Saludos lectores, mi buena amiga Shadir ha aclarado un punto que desconocía y es la edad de Raditz, es concretamente 14 años mayor que Vegeta, aunque al caso da igual para vuestra imaginación porque su aspecto es similar al que vimos cuando apareció en la Tierra la primera vez ya que los saiyajins tardan bastante en envejecer... pero vamos, que la edad del muchacho en el tiempo en que Vegeta tenía 25 años, es de 39 tacos. De todos modos, este personaje no aparece en este capítulo aún. ¿Okis?
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Capítulo 2: Mirai con su hermana...
Después de desayunar, Bulma acompañó a Mirai a asearse y le asignó un cuarto en la Corporación Cápsula. Bra acaparó totalmente a su recien llegado hermano del futuro - oye mamá, si vamos a celebrar una fiesta en su honor, ¿no debería comprarse ropa adecuada? - la madre miró de reojo y emitió una sonrisa burlona - y yo se quien va a llevarselo de compras... - la hija sonrió picaronamente ante una mirada confundida de Mirai y contestó - por supuesto, soy la embajadora de las compras en este tiempo, así que querido hermano... tu y yo nos vamos a elegir algún atuendo adecuado para la fiesta de esta tarde - sentenció en su tono más convincente.
El muchacho no se pudo negar ante tales atenciones, una fiesta en su honor, una madre que sonreía con una mirada brillante, y la curiosidad de conocer a alguien de su familia que no había tenido el placer siquiera de ver nacer en su tiempo - está bien, ¿cuando salimos? - sonrió a ambas. La más joven funció brevemente el ceño y emitió una mirada decidida con esa media sonrisa de sobra conocida, que sólo podía significar que tenía una idea bastante 'retorcida' en mente - dúchate hermanito, y después que te cambies saldremos inmediatamente - Bulma la miró con preocupación, ella conocía esa mirada, así que la madre no pudo más que pensar - "que idea se le habrá ocurrido ahora" - pero la felicidad de ver de nuevo a su hijo del futuro opacaba cualquier otro pensamiento.
Ambos hermanos se encontraron en el recibidor, Bra llevaba puesto un sugerente conjunto que consistía en un pantalón de cuero negro, unas botinas cortas de cuero blancas, y una camiseta de licra con tirantes de color blanco al igual que las botas. el conjunto se cerraba con un bolso blanco de cuero y unos guantes de cuero negro con los dedos abiertos similares a los de Vegeta en la saga de Baby. El pelo largo hasta la cintura estaba recogido por una cola alta hacia atrás. En el cuello llevaba un colgante de plata sujetado por cintas de cuero negras también, y adornaba en conjunto de bisutería unos pendientes de aros anchos pero discretos, de plata también. Mirai por su parte llevaba una indumentaria parecida a la que tenía cuando vino la anterior vez, unos pantalones azul marino y una camiseta color negra de tirantes que dejaban entrever unos poderosos músculos perfectos. No llevaba chaqueta porque era un día bastante caluroso. El pelo lo llevaba largo recogido en una coleta en la parte de atrás. Como zapatos llevaba unas botas de color negro también, distintas a las marrones que llevo en su primera aparición.
- ¿Nos vamos? - sonrió la peliazul con picardía.
- Por supuesto - con ademán elegante cedió a su pequeña hermana el paso hacia el exterior de la CC.
- ¿Te gustan las motos? - volvió a sonreir Bra con esa mirada especial.
- Si - iluminó su rostro el muchacho cuando se percató de la flamante moto negra que apareció ante sus ojos. Una Harley Davidson negra con unos adornos llameantes en los laterales - WoW - suspiró Mirai.
- Hmm, sabía que te gustaría - sonrió su hermana menor, que sin pensarlo dos veces subió en el asiento delantero invitando a su hermano a viajar como paquete detrás de ella. - Yo conduzco a la ida y tu a la vuelta, ¿que te parece la idea? -
- Genial... pero... ¿tienes carnet de conducir para una moto como esta? - dijo alzando una ceja un poco incrédulo.
- Mmm llevo conduciendola desde que tenía 12 años, no te hagas problemas con eso, jajaja, relájate - sonrió mientras se colocaba un casco negro y le entregaba otro casco similar.
- Hm, está bien... - sonrió Mirai colocandose el casco y subiendo detrás de ella.
La moto arrancó a toda potencia en dirección al centro comercial, mientras que ambos hermanos disfrutaban del paseo. Después de recorrer un montón de tiendas, Mirai tenía el vestuario completo para varios años, a la salida del Centro Comercial empaquetaron todo en una capsula y al cerrarla, todas las compras desaparecieron encerrándose en la misma (a ver cuando inventan las cápsulas en la realidad, me ahorrarían muchos llantos cuando voy cargada con la compra del supermercado). Mirai tomó las riendas de la moto entonces, pero no se dirigió a la C.C., sino que ascendió hasta la montaña más alta de la ciudad por una carretera escarpada, para diversión de ambos. Cuando llegaron a la cima se sentaron al borde del precipicio, sin importarles la imponente caida libre que habia a sus pies (ventajas de saber volar).
Mirai observaba la ciudad desde arriba maravillado de verla intacta, tan enorme, había crecido bastante desde la última vez que la vió en su anterior visita, recordó las miradas desenfadadas de la gente en el Centro Comercial, se sintió contento de haber sido responsable de tanto bien, y a la vez, de nuevo, se sintió triste al saber que volvería a su mundo dentor de poco, y que encontraría de nuevo una lucha por reconstruirlo otra vez más, se encontraría en soledad ahora que su madre había muerto. Ahora que aquella que tanto amaba estaba... sus pensamientos fueron interrumpidos por su hermana.
- Piensas en tu tiempo ¿verdad?.
- Eh... - la miró desconcertado - ¿Cómo lo sabes?.
La chica acercó su mano al rostro del muchacho y con un dedo robó una lágrima solitaria que había rodado por su mejilla sin que el se percatase siquiera de la furtiva huida al exterior.
- Eres muy observadora... - sonrió débilmente.
- Debe ser muy duro vivir en un mundo que ha sufrido tantas calamidades.
El sólo asintió sin mirarla.
- Sabes, estoy orgullosa de tener un hermano como tu. - pronunció decididamente.
El la miró con intriga ante esa declaración y ella prosiguió explicando el por qué de la misma.
- A pesar de que tu tiempo seguirá siendo el mismo te preocupaste de hacer que el nuestro sea distinto, gracias a ti yo he nacido, ha nacido Goten, el hermano de Gohan, ha nacido Pan, la hija de Gohan, y el mundo vive en paz desde hace año, no es que no hemos tenido batallas importantes... porque las hemos tenido... pero...
- ¿Batallas importantes? - interrumpió muy intrigado.
Ella lo miró de reojo y entonces comenzó a contarle todo lo acontecido después de la saga de los androides en la que el participó.
- Y al final Goku se marchó con Sheng Long y las bolas de dragón...- finalizó su relato (no creo que sea relevante resumir ni contar lo sucedido en las sagas posteriores a los androides, ¿verdad, todos sabemos que pasó, y quien no lo sepa puede consultar en internet algún resumen, U.U)
- Goku... - susurró Mirai.
- ¿Y ahora me vas a contar por qué se te escapó esa lágrima? no es sólo por lo de mamá, ¿verdad? hay más cosas que no nos has contado... estoy segura de eso.
- Para ser tan sólo una... - dijo mirándola con media sonrisa.
- ¡Ni se te ocurra decir que soy sólo una niña! - rugió la peliazul.
El sonrió - iba a decir... que para ser sólo una mujer de 15 años, pareces por tus reflexiones toda una mujer -
Bra se derritió con esta afirmación, por fin alguien reconocía que ella no era una simple quinceañera - Por supuesto, ¿que creías? - contestó con suficiencia.
- Oye, cuentame hermanita, ¿como es papá? -
- Te contaré si me prometes que luego tu me vas a contar a mi tu historia... ¿trato? -
- Trato - cerró estrechando la mano de su hermana.
- Bueno, papá es alguien que yo adoro - sonrió Bra - desde que era pequeñita mamá dice que yo sólo quería estar con el en brazos y que sólo dejaba de llorar cuando el me sostenía -
- ¿De verdad? - Mirai abrió los ojos asombrado, porque este no era el Vegeta que el había conocido cuando vino del futuro la otra vez.
- Mamá me dijo que papá ha cambiado mucho con los años, que después de la batalla de los androides el cambió su actitud y se quedó a vivir definitivamente con mamá y contigo, bueno, con Trunks... bueno, tu me entiendes - abrió los ojos un tanto confundida - pero cuando yo nací, por lo visto papá cambió más radicalmente y se hizo más humano, no es que no tenga malas pulgas, porque con los que no son de la familia sigue siendo implacable, jajajaja, pero con nosotros es cariñoso y bueno, sobre todo conmigo, aunque te moleste, yo soy su preferida - dijo mirándolo de reojo con una expresión divertida.
- Ya veo...
- Bah! pero el te quiere mucho, el me contó la historia de cuando viniste y...
- ¿El te contó la historia? - preguntó sin poder creerselo.
- ¡Claro! - cuando era pequeña no quería dormirme sin que el me contase una historia, se casi de memoria todas las leyendas saiyajins, todas las historias de batallas pasadas, y hasta se cosas de cuando papá trabajaba para Freezer...
- ¿Cómo? ¿que sabes de eso? - dijo muy nervioso.
- Bueno, pues se que había un tal Zarbón de pelo verde que era un presumido y se transformaba en un sapo... puag, que asco, papá le llamaba siempre "sapo" para hacerlo rabiar. También estaba un tal Dodoria, que era feísimo, gordo, de color rosa, ¡asqueroso!. Y Freezer, que sufría transformaciones cuando su poder aumentaba... Luego estaban los miembros de las Fuerzas especiales, que eran feísimos también, jajaja. Papá me contó los motes que utilizaba para denominar a todos los monstruitos a las órdenes del "lagarto". Y también me contó las batallas contra ellos, aunque eso me lo contó años más tarde, cuando empecé a entrenar con el y me dijo que debía aprovechar la experiencia de el en batallas tan épicas, para aprender yo misma a ser una excelente guerrera.
- Papá tiene razón en eso... - sonrió - ya veo que eres una experta en historias, ¿y cuando empezaste a entrenar?.
- En realidad no hace mucho de eso, empecé a entrenar a los 12 años, así que llevo 3, pero papá dice que hago muchos progresos y que está contento con mis resultados, que si hubiera empezado a entrenar a la edad de Pan, seguro que ahora mismo la superaría con creces.
- ¿Y por qué no te entrenó a edad más temprana? -
- Bueno, la cosa era que mamá no quería que yo entrenase, porque se supone que yo soy una dama, una chica distinguida y bella y no podía andar por ahí como una machorra dando golpes por todas partes, además me convenció de que hacer compras era mucho más divertido - sonrió con ojitos en v invertida - y por otra parte yo veía la cara de fastidio de Trunks cuando papá lo obligaba a entrenar, de modo que pensé que ser una chica normal era lo mejor que podía hacer, aunque si que aprendí a volar y a identificar el Ki, más que nada para ganar a Pan cuando jugábamos al escondite - sonrisa divertida de nuevo - pero después de la saga de Baby yo sentí que todos me trataban como una segundona, como una niñita que no sabe de nada, no eche de menos el ir al espacio, la verdad, pero fue muy duro sentirme tan estúpida, tan inutil, como si estuviera fuera de lugar, y luego sentía como una fuerza que me quemaba dentro, una rabia que tenía que salir fuera, hasta que un día fui a hablar con papá y se lo dije...
FLASH
- Papá, quiero hablar contigo - dijo la niña de 12 años recostando sus brazos en la barandilla junto a su padre.
- ¿Hmm? - fue su pregunta, pero en su rostro tenía una expresión de media sonrisa, como si supiera lo que su hija iba a pedirle.
- Yo... quiero ser una guerrera - dijo mirándolo de frente - ¿podrías entrenarme? - su expresión era decidida, sonriente, ilusionada.
- ¿Se lo has dicho a tu madre? - fungió indiferencia.
- No, pero me da igual lo que ella diga - su expresión se hizo más seria.
- ¿Y este cambio repentino? Pensé que querías ser una chica normal y corriente, una verdadera humana... - su sonrisa se hizo más evidente al ver el ceño fruncido en la expresión de su hija y su rabia acumulándose, haciendo que su ki se elevara sin que ella se percatase siquiera de ello.
- ¿Es que no quieres entrenarme porque me consideras una debil? - casí gritó apretando sus puños.
- Eres mayor para comenzar a entrenar, debiste haberlo dicidido antes ¿no crees? - siguió picándola a ver hasta donde llegaba.
- Yo... tu siempre obligaste a Trunks, a mi nunca me obligaste a entrenar, ¡yo no tengo la culpa! - se defendió mientras cruzaba los brazos y miraba gélidamente como nunca.
- Pues que yo sepa a tu amiga Pan nadie la obligó a entrenar... - dijo mordazmente.
Aquel comentario dolió, quemó la sangre, su padre la estaba comparando con su amiga y ¿estaba insinuando que su amiga Pan era mejor que ella, ¿acaso la hubiera preferido como hija?. Su rabia subió al límite hasta tal límite que sintió ganas de golpear a su padre, algo que ella nunca jamás pensó que sentiría, pero antes de hacer algo de lo que se arrepentiría prefirió marcharse, no sin antes decir un comentario mordaz.
- ¿Te hubiera gustado que ella hubiera sido tu hija?. Pues lo siento, ¡pero tu hija soy yo! - sentenció rabiosa - y seguramente de haber sido sido ella tu hija hubiera tomado el mismo camino que yo, porque mamá se hubiera negado a que entrenase, y no te preocupes, que no te molestaré más pidiendote que me entrenes, me voy a entrenar yo sola, o mejor, le diré a Trunks que me entrene, ¡No, mejor aún, le diré a Goten que me entrene, así no tendrá que entrenarme nadie de esta odiosa familia ¡y cuando sea mejor que Pan entonces te tragarás esas palabras que has dicho! - furiosa, herida en su orgullo se dió vuelta para salir de la habitación, pero Vegeta la detuvo sosteniendo su hombro con una mano.
- ¡Jovencita, ¿como te atreves a hablarme en ese tono? te quiero en la Cámara de Gravedad en 5 minutos, ¡toma! - dijo lanzándole una cápsula y observando divertido en secreto la expresión extraña en la cara de su hija, que no había dejado su tono enojado.
- ¿Y esto que es? - Preguntó alzando una ceja con la cápsula en la mano.
- mmm tu traje de entrenamiento, le pedí a tu madre que lo hiciera expresamente para ti - dijo riendo abiertamente.
Bra abrió los ojos y la boca sorprendida, ¿su padre sólo la había estado molestando idiotamente cuando el ya sabía hasta lo que ella le iba a pedir, ¿pero como sabía el eso, ella no había comentado a nadie su deseo de ser una guerrera.
- ¿A que esperas? ¿no querías que te entrenase? - dijo tranquilamente con media sonrisa.
- Tu... ¡sólo has dicho todo eso de antes para molestarme! -
- ¡Hmp! es posible... -
Bra accionó la cápsula y vió el traje de combate que su padre había diseñado, era negro, de pantalón largo y manga al brazo. Guantes, cinturón y botas blancas estilizadas, en el pecho llevaba unos protectores internos. La muchacha sonrió al ver el conjunto de batalla. entonces olvidó toda la rabia que tenía, lo volvió a encapsular y se abrazó a su padre fuertemente.
- ¡Gracias! ¡me encanta! - y besándo la mejilla sonrojada de un padre ensimismado con su princesita se alejó a toda velocidad a cambiarse de ropa.
Fin del FLASH
- Papá puede ser muy molesto en ocasiones, pero es muy inteligente y siempre hace las cosas por un motivo, nunca habla de más, y nunca hace un movimiento que no sea calculado, es un gran estratega no sólo en la batalla sino en la vida privada, y además, sabe siempre anticiparse a todo, se percata de cosas que nadie es capaz de adivinar. Y es la persona que mejor sabe guardar secretos de todo el Universo. Cuando hacía una travesura de pequeña... el siempre me cubría evitando que mamá me regañase, jajaja, pero yo siempre le devolvía el favor cubriendole cuando mamá se enfadaba con el. Realmente mamá y papá se llevan como el perro y el gato, siempre discutiendo, pero se que se quieren mucho, los he pillado en algunas conversaciones muy románticas...
- ¿De verdad? -
- Si, y ahora... mmmm ¿no crees que va siendo el momento de que me cuentes tu historia? - con brazos cruzados - no creas que se me ha olvidado tu trato.
- Creo firmemente que papá y tu teneis muchas similitudes...
- Si, jajaja, todos lo dicen, aunque a mi me consideran más simpática...
- No lo dudo.
Ambos hermanos rieron un rato y luego el muchacho comenzó su triste relato.
- Yo tenía una novia, su nombre es Kiria, ella era médico, una mente realmente brillante. Cuando los síntomas de la enfermedad comenzaron a aparecer ella realizó las primeras investigaciones junto con su padre. Al principio nadie se percató de que la enfermedad era tan peligrosa, se fue extendiendo lentamente, poco a poco, afectando latentemente a la población, mutando junto con otros virus de nuestro planeta y...
- ¡Un momento! ¿estás diciendo que esa enfermedad no era originaria de nuestro planeta? -
- Así es. Al principio no era peligrosa, apenas afectaba como un simple resfriado, pero cuando mutó al paso de los años se hizo una enfermedad mortal.
- Y cual era el origen de esa enfermedad, ¿cómo llegó a nuestro planeta?.
- Freezer... - dijo ese nombre apretando los dientes - es una enfermedad propia de su planeta, cuando el llegó a la Tierra el virus quedó libre en nuestra atmósfera. Supongo que nosotros fuimos los primeros en padecerla en su fase más débil, apenas un catarro, pero sin duda alguna colaboramos a su extensión sin saberlo. El padre de Kiria murió por la enfermedad cuando esta se recrudeció, Kiria estaba contagiada pero siguió sus investigaciones. Mamá y yo también nos contagiamos, pero mi sangre saiyajin hacía que la enfermedad avanzara más lentamente. En el caso de mamá, la cosa era más difícil, pero ella no dejaba de trabajar. Al principio ocultó los síntomas hasta que fueron demasiado evidentes... Entonces Kiria murió, sus últimas palabras fueron hacia mi, nunca lo olvidaré... - sus lágrimas se derramaron de nuevo - y mamá quedó sola dirigiendo las investigaciones, ella... si tan sólo hubiera descansado algo más hubiera podido salvarse con el antídoto, pero esa noche, la noche que logró sintetizarlo estaba ya demasiado débil. Se lo inyecté, pero fue demasiado tarde, ella murió en mis brazos - sus lágrimas se hicieron más espesas impidiendo que continuase su narración.
Bra lo abrazó fuertemente y el lloró en el regazo de su hermana. Jamás pensó verse en esa situación, un guerrero tan fuerte como el siendo consolado por una chiquilla de 15 años, menuda, en apariencia débil, pero fuerte, con una gran fuerza interior.
- Hermano, eres como un angel, has pasado todo eso, y ahora has venido a salvarnos, te quiero mucho hermanito, y no quiero que vuelvas a tu tiempo de nuevo, quiero que te quedes con nosotros para siempre, no tienes que volver allí, ¿vale? - susurró.
- Bra... sabes que no puedo hacer eso - la apartó con una sonrisa y una mirada de paz en sus ojos - Y la que empezó a llorar fue ella.
- Yo... no quiero que sufras así, quiero que te quedes aquí, aquí serás feliz, ya lo verás, con mamá y con papá, y conmigo... -
Mirai la abrazó con ternura conmovido internamente por esas lágrimas sinceras y ese cariño que el tanto necesitaba.
- Tengo que volver a mi tiempo para ayudar a reconstruir lo poco que queda, estaré bien, siempre tendré en mi corazón estos recuerdos maravillosos. Sólo prometeme que estareis bien, con eso seré feliz. - su sonrisa seria se enmarcó de nuevo.
- Ahora... tienes la misma mirada que papá.
- ¿Cómo?
- Si, esa mirada tranquila, papá dice que cuando mira mis ojos siente paz en su alma, y entonces pone esa mirada tranquila que tu tienes ahora.
- Si, creo que tus ojos tienen ese efecto hermanita... son tan lindos como los de mamá, y tienen la fuerza saiyajin en ellos. Y ahora que lo pienso, con lo bonita que eres, ¿hay ya algún muchacho suspirando por mi hermanita?
- TIEMPO MUERTO. ¿Te ha pedido alguien que me preguntes eso? - dijo mirando con recelo.
- ¿Eh? realmente no... ¿por qué?
- Hmmm, por que hay algo que si que tienen muy malo papá y Trunks, y es que son super celosos de mi, como si yo no supiera cuidarme solita, HMMMMMMMM.
- Bueno no te pongas así, de verdad que lo preguntaba por curiosidad sólo, no hace falta que me contestes.
- ¿Sabes? ¿por qué no enviamos a Trunks a tu tiempo y tu te quedas aquí? - con mirada 'Vegeta' en su cara.
- Oye, no creo que eso...
- Es que tu eres el hermano que siempre quise tener y no como Trunks que se la pasa el día regañándome, llamandome niña, persiguiéndome junto con papá para que no se me acerquen chicos... es una tortura, de verdad... sería sólo una temporadita... ¿que dices?
- Suena tentador, pero me temo que no puedo hacer tal cosa, no sería justo para Trunks.
- Mmmmm, Aguafiestas... y si, hay un chico que me gusta - dijo sonriendo - pero como digas algo de esto a alguien no volveré a dirigirte la palabra, además, el... creo que no se ha fijado en mi... -dijo con tristeza - me considera una niña - dijo frunciendo el ceño.
- ¿Qué edad tiene el? -
- 28 años - suspiró.
- Es 13 años mayor que tu, ¿no es un poco viejo para ti?
- NO - contestó ofendida - es perfecto para mi, los saiyajins no envejecen tan rápido y... OPS
- ¿Entonces es un saiyajin?
Bra lo miró con asombro, ella había cometido el graso error de soltar su lengua, ella jamas cometía ese error... y ahora no sabía como salir del trance porque sólo había un saiyajin de 28 años en el planeta y ese sería presentado a Mirai en la fiesta de la tarde.
- Es... está bien, te lo contaré si me prometes solemnemente mediante el juramento saiyajin que no revelarás mi secreto.
- ¿Juramento saiyajin?
- ¿No lo conoces? ah, bien, recuerdo... disculpa... olvidaba que papá en tu tiempo... yo hablo la lengua saiyajin a la perfección, conozco las costumbres y el juramento, así que te lo enseñaré. Por tu brazo a la altura del pecho como en pose defensiva. Ahora yo pondré el mío junto al tuyo de modo cruzado, y repite estas palabras conmigo. - Bra siseo unas palabras guturales y sonoras, era un idioma fuerte, rudo, a la vez que elegante, magestuoso, arrogante, las consonantes extrañas resonaban en la cabeza de Mirai de un modo extrañamente familiar - estas palabras significan: prometo solemnemente por mi orgullo y honor saiyajin no revelar este secreto.
- WoW - Mirai estaba impresionado de conocer esa parte de sus antepasados.
- Bien, el es Goten, lo conocerás en la fiesta de esta tarde, es el mejor amigo de mi hermano, y si, tiene 28 años, y hasta hace 2 días atrás tenía una horrible novia gritona y tonta perdida que se llamaba Paresu. Pero según mis informaciones... ahora han dejado de estar juntos, así que espero que se fije en mi. - dijo con seriedad y sobriedad sin mirarle siquiera.
- Bueno, ¿y tu que siente por el? -
- Yo... tiemblo cuando le veo, sueño con el por las noches, me siento en una nube cuando me saluda o me mira y... "¿por qué le digo todo esto?" -
- Veo que estás muy enamorada... ¿sabes? no quiero que te sientas mal con lo que te voy a decir, pero creo que deberías hablar con el, preguntarle exactamente que tipo de cariño siente el hacia ti... y si existe la posibilidad de que ese cariño se transforme en el tipo de amor que tu deseas, no me parece sano ni justo para ti que estés esperando enamorada como estás a un hombre que no sabes si te corresponde o no. -
- Yo... ¿de verdad crees que debería decírselo? -
- Si, pero cuando te sientas fuerte para afrontar la respuesta, teniendo muy en cuenta que esta podría ser afirmativa, pero también podría ser negativa y te haría daño seguramente...
- Mmmm no tengo miedo, enfrentaré esto, creo que tienes razón, llevo 3 años enamorada de el, tengo que salir de dudas ahora que no tiene pareja... ¡y antes de que se eche otra horrible novia! Gracias. EHHH OYE. ¿Qué hora es? - dijo con urgencia
Mirai se quedó perplejo por el cambio de actitud en cuestión de segundos - ¿eh? pues... no se no me he dado cuenta...
- ¿Sabes cuantas horas llevamos fuera? 5 horas.
- ¿De verdad?
- Si, hablando y hablando se nos ha ido el santo al cielo y ya es la hora de almorzar, papá se enfadará si llegamos tarde. VAMOS. Será mejor ir volando para llegar a tiempo - terminó la frase en el aire mientras guardaba la cápsula de la moto en su bolsito de cápsulas.
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En el próximo capítulo os prometo un especial Mirai Trunks con Pan.
