Disclaimer: Todo es mío, todo me pertenece, soy la dueña absolutamente de todos los personajes, escenarios, y guiones de esta historia y soy inmeeeeensamente rica MWAHAHAHAHA! Qué? por qué me miran así? No me creen? OO ... ok, vale, me rindo ¬¬... nada es mío, nada me pertenece, ni los personajes, ni los escenarios, ni el concepto... ni nada, y soy más pobre que una peseta española u.u... esto de poner los disclaimers antes de empezar un capítulo termina siendo una tortura psicológica.

Hi dudes! n.n! qué tal estáis todos? Disfrutando del veranito? (me he enterado de que algunos están de vacaciones de invierno OO wow... ejem, pues... felices fiestas de invierno... eh... jeje) a todos los demás, espero que disfrutéis de vuestros zumitos de coco en la playita, tostándoos al solecito como gambas... (mm... mejor si os ponéis morenitos jojo) y no sabéis la alegría que me da que hayáis hecho un huequito en vuestra apretada (O.o) agenda veraniega para leer mi fic! Os dije alguna vez que os quiero? Sos el amor de mi vidaaaaa! (¬¬ es cierto... no es triste?)

Bueno, antes de empezar con el capítulo... ((me juego cualquier cosa a que la mayoría de la gente ya no está leyendo esto sino que ya ha pasado a la historia u.u... nuc por q me esfuerzo xD))...quería pediros perdón por la tardanza. La gente ya empezaba a mandarme crucios por messenger, y hasta recibí un mensaje de un tal Lucius Malfoy que me miraba amenazante :S! (nu me digais esas cosas hombre... q luego tengo pesadillas... DREAM-KAT LLORA! XDDDD) No, es cierto, me lo merecía, no tengo perdón (qué melodramático, no?) Lo que pasa es que me presenté a un concurso literario muy guay (chévere) y no tenía tiempo para escribir. Pero hoy, me dije a mí misma, TIENES que publicar. Así que... bueno, aquí está, aunque no me gusta mucho cómo me quedó, pero espero que comprendáis que no tengo mucho tiempo para hacerlo mejor. DISFRUTAD DEL CAPI!

POR CIERTO! LLEGAMOS A LOS 200 REVIEWS! OS HE DICHO QUE OS QUIERO? (a, si, ya os lo dije n.n)

OnCe UpOn A dEcEmBeR

Cap. 14 Mentiras

Una luz suave se filtraba entre las cortinas de la habitación, tenuemente, y normalmente sería incapaz de molestar a la vista. Sin embargo, fue suficiente como para arrancar a Hermione de los brazos de Morfeo.

La joven chica, aún con los ojos cerrados, frunció el entrecejo, y decidió por un instante seguir durmiendo, hacía tiempo que no dormía tan bien como aquella noche, sin motivo aparente (N/A: solo aparente ¬¬) Inconscientemente, se acurrucó más sobre sí misma, intentando moverse un poco, y al hacerlo, se dio cuenta de que estaba rodeada por algo, o alguien. Aún con pereza, abrió los ojos, y le pareció distinguir una silueta a contraluz, terriblemente cerca de ella. Parpadeó, tratando de asegurarse de lo que veía, y conforme sus ojos se acostumbraban a la reciente luz que había descubierto, comenzaba a distinguir la figura que tenía enfrente.

Un hombre, dormido, la tenía abrazada, y completamente rodeada con sus brazos. Su cara estaba a escasos centímetros de la suya. Sus ojos estaban suavemente cerrados, y sus labios, ligeramente entreabiertos, dibujaban una pequeña sonrisa. Sus cabellos caían desordenadamente por su rostro. Y Hermione, se alarmó. ¿Qué demonios hacía Sirius Black en su cama y... y sin camiseta?

Tratando de no despertarle, se apartó ligeramente de él, apartándole el brazo con cuidado. Miró a su alrededor. Estaba equivocada. No estaban en su cama, sino en la de Sirius. Se miró, estaba destapada, y al verse mejor dio un respingo. Estaba en ropa interior. ¿Qué estaba pasando!

Y entonces lo recordó. Recordó todo lo sucedido el día anterior. La boda de Ginny y Harry, el baile, la canción que bailó con Sirius en la que estuvieron a punto de besarse, el momento en el que se olvidó las llaves, llegar al apartamento de Sirius, sus palabras, sus besos y... y...

.-Mierda. –susurró para si misma, apoyándose en el cabezal de la cama, abatida-

¿Pero qué había hecho? Se sentía como una adolescente impulsiva e irresponsable. Aquello no estaba bien, de hecho, había estado muy mal. Había engañado a Ron, a... su novio, pero también a uno de sus dos mejores amigos. Había jugado con él. No se merecía nada, se había portado como una auténtica z...

.-Herms...

Un murmullo a su lado, hizo que girara la cabeza, alarmada. Sirius había despertado, y la miraba con una sonrisa en los labios, aún parpadeando para que sus ojos se acostumbrasen a la luz. Hermione notaba como el corazón le latía muy deprisa. Debía dejar claro lo antes posible que lo ocurrido aquella noche no tenía ni pies ni cabeza. No podía seguir engañando a Ron. Debía terminar aquella... tontería con Sirius, y empezar a pensar con la mente, como solía hacer antes de enamorarse de él. ¿Pero cómo hacerlo, si él la miraba con esa sonrisa... con esos ojos...?

.-Sirius, yo... esto... yo no... ayer... tú y yo... no...

Él la miró con una ceja alzada, se veía alterada, y no entendía por qué. Sirius había pensado que habían dejado todo claro anoche. Se querían¿no? Estaban enamorados, y era mutuo. Y entonces... ¿qué rayos le pasaba ahora?

.-¿Qué intentas decirme, Hermione? –dijo un poco más serio, acercándose a ella-

Viendo ese gesto, la chica se aferró aún más a las sábanas, ruborizándose, al notar que ambos estaban en ropa interior. Sirius sonrió de lado, divertido ante su incomodidad, y mirándola directamente a los ojos, susurró:

-Herms... no te esfuerces, te he visto con menos ropa que eso.

Ella sonrió, nerviosamente. No sabía qué hacer. Se sentía completamente indefensa. Su fuerza de voluntad no tenía nada que hacer con la fuerza que Sirius ejercía sobre ella. Siempre había sido una chica segura de sí misma, perfectamente consciente de lo bueno y lo malo, responsable... y ahora todo lo que podía hacer era temblar, y no sabía ni como frenar la situación.

.-Lo sé... –sus mejillas adoptaron un color que poco tenía que envidiarle al del propio fuego- Pero... pero ayer era diferente, porque tú y yo... bueno... digamos que estábamos... algo ebrios.

.-¿Ebrios? –dijo con una risa- Yo no probé ni un solo trago, Hermione.

Ella se removió, incómoda, y él seguía jugando con su pelo, cariñosamente.

.-Tú no pero... pero yo sí... –mintió- Supongo que fue por eso por lo que... bueno... por lo que hice esa estupidez.

Él se quedó estático. ¿Se arrepentía de lo que había sucedido?. ¿Estaba... borracha cuando todo aquello estaba pasando? No. No podía ser cierto.

.-Hermione. He visto en mi vida a un montón de gente pasarse con las copas... y te aseguro que sé distinguir cuando alguien no actúa en sus perfectas facultades. Yo no habría sido capaz de abusar así de ti sabiendo que no te dabas cuenta de lo que estabas haciendo. Ayer eras perfectamente consciente de todo lo que estaba pasando, cielo, no puedes engañarme.

Ella suspiró, resignada. No tenía excusa. Debía hacerle frente a la verdad.

.-Tienes razón. Ayer no había bebido. –el sonrió, aliviado- Pero aún así, yo no era consciente de lo que hacía, o por lo menos de las consecuencias que tenía. Me equivoqué, Sirius. Y sé que no puedo cambiar lo que hice, pero... pero yo... no quiero que...

.-¿Te arrepientes de lo que nos sucedió?

Hermione tragó saliva. ¿Cómo podría arrepentirse de algo tan... tan...?

.-No. –reconoció- No es eso. Lo que nos pasó ayer fue... fue muy bonito, pero...

.-¿Entonces de qué te arrepientes, Herms?

.-Estoy con Ron, Sirius. No puedo acostarme contigo así, por las buenas, si estoy saliendo con él. Eso es infidelidad y... además no quiero hacerle daño. Yo quiero mucho a Ron.

.-Pero no lo amas. –dijo seguro de sí mismo-

.-No, no lo amo.

Sirius se acercó aún más a ella, sin que Hermione tuviera tiempo de reaccionar, y besó suavemente sus labios, en una sutil caricia. Ella sintió, de nuevo, como todo su cuerpo temblaba, y él lo notó. Sabía que Hermione tenía que sentir algo por él, que todo lo de aquella noche no había sido mentira. Notaba como temblaba cuando se acercaba, cómo se mordía el labio inferior al estar junto a él, y ese brillo especial en los ojos después de besarla. Sólo tenía que convencerla, de que tenían que estar juntos. Sirius llevó su mano a la mejilla de la chica, y la acarició apartándole el pelo de la cara. Hermione cerró los ojos.

.-Entonces... quizás debas decírselo, cielo.

.-¿Decirle qué?

.-Diablos, Hermione. Decirle que te has enamorado de otra persona. Que no lo amas.

Ella sintió como se formaba un nudo en su garganta. No era capaz de hacer eso. Quizás fuese una cobarde, pero no podía.

.-Sirius... no puedo hacer eso. –susurró, mientras una lágrima caía por su mejilla- Ahora no. Sé que te parezco una cobarde, y una egoísta. Pero no puedo hacerlo. Su hermana y su mejor amigo acaban de casarse. Él ahora está sólo, sólo me tiene a mí, y se ha portado tan bien conmigo... necesito algo de tiempo... ahora no puedo...

Él vio, alarmado, como ella comenzaba a llorar, y el corazón se le hizo un nudo. Con un brazo, la atrajo más hacia él, para abrazarla, mientras con su mano libre le secaba las lágrimas.

.-Está bien, está bien... –dijo intercalando sus palabras con besos- ...no rompas ahora con Ron, si no te sientes preparada.

Hermione se aferró más a él. Se sentía culpable. Terriblemente culpable. Era consciente de que estar así hacía daño a Sirius, era como darle una de cal y otra de arena, y a su vez, sabía que cuando Ron se enterase, también le haría mucho daño.

.-Te quiero... –susurró inconscientemente, apoyando su cabeza en su pecho-

.-¿De verdad? –preguntó inseguro, con las manos enredadas en los rizos de la chica-

Ella asintió con la cabeza, tímida pero firmemente.

.-¿Crees que si no te quisiera le habría hecho esto a mi mejor amigo?

Sirius sonrió, más seguro, y abrazó aún más a Hermione, esperanzado.

.-Entonces esperaré. No voy a presionarte. Rompe con Ron cuando te sientas lista, pero prométeme que en algún momento lo harás. No quiero tener que esconder por siempre que estoy enamorado de ti.

.-Te prometo que lo haré. –dijo con una sonrisa, antes de darle un beso en los labios-

Él, feliz, se encargó de profundizar el beso, atrayéndola a él de forma que sus brazos se entrelazaban, y sus cuerpos volvían a juntarse lentamente.

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El mismo sol despertó aquella mañana a cierto pelirrojo. Fastidiado, se cubrió los ojos con las manos. No había nada en el mundo que le molestase más que una luz directa después de despertar. Bostezó, y estiró piernas y brazos entre las sábanas.

Hizo un ademán de levantarse, pero al intentarlo, sintió como la cabeza le daba vueltas, y tuvo que volver a tumbarse.

.-Mierda. –exclamó llevándose una mano a la frente-

Por lo que parecía, se había pasado con las copas la noche anterior, y apenas podía recordar nada. Sólo la ceremonia y... y parte de la cena, pero para nada podría acordarse del baile. No, sentía como había un gran charco en su cerebro, y faltaba un trozo de su vida.

Volvió a intentar levantarse, esta vez con más cuidado, y poco a poco. Finalmente, lo consiguió, y quedó sentado sobre la cama. Se dio cuenta de que aún llevaba la camisa de la boda, y que sus pantalones estaban tirados por el suelo de su habitación. Se dispuso a cambiarse de ropa, y cogió los pantalones para guardarlos. Entonces, vio como había un bulto en su bolsillo, y metió la mano en él.

Había unas llaves, pero no eran suyas. No eran las llaves de su casa, desde luego. Entonces reparó en el llavero, una 'H' tallada en madera, y lo recordó. Hermione, antes de la ceremonia, le había dado las llaves de su apartamento, para que las guardara, ya que ella, en ese ceñido vestido, como era de esperar, no tenía ni un mísero bolsillo.

Sonrió al recordar a su novia. Estaba tan guapa en la boda... seguramente era la chica más hermosa de todas las invitadas. Estaba convencido de que muchos hombres le habrían sentido envidia, incluso recordaba que hasta el mismo Sirius reconoció que estaba bellísima. Estaba claro que se había hecho muy amigo de Hermione, y no era algo que le molestase, por supuesto¿por qué habría de hacerlo? Podía confiar en él, era el padrino de Harry, y jamás haría nada que pudiera perjudicarle a ninguno de sus mejores amigos.

Entonces, así, de repente, mientras se cambiaba de ropa, reparó en algo que no había pensado. Él tenía las llaves del apartamento de Hermione. Entonces... ¿dónde había pasado la noche? No tenía sentido. Empezó a pensar que ella había dormido en la madriguera, con él, y que quizás había bajado a desayunar.

Terminó de vestirse, y empezó a bajar las escaleras, y al hacerlo, empezó a oír las voces de uno de sus hermanos, y sonrió aliviado, seguramente Hermione estaba con ellos.

Abrió la puerta de la cocina, pero todo lo que vio fue a los gemelos Weasley, untando tostadas con mantequilla, y hablando animadamente, como si nada pasase. ¿Es que nadie comprendía su preocupación?

.-¿Cómo dormiste, Ron? –preguntó Fred, con una carcajada-

.-Como un lirón. –dijo simplemente, empezando a impacientarse-

.-No me extraña. –le cortó George- Ayer estabas un poco... pasadito de copas. Tuvimos que traerte a casa arrastrándote.

El menor de los Weasleys sintió como se le caía la cara de vergüenza, y avanzó a la nevera, para coger la leche, y empezar a servirse su desayuno.

.-¿Alguien sabe si Hermione ha pasado la noche aquí? –preguntó, vertiendo la leche en un tazón-

.-No. –dijo Fred- Ella ya se había ido cuando te trajimos aquí.

.-Pero... pero... ¿dónde fue? –se alarmó Ron, la situación no era para menos-

.-Pues supongo que a su apartamento¿dónde iba a ir si no?

.-Pero es que yo tengo las llaves de su apartamento. No pudo ir allí.

Los gemelos Weasley se miraron entre ellos. Realmente la situación era extraña. Los dos jurarían que tanto Hermione como Remus, Sirius, y esa tal Sarah habían desaparecido misteriosamente, pero prefirieron dejar de maquinar ideas con su mente calenturienta, y como si se hubiesen puesto de acuerdo, dijeron:

.-Tranquilo, Ron.

.-Sí, hermano, no te preocupes. Seguro que cuando vio que se había dejado las llaves fue a casa de sus padres. Es lo lógico ¿verdad?

.-Claro –corroboró George-

.-Sí, supongo que sí... –se convenció finalmente Ron- ...es sólo que... no sé, estaba preocupado.

.-Pues no te preocupes más. –dijo alegremente Fred-

Ron sonrió, y se sentó en la mesa junto a los gemelos. Tomó un sorbo de su vaso de leche, y después, alegremente preguntó:

.-¿Qué tal os lo pasasteis en la boda?

Fred miró a George, con una sonrisa pícara. Este, echó su silla hacia atrás, balanceándose, ensoñador, y con una sonrisa que no le cabía en la boca dijo:

.-Genial...

Ron alzó una ceja. Aparentemente no recordaba nada. Fred, dijo:

.-Claro, Ron, aquí tu hermano George estuvo toda la noche intentando conquistar a una chica... que curiosamente es una empleada en nuestra tienda de sortilegios Weasley. La dependienta principal. Imagínate, estuvo toda la boda persiguiéndola.

.-No es verdad... –dijo George, divertido- No la tuve que perseguir toda la boda. Finalmente ella sucumbió ante mis encantos¿o no, Fred?

.-¿A sí? –preguntó Ron, feliz-

.-Sí. –suspiró George- Al fin Eva me concedió una cita.

Fred le miró sorprendido.

.-¿Eva?. ¿Cómo que Eva?. ¿No dijiste que se llamaba Aleena?

George hizo un gesto despreocupado con sus manos, y murmuró:

.-Aleena, Eva, Aya... ¡qué más da!. Era linda¿o no?

.-Aún no entiendo el lío de nombres, George. –dijo confundido-

.-Ni tú ni nadie –sentenció su gemelo, feliz-

Ambos suspiraron. Aquella chica era... especial, sin duda. ¿Cómo se come tener tres nombres? Fred carraspeó, y finalmente dijo:

.-Sí, era bonita.

Ron rió, ante la profunda conversación de sus hermanos, y levantándose de la mesa, dijo:

.-Algún día tendrás que presentarme a... Aleena, o... Eva, o... Aya, o como la quieras llamar.

.-Claro, hermanito, claro. Algún día. Pero aún es pronto para conocer a la familia. Hoy tendremos nuestra primera cita.

Ronald Weasley rodó los ojos. Sería mejor que se fuera de la cocina antes de que su hermano empezara a soltar cursiladas acerca del amor.

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Sirius terminaba de abrocharse su camisa, entrando a la cocina, donde Hermione, ya vestida, preparaba dos cafés. Se había puesto un conjunto que había olvidado en casa de Sirius, de cuando estuvo viviendo en su casa. Consistía en unos pantalones de talla baja, y una camiseta de tirantes, que se ajustaba a la perfección a las líneas de su cuerpo.

Él, desde la puerta, sonrió de medio lado. Estaba guapísima así, con el pelo aún enmarañado, recogido en un descuidado moño, preparando los cafés en la encimera de la cocina.

Se acercó a ella por detrás, tranquilamente, mientras Hermione seguía dando vueltas a uno de los vasos, que conseguía ya un color marrón café. Sirius puso sus manos en la delgada cintura de la joven, mientras se abalanzaba sobre su cuello para llenarlo de besos. Ella, que no le había oído llegar, dio un respingo, y entre risas, dijo:

.-¡Qué susto me has dado!

Él rió también, sin dejar el cuello de la chica, y sus brazos se entrelazaron más, de manera que la atrajo hacia atrás, juntándola más con él. Hermione cerró los ojos, sonriente, y colocó sus manos encima de las de él.

.-Sirius... así no puedo hacer el desayuno...

.-Mm... me basta con comerte a ti... –le respondió, dándole un suave mordisquito al lóbulo de su oreja, y disponiéndose a hacer lo mismo con el resto de su cuello-

.-¡Para!.¡Me haces cosquillas! –dijo entre risas, tratando de zafarse-

.-Bueno... –dijo al fin, y ella giró la cara buscando sus labios-

.-He preparado café. –dijo separándose de él con una sonrisa-

Le dio una taza a él, que enseguida cogió y se llevó a la boca, sentándose junto a la mesa. Ella le siguió, y empezó a beberse el café también. Sirius se quedó pensativo, mirándola durante unos instantes, y dijo:

.-Deberías ir ahora a por tus llaves¿no crees?

.-Sí, supongo que sí... pero no sé con qué cara voy a atreverme a mirar a Ron a los ojos.

Sirius cogió su mano, transmitiéndole su apoyo, y la sonrió. Ella le devolvió la sonrisa, aunque no podía ocultar su preocupación. Dio un nuevo sorbo a su taza, y entonces, humedeciéndose los labios dijo:

.-¿Dónde puedo decirle a Ron que he pasado la noche?

Sirius meditó unos instantes, y luego dijo:

.-Puedes decirle que la pasaste aquí. Después de todo, podría no haber pasado nada. Quiero decir... estuviste en mi casa cuando estabas amnésica, y él no pareció molestarse. No creo que pensase que nosotros...

.-¿Pero si sospecha? –dijo manoseando su taza- Prefiero no darle motivos para pensar que hay algo entre tú y yo.

.-Como quieras, entonces... –dijo- Siempre puedes decirles que estuviste en casa de tus padres.

.-Sí, esa excusa estaría bien. ¿Pero y si les pregunta algo a mis padres?

.-Por Dios, Hermione, que Ron confía en ti.

Ella suspiró, consciente de que se estaba poniendo paranoica, y se terminó su café. Se levantó de la mesa, cogiendo su taza con la intención de recogerla, cuando Sirius la detuvo.

.-Ya recojo yo, no te preocupes.

.-¿Seguro?

.-Claro. Tú tienes que irte¿recuerdas? –se acercó hacia ella, y puso sus manos en sus caderas, abrazándola sensualmente- Te llevaría, pero...

.-No. No me lleves. –dijo sonriendo- Cogeré el metro.

.-Bien... ¿Has cogido todo?

.-Sí, he metido mi vestido, mis zapatos y todo el jaleo en una bolsa.

Sirius la besó dulcemente, y sonriendo dijo:

.-Te acompaño a la puerta.

OoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOo

Hermione estaba sentada en una incómoda silla del metro londinense. Se balanceaba inconscientemente, tal y como lo hacían todos los pasajeros, por el movimiento del tren subterráneo, que se movía a gran velocidad. Hermione trató de enfocar la vista hasta ver el mapa de líneas de trenes que tenía delante. Bien, debía coger la línea del norte y luego... bien. Nunca se había perdido en el metro, y nunca lo haría. El problema era que jamás se le había ocurrido usarlo para llegar a la madriguera. Debía dar un rodeo bastante... grande.

Su mente, inconscientemente, vagó de nuevo hacia Sirius, y no pudo evitar suspirar. Todo junto a él era tan... perfecto... él la trataba como nunca nadie la había tratado. La besaba con cuidado, tan delicadamente que parecía que pensase que era de cristal. La acariciaba muy despacio, temiendo siempre que ella en algún momento pudiera sentirse incómoda. Sirius siempre conseguía que cada momento fuese especial junto a él, y si antes de esa noche Hermione estaba enamorada de él, después de todo lo ocurrido juntos, el sentimiento que albergaba llegaba a asustarla.

La voz en off del tren la hizo despertar de sus pensamientos.

'Esta estación es Euston Square. Por favor, tenga cuidado con el espacio entre el tren y la plataforma' (N/A: si... el típico 'please, mind the gap' xDDDD)

Hermione miró de nuevo al mapa de líneas. No quedaban demasiadas paradas. Decidió repasar mentalmente qué debía decirle a Ron. Debía actuar con naturalidad, como lo haría si hubiese pasado la noche con sus padres. Él no debía sospechar nada.

OOoOoOoOoOo

Media hora después, Hermione Granger salía del metro, y se dirigía a la madriguera, con la bolsa de su vestido en la mano.

Por fin, dio con la casa de los Weasleys, y suspiró, agotada por el camino. Llegar hasta allí al puro estilo muggle era muy complicado, y sobretodo muy cansado. Casi sin fuerzas llamó a la puerta, pero debió de llamar tan débilmente que nadie la oyó, ya que no le abrieron. Volvió a tocar la puerta con sus nudillos, y esa vez, la puerta se abrió, dejando ver a uno de los gemelos (Hermione no supo distinguir de cual se trataba).

.-¡Hola Hermione! –dijo alegremente-

.-Hola... eh...

.-Fred. Soy Fred.

.-Hola Fred n.nU

Este sonrió, y dejándola pasar, gritó:

.-¡Ron, tu chica está aquí!

Hermione forzó una risa, y vio como Ron llegaba, saliendo de la puerta de la cocina. Fred se alejó, con tranquilidad, y ella cerró la puerta tras ella, sintiéndose totalmente incapaz de mirarle a los ojos. Nunca se había sentido tan mal.

.-¿Te sucede algo?

Su pregunta le sobresaltó, y se obligó a sí misma a negar con la cabeza y a forzar una sonrisa. Él se acercó a ella, y suavemente puso su mano en su barbilla, para obligarla a mirarle. Hacía tiempo que no la veía tan... extraña. Cuando ella chocó con sus ojos, sintió ganas de llorar. Le dolía a horrores haberle hecho algo así.

.-No me pasa nada, Ron, tranquilo. Venía a pedirte que me dieras las...

.-¿Dónde has pasado la noche, Herms? –le cortó él, mirándola receloso-

Hermione le miró una vez más, y sintió como la culpa se expandía por su ser. Lentamente y con mucho esfuerzo, sus labios se abrieron, para pronunciar unas palabras. Tenía que mentirle. Tenía que hacerlo, pero tenía miedo a que sus sentimientos la delataran, y de su boca escapara la más dolorosa de las verdades.

Y por fin... terminado el capítulo 14. siento que no haya sido tan largo como os lo esperabais. Repito, no tengo perdón. Pero... pero... esque también tengo que actualizar en 'si ya lo sabes... ¿POR QUÉ LO PREGUNTAS?' y en 'RIVALES' (y de este ultimo no tengo ni idea ¬¬) además de terminar el libro que mandaré al concurso, que en estos momentos consta de 157 páginas de word OO

Por cierto, no sé si os enterasteis o no, pero yo os pongo al corriente. Últimamente, están diciendo que NO se puede contestar a los reviews, y yo no sé si es cierto o no, pero dicen algunas que les han borrado las historias por responderlos, y yo no quiero arriesgarme, así que he decidido que os lo contesto en un review mio, así que si queréis ver la contestación de vuestro review, tenéis que darle a donde pone el numero de reviews (en azúl, sí... ¬¬) y allí veréis un review enorme de DrEaM-KaT, que os responderá a los reviews. Espero que así no me borren la historia. Rezad por mí, will ya?

AH! Y UN ULTIMO FAVOR! Please, leed 'Me necesita', un one-shot de sirius/hermione que he publicado. No tengo casi reviews, es mu triste! xD

Muchos besos!

DrEaM-KaT

MOS (siriusana)

MOS (severusiana)

Mascota de una persona sin saldo.

Chica que busca constantemente su place in the world. ¬¬