NOTA: Bueno, aquí está otra locura mía, dedicada a quienes me siquieron en mis fics. Es decir: Chiisana Minako, Kikyo-chan, Maru Kazegami N. de Taokura (oneechan!!!!), para mi infaltable Jocky-misao, Misao-19, Mer, Miyuki Kobayakawa, Miyarai, Milla-chan, Anto-chan, Kari (que sigas con tus fics de Rk y Slayers, je, je) y a todos aquellos que alguna vez me dejaron review, quienes leyeron mi fic pero no dejaron sus comentarios. Bueno, muchas gracias a todos... a ver... RK no es mío... je, je, ojalá lo fuera, pero no... es imposible, porque ya tiene dueño y es Nobuhiro-sensei. ¿Está claro?
"Hechiceros y demonios"
Por Sumire-chan
Capítulo 1: "El instituto Estrella Blanca"
- ¿Cuándo entraremos? - preguntó en un susurro una niña mientras posaba sus grandes ojos color esmeralda en la mujer que la tenía tomada de la mano. De baja estatura llegaba apenas a la manibela de la puerta frente a la cual ambas estaban paradas.
- No lo sé, Misao. - le contestó la mujer con voz seca y con su mano libre se quitó unos mechones castaños del rostro, era de apariencia adulta mas no tendría 30 años siquiera.
La chiquilla miró detenidamente la puerta de madera, por uno de sus hombros una trenza negra azabache caía suave y delicadamente y de su cuello un talismán en forma de sol brillaba doradamente.
La puerta se abrió rechinando y un hombre que parecía no tener edad, pero un dejo juvenil, de cabello negro largo atado en una cola de caballo baja se asomó a recibirlas.
- Lamento la espera Tetsuna-san, pasen por favor - se disculpó con la mujer corriéndose a un lado para que ellas pasaran, llevaba una túnica gris con un lazo marrón en la cintura en forma de cinto- supongo que ella es Misao.
La niña le miró de reojo al escuchar su nombre, comprobando cuan bellos y verdes relucían sus ojos.
- Mucho gusto - le habló el hombre- mi nombre es Seijuro.. Seijuro Hiko, soy el director del insituto estrella blanca.
Las condujo por un pasillo hasta un cuarto que debía ser su oficina, donde intercambió unas palabras con Tetsuna mientras la pequeña se dedicaba a observar todo cuanto aparecía frentes suyo.
- ven... - le tomó la mano con dulzura a Misao luego que finalizó de hablar. Ella volteó a mirar a Tetsuna- te presentaré a alguien que te va a enseñar toda la academia.
Era extraño en ella asentir sin decir algo más al respecto mas así lo hizo y siguió al hombre hacia unos pasillos, detuviéndose por fin frente a un cuarto. Abrió la puerta y entró. Encontraron una gigantesc biblioteca donde un muchacho un poco más alto que ella misma revisaba varios libros.
- baka denshi, ven aquí - le ordenó Seijuro cambiando el tono de voz que había empleado antes.
- ¿si, Shishou? - le preguntó suavemente con una sonrisa tímida dibujada en su rostro pero ella sólo se fijó en que sus ojos eran extrañamente de un matiz violáceo muy interesante y encantador.
- Ella es Misao Makimachi, es nueva, enséñale el instituto e intenta integrerla, mejor aún... ¡intégrala! - dijo antes de salir dejándolos solos.
- Kenshin Himura - dijo el niño soplando un mechón de su rojizo y corto cabello, otra cosa rara en él pero a la vez le otorgaba un atractivo especial - ¿misao no?
- Hai, mucho gusto Himura - habló por primera vez, su voz era segura y sonaba como una melodía.
- ¿Cuántos años tienes Misao-dono?
- "¿Dono?" - pensó, ese lenguaje hacia tiempo no se utilizaba- uh... 8 años, demo... Misao, Himura, sólo Misao. ¿y tú qué edad tienes?
- 10 años, Misao-do... eh... Misao. - sonrió graciosamente- ven, te mostraré la escuela mientras te cuento el horario de clases y algunas cosas que tendrás que saber - dijo Kenshin saliendo del cuarto seguido por la niña.
- ¿A dónde vamos primero? - preguntó Misao mirando hacia el corredor.
- Vamos... al patio de entrenamientos, estoy seguro que te hará falta conocerlo. - dijo él yendo hacia allá.
Misao no dejó de mirar entusiasmada cómo entrenaban unos alumnos que parecían ser de un curso superior al de ella, los rayos de energía cruzaban el patio disolviéndose en el aire. Pocas armas de poder se divisaban en manos de los estudiantes, aún así los combates eran estupendos. Ella miró de reojo las muñecas de la ropa que llevaba, allí tenía ocultas las armas que más solía usar para defenderse, sus kunais hechizados, ella misma los había hecho.
- ellos son alumnos de cuarto nivel - le explicó Kenshin sacándola de sus pensamientos, mirando a los de túnica marrón oscura y lazo negro.
- ¿y tú de qué nivel eres?
- De tercero - dijo el de vestimenta verde y roja repectivamente- ¿Quiéres que te muestre tu salón?
- Hai, Himura, ¡Vamos! - sonrió ella con energía.
Ella se asomó por la ventana del curso desde donde pudo ver a sus compañeros de clases tomar las primeras clases teóricas del día, Kenshin le miró de reojo sonrójado. "¿Pero qué...?"pensó ella sin entenderlo.
- te acompaño a los cuartos, ven...
El pelirrojo le enseñó las diversas habitaciones agrupadas según los niveles de enseñanza en que estaban los alumnos, a ella le había tocado una muy bella. Miró en la palma de su mano el número de inscripto que Tetsuna le había dado antes de que entraran al lugar, era el 22. Era un cuarto grande el suyo mas encontró la cama que portaba su número grabado en la madera marrón claro.
Luego, volvieron a la oficina de Seijuro.
- ¿Qué te pareció el instituto? - le preguntó el hombre con una mirada afable
- muy bello en verdad... estoy entusiasmada con tener mi primer clase - ella le comentó.
- ¡¡Muy bien!! Toma... - dijo sacando de la nada una bolsa con el que sería su uniforme, la misma túnica, esta vez negra con un lazo blanco muy delicado - el próximo timbre es el almuerzo. Baka denshi, presenta a Misao con algunos de sus compañeros para que comience las clases más segura.
- Hai shishou - dijo Kenshin saliendo nuevamente a los pasillos del instituto.
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Misao Makimachi salió del baño de mujeres cargando un bolso con su antigua ropa y cosas que ella había traído y que Kenshin recién notaba. Se miró detenidamente y sintiéndose extraña con aquellas ropas.
- te ves muy bien, Misao - comentó el pelirrojo.
- Arigato, himura - se sonrojó sin dejar de sonreir y corrió hacia el que Kenshin le había mostrado como su casillero, que tenía grabado el número en la puerta.
De repente sonó el timbre avisándoles que habia llegado el horario del almuerzo, rápidamente los corredores se llenaron de chicos y chicas que iban y venían cargando libros, riendo, lanzándose uno que otro hechizo leve y gritándose cosas.
- ¿vamos a comer? - preguntó Ken.
- ¡Onegai! ¡¡muero de hambre!
- ¿de dónde eres Misao? - preguntó él mientras caminaban hacia la cafetería escolar.
- De Kyoto... ¿y tú?
- Tokio...
Ella no había podido concocer tantos lugares pero sí tenía idea de dónde quedaba aquella ciudad, eso era obvio, la capital de su país no le iba a ser tan difícil de encontrar.
- aw... ¿hace mucho que estás aquí?
- Desde los 6 años, prácticamente... vivo aquí desde siempre. Mi shishou me adoptó por ese tiempo cuando sin poder controlar mis poderes la gente me trataba de fenómeno. Ha sido un padre para mí...
- Debe haber sido muy duro. Por suerte, Tetsuna-sama fue una buena madre adoptiva, me trajo con Seijuro-sama en cuanto vió mis habilidades para la magia, dijo ella... que ese tipo de 'cualidades' tenían que ser desarrolladas ampliamente y que yo debía sentirme especial por ello.
Kenshin la vió entristecer, esa mujer era importante para ella, pero la hechicería sin duda le impediría regresar a Kyoto por mucho tiempo.
Llegaron finalmente a la cafetería e inmediatamente unos gritos llamaron a Kenshin para que se le acercara, una mesa con varios comensales que charlaban animadamente.
- ¡Hola chicos! - saludó el pelirrojo de muy buen humor- ella es Misao Makimachi.
- Mucho gusto.
- Ellos son... Kaoru Kamiya, Sanosuke Sagara, Megumi Tanakani y Aoshi Shinomori.
Misao miró a los recién conocidos. La primera de ellas no debía pasar mucho de su misma edad, quizás sí, pero era pequeña como ella y tenía unas hermosas órbitas azuladas, su cabello negro como la noche caía de una cola de caballo atada con un lazo rosado. Era de su mismo nivel según las vestimentas que llevaba. Sanosuke, por su parte, parecía más grande con ojos cafés y el cabello del mismo matiz parado en picos. Masticaba, raramente, un hueso de pescado, ella rió por su apariencia. Los ojos esmeraldas de Makimachi se fijaron en la más cercana a donde ella se había sentado, Megumi Takani tenía ojos de color miel y su cabello negro suelto tocaba apenas sus hombros. Su voz sonó melódica cuando le habló.
- ¿y... estás en primer nivel, no, Misao?
- Hai, Megumi-san.
- Sólo Megumi, sí? - ella sonrió- entonces Kaoru te guiará en las clases, porque ella va a tu mismo nivel.
La aludida dejó de hablar con Kenshin y volteó a verle con una sonrisa, asintiendo. Su mirada transmitía dulzura, una suavidad encantadora.
- en la próxima hora tendrás tu primer entrenamiento - comentó.
- ¡Que bien! - las tres jovencitas rieron - y tú Megumi, ¿en qué nivel estás?
- Yo... en tercero junto con el Tori-atama, Ken-san y Aoshi.
Misao sonrió ante el comentario que ocasionó una rueda de insultos entre Takani y Sagara, parecían llevarse muy bien los niños. El último nombre, de pronto, le sonó lejano y ella fijó la mirada en un muchacho bastante alto para su edad, sus ojos eran como el hielo, un azulado gélido y su cabello negro se parecía al de ella, tan oscuro como la noche.
En ese momento, un nuevo timbrazo sonó en toda la academia.
- ¡Vamos Misao! Me muero por verte en acción... - le dijo Kaoru.
- ¡Hai! - soltó ella- "Ahora verás en lo que más soy buena..."
Ambas corrieron hacia el patio de entrenamientos que Kenshin le había enseñado antes y se unieron a la hilera de estudiantes que esperaban al supervisor de los combates.
- Esa es la profesora Tae Sekihabara - le comentó Kaoru señalándole a una mujer de cabellos castaño y ojos del mismo tono.
Esta última la presentó ante la clase amablemente y Misao se sintió conforme cuando al separarlos de a dos, ella quedó junto a Kaoru.
- Quiero combates limpios, desde el principio ambos contricantes eligirán las armas a usar, no se lastimen demasiado - dijo con una sonrisa pícara.
- ¡¡¡Vamos Misao-chan!!! - comentó entusiasmada Kaoru mientras sacaba a relucir una katana que iluminó su rostro hermosamente.
- ¡¡Haber si puedes seguirme Kao-chan!! - le contestó la otra adoptando una posición de kempo y mostrando entre los dedos cubiertos por protectores sus filosos y mortíferos kunais, ella parecía poder controlarlos a la perfección.
La profesora se detuvo a mirar aquel combate, Kaoru era una de sus mejores estudiantes, ¿la pequeña podría con ella?
La niña de ojos azulados se acercó velozmente lanzando una estocada hacia su contricante pero esta la esquivo y aprovechó para atacar con una bola de fuego que se estrelló sobre su túnica. Esta, para su sorpresa, no se dañó ni muchos menos destruyó ya que se trataba de ropas hechizadas.
Kaoru se recuperó de su golpe en uno de sus costados y curándose velozmente atacó con una esfera de energía que giraba en círculos alrededor de Misao duplicándose cada tanto hasta que quedaron formadas 4 figuras idénticas cubriendo los lados de la niña. Una línea eléctrica se propagó por cada una de ellas repetidas veces hasta dar de lleno contra la jovencita pero al esfumarse el humo provocado ella seguía de pie.
- ¡No te será tan fácil! - comentó disolviendo las figuras con sus kunais que regresaron luego de su trabajo a las manos de su madre - Ahora un poquito más duro.
Se acercó hacia ella con gran velocidad haciendo imposible el mirarla detenidamente, Kaoru sintió de pronto una herida en su mejilla pero no sangraba sin duda Misao sabía lo que hacía. La comadreja, como la veía ella, seguía atacando su cuerpo apenas permitiéndole sentir los roces. Se detuvo en seco de pronto y lanzó una burbuja de electricidad contra su amiga.
Esta, para muchas caras estupefactas, dio de lleno contra el suelo con una sonrisa, no estaba herida pero sí derrotada. La ganadora se acercó a ayudarla a levantarse tendiéndole una mano.
- eres muy buena, Kao-chan - comentó Misao.
- Tú también, creí que no sobreviviría, ja, ja - se puso seria y volvió a sonreír - tienes mucho control de tus poderes.
- Bien, eso es todo por hoy - dijo Tae seguida de sonoros aplausos- vayan a darse una ducha y espero recuperen fuerzas para mañana.
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Kenshin iba caminando por los pasillos en camino hacia el baño, la clase de astronomía le estaba aburriendo bastante y Sanosuke no dejaba de hacer bromas pesadas a Megumi, peleándose constantemente con ella; cuando de pronto sintió dos risas conocidas, una de hacía muchísimo tiempo y otra apenas horas atrás.
- ¿Kaoru-dono? ¿Misao? - se preguntó cuando dio la vuelta tropezándose con Kaoru, pero recuperó rápido su postura y sostuvo a la jovencita de la cintura atrayéndola hacia él. Ambos se sonrojaron.
Misao tenía las palabras atragantadas en la garganta para cargarlos pero decidió callar por un momento y esperar que Kenshin se fuera para hablar con su nueva amiga.
¿Qué hacen por aquí? ¿Terminaron sus entrenamientos? - preguntó Kenshin soltando por fin a Kaoru.
Hai, Kenshin - ella le contestó - Misao-chan es muy buena, me ganó, ¿sabes?
¿¿¿en verdad??? - según él las habilidades de Kaoru para la batalla eran únicas y no se esperaba tal noticia.
Je, je, je - rió Misao rascándose la nuca avergonzada. - no es para tanto, Kao-chan dio una buena batalla, estuvimos muy parejas.
¡¡Tú última técnica fue increíble!! ¿Algún día me la enseñarás?
¡Claro! - guiñó un ojo - y tú Himura, ¿Qué haces?
Este... Ah!!! - dijo antes de salir corriendo nuevamente al salón.
Ambas se miraron dudosas, encogieron los hombros y sonrieron.
Señoritas, ¿Cómo les va? - la voz se Seijuro les dijo a sus espaldas.
Oh! muy bien, Seijuro-sama... - contestó Misao - ¡¡Estoy pasándola genial!!
Me alegro - susurró por lo bajo antes de marcharse.
Luego, se dirigieron a las duchas por fin, donde otras chicas se bañaban charlando a los gritos por el ruido del agua al caer. Misao se soltó el cabello de la trenza mojada frente a un espejo horizontal de forma rectangular que había en los lavavos.
- ¡Qué bello cabello tienes! - comentó una chica tras suyo.
- ¿uh? - volteó a verle Misao. Se trataba de una chica de cabello negro corto y ojos semi azulados y semi negros, era un poco más alta que ella y llevaba un disco amarrado al listón de su cintura.
- Hola, me llamo Okon - le contó estirando una mano que la comadreja tomó.
- Misao - agregó - ¿en qué nivel estás?
- Segundo - le respondió - ¿y tú?
- Primero.
Okon tomó el cepillo que estaba a un lado y sin decir más comenzó a cepillar el largo y brilloso cabello de la niña.
tienes un hermoso cabello como te dije, está muy buen cuidado.
- ¿De verdad?
- ¡Sí!
En eso, una muchacha entró en el baño deteniéndose frente a ellas, tenía el cabello del mismo matiz que Okon pero más largo, llevaba unas kodachis atravesadas en la espalda.
- Okon-chan, Seijuro-sama nos ha mandado a llamar.
- ¿Ah sí? Bueno - sonrió - ella es Misao... Misao, mi hermana mayor Omasu, va al tercer nivel.
- ¿Si? - la otra asintió - junto con Himura y los demás.
- ¿Conoces al Kenshin-gumi? - preguntó Omasu sonriendo ampliamente.
- ¿Kenshin-gumi? - preguntó.
- Si... es el nombre del grupo de Kenshin, ja, ja.
Al escuchar el nombre del hombre, Kaoru salió rápidamente de la ducha envolviendo alrededor de los pechos una toalla larga que le llegaba por arriba de las rodillas.
- Hola - saludó con voz suave.
- Ella es Kaoru, ¿le conocen? - ambas asintieron. - que bien ^-^
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Misao se dejó caer sobre la cama suave que tenía su número mientras Kaoru la miraba de pie frente a ella, se relajó totalmente y sus cabellos se esparcieron a la anchura de la textura.
- mi cama está mucho más allá, soy el número ocho.
- ¿ocho? - le preguntó Misao.
- Hai, he sido una de las primeras, ja, ja. Bueno, te deseo dulces sueños Misao-chan, mañana es miércoles nos espera un día pesado - comentó mientras se quitaba un mechón mojado del rostro - tendremos que levantarnos bien temprano.
- Está bien, Oyasumi nasai Kao-chan.
- Oyasumi... - susurró.
La niña se metió bajo las colchas y miró hacia una ventana cercana, podía ver por ella las estrellas, la luna reflejar sus rayos e iluminar su rostro hasta quedar completamente dormida.
Fin del capítulo
Bien... eso fue... espero sus review impaciente, espero que les haya gustado y la verdad mi inspiración para hacerlo salió de un fic de Makimashi Misao (F.D.S.S) llamado "Entre el cielo y la tierra" que pueden encontrar aquí, es de RK tambien y es Fantasioso como este, por eso se me ocurrió para variar el género, aunque ambos fics no se parecen les recomiendo leer además aquel... es muy bueno!!! Y Dejen sus reviews, eh!
Ya me voy...
JA NE!!!!
Sumire-chan
Miko no ai
Naitemo iiyo donna kanashimimo tsubasa ni kawarunosa sono mune de
