Jueves 3 de Junio. 7:00 a.m. Sala común de Gryffindor.

- ¿Ya has hablado con ella?

- Sí, ya lo tiene todo preparado, además su parte es la más fácil.

- Supongo… aún así, hay que asegurar todo. ¿Y lo de Ron?

- Sólo me falta hablar con él. El resto ya lo saben, no creo que tarde mucho.

- ¿Quién no va a tardar mucho? – preguntó Ron al llegar con Ginny a la sala común.

- Tú, tenemos hambre y queremos desayunar- replicó Harry.

- Bueno… bueno… luego decís de mí, pues ya estoy aquí, vamos a desayunar.

Los cuatro se dirigieron al gran comedor. Ginny como de costumbre llevaba un semblante muy serio, y no hablaba, no le gusta nada el comportamiento de su hermano, le resultaba infantil, por no decir que resultaba bastante bochornoso, que tu hermano mayor estuviera detrás de ti en todo momento.

Cuando llegaron al gran comedor Ginny se separó y se sentó con sus compañeros de curso, lo cuál agradecían todos los de la casa, pues la situación entre los hermanos era bastante incómoda. Siempre metían a alguien en medio, normalmente Harry o Hermione, con cosas del estilo "Harry, le puedes decir al ser q está a tu lado que me pase la leche", a lo que el "ser", Harry hablaba con el "ser" es decir, Ron, y este contestaba "dila a la antipática, que es una desagradecida y no ve que lo hago por su bien", empezando una discusión, en la que el tercero hacía de intermediario, porque si esa persona no lo hacía, la bronca iba dirigida hacia él o ella, aguantando la ira de los pelirrojos hermanos.

- Ron, el equipo ya lo sabe, me faltas tú – dijo Harry cuando se sentaron.

- ¿El qué? – preguntó el aludido mientras se llenaba el plato de un sinfín de cosas.

- Esta tarde doblamos el entrenamiento. Ayer pude observar un poco el entrenamiento de los Ravenclaw y me preocupa…

- Venga Harry… no seas paranoico

- No es paranoia – respondió ofendido – no quiero perder… es nuestro último año… deberíamos despedirnos a lo grande, además… si nos descuidamos pueden ganar ellos la copa, no tenemos mucha diferencia de puntos.

- Visto así… ¿y el entrenamiento de mañana a las 5? ¿Sigue en pie?

- Por supuesto, no quiero que haya ningún fallo.

- Y te quejabas de Oliver… eres peor – dijo el pelirrojo entre divertido y resignado, sobre todo lo segundo.

- Ron… es por una buena causa… además, no me irás a negar que en la última victoria no disfrutaste de lo lindo… "ciertas"… felicitaciones – el chico se puso automáticamente rojo y por poco se atraganta con los cereales.

- No, no, no me quejo – y miro de refilón a Hermione, que atendía una duda de encantamientos de Neville, provocando que a Harry, al ver a Ron mirar a su novia, se le agrandara la sonrisa - ¿a qué hora?

- De 5:30 a 8:30. Le he pedido a Dobby, que nos llevara la cena a la sala común, de esa manera, nos podremos ir a dormir en seguida y descansar.

- Hermione – dijo Ron, haciendo que la aludida voltease la cara – esta tarde quiero que acompañes a Ginny dónde Snape y la traigas de vuelta – se quedó pensando un momento – de hecho… quiero que cuando termine os vayáis directamente al campo de quidditch así…

- Ni de coña – interrumpió Hermione – Acepto llevarla y recogerla, pero me niego en rotundo ir al entrenamiento para que nos veas – dijo muy enfadada – suena tan… - y se mordió la lengua.

- Bueno… vale, tampoco hacía falta que te pusieras así – no entendía porque se ofendía de esa manera, por lo que siguió con su desayuno. Mientras sus amigos sonreían ante su pequeña victoria.

Pasillo de Encantamientos. 1:15 p.m.

- ¡Hola guapo! – dijo una voz femenina.

- ¡Hola preciosa! – respondió una masculina.

- Está todo listo… no he tenido que hacer nada, como Snape le castigó debe acudir forzosamente. Lo malo es que no puedo vigilarle, se desaparece cada dos segundos. Me cuesta mucho seguirle.

- ¿Se ha dado cuenta?

- ¿Bromeas? No se entera de nada, le llamas y no te oye. Está tan deprimido que si me paseara desnuda delante de él ni se daría cuenta… no me vería.

- Pero eso es algo que no vamos a comprobar… ¿verdad?

- Bueno… quería pasearme desnuda… pero no delante de él, tenía en mente a otra persona.

- Mmm… ¿podría ser el afortunado?

- Podrías.

- En ese caso podemos negociar lo del desnudo.

- No sé señor Potter… sus negocios no tienen buena reputación.

- Puede, pero sé que a usted le chiflan (nota: chiflar encantar, entusiasmar, fascinar…) – y la rodeó por la cintura, acercándose a ella melosamente.

- Oh, por favor – dijo alguien – esto es algo que no quería ver – dijo Malfoy tapándose los ojos.

- Draco… cállate – dijo enfadada Pansy.

- Para no enterarse de nada, nos ha visto muy bien – dijo Harry muy bajito. Pansy sólo sonrió.

- Además – continuó Pansy, sonriendo de forma malvada – yo también te he visto con cierta persona, haciendo ciertas cosas que tampoco quería ver.

- Pansy… - susurró de nuevo Harry preocupado.

- No te preocupes, ahora me hará caso y le tendré controlado - dijo en el mismo tono que Harry, le besó y se fue en dirección al rubio pasando de largo – Y no sólo la vez que os pillaron – dijo a la altura de Draco y siguió con su camino

- ¿Qué es exactamente lo que has visto? ¿Y cuántas? – dijo Draco, siguiendo a Pansy por el pasillo.

Harry sonrió, ver a Draco así era muy divertido.

Entrada al gran comedor. 1:30 p.m.

- En serio… la aptitud de tu hermano empieza a sacarme de quicio – dijo Hermione.

- Jajaja – Ginny no pudo evita reír – lo siento Hermione – dijo ante la mirada de la chica – me hace gracia que sea AHORA cuando te exaspere – puso mucho énfasis en el ahora.

- Antes también. Pero es que cada día es peor, y no se da cuenta de que lo que hace es absurdo. Al menos ahora nos ha dejado solas.

- Ya, porque tenía mucha hambre y hoy ponían su plato favorito – Hermione sonrió ante el comentario – Estoy agobiada, con él me siento como en arresto domiciliario, o algo parecida.

- Jejeje… me alegro que leas cosas muggles, pero el arresto domiciliario es otra cosa, pero te he entendido.

- Vaya, vaya, vaya. Miren que tenemos aquí.

- Zabini lárgate – dijo Hermione.

- Weasley… cada día estás mejor – se acercó a ella un poco.

- No te acerques a ella – pero Zabini no hizo caso de la advertencia de Hermione, la empujó con fuerza y la tiro al suelo.

- Cállate y estate quietecita – la gritó – Weasley y yo tenemos un asunto pendiente, no te metas – Hermione iba a replicar pero Ginny le hizo un gesto con la mano, y se quedó quieta.

- ¿Cuál es ese asunto? – preguntó dulcemente

- Quiero terminar lo que empecé la última vez – y la agarró de la cintura de forma muy posesiva.

- Mmm… es curioso – susurraba enfrente de su boca – yo también.

Zabini dibujó una sonrisa "esto será más fácil de lo que pensé", pero sus pensamientos fueron interrumpidos, repentinamente, tras un ruido.

Dolor, sólo sentía dolor, uno tan fuerte que cayó al suelo. No podía hablar, casi ni respirar. Levantó la cabeza y dirigió sus ojos a la causante del dolor… Ginny. Tenía una cara de satisfacción asombrosa, que al chico asustó.

- Espero… Zabini… que eso te enseñe a tratar a una chica. No quiero que te vuelvas a cercar a mí o a mi amiga – y señaló a Hermione – o alguien a quien conozca, por que la próxima vez no seré tan delicada y en lugar de darte una patada, te las corto – Se dio la vuelta cogió a Hermione del suelo y entraron al gran comedor, dejando a Zabini tirado en el suelo, con sus manos en su entrepierna, y unas lágrimas en los ojos.

- Jajaja – oyó unas voces – Que vergüenza Blaise, te ha derrotado una chica, pero eso no es lo malo si no que encima es una Gryffindor, pero peor aún, una Weasley – dijo Pansy entre lágrimas por la risa.

- Cá…lla…te - dijo en un susurro mientras se movía, para intentar levantarse, aunque sólo logara ponerse de rodillas. Pero un pie lo volvió a tirar al suelo. Draco lo empujó casi sin fuerza al suelo de nuevo.

- Mejor quédate quieto… porque como te levantes te remato- dijo Draco enfadado – Te dije que no te acercaras a ella, espero que con esto me hagas caso – Pansy y Draco se metieron también en el comedor. Draco iba sonriendo muy satisfecho de su chica.

- Señor Zabini – "no, alguien más no, por favor", pensaba el chico llorando – pensé que era más inteligente, al fin y al cabo está en Slytherin… pero parece que es más lento que el resto. "Movilicorpus" – Zabini levito- le llevaré a la enfermería.

- Gracias… profesor Snape - dijo con esfuerzo.

- Oh… no me de las gracias, no después de saber su nuevo castigo. Creo que estará más ocupado por las tardes. Si no recuerdo mal, el profesor Hagrid, necesita ayuda con una de sus "mascotas", estará feliz al saber que tendrá un ayudante – Y no pudo más, se desmayó.

Campo de Quidditch. 5:00 p.m.

- Que sí Ron – gritó Hermione fuera de sí.

- Cariño… no entiendo por que te enfadas.

- Pues cállate. Sabes muy bien que no estoy de acuerdo con lo que haces, sabes que no me gusta que desconfíes de esa manera de tu hermana, pero encima que desconfíes de mi es el colmo.

- No desconfió de ti – a lo que Hermione levantó una ceja, mirando seriamente – vale… quizás es lo que parezca.

- No es que lo parezca, es que ES lo que estás haciendo – respiró hondo y volvió a mirar a su novio – cariño, ¿es que no lo ves? Con esa aptitud lo único que lograrás es separarla de tu lado, que te odie.

- Pero lo hago por su bien – protestó.

- Sé que piensas eso, pero ella piensa de otra manera, la agobias, casi no se relaciona con nadie, más que ayudarla… la estás perjudicando. Es tu hermana, no es la primera vez que es equivoca, ni la última, y tú no vas a estar siempre ahí. Es mejor que la dejes afrontar sus problemas, dala tu apoyo, ayúdala, pero cuando ella te lo pida.

- Sé que lo que dices tiene sentido, que es lógico, y que lo más seguro es que tengas razón, pero no puedo dejar de pensar como siempre. Dame tiempo, lo pensaré, recapacitaré o me mantendré firme en mi postura… pero mientras tanto, prefiero seguir protegiéndola.

- Esta bien, no puedo hacer nada más. Sólo espero, que cuando te des cuenta, no sea demasiado tarde…

- En serio Ginny, con lo bien que vuelas no sé por qué no te presentaste a las pruebas del equipo – comentaba Harry, mientras se acercaban a la pareja.

- Lo pensé… pero después prefería dedicarme a los estudios. El quidditch me gusta mucho, pero me quitaría muchas horas a la semana.

- Así se habla – dijo Hermione orgullosa de su amiga.

- Creo que pasas demasiado tiempo con ella – contestó Harry, logrando que todos rieran, menos Hermione – vamos, Hermione… sólo era una broma.

- Sí, graciosísima – dijo sarcástica – Ginny son y cuarto, debemos irnos ya si quieres llegar puntual a dónde Snape – le dio un beso a su novio y se despidió de Harry.

- Adiós Harry – es lo único que salió de la boca de Ginny, dejando a un Ron abatido.

Entrada de Hogwarts. 5:35 p.m.

- Ginny, aquí te dejo ¿vale?

- ¿No me acompañas? Creí que Ron…

- Tu hermano puede decir lo que quiera, yo conozco la verdad, confío en ti y en Draco, el que me preocupaba era Zabini, pero ya he visto cómo te encargabas de él.

- Gracias – sonrió Ginny – será un alivio estar unas horas libre por el castillo.

- No me des las gracias, y aprovecha este tiempo – y empezó a alejarse – tal vez con cierto rubio ¿no? – dijo antes de desaparecer por algún pasillo.

- Jejeje – reía – gracias Hermione – y se fue en sentido contrario.

Aula 310. En desuso, enfrente de la de pociones. 5:55 p.m.

Alguien entró como un rayo a la clase y cerró rápidamente. Venía sofocada tras una larguísima carrera. Respiraba agitadamente, aunque procuraba normalizar su respiración.

- Chica respira, te va a dar algo – dijo Pansy.

- Me gustaría… ver… tu estado… tras correr… lo que yo… he corrido. He… dado… una vuelta… increíble… para que no me viera – contestó Hermione entre respiraciones profundas.

- Pues ya estás aquí, tranquilízate – Hermione la miró con mala cara – hija, si pones esa cara siempre, espantarás a tu novio.

- No sé que vio Harry en ti.

- Yo tampoco – y se echaron las dos a reír.

- ¿Ya está en clase?

- Sí, ha llegado hace un momento. ¿Y ella?

- Debe de estar apunto de llegar – miró su reloj – sí, yo he corrido mucho y he ido por un camino más largo, ella iba a u paso normal – Pansy se acercó y miró el reloj de Hermione.

- Pues será mejor que llegue ya. Snape odia la impuntualidad.

Las dos chicas se pusieron en la puerta, la abrieron un poco y se quedaron observando la llegada de Ginny.

- Granger… tarda mucho.

- Lo sé, si no llega en cinco minutos voy a por ella, me…

- Ssshhh – la interrumpió – ahí llega.

Ginny apareció por el pasillo a las seis y cinco, venía sonriendo y andaba despacio, cómo disfrutando de su pequeño "paseo". Se acercó a la puerta, llamó un par de veces y esperó a q le dieran permiso, le indicaron que entraran, cerrando la puerta tras de sí.

- Hecho… ahora depende de ellos – dijo Hermione

- Y de Snape ¿no?


Hola.

Siento mucho la tardanza, pero he empezado la Universidad, y le empecé más tarde que el resto, por lo que debía (y aún debo) ponerme al día.
Estoy muy contenta, porque he llegado a los 80 reviews y me ha hecho mucha ilusión. Así que os doy gracias de corazón, espero que sigaís leyendo la historia, y dejándome reviews ;).

Os dedico la hisroria a los queleís mi fic, y en especial a todos los que os tomaís la molestia de escribirme, espero no defraudaros.

Un beso. Ciao.