Capítulo 04: Inteligencia

Hermione parpadeó algunas veces, bajando la mano en el trayecto y sintiendo que la cabeza iba a estallarle en cualquier instante.

— ¿Harry? — indagó temblorosa y se echó a los brazos de su amigo, rodeándolo con fuerza y dejando que las lágrimas empaparan el mandil blanco y la camisa amarilla — ¿Por qué... ¿Por qué te fuiste así?

No pudo seguir regañándole, las palabras se agolparon en su mente, no sabiendo si sentirse aliviada de verlo nuevamente o preocupada por hacerle entender, por intentar hacerle comprender que ella nunca se apartará de su lado. ¿Cuándo lo aceptará el cabeza dura de su amigo?

— Básicamente no fui yo el que se alejó de ti de esa enigmática manera — expresó el joven sobándose la barbilla lentamente, como si analizara la situación desde todo posible punto de vista — Puede que las emociones de baja autoestima, desconfianza no declarada, miedo al rechazo directo, provocó que se apartara abruptamente de tu camino.

Hermione le soltó lentamente. Le parecía extraño escuchar a Harry hablar de sí mismo como si fuese una tercera persona. Y más aún, con esa forma tan formal que simplemente le recordaba a una clase de Aritmancia, y por supuesto le fascinaba. Aunque no era la primera vez que escuchaba hablar a Harry de esta forma. Era lo típico de él cuando ambos se envolvían en un enigma, dispuesto a resolverlo a como dé lugar.

— ¿Desde cuándo te autoanalizas de esa forma? — indagó ella notablemente confundida, pasando el dorso de su mano por sus castaños ojos brillantes.

— El ser humano siempre está en constante autocrítica, aunque es de necios no saber escucharse — respondió Harry y de inmediato desvió la conversación a un enigma que parecía simplemente fascinarlo — Más baja a pesar de la edad, contextura delgada, cabello desordenado...

Instintivamente Hermione se pasó una mano por sus mechones castaños mientras le lanzaba una mirada asesina.

— ¿Qué te ocurre ahora? ¿Te dio por tomarme por objeto de investigación? ¿O estás criticando mi apariencia física?

— Sorprendentemente intuitiva y en la mayor parte de los casos apegada a la verdad — Harry sonrió, como si descubriese que la fórmula del brebaje de mayor relevancia para el mundo mágico estuviese frente a él — Carácter firme, mirada decidida y semblante moldeable de acuerdo a las circunstancias.

— No te pedí que me describieras. Por todos los cielos, Harry ¡Yo preocupándome por ti y me vienes con estas bromas de mal gusto! ¡Pensé que estabas mal! Pero ahora que te veo...

— Aún con la mente un poco cerrada al más allá. Perfecta armonía entre la realidad y la fantasía. Sin duda alguna no eres como todas las demás, Hermione Granger.

— Actualiza esto en tu base de datos: Todos los seres humanos somos diferentes, en especial en carácter y personalidad, y en ello influye el entorno en que la persona fue educada y la forma en que adquirió sus propias experiencias.

Harry pareció ignorarla. Un algo más importante no le permitía entablar el contacto familiar que siempre solía tener con ella. Era como si quería descubrir la teoría perfecta que sustentara que la tierra es redonda y que los muggles que jamás se percatarán (o aceptarán) de la presencia mágica son los tercamente cerrados a la magia o los que les tienen terror a lo sobrenatural.

— Esto simplemente se va de toda lógica — negó con la cabeza, pareciendo darse por vencido. Pero en su rostro aún se reflejaba una clara determinación de descubrir el enigma de su vida. Si no, no sería digno del intelectual Harry Potter.

— ¿A qué estamos jugando? — indagó impaciente Hermione. Y esa tonalidad en su voz, más el cruce de sus manos y sus ojos entrecerrados, fue una sensación que sacudió el ser de Harry. Un impulso extraño a no quererla ver en esa forma.

— Bien, comenzamos a explicar todo, señorita Granger — mientras comenzaba a hablar, apareció de la nada un escritorio con un montón de carpetas de diferentes colores. — Básicamente soy Harry Potter, o mejor expresado, soy una parte de él.

La tensión en el cuerpo de Hermione disminuyó notablemente. Harry sonrió levemente al darse cuenta de que, por primera vez en mucho tiempo, él sería quien le entregaría respuestas concretas, aunque es indispensable para él que ella se entere, porque así podría complementar sus ideas, como siempre lo hacen, y llegar a una conclusión final.

— ¿Algo así como su parte intelectual?

— Exacto. Si fuese profesor te daría cincuenta puntos — Harry tomó una de las carpetas y abrió su contenido. — Estos son los recuerdos de Harry James Potter Evans debidamente documentados por emociones, situaciones y cuestiones pendientes. Y créeme que si Harry se diera un poco de tiempo para analizar, este asunto hace rato hubiese terminado. —

— ¿Qué asunto? — indagó directamente Hermione, ansiosa cada vez más por información.

— El asunto Hermione Granger — dijo el joven secamente, como si le comentara del complejo examen de Pociones que tendrían al siguiente día — Aunque hay tantas situaciones en la vida de Harry que provocan que encima a este caso se sobrepongan más y más cosas.

Señaló con un dedo la última carpeta, que era de las más gruesas, y la más aplastada al mismo tiempo, con el borde resaltado en alto relieve el nombre de la intrusa mental. En el borde de los demás folios se leían caracteres en conjunto como 'La Cámara de los Secretos: Archivo Cerrado' 'Pruebas del Torneo de los Tres Magos: Archivo Cerrado' 'La muerte de Sirius Black: asimilado en un 75%, caso aún abierto' 'Chang y su influencia: Cerrado y sin posibilidad alguna (y sin ganas) de que se reabra' 'Quidditch, Pasión Eterna de un jugador, Posiblemente abierto por siempre'

Y encima de todas esas carpetas estaba abierta de par en par una que tenía en caracteres grandes la palabra PROFECÍA.

Hermione cerró los ojos, recordando brevemente las anteriores palabras del joven envuelto en la depresión.

— ¿Por qué me lo ocultaste tanto tiempo? ¿Por qué no me lo dijiste?

— Excelente pregunta — admitió el joven sacándose los lentes y limpiándolos al instante en que seguía hablando — Hay actitudes de Harry que simplemente se escapan de mi terreno.

Ello podría ser una conversación sin final. Y Hermione simplemente no quería perder tiempo: no cuando su prioridad era ayudar, de cualquier manera, a Harry.

— Entonces ¿Qué haces aquí? ¿Qué hago aquí? ¿Dónde está Harry? ¿El Harry Completo?

El joven se llevó una mano a la barbilla, como ordenando con exactitud las palabras para no confundir a la joven.

— Físicamente se podría decir que ambos están acostados en la habitación, envueltos en un profundo sueño — Hermione asintió de inmediato, declarando en silencio que comprendía cada detalle que el intelectual joven le expresaba — Mentalmente estás aquí, entablando conversación con una de sus partes. Y el Harry que buscas... Bueno, si lo hallas me avisas. Aunque es un riesgo que sigas indagando cada vez más en su mente. Te puedes hallar con algo desagradable.

— Todos tenemos defectos — expresó Hermione con firmeza — Y si Harry ha soportado los míos a tal punto de aguantarme por tantos años lo menos que puedo hacer es ser recíproca en ese sentimiento.

Harry la miró simplemente encantado. Era como si le dieran de regalo la más hermosa snitch que existiera en el mundo mágico.

— Y si Harry Potter te amara, ¿Estarías dispuesta a devolver ese sentimiento?

— ¡Yo amo a Harry! — declaró Hermione con firmeza.

— Pero me refiero a un amor más profundo. No al amor fraternal como el que sientes por Ron o Neville — Harry envolvió sus manos y apoyó en el dorso de ambos su barbilla mientras acomodaba sus codos en la base de la mesa — Un amor que se transmite en la mirada. Que veas a Harry Potter como alguna vez viste a Viktor Krum.

Hermione bajó la mirada. El corazón le latía con fuerza y la mente se le nubló sin poder darle una respuesta clara.

Y el entusiasmo de Harry en sus actuales investigaciones bajó considerablemente. Por instantes su camisa brillaba y perdía tonalidad hasta volverse tan plateada como la sangre de los unicornios.

— Esto... es algo que altera todo... incluso a mí — observó sonriendo forzosamente mientras se concentraba en que el color de su camisa no se perdiera — Bueno, nos preocuparemos en el punto claro de la situación: Debes salir de aquí cuanto antes.

Hermione le devolvió la mirada con los ojos claramente abiertos del pánico y la desesperación.

— Pero me dijiste que Harry... ¡Que debía hallarlo! Puede necesitarme.

— Hay cosas que increíblemente aún no descubres — observó el joven arreglándose su traje blanco y su camisa amarilla. Alzó las manos hacia las carpetas y los estantes de libros, haciéndolos desaparecer en un dos por tres dejando ver las blancas paredes por todas partes — Y no me mal interpretes. Lamento decirlo, pero jamás dije que tenías que encontrar a Harry.

— Pero yo quiero hallarlo. Tengo que hallarlo — Hermione adquirió de inmediato su semblante de 'A mí no me vas a detener ni aunque me avientes al mundo encima'

— Bueno, mi trabajo es ser seco, directo y cortante — replicó el joven cruzándose de brazos, aunque se le notaba incómodo ante la situación — Así que actuaré como tal: Harry Potter no quiere que lo encuentres. Él no te quiere en su vida.

Hermione bufó irritada y apretó los puños.

— ¡Que me lo diga en la cara! — replicó enfadada — ¡Que me diga de frente que no me quiere ver más! ¡Y ya veremos si podrá librarse de mí!

— Trata de ser analítica — expresó el joven ordenando (en vano) su melena azabache — Ya sabes el contenido de la profecía, así que ya deberías saber el por qué él no te quiere cerca.

— ¿Y qué se cree? ¿Que soy un objeto que puede desechar a su antojo? — Hermione se volvió hacia las paredes, como buscando la puerta que la sacara de esa habitación y lo llevara directamente a su amigo para decirle todas esas verdades en el rostro.

— Hermione... En otras circunstancias (Y mucho batallé en todo este tiempo, pero como ya te dije antes, simplemente él no quiere escuchar) te ayudaría incluso a encontrarlo. Pero no ahora. Ya es demasiado tarde.

— ¿Tarde? ¿Tarde para qué? ¿Qué ocurre? ¿Qué más me ocultas?

— No tienes ni siquiera la más remota idea de la mitad de las cosas que no puedo confesarte — le dijo mientras dibujaba algo con sus manos, un algo que comenzaba a adquirir forma y se transformaba en un gráfico en forma de holograma con unas zonas coloridas — Veamos... Has pasado por su estado alegre y por el depresivo. Te encuentras en el tercer nivel y deberías regresar (ignorando por supuesto a todo lo que halles) y será cuestión de pocos de segundos para que tu cuerpo se reconecte con tu mente y asumas que esto jamás sucedió.

Hermione se mordió el labio inferior y a regañadientes se acercó al extraño gráfico que el joven le mostraba. Veía los colores púrpura, gris, amarillo, verde, negro y rojo adueñarse de una zona específica. Sería una imagen equilibrada sino fuera porque la mayor parte lo llenaba el negro equilibrado con el rojo.

Hermione se percató que encima de esas delgadas zonas de colores el verde era el más grueso comparado con el amarillo y púrpura, pareciendo ser también la capa protectora de todas las demás. El gris era casi el doble del verde (Aún así entre los más delgados si se compara con el negro o rojo)

— Debes seguir de largo por el lado izquierdo — le dijo el joven señalándole la respectiva zona al deslizar sus dedos por el lado gris trazando un camino por el lado púrpura — Te hallarás la zona oscura, luego aparecerás en la habitación y finalmente tendrás la sensación de que despiertas de un sueño. Comenzarás tu vida lejos de la existencia de Harry Potter, te graduarás con las mejores notas, tendrás el trabajo que siempre deseaste, te casarás con un excelente hombre que te amará y respetará, tendrás hijos si lo deseas y te olvidarás de que alguna vez conociste a un chico que fue denominado el-niño-que-vivió.

— A la izquierda ¿No? — dijo Hermione, ignorando extraordinariamente todo el discurso que le joven le había entregado por el simple hecho de siquiera mencionar que sus destinos estaban separados.

— Así es, Hermione — y le miró con intensidad y nostalgia, como si le doliera dejarla ir — Fue un gusto haberte conocido.

— Me conoces menos de lo que pensabas — declaró Hermione corriendo de inmediato hacia el lado derecho de la habitación.

Continuará...

Notas finales: Luego de lo sucedido en los últimos tiempos, respecto a mi ship e ideales… sólo tengo algo que decirles: Sigo fiel a mis creencias. Harry y su querida Hermione son complementos.

Harry Potter y Hermione Granger pertenecen a la escritora Joan K. Rowling, la causante de que pase parte de mi existencia escribiendo ficts (principalmente sobre estos dos), todo lo escrito y utilizado es hecho sin fines económicos, sólo quiero entretener (y de unir más partidarios al ya saben qué n_n)

He aquí algo interesante, aunque me duele lo sucedido con Harry y cierta pelirroja, pero hay algo que es interesante (sí, sigo leyendo entre líneas, haciendo caso a lo psicótico — y nótese el sarcasmo — que está impregnado en mi ser)

Antes que nada SPOILER Sexto Libro:

— Ginny, escucha...— dijo muy calmadamente, cuando el ruido de las conversaciones creció alto alrededor de ellos y la gente empezó a levantarse. — No puedo estar relacionado contigo por más tiempo. Tenemos que parar de vernos. No podemos estar juntos.

Ella dijo, con una extrañamente retorcida sonrisa: — Es por algún tipo de estúpida y noble razón, ¿no es así?

— Ha sido como... como otro mundo, estas últimas semanas contigo — dijo Harry — Pero no puedo... no podemos... tengo cosas que hacer solo ahora.

Ella no lloró, simplemente lo miró.

— Voldemort usa a la gente que está cerca de sus enemigos. Ya te ha usado una vez como cebo, y fue sólo porque eras la hermana de mi mejor amigo. Piensa en cuánto peligro estarás si seguimos con esto. Él lo sabrá, lo averiguará. Intentará llegar a mí a través de ti

— ¿Y qué pasa si no me importa?— dijo Ginny fieramente.

— A mí me importa — dijo Harry — ¿Cómo crees que me sentiría si este fuera tu funeral... y fuera mi culpa...?

Ella apartó su vista, mirando hacia el lago.

— Realmente nunca paraste de gustarme — dijo — No, de verdad. Siempre esperé... Hermione me dijo que siguiera con mi vida, quizás salir con otra gente, relajarme un poco a tu alrededor, porque yo no solía hablar delante de ti, ¿te acuerdas? Y ella pensó que me podrías notar un poco más si yo era más... yo misma.

— Chica inteligente, esa Hermione — dijo Harry, intentando sonreír.

¿Qué tiene que ver Hermione con todo esto? Ginny pudo haber omitido el nombre de ella, decir que le aconsejaron tal cosa y punto. Podría ser un enigma sobre quien le aconsejara esto. ¡Pero no! Y más que nada esto me recuerda claramente a cuando Harry terminó su relación con Cho en "Harry Potter y La Orden del Fénix"

— ¿Estas bien? No te habrá preguntado nada la Profesora Umbridge sobre el ED ¿verdad?

— No, no — respondió Cho. — No, era solo que…, bueno, solo quería decirte… Harry, que jamás pensé que Marieta iba a ser una Soplona…

— Sí — dijo Harry

— En el fondo es una persona encantadora — comento Cho— Pero cometió un error…

Harry la miro sin dar crédito a lo que decía — ¡¿Una persona encantadora que cometió un error?! ¡Pero, si nos ha traicionado a todos, incluida tú!

— Bueno no nos ha paso nada ¿Verdad?— Replicó Cho suplicante— Es que su madre trabaja para el ministerio y ella le resulta muy difícil…

— ¡El padre de Ron también trabaja para el Ministerio y por si no lo habías notado, el no lleva escrito SOPLON en la cara! Dijo Harry Furioso.

— Eso no ha estado nada bien de parte de Hermione Granger, debió decirnos que había embrujado la lista… — opinó Cho con dureza.

— Pues yo creo que fue una idea excelente. — Respondió Harry con frialdad, Cho se ruborizó y se le pusieron los ojos brillantes.

— ¡Ah, si, se me olvidaba! Claro, si fue idea de TU QUERIDA HERMIONE…

— No te pongas a llorar otra vez — la previno Harry.

— ¡No iba a ponerme a llorar! — Gritó Cho.

— Bueno esta bien, ya tengo bastantes problemas.

— ¡Pues ve y ocúpate de ellos!— Le espetó Cho furiosa y se alejó.

La sombra de Hermione presente en las dos veces que Harry ha terminado una relación de pareja. Además es interesante que en su batalla final Hermione es quien le va a seguir y no el amor de su vida. ¡La psicótica ha hablado!

¡Respecto a los mensajes alentadores, vaya que han sido mi vitamina! Estoy trabajando en otros proyectos más de Harry Potter (No se librarán de mí fácilmente — risa maquiavélica — y les tengo muchas sorpresas más — más risa maquiavélica — pobre de los personajes) y sigo continuando con los demás ficts, así que pronto actualizaciones. Sobre lo que me hacen sentir con cada mensaje no tengo palabras suficientes para agradecerles cada uno de los comentarios, diferentes entre sí pero con la misma capacidad de dejarme una sonrisa inmensa que muchos hasta creen que me han propuesto matrimonio y por eso con mi felicidad radiante.

De forma general espero intrigarlos más.

Gracias por leer.