesa Full Metal Alchemist en la que veo claramente a Harry en Roy Mustang (independiente de lo coqueto y mujeriego que se comporte, sino en su psicología y sus propios problemas) y a Hermione en Riza Hawkeye (ajá, la chica que anda detrás de él, arreglándole la existencia, velando en que nada le falte... y no son más que compañeros laborales, no?) Pero bueno, en mi caso, para que la idea llegue a pasar a fict deben suceder muchos detalles y el principal es ya saber el final, para realizarlo contra viento y marea y no ir deambulando en el fict sin que yo misma sepa el desenlace ¬¬ Y una petición Kry Potter, si quieres que lea tu fict deja un review registrado, para darle clic a tu profile e ir directamente a buscarlo. Es que no suelo estar mucho tiempo en más que para actualizar y dejar mensajes.

Carolina: Bueno, querida Carolina. La información de la edad de Hermione la obtuve desde una fuente oficial: el sitio de Jo Rowling, en el mismo ella explica que Hermione, cuando entró a Hogwarts tenía casi 12 años. Los doce años los cumplió en septiembre, así que ella es mayor a Harry. La noticia me impactó, porque pensé que él era mayor a ella con tan sólo dos meses, pero así no es. Luego de que la asimilé me di cuenta que es lo de menos. Harry es un joven bastante maduro para su edad y muy bien se complementa con Hermione ;) en conclusión, la fecha de nacimiento de Harry es el 31—julio—1980 y la de Hermione 19—sep—1979 espero haberte aclarado la duda.

RAkAoMi: Encantada de haberte tenido por mis historias, y más aún que me has dejado review! Te lo agradezco enormemente. La serie Teen Titans no la pude seguir por cuestiones laborales y estudios. Ahora que la veo de cuando en cuando los fines de semana han vuelto a repetir los capítulos, pero bueno... me basaré en uno de ellos, y la trama es muy interesante de por sí sola. Y es verdad, es sencilla realmente, una vez que le tomas el asunto del rollo, y ello lo hace más encantador. Cuídate y te envío abrazos a montón!

Hermelind Potter: Ok, le sigo, y no te pierdas, vale? que esto se pondrá mejor, mucho mejor!

SakkuraWinner: Me encanta tu nick ;) Y le sigo a la historia, no la voy a dejar abandonada. No te pierdas.

Honguito: ¡Sí! ¡Adoro ese capítulo de Teen Titans! Cómo Raven le dice a Beast Boy Te quedaste y cómo él creía que era ella quien le detestaba, y cómo queda esa preciosa pausa hasta que viene el imbécil de Cyborg (Lo siento, él me cae bien, pero me dañó un buen momento, es más, estuvo de mal tercio en el capítulo) y es más, cómo Raven—feliz hacía una preciosa pareja con Beast Boy, y cómo Raven—valiente luchaba por Beast Boy y cómo Raven—tímida se cohibía ante Beast Boy (Mentalidad shipper, no esperen otra cosa) Sobre lo de los textos en el final de los ficts, es que quiero que todos se enteren lo que yo leo, no me importa si está bien o mal, o si al final Jo Rowling decide casar a Hermione con Krum. Esto es lo que yo creo: Harry y Hermione, es lo que yo veo, es lo que yo siento y es lo que me impulsa a escribir. Y no, no ando rastreando los momentos con papel y lápiz, sino con computadora y libro a la mano. Cuando estoy finalizando un capítulo, tomo un libro al azar (Je! Generalmente La Orden del Fénix está primero XD) y entonces abro el libro en cualquier parte y decido que desde ese punto, hasta donde lea que Harry tiene algún detalle con Hermione (o viceversa) eso lo incluiré, porque son esos, detalles, lo que casi nadie se supone debe percibir y por ello hay que leer entre líneas. Y no tardo mucho, verdaderamente. Si Hermione está presente, algo sucede, la magia entre los dos ¡es indescriptible! Y gracias por la inspiración mágica, ¡me ha servido muchísimo!

Lilyem: ¡Wow! ¡Niña! ¡Estás con las neuronas Hr-H alteradas y lo mejor de todo es que te funcionan perfectamente! La perspectiva de Harry es de todo lo negativo que ha acumulado, por ello ese estado. Hey, me vas a dar miedo XD y bueno, lo de Dan.. ya va, ya va... es que ya me dio pena, ¡pero he de hacerlo! Promesa de fan shipper Hr-H

Kira-levana: Espero que no resuelva fácilmente tus enredos, luego no me sigues la historia (No me gusta ser predecible) Y sí muero de ganas por leer tus suposiciones, porque si no son para este fict, pueden darme grandiosas ideas para otras tramas en otras historias, o por qué no? ayudarme a atar un cabo hasta llegar al final de la historia. Pero que conste, ya tengo el final decidido ;)

Sofhia: Je! Yo sólo hablo español, pero creo que entendí bien tu mensaje. Siento mucho la demora, es que trabajo y estudio, y han pasado unas cuestiones personales que me han dado un tiempo para nada, pero de que sigo escribiendo lo hago, y seguiré publicando, siempre tratando de demorar lo menos posible.

Andrea Sumeragi: Insisto e insistiré, ¡me estás malcriando! ¡Y muchas gracias! Glendy corre a abrazar a Andrea No me importan los reviews atrasados—tardíos, mientras lleguen n.n Bueno, Teen Titans tiene toques de anime, aunque es serie americana. Para mí, creo que fue lo que más me enganchó. Je! Niña, ve a dormir (aunque no sé cuándo llegarás a leer esto XD) no te me desveles, que sino te echaré mucho de menos y ello no quiero hacerlo. ¡Cuídate también! ¡Besos y abrazos a más!


Harry Potter y Hermione Granger pertenecen a la escritora Jo Rowling, la causante de que pase parte de mi existencia escribiendo ficts (principalmente sobre estos dos), todo lo escrito y utilizado es hecho sin fines económicos, sólo quiero entretener (y de unir más partidarios al ya saben qué n_n) Y ya que hablamos de conexiones mentales... les dejo aquí tres interesantes fragmentos, (que quizá influyeron cuando comencé a idealizar este fict) todos pertenecen a La Orden del Fénix.

— Mira, a mí me han nombrado prefecto y a ti no, lo cual significa que yo tengo el derecho de imponer castigos y tú no.

— Sí — replicó Harry —, pero tú eres un imbécil y yo no, así que lárgate de aquí y déjanos en paz.

Ron, Hermione, Ginny y Neville se pusieron a reír y Malfoy torció el gesto.

— Dime, Potter, ¿qué se siente siendo el mejor después de Weasley?

— Cállate, Malfoy — replicó Hermione con dureza.

— Veo que he puesto el dedo en la llaga — sentenció Malfoy sin dejar de sonreír — Bueno, ándate con mucho cuidado, Potter, porque voy a estar siguiéndote como un perro por si desobedeces en algo.

— ¡Largo! — le ordenó Hermione poniéndose en pie.

Malfoy soltó una risita, dirigió una última mirada maliciosa a Harry y salió del compartimiento seguido de Crabbe y Goyle. Hermione cerró de golpe la puerta y se volvió para mirar a Harry, quien comprendió de inmediato que ella, igual que él, había entendido lo que había querido decir Malfoy con aquellas palabras, y que la habían impresionado tanto como a él.

— Pásame otra rana — dijo entonces Ron, que no se había enterado de nada.

(Cap. 10. Luna Lovegood Pág. 205)


... La mayoría tropieza con ella cuando la necesitan, señor, pero no suelen volver a encontrarla porque no saben que siempre está allí esperando a que se solicite su servicio, señor.

— ¡Parece estupendo! — exclamó Harry muy animado — ¡Parece perfecto, Dobby! ¿Cuándo podrás enseñarme dónde está?

— Cuando Harry Potter quiera, señor — repuso Dobby, que se mostraba encantado con el entusiasmo del chico — ¡Podemos ir ahora mismo si así lo quiere Harry Potter!

Harry estuvo tentado de ir con Dobby a buscar la Sala de los Menesteres. Ya se estaba levantando de la butaca, con la intención de subir a toda prisa a su dormitorio para tomar la capa invisible, cuando una voz (que no era la primera vez que oía) que se parecía mucho a la de Hermione le susurró al oído: «Imprudente.» Realmente era muy tarde y estaba agotado.

(Cap.18. El Ejército de Dumbledore, Pág. 402)


— Supongo que intentas aislar tu mente, ¿no? — dijo Hermione al mismo tiempo que lo atravesaba con una mirada que echaba chispas — Y supongo también que sigues practicando Oclumancia.

— Claro que sí — contestó Harry fingiendo que encontraba insultante aquella pregunta, pero no miró a su amiga a la cara. La verdad era que sentía tanta curiosidad por saber qué era lo que se ocultaba en aquella sala repleta de esferas cubiertas de polvo que estaba encantado de que los sueños continuaran.

El problema era que como sólo faltaba un mes para los exámenes y Harry dedicaba todo su tiempo libre a repasar, tenía la mente tan saturada de información que, al meterse en la cama, le resultaba muy difícil conciliar el sueño; y cuando por fin se dormía, la mayoría de las noches sólo llegaban a su abrumado cerebro sueños estúpidos relacionados con los exámenes. También sospechaba que una parte de su mente (esa que a menudo hablaba con la voz de Hermione) se sentía culpable cuando se colaba en aquel pasillo que terminaba frente a la puerta negra, e intentaba despertarlo antes de que pudiera llegar al final del trayecto.

(Cap. 30. Grawp. Pág. 703)