EL CIELO ESTÁ CERCA V

Llevo tan sólo tres días ingresada en el hospital y yo juraría que han pasado tres eternidades, las horas pasan largas ante mi, los minutos se convierten en sesenta océanos de tiempo.

Las fuerzas me abandonan poco a poco, lo siento...Me siento sola, aunque esté rodeada de gente; eso es la soledad...Echar de menos a quienes quieres tener cerca...Sentir el vacío creado por la distancia...

Silencios plagados de ruidos llenan el ambiente...el momento está próximo y noto la ausencia de los dos tanto y tan profundamente que no me importaría irme de este mundo, si desde el otro pudiera verlos juntos. No temería a la muerte si supiera que el otro lado no está lo suficientemente lejos como para no oír sus voces o ver sus caras...Quizá todos los seres queridos que no están con nosotros aquellos que fueron valientes y no temieron a la muerte nos contemplan desde algún lugar cercano...Quiero creer con todas mis fuerzas que el cielo está cerca.

El tiempo se pliega en el espacio y juega a dibujar recuerdos en mi memoria...Son lo único que me quedan; los recuerdos...sus recuerdos, los momentos que Harry y Jimmy me regalaron durante el tiempo que compartí con ellos. Los besos de Harry, las miradas inocentes de Jimmy... Ambos pegan a mi sentido común, quiero disolverme y dejar de luchar, quiero volar al cielo para divisar sus vidas desde allí.

Lo que se puede ver del crepúsculo desde la ventana del hospital puebla la atmósfera creando claroscuros sobre los muebles blancos de la habitación, cierro los ojos y me imagino la vida perfecta que nunca tendré. Duele, pero el dolor acaba yéndose para dar paso a una dulzura ficticia que puede que exista en un mundo paralelo, quizá hay otra Hermione Granger que juega con su hijo en el porche mientras que ambos son observados por su padre...En ese mundo no existe la enfermedad, ni una serpiente intentando destruir todo lo que se le atraviese a su paso, ni la tristeza... La imagen me arropa más que las propias mantas que tengo encima y un calor extraño me recorre...cierro los ojos lentamente y los párpados se relajan.

Veo a Harry en el mundo de los sueños. Entra en mi habitación, me mira, siento su mirada, sólo siento sus ojos, aunque los míos están cerrados. Se acerca a mi cama, se agacha y llora a mi lado...Es un sueño que he tenido en otra ocasión, no sé cómo, pero lo sé. Y sus labios se posan en mi frente para darme fuerzas a la vez que dos lágrimas se deslizan desde sus mejillas a las mías y siento que me pide que no le abandone, que no les abandone, que siga luchando. Luego sólo siento su ausencia presionando mi sueño a la vez que un vacío experimentado por mi demasiadas veces vuelve a presidir la oscuridad de la noche. Él me ha dejado sola de nuevo.

Los sonidos matutinos del hospital espantan mi sueño. Abro los ojos, el alba está naciendo y los reflejos del este quieren consolarme sin conseguirlo. ¡Es curioso! Pero siento mi sueño como si hubiera sido real. Me toco la frente con suavidad, acariciando un beso imaginario, al hacerlo vuelvo a sentir sus labios en mi piel.

"Toc-toc"

Ron irrumpe en la habitación con una sonrisa forzada; en el país de la angustia no puedes pedir que los labios se curven hacia arriba de un modo sincero.

- ¡Buenos días, Hermione¿Cómo te encuentra hoy?"

Intenta saludar con efusividad, pero no lo consigue. ¿Cómo me encuentro¿De verdad querría saberlo? Creo que no y por eso opto por mi frase favorita de los últimos meses.

- Estoy bien.

Me mira y sus ojos dicen que esperaba esa respuesta...Bajo esa expresión veo algo...Un secreto...

- ¿Ron, me ocultas algo?

Agacha la cabeza. Empiezo a temblar y no sé de dónde saco las fuerzas para no entrar en un ataque de pánico e histeria.

- ¡Ron, si ha pasado algo, necesito saberlo!

Me mira con expresión triste, aguanta y muerde su labio inferior. Luego no puede evitar salir de la habitación.

Paso la siguiente hora devanándome los sesos, el miedo me carcome y la angustia me oprime tanto el pecho que no puedo respirar. Sé que ha pasado algo de lo que no quieren que me entere...Mi experiencia me dice que no es nada bueno.

Por fin la señora Weasley aparece por la puerta y el sentirla cerca me ayuda. Intenta esconder su expresión preocupada y su dolor bajo chistes estúpidos e historias de la infancia de Ron.

- Harry y el niño estarán bien¿Verdad?

Corta en seco nuestra conversación. La pregunta me toma por sorpresa. Las miradas de ambas se cruzan. Me doy cuenta de que no sólo yo estoy perdiendo mucho, a veces olvido que ella también ha experimentado grandes perdidas. A veces soy injusta con ella y no se ver su dolor. Nos consolamos mutuamente bajo el sol de la mañana.

- Hermione, no puedo perder la esperanza, por más que lo intento, no puedo.

Lo dice llorando amargamente, le he visto hacerlo infinidad de veces, ninguna como esta. La escena me impresiona. No puedo consolarla, si ni yo misma no encuentro consuelo...El cielo me reclama y no quiere escucharme.

Luna llegó pasadas las cuatro. Cuando entró en mi habitación, su cara me transmitió lo mismo que la de mi amigo: pasaba algo, pero querían mantenerme al margen. No iban a conseguirlo, no cuando seguramente se tratara de lo que más me importa en la vida.

- Luna, necesito saber lo que pasa, no me pueden hacer esto.
Me ahorré el saludo. Ella intentó hacerse la sorprendida.

-¿De qué hablas, Hermione? No pasa absolutamente nada. Sólo vengo a hacerte compañía un rato.

Y en toda la frase no pudo mirarme a los ojos ni siquiera una sola vez.

- ¡Luna! No me traten como si fuera una pobre enferma que no tiene porque preocuparse por nada de este mundo ya que le queda poco tiempo en él.

Me miró completamente desconcertada.

- Hermione, en serio, no me hagas contarte algo que sólo puede servir para que sufras más.

Y me da la sensación de que esta vez todos opinan lo mismo, que todos creen que lo mejor es que no sepa nada. Inconscientemente me siento ofendida.

La noche se mece sobre el hospital y yo no dejo de darle vueltas a la cabeza. Por mi mente han pasado varias opciones; incluso la de irme de este hospital para saber qué es lo que me ocultan. Imágenes e ideas surrealistas vuelan en el aire. Los llantos silenciosos de la gente de las habitaciones contiguas pueblan el espacio. Sigo sola y la oscuridad quiere tragarme, a veces deseo que lo haga porque ya no aguanto más.

Y sin saber cómo, me quedo dormida. Pesadillas horribles recorren mi subconsciente, estoy dormida, pero los demonios no me dejan descansar...Luego se van, y siento una intensidad de paz y una luz transparente como un riachuelo salvaje.

Vuelvo a sentir sus labios en mi frente y una mano que agarra la mía. Siento que se va, que se aleja y aprisiono mis dedos entrelazados con los de él. No te vayas, déjame seguir soñando. Y lentamente mis párpados se despegan y mis ojos perezosos se encuentran en la oscuridad con los suyos...con dos luceros verde intenso que siempre han alumbrado mi camino. Es un sueño, lo sé, pero es lo suficientemente real como para no querer despertar nunca.

Me acaricia la frente y coloca un mechón rebelde tras mi oreja. Parpadeo. Mis dedos juegan con los suyos. Me sigue mirando, con una intensidad felina y perfecta.

- Soy real.

Susurra.
- Soy yo, soy real.

Sus palabras se deslizan lentamente en el aire hasta mis oídos y me doy cuenta de que lo es.

Le abrazo y lloro hasta rellenar todos los océanos del mundo con mis lágrimas. Le abrazo y no me importa porqué está aquí. Mi fuerza, mi fe, mi esperanza.

Noto su corazón palpitando sobre el mío y sus brazos moldean una armadura perfecta a mi alrededor. Y desahogo con abrazos todas las veces que necesité sus brazos abrazándome. Y un pequeño rayo de luz entra en mi vida. No quiero rendirme, su respiración cerca de mi me recuerda los motivos que creía haber olvidado para siempre.

La emoción del momento pasa y automáticamente, mis labios construyen un nombre.

- ¿James?

Un hilillo de voz lo pregunta y tiene miedo a la respuesta. Cierro los ojos y el dolor comienza a expandirse por todo mi cuerpo. Noto cómo sus manos separan mi cara y me obligan mirarle. La oscuridad se cuela entre ambos. Me besa en los labios, me seca las lágrimas. Veo dolor, resalta tras la negrura de la luz inexistente.

- Jimmy está bien. Ahora tengo que irme, me esperan.
Se separa bruscamente de mi y me siento tan frágil como un copo de nieve en el viento.

- ¡Harry, no me hagas esto, no me vuelvas a dejar sola porque no lo soportaré!

Ahora se derrumba y lloramos abrazados hasta que todas las estrellas del cielo caen en nuestras lágrimas.

- No voy a dejar que te rindas. El amor nos salvará, esta vez nos salvará a los tres.

CONTINUARA...

Sheilablack, en verdad muchas gracias por tus palabras, son muy lindas, creo que se que te entiendo referete a tu perdida, pues no importa la edad, ni el tiempo que pases junto a tu ser querido lo importate es el cariño, y con eso basta para sentir la perdida. Te agradesco que digas que es el mejor fic que has leido, para mi tambien lo es. Y tienes razon lo recordare. Aun no termino de subir el fic le quedan algunos capitulos ya esta terminado.

Muchos besos.