En el capitulo de hoy al menos Harry va tener algo de alegría (sorpresa mejor dicho). Espero que os guste aunque este es más cortito. Ahí va.... Y de nuevo gracias por los reviews espero que os guste como para llegar al final de la historia.
-----------------------------------------------------------------------
CAPITULO 3
Tomó papel y pluma y se dispuso a escribir. Hegwid batió las alas contenta y fue a posarse en su hombro, le acarició el lomo en señal de asentimiento y la lechuza le picó afectuosamente la oreja deseosa de poder cumplir una misión. Frente al pergamino en blanco Harry pensó qué podía decir después de tanto silencio.
Apenas hacía una hora que había vuelto a casa, el informativo de las siete debía de estar apunto de comenzar; pero hoy no tenía necesidad de angustiarse a la espera de oír malas noticias, ni tampoco por aquellas "aparentemente" normales como 'la colisión de un helicóptero en los alrededores de Surrey'- sonrió levemente. Sorprendente para los muggles que un aparato presumiblemente en buen estado colisione y se estrelle sin motivo aparente, pero no lo era tanto para él, ¡no si ese tipo de cosas ocurrían en los alrededores de Surrey!
De todos modos no tenía que preocuparse por ello, al menos no hoy. Ahora era tiempo de pensar en sus amigos. Comenzó por Hermione, al fin y al cabo era quién más le preocupaba. A lo lejos escuchó el timbre del teléfono.
"Querida Hermione:
Perdóname por todos estos días de silencio.
Los necesitaba. No te preocupes por mí, estoy bien.
Es más, me preocupas más tú y tu seguridad, ¿cómo estás?... "
-¡¡¡¡CHICO!!!!- bramó tío Vernon desde las escaleras. Si todos estos días lo habían ignorado porqué justo ahora tenía que ir a molestarlo, pensó Harry malhumorado- ¡CHICO!- le oyó repetir- ¡BAJA AHORA MISMO!- gritaba.
Totalmente incómodo y desganado se dirigió a la puerta de su cuarto, tío Vernon exigiéndole aún rapidez. Al llegar al final de la escalera, Vernon ya estaba en el salón desde dónde le hacía gestos con la mano para que se acercara. Tía Petunia y Dudley estaban ambos sentados en el sillón, cogidos de la mano, parecían asustados. Su grandísimo primo de 16 años se veía tan ridículo así… Harry no entendía que pasaba y se quedó en la puerta del salón esperando.
-Rápido chico o juro que colgaré el teléfono.
-¿Es para mí?- preguntó extrañado.
-Sí- bramó Vernon.
-¿Quién…?
Pero la desesperación de su tío le indicó que era mejor callar y atender la llamada antes de que su paciencia acabara colmada y colgara el aparato sin dejarlo hablar. Harry avanzó rápidamente hacia la mesita auxiliar donde estaba el teléfono y vio el auricular descolgado. Tímidamente lo tomó y se lo acercó al oído. Pensó que debía de verse tan ridículo como si fuese Ron el que estuviera haciendo aquello. Nunca había recibido ninguna llamada… Curioso y a su vez angustiado trató de saludar.
-"… la"- dijo casi sin voz. Al otro lado del teléfono se oyó una especie de suspiro y una voz conocida lo saludó.
-Hola Harry.
-¿Hermione? ¿Cómo…?
-Bueno-le interrumpió,- estaba… preocupada Harry. No sabemos nada de ti así que…
-Pero ¿cómo has sabido el número?- le preguntó sorprendido.
-Tú nos lo diste a Ron y a mí en segundo curso, ¿no te acuerdas? Pensaba que si tus tíos estaban más sensibles a las advertencias de Moody no pondrían pegas.
-¿Lo hicieron?
-Bueno, sí, un poco- dijo pensativa y Harry supo que le había costado mucho trabajo conseguir que le pasaran la llamada- Pero ya ves, aquí estamos.
Por un momento ambos se quedaron en silencio. Harry no sabría decir cual de los dos parecía más nervioso.
-Y bien, ¿cómo te encuentras?- Harry siguió en silencio- Yo, esto… Perdona Harry, sé que no debería de haberte llamado, será mejor que cuelg…
-¡No! Hermione, no lo hagas.-Por unos momentos la sorpresa lo había bloqueado- Precisamente os estaba escribiendo ahora a ti y a Ron.
-¡¿De verdad?!- preguntó su amiga animada- ¿Eso quieres decir que te sientes mejor?
-Tu sabes- fue su única respuesta.
-No puedes hablar ¿verdad?
-No mucho. ¿Y tú? ¿Cómo estás? No corres peligro ¿verdad?- le preguntó exaltado, a sus espalda escuchó un ruido seguido de un resoplido, probablemente proveniente de su tío.
-Tranquilo Harry todo está bien. Todos estamos bien.
-¿Pero tus padres?- comenzó a preguntarle de nuevo, se le notaba la voz angustiada.
-No pasa nada Harry, creemé.
-Yo…
Entonces tía Petunia se movió incómoda en el asiento y vio como Dudley lo miraba furioso; tío Vernon ya no aguantó más y le dedicó otro de sus gritos. "¡A ver si acabas de una vez, chico! No dejas escuchar el informativo." Al otro lado de la línea Hermione susurró como si Vernon pudiera escucharla.
-Harry, será mejor que cuelgue. Envíame a Hegwid por favor. Y cuídate.
-Tú también.
-Me alegro tanto de oírte, Harry
-Y yo a ti. Adiós Hermione.
-Hasta pront…
La mano de tío Vernon cayó en ese momento sobre el aparato cortando la comunicación y dejando a un anonadado Harry con el auricular aún en la mano mientras miraba fríamente a su tío. Éste se remangó el pantalón y tomó aire mientras su dedo señalaba amenazadoramente a su sobrino.
-TU-le espetó enfadado- Tú te has atrevido a dar nuestro número de teléfono a esos pirados con los que vives, pero…"
Harry colgó el auricular pausadamente, casi con admiración, pero cuando se volvió para encarar a su tío su cara reflejaba un gran desafío hacia él.
-¿También yo tendré que recordarte las advertencias de aquel señor tan agradable del ojo azul tío?- le dijo casi sonriente ante su atrevimiento- Creo recordar que te pidió amablemente, entre otras cosas, que me dejaras usar el teléfono… ¿Recuerdas?
-Bastardo, arrogante, desagradecido… ¿Así me agradeces todo lo que hago por ti?
-Gracias tío- dijo algo dudoso e irónico- pero… - su voz tan firme como antes- Siento decirte que tal vez no sea la última vez que tenga que usarlo.
Tío Vernon se retiró algunos pasos de él antes de mandarlo furioso a su cuarto, supuestamente castigado. Pero por una vez, Harry subió feliz a cumplir "su castigo". Ahora mismo lo que más deseaba era estar solo y poder escribir a sus amigos.
-----------------------------------------------------------------------
CAPITULO 3
Tomó papel y pluma y se dispuso a escribir. Hegwid batió las alas contenta y fue a posarse en su hombro, le acarició el lomo en señal de asentimiento y la lechuza le picó afectuosamente la oreja deseosa de poder cumplir una misión. Frente al pergamino en blanco Harry pensó qué podía decir después de tanto silencio.
Apenas hacía una hora que había vuelto a casa, el informativo de las siete debía de estar apunto de comenzar; pero hoy no tenía necesidad de angustiarse a la espera de oír malas noticias, ni tampoco por aquellas "aparentemente" normales como 'la colisión de un helicóptero en los alrededores de Surrey'- sonrió levemente. Sorprendente para los muggles que un aparato presumiblemente en buen estado colisione y se estrelle sin motivo aparente, pero no lo era tanto para él, ¡no si ese tipo de cosas ocurrían en los alrededores de Surrey!
De todos modos no tenía que preocuparse por ello, al menos no hoy. Ahora era tiempo de pensar en sus amigos. Comenzó por Hermione, al fin y al cabo era quién más le preocupaba. A lo lejos escuchó el timbre del teléfono.
"Querida Hermione:
Perdóname por todos estos días de silencio.
Los necesitaba. No te preocupes por mí, estoy bien.
Es más, me preocupas más tú y tu seguridad, ¿cómo estás?... "
-¡¡¡¡CHICO!!!!- bramó tío Vernon desde las escaleras. Si todos estos días lo habían ignorado porqué justo ahora tenía que ir a molestarlo, pensó Harry malhumorado- ¡CHICO!- le oyó repetir- ¡BAJA AHORA MISMO!- gritaba.
Totalmente incómodo y desganado se dirigió a la puerta de su cuarto, tío Vernon exigiéndole aún rapidez. Al llegar al final de la escalera, Vernon ya estaba en el salón desde dónde le hacía gestos con la mano para que se acercara. Tía Petunia y Dudley estaban ambos sentados en el sillón, cogidos de la mano, parecían asustados. Su grandísimo primo de 16 años se veía tan ridículo así… Harry no entendía que pasaba y se quedó en la puerta del salón esperando.
-Rápido chico o juro que colgaré el teléfono.
-¿Es para mí?- preguntó extrañado.
-Sí- bramó Vernon.
-¿Quién…?
Pero la desesperación de su tío le indicó que era mejor callar y atender la llamada antes de que su paciencia acabara colmada y colgara el aparato sin dejarlo hablar. Harry avanzó rápidamente hacia la mesita auxiliar donde estaba el teléfono y vio el auricular descolgado. Tímidamente lo tomó y se lo acercó al oído. Pensó que debía de verse tan ridículo como si fuese Ron el que estuviera haciendo aquello. Nunca había recibido ninguna llamada… Curioso y a su vez angustiado trató de saludar.
-"… la"- dijo casi sin voz. Al otro lado del teléfono se oyó una especie de suspiro y una voz conocida lo saludó.
-Hola Harry.
-¿Hermione? ¿Cómo…?
-Bueno-le interrumpió,- estaba… preocupada Harry. No sabemos nada de ti así que…
-Pero ¿cómo has sabido el número?- le preguntó sorprendido.
-Tú nos lo diste a Ron y a mí en segundo curso, ¿no te acuerdas? Pensaba que si tus tíos estaban más sensibles a las advertencias de Moody no pondrían pegas.
-¿Lo hicieron?
-Bueno, sí, un poco- dijo pensativa y Harry supo que le había costado mucho trabajo conseguir que le pasaran la llamada- Pero ya ves, aquí estamos.
Por un momento ambos se quedaron en silencio. Harry no sabría decir cual de los dos parecía más nervioso.
-Y bien, ¿cómo te encuentras?- Harry siguió en silencio- Yo, esto… Perdona Harry, sé que no debería de haberte llamado, será mejor que cuelg…
-¡No! Hermione, no lo hagas.-Por unos momentos la sorpresa lo había bloqueado- Precisamente os estaba escribiendo ahora a ti y a Ron.
-¡¿De verdad?!- preguntó su amiga animada- ¿Eso quieres decir que te sientes mejor?
-Tu sabes- fue su única respuesta.
-No puedes hablar ¿verdad?
-No mucho. ¿Y tú? ¿Cómo estás? No corres peligro ¿verdad?- le preguntó exaltado, a sus espalda escuchó un ruido seguido de un resoplido, probablemente proveniente de su tío.
-Tranquilo Harry todo está bien. Todos estamos bien.
-¿Pero tus padres?- comenzó a preguntarle de nuevo, se le notaba la voz angustiada.
-No pasa nada Harry, creemé.
-Yo…
Entonces tía Petunia se movió incómoda en el asiento y vio como Dudley lo miraba furioso; tío Vernon ya no aguantó más y le dedicó otro de sus gritos. "¡A ver si acabas de una vez, chico! No dejas escuchar el informativo." Al otro lado de la línea Hermione susurró como si Vernon pudiera escucharla.
-Harry, será mejor que cuelgue. Envíame a Hegwid por favor. Y cuídate.
-Tú también.
-Me alegro tanto de oírte, Harry
-Y yo a ti. Adiós Hermione.
-Hasta pront…
La mano de tío Vernon cayó en ese momento sobre el aparato cortando la comunicación y dejando a un anonadado Harry con el auricular aún en la mano mientras miraba fríamente a su tío. Éste se remangó el pantalón y tomó aire mientras su dedo señalaba amenazadoramente a su sobrino.
-TU-le espetó enfadado- Tú te has atrevido a dar nuestro número de teléfono a esos pirados con los que vives, pero…"
Harry colgó el auricular pausadamente, casi con admiración, pero cuando se volvió para encarar a su tío su cara reflejaba un gran desafío hacia él.
-¿También yo tendré que recordarte las advertencias de aquel señor tan agradable del ojo azul tío?- le dijo casi sonriente ante su atrevimiento- Creo recordar que te pidió amablemente, entre otras cosas, que me dejaras usar el teléfono… ¿Recuerdas?
-Bastardo, arrogante, desagradecido… ¿Así me agradeces todo lo que hago por ti?
-Gracias tío- dijo algo dudoso e irónico- pero… - su voz tan firme como antes- Siento decirte que tal vez no sea la última vez que tenga que usarlo.
Tío Vernon se retiró algunos pasos de él antes de mandarlo furioso a su cuarto, supuestamente castigado. Pero por una vez, Harry subió feliz a cumplir "su castigo". Ahora mismo lo que más deseaba era estar solo y poder escribir a sus amigos.