Kagome abre los ojos... desconoce dónde se encuentra, ya que lo primero que ve al despertar es el techo. Pero, al voltear la mirada levemente hacia un costado, descubre su escritorio y sus cosas: está en su habitación.
También descubre una mirada de preocupación y miedo plasmada en dos bellos ojos dorados que la observan : Inuyasha está a su lado...
Él fue el que la llevó hasta su cama cuando ella se desvaneció en el comedor. Y no, no pudo pensar en la anciana Kaede mientras la miraba. No pudo evitar que su corazón comenzara a latir con fuerza mientras la cargaba en sus brazos, y, una vez que ella se encontraba en su cama, inconsciente, tuvo que luchar contra él mismo para derrotar de una vez por todas las ganas de besarla (es que aún recordaba las palabras de Kikyou, y tenía miedo de que algo malo sucediera si se dejaba llevar por sus sentimientos).
Pero viendo que Kagome había despertado, se tranquilizó y comenzó a ¨reprimir¨ emociones de nuevo, expresando indiferencia...
¨ah... ya te despertaste : cruzándose de brazos, y dándole la espalda:...¨
¨ ... : Kagome está a punto de agradecerle por haberla llevado hasta allí, pero de pronto se acuerda de su ¨plan anti-Inuyasha¨, y también se hace la indiferente: sí... no tenías que traerme hasta aquí...¨
¨ Feh! Tu madre no podía cargarte y tuve que hacerlo yo... sino, ni siquiera me hubiera molestado ¨
¨ :esta respuesta fastidia a Kagome: ¡Me hubieras dejado en el suelo, entonces! ¡prefiero eso mil veces antes que tener contacto con tus sucias manos::le tira con furia una almohada de su cama: ¨
¨ :esquivando la almohada: ¿¿...:: no puede creer lo que escucha -Kagome nunca había tenido una reacción tan violenta-, y se queda mirándola con los ojos bien grandotes del asombro, y piensa: uf... por lo menos me salvé de...¨
Ni siquiera termina de pensar... Kagome pronuncia aquella palabra tan temible para el hanyou...
¨Osuwari!¨
SPLAM!
¨ngh::pobre Inu...y pobre nariz de Inu:¨
Después de despegar su cara del suelo, se levanta bruscamente y mira a Kagome a los ojos, con furia. Pero luego de tal reacción, Kagome se queda en silencio, mirando hacia abajo. Ella también se siente sorprendida de su actitud y no quiere mirar al hanyou a la cara.
¨ Discúlpame... : a pesar de estar realmente arrepentida, sus disculpas son muy frías, y no deja de mirar hacia abajo : no suelo ser así... lo sabes... pero en estos días mi humor ha ido variando demasiado. No sé que me estará pasando ¨
¨ : al igual que Kagome, su actitud es fría, pero él sí la mira a ella: Sí, como sea... no me interesa como te sientas; yo vine a buscarte y no me iré de aquí sin tí.¨
¨:levanta bruscamente su mirada en dirección a los ojos del hanyou: ¿mh::piensa: ¿no me iré de aquí sin tí:: mira a Inuyasha confundida, ya que interpreta, al escuchar esa frase, que él acudió a su casa exclusivamente para verla y estar con ella, pero Inuyasha advierte que entendió eso y enseguida se encarga de ¨desmentirlo¨, antes de que Kagome alcanzara a pronunciar una palabra:¨
¨ No me iré de aquí sin ti... po...¡por que los demás insistieron en que viniera a buscarte! Anda, alístate rápido y vamos. No quiero seguir esperándote... : vuelve a darle la espalda, cruzándose de brazos:¨
Kagome, luego de mirar al hanyou con algo de fastidio, se dirige a buscar su mochila, pero... al dar unos pocos pasos, se marea. No llega a desmayarse, pero el amague a caerse alarma a Inuyasha, entonces él de inmediato corre a sujetarla.
¨ ¡¡Kagome::una vez que la sostuvo, se calmó:¿e... estás bien::nuevamente, el hanyou se olvida de pensar en la anciana Kaede -y de reprimir sus emociones, ya que demuestra preocupación de nuevo-: ¿qué te sucede, Kagome?¨
¨ngh... :recuperándose, se toca la cabeza en señal de que sigue mareada: no... no lo sé... pero estoy bien... :se aparta de Inuyasha, e intenta ir a buscar sus cosas para irse de una vez al Sengoku... pero vuelve a marearse, y esta vez queda inconsciente de nuevo:¨
El hanyou, como era de esperarse, la toma en sus brazos y, sin pensar un segundo, corre rápidamente (más rápido que de costumbre) hacia el pozo, para llevarla a que la vea la anciana Kaede (él ignoraba que en ese momento, la señora Higurashi había llamado a un doctor ). Una vez que cruzó hacia el Sengoku con Kagome aún inconsciente, se dirigió a la aldea de la anciana sacerdotisa; donde los esperaban Sango, Miroku y Shippo.
Al verlo llegar con Kagome en ese estado, todos se alarmaron. Y el exagerado de Shippo no tardó en fastidiar a Inuyasha.
¨¡¡¡¡La mataste! ¡¡¡¡¡buaaaaa! ¡¡¡¡¡Y cómo te atreves a venir aquí como si nada! ¡¡¡¡¡eres un..::un golpe lo silencia –¡esta vez, acertado!-:¨
¨No digas tonterías, idiota. Nadie la mató, ¿no ves que se desmayó?¨
¨ah... :el kitsune se toca el tremendo chichón que le provocó el golpe:¨
¨ Pero... ¿qué pasó::pregunta Sango mientras ayuda a Inuyasha a recostar a Kagome:¨
¨tal vez necesite respiración boca a boca... yo pued... :el monje recibe un fuerte golpe en el estómago que lo deja sin aire... por supuesto, la autora del golpe no fue otra que Sango: ahh... mhj... era una broma...mjh... ngh... era una broma...¨
¨¡cállate, Miroku!¨
¨ :a coro: ¿¿¿¿cállate Miroku::El hanyou y el kitsune miran a Sango sorprendidos, ella se pone colorada, y cambia de tema para que no le empiecen a hacer preguntas:¨
¨ehhh... ¡¿qué están mirando! ¡por qué no van a buscar a la anciana Kaede en lugar de estar ahí parados!¨
¨: El hanyou baja la mirada, y piensa: es cierto, Sango tiene razón... :se dispone, entonces, a salir en búsqueda de la anciana:¨
Pero no hizo falta que la fueran a buscar: antes de que Inuyasha llegara a la puerta, Kaede entró cargando algunas hierbitas que había ido a juntar. Cuando vió que Kagome estaba inconsciente, enseguida se dirigió hacia ella. Luego de mandarlos a todos para afuera; revisó a la jovencita, le tomó el pulso (con la mano, por supuesto, ya que no existían esos aparatitos para medir la presión) y luego de emplear otros métodos medicinales... sacó una conclusión... en ese momento, Kagome despertó.
¨ngh... ay no, otra vez :al darse cuenta de que había vuelto a desmayarse: ¨
¨ah... bien, ya despertaste...¨
¨anciana Kaede... :ve que no hay nadie más que ellas dos allí dentro: ¿dónde están Inuyasha y los demás?¨
¨afuera... están esperando a que termine de verte y descubra que tienes. ¨
¨ah... eh... :se muestra nerviosa: ¿y ya lo descubrió?¨
¨ Sí, no es nada grave :con una leve sonrisa: Kagome, eres una mujer muy fuerte... por eso me sorprendieron tus desmayos... aunque no son nada del otro mundo, pero...¨
¨¿eh::la joven no entiende lo que le está queriendo decir la sacerdotiza: ¨
Ninguna de las dos advierte que Inuyasha se las había ingeniado para espiar y escuchar la conversación. Los demás fueron más ¨educaditos¨, y se alejaron un poco (total, después le preguntarían al hanyou lo que escuchó).
¨ Kagome... :continua Kaede: es común que uno de los síntomas de embarazo sea el desmayo, pero no pensé que a tí te iba a pasar. Por eso dije que me sorprende que...¨
¨¡¿qué está diciendo::interrumpe la joven, entrando en una especie de shock: ¿yo... embarazada::un tanto incrédula, con una sonrisa de sarcasmo: ¿pero como pudo pas... :se queda muda, ya que una serie de flashbacks de la noche en la que estuvo con Inuyasha le confirman esa pregunta: ...no :su voz se quiebra repentinamente: esto no debería haber pasado :las lágrimas comienzan a desbordar sus ojos:¨
Inuyasha escuchó a la anciana Kaede: ¡Kagome está esperando un hijo, que sin dudas es de él! Al enterarse de esto, una tierna sonrisa se dibuja en su rostro, y una sensación de felicidad se aloja en su corazón, pensando que dentro de Kagome, una pequeña vida estaba formándose. Una pequeña vida que él había ayudado a crear.
Pero a pesar de todo, enseguida la sonrisa se borra, y esa sensación de felicidad es sustituida por miedo... miedo a Kikyou. Piensa que si fue capaz de irrumpir entre él y Kagome aquella vez, sería capaz también de cometer algún acto que perjudicara al futuro bebé. Sin decir nada, entonces se reúne con los demás, ya que ve que Kagome está a punto de salir de la casa. Ellos, al ver su cara de preocupado, le preguntan si pasó algo malo, pero él les miente que no escuchó nada. Shippo lo regaña:
¨¡¡¡eres un inútil! ¡¡¡ni para escuchar sirves::el zorrito en seguida se cubre la cabeza con miedo, intuyendo que Inuyasha le va a pegar. Pero el hanyou parece no haberlo escuchado: ¿mh? ¿pasa algo, Inuyasha::se asombra el kitsune:¨
El hanyou no lo escucha, por que Kagome ya salió y va en dirección hacia ellos y él la mira fijamente, demostrándole a la joven con esa mirada que ya lo sabe todo. Ella, al notar esto, baja la mirada. Inuyasha también mira hacia abajo, y sin que los demás (excepto Kagome, ya que estaban viéndose de frente) lo vean , se va a sentar detrás de un árbol que se encuentra allí. La jovencita siente la necesidad de hablar con él. Pero no sabe cómo pedírselo, hasta que se le ocurre algo: se dirige hacia Sango, y le pide que entretenga a Shippo y Miroku y se los ¨lleve¨ de allí por un momento (cosa que no vayan a interrumpir). La exterminadora no entiende nada, pero le hace caso. Una vez que el ambiente está ¨despejado¨, Kagome se dirige hacia el hanyou, un tanto nerviosa. No sabe cómo empezar, hasta que, sin pensar, suelta una pregunta:
¨entonces... ¿ya lo sabes?¨
¨No sé de que me estás hablando, Kagome :ni siquiera la mira:¨
¨Entonces :murmura para sí misma: no lo sabes... :toma aire: mh... no sé como decírtelo... Inuyasha, yo...¨
¨Estás embarazada... :se le adelanta, sin dejar de mirar hacia abajo: ya sé¨
¨Pero... :se enoja: ¿por qué dijiste que no lo sabías? ¨
¨Dije que no sabía de que me hablabas, no que no sabía que estás embarazada :suelta una pequeña sonrisa:¨
¨... :larga pausa: Yo :continúa Kagome: ... yo lo siento mucho... pero no fue algo que hice a propósito... en realidad... nunca creí que esto podía llegar a pasar...¨
¨Yo sí pensé que podía pasar :el hanyou la mira a los ojos, serio:... ¨
¨...¨
¨ pero :continúa el hanyou: ¿de quien es? ¿acaso estuviste con Kouga?¨
¨ ¡¿qué dices::le pega un terrible zape en la cabeza: ¡¡¡como vas a preguntarme eso! ¡¡¡¿¿acaso eres idiota!¨
¨ ay... :le sale un enorme chichón en la zona del golpe: ¡¡¡¡era una broma, Kagome::se enoja:¨
Cambiando de escena, vemos a Shippo comiendo a lo loco (ya es mediodía). Sango está por salir afuera, para avisarles a Kagome e Inuyasha que entraran a comer. Pero, cuando llega a la puerta, una pícara mano se posa... en la cintura de la joven. Es el monje Miroku.
¨ ¿a dónde ibas::mira hacia adentro, y al ver que Shippo está entretenido con su comida, abraza a la exterminadora, y la besa con cortos ¨piquitos¨ :¨
¨¡oye::sonriendo: ¡espera! Aquí no... :sigue sonriendo, tratando de desatar el abrazo, pero Miroku no cede y la joven se rinde: ¨
¨¿miu::Kirara mira a Sango en tono de reclamo... la joven aún no le había dado su comida y la gatita tenía hambre: ¨
¨ahh... ¡Kirara:: Sango se separa del monje y alza a la gatita: Perdóname, me olvidé de servirte tu comida... vamos adentro... :entra, dejando al monje afuera:¨
Hay expresión de ¨me aguaron la fiesta¨ en la
cara del Miroku.
Dirige su mirada hacia el árbol en donde
se encuentran Inuyasha y Kagome, y decide acudir allí para
avisarles que la comida estaba lista. Pero al acercarse un poco -lo
suficiente como para escuchar sin que ellos lo vieran- se queda
parado, sorprendido por lo que acababa de escuchar:¨
¨ Kagome ¡no tenías que pegarme así! ¡Te dije que era una broma! Sé que es mi hijo también¨
¨¿hijo::susurra para sí el monje, asombrado y piensa: ¿acaso están esperando un hijo::sonríe: mh... que envidia, Inuyasha :se va sin haberles avisado lo de la comida: ¨
¨¡tus bromas no hacen gracia::continúa Kagome, ¨discutiendo¨ con el hanyou: Me... me dolió que me dijeras eso.¨
¨mjh... :mirándola un tanto serio, aún tiene la mano apoyada en el chichón:¨
