PUEDE CONTENER SPOILERS MÍNIMOS.
Sumario: ¿Sinceramente? No sé. Pereza y algunas reflexiones estúpidas.
Descripción:
Bueno, ya que noté que la pobre Sloth no tiene casi fics
en español... si es que tiene uno... hice un drabble sobre
ella. Es idiótico, pero estaba aburrida... y
bueno...
Personajes/Parejas: Pereza. Supongo que
podría verse como un SlothxPride, pero da igual.
Rating:
K+.
Género: No sé...
Disclaimer:
No soy dueña de FMA, y denle gracias a Dios que no lo soy.
Notas de la Autora: Flames NO. Sé que escribo mal y honestamente, no me importa. Reviews y críticas constructivas que me ayuden a escribir mejor, bienvenidos sean.
-----
Siempre quise saber qué se sentía amar. Encuesté a muchos humanos, esperando respuestas dignas, pero sólo conseguí miradas despectivas y quejidos sarcásticos, voces diciendome que me aleje de ellos, que no haga preguntas estúpidas. Muchos entraban y salían de mi oficina, generalmente buscando al Jefe Bradley, y se iban. Ya hacía un tiempo que no les hacía la pregunta que tanto me irritaba saber, porque había aprendido que a los humanos no les gusta explicar qué es el amor.
Tal vez yo había sentido algo parecido, pero no me di cuenta, o tal vez me convencía a mi misma de ello. Me pregunto... ¿sería que la respuesta esta en mí? Cada vez que veo a su señor Jefe... ¿qué siento, exactamente? Siento... como un golpe de calor que afecta mi cuerpo, mientras me enderezo y hago una reverencia, dándole las buenas tardes. ¿Eso es amor, o respeto? Respeto o amor...
Un día como todos, cumpliendo con mi rutina del café de todas las tardes, un apuesto humano entró. Se inclinó, y me entregó un par de papeles. Mis ojos giraron para verlo.
-Señorita Douglas- anunció haciendo un saludo militar con la mano -Aquí está lo que usted pidió.
Le eché un vistazo y la curiosidad me invadió de nuevo.
-Señor- comencé, levantando mi taza de café y tomando un sorbo. -Debo hacerle una pregunta.
El hombre me miró algo extrañado, pero no dijo nada. Lo tomé como un "Sí".
-¿Qué siente usted cuándo está enamorado?
Mi vista apuntó hacia el suelo, de modo que no pude ver la reacción del tipo. Supongo que, por el silencio, lo agarré algo desprevenido.
-Eh, no sé, pero señorita...
-No es una pregunta trampa, ni una para ser utilizada en un contexto profesional- lo interrumpí -Pero necesito que conteste.
-No lo sé- replicó con sinceridad -Lo siento, no lo sé. No entiendo, señorita, ¿por qué esa pregunta?
Silencio.
-Acaso usted... ¿no sabe qué es el amor?
Fue una pena que lo haya ahogado, pero afortunadamente Gula tuvo un lindo cadáver para devorar aquel día.
