DISCLAIMER: bueno... creo ke no hace ni falta que diga que no soy JK.Rowling, si no yo ahora mismo no estaría aquí, si no que probablemente estaría relajándome en un balneario enorme... U asi ke ya siento chafaros, xo los personajes no son míos.. son de la Rowling y de la Warner Bross...

HELLO! Qué tal por ahí chicos/as? Qué tal os va todo? Yo estoy aquí... con un gripazo... y bueno, como me aburría ayer me puse a ver la película de Anastasia (ya lo sé... os preguntaréis: y a nosotros ke mas nos da?) y me emocionó tanto que decidí escribir un fanfic con alguna de sus ideas... realmente no se parece mucho a esa película, pero tiene un aire... y una canción de su banda sonora aparecerá en uno de los chapters... el propio título "once upon a december" es el título de dicha canción, que por cierto, es muy bonita

Bueno, y sin más... que no os quiero entretener... solo me queda deciros que esto es principalmente un Sirius/Hermione, y que si a alguien no le gusta esta pareja pues... en fin... qué le vamos a hacer... PERO SI OS GUSTA ESA PAREJITA LEED EL FIC, SI? X cierto, ya se ke sirius en el 5º libro pues... en fin... pero yo esto lo empecé a escribir antes de saberlo así que nada... Bueno... ya os dejo con el fic...

OnCe UpOn A dEcEmBeR

Era una tarde lluviosa de diciembre, típico clima Londinense, al que todos estaban más que resignados. Algunos, incluso lo consideraban romántico.

Por las calles mojadas de Londres, en medio de esa lluvia, se podía ver a una multitud enorme... todos caminando bajo sus paraguas. Unos paseaban solos, completamente sumergidos en sus pensamientos, resguardados bajo ellos, intentando que no se mojaran sus carteras. Otros, sin embargo, refugiaban a sus seres queridos... parejas que se besaban bajo la lluvia, madres que arropaban a sus hijos bajo el abrigo...

Y entre el gentío paseaba una chica de unos 20 años, que caminaba ausente, disfrutando de sentir las gotas en su piel, y que ni consideraba la idea de llevar paraguas, ¿para qué? Para ella no había nada más reconfortante en el mundo que sentir la lluvia empapando su cabello, haciéndolo aún más encrespado.

Caminaba con una sonrisa pintada en sus labios, satisfecha y emocionada con lo que su vida parecía depararle; una felicidad que ni en sus más alocadas fantasías se había atrevido a imaginar. Hacía apenas unos años había terminado Hogwarts, siendo, además de premio anual, uno de los mejores expedientes de la historia del colegio. La chica sonrió para sí misma sin dejar de caminar por aquellas calles.

Y entonces, mientras doblaba la esquina de una empedrada calle, comenzó a recordar el principal motivo de su alegría: Ron Weasley. Por fin la madurez había llegado para ellos y ambos se habían atrevido a reconocer lo que sentían mutuamente, que de hecho, pese a sus constantes batallas, habían sentido siempre. No había sido una declaración romántica, como ella siempre había imaginado, típica de libro de Shakespeare. No, pero eso no parecía importar, tampoco. Era cierto que ella siempre había soñado con un amor puro y apasionado, que le hiciera estallar el corazón y ver fuegos artificiales. No, con Ron era diferente, él le gustaba, se llevaban bien y se comprendían a la perfección. Y así había sido siempre. ¿Qué mejor que Ron para un futuro próspero y alegre?

Los libros, después de todo, debían quedarse en la biblioteca.

Eso pensó cuando él le pidió, hacía apenas un mes, que salieran juntos e intentaran ser pareja. Después de todo, era algo que habían querido siempre. Ahora, Hermione deducía que era lo correcto, lo esperado, lo que estaba bien. Y hasta el momento, no tenía motivo de queja.

Siguió andando hacia ninguna parte durante algún rato, sumida en sus pensamientos y en su sana resignación... pasando por delante de un viejo café.

Un hombre que rondaba los cuarenta años, estaba sentado esa misma tarde lluviosa de diciembre en el interior de un café. Él, Sirius Black, odiaba la lluvia, y siempre que el día resultaba tener tan mal tiempo acudía a esa cafetería, para sentarse en una mesa junto a la ventana, y leer tranquilamente el periódico. Ahora que él había quedado absuelto de tener que ir a Azkaban le gustaba llevar la vida normal de un muggle, aunque por supuesto, no renunciaba a la magia en su casa.

Tenía la vista en la ventana, mirando a la gente pasar. Le gustaba hacerlo. Las personas de lo más variopinta cruzaban por su mirada, y muchas veces se le ocurría pensar en lo paradójico que resultaba que esa gente, sólo por cuatro segundos, habían formado parte de su vida; cuatro valiosos segundos. Y sin embargo, jamás volvería a verles. O, como bien decía el romántico de Remus, podría estar viendo a la mujer de su vida, y ni siquiera prestarle atención y dejarla pasar...

Bueno, de todas formas, Remus siempre había sido un bohemio. Él no creía en esas cosas. Después de todo, no había estado con una mujer después de Azkaban, y dudaba mucho que en algún momento volviera a hacerlo.

Pero entonces, algo llamó la atención de sus ojos. Era una joven muchachita que caminaba lenta y felizmente bajo la lluvia, sonriendo. Él no alcanzó a reconocerla, puesto que el pelo mojado de ella le cubría la cara, pero aún así le resultaba bastante familiar. Y no pudo apartar la vista de esa joven vestida con un abrigo violeta y pantalones oscuros, empapados por la lluvia.

Si Remus estuviera allí, le habría animado con sus ideas románticas –y estúpidas, también-, a que saliera en su busca y la invitara a tomar un café. Pero no, él no, él se limitaría a mirarla hasta que desapareciera. Después de todo, no la volvería a ver.

Se dispuso a desviar su vista de nuevo al periódico, cuando algo en la joven le obligó a mirarla de nuevo. Se había chocado con alguien, o mejor dicho que ese alguien la había hecho chocar.

Hermione iba a disculparse con el chico, pero cuando levantó la vista se quedó helada al ver a un joven de pelo rubio y ojos grises, que la miraban con maldad. Ella se estremeció al volver a verle, y él le dijo con una sonrisa en los labios:

-¿Qué hace una sangre sucia como tú en un sitio como este?

-Piérdete, Malfoy.

-Si fuese tú no andaría tan tranquila por Londres...

Ella le miró y puso los ojos en blanco, dispuesta a pasar de él y seguir su marcha, pero él la cogió del brazo y le susurró al oído:

-Al señor oscuro no le agradan las sangre sucias amigas de Potter.

Ella tembló un momento y dijo intentando que su voz no se quebrara y no delatara su miedo:

-Voldemort está muerto.

-Eres una ilusa... –dijo en una carcajada.

Ella se separó de él y le dijo bruscamente:

-Harry lo mató.

Él se rió irónicamente para después decirle en tono amenazador:

-Cúbrete la espalda, ratoncito... él te encontrará...

Ella entreabrió los labios, absolutamente incrédula.

-Malfoy –le espetó, mirándole con seriedad-. Espero que sepas que ese tipo de amenazas pueden llevarte a Azkaban. Y, a menos que eches de menos a tu padre, no entiendo por qué puede beneficiarte.

Había sacado todo su coraje, aunque en el fondo, sus palabras le inquietaban. Sabía que el chico no se arriesgaría a decir tales majaderías si no tuviera sospechas de que tenían algo de cierto. Draco, por su parte, se encogió de hombros.

-Estoy temblando, Granger... –bromeó, con cinismo, antes de darse la vuelta y marcharse.

Sirius se levantó de su asiento al darse cuenta de que se trataba de Draco Malfoy, y por la cara que había puesto al despedirse de esa chica, seguro que no había hecho nada bueno. Era igual que su padre, seguro, y se jugaría el cuello a que había atemorizado a esa pobre jovencita.

Sintió lástima por la chica, ya que la vio alejarse asustada, por lo que decidió salir del café, y abriendo el paraguas se dispuso a seguirla para consolarla. No sabía todavía de quien se trataba, pero algo por dentro le decía que la siguiera, tal vez, después de todo, Remus no estuviera tan demente. A lo lejos la vio seguir andando, y ni corto ni perezoso corrió tras ella.

Ella andaba a paso rápido, alarmada por las palabras de Draco, queriendo llegar cuanto antes a su casa y darse cuenta de que no había por qué preocuparse.

Él corrió más rápido, para no perderla de vista.

Ella pudo notar, quizas serían sus imaginaciones, como alguien la seguía, y aceleró el paso... ¿sería... sería posible que...? No quería ni pensarlo.

Él ya estaba a punto de alcanzarla, pero vio como ella aceleraba el paso, así que decidió acelerarlo él también.

Ella empezó a asustarse de verdad, sentía como la seguían... y sabía que no eran sus imaginaciones... alguien corría tras ella... podía oír sus pasos... podía casi notar su respiración...

El optó por llamarla:

-¡Eh! ¡Espera!

Fue entonces cuando ella se echó a correr, presa del pánico. Corrió a más no poder para sorpresa de Sirius, que observaba atónito la huída de la chica. Decidió seguirla, pero se quedó helado al ver como ella se dirigía al paso de cebra sin dejar de correr, y como un coche la arrollaba tirándola al suelo.

Él se quedó seco... sin saber qué hacer, pero pronto se halló corriendo hacia ella, pidiendo a gritos ayuda, mientras vio como el conductor del coche salía también del coche a socorrer el cuerpo inconsciente de la chica.

Sirius se tumbó junto a ella, en medio de la carretera. Ella había caído de espaldas, y la lluvia empapaba su cuerpo, que ahora mismo reposaba en el asfalto. Sirius lloró asustado sin dejar de culparse por lo sucedido y le dio la vuelta para ver su rostro. Apartó el pelo de su cara, y a pesar de las múltiples heridas que tenía en sus labios y en su frente la reconoció al instante.

El conductor y unas cuantas personas más se ofrecieron a llamar a una ambulancia. Pero él dijo que se ocuparía personalmente de ella... y es que sabía que la magia la curaría mucho antes. Puso su mano en su garganta. Aún seguía viva. Este la cogió en brazos y la atrajo a su pecho.

-Oh, Dios mío... pero, ¿qué te ha ocurrido? –murmuró para sí mismo, mientras apartaba un rizado mechón por detrás de su oreja.- Todo va estar bien, pequeña...

Y se fue corriendo con Hermione en brazos, para llevarla a su casa y conseguir socorrerla rápidamente. Lo que jamás imaginó era que ese hecho cambiaría para siempre su vida.

Bueno, hasta aquí el chapter... espero que os haya gustado! Es un poco corto... pero es solo el prólogo... y era necesario que fuese así de cortito. En fin... ya me diréis que os parece y si queréis que lo continúe, ok?

PLEASE DEJAD REVIEEEEEEEEEEEEWWWWWWWWWWS

MUCHOS BESOS,

DREAM-KAT

JARA