Draco estaba preocupado, hacía casi una hora que Ginny había salido del Gran Comedor con su hermano, y había visto a los otros dos Gryyfindors preocupados.

Iba pensando en o que le podía haber hecho el colorín a su chica, cuando unas risas le distrajeron. Se acercó al aula de donde provenía el 'escándalo'.

- Pobres Fred y George, jajajaja – se oía a una de las voces – no puedo creer que fueras tan cruel con ellos.

- ¿Cruel? – Draco sonrió, esa voz la conocía a la perfección, así que decidió entrar lentamente en el aula – No veas como se portaron, parecían dos crios pequeños, me pusieron nerviosa y se me ocurrió en el momento.

- ¿En el momento?

- Bueno, tardé diez minutos en pensar como hacerlo, y sólo uno en imaginar lo que les quería hacer – Draco ya estaba en el aula, observando entretenido a los dos hermanos.

- ¿Y qué hicieron nuestros padres?

- Tu madre gritó un poco y tu padre se tuvo que retirar de la habitación porque no podía aguantarse la risa – dijo Draco. Ginny sonrió al verle y Ron frunció un poco el ceño.

- ¿Sólo gritó¿ni te castigó ni nada? – siguió Ron.

- Sólo gritó, creo que tuve un poco de suerte.

- Sí, supongo – contestó Ron y miró a Draco.

- Os estaba buscando, hace una hora que os habéis ido del comedor – y se sentó al lado de Ginny, justo en frente de Ron.

- ¿Una hora? – dijeron los pelirrojos a dúo.

- Sí, una hora ¿Qué habéis hecho para no daros cuenta?

- Hemos hecho las paces – dijo Ginny – y luego le he contado lo que nos ha pasado en tu casa estos días.

- Siento lo de Snape, Malfoy – dijo Ron intentando sonar amable y convincente.

- Ah… - y se quedó callado. Ginny miró a Draco enfadada y siguió hablando – gracias.

- Ron me ha pedido ayuda con Hermione – dijo Ginny para romper el hielo.

- ¡Ginny! – se quejó Ron.

- ¿Qué? Es cierto.

- Ya, pero no hace falta que lo sepa todo el mundo.

- No te preocupes, no lo iba a ir diciendo por ahí – contestó Draco.

- En fin, se nos ha ocurrido un plan…. Parece que nuestra hora ha sido bastante lucrativa, y necesitamos tu ayuda.

- ¿Qué¿Malfoy es el factor externo? – preguntó Ron.

- Sí – dijo totalmente tranquila.

- Pero… pero… no – y se llevó las manos a la cara. Podría vivir con que le "ayudara" una vez, pero dos… eran demasiadas.

- ¿Qué he de hacer? – prosiguió Draco sin hacer caso a Ron.

Ginny se acercó al oído de Draco y empezó a susurrarle palabras. En ese momento Ron levantó la cabeza, pero rápidamente la volvió a bajar. Esa escena era algo que tampoco desearía haber visto.

- Eso es fácil – dijo Draco cuando Ginny se puso bien en su asiento - ¿cuándo se supone que lo vais a hacer?

- Hoy es viernes ¿no? – dijo Ron, que había recuperado un poco la compostura – lo mejor sería mañana, la semana que viene nos vamos, y con los cargos de perfecta y premio anual que tiene, no tendrá tiempo.

- Bien pensado – admitió Draco - ¿se lo diréis a la doble P?.

- ¿La qué?

- La nueva parejita, Potter y Parkinson, la doble P.

- ¿Saben que los llamas así? – preguntó Ginny, divertida por el apodo.

- Lo dudo, de todas formas es algo que no me quita el sueño.

- Pues no, la doble P no se va a enterar – dijo Ginny – con ellos ya tendrá tiempo de hablar, lo importante aquí es Hermione.

- Bueno yo he de irme, tengo transformaciones ahora, y si falto McGonagall me matará – dijo Ron.

- De acuerdo, entonces te veo después en la sala común para ultimar todo.

- Bien – se levantó le dio un beso en la frente a su hermana y le dedico un movimiento de cabeza a Draco, después salió del aula.

- Nosotros también deberíamos irnos – dijo Ginny

- Alto pelirroja. Me debes tres cosas y al menos quiero cobrarme una ahora.

- ¿Tres?

- Sí, tres. ¿Sabías que el factor externo, ayudó un poco al factor pelirrojo para que se reconciliara con el cerebro del plan?

- ¿Y eso?

- Eso es algo entre nosotros, pero aún así, me debes una más, por lo que la suma asciende a 3 – y se acercó a sus labios para besarla.

- No, espera… - dijo Ginny retirándose en el último momento. Draco iba a protestar, pero Ginny le puso un dedo en la boca – en este aula nos pueden pillar, vamos a otro sitio.

- ¿A dónde?

- ¿Quieres conocer la habitación de sexto de Gryffindor? – y le guiñó un ojo. Draco sonrió satisfecho.

.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

- Hola Hermione – dijo Ginny sentándose con ella para cenar.

- Hola – dijo con desgana - ¿Qué te ha dicho tu hermano¿Habéis hablado?

- Más o menos – dijo en tono triste – ha intentado hablar conmigo, pero… no lo ha conseguido, así que no hemos hablado mucho.

- Oh – dijo más apenada – si te sirve de algo, sé que hará las paces contigo.

- Lo sé Hermione, lo sé. Pero me preocupas más tú ¿cómo lo llevas?

- Bien supongo, pero me mata mucho su indiferencia, es como si no quisiera nada de mi existencia.

- Sabes cómo es, es muy testarudo, pero no te preocupes¿vale? – Hermione intentó sonreír un poco – Mira, esta noche tú y yo vamos a tener una noche de chicas. Vamos a ir al cuarto de requerimientos y nos divertiremos las dos.

- No sé…

- Bueno, si quieres podemos invitar a Parkinson, así podríamos poner verdes a los chicos. No dejaremos títere con cabeza – dijo entusiasmada.

- Nos pueden pillar

- Y qué más da, es tu último año en Hogwarts, la guerra cada vez está más cerca, tenemos que disfrutar algunas veces, además… así pensamos un plan para el cabezota de mi hermano – esto último fue lo que termino de convencer a Hermione.

- Sí, pero prefiero algo tranquilo, si quieres a Pansy, por mi vale, pero no me apetece estar con más gete.

- De acuerdo, pues yo me encargo de llevar algo para picar y algo para beber, tú habla con Parkinson, yo es que aún no le he pillado el punto – Hermione rió.

- ¿Qué tal a las once? Así nadie nos molestará.

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

- Nunca había ido a una fiesta de pijama – dijo Pansy.

- Siempre hay una primera vez para todo – dijo Ginny.

- Supongo que sí y…. ¿qué se supone que se hace en este tipo de fiestas?

- Normalmente se habla, se proponen juegos, se come, se bebe, es una fiesta normal pero sin chicos, por lo que se suele ser más sinceras – contestó Hermione mientras se sentaba en el suelo entre Pansy y Ginny.

- Eso suena bien – contestó Pansy.

Dos horas más tarde y muchas cervezas de mantequilla después.

- Jajá jajá… bien, ahora me toca por… pro… proponer a mí un juego – dijo Pansy.

- Esta bien – consintieron las otras dos muchachas.

- ¡Verdad o Castigo, pero de o… otra forma – intentaba decir un poco afectada por la cerveza de mantequilla – una hace una pe... pregunta, y las tres debemos contestarla, la que no quiera contestar, beberá esto – y sacó una botella de whiskey de fuego.

- ¿De dónde la has sacado? – preguntó Hermione preocupada.

- No sé, he pensado en la botella y la he notado debajo de mi cojín – las tres estaban sentadas en el suelo encima de cojines.

- Por mi bien – contestó Ginny en el mismo tono que sus compañeras-

- De acuerdo – sentenció Hermione.

- Empiezo yo – dijo Ginny adelantándose a Pansy que la miró mal - ¿Quién os dio vuestro primer beso¿Y cómo fue?

- Buff, fue Blaise Zabini, acababa de discutir con Draco y estaba enfadada y triste. Salí de la sala común y me choqué con él. Me dijo que no llorase, ni me enfadase con Draco, le abracé en señal de agradecimiento y cuando me iba a retirar me besó. Fue asqueroso, él no me gustaba y no quería que me besara y mucho menos que tuviera su lengua en mi boca – dijo poniendo una cara de asco, y con un tono de enfado más que claro – así que le pisé muy fuerte y me largué más enfadada que antes.

- El mío fue con Víctor Krum – y a Ginny se le desencajaron los ojos – después del baile de los tres magos, salimos al jardín a hablar… todo era precioso, la música, el cielo, el ambiente… estaba muy bien hablando con él, cuando de repente se calló, se acercó a mi y lentamente me besó. Yo me quedé en shock y no le supe corresponder, se separó de mí, me sonrió y fuimos de nuevo a la fiesta.

- Yo… fue con mi primer novio… con Michael Corner, en nuestra segunda cita, estábamos en las tres escobas, tonteando hasta que nos acercamos y nos besamos, en realidad fue un beso muy casto un pico, nunca pasó nada con él.

- Me toca – dijo Pansy que quería haber sido la primera en preguntar – vuestra primera vez… ¿Hermione?

- Yo… - decía rojísima – pues yo… no…, soy… soy…

- ¿virgen? – preguntó Pansy incrédula. Hermione cada vez más roja se tapó la cara y movía lentamente la cabeza en señal afirmativa – pensé que con Ron…

- No – dijo nerviosa – ha habido un par de ocasiones en las que estuvimos apunto, pero… aquí no hay mucha privacidad, siempre había alguien que nos interrumpía… ¿y tú Pansy? – preguntó para quitarse la vergüenza

- Con… mmmm – dijo bajito

- ¿Con quién?- preguntó Ginny

- Con Harry – dijo más claro, pero en voz baja – sé que no me creeréis pero… Harry ha sido el primero.

- Pensé que sería con Draco – dijo Hermione.

- Je –sonrió tristemente – tú y medio Hogwarts piensa eso. Lo cierto es que nunca me ha querido de esa forma y después de lo del compromiso… llegó a odiarme – hizo una pausa pensando un poco – Yo sí lo quería y mucho… pero, en fin, lo intenté de mil maneras. Una noche me colé en su cuarto, estaba borracha y me medio desnudé, por el calor de la borrachera, y me metí en su cama. Iba a por todas, pero el alcohol en sangre pudo más y me quedé dormida. A la mañana siguiente, nos pescaron Crabbe y Goyle, y no tardaron ni un segundo en decir que nos habíamos acostado juntos. Draco enfureció, desde ese día hasta amistad que, poco, pero había se rompió definitivamente, me odiaba más, pero nunca lo desmintió. A mi tampoco me fue mal, eso me hacía ver cómo su mujer o futura mujer – contó despacio, que algunos toque de alguien con algunas copas de más, sin ser interrumpida.

- ¿Y con Harry? – preguntó Hermione curiosa.

- Pues… es irónico, pero empezó más o menos de la misma forma. AL par de días de llegar a mi casa, nos quedamos solos y comenzamos a beber – se quedó en silencio y sonrió un poco – comenzamos a pelear, no recuerdo muy bien cómo, pero acabamos hablando de Draco y de Ginny. La discusión era cada vez más fuerte y acalorada, además que mi padre tenga los vasos hechizados para que se rellenen automáticamente no ayudó mucho. – se comenzó a reír un poco – tampoco recuerdo cómo, pero ideamos un plan para espiarlos y separarlos si llegara el caso, de que nuestras sospechas se dieran. – cogió aire – después, no sé cómo, acabamos en su cama haciendo el amor. Fue muy salvaje, muy pasional y extremadamente tierno. A la mañana siguiente, nos despertamos sobre saltados, volvimos a discutir y a hacer el amor. Estuvimos así todas las vacaciones, y aquí nos pasó algo parecido.

- ¡Guau! – dijo Hermione – increíble.

- Y que lo digas – respondió Pansy

- Sólo quedas tú, Ginny

- Buff, de acuerdo… también fue en estas Navidades – dijo mirándose las manos, que era muy entretenido – y fue con Draco – y se quedó callada.

- Bueno ¿Y¿No pensarás dejarnos así? – se quejó Pansy.

- Fue… - y se pudo roja, cogió aire y lo expulso lentamente – hice una apuesta con Draco, yo perdí, y por eso debía hacerle un desfile con unos trajes que había ganado con él en otra puesta. Me puse el vestido y desfilé, cuando me iba a quitar el vestido sentí a Draco abrazándome y acabamos haciendo el amor. – dijo increíblemente rápido y sonrojada un poco más por cada palabra y dicha.

- Y… y ¿cómo fue? – preguntó Hermione.

- Extremadamente delicioso, hubo pasión, deseo, y mucho amor… estuvimos toda la noche haciendo el amor y fue increíble… - comentó esta vez más relajada y pausadamente.

Dos horas después, las tres estaban bastante borrachas, el juego de las preguntas hacía mucho que se había olvidado, sobre todo, porque las tres siempre elegían la opción de verdad.

- Creo… que será me… mejor dormir – mal dijo Hermione.

- Sí… - medió suspiró Pansy.

- Lo apoyo… - soltó Ginny.

De repente se escucharon unos pasos, y las chicas se pusieron nerviosas. Se intentaron levantar y esconder las botellas, pero su equilibrio… digamos que no estaba por la labor de ayudarlas, acabaron tropezándose cayendo unas encima de las otras y haciendo más ruido del deseado.

Las pisadas se detuvieron un momento, pero enseguida siguieron sonando y acercándose peligrosamente al cuarto de Requerimientos.

Ginny se medio incorporó y metió las botellas de bajo del sofá, asombrándose de las que había. Tras el esfuerzo se tumbó en el mismo sofá mareada.

En ese momento se abrió la puerta.

- Con que aquí estabais… - dijo una voz muy silbante.

- ¿Draco? – y Ginny levantó la cabeza para poder verlo – Hola mi amor… -dijo con una sonrisa tontita, mientras se sentaba malamente.

- Ni amor, ni leches¿sabéis que hora es? – e hizo un conjuro sobre un trozo de pergamino – Y vosotras ¿queréis levantaros del suelo? – dijo a Pansy y a Hermione que estaban enredadas en el suelo.

- ¿Qué haces aquí? – preguntó pansy, una vez que se quitó de encima a Hermione.

- Son las cinco de la mañana, estábamos preocupados.

- ¿Estábamos? – preguntó Hermione sujetándose la cabeza, mientras se sentaba junto a Pansy en otro sofá.

- Sí – y se dirigió con Ginny - ¿estás bien? – le preguntó bajito, la chica negó - ¿habéis bebido mucho? – Ginny asintió – mañana no quiero estar en tu lugar – Ginny le miró con reproche y se tumbó encima de él.

Se volvieron a oír pasos y las chicas de nuevo se pusieron nerviosas, menos Ginny que estaba recibiendo un muy agradable masaje capilar y facial.

- Tranquilas… son los otros preocupados – La puerta se abrió, justo cuando Draco terminó la frase, pasando dos chicos más.

- ¡Pansy! – gritó el moreno y fue hacia ella.

- Shhh… -chistaron las tres.

- ¿Se puede saber que hacíais aquí¿por qué no nos dijisteis nada? – preguntó el pelirrojo, conteniéndose a gritarlas, mientras se acercaba con cuidado a Hermione.

- Intentábamos animarla – dijo Pansy que era atendida por Harry.

- Y yo olvidar las penas – dijo Hermione apenada y sujetándose la cabeza más fuerte.

- No se pueden mover en este estado – sentenció Harry – Dobby me comentó que esta sala puede convertirse en un centro de desintoxicación, lo que no sé es si se puede convertir con gente dentro.

- No perdemos nada intentándolo – dijo Ron sujetando a una Hermione bastante mal.

- Pensemos los tres con fuerza en la sala, quizás tengamos suerte.

Los tres cerraron los ojos y pensaron en la sala. Tras varios minutos notaron como algo se movía. Al abrir los ojos, vieron tres camas grandes y al lado de ellas un montón de botellas. Cogieron a las chicas y las tumbaron en las camas.

- Lo mejor sería darlas algo fuerte contra la resaca – dijo Ron mientras leía las botellas.

- Yo no sería tan bueno, quizás así aprendan a no hacerlo otra vez – dijo Draco, los otros le miraron sorprendidos – aunque… - y sonrió maliciosamente – podemos quedarnos con las botellas para la resaca y hacerlas un poco de chantaje.

- Slytherin tenías que ser… - dijo Harry resignado – pero estoy de acuerdo contigo.

- Me parece bien - sentenció Ron.

Los chicos tomaron varios botellas unas para cortar la borrachera, otras para dormir y las pociones antirresaca las guardaron cada uno en su bolsillo.

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

Hermione fue despertada por un golpe e intentó abrir los ojos.

- Diossss, mi cabeza – oyó decir a Ginny. Hermione abrió los ojos con dificultad, todo daba vueltas.

- ¿Qué ha sido ese ruido? – preguntó, con su nueva costumbre de agarrarse la cabeza.

- Yo – se oyó – me he caído… esto es horrible ¡que resaca! – dijo Pansy – necesitamos la poción ya, si no, no seremos personas.

- ¿Y los chicos? – preguntó Ginny – anoche los vi. ¿creo?

- Si, yo también los vi – dijo Hermione – debieron ser ellos los que cambiaron el cuarto.

- ¿Y esa nota? – preguntó Pansy, que ya se había levantado. Se acercó al centro de la sala donde una nota flotaba en el aire – Es de los chicos – dijo al leer el final de la nota.

- Léelo, por favor – comentó Ginny tumbándose en la cama.

- "Buenos días chicas, aunque, la verdad, dudamos que sean buenos para vosotras.

Estáis en la sala de requerimientos, como comprobaréis, la transformamos para intentar 'curaros' de tan lamentable estado" - ni que estuviéramos tan mal – dijo indignada Pansy mientras se tambaleaba hasta sentarse de nuevo -"Os comentamos que os dimos todas las pociones para sacaros de ese estado, todas… menos una… "– la antirresaca, la tienen ellos – se quejó ahora Hermione – "suponemos que ya sabréis cuál es y por mucho que lo intentéis no consiguiereis obtenerla.

Si no queréis pasar un sábado 'horrible', tendréis que conseguirlo, o mejor dicho, tendréis que ganárosla, pero no os preocupéis, seremos buenos… aunque no os lo merecéis por comportaros así.

Tendréis que ir a vuestros cuartos, ahí tendréis instrucciones cada una para conseguir vuestra poción.

Un saludo, damas.

Draco, Harry y Ron"

- Esto ha sido idea de Draco – dijo Ginny enfadada – se va a enterar – y con un paso, que quería ser decidido, salió de la sala dando tumbos.

- Deberíamos hacer lo mismo – comento Pansy – creo que será divertido conseguir esa pócima – y también se largó

- Yo no estoy tan segura de que obtenga la pócima – dijo en un susurro. Se levantó de la cama y fue a por su túnica, pero al cogerla se cayó un papel del suelo - que extraño – murmuró. Recogió el papel y lo abrió. Era una nota de Ron.

"No te preocupes, no voy a recriminarte nada.

Tu pócima antirresaca está encima de tu cama, en la torre de Gryffindor.

No voy a ser cruel contigo, sólo te pido una cosa… me gustaría que esta tarde quedaras conmigo. Sobre las siete te mandaré a Pig con instrucciones sobre dónde debes de ir. Creo que necesitamos hablar.

Un saludo Ron."

Hermione dobló la nota y con una sonrisa en la cara salió del cuarto, rumbo a la torre Gryffindor.

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

"Hola pelirroja.

Seguramente estarás enfadad conmigo, pero es por una buena razón el que te haya prohibido de tu pócima. No me gusta preocuparme, pero menos aún que me vean preocupado, pero el colmo es que me vean preocupado dos Gryffindor…

Al grano, tengo en mis manos la pócima que te librará de ese dolor de cabeza y de esas ganas de vomitar todo. Es muy sencillo, al lado de la nota hay un pergamino en blanco, debes de poner tu dedo en la parte de abajo hasta que se quede marcado. Cuando lo hayas hecho… búscame "- ¿cómo que búscame¿pero dónde?-", no te impacientes pequeña, sabes dónde ir, hemos estado en ese lugar cientos de veces.

Ven pronto… cuanto antes, mejor".

Ginny cogió el otro papel enfadada y apretó con fuerza su dedo índice, se sujetó la cabeza haciendo una nota mental 'resaca + enfado dolor de cabeza insoportable'.

Se calmó un poco y lentamente se dirigió a buscar a Draco, cuando pasó por la sala común se cruzó con Hermione con una cara entre la felicidad y la resaca. Salió por el retrato y se fue rumbo a un aula al lado de la clase de pociones. Ese era su rincón para estar juntos, antes de cumplir su castigo.

Lentamente, pero sin pausa, se dirigió a su destino. Al llegar hizo un receso e intentó que su aspecto fuera menos lamentable, pero tras varios intentos desistió y entró decidida.

- Hola pelirroja – dijo Draco en bastante voz alta detrás de Ginny.

- Shhhh – se quejó la chica – no hagas eso, no grites y mucho menos me vuelvas asustar estando así – le recriminó.

- Bueno… creo que te lo tienes merecido por lo de anoche.

- Por favor – dijo algo enfadada – como si tú nunca hubieras bebido

- Sí, lo he hecho, pero conozco mis límites, además siempre tomo protección y bebo una fórmula para no emborracharme – dijo enfadado.

- Bueno, pues yo no la conocía, además tampoco estaba planeado ¿me vas a dar mi poción?

- ¿Has traído el pergamino? – Ginny le devolvió el pergamino con su dedo – Muy bien, toma – y sacó la botella del bolsillo. Ginny la cogió y se la tomó de un trago, de repente todo comenzó a dar vueltas para Ginny, se sentó en el suelo agarrándose la cabeza, y tras varios segundos que parecieron horas, desapareció., ni dolor de cabeza, ni mareos ni ganas de vomitar - ¿mejor? – la miró Draco de soslayo mientras seguía revisando el pergamino.

- Siii…. – dijo Ginny aliviada tumbándose en el suelo – esto es la gloria.

- Espero que hayas aprendido la lección – y empezó a enrollar el pergamino.

- ¿Qué tiene el dichoso pergamino?

- Ah, me alegro de que lo preguntes. Es un contrato.

- ¿Contrato? – preguntó incorporándose del suelo como un resorte. - ¿qué clase de contrato?

- Uno algo complicado. Pero lo haré sencillo. Este contrato pone que eres mía durante un año – Ginny se quedó muda y poco a poco lágrimas de frustración comenzaron a asomarse por sus ojos – y tres meses. Durante ese periodo no puedes acercarte a ningún chico que no sea yo, no puedes ligar, ni coquetear con nadie que no sea yo. Si incumples el contrato, el chico en cuestión, recibirá una descarga eléctrica – A cada palabra Ginny abría más los ojos, no podía creer lo que estaba escuchando – si lo cumples… bueno, cuando llegue el momento lo descubrirás.

- ¿Qué? – gritó con rabia - ¿cómo te atreves a hacerme esto? Eres, eres… un… un…

- Un chico precavido, por si no te has dado cuenta – dijo con mucha clama – eres un año más pequeña que yo, por lo que durante un año no podré verte, hay mucho lobo suelto por ahí y prefiero prevenir.

- ¿Pero debías de fiarte de mí? – dijo aún enfadada.

- Y de ti lo hago – dijo exasperado – de quién no me fío es de los tíos – comentó con ira pensando en más de uno y en la forma en la que miraban a su novia. Ginny se levantó se acercó a Draco y le dio un bofetón.

- Esto por ser tan asquerosamente desconfiado – le abrazó con fuerza por el cuello y le besó con pasión – y esto por ser tan encantadoramente celoso.

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

"Hola resacosa "– este chico es original – refunfuñó Pansy, pues su sala común estaba muy lejos del cuarto de los menesteres y además se había tropezado en las escaleras, por lo que su estado era lamentable"

Mi castigo es bien, bien sencillo. Estoy en algún lado de esta habitación, pero no puedes verme como te habrás dado cuenta. Sólo debes de encontrarme. Te doy dos intentos, si lo haces tendrás tu pócima de inmediato, si no… estarás con resaca dos horas más.

Un beso. Tu Harry".

- ¿Con qué estás aquí? – preguntó en voz alta – dos intentos – comentó esta vez para si. Se sentó en la cama y echó un vistazo por toda la habitación. Su cama, su armario, su baúl, su escritorio, la puerta al cuarto de baño… por más que miraba todo le parecía que estaba bien, miró en el hueco que había entre la pared y el armario. – mierda – susurró.

- Te queda una – se escuchó una voz en off por todo el cuarto. Murmurando por lo bajo y sujetándose un poco la cabeza, se sentó de nuevo en la cama 'Vaya una mierda' pensó, sólo tenía una oportunidad y parecía que la cosa estaba muy difícil. Hasta que resignada se echó para atrás para tumbarse en la cama, pero había algo en la cama. Empezó a palpar un bulto, que no veía pero si sentía.

- ¿Harry? – preguntó extrañada. De repente un poco más arriba de donde había descubierto el 'bulto' apareció la cara de un Harry tan sonriente como sonrojado.

- No quieras saber dónde tenías tus manos – Pansy se sonrojó - ¿Ves que no era difícil? Aquí tienes – y le tendió la botella, Pansy la agarró y se la bebió de un trago, tras unos momentos abrió los ojos - ¿No vas a decirme nada? – Pansy simplemente se le quedó observando y poco a poco fue dibujando una sonrisa singular. Harry rió divertido ante tal aptitud - ¿Supongo que entenderás por qué elegí este lugar?