"Hechiceros y demonios"
Por Sumire-chan
Capítulo IX:"Quiero protegerte... Departure"
Aoshi estaba impaciente, en un momento Misao se le desvanecía en sus brazos y él la cargaba hacia el consejo, porque ahí estaría mejor, las deidades se ocuparían de ella y quizás, podría entender lo que le sucedía. Pero no... decía su mente como siempre, metiéndose en sus sensaciones, Misao no estaría bien en otro lado que no fuera entre sus brazos, junto a él, porque por fin había admitido que estaba enamorado de ella, desde aquellos días en el instituto. Su mente divagó mientras aguardaba fuera del recinto el regreso de su Misao...
*~*~*~*~*~* Flashback*~*~*~*~*~*
Seijuro estaba sentado en su oficina como de costumbre cuando de pronto escuchó ruidos de espadas, no era normal, ya que en esos horarios nocturnos, no se hacían prácticas, ni mucho menos con armas porque se les dificultaba la visión. Abandonó el cuarto y se encaminó hacia el patio de entrenamientos.
Allí vió a la joven que había llegado hacia unos cuantos días parada en posición de batalla sosteniendo en ambas manos unas Kodachis de igual tamaño, fielmente empuñadas. Y frente suyo estaba Shinomori, sosteniendo una Chisa Katana y una Kodachi, parecía entusiasmado pues jamás había visto tal brillo en sus ojos. Los dos esperaban el momento para atacar, así que decidió que mejor era volver al trabajo y dejarlos. Un entrenamiento extra no le hacía daño a nadie, quizás podría aplicarlo a su baka deshi.
Misao vió al muchacho, él se había ofrecido a entrenarla y ella había aceptado un poco recelosa, ya que era con Kaoru con quién siempre practicaba, era posible que él quisiese medir su nivel, entonces... le demostraría quién era Misao Makimachi.
Aoshi atacó con todas sus fuerzas, girando alrededor de ella, tanto que Misao no sabía cuál de las figuras que veía era el verdadero Aoshi, cerró los ojos y él se sorprendió un tanto por su actitud, así que sólo le lanzaría ataques muy suaves. Cuando este giró para acercarse, Misao detuvo ambas espadas con las suyas, y estaba a punto de lanzar una de sus kunais cuando él cambió la situación nuevamente.
Comenzó a golpear su kodachi contra la otra que estaba debajo y formó una cruz, no sólo se defendió si no que confundió bastante a Misao, momento aprovechado por él para sacar la Chisa Katana desde abajo y estocar a la muchacha comadreja (como la llamaba Sanosuke) en su costado derecho. Ella cayó al piso bruscamente y él se acercaba medio preocupado y medio entusiasmado por la buena batalla, lo que Shinomori no atinó a ver fue cuando ella le golpeó con su pierna en el estómago y por inercia fue cayendo hacia atrás, así Misao lo empujó un poco más con una kunai muy cerca de su garganta. ¿Estaría Aoshi vencido? No, él aprovechó que ella estaba notablemente cerca y muy fuera de su centro, así que la jaló hacia él, cayendo ambos al piso. Lamentablemente, ella sobre él.
- ¡¡Baka!! - exclamó Misao con una sonrisa apuntándolo con la kunai y sentada recta sobre él. No, no podría levantarse.
Un error lo comete cualquiera...
- bueno, Misao-san, eres bastante buena, como lo pensé - dijo seriamente - ahora bájate.
- yoshi - dijo ella apenas, ¿porqué esa actitud? Cuando estaban en batalla él se mostraba más... vivo y ahora otra vez esos ojos fríos innanimados. - ¿Está bien?
- sí. - contestó con frialdad - ahora puedo irme. Buenas noches.
- ¡¡Espere!! ¿Qué le pasa Aoshi-sama? - preguntó con cierta ingenuidad.
- nada, es bueno que duermas ahora. Como ya te dije, Buenas noches, Misao-san.
- ¡¡usted es un baka!! ¡¡Un baka que no entiende nada!!
Los gritos de Misao sacaron a Aoshi de su estado de soñoliencia y cierta vergüenza por haber perdido contra una mujer, especialmente una niña pequeña, y eso, Misao lo sabia bastante bien. ¿Porqué tenía que ser tan orgulloso?
- ¡Por haber perdido ante mí no van a quitarle el título del más fuerte!, ¿sabe? ¡¡Ni tampoco el del más frío e insencible!
Ella no sabía que estaba tocando heridas en Aoshi, mas sí se calló y dio media vuelta para volver a su cuarto, cuando una mano sostuvo la suya y sus ojos esmeraldas se encontraron con esos témpanos de hielo, ligeramente suavizados.
- escúchame bien, Misao, no voy a repetírtelo otra vez - dijo con una voz mortalmente lenta y susurrante - mis sentimientos no son algo que te apetezca saber, así que no intentes nada más.
- ¡¿Y porqué?!
- porque yo no soy un chico como los demás, vas a salir lastimada.
- sabe... prefiero correr ese riesgo, Aoshi-sama. - le indicó relajándose y suavizando su rostro, antes enfadado- Buenas noches. - se puso de puntitas de pie y le dio un fugaz beso en la mejilla antes de salir corriendo hacia su cuarto.
Aoshi, en cambio, se quedó allí, sosteniendo sus armas con una mano y con la otra el beso que Misao le había dado, su mejilla estaba suave, calentita, ¿porqué? ¿Por un beso? Se quedó mirando por unos segundos, la noche había pasado muy rápida... pero había descubierto en esa niña un nuevo poder, la magia de hacer que el muro frío de alrededor de su corazon se fuese disolviendo poco a poco.
*~*~*~*~*~*Fin del Flashback*~*~*~*~*~*
- "Misao... creo que ya esa noche comencé a enamorarme de ti" - pensó Aoshi mirando la puerta cerrada, aún sin rastros de su pequeña niña inquieta o de alguna persona que pudiese informarle de ella.
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Kaoru estaba sentada en el balcón donde Kenshin le había dado su primer beso, y donde ambos se habían confesado por fin , ahora se encontraba sola, un poco asustada, un poco nerviosa, llena de sentimientos que se mezclaban en su mente. Los demás estaban almorzando, por su parte, ella tenía el estómago revuelto. Miró hacia la lejanía como antes, podía escuchar los gritos de la gente que estaba muriendo, quizás en algún futuro no muy lejano, el aroma de su propia sangre escurriendo lentamente por unas heridas que ahora no tenía, la sensación de que caía en un vacío profundo y que sus ojos se nublaban.
Se tocó la sien institivamente, algo estaba mal. Podía ver, borrosamente, que muy pronto todos estarían en peligro, las batallas siempre terminaban mal, especialmente las guerras de este tipo, ella no quería, sinceramente, estar involucrada en una pelea que no tenía sentido, porque... después de todo, la humanidad, los demonios, todos, tenían un lado bueno y podía precervarlo y convivir en paz.
- ¿Qué pasa Kaoru? - preguntó una voz a sus espaldas, volteó a encontrarse con la mirada violácea de Kenshin, quien se acercó más a ella y la rodeó con sus brazos, oliendo el aroma jazmines que emanaba y que despertaba con locura todos sus sentidos.
- Jamás pensé que esto ocurriría - le comentó ella intentando no hondar en el tema que era su verdadera preocupación - ha sido todo muy sorpresivo, pero aún así... soy muy feliz.
- lo sé, y yo también feliz, pero no huyas de mí, Kaoru, sé que algo te inquieta. Dime qué es, quizás yo pueda ayudarte.
- no, nadie puede solucionar esto, el conflicto es inevitable - contestó más para sí que para Himura - así son las guerras.
- Bien, ya lo entendí. Creo que eres tu quien tiene que entenderlo.
- Ya Kenshin, solo... nos quedemos así, disfrutemos de esto que está a punto de terminar. Y no me digas nada, yo sé que esto va a acabar, puedo verlo en nuestro futuro. Lo siento.
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- Atakai-sama, no me diga eso por favor - pidió Misao con las lágrimas al borde de sus ojos.
- es la verdad Misao, tus visiones son prediciones del futuro y no pueden ser remediadas, lo siento mucho.
- ¡¡No!! ¡Es mentira! ¡¿Cómo pretende que le crea que mis amigos van a morir?!
- la batalla no es algo que se pueda evadir. Pero sí puedes salvar vidas si lo deseas. Aunque aún ustedes son muy débiles. ¿Cómo pretenes proteger a tus seres queridos con esos poderes insignificantes? - quizás era muy dura con la muchacha, pero era la verdad y no era justo tampoco que la ocultara.
- Ya lo sé... - admitió Makimachi agachando la mirada - dígame, ¿Cómo puedo incrementar mi fuerza?
- Con entrenamiento por supuesto, ven mañana con tu grupo, te prometo sorpresas, pero también una solución a tu debilidad.
- Gracias... Atakai-sama.
Ella sabía que las deidades no actuaban sin sentido y que cada acto sobrellevaba a otro, por eso mismo, sus visiones eran una ayuda para descubrir qué cambiar del futuro, cosa que estaba dispuesta a hacer. Ellos vencerían, sin duda. Con su emotividad, su esperanza para un futuro mejor, Akeru también la ayudaría y Soujiro, Haru, Kaoru no dudaría en luchar por lo que creía correcto, Megumi les curaría, Sanosuke jamás se rendía ante una pelea, incluso si tenía que usar sus puños y sus tretas, Kenshin era capaz de recurrir al mismísimo Battosai para salvar a su mejor amiga, y Aoshi no se quedaría atrás, era muy orgulloso como para hacerlo. Enishi y Tomoe parecían ser guerreros, ellos lucharían también.
Salió del recinto absorta en sus pensamientos hasta que encontró la mirada de Aoshi, era ligeramente triste, lejana... como la de su visión. Entonces la recordó y el miedo se apoderó de ella.
- Aoshi-sama... yo... - murmuró al tiempo en que él la tomaba en sus brazos y la acercaba a su cuerpo, no permitiría que ella volviese a alejarse de él - no dejaré que muera, yo le cuidaré... no va a morir... no...
- no moriré, Misao. - afirmó.
- ¿Lo prometes? ¿realmente me lo prometes?
- lo prometo, Misao, lo prometo - y sonrió, solo para ella.
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"La sangre escurría de su mejilla izquierda, surcando esa cicatriz en forma de cruz, sus ojos dorados observaban la figura que se encontraba inerte frente a él, recostada sobre un charco de sangre, un rojo intenso que empapaba lentamente los cabellos negros azabaches alargados como si fueran una mata suave, y lo eran. El olor metálico a sangre se iba mezclando poco a poco con el de jazmines y los ojos azulados acaban de perder su color, se tornaban vacios. La sakabatou estaba dada vuelta, con el filo, y goteaba el líquido que corría por sus venas.
Una figura de aspecto deprimido tomó el cuerpo de la muchacha, y se aferró a él con fuerza y desesperación, intentando que la vida no se escapara de él y que resistiera un poco más. Solo un poco más...
Sus manos pronto se mancharon de sangre...
- ¿Porqué Kaoru-dono? ¿Porqué? Sessha es un asesino - sollozaba el pelirrojo que sostenía a la mujer, que la acercaba más, ensuciando, o más bien... pintando sus ropas con ese rojizo.
La figura frente a él, emitió una risa aguda, entonces él se fijó en el reflejo, levemente diferente, de ojos dorados, y cabellos amarrados en una cola de caballo alta, sostenía su sakabatou y tenía sangre escurriendo por su cicatriz en forma de cruz. También por sus labios, que se relamió ferozmente.
- ja, ja, ¿estás sustado Himura?
- ¡¡¿Porqué?!! ¡¡Ella no hizo nada malo!! ¡¡Nunca hizo nada malo!!
- Sí, si lo hizo, te amó a ti y no a mí.
- ¡¡Mentira!! - la soltó y se puso a su altura - nos amó a los dos, y ese... ese fue su error.
- Eres un pobre miserable, te quejas de una pobre ramera.
- ¡¡No te permito que le hables así!! - gritó, totalmente enfurecido, y tomó a Battosai de las ropas, no, jamás le daría la autorización de hablar de esa manera a su Kaoru, ella... ahora estaba muerta - ¡¡¿Porqué lo hiciste?!! ¡¡Contéstame maldita sea!!
- ¿Porqué?.... fue tu culpa, tu no supiste controlarme, y yo solo quería sangre, ¿acaso no lo entiendes? Eres un idiota Himura... muy poco hombre... ni siquiera pudiste proteger a la mujer que realmente nos amaba...."
- ¿Qué pasa Kenshin? - preguntó Kaoru recostada en el sofá, apoyada sobre el hombro de su pelirrojo.
- nada, Kaoru-dono, debo irme - respondió él fríamente, volviendo a usar ese -dono que ella detestaba, se puso de pie y se alejó de ella.
Entonces, Kaoru realmente tuvo miedo, mucho. Lo siguió hasta la puerta, sin notarlo, ya estaba oscureciendo, ellos se encontraban solos en la casa, Tomoe había salido bien temprano, Enishi estaba entrenando en algún lugar no muy cercano, Sanosuke y Megumi habían salido a dar un paseo y Akeru había desaparecido totalmente. Soujiro y Haru simplemente se encontraban descansado en una de las habitaciones, bastante agotados por la noche que habían pasado, pero después de todo, sí estaban solos.
- ¡¡¿A dónde Ken?!! Dime, ¿qué te sucede?
- lo siento, señorita Kaoru - volteó a verla - no soy digno de usted.
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- Misao... - susurró Aoshi a su oído.
- Aoshi... yo... quiero protegerte.
- No debe ser así - le explicó - yo te protegeré a ti, siempre. - Sus labios estaban tan cerca... solo unos milímetros les faltaba para besarce, para realmente sentirse. Él apoyó una de sus manos en el hombro de la chica y con la otra la atrajo levemente por su cintura. Agachó su rostro y...
De pronto, una figura los separó...
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- ¡¡¡No Kenshin!!! ¿A dónde piensas irte?
- lo siento, mucho, ya se lo he dicho. No soy digno de usted, señorita Kaoru. Soy un peligro, y no quiero que salga lastimada.
- ¡no saldré lastimada! No soy una niña.
- ya lo sé, Kaoru-dono, aún así... Battosai y yo somos uno, es mejor que parta ahora. Usted... - bajó la cabeza y volvió hacia ella abrazándola, apoyando su rostro en su hombro, sintiendo ese aroma a jazmines del que tanto gustaba. Agregó susurrando muy suavemente a su oído - usted me dio mucha felicidad, Kaoru-dono. Desde niño siempre la amé y siempre lo haré. Pero ahora... no es justo que yo la ate a mi... cuando significo una amenaza para usted.
- no... Kenshin... - sollozó conteniendo los espamos de cada lágrima.
- adiós, Kaoru-dono, gracias...
Y se marchó, caminando, su sombra se vió entre la noche que ya había caído, dejando a Kaoru sentada en el suelo, sollozando, y murmurando entre cada lágrima su nombre...
Fin del capítulo
BUAAAAAAAAH!!!!!!! Recordé ese capítulo y me largué a llorar, fue muy triste. Buah!. Ahora... paso a los reviews:
Amaterasu Mizuhame: como subi el cap. y dejaste review despues te puedo contestar recién ahora. Gracias por todo tu apoyo, miles de gracias y me alegro que te guste. La verdad, he probado hacer esto como algo distinto, jijiji. Sigue el fic, ¿eh?
Gaby (hyatt): Kaoru está confundida, ella también tiene un especie de poder para sentir lo que va a pasar, así que ella escuchó. ¿muy triste lo de Kao y Ken no? Yo ya me lloré un montón, y después me puse a ver los últimos Ova's y seguí llorando. ;_; jejeje. Espero que te guste, en este cap. también humo romance.
Bizcochia U-u: graciaaaaaaas, bueno, me has animado un montón así que continúo con el fic, como verás, intentaré que todo salga bien y pondré más partes de A+M, I promise you. Mucho más, ahora, alguien los interrumpió. Seguro sabes quién es. En fín, lo de Kaoru y Kenshin me ha hecho llorar así que espero muchos reviews que me levanten el ánimo, jijijiji. Gracias, por todo Pola (otra vez) te adoro. Besos.
Asumi: al fin regresas, hacia mucho que no recivía un review tuyo, sinceramente, me alegro que te guste. Ya viste lo de las visiones de Misao y seguirán pasando cosas importantes con ellas, porque la pobre de Milla intentará evitar que ocurran.
¿Lo logrará?
Todo eso y más... en el próximo cap. jijiji.
Antes de irme, les comento que la Chisa Katana de la que hablo es la segunda espada que Aoshi porta consigo, aunque todos pensamos que eran dos Kodachi, leí que en realidad, una de ellas es una Kodachi y la otra una Chisa Katana, esta es la que usaban los ninjas en aquellas épocas y aveces los tsuba (guardamanos) también cambiaban. Como otro dato... la Kodachi es la espada corta que usaba Aoshi en su mano izquierda y era una espada muy importante para los samurais porque la utilizaban para el seppukku (sucidio, quizás otro día les comente de esto... solo díganme qué quieren saber). Aunque también quiero aclararles, que esta información no es segura (la de las armas de Shinomori) en algunos sitios web he encontrado que las dos eran Kodachis mas en otros dicen que una de ellas era una Chisa Katana. Ya encontraré más información al respecto y les cuento. Mientras... es todo lo que puedo decirles. Besos.
Sayounara.
Sumire-chan
Los quiero mucho a todos.
Naitemo iiyo donna kanashimimo tsubasa ni kawarunosa sono mune de
