"Hechiceros y demonios"

Por Sumire-chan

Capítulo 4: "Okashi, la ciudad y el festival"

- ¿Q-Qué te sucede? - tartamudeó temblando y retrocediendo inevitablemente, la voz de la joven se quebró como una hoja arrastranda por el viento. Miró hacia abajo ocultando sus grandes ojos azulados profundos con los mechones de cabello negro que goteaban sobre su rostro, pegándose a sus pómulos por el agua que brotaba de ellos y caía por todo su cuerpo, debido a la lluvia incontrolable.

Retrocedió aún más temerosa y resbaló en su descontrol con la acera mojada, cayó sentada en el piso colocando sus manos tras suyo mirando a las personas que tenía en frente. Unos pasos la hicieron voltear a la puerta que comunicaba los pasillos con el patio de entrenamiento.

- Takusete - gimió tocandose repentinamente la mejilla donde había brotado de su herida un pequeño hilillo de sangre, muy leve, que apenas si le causaba un ácido ardor - ¡Takusete!

Su voz hizo que una de las figuras que se encontraban en la puerta volteara a verla y corriera hacia ella con una expresión asustada en el rostro.

- ¡¿Qué ha sucedido Kaoru-chan?! - exclamó Misao mientras la tomaba en sus brazos, abrazándola dulcemente- ¿Estás bien?

- Sí, Misao-chan... Demo... Kare...

- estará bien, no te preocupes - susurró ella viendo con Shinomori se acercaba a los dos sujetos.

El joven de ojos azulados hielo miró a Misao de reojo pero no dejó de sentir la presencia alterada de Himura, se encontraba empapado por la lluvia torrencial, su mirada violácea había matizado en otro color... ambar, sus labios temblaban y su ceño fruncido quitaba totalmente de su rostro esa apariencia cálida y dulce de siempre.

- Himura... tú... - susurró Aoshi.

- ¡Vete si no quieres morir tu también! ¿Porqué interfieres? - preguntó heladamente, mucho más que el mismo Aoshi, este asustaba demasiado- No es tu pelea...

Kenshin no quitaba la vista del sujeto con el que planeaba luchar, sus ojos eran cálidos y de un color almendrado muy brilloso, su cabello matizaba castaños y rojizos muy claros y su estatura era un poco más baja a la de él.

- ¿Doushite ka? - preguntó Aoshi.

- tengo que matarlo - confesó el pelirrojo como si fuera algo común- ha intentado propasarce con Kaoru-dono... no puedo permitírselo... es un descarado.

Su voz sonaba totalmente convencida a asesinar a aquel muchacho, que lo miraba incrédulo.

- ¡¿Qué rayos crees que haces, baka deshi?! - se sintió la voz de Seijuro a sus espaldas, el sujeto estaba vestido con una camisa sin abrochar por donde se deslizaban las primeras gotas que le mojasen, su mirada parecía enojada- ¿Ah? ¡Responde!

- Si ya lo escuchaste- respondió sin voltear- ¿para qué quieres que te lo diga?

- Demo... ¡Kenshin! - interfirió Kaoru separándose de Misao y sosteniendo en sus hombros el abrigo que su amiga le había dado- ¡¡¡Él no me ha hecho nada malo!!! Sólo me ha abrazado, ¿Y sabes porqué? Porque yo le he ayudado con una persona especial para él.. y ha querido agradecérmelo. ¿Entiendes? ¿me comprendes Kenshin?

Él la miró titubeante y cerró los ojos un poco.

- mientes... - susurró.

- ¡oh Kenshin! - suspiró ella.

- Déjeme Kaoru-san, yo me encargaré de esto - dijo Seijuro apartádola del lado del pelirrojo. Su aura mágica comenzó a elevarse, causando que piedrecillas del patio se elevaran, su energía era muy poderosa, incluso para Kenshin.

Mas este no se inmutó, sólo reaccionó cuando Hiko le había derribado por primera vez con una embestida de energía muy potente, su cuerpo le dolía mucho. Y de pronto, lo dorado de sus ojos se disipaba y mezclaba con violáceo. Se puso de pie y atacó a su maestro-padre con varias técnicas seguidas, sus mejores hechizos, armas de energía, bolas de fuego. Estaba agotado.

- eres bueno, demo... - dijo Seijuro deteniéndose un segundo- demo yo soy mejor.

Rió a carcajadas, enfurenciendo a Himura quien se lanzó al ataque acumulando una espada con varias auras juntas, agua y fuego unidas, viento y tierra entrelazas en un cristal muy brillante.

- ¿Y su sakabatou? - preguntó Misao sabiendo que Kenshin jamás se desligaba de la espada.

Su amiga de melena corta miró a un lado y vió a la espada que yacía en un rincón obscuro, donde ella la había alcanzado a arrojar en un intento de controlar la furia del hombre, sin resultado alguno. Misao le siguió la mirada y entendió al tiempo que la embestida de Kenshin perdía velocidad. Seijuro había logrado aplicarle una contratécnica bastante rápida antes de que el golpe le acertara y Himura había salido chocando contra una viga cercana.

- ¡¡¡Kenshin!!! - gritó Kaoru reuniéndose a su lado.

Él se movió lentamente, quejosamente, gimiendo con mucha suavidad mientras ella recostaba su cabeza en sus rodillas y undía sus manos entre sus rojizos cabellos, acariciando también su frente. Kenshin abrió los ojos con lentitud y Kamiya se dejó reflejar en lo violáceo. Él sonrió.

- Me gusta protegerla, Kaoru-dono - susurró antes de cerrar los ojos sin borrar su sonrisa angelical.

- ¡¡¡¡KENSHIN!!!! - gritó sudorosa y se encontró sentada cercana a lo que había sido un fuego, ya sólo quedaban cenizas. Miró a su alrededor, lo verde llamó su atención, estaba rodeada de la bella naturaleza de un bosquecillo.

Misao acudió a su asustado llamado.

- ¿¿Qué pasa Kao-chan?? - le preguntó poniendo la misma expresión que aquella noche.

- eh... - rió apenada- nada, Milla-chan, sólo un mal sueño, ja, ja, ja.

- ¿Un mal sueño? Dime... sabes que hace bien contar los malos sueños.

- En realidad... no ha sido un sueño, sino un recuerdo - confesó bajando el rostro, escondiendo sus ojos con sus mechones negros- ¿recuerdas aquella noche en que vimos a Battosai?

- ¿Battosai? Te refieres a...

- Sí, al lado obscuro de Kenshin.

Soujiro apareció por entre los arbustos con su típica y dulce sonrisa, como dibujada eternamente en su rostro y miró a las jovencitas. Era muy temprano para que ellas despertaran. Él traía cargando un vacija con agua y varias frutas en su otra mano.

- ¿Pasa algo malo? - dijo viendo la expresión de Kaoru.

- No, nada - le respondió esta y levantándose a ayudarle - ¿Asagohan?

- Hai, ya es hora de que desayunemos, ¿no creen? Me alegro que se levantaran, eso quiere decir que están con ánimo de continuar el viaje. Aún falta mucho para que lleguemos a Zakuro, así que lo mejor será que pasemos por el pueblo más cercano y busquemos unas cosas que nos harán falta - comentó el muchacho mientras sacaba de uno de sus bolsillos una navajilla que brillaba hermosamente y tenía inscripciones grabadas. Misao se le acercó a verla.

- ¡¡Es muy hermosa!! - exclamó. De pronto, su mirada se tornó pensativa, su rostro también- he visto esto en algún otro lado... estoy segura.. mmm...

- jajaja, Misao-san, eso es imposible... este objeto, es una navaja muy especial que pertenecía a mi padre... y... - sus ojos se apagaron un poco, pero su sonrisa no desapareció- y sólo existe otra igual, pero aquella la tenía mi madre.

- ¿tu madre? - preguntó Misao temerosa de decir algo fuera de lugar.

- Hai, mi madre me abandonó cuando era sólo un niño y me dejó con mi padre. El par de navajas mágicas eran un tesoro de ambos, como una prueba de su amor, por eso ella se quedó con una y él con la otra.

- ¿De verdad pasó es con tu madre? ¿Doushite ka? - preguntó Kaoru enternecida.

- Es que... su familia nunca estuvo de acuerdo con el matrimonio entre ellos dos... llegada cierta etapa del matrimonio tuvieron que separarse, y ella marchar nuevamente con su familia. Sé que lo digo muy drásticamente, pero... digamos que fue un abandono, podría haber ido con ella, pero algo más tenía que unirnos como familia.

- ¿y qué fue eso? - preguntó Misao.

- Yo me quedé con mi padre y mi madre llevaba dentro suyo... en su interior a mi hermano...

- oh! Soujiro-san! - exclamó la jovencita antes de undirse en su pecho y llorar desconsoladamente.

Soujiro se conmovió mucho por aquel acto, nunca nadie había tenido esa reacción por su historia, tampoco por él. Nadie jamás había sentido nada por su persona. Y esa niña... corrección, esa mujer se preocupaba de tal forma que su corazón de pronto había comenzado a latir desesperadamente.

- tranquila, Misao-san... - susurró él acariciando sus cabellos.

- ¡no! - exclamó ella de pronto- Misao-san... no, Misao... o Milla-chan, ¿Sô desu?

- Está bien, todo arreglado - sonrió.

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- ¡¡¡¡¡¡Que bonitoooo!!!!! - dijo una jovencita de larga trenza negra mientras correteaba como una niña pequeña por entre los puestos del festival de la ciudad.

- Misao está muy entusiasmada - susurró Soujiro caminando a la par de Kaoru, muy detrás de donde Misao se había detenido a mirar en un puesto.

- es que nunca hemos salido al mundo exterior - explicó Kaoru sonriendo también - y tampoco hemos visto un festival.

- ah, entiendo.

- es muy bonita la ciudad... ¿Cómo dijiste que se llamaba?

- Okashi - contestó él- ven, Kaoru, vamos a buscar un lugar donde hospedarnos, me parece buena idea que nos quedemos aquí unos días, ¿te parece bien? Por lo menos hasta que termine el festival.

- ¡Oh sí me encantaría!

Entraron en una vieja pensión, había una larga escalera que caía hacia el piso inferior donde seguramente estaban las habitaciones y luego una puerta que decía con letras azuladas y bordeadas de rojo "SAUNA". "Interesante..." pensó Kaoru mientras se acercaba a donde Soujiro hablaba con la recepcionista. Era una mujer un poco mayor, pero apenas lucía arruguitas bajo sus ojos y era muy bella. Estaba sacudiendo los estantes de una pequeña biblioteca con un plumero.

- me parece un precio accesible - dijo Soujiro- queremos dos habitaciones, una... si es mejor, con dos camas.

- Sí, no hay problema. Aquí tiene las llaves - respondió ella con una sonrisa.

- "Es muy amable de parte de Soujiro pagar todo... así que será mejor que consiga algo de dinero... porque también me gustaría invitarle algo... quizás en el festival" - pensó Kaoru mirando hacia fuera, podía distinguir la figura de Misao entre la gente- voy a dar un paseo.

- Está bien, Kaoru, luego las alcanzo - dijo Soujiro entrando en uno de los cuartos.

La joven de ojos azulados caminaba por el pueblo animadamente, le gustaba conocer distinto lados pero prefería dormir al aire libre, con los sonidos de la naturaleza y las luces de las estrellas iluminando su rostro. Adorba observarlas, como si al mirarlas de esa forma, en otro lugar, hubiese alguien con la misma actividad. Así, sus sentimientos se concetaban, con quien sea.

Entró en una tienda donde se compraban cosas usadas y diferentes artículos de magia, tenía algo que tal vez podría intercambiar. Sacó de entre sus ropas, un anillo viejo de oro macizo, un elemento que en esa época ya no se encontraba tan fácilmente, brillaba, lo había encontrado durante su limpieza en el salón de clases, en una baldocita floja del suelo. Quizás ahora le servía. Lo intercambió por una muy buena suma de dinero y tanto ella, como el vendedor, estuvieron contentos. El dinero era una cantidad importantísima, y con ella incluso podría vivir por mucho tiempo.

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Soujiro se sentó sobre la suave cama, su habitación estaba en penunbras, apenas una luz se reflejaba en las colchas viejas y le dejaba ver lo que tenía en sus manos. La famosa navajita.

- me pregunto si mi hermano... habrá sobrevivido... a toda esa maldita familia que me separó de mi madre, y también, me gustaría saber si poseerá cualidades mágicas como yo - su voz era un susurro mientras contemplaba el objeto- supongo que la guerra me impedirá un poco más que le encuentre.

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Misao iba saltando alegremente por mitad de la calle, su mirada atenta a todos los movimientos, tal como Okon le había dicho en sus continuos entrenamientos.

*.*.*.* Flashback*.*.*.*

- Escúchame bien, Milla-chan, un Onmitsu debe sentir todo a su alrededor- dijo la joven subida a un banco y sonriendo con aires de sabiduría- debe ser valiente pero sobretodo eso, escuchar los sonidos, no depender de sus ojos para la pelea, ni para sobrevivir, porque aveces... los ojos engañan. ¿Comprendes?

- Sí, Okon-san.

- ¡¡Milla-chan!! - gritó imitando enfado- ¿Cuántas veces te he dicho que dejes de llamarme con tanta formalidad?

- gomen nasai - dijo Misao rascándose la nuca descuidadamente.- je, je, je...

- Está bien, ¿Seguimos con el entrenamiento? - preguntó Okon curvando sus labios rosados en una hermosa sonrisa.

*.*.*.* Fin del Flashback*.*.*.*

La imagen de la joven se borro de su mente inmediatamente cuando una figura chocó contra ella y la golpeó contra el suelo con fuerza.

- ¡¡¿Pero qué rayos...?!! - gritó levantándose enfadada- ¿uh? ¿Se encuentra bien?

Había una muchacha enfrente suyo, sus ojos empapados de lágrimas que morían en sus mejillas de una forma dulce que con sus manitos pequeñas trataba de detener. Emitía una fuerte luz... un resplandor que aumentaba en la misma claridad.

Fin del capítulo

Jojojojojojojojojojo, pues... ¿Qué les ha parecido el capítulo? Estaba re inspirada cuando lo hice, espero que les haya gustado y muchísimas gracias por todo su apoyo, no olviden, antes de marcharse de esta sección, dejar un review, no les cuesta nada, aunque sea un simple HOLA, jajaja. Sólo quiero saber qué opinan. Como los que siempre me dejan sus comentarios:

Gaby (hyatt): gracias por dejar siempre review... bueno... en cualquier momento se viene el gran encuentro, pero aún falta mucho. Ya verás... se llevarán grandes sorpresas al encontrarse con Soujiro, eso puedo asegurarlo. Pueden dejar sus sospechas.

Lis-chan: Muchísimaaaaaaaaas gracias por tu review, me alegro que esté entretenido el fic y espero, que te siga gustando aún ahora.

Chi2-chan: Claro que me gustó tu fic!!!! Sorry por no dejarte ningun mensajito, pero me encantó, quiero que lo sepas. En cuanto al mio... te advierto que aún falta para que aparezcan Aoshi-sama y los demás... es que prefiero guardarme sus descripciones (ya verán porqué) y sus cosas para más tarde.

Anny-chan: no te preocupes, Anny-chan que ya va a aparecer Ao-sama y te dedicaré sus escenas con Misao, ya saben todos que este fic es también con esa parejita, pero no es exclusivamente porque también están los demás, jojojojo. Ya verás que habrá escenas entre ellos. Y no te preocupes tanto por Sou-kun, ya veré lo que pasará con él y tu también. Nuestro Ao-sama aparecerá prontísimo!!!!!!! Pero aún falta, kukukuku. Gomen nasai, es que faltan cosas por suceder.

Asumi: me alegro que entendieras, Asumi-chan, espero tus siguientes reviews y muchas gracias por tus comentarios del cap. Supongo que ya aparecerán... kukukukukuku ^o^''''

Pensaba en adelantarles un poquito del próximo cap. ¿Qué dicen? Mmm... mejor opinen en sus review, si les parece bien que en cada cap. les adelante algo del siguiente. Sólo díganme, chi? ^_______^

Me estoy yendo...

JA NE!!!!!!!!!

Sumire-chan J

Naitemo iiyo donna kanashimimo tsubasa ni kawarunosa sono mune de