Capitulo 4: Cumpleaños y Hogwarts.
Todos se quedaron mudos ante el tono que había superado con creces a los utilizados por el profesor de pociones allí presente. Harry rápidamente subió a la planta de arriba, haciendo rápidamente su equipaje, ya que solo estaban fuera algunos conjuntos y unos cuantos libros que metió en el baúl, disimulando todas sus otras pertenencias. Cogió su baúl con la mano izquierda, la jaula de Hedwig con la derecha y se encamino hacia abajo, encontrándose con todos los demás magos mirándole expectantes, aun sin mediar palabra con el, Remus extendió un gran palo. Mientras que Arthur Weasley precisaba:
- Es un trasladador. Vamos allí directamente. A la cuenta de 3, 2, 1 ya.
Todos sintieron el jalón debajo del ombligo y segundos después aparecían estruendosamente en el vestíbulo, haciendo que el retrato de la Sñr. Black se pusiera a gritar histéricamente. Harry, cuando ya todos estaban apunto de salir del vestíbulo, giro sobre sus talones al oír una bonita valoración dirigida hacia Sirius:
-... la vergüenza de la familia. Valiente, patán y orgulloso Gryffindor... Es una deshonra para los Black... Menos mal que se a muerto... Por lo menos no tendré que aguantarle...
- Señora, se cree usted que va a conseguir algo despertando al vecindario. ¿Eh?- susurro Harry delante del retrato.- No, se lo puedo asegurar, ni aun que sus berridos fueran lo suficientemente altos como traspasar las barreras de sonido impuestas a esta casa, no serviría de nada. Mire su hijo esta muerto. ¿No? Pues déjelo en paz, no va a regresar a seguir molestándola. ¿Crees usted que poniendo insultos encima de su nombre va a conseguir algo? Le puedo a volver a asegurar que no. Y de una buena vez, me gustaría que se callara. Primero por que su queridísimo hijo, ese al que estaba insultando hace unos momentos era mi padrino, y realmente lo apreciaba. Y segundo por que tengo en mente unos cuantos hechizos, que afectan a cuadros, que podrían ser muy útiles para mi y poco placenteros para usted. Ahora si me disculpa, me gustaría llegar a mi habitación y dormirme sin tener que llamar a alguien para que insonorice el vestíbulo, cosa que encuentro estúpido.
Ante los susurro del niño de oro la mujer dejo de chillar y despotricar contra todo ser viviente. Se había quedado muda y sin palabras para responder a aquel joven, que tanto le recordaba al odioso amigo de Sirius. Y desde luego la imagen de la "guardia" era para fotografiar, estaban completamente mudos por segunda vez en menos de 10 minutos. Por una parte no estaban seguros si que Harry hablase con tanta serenidad de la muerte de su padrino era bueno. Después, estaban algo confusos en lo referente a lo de los hechizos. Y por ultimo estaban realmente asombrados de que el cuadro dejara de chillar, a nadie se le había ocurrido susurrarle, la curiosidad de la mujer era obvia y había tenido que parar para poder escuchar. Cogiendo otra vez sus cosas, de las que se había despojado antes de girarse a hablarle al cuadro, Harry subió lentamente las escaleras, mientras que preguntaba:
- ¿La habitación de la ultima vez, verdad?
Sin recibir respuesta, se instalo, si a dejar todas tus pertenencias tiradas en el suelo a quitarte la ropa y a adentrarse en una cama se le llamaba instalarse.
El día siguiente fue algo que hay que relatar cuidadosamente y dando muchos mas de los detalles con los que cualquiera habría descrito una supuesta fiesta de cumpleaños.
Harry Potter se despertó, en cuanto los primeros rayos de sol se filtraron por la ventana, al tiempo que se levantaba enfurruñado a causa de la incesante pesadilla, pese a las pociones para dormir sin soñar, parecía que estas ya no le hacían efecto alguno. Se desperezo y se ducho rápidamente y mientras cogía el libro que había dejado a mitad la semana anterior. Se puso un jersey negro, con una cremallera en el hombro izquierdo, pese al calor que hacia en aquella casa, sabia que sino lo atosigarían a preguntas acerca de su tatuaje, y bastantes tenia ya con responder a las del piercing como para ocuparse de tantas mas. Se enfundo unos vaqueros pegados y bajo a la cocina en busca del desayuno.
Cuando entro a la cocina se dio cuenta de que nadie se había levantado aun, ni la señora Weasley y se alegro, ya que así tendría mas tiempo para estar solo. Como nadie le veía agito su varita y pronto un suculento desayuno estuvo preparado. Se sentó y empezó a desayunar, como ya era costumbre, con un libro en la mano izquierda, los ojos posados en el, y una taza de café en la otra.
Aquella imagen hizo que Molly Weaseley se quedara algo impresionada, su marido le había dicho que Harry había cambiado, pero no tanto, desde luego. Mientras tanto Harry saludando rápidamente a Molly siguió con su lectura y su café, ante la mirada atónita de la mujer que le saludo muy brevemente también. En cuanto hubo terminado su café, se lleno la taza de nuevo y agarrándola se marcho de la cocina rumbo a "su" habitación. Allí, siguió con su novela hasta que la termino. Entonces se giro momentáneamente para mirarse a un espejo, donde su reflejo contesto:
- ¡Vas a arrasar! ¡Estas genial! ¡Eres irresistible!...
Harry sonrió ligeramente mientras alguien llamaba al timbre y el cuadro no decía nada, para alivio de todos los habitantes de la casa. Harry bajo recordando todos los momentos que había transcurrido con Sirius en aquella casa, sintiendo las inevitables ganas de llorar, aun que como bien se había dicho, no se lo permitiría. Bajo al salón, donde todos estaban reunidos, y se acerco sigilosamente hasta donde estaba Tonks, con el pelo negro.
- Hola Tonks. ¿Que tal has dormido?
- Bien. ¿Y tu? Por cierto Feliz Cumpleaños. Ayer no te felicite.
Y la chica le planto dos besos en las mejillas haciendo sonreír al moreno.
- Gracias.
- Vamos Harry, me tienes que decir cuando te has hecho ese piercing.
- A principios del verano, fue justo antes de entrar a la tienda de tatuajes.- contesto sin darse cuenta el ojiverde.
- ¿¡QUUEE!?- la exclamación se oyó por toda la casa y todos los que se encontraban en el salón se pudieron dar cuenta de la presencia de Harry.- ¿¡QUE HACIAS TU EN...!?
La mirada que le lanzo Harry fue suficientemente fría y amenazadora como para que la chica se callase de inmediato y poniéndose algo roja al ver que todas las miradas se dirigían hacia ellos.
- Buenos días a todos.- dijo Harry con una voz algo jovial.- ¿Que tal habéis dormido? El amanecer ha sido genial esta mañana, si, este a sido uno de los mejores del verano, con diferencia.
Remus ya un poco mas acostumbrado a la imagen del chico consiguió decir sin pararse:
- Buenos días Harry. Si creo que la mayoría hemos dormido bien, gracias, espero que como tu.
- Si bueno al fin y al cabo ver tantas muertes termina por no afectarte a la larga. ¿Sabias? Te despiertas cansado y sudoroso pero nada mas. Ya no te molestas en pensar si la persona tenia mujer o marido o hijos que la echarán de menos.
- Siempre tan objetivo, explicito y importante para nosotros, Potter.- arrastro las palabras Snape.
- Como se ve que me conoce señor. Y por cierto muchas gracias por el cumplido, me siento muy honrado que los labios de Severus Snape hayan podido hacerle un cumplido a un Potter, especialmente siendo el niño que vivió, sin caer desmayado o... muerto.- contesto con una falsa inocencia Harry Potter mientras todo lo naturalmente posible se sentaba en una silla.
El comentario de el moreno le había pillado desprevenido al profesor de pociones y no tenia ninguna manera de responderle, pese a que el joven había sido demasiado suelto con el, y se había permitido lujos que sin duda el profesor se pagaría una vez volvieran a Hogwarts. Y eso que es lo que le importaba a Harry. ¿Acaso iba a ser peor que de costumbre? Lo dudaba seriamente, ya que sin abrir la boca fácilmente se hacia castigar o cualquier cosa por el estilo. Y como si nada hubiera pasado comento:
- ¿Tonks que estabas leyendo?
Viendo que ella intentaba esconder la revista.
- Nada serio Harry, puras bobadas.
Todos se quedaron completamente en parada. Esos súbitos cambios de tema eran demasiado imprevisibles para cualquiera de sus pequeñas cabecitas. Con un movimiento rápido, en vista de que nadie se movía, Harry se permitió el lujo de arrebatarle la revista a la chica y sus ojos centellearon furiosos en cuanto vio la primera plana de la revista mágica:
CUMPLEAÑOS DE HARRY POTTER
Recientemente nos hemos enterado de que el chico que vivió cumplía años este lunes. Y nos ha parecido buena idea felicitarlo con este numero especial. Mas información dentro.
Y el resto de la pagina estaba ocupada por una foto gigante suya, volando con una pose nada mala, había que admitir que salía con aquella cara de no haber roto un plato en su vida y que estaba realmente bien. Abrió el numero especial sobre el y miro el índice. Para dedicarse a mirar lo tantos artículos sobre el, sabia que no iba a aguantar mucho sin ponerse como un histérico a gritar o hacer estallar algo. Se acerco a la chimenea y la hecho al fuego, mientras decía ásperamente y intentando controlarse:
- Si vas a leer esta porquería hazlo lejos de mi, Nymphadora. ¿Sabéis si hay algún libro sobre demandas judiciales en esta casa?... No os preocupéis, ya lo busco yo, solo.
Y seguido se fue de la habitación encolerizado hacia la biblioteca. Se sentó en una pequeña butaca y empezó a ojear varios libros que había encontrado en la sección justicia de la biblioteca de la casa de los Black. Encontrando datos muy interesantes acerca de demandas impuestas a revistas.
La puerta de madera maciza se abrió lentamente chirriando notablemente, y sin hacer que el moreno se molestase en mirar. Dos chicas entraron por ella, una de pelo castaño y otra de pelo color fuego. La de pelo cobrizo, atado en dos trenzas, llevaba unos pantalones campana blancos, unas sandalias blancas muy bonitas y un top dejando ver su bien formado abdomen. La segunda contrariamente, llevaba una falda vaquera, hasta un poco por encima de las rodillas, un fino nicky de licra rosa y unas sandalias con algo de plataforma. (N/A: Cuando digo plataforma, en este caso, me refiero a que tienen tacón en la parte del talón y luego va haciéndose mas fino.)Su cabello antes enmarañado, caía libre y perfectamente brillante y liso, hasta media espalda. Esa misma chica, viendo solamente a un ocupante en la biblioteca pregunto muy educadamente:
- Perdone, si le molestamos, pero no habrá visto por casualidad a Harry Potter. ¿Verdad?
- Si, si le he visto.- Harry dejo el libro en un lado.- ¿De hecho señorita Hermione Granger, esa es la manera de saludar a un amigo?
Harry se levanto, sacudiéndose un poco el pantalón mientras miraba su mejor amiga sonriente.
- ¿Harry? ¿Eres tu?
- ¿Tu que crees 'Mione?
Hermione recorrió rápidamente los últimos metros que le quedaban entre Harry y el, y abrazo a su amigo.
- ¡Caray Harry! Estas genial, que cambio, creo que va a tener que contratar a guardaespaldas para que no se te echen encima.
- Gracias. Tu tampoco estas mal.- Soltó una risa que no gusto nada a Granger que bufo por lo bajo.- Buenos días Ginny.- se acerco y le planto dos besos en las mejillas.- ¿Bueno y para que me buscabais?
- Nada que queríamos hablar contigo. Vamos al salón. ¿Si? Es que este sitio es algo lúgubre.
- ¿Lúgubre?- pregunto Harry siendo arrastrado hacia la salida.- A mi me encanta.
- Lo que tu digas. Vamos al salón.- respondió Hermione tirando mas fuerte de la manga de su jersey.
- De acuerdo, pero dejar de tirar del jersey, me lo vais a romper. Y esperar, no me apetece dejar mi varita aquí, como vosotras comprenderéis.
Se giro busco su varita y cuando la encontró se la metió con un ágil movimiento en los bolsillos del vaquero y con un movimiento de mano, olvidado por completo que tenia publico, hizo que los libros volvieran a su sitio. Se giro, todavía sin ser consciente de lo que había demostrado y cogió a las dos chicas por los brazos y se encamino, arrastrándolas con el, hacia la salida.
Cuando llegaron al salón, este estaba completamente a oscuras. Harry preguntándose que demonios ocurría acciono un pulsador, para que el fuego volviese a las antorchas. Entonces muchas personas gritaron: "SORPRESA", mientras que Harry se quedaba completamente aturdido y sonriendo bastante sinceramente.
- Gracias.- agradeció sinceramente Harry.
La entrega de regalos se hizo de inmediato, quedando así Potter delante de un montón enorme de regalos.
- ¿Bueno vas a abrirlos o nos los quedamos? por que ya que no estamos seguros de que eres Harry, que nos hagas esperar... Muy mal, muy mal...- dijo Fred con una sonrisa.
- No hace falta ponerse así. Bien. ¿De quien es este?- Harry levanto lentamente un paquete rojo, son unos leones paseándose por el, tranquilamente.
- Es mío Harry.- dijo Tonks.- Espero que te gusten.
Harry lo abrió rápidamente, sin ninguna muestra de ansiedad, y sin romperlo. Eran unas gafas de sol preciosas de montura negra y cristales negro con algo de brillo, según la luz, en plata.
- Son geniales, Tonks. Gracias.- se acerco y le dio dos besos.
Y fue abriendo uno a uno los regalos y agradeciéndolos poco a poco, sin ningún tipo de prisa. Los Weasley, Molly y Arthur, le regalaron un bonito estuche con una preciosa pluma vuelapluma en un verde oscuro casi negro con sus iniciales grabadas en un delicado color oro, así como un reloj mágico de pulsera. Charlie habia enviado un colmillo del Colacuerno, que recientemente le habían extraído por unos pequeños problemas, en forma de colgante, que Harry se paso de inmediato por la cabeza. Ron, que también se había sorprendido tanto o mas que Granger, al ver a su amigo, y Hermione le regalaron un precioso álbum de fotos, con todos y cada uno de sus conocidos mas allegados retratados en el. Había fotos de Sirius, de Remus, de Tonks, del trío, por supuesto, de la familia Weasley y de todos y cada uno de los amigos de Harry en el colegio, así como fotos de Malfoy haciendo el ridículo o lleno de maleficios, que Harry no tenia ni idea de que existían y habían sido obra de Colin. Ginny le regalo un libro sobre Quidditch. Y Remus le había regalado un bonito relicario en color oro, que se abria en cuatro partes, en tres de ellas, estaban las fotos sonrientes de Lily, James Potter y Sirius Black. Y en la ultima estaban los tres, sentados en un sofá, James y Sirius riendo a mandíbula batiente mientras Lily, cargando a un pequeño bulto, que Harry reconoció como a si mismo, les miraba exasperada.
Potter se emociono muchísimo, aun que contuvo las lagrimas mientras abrazaba a Remus diciendo:
- ¡Es el mejor regalo que me han podido hacer nunca! ¡Gracias Remus, gracias de todo corazón!
El licántropo como respuesta estrecho mas al chico entre sus brazos, haciendo que los dos entendieran que ahora eran una familia y que los dos sufrían de igual y despiadada manera. No sabían cuanto tiempo había pasado, posiblemente minutos, quizás segundos o horas incluso. Se miraron fijamente a los ojos, cristalinos, y una especial complicidad surgió entre los dos. Se giraron a mirar a los demás y vieron que ya se habían empezado a colocar en una enorme mesa, llena de suculentos platos de Molly. Pasaron una comida muy amena, pese a que Harry, muy en el fondo, sentía un enorme vació. Sin duda, ese no era el primer cumpleaños que Sirius no le regalaba nada, de hecho había pasado sus primeros 10 cumpleaños sin regalos de ninguna clase, pero sabia que Sirius hubiera hecho cualquier cosa por hacerle sentir feliz el día de su cumpleaños.
Pasaron una tarde maravillosa, Harry tuvo el placer de poder degustar un delicioso pastel de chocolate y nata, después de haber soplado las 16 velas reglamentarias que correspondían a su edad.
Las sombras ya habían cubierto Grinmaud Place 12, y todos los candelabros habían sido encendidos mágicamente, así como las chimeneas. Todas las personas que se habían reunido para celebrar el cumpleaños del niño que vivió, estaban sentadas, formando un cuadrado, casi un circulo, en el que todos se veían las caras.
Hablaban de cosas tribales, intentando desesperadamente evadirse de todos los problemas que surcaban los cerebros de todos los presentes. Las muertes que iban en aumento, el miedo general, la incredulidad...estaban marcados en cada una de las mentes de los presentes. No podían ocultar la realidad, seguirían fingiendo en las horas venideras, solo por que creían que así, podrían liberar algo de tensión. O para no provocar estúpidas riñas entre ellos, amigos, conocidos , hijos y padres, que opiniones distintas tenían, sin duda; ninguno lo sabia con certidumbre, pero nadie estaba dispuesto a romper la falsa atmósfera de felicidad que reinaba en aquellos momentos.
Poco después de la cena, todos y cada uno de ellos, fue subiendo a sus habitaciones, menos Harry, que se había quedado pensativo enfrente del fuego, que empezaba a convertirse poco a poco en brasas. La voz de Tonks le hizo salir de su apartado y tranquilo mundo:
- ¿Que haces Harry?
- ¡Oh! Nada, Tonks.
- ¡Vamos puedes contármelo! Seguro que estabas pensando en la chica de tus sueños... ¿A mi querido salvador no le gusta nadie, a caso?
- ¡No estaba pensando en ninguna chica, Tonks!- se escandalizo el joven.- Simplemente estaba pensado en los recientes acontecimientos.
- Aja. A mi no consigues mentirme Harry Potter. Dime la verdad.
- Tonks, te estas pasando. Cuando te digo que no estaba pensando en ninguna chica, es por que no lo estaba haciendo. ¿Y tu que haces aquí?
- Nada. Pasaba por Londres y me di cuenta de que sentado enfrente de la chimenea de uno de los salones de Grinmaud Place nº 12, antigua residencia Black, recientemente acondicionada para ser la base de la Orden del Fenix, habitada por varios de sus integrantes, del estilo de Remus Lupin, Mundungus Fletcher... Como podrás comprobar la he encontrado por casualidad, después de haber revisado y quitado todos los hechizos de seguridad existentes tanto de Magia Blanca como Negra... Y por una de las casualidades mas remotas del mundo, he podido ver a Harry Potter el día de su cumpleaños, perfectamente escondido, pensativo, completamente cambiado, tanto física como psíquicamente, enfrente de la chimenea del salón de la mansión. Pero no te creas, solo paseaba por Londres, en una simple bata de raso... No te imagines que estaba a punto de irme a dormir, cuando he visto una luz y he dicho, supongo que a Harry se le habrá olvidado apagarla, por que ya es tarde, y ya estará en la cama. Si no tendré que enviarle a ella aun que sea por medio de algún maleficio. Pero bueno esa es una posibilidad entre millones, que no tiene ningún sentido. ¿Verdad?
- Ciertamente.- contesto Harry sonriente.
- No vas a irte a la cama ni aun que te mande una cruciatus. ¿Verdad?- pregunto Nymphadora, tomando asiento al lado del Chico de Oro.
- Pues la verdad, no.
Se quedaron los dos en silencio, sumidos en sus pensamientos. Hasta que Harry se giro a mirar a la chica, que ahora miraba fijamente a las cenizas de leña que residían en la chimenea.
- ¿Que miras, Harry? ¿Tengo algo raro?
- ¡Oh! No. Estaba preguntándome como seria ser una persona libre. Como seria vivir como tu, pudiendo cambiar de aspecto cuando quisiera. Olvidarse de todos y poder ir a donde uno quiera sin preocuparse del que dirán o ¿me mataran hoy? ¿A llegado el día?
- ¡Vamos Harry! Mucha gente daría por ser quien eres. Eres todo un hombre, has hecho cosas que ningún adulto hubiera podido conseguir siendo aun un niño. ¡Eres genial! Y además mucha gente te respeta.
- No, Tonks. Nadie me respeta, me idolatran malamente, solo soy una esperanza para todos aquellas personas que piensan: Si lo "mat" una vez. ¿Por que no habría de hacerlo otra? - guardo silencio durante dos segundos, organizando pensamientos.- Es difícil ser la esperanza de toda la población, cuando tu no guardas esperanza. ¿Lo sabias?
La chica vio como lagrimas silenciosas se escapan de aquel chico, sometido a tanta presión. ¿Por que no había podido tener una vida normal? Desde pequeño le habían marcado, le habían hecho tan diferente. Sus sentimientos poco habían contado, ni sus decisiones. Las duras pruebas por las que había tenido que pasar, los rechazos que había sufrido, todas aquellas perdidas, muertes, realmente incensarías.
Lo único que pudo hacer en esos momentos Nymphadora Tonks fue abrazar y consolar, con palabras susurradas al oído, a aquel, en aquellos momentos, frágil y indefenso chico, que la vida había maltratado muchas veces ya, en sus apenas 16 cortos años de vida.
Ninguno dijo nada durante un largo momento, los dos encontrado, un cierto confort en la presencia del otro, y en el silencio cómodo que se había instalado entre ellos. No sabían cuanto tiempo habían pasado allí, cuando con voz trémula la aurora consiguió articular:
- Vamos Harry. Tu no tienes la culpa. Esto es la guerra, y no lo dudes, recibirás muchos golpes bajos, como eso. Pero no eres el único que sufre...
- Tonks, ahórrate el discurso.- pronuncio débilmente el chico.- Se exactamente que si Sirius no me hubiera conocido, o Cedric no hubiera cogido la copa por mi insistencia, ninguno estaría muerto. Eso sin contar las numerosas muertes que no conozco. O la de mis padres, para poder empezar con las muertes en las que mas he influenciado. Murieron por protegerme, por esa estúpida profecía, por mi culpa.
- No es tu culpa Harry. Yo ya me he sentido así... Se lo que es perder a seres queridos, y Harry, no es tu culpa, por mucho que te empeñes.
- Es que no...
- Puedes evitarlo. Hace tiempo que no hablo de esto. De echo solo Dumbledor esta enterado de esto. Aun que creo que esto nos va a servir a los dos. Espero que lo que te voy a decir ahora, quede entre nosotros. Cuando yo era a penas una niña, mis padres murieron, Voldemort los ataco, poco antes de que ocurriera lo tuyo.- señalo brevemente la cicatriz, sin quitar sus ojos de las esmeraldas.- Sabes, mis padres, no eran muy queridos en la comunidad mágica, en parte por que mi madre era una Mortifaga, como una buena Black y bueno mi padre un Auror. Su relación no estaba bien vista por ninguno de los bandos... Bueno por las personas que lo sabían. Mi abuelo era el responsable del departamento de seguridad en aquella época y mando dar caza a mis padres, mando Aurores en su busca. A penas lo recuerdo, tendría 11 años, nos mudábamos cada semana, vivíamos en Paris o en Buenos Aires, en Oslo o en Ciudad del Cabo, visite todas las capitales mundiales en apenas unos meses. Tengo numerosos llaveros y recuerdos de allí, son mi único recuerdo, a parte de fotos, la mayoría de ellas perdidas, de mis padres. No recuerdo de ellos mas que una bonita canción de cuna que me cantaba mi madre y las largas y estilizadas manos de mi padre al piano. Luego tengo imágenes, "flashes" que duran a penas unos segundos. Los dos murieron a manos de Voldemort el 2 de Abril del mismo año que tus padres. Me quede sola y mi familia, ni materna, ni paterna, quiso acogerme. Viví en un orfanato hasta los 16. Entre a Hogwarts. He tenido varios problemas, y peleas grandes con mis compañeros de curso. Y bueno al final me metí en la academia de Aurores. Los estudios nunca se me han dado mal y es una gran ayuda no tener a nadie que te moleste, aun que no lo parezca. Y bueno aquí me tienes.- resumió la chica mientras dejaba escapar unas lagrimas y era el turno del chico de consolarla.
- Supongo que es mi turno. Bueno la muerte de mis padres supongo que no tengo que contarla, es algo histórico. Y bueno después de eso, he estado viviendo con mis tíos durante 11 años, a guisa de esclavo...
Harry le fue relatando, a petición de la joven, todo lo que le había sucedido en la escuela, año por año, temor por temor, reto por reto. A final del la larga biografía de Harry, Nymphadora, estaba pálida, y realmente impresionada. Se había imaginado la vida del héroe, muy por encima, y ya le había parecido horrorosa, ahora con mas detalles estaba a punto de inundar todo su pijama de nuevo, con gotas saladas.
- Vamos Tonks. Venga, ven, te acompaño y espero a que te acuestes.- dijo Harry estirando del brazo de la joven mujer.
La chica se dejo llevar hasta su habitación, el joven la arropo maternalmente y se fue a su aposento.
La mañana siguiente amaneció soleada ante los ojos de Potter, que no había pegado ojo. Se bahía mantenido, como tantas noches ya, sentado en el alfeizar de su ventana, contemplando el cielo negro, estrellado y el amanecer que teñía todo de rosa, naranja y amarillo, para terminar todo con un azul cian espléndido. Se aseo, rápidamente se cambio y bajo de inmediato a por un café bien cargado.
Reflexivo, se mantuvo, con su pose perfectamente recta, encima de una de las sillas de la cocina, con una mueca de concentración y la mirada verde, inexpresivamente perdida. La primera en bajar fue, así como la mañana anterior Molly Weasley. Esta vez, se saludaron mas cordialmente, mas amigablemente. El joven no cambio de pose, hasta que la mayoría de los habitantes de la casa estuvieron sentados y preguntaron por la joven auror:
- Estará durmiendo, no es de extrañarse, digamos que ayer no tuvo una noche muy tranquila.
- ¿No estarás insinuando...?- pregunto alarmada Molly.
- No. Señora Weasley, no se preocupe. Digamos que estuvo esperando a que me fuera a acostar... Una cosa no muy inteligente, por que yo apenas si duermo, duermo 2 o 3 horas y si ha eso se le puede llamar dormir, pero no estamos aquí para hablar de mi. Voy a despertarla.
Sin decir ninguna palabra mas, y habiendo sabido cuando salir de aquella habitación, antes de que empezaran als preguntas molestas, se dirigió hacia la alcoba de Tonks y entro, sin molestarse en llamar. La mujer estaba tumbada en la cama, con aun las marcas secas de las lagrimas que habían sido derramadas la noche pasada. A penas se veía una expresión angelical en su rostro ya que estaba totalmente cubierta por las mantas. Harry sonrió y intento despertarle.
- ¡Tonks!¡Despierta!
La chica balbuceo un poco y se giro.
- ¡Tonks, te he dicho que te levantes!- elevo un poco el tono el chico.
La chica siguió el mismo procedimiento.
- ¡ToNkS! ¡DeSpIeRtA!- casi grito el moreno.
La chica hizo caso omiso y se acurruco entre las mantas, tapando lo único que quedaba visible de su cuerpo.
- ¡TONKS! ¡QUE DESPIERTES!
La chica se molesto un poco y con una mueca se volvió a girar y acurrucar.
- Así que esas tenemos.- pensó el moreno
Harry se aplico un fácil hechizo encima de su voz y dijo con una voz silbante:
- ¡Señorita Tonks!¡Diez puntos menos!
- ¡QUE!- se levanto de un golpe la chica, dejando ver el mismo camisón de la noche anterior, y recito sin mirar la esbelta figura de Potter.- Sev ya te he dicho que no vuelvas a hacer una broma de esas. ¡No soy tu alumna! Y ahora déjame dormir.
La chica se tiro encima del colchón y sin mas miramientos se volvió a tapar hasta las orejas. Harry se había quedado fijo, al ver la reacción de la joven. Entonces se le ocurrió una idea que seguramente haría despertar a la chica. Movió la varita, cogió la jarra suspendida en el aire y la volcó encima de Nymphadora.
Un grito atrajo la atención de todo el mundo, que subió rápidamente a ver que es lo que había pasado. Se encontraron con una visión algo extraña y muy graciosa. Por una parte, Harry Potter, se encontraba sentado en el suelo, con lagrimas brotando de los ojos, riéndose como un loco, con las piernas encogidas y las manos apretadas al rededor del abdomen. Y por otra parte, una enfurruñada Nymphadora Tonks, empapada de arriba abajo, revolviendo su ropa, buscando su varita, con la firme intención de mandar un buen maleficio al chico desparramado en el suelo de su habitación.
La chica consiguió coger su varita rápidamente y apunto al chico, que sonrió ampliamente, se acerco a ella. Poso suavemente su mano encima del hombro de la auror y dijo con una amplia sonrisa:
- Tonks, no te enfades. Mírale el lado bueno, ya estas despierta y por cierto estas ofreciendo unas vistas excepcionales de lo que debería de ser un cuerpo de mujer. Y el color verde te va muy bien, sobretodo cuando es raso y se te pega tanto.
Entonces Harry, esquivando la varita de la chica salió de la habitación con grandes zancadas. Se dirigió a su habitaciones tumbo encima de la cama, después de recoger una carta del ministerio presumiblemente.
Lentamente la abrió y se encontró con una impecable y perfectamente lisible escritura, en cierto modo parecida a la de Hermione.
Estimado Señor Potter,
Le informo que los testamentos de Sirius Black y de James y Lilian Potter se abrirán y leerán en Hogwarts, colegio de Magia y Hechiceria Ingles. Se le pide su asistencia el día 2 de Agosto a las 9 de la mañana.
Cordialmente, mi mas sentido pésame,
Regina Hupjas,
Encargada de la sección de regulación de testamentos.
El joven se quedo estático y muy tenso durante un buen rato. Finalmente, después de unos momentos de tensión en los que por poco hizo una locura, se levanto con una expresión vacía y se dirigió al salón.
Allí estaba Albus Dumbledor, con una taza de te entre las manos lo esperaba. Harry pensó que si no se agarraba todo el autocontrol que tenia acabaría haciendo algo al director, aun que supiera que no era el, el culpable de la muerte de su padrino, muchas muertes se podían haber evitado. Su mascara fría aun estaba intacta y sus ojos se habían vuelto tan vacíos y sin expresión que parecían simples círculos verdes de un color especial. Saludos cordiales, falsedades prácticamente automáticas que salen de la boca, una y otra vez, sin darse cuenta. ¿Realmente importaba? ¿Realmente importaba seguir así? ¿Por quien?
Un trasladador se activo a los pocos minutos, una habitación circular, un numero excepcional de cuadros y cachivaches inservibles para la mayoría de la población mundial se situaban allí. Una mesa redonda había sido puesta en medio del despacho del director de la escuela. Únicamente quedaban 2 sitios libres, el de Harry Potter y el de Albus Dumbledor, que se sentaron de inmediato lejos el uno del otro.
El moreno se encontró entre Remus Lupin y una mujer, desconocida para el, de la que se podía resaltar, una preciosa y llena de bucles melena castaña con mechas rubias y una expresión seria y definida enmarcada en una gafas de montura negra cuadrada. Al ver que todas las sillas eran ocupadas, Albus Dumbledor agito la varita encima de una esfera muy parecida a la de la profecía y una luz cegadora salió de ella.
Cuando todos pudieron volver a enfocar la vista, o simplemente a abrir los ojos, se sorprendieron bastante, sobre todo para los que era el primer testamento que leían. Un sirius Black, con un cuerpo arreglado, una espléndida sonrisa y una túnica aterciopelada zafiro, haciendo juego con sus ojos, se apoyaba en el escritorio de Dumbledor, retirado a una esquina. Harry se quedo estupefacto al ver a su padrino allí parado y la estupefacción se llevo al limite cuando vio a la figura hablar:
- Hola a todos. Bien esto es una situación difícil, la verdad, preferiría veros a todos en otras circunstancias, pero desgraciadamente no se puede volver al pasado, no una vez que estas muerto, en todo caso. En fin... Supongo que tengo el tiempo justo para expresar mis ultimas voluntades. Primero, al haber heredado la mayoría, por no decir la totalidad de la fortuna de los Black, dispongo de varias fincas y casas repartidas por el mundo, si mal no recuerdo son 14. Inversiones en negocios muggles y mágicos, que aportan muchísimos beneficios al año. Una cámara de alta seguridad en Gringotts y 6 cajas fuertes.
Bien, 1 cámara en Gringotts será dada a la familia Weasley, otra para financiar los posibles gastos de la Orden, así que se pondrá a nombre de Albus Dumbledor, dos serán para ti Remus.- El hombre se paseaba alrededor de la mesa, pensando.- Y bueno todo lo que queda para ti, Harry. Menos la propiedad de Grinmaud Place, donada para la orden. La casa de veraneo de Marsella, se que es tu preferida Elena, espero que me perdones, por todo lo que te he hecho pasar. Y la de Tahiti, que tambien es la preferida de Remus. Bien supongo que eso era todo. ¡Oh! Casi se me olvida. Primero, supongo que me habréis incinerado y echado al mar, si, Remus has tenido que ocuparte de ello. Y segundo quiero que todos los baúles que se encuentran en el ático sean entregados a mi ahijado, sin revisar el contenido de ellos. Y bueno, supongo que ya nos veremos.
La figura, alta, estilizada de Sirius Black, desaprecio tan pronto como había desaparecido, sin tiempo a despedidas, sin tiempo a mas palabras.
Su lugar fue tomado por la pareja Potter, segundos después.
- Bueno, centrémonos y terminemos cuanto antes, no queremos dañaros mas.- la voz suave pero firme de Lilian se hizo oír.- El heredero universal de todos los bienes es Harry, que ahora tiene que tener 16 o 17 años, si lo que esperamos se realiza. Supuestamente una de las cámaras en Gringotts se ha dejado abierta para que nadie tenga que pagar ninguna de tus necesidades. Lo único que esta excluido de tu herencia, mi niño, son las cosas prometidas a nuestros amigos.
- Remus, todos los recuerdos de los merodeadores que tengo son para ti.- continuo James.- Elena, tu te vas a quedar con la colección de música que te prometimos. Y bueno Lily te ha prometido Snivellus, ciertas cosas, son tuyas. Nos veremos.
La pareja soltó abrumadoras sonrisas de cariño y felicidad, así como de tristeza. Y se desvanecieron. Su hijo, impotente se quedo con la vista fija en el aire, para moverla ligeramente. Fue entonces cuando la mirada verde selva encontró la esbelta figura del profesor de pociones, apoyado contra la pared, con los brazos cruzados encima del pecho. Con una expresión melancólica, acorde a todas las de los presentes.
La tensión era enorme, el chico solo atino a salir de allí, corriendo y pegando un portazo tras de si. Corrió, corrió hasta cansarse, se había adentrado al bosque prohibido, pero tan rápido como lo había hecho, sin darse cuenta, salió de el.
El sol flamante, iluminaba el lago, aquel enorme espejo, de agua cristalina. Se sentó a la sombra de un árbol, el único de todo el prado, situado donde se podía ver todos los terrenos de Hogwarts y la escuela misma. Una suave brisa mecía al joven, entre sus brazos. Los ojos verdes, mantenidos inexpresivos hasta hacia unos momentos, parecieron inundarse, cubrirse de una capa de brillante liquido transparente. Sin embargo, la mezcla de desesperación, desolación y dolor, aquel cruel dolor, se podía leer en esas esmeraldas opacas.
Esos ojos dignos de un viejo guerrero, superado por todas las batallas luchadas, mostraban al verdadero joven a quien pertenecían. Alguien que era perseguido por los recuerdos, por la muerte, por aquella maldita suerte que le hacia continuar vivo un día mas. ¿Pero para que se necesita esa suerte? Cuando lo que realmente deseas es que te olvide. Ya has entendido que la única liberación es esa, pero sabes que debes luchar, luchar por un mundo libre para todos, por todos los que se sacrificaron. ¿De donde sacar fuerza? ¿Donde se encuentra esa famosa valentía? ¿Quien se la ha llevado? Todos aquellos, que mueren, día a día, por salvar un alma que nadie puede rescatar del oscuro abismo de su mente y de su alma.
Los recuerdos te tormentas día y noche. Cuanto mas tratas de encerrar en el olvido, mas recuerdas, mas los sentimientos que intentas esconder, en un lugar pequeño y oscuro de tu alma, mas te atormentan. Esos puñales que se clavan en ti. Esos mismos puñales, que realmente son lo único que te hace sufrir, llorar y te dan vigor, vigor para luchar contra aquel ser, deseoso de Poder.
- Poder, poder, poder.- no pudo evitar recitar en apenas un susurro el moreno.
Esa era la única diferencia entre ellos dos. Aquella alma inmunda era igual a la suya, eran tan parecidas y a la vez tan diferentes. Voldemort, aquel era nombre que causaba estragos en las frágiles mentes de todos. Tan solo 9 letras, unidas, causaban que cualquier ser valiente y fuerte se pusiera a temblar irremediablemente. Tal era el Poder que ejercía el Oscuro Señor, tenia la mente de la gente bajo su control, simplemente al recitar su nombre. Es tal la estupidez de las mentes, humanas y animales, que se dejan poseer por 9 letras. Esas nueve letras que irradiaban, en conjunto, Poder y ansias de mas Poder. Aquella era la verdadera razón del empeño de Tom en volverse inmortal. Sabia que en cuanto el envase que lo mantenía en la Tierra lo abandonase, el Poder se esfumaría y Harry también lo había aprendido. Para el la muerte seria la definitiva liberación, aun que no se daría el privilegio de la liberación sin llevarse, a aquel ser Oscuro consigo. Esa seria su tortura, aquel seria el precio de haber maltratado y torturado. Esa falta de poder, esa fuerte droga, a la que era demasiado adicto, le seria arrebataba, extirpada por completo. Y aquel Gryffindor estaría mas que gustoso de aplicársela.
Los ojos del chico se volvieron inexpresivos de repente. Se levantó aplicándose, después de mirar alrededor, un hechizo limpiador, para todas aquellas briznas de hierba verde que se habían instalado en su ropa. Se dirigió hacia el Gran Comedor, después de haber comprobado gracias a su nuevo reloj, que la comida se serviría en breve.
Nadie dijo nada al verle, igual por la actual postura de suficiencia y en cierto modo superioridad, con pasos firmes, se sentó en una silla al rededor de una mesa redonda suficientemente grande como para abarcar a 30 personas. Comió pausadamente, sin dirigir la palabra a nadie. Se levanto de la mesa, y bajo indicaciones de Dumbledor fue a instalarse a unas habitaciones, cerca de la torre de Gryffindor.
IMPORTANTE:
Bueno lo que quería comentar es que el 2/04 me voy de viaje de fin de curso al Reino Unido, toda la semana. ASCII que voy a tardar mas en escribir. Intentare escribir antes de irme, pero dudo que termine el cap.5, aun que podría ser, con algo de suerte.
ReSpUeStAs a los ReVieWs:
Polloman:
Gracias por dejar tu opinión, y por la valoración en si. Y bueno gracias por molestarte en leer mi otro fic, yo ya te he dejado un review en el tuyo que es GENIAL!!
Gracias, BeSoS :-)
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Jessy:
Ya se que soy mala... Jajajaja XD. En fin que conste que yo no me hago responsable de los traumas que cause, vamos que no voy a pagar la factura del psicólogo o psiquiatra. Lo siento. Y muchas gracias por guardar mi secreto. TE lo agradezco profundamente. jajajajXD
Gracias, BeSoS, Cuídate :-)
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Luz de Luna:
Bueno Gracias, por tu opinión, a mi también me gusta el Harry así. Lo de actualizar pronto, conmigo va por temporadas, como podrás comprobar.
Gracias, Saludos. :-)
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Marla:
No voy a hacer un cambio radical, pero si voy a hacer un cambio bastante brusco y que se note. Tranquila. Lo de los capítulos, bueno lo intento, pero no se me da muy bien, al parecer ;; ;; En fin.
Gracias, Hasta el próximo cap. :-)
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LeoHagrid:
Bueno pues por fin he actualizado. En lo referente al físico, bueno pues va a ser mas tirando a musculoso, pero no llegando a ser tipo los culturistas... No tengo nada en contra de ellos, pero me parece una exageración y en cierta forma antiestético.
Gracias, Saludos desde Euskadi. (España)
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Javi Fernandez:
Bueno estoy bien, espero que como tu. Gracias por apreciar tanto mi humilde fic. La verdad es que me ha sorprendido que hayas dicho eso, y halagado a la vez. Por que sinceramente, yo no encuentro tan buena la historia. Lo de escribir a menudo, pues bueno ya ves que hay temporadas. A partir de ahora intentare ser mas regular pero como ya he dicho antes del capitulo, cuando no me sale, por mucho que me tire horas delante de la pantalla, no me sale. Y la verdad, tampoco estoy muy contenta con este capitulo... Pero bueno.
Gracias por todo, BeSoS :-)
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Yambe Akka:
Hola, bueno no tengo pensado ponerle otro pircing o pendiente. Pero igual se me cruzan los cables y le pongo otra, ya veremos. no he subido muy rápido este capitulo, pero bueno.
Gracias, Saludos. :-)
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Car -o- line:
Hola, supongo que gracias por lo de mi lado oscuro XD. La verdad nadie me había dicho algo así, nunca. De hecho, la mayoría de la gente, dice que soy demasiado seria como para posicionarme de alguna manera. Simplemente, me gustan las cosas bien hechas, de una manera o de otra. bueno volviendo al fic. No se va hacer mas frió, pero si que se va a distanciar.
Gracias, Saludos. :-)
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CMBLupin:
Hola Carmen!!
Bueno supongo que gracias por lo de para tener 13 lo haces muy bien. Bueno he actualizado cuando he podido... Y bueno a ver si te gusta. Por cierto me estoy poniendo en lo de nuestro asunto... Ya sabes si quieres unas clases de French...Pídelo. Intentare ayudar en lo que pueda ;-)
Gracias, BeSoS. :-)
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Lilian Black:
Lo de los capítulos, como he dicho a mucha gente, la verdad es que no lo hago a propósito, mas me gustaría a mi poder escribir capítulos largos y interesantes.
Gracias, Saludos. :-)
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Sana:
Lo único que puedo decir es que muchas gracias por tu review y tu opinión.
Gracias, Saludos. :-)
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XaYiDe:
Bueno pues como siempre muchas gracias por todo. ¡Eres genial! Lo que va ha pasar. Lo siento pero te dejo con la intriga. Si, ya lo se, soy muy, muy, muy mala XD XD. siento lo del pelo... A mi me gusta de las dos maneras... Bueno a mi Harry me gusta de todas las maneras XD.
Gracias por todo, BeSoS. :-)
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AlexXx:
Bueno pues al igual que de costumbre: MUCHAS GRACIAS! Lo de actualizar, lo intentare, lo prometo. Nos vemos en el siguiente Cap.
Gracias, BeSoS. :-)
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Sly:
Bueno como ya llevo respondiendo a no se cuantas personas, intentare lo de los capítulos mas largos. Pero realmente se me hace raro... Y es algo gracioso, por que en mi primer fic, que ahora ya no esta publicado en ningún lado, empecé haciendo capítulos de 40 paginas del word, así que imagina.
Gracias, BeSoS. :-)
Bueno esto era todo,
Hasta el próximo Capitulo (que espero sea mas largo)
SaludoS,
¸.·¯·.¸¸.·¯· MiRuG ·¯·.¸¸.·¯·.¸
