Disclaimer: sí... muy a mi pesar sigo sin ser JK Rowling, nah... la suerte... que no llega y mira... sigo aquí haciendo fanfics mientras ella ahora estará disfrutando de sus millones... así que eso... no me demandéis... que los personajes no son míos ok?

Y HOLA OTRA VEZ!!! Ahora sí que va el primer capítulo de esta historia... porque os recuerdo que lo otro era el prólogo... para introducir y esas cosas... pero agradezco mucho los reviews que me pusisteis!!! Me hicisteis muy feliz!!!! Así que aquí os contesto:

RO: hola Rocío!! M alegro d k t guste , y si... este sí que lo sigo... el otro...psss... ya veremos, no? Porque de momento lo tengo un poco abandonado... pero yo que digo? AQUÍ LA QUE TIENES QUE PUBLICAR ERES TÚ!! Tanto chantaje emocional... nah... tú a publicar YA ok?? Bueno, espero que te guste este fic, y me vuelvas a dejar un review sí?? :)

TSU-CHAN: wolas!! M alegro d que te guste la parejita!! A mí es que me encantan... x cierto, nunca he leído ningún Remus-Hermione... pero algún día ya buscare uno xi?? Y eso... que tú ya me estás publicando el siguiente... que aquí la que te quiere dejar un review soy yo!! GENTE!! AQUÍ HAY UNA ARTISTA!! CONVENCEDLA A KE SE NOS UNA!!! Jiji... publicidad... weeeeno... y que musas gracias x el review... y que me alegro que te guste... y que ya lo e exo más largitooooooo.... xD

Y ahora ya os dejo con la historia!!!


OnCe UpOn A dEcEmBeR

Cap. 2: ¿no recuerdas nada?

Sirius la llevó hasta su casa, un apartamento bastante pequeño pero acogedor en el centro de Londres. Abrió la puerta como pudo sin soltar el cuerpo inconsciente de Hermione. Y cerrándola con un movimiento de su pié la condujo hasta su habitación. La dejó suavemente en la cama y lo primero que hizo fue llevarse las manos a su espalda. Había estado tanto tiempo cargándola que ahora el dolor era insoportable. Se sentó junto a la joven en la cama, y comenzó a examinarla. Sirius sabía algo de medicina, puesto que siempre le había interesado ese oficio muggle, y sabía que si no fuera por que era mago, se habría dedicado a ello seguro. Miró su pulso, y era normal... también respiraba de manera correcta.... por lo que el animago supuso que solo se trataba de un fuerte golpe que recibió en la cabeza, y que muy pronto recuperaría la conciencia. De todas formas decidió llamar a un médico muggle para que descartara cualquier tipo de daño grave.

Antes de coger el teléfono se acercó más a la chica y le quitó los zapatos, para meterla dentro de su cama, arropándola para darle calor. La miró dulcemente durante unos segundos... se veía tan guapa dormida... Alejó enseguida los pensamientos de su cabeza intentando recordarse a sí mismo que tenía que llamar a un médico lo antes posible. Y así lo hizo.

Mientras esperaba la llegada del doctor se dirigió al baño, y cogió un algodón, que posteriormente empapó con agua oxigenada. Volvió a su cuarto y se sentó junto a la chica. Se fijó en que su labio aún seguía sangrando, así que ese fue su principal objetivo. Puso suavemente el algodón sobre sus labios, y comenzó a limpiar la herida... iba lentamente, como temiendo hacerle daño (dado que estaba inconsciente era un poco difícil) pero aún así la cuidaba como si le fuera la vida en ello.

Siguió con el resto de heridas de su rostro, preocupándose de que todas quedaran perfectamente desinfectadas. Se quedó mirándola un rato, e inconscientemente se acercó para darle un paternal beso en la frente... pero antes de que pudiera hacerlo llamaron a la puerta.

Sirius se levantó con desgana, dejando los algodones sobre la mesilla y dirigiéndose a la puerta. La abrió y vio junto a él a un hombre bastante mayor que él, que cargaba un maletín, y enseguida supo que se trataba del médico muggle. Lo hizo pasar y le condujo hasta su habitación. El doctor se quitó el abrigo y se acercó más a la chica. Con una voz ronca dijo:

-¿Y qué dices que le ha pasado?

-La han atropellado.

-¿Ha quedado inconsciente al instante o ha sido después?

-Al instante... yo iba detrás...

-Bien...

El médico cogió su maletín y sacó de él un fonendoscopio. Desabrochó con cuidado los primeros botones de la blusa de Hermione y lo colocó sobre su pecho. Sirius no pudo evitar ver la escena, y miró con preocupación a la chica, inmóvil.

-¿Eres su padre?

-¿Qué? –esto pareció molestar a Sirius- ¿Su padre? ¡No!

-¿Su tío? ¿Algún parentesco?

-No... somos... bueno... somos amigos...

-Bien... ¿le importaría abandonar la habitación mientras examino que no haya heridas graves en la joven?

-No... por supuesto que no... pero avíseme, por favor.

-Claro.

Sirius salió de la habitación molesto. ¿Enserio parecía su padre? Vaya... sí que había pasado el tiempo... él no se veía como su padre... tal vez como... como su hermano mayor... ¿pero como su padre?

Caminó de un lado a otro de la habitación, inquieto. Estaba muy preocupado por la salud de Hermione. Pensó entonces que debería avisar a Harry, y decirle lo que había pasado... sí, eso haría... pero primero tenía que saber cómo se encontraba Hermione. No dejaba de culparse de lo sucedido...

Si no la hubiera seguido nada de esto habría pasado...-pensó- soy un idiota, ¿por qué tuve que seguirla? ¿se asustó de mí? ¿o fue por algo que Malfoy le dijo?

En ese momento unas ganas de matar a Malfoy se apoderaron de él, y tuvo que sentarse para evitar salir corriendo a asesinarle.

Pasaron los minutos y Sirius se impacientaba... algo iba mal, seguro... cogió un bolígrafo que había encima de la mesa y empezó a manosearlo, para hacer tiempo... y lo rompió cuando vio que la puerta de su cuarto se habría y aparecía el doctor. Los trozos del bolígrafo cayeron al suelo al tiempo en que Sirius se levantaba y decía:

-¿Está bien?

-Ha habido suerte... se llevó un golpe muy duro en la cabeza, pudo haberle pasado algo grave. Pero es una chica muy fuerte, tal vez pase algunos días inconsciente, pero no más de una semana, creo yo... de todas formas, creo que lo más recomendable sería llevarla a un hospital.

-¿No hay otra solución?

(N/A: este chico detesta los hospitales )

-Puedo venir aquí todos los días, pero sería más caro y además...

-Está bien. Venga aquí. No me gustan los hospitales.

-Bueno... como quiera. Pasaré por aquí mañana a estas horas, más o menos.

Sirius asintió con la cabeza y vio como el médico se marchaba. Tras eso volvió de nuevo a su cuarto para ver dormir a la chica. Se sentó a su lado para verla... le pareció tan dulce... no podía dejar de mirarla... se fijó que ella ahora llevaba una camiseta suya, que le quedaba como un camisón, y que su ropa estaba ahora colgada en una silla. Así que decidió lavarla, para que cuando ella despertase, tuviese ropa limpia que ponerse. Hasta entonces ella tendría que usar sus camisetas. Sirius llegó a pensar que la situación era curiosa, él era un conquistador nato, y miles de mujeres habían pasado por esa cama, y sin embargo, nunca había estado tan alterado como ahora. Por un momento se olvidó de que debía llamar a Harry, y se tumbó con ella en la cama, para, poco a poco... ir quedándose dormido junto a ella.

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Los días fueron pasando... y casi sin darse cuenta Sirius se había acostumbrado a la presencia de Hermione en su apartamento, y para él ya era rutina ir a visitarla a su propio cuarto, para verla "dormir", e incluso, hablarle aun sabiendo que ella no le escucharía, esto le hacía sentirse menos solo.

Lo cierto es que aún no había llamado a Harry, ni a nadie... pero había pensado que sería preferible esperar a que ella despertara, para que ella misma les llamara y les tranquilizara. Después de todo, llamarles ahora sería angustiarlos... y eso es lo que menos quería Sirius, bastantes problemas tenía ya su ahijado.

Todas las tardes, el doctor venía a revisar el estado de la joven, y se quedaba allí unas horas hablando con Sirius. Él, desde que ocurrió el accidente, no había salido de casa, y es que no quería dejarla sola ni por un instante. No sabía por qué, pero quería que lo primero que viera ella tras despertarse fuera a él.

En ese instante Sirius se hallaba sentado en la cama junto a Hermione, ojeando un libro para matar el tiempo. Pasaron los minutos y pudo notar como algo en la cama se movía. Dirigió una mirada a Hermione, que se revolvía ligeramente entre las sábanas. Sirius, feliz y sorprendido dejó el libro en la mesilla y se volvió hacia ella para verla despertar.

Ella parecía un ángel, abriendo lentamente los ojos y estirándose. Bostezó y al tiempo que lo hacía pareció empezar a ver con claridad, y al hacerlo se apartó bruscamente de Sirius y dijo:

-¡¿Quién eres?! ¿Qué haces aquí?

Sirius la miró confundido y le dijo:

-Soy Sirius, Sirius Black...

-¿Qué? ¿Quién?

-Hermione, ¿no me reconoces?

-¿Hermione?

-Dios mío... ¿no recuerdas nada?

-¿Qué? –preguntó llevándose una mano a la frente, confundida.

-¿Cómo te llamas?- le preguntó Sirius con paciencia-

-Pues yo me llamo... me llamo... dios mío... no lo sé...

Para sorpresa de Sirius, Hermione se puso a llorar, y él, atónito, no pudo sino abrazarla mientras ella dijo:

-¿Quién soy?-lloraba en su hombro- ¿Por qué no puedo acordarme de nada?

-Tranquila... es normal que no recuerdes algo de momento... sufriste un gran golpe en la cabeza...

-¿Enserio? ¿Por qué?

-Te atropellaron.

Hermione notó un nudo en su garganta. ¿Había sido atropellada? ¿Había perdido la memoria? Eso era demasiado para asimilar en apenas unos minutos. Sin embargo, la curiosidad le podía y quería saber más cosas sobre ella, sobre quién era...

-¿Cómo has dicho que me llamo?

-Hermione

-¿Qué más?

-Granger.

-¿Hermione Granger?

-Sí.

-Mm... suena bien...

-Sí... es un nombre muy bonito.

Ella rió secándose las lágrimas y él le dijo:

-¿Estás mejor?

-Sí...pero estoy un poco asustada... no recuerdo nada, Sirius...

-No te preocupes... yo te ayudaré a que lo recuerdes todo, ¿vale? Confía en mí.

Ella asintió con la cabeza y luego empezó a pensar qué cosas quería saber sobre ella. Había tantas cosas que deseaba saber que no sabía por donde empezar. Por fin se decidió por una pregunta un tanto general...pero que era la que más le apetecía saber:

-¿Cómo soy?

Sirius rió ante su pregunta y le dijo:

-¿Personalmente?

-Sí.

-Pues... eres... muy, muy inteligente.... una chica realmente lista y segura de sí misma. Eres... eres muy buena persona... –ella se sonrojó- ...y no sé qué más decirte... te gusta mucho leer...

Ella rió y él se puso a recordar en la primera vez que la vio, en Hogwarts... un momento, ¡Hogwarts! Si ella no recordaba nada... ¡tampoco recordaría que era una bruja! Esto era un gran problema... él ahora mismo no podría explicarle todo ese mundo... y ella tenía que descansar...

-Creo que deberías dormir un poco, Hermione.

-¿Dormir? ¡Sirius, llevo todo el día durmiendo!

Él sonrió y le dijo dulcemente:

-Pero... no sé... estás todavía muy débil y...

-¡Pero yo quiero saber más cosas sobre mí!

-Ya te las contaré mañana... ahora tienes que descansar...

-¡Entiéndeme, Sirius, no sé ni quién soy! ¡¡No podría dormirme!!

-Pero Herms...

-¿Herms?

-Per-perdona... la... la costumbre... yo...

-No, Herms está bien. Me gusta.

Y sonrió. Sirius se quedó embobado con su sonrisa... esos labios tan finos, que contrastaban con los ojos rojos de la chica, de tanto llorar, y que le hacían ese aspecto tan inocente y dulce. Tuvo que hacer un gran esfuerzo por concentrarse en pensar por Dios, es una niña... es una niña y dejar de mirar a sus labios. A ello le ayudó que justo en ese instante llamaron al timbre, y tuvo que ir a abrir la puerta. Allí se encontró con el doctor, que le saludó como de costumbre, y Sirius sonriente le dijo:

-Ha despertado.

-¿Sí? Vaya, qué buena noticia... vayamos a verla.

Fueron juntos a la habitación y el médico saludó a la chica, que no entendía nada. Sirius entonces pareció acordarse de algo y le dijo:

-Doctor, se me ha olvidado comentarle que hay un... problema...

-¿Cuál?

-Ella... no recuerda nada...

El médico chasqueó la lengua negando con la cabeza mientras se acercó a inspeccionar a la chica y dijo:

-Amnesia...

Ante las caras preocupadas de Sirius y Hermione el doctor aclaró:

-Pero no os preocupéis... poco a poco irá recuperando la memoria... seguro que esto es algo pasajero...

Hermione sonrió y el médico añadió:

-Sirius, ahora la chica tiene que descansar, ¿vale?

-Sí... claro, por supuesto Doctor... yo ahora mismo iba a decirle que..

-Pero no estoy cansada- protestó la chica- llevo mucho tiempo durmiendo...

El doctor rió mientras se despedía de ellos y les dejaba solos en la habitación. Él se sentó en la cama y ella empezó a mirar la casa con curiosidad. Él la miró divertido y por fin Hermione se atrevió a preguntar:

-¿Dónde estamos?

-En mi casa.

-¿Tu... tu casa?

Ella le miró confundida. Y sonrojándose dijo:

-¿Vivimos juntos?

Él no pudo evitar sonrojarse también y dijo:

-No... no vivimos juntos...

Ella suspiró, un tanto aliviada... pero todavía había algo que la preocupaba, y aunque le daba mucha vergüenza no tardó en preguntar:

-Sirius... tú y yo... no... ¿no?

Él no pudo evitar reírse ante las dudas de la chica, pero decidió dejarle que especificara un poco más... la situación era divertida, y a Sirius le gustaba ver como las mejillas de Hermione se tornaban a un color rojizo.

-¿A qué te refieres?

-Ya sabes... que tú no eres mi...

-Mmm... no soy tu padre, si es a lo que te refieres. –dijo haciéndose el despistado- si ibas a decir eso ahórratelo, es lo que dijo el médico... y reconozco que me molestó.

Ella rió y dijo avergonzadamente:

-No me refería a eso... quería decir si tú eras mi... bueno... mi... ¿mi novio?

Las mejillas de la chica ahora estaban completamente rojas, y las de Sirius no eran menos, a pesar de que este se reía y decía:

-No... tranquila... no estamos saliendo juntos...

Ella suspiró... ¿aliviada? En cierto modo sí... aunque tampoco le habría importado mucho estar saliendo con él. Después de todo... era un hombre muy atractivo... quizás bastante mayor que ella pero... muy guapo... Hermione, en qué estás pensando, ¡ni siquiera le conoces! se reprochó.

Él la miró unos segundos y después le dijo:

-Debes tener hambre... te prepararé algo... ¿qué quieres?

-Mm... no lo sé... no recuerdo qué me gustaba comer...

Sirius la miró apenado y luego le dijo:

-Está bien, así probarás lo que me gusta a mí.

Ella sonrió complacida mientras él se alejaba. Hermione recorrió con la vista todos los rincones de la habitación en la que se encontraba. Ese cuarto olía a madera vieja, un olor que le sonaba extrañamente familiar... Las paredes eran de un color beige que quedaba perfectamente acompasado con los muebles de un color marrón oscuro.

Miró a la mesilla que tenía a un lado, y se fijó que había un marco con una foto, y presa de la curiosidad, lo tomó para verlo. Vio allí a un chico de unos 17 años, de pelo negro alborotado, ojos verdes rodeados por unas redondas gafas negras, y una extraña cicatriz en la frente. Lo cierto es que le sonaba vagamente familiar, pero por mucho que lo intentara, nada claro venía a su mente.

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Sirius había decidido dormirse en el sofá-cama, para no incomodar a la "invitada", y así lo había hecho. Ahora estaba durmiendo plácidamente en el salón, tapado por una manta... mientras que Hermione ya hacía horas que se había despertado.

Estaba con los ojos abiertos, pero aún tumbada en la cama... habían pasado tantas cosas.. que casi no había podido conciliar el sueño. Miró al reloj, ya eran las 11 de la mañana... y ella estaba harta de esperar. Apartó las sabanas de su cuerpo y se puso de pie lentamente, intentando mantener el equilibrio. Anduvo despacio caminando sobre el suelo de madera, que crujía a su paso.

Consiguió llegar hasta el salón, y lo que vio la conmovió. Sirius estaba dormido incómodamente en un sofá. Tenía los ojos cerrados y la boca ligeramente entreabierta, dejando ver unos labios perfectos. Ella sentía la necesidad de acercarse más a él. Y así lo hizo lentamente.

Anduvo de puntillas hasta llegar muy cerca del sofá. Ya podía oír su respiración. Sirius era tan dulce dormido... Decidió acercarse sólo un poquito más, para verle mejor... y se dispuso a dar un paso más cuando un crujido de la madera la delató, y Sirius abrió los ojos de un golpe. Hermione se echó ligeramente hacia atrás. Él se desperezó y se levantó del sofá, y al ver a la chica de pié se quedó helado.

Ella solo llevaba su camiseta, que le cubría hasta por encima de la rodilla, dejando ver unas piernas muy... ¿sexys? Sirius se reprochó a sí mismo por ese pensamiento, y se dispuso a echarle la bronca a la chica:

-¡¿Qué haces levantada?!

-Yo...

-Hermione, por Dios.. aún no estás bien... ¡debes guardar cama!

-Lo sé pero ¡no puedo pasarme toda la vida en la cama!

-¡Sólo serán unos días! Hasta que te pongas bien...

-¡Estoy perfectamente! ¡Deja de comportarte como si fueras mi padre!

Sirius iba a responderle, dolido, cuando vio que la chica se balanceaba y perdía el equilibrio. Él se apresuró a cogerla, evitando así que cayera al suelo; y ella, en los brazos de Sirius, se dio cuenta de que aún no estaba recuperada del todo.

Él la cogió en brazos con ternura y le dijo:

-Vamos Hermione...

Ella se dejó llevar, y acabó de nuevo metida en la cama de Sirius. Él la arropó y le dijo:

-¿Quieres desayunar?

Ella lo miró y respondió con desgana:

-No tengo hambre.

-Deberías comer algo...

-Sirius...

-Está bien, está bien... lo he pillado, no tienes hambre... pero prométeme que descansarás, ¿vale?

La chica no respondió, y el mago insistió:

-¿VALE?

-Si... –respondió ella cansinamente- ...pero prométeme que mañana me sacarás de aquí.

Sirius se lo pensó unos instantes, pero los ojos dulces de la chica le hicieron ablandarse y dijo:

-Bueno... si te encuentras mejor te sacaré de aquí, ¿hecho?

Hermione sonrió y dijo feliz:

-¡Sí! Pero... ¿dónde me llevarás?

El chico lo pensó, y después dijo:

-Mm.. de compras... aquí no tienes ropa... necesitarás ponerte algo estos días. Y... si quieres luego podemos ir a cenar.

Ella sonrió de oreja a oreja mientras asintió con la cabeza y se tumbó en la cama para dormirse, tal y como le había prometido a Sirius. Este sonrió complacido y se fue cerrando la puerta.

Sabía que debía llamar a Harry, o... a Ron... o a alguien... pero se le hacía muy difícil, y no entendía bien el por qué. Así que decidió esperar unos días... después de todo, ella no sabía nada acerca de la magia... y debía ir contándoselo poco a poco. Sirius se dio cuenta de que pasaría unos cuantos días junto a Hermione, y se sorprendió a sí mismo sonriendo.

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FIN DEL CAPÍTULO DOS!

Bueno chicas, (si hay algún chico que lo diga) este es el final del capítulo... yo sé que de momento esto no está muy interesante... pero hay que tener paciencia... ok?

Os pido por favor, por favor, por favor!! que me pongáis un review si leéis esto... por que en el capítulo anterior sólo recibí dos reviews TT (aunque bueno... lo publiqué ayer xD) pero en fin... que el siguiente capítulo lo tardaré un poquito más (hasta que vea algún review xD) así que si alguien quiere que lo continúe ya lo sabe... A PONER UN REVIEW!!

Muchos besos y GRACIAS POR LEER!!

JaRa

JaRiKa

DrEaM-KaT

LaDy KaThErInE (en los anonymous)

LoVehi-hopgirl (en los grupos)

Miembro de la orden Sirusana.

Lady BlaCk