CAPÍTULO TRES
PUEDES CONTAR CONMIGO
Después de la intrigante conversación de Ahome con la pequeña Rin, ésta se encuentra en un estado de ensimismamiento que nadie del grupo se atreve a romper…
Además ha ocurrido lo inevitable
Inuyasha y Kikyo son pareja ahora… una verdadera pareja
Y Ahome los vio…
Ellos se habían apartado del grupo sin avisar, Kikyo guió a Inuyasha entre la espesura, para llevarlo a un lugar privado. Ella no podía tener demasiadas sensaciones, ni podía engendrar, pero sus sentimientos por el hanyou se estaban volviendo cada vez más fuertes, y decidieron consumar la relación…
A Inuyasha literalmente le dolió el alma…
Y Ahome, que por jugarretas del destino, vagabundeaba hasta perderse, llegó al lugar en el momento menos indicado… lo que vio solo unos breves instantes la conmocionó… salió corriendo, deseando apartarse lo mas pronto posible de aquel lugar… queriendo encontrar el pozo de los huesos para huir de regreso a casa… pero solo se encontró aún mas perdida… y asustada.
Cae de rodillas llorando a mares, ya sin ningún pudor, gimiendo casi a gritos, y golpeando el suelo… a pesar de todo, el amor que sentía le había causado dolor… sola… estaba totalmente sola en este mundo extraño, en este lugar oscuro… sola a merced de cualquiera que deseara matarla… sola para rumiar su dolor…
Unas piernas enfundadas en un impecable par de pantalones blancos, se detuvieron a su lado… ella ni se inmutó
En un principio no reconoció al dueño de las mismas… tan enceguecida estaba por el llanto…
Una mano se posó en su hombro…
-¿¿Por que huyes así? ¿Sabes que pudieron haberte matado? – la voz de Sesshoumaru, tan perfectamente modulada, tan civilizada, tenía ahora un timbre de sincera preocupación
-¿¿Y que! -Ahome no razona, solo llora
-¿No te das cuenta de lo importante que eres?
-Si claro… - ahora, al fin recuerda… tiene que encontrar la perla de Shikkon, por que si no, su propio mundo, su familia, estarían en riesgo – soy indispensable para encontrar los fragmentos… para purificarlos… perdóname Sesshoumaru… fui muy egoísta…
-No… eres importante para todos… eres una amiga, y una aliada poderosa… confían en ti… se apoyan en ti… te quieren… te queremos…
-¿Se-Sesshoumaru?
-Ven, Ahome, debemos ir hacia el grupo, todos imaginan donde están esos dos, pero nosotros no debemos preocuparles…
-Sí, tienes razón… vayámonos…
Ahome camina lentamente al lado de Sesshoumaru, pudieron haber volado, pero éste quiso darle la oportunidad de tranquilizarse, y de que sus ojos volvieran a la normalidad… la mira de reojo constantemente, deseando saber como actuar…
-¿¿Sabes, Sesshoumaru, me siento realmente sola… extraño el calor… la ternura…
Ante esto, el Taiyoukai, libre de dudas, extiende el brazo, aquél que había perdido, y luego recuperó por los poderes de esta mujer, y lo pasó alrededor de los hombros de Ahome, jalándola hacia sí…
-Sé por que estás así… yo también los vi… solo puedo decirte que no debes sufrir más por eso…
-Lo sé, Sesshoumaru, y la verdad es que en el fondo, ya no siento lo mismo… pero hay ocasiones que me duele tanto recordar… tantas ilusiones… tanto amor invertido…
-Y cada vez que ella reaparece, todo se desvanece ¿no?
-Exacto… pero ahora… ya no tengo mas dudas…
-¿Que quieres decir?
-Sé exactamente lo que siento, y sé exactamente que voy a hacer…
-Sea lo que sea… puedes contar conmigo…
La chica levanta sus ojos castaños hasta encontrarse con los del Youkai, descubriendo que la barrera que siempre los cubría, ese muro de indiferencia y frialdad, ha desaparecido, ahora solo ve afecto, comprensión… ahora ve a un amigo… entonces, se gira y se arroja a los brazos de Sessoumaru, llorando de nuevo, pero esta vez de alivio… él la abraza, acariciando su cabello… puede ser tan delicado… sin quererlo, el demonio susurra suavemente al oído de la chica, tratando de consolarla, pasando sus manos por su espalda, alisando su pelo, y ésta se aferra a él como si fuera el oasis que tanto necesitaba…
Sesshoumaru por fin comprende a su padre, como un humano puede entibiar tu corazón, robarte el alma… ¿¿¿como una persona puede ser tan frágil y tan fuerte al mismo tiempo, desde que tuvo a Rin, las cosas en su ser se modificaron, pero ahora, abrazando a esta ningen, todo su espíritu se revolucionó. Por primera vez, odió su armadura, por que le impedía sentir el calor de la chica, y sobre todo, ella se hallaba ahora abrazada a un duro trozo de metal sin vida… cuando debía estar pegada a su pecho… a su corazón… para que sus latidos la tranquilizaran…
Ahome se aparta, y le sonríe con singular ternura
-Gracias, Sesshoumaru, gracias de todo corazón!
-¿De que?
-Por estar aquí conmigo, justo ahora, que más lo necesitaba…
-Sabes que siempre estaré aquí…
-Ahora lo sé… ¿Sesshoumaru?
-¿Que pasa?
-Tu también, puedes confiar en mi… siempre estaré para ti…
-Eso ya lo sabía…
De nuevo retoman el camino, para llegar al lugar donde sus amigos les esperan asustados… Inuyasha y Kikyo también están ahí, ya que el hanyou no toleró la idea de pasar la noche a solas con el frío e insensible cuerpo de la mujer que amaba… dormirían juntos, pero al lado del fuego, en compañía de los demás… así no se sentiría tan mal…
Los extraviados… bueno, la extraviada y el rescatador, llegan por fin al campamento, donde son recibidos con grandes muestras de cariño y preocupación… Sango ha abrazado incluso a Sesshoumaru en un arranque de ésos que últimamente estaba padeciendo…
-Gracias a Buda, que han regresado a salvo! -Miroku recapacita -Ayyy! Quiero decir… gracias a Buda que ha traído a salvo a la señorita Ahome!
-¿¿¿Donde estabas Ahome? ¿¿¿Que costumbres son esas de apartarte así? ¿¿No sabes que Naraku pudo matarte? –Inuyasha encubre sus sentimientos con una capa de enojo - no vuelvas a hacerlo!
-No! perdónenme todos… me perdí… pero no volveré a apartarme así! – sus ojos buscan al demonio que la salvó… de sí misma - además, Sesshoumaru me protegió, contra él no hay enemigo fuerte…
Shippo y Rin, que abrazaban cada uno una de sus esbeltas piernas, enfundadas en un pantalón tipo cargo, de color caqui, la miran extrañados, pero no sueltan el abrazo.
Kouga, Miroku, Sango y Kikyo captan rápidamente la situación… solo Inuyasha prefiere permanecer ciego…
Es ya muy noche, el cansancio se apodera de todos… se van a la cama, como ahora acostumbran… Sango y Miroku, Shippo y Rin pegados a Kirara, Kouga, Hinta y Hakkaku rodeados por sus lobos, Inuyasha con Kikyo recostada en sus piernas… y Ahome sola en su bolsa, mientras Sesshoumaru se recarga en un tronco, observando detenidamente… pensando… hace frío.
Entonces, se levanta, arroja a un lado la molesta armadura, y se acerca a la chica solitaria, le toca la cara, haciendo que ella le mire…
-Ahome… ¿tienes frío?
-Si, algo… ¿y tu?
-mm
Entonces toma a Ahome con todo y bolsa, y la lleva en sus brazos, ante la mirada incrédula de su hermano menor, hacia el árbol que antes le servía de apoyo… sentándose, y colocándola entre sus piernas, para que se recargara contra su pecho. Ahome de inmediato entra en un delicioso sopor provocado por el calor que emana el cuerpo del hombre, así como el pausado y constante ritmo de su corazón… en cuestión de minutos, ambos duermen como benditos. Los demás, que fingían dormir, les han observado con un ojo abierto, hasta descubrir el final de aquella extraña situación… Sango suspira audiblemente, y se pega más al cuerpo de su esposo… Inuyasha deja que su corazón sangre, mientras que Rin y Shippo chocan sus manitas por debajo de la manta que les cubre… Los hombres lobo sonríen secretamente, y se vuelven a dormir.
Los sueños de Ahome al fin están libres de pesadillas. El característico olor de Sesshoumaru le sostiene en sueños, y le alivia el dolor que antes la llenaba. Para el youkai, toda la vida toma ahora su lugar, y todos los prejucios que antes le impedían ver las cosas, ahora han desaparecido, en un mar de paz interior…
Al amanecer, el canto inclemente de las aves les despierta. Realmente algo ha cambiado en el espíritu del grupo, ahora una extraña sensación de paz y tranquilidad se cierne sobre todos ellos. Incluso el herido Inuyasha alcanza a percibirlo… al parecer Ahome tiene mas poderes de los que imaginaba, pues, mientras estuvo triste, esa extraña pesadez y frustración los molestaba a todos, pero ahora que ha encontrado el equilibrio, gracias a su nuevo amigo, ese mismo sentimiento ha inundado los espíritus de los guerreros reunidos… por que eso son ahora, todos y cada uno de ellos, guerreros, que luchan por la vida y la supervivencia de la humanidad.
Sesshoumaru, una vez que Ahome se levanta, se pone de pie también, y da los buenos días, todas las mujeres del grupo ha partido hacia el río a darse un baño… los gritos y risas por el contacto con el agua helada no se hacen esperar, lo cual hace sonreír a los machos que aguardan… tras un largo rato en el que, por el sonido que producen, parece que están jugando, deciden mandar al pequeño Shippo a apurarlas… los hombres quieren bañarse también, antes de partir…
Algunos minutos mas tarde, las chicas salen, sonrosadas y brillantes como joyas recién acuñadas, con los cabellos escurriendo, conversando animadamente… Kikyo también se porta así, ya que la influencia de Ahome la afecta profundamente…
-Bueno, muchachos… siguen ustedes! Pero les avisamos que el agua está muuy fría! -Sango se nota realmente feliz, le lanza un beso a su amado Miroku
-De verdad que sí! Pero es estimulante, ahora tengo muchas mas energías! –Ahome hace algunos estiramientos, como para reafirmar lo dicho
-Señor Sesshoumaru! Fue muy divertido! … - Rin se ve muy linda, radiante como un solecito
-Keh! Eso no importa, el agua fría no es nada para nosotros
-Inuyasha, querido, no deberías hablar así, hasta que ya estuvieras dentro –Kikyo en ocasiones puede ser muy dulce con él
Seshoumaru, encamina sus pasos hacia el río, junto con los lobos, Miroku se estremece solo de pensar en el agua helada, él es humano, pero con tanto ejemplar masculino que no le teme al frío, no puede darse el lujo de parecer débil… ja-ja-ja.
Al llegar, descubren que una cascada mediana se yergue frente a ellos, cayendo en una parte algo profunda de río, rodeada por zonas bajas muy bellas…
Los hombres se desnudan… todos quedan impresionados con el Taiyoukai…
Con la ropa no aparenta tener… todo eso… que tiene…
Se dirigen en admirado silencio a las aguas…
Los lobos aúllan…
Inuyasha gruñe audiblemente
Miroku grita…
Jaken se desmaya de la impresión… de ver a su amo… y luego del frío…
Sesshoumaru les mira … y sonríe burlón
Se sumergen a toda velocidad en el agua, intentando aclimatarse lo más rápido posible a ella…
En el campamento, los sonidos emitidos por los poderosos varones que las acompañan les han causado una risa estrepitosa, Rin, Sango y Ahome ya tienen lágrimas de tanto carcajearse, Kirara hace un sonido, que todas interpretan como risas… mientras cocinan la carne del almuerzo, siguen riendo sin parar… ya que a diferencia de ellas, los hombres no pueden darse el lujo de jugar entre ellos para entrar en calor… eso sería demasiado yaoi… así que tienen que limitarse a lanzar gruñidos de dolor, y fingir que no les importa….
En el agua, Sesshoumaru se pone bajo la cascada… resulta que Miroku, por su excelente entrenamiento de monje, ha tenido mas autocontrol que los demás, ahora esta sentado en una roca, justo bajo la caída del agua, que es bastante fuerte… Sesshoumaru se coloca a su lado, y baja la cabeza, disfrutando el helado líquido que le limpia de todos los olores acumulados… eso lo relaja enormemente…
-Veo que eres mas fuerte de lo que creía – Sesshoumaru se dirige al monje, ambos tienen los ojos cerrados, uno de concentración casi hipotérmica, y el otro de placer
-Gracias, Sesshoumaru… mi entrenamiento siempre fue muy duro…
-Es inevitable, como humano tienes que esforzarte más… no que éstos…
Esto lo dice haciendo un suave movimiento de cabeza en dirección a su hermano y los hombres lobo, que fingen una fortaleza que están lejos de sentir… sus cuerpos se ven azules, y Hinta y Hakkaku, literalmente son unas maracas… tiemblan tanto, que parece que se romperán… Jaken sigue flotando boca arriba, inconsciente, con sus miserias al aire…
-Si saltan un rato, entrarán en calor … -"y me darán algo de que reírme para el resto de mis días" piensa Sesshoumaru
-Keh! Estoy bastante bien! Gracias, no necesito tus consejos!- la vibración de las quijadas de Inuyasha realmente lo contradice…
-¿a que viene esa agresividad, Inuyasha? –Miroku quiere saber
-¿De que hablas?
-¿Por qué le contestas así a tu hermano?
-No… por nada!
-Oye, Sesshoumaru… - esta vez, el imprudente Kouga vuelve a aparecer
--Hm?
-¿Qué es lo que se traen tu y Ahome?
-……
-Anda! ¿acaso te avergüenza?
-Sssssi… Sssssesssshhhhoumaru…. –sisea literalmente Inuyasha –
¿ te avergüenza?
-No tengo de que…
-¿¿Entonces? – pregunta Miroku
-No me "traigo" nada con ella… somos amigos…
-¿¿Pero dime que….? –Kouga advierte que la mano del Youkai se eleva, adoptando un tono verde muy conocido por ellos…
Jaken, al fin despierto, se siente feliz por primera vez en mucho tiempo, al ver que su amo bonito… su hermoso y extremadamente bien dotado amo… no ha perdido sus instintos…
La discusión termina bruscamente ante el gesto asesino del aludido, lo cual solo es indicativo de que es hora de salir del hielo que los lavaba, e ir al campamento, donde unas extremadamente alegres y burlonas mujeres los esperan.
Al llegar, es notoria la diferencia… ellas llegaron radiantes, hermosas… ellos llegaron en un hermoso tono de azul (bueno, menos el Taiyoukai), y todo, menos radiantes… buscaban el calor del sol y de la fogata, como si se les fuera la vida en ello…
Las burlas, y risas comenzaron de nuevo… agradándole mucho a Sesshoumaru que Ahome estuviera ya de tan buen humor…
Esa mañana, mientras comían, ambos, Sesshoumaru y Ahome, encontraron sus miradas varias veces, y en cada ocasión, se reafirmaban la promesa dada:
"Puedes contar conmigo… siempre estaré para ti"
