- Lo lamento Ron, pero tengo órdenes de no deja pasar a nadie.
- ¿Recuerda a Hermione?
- Claro que la recuerdo, pero ¿Qué tiene q ver ella con todo esto?
- Creo que Voldemort le tendió una trampa a ella y todo el resto de la orden, es probable que estén atrapados y los estamos buscando- La señora gorda quedó estupefacta con las palabras de Ron.
- Pe-pe-pero si estuviesen acá lo sabría. Nadie puede entrar, ni siquiera con un hechizo aparecium.- Tartamudeó la dama del retrato.
-Estamos hablando de Voldemort…-La señora gorda dejó entrar a Ron, pero éste no encontró nada. Por lo tanto salió de inmediato de su ex – sala común.
-Alertaré a todos los demás cuadros para que vigilen los pasillos Ron, no te preocupes- Chilló mientras veía a Ron alejarse.
- Gracias- Gritó Ron desde lejos.
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- Me temí que algo así pasaría, por eso insistí tanto en no separarnos. Ahora Hermione esta perdida si no llegamos a rescatarla a tiempo.- Dijo Albus con tono de preocupación.
- No nos queda otra opción que seguir buscando- Replicó Snape sin ningún interés por lo sucedido recientemente.
- Tienes razón…- Lo apoyó Draco.
Sin embargo, antes de que volvieran a emprender el paso un retrato a lo lejos los llamó.
-¡Señor director¡Señor Dumbledore! Tengo algo importante que decirle…
Me han dicho que el innombrable esta rondando por los pasillos de Hogwarts, al parecer tiene planes de asesinar a unos sujetos de una tal "Orden del Fénix"- Susurró el retrato muerto de miedo, esperando algunas palabras de consolación.
- ¿Quién te ha dicho eso?- Preguntó Albus interesado.
- Se esta corriendo la voz por todos los retratos de Hogwarts, pero dicen que un tal Ron comenzó con el mensaje.
- ¿Sabes dónde esta él?
- Ni idea.
-Bueno, gracias por la información. Siga corriendo la voz.
- Si, señor director, a su orden.
Harry voló en su escoba a toda velocidad hacia la sala de Slytherin, pero en el camino algo inesperado sucedió:
Voldemort, al frente suyo, en todo su esplendor y con más fuerzas que nunca. Su rostro sádico y cruel le decía que estaba en desventaja si batallaba con él en ese momento.
- ¡Dónde esta Hermione y el resto de la orden¡Qué les has hecho!
- ¿Esa es la manera de saludar a tu viejo archirival! Pensé que después de todos estos años, ya casi éramos amigos.
- Nunca, nunca voy a ser amigo tuyo después de todo lo que has hecho.
- ¿Te refieres a la vez que maté a tus padres y te hice esa cicatriz que tienes en la frente? Por que eso pasó hace más de veinte años, y ya deberías haberlo superado- Harry lo miró con más furia que nunca, pero prefirió escucharlo hablar envés de protestar- Mira Potter, la verdad es que aunque no te maté cuando te hice esa cicatriz, como bien sabrás te dejé una parte de mi, y ahora… sé como controlarla- Voldemort le agarró la cabeza con la mano, mientras Harry trataba de zafarse. Pero de un momento a otro sintió que caía al suelo inconsciente.
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Hermione caminaba detrás del resto del grupo, no quería que la vieran llorar, pero repentinamente un agujero en le suelo se abrió debajo de ella y por más que gritó, nadie la escuchó.
Apenas calló al suelo miró para arriba buscando un poco de luz, ya que no podía ver nada en aquella habitación. Pero de nada sirvió, ya que el agujero al instante se cerró.
Desesperada gritó y gritó, pero nadie le respondió. Pero que tonta Pensó del hechizo lumus se acordó. Pero por más que agitara la varita nada sucedió.
Antes de que se le ocurriera comunicarse telepáticamente con Albus una luz se acercó. Qué alivio Pensó y un abrazo le dio al propietario de esa varita quien no era nada más ni nada menos que su buen amigo Harry. Pero con un actitud extraña se le ocurrió
- Harry, que alivio que estas aquí. Te contaré lo que sucedió. Pero primero debemos ir con el resto de la orden, por que podrían preocuparse.
- Está bien, amiga. Te llevaré con los tuyos… y con los míos también. Pero primero jugaremos a un juego que inventé.
- Pero no es momento para juegos, ni para rimas tontas. Estamos en peligro, Harry.
- Si fuera Harry te diría que tienes razón- Al oír esto, Hermione se alejó de Harry pensando en la cosa más terrible del mundo.
- Lo lamento Granger. ¡Crucio! – Gritó Harry, quiero decir Voldemort con crueldad.
-AAHHHH! Harry, sé que estas ahí, ayuda AAAAHHH- Hermione se torcía en el suelo, ya no daba más hasta que una piedra le llegó por atrás a su atacante.
- ¡No te permitiré que le hagas daño a mi amada primo!- Gritó Dudley con rabia.
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Inesperadamente, la piedra cayó con tal fuerza en su cabeza que al suelo cayó Voldemort sin conciencia.
-¿Qué haces aquí¿Cómo llegaste¿Eres el primo malvado de Harry, no es verdad?
- Hay que irnos de aquí cariño
-¿Por qué me dices cariño¿¡Qué es todo esto!- Por primera vez, Hermione tenía más de mil preguntas que no podía responder.
- Ven- Dudley, de la cintura la agarró y al hombro se la echó. Sin embargo, a su primo dejó tirado.
- Pero, Harry…
-Harry, trató de matarte con sus hechizos diabólicos.
-No era Harry, era Voldemort- No es tiempo para explicaciones pensó, y con su varita a su héroe votó.
- Harry, amigo¿Eres tú? Despierta
- Herm, me controla, ese imbécil me controla- Harry apenas habló.
Por su puesto, la cicatriz
Por más que Hermione pensara en una solución, por el miedo y la presión, respuesta alguna se le ocurrió.
En ese instante Voldemort apareció. Y al mismo tiempo, a Hermione se le ocurrió.
- ¡Eureka!
- Veo que es dado con la solución a los problemas de Harry, me extraña araña que te hayas demorado tanto.
- Patrañas, Rata desgraciada, te voy a partir los sesos. AAHHH- Antes de terminar con sus insultos, Voldemort le lanzó un hechizo.
Algo sabía Hermione de Oclumancia, por lo que su amigo le había contado. ¡legremus! Era la frase.
Mientras se retorcía en el suelo, su varita sacó con esfuerzo.
-¡Bloqueushechiz legremus!- Gritó con su último esfuerzo- Ahora Harry estaría a salvo.
