CAPITULO CUATRO

LA BATALLA FINAL

PARTE UNO

Han pasado cuatro meses… y al fin, Naraku se ha descubierto… al parecer tiene un plan, de nuevo un retorcido y malévolo plan… pero no cuenta con que las cosas, dentro del corazón de sus enemigos, han cambiado…

Hakudoshi, junto a Kohaku, se presentan a espaldas del grupo, quienes corrían siguiendo el rastro que intencionalmente les habían dejado…

La sorpresa de Sango es enorme… su hermano actúa como un zombie… pero algo no esta bien con eso…

Hakudoshi amenaza a Sango y a Miroku con su alabarda… Sesshoumaru interviene, en intercepta un ataque particularmente violento que le han lanzado a la exterminadora, mientras el monje intenta derrotar a un extremadamente hábil Kohaku… no ha desperdiciado ni un solo día, haciéndose cada vez mas fuerte, y mas rápido. Sango, repentinamente se ve rodeada por sus amigos, quienes defienden con todas sus energías a su compañera… su Hiraikotzu es mandado al suelo por el bloqueo experto de su hermano, y ya no puede ir por su arma…

Hakudoshi arroja un haz de energía maligna en contra de Ahome, el cual es parado de inmediato por una flecha de la misma… en ese momento, Inuyasha iba a intervenir, justo cuando el campo producido por ella le detuvo… de pronto se da cuenta de que Sesshoumaru no había realizado ningún movimiento para salvarla, como si supiera que en ese caso era innecesario…

Inuyasha se siente como un tonto… ya no lo necesita… ella es mas poderosa que él ahora… Kohaku, tras recibir una orden del muchacho albino, salta para alejarse, en dirección al norte… hacia un lugar que parece inhabitado… claro… un campo de protección de Naraku… esto es una trampa descarada…

Todos corren en pos del chico… conscientes de la situación, han decidido correr el riesgo, cualesquiera que éste sea, para de una sola vez matar a Naraku… algo les dice que ésta será la batalla decisiva, la que definirá el futuro…

Ahome y Sango, montan a Kirara… Inuyasha con Kikyo a la espalda, Kouga y Miroku, corren a toda velocidad… Sesshoumaru vuela encima de ellos con Jaken adherido a su estola, y los niños son transportados en brazos de Hinta y Hakkaku, que van tras ellos, pero no demasiado… deben protegerles para que el sucio de Naraku no logre tomar a alguno de ellos y los use como carnada y rehén…

Han llegado a los linderos del campo de protección de Naraku, el cual se abre en espera de que ellos pasen… en ese momento, Sango baja de Kirara…

-Vamos, chicos! Esta vez, tendremos que derrotarlo –haber visto a su hermano la llenó de esperanzas… además, si moría, Sesshoumaru podría revivirlo con Tensseiga - Kirara!

-Alto, Sango! Tu debes quedarte aquí… te quedarás con los niños, y con Hinta y Hakkaku… -Inuyasha parece consternado- cuidarás de ellos!

-No! yo debo ir!

-No! te quedarás! ¿no te das cuenta de que es una trampa! Van a usar a tu hermano! -Inuyasha quiere hacerla reaccionar, pero no puede…

-Sango… mejor quédate –Esta vez Ahome es la que intenta convencerla

-No! yo iré! ¿¿Verdad Miroku? Tengo que ir… tengo que rescatar a mi hermano!

-Nosotros lo haremos! Así será una desilusión para Naraku no verte ahí! -Kouga participa del intento general por hacerla quedarse

Miroku se siente realmente extrañado… confundido… ¿a que viene ese repentino interés por que la exterminadora no participe de la batalla?

Kirara se interpone en el camino de Sango, impidiéndole continuar…

-Bastaa! Yo voy a ir! No se que les ocurre… pero no me impedirán salvar a mi hermano! -Sango llora desconsolada… otro de esos repentinos arranques que últimamente le acosaban

-No, no irás, mujer –Seshoumaru, el gran y poderoso demonio, habla con todo el mando que su voz puede tener- ya basta… ¿que no entiendes?

-¿No entiendo que?

-Estas preñada –Sesshoumaru la mira directamente a los ojos- ¿no entiendes que no podemos exponerte así? Ahora no se trata solo de tu vida…

-¿QUUEEEEEEE! –grito de Miroku y Sango

-Todos hemos captado tu olor… -Kouga la mira con ¿ternura?

-No queremos que te pongas en peligro… ni al bebé… Miroku ha querido un hijo desde hace tanto… -Inuyasha se le acerca y la abraza con dulzura… tiene una gran debilidad por las mujeres que lloran - por favor, Sango, quédate… pelearemos mejor si sabemos que estás a salvo…

Sesshoumaru, sigilosamente se ha puesto tras el monje, que tras la estupefacción inicial, se desmaya, siendo atrapado en el aire por el Taiyoukai, que ya se lo esperaba… tras unos segundos de estupor, reacciona de nuevo, corriendo a abrazar a su amada esposa, gritando de alegría, y acariciándola…

-Un hijo! Un hijo! Voy a ser padre! -Grita y grita feliz

-¿¿¿Pero como? -Sango aún no comprende como los demonios se dieron cuenta, y como Ahome lo sabía

-Yo noté un cambio en tu aura, Sango querida, pero no sabía por que… cuando se lo comenté a Sesshoumaru, me dijo que tu aroma había cambiado… que ahora olías como a… que frasecita utilizó! (voltea los ojos al cielo)… dijo que olías a… (nuevo gesto de consternación) "hembra preñada"… que era seguro que estuvieras embarazada (esa palabra es mía)… y que había que protegerte… -Ahome aclara las dudas de la exterminadora, que ahora sonríe… con esa sonrisa misteriosa que las futuras madres suelen poner cuando imaginan a su bebé…

Ahora entendía todo… los malestares… el sentido del olfato tan desarrollado… los arranques sentimentales… y ahora era feliz…

Una vez que quedaron, Sango, Rin y Shippo bajo la protección de los lobos, Los demás salieron hacia la abertura del campo, para internarse en los dominios de Naraku… donde la batalla iba a dar comienzo…

Naraku les observaba desde el espejo de Kanna… era muy divertido… el gran Sesshoumaru se encontraba ahí… seguramente para vengar la muerte de su amada Kagura… ya le tenía preparada una gran sorpresa…

Una silueta se dibujó tras la delicada mampara que dividía las habitaciones…

Una mujer…

Naraku, la llamó, y le ordenó que fuese a ellos… que buscara en especial al hermoso demonio de pelo plateado…

Lo mataría de amor…

Que equivocado estaba.

Sesshoumaru, Inuyasha y Kouga, que eran la avanzada de los atacantes, se internaron primero en las instalaciones del castillo, llegando rápidamente a un gran patio central… en el centro de ese patio estaba… Kagura… pero algo diferente…

-Buenos días, querido señor Sesshoumaru… -la voz de la mujer era sensual… cautivadora…

-¡¡¡¿¿¿Que demonios! –Kouga se recuperaba de la impresión

En ese momento, Kirara, Kikyo y Ahome llegaban al lugar… Kikyo volteó a ver a Ahome, anhelando descubrir dolor o celos en ella… solo pudo encontrar una sonrisa amable, y un semblante de absoluta confianza…

-Seshoumaru… he vuelto… y quiero pelear a tu lado… para vencer a Naraku! –Mientras decía esto, la mujer corrió a los brazos del aludido, abrazándolo con fuerza…

-Váyanse… busquen a Naraku… yo me les uniré en un momento –Sesshoumaru habló con toda la calma que pudo - este es un asunto que debo atender personalmente…

-Si! -contestaron al unísono, y partieron hacia el interior del palacio

Naraku les guió hacia otro espacio abierto, una especie de jardín a espaldas del castillo, donde se les presentó en persona…

-Hola! Veo que han llegado! Es un placer para mi tenerles en mi palacio! Trataré de darles el trato que merecen – Naraku, envuelto en su esfera protectora, arroja uno de sus tentáculos en contra del grupo… todos esquivaron los ataques…

- Kaze no Kizu! -Inuyasha lanza todo su poder contra el campo de fuerza de su enemigo… cuando Hakudoshi sale de la nada, y empieza a atacar a Kouga

-¡¡Muere Inuyasha! Como he deseado este momento –Naraku realmente disfruta de esto – ¡¡como he deseado poder matarte! ¡¡¡Y quedarme con esa maldita mujer, para destazarla! – vuelve a atacar a Inuyasha, devolviéndole el Kaze no Kizu, el cual es parado por una flecha espiritual arrojada por Kikyo…

Ahora estos dos luchan como hace 53 años, juntos, espalda con espalda…

Kouga sigue teniendo problemas con Hakudoshi… se han dado varios golpes entre sí, pero el chiquillo parece invencible… Ahome le lanza una flecha sagrada al niño, destrozándole, pero su cuerpo vuelve a unirse lentamente…

Naraku arroja veneno, cuando todos saltan hacia atrás para evitar respirarlo, Ahome crea desde la punta de sus dedos, en frágil equilibrio, una esfera de energía, blanca y brillante, y la hace explotar purificando así, de un solo golpe, todo el aire envenenado…

Naraku no se esperaba esto

Inuyasha vuelve a atacar, y cuando Naraku se defiende con un haz de energía maligna…

-Eso es lo que estaba esperando, maldito! Bakuryyuhaaa! – el poder es devuelto al maligno ser… el cual apenas es rasguñado…

-Kongosouhaaa! – el campo es atravesado por las lanzas de diamante, y Naraku queda gravemente lastimado…

-Gokuryuuhaa! -Sesshoumaru ataca con gran fuerza al cuerpo herido de Naraku… llegó en algún momento de la batalla, algo de sangre manchaba sus impecables ropas…

Flashback

"-Seshoumaru… he vuelto… y quiero pelear a tu lado… para vencer a Naraku! –Mientras decía esto, la mujer corrió a los brazos del aludido, abrazándolo con fuerza…

-Váyanse… busquen a Naraku… yo me les reuniré en un momento –Sesshoumaru habló con toda la calma que pudo - este es un asunto que debo atender personalmente…

-Si! -contestaron al unísono, y partieron hacia el interior del palacio

En cuanto Sesshoumaru se quedó a solas con ella, la mujer se le acercó con una cara de amor y timidez que contrastaba con sus actos sensuales… él la miraba con su clásico rostro impasible…

-¿quien eres tu?

-Soy yo! Kagura!¿¿¿ Es que acaso no me reconoces?

-tu no eres Kagura… ¿dime quien eres?

-Entonces no has caído en la trampa! No importa… ahora que estoy cerca de ti puedo…!

La mujer sacó de entre sus ropas, una cuchilla extraña… curvada y grabada con curiosas marcas… Sesshoumaru supo que si esa arma le atravesaba, moriría sin falta… ella era en extremo ágil… podía manipular los vientos, tal como la antigua Kagura… la pelea se volvió un duelo de habilidades, en el que obviamente, el gran Demonio Perro fue el ganador… atravesando el cuerpo de la youkai con un golpe seco y limpio… partiéndola en dos… ella desapareció en una nube de cenizas malolientes…

-Definitivamente tu no eres Kagura…

La cuchilla quedó clavada en un muro del palacio, para no ser removida jamás…

Fin del flashback..

Ahora, parecía que habían vencido a su eterno enemigo, puesto que éste se había convertido en una nube de ceniza… pero de pronto, la voz de Naraku se dejó oír de nuevo:

-Tontos! Creen acaso que podrán matarme! Ahora que tengo en mi poder casi toda la perla se Shikkon, es imposible!

En ese momento, en el techo de la mansión, se dejaron ver dos figuras… una era Kohaku… la otra era Kanna, con el bebé en brazos.. y sobre ellos la espeluznante figura del demonio protector del niño demonio… Kikyo se dedico fervorosamente a pelear con Moryuumaru… Kohaku protegía a Kanna y al bebé de los incesantes ataques de Kouga; e Inuyasha intentaba destruir al incansable Hakudoshi… cuan poderoso se había vuelto ese niño! Además, el campo de protección del bebé lo salvaba cada vez que estaba a punto de ser alcanzado por el Kaze no Kizu…

Sesshoumaru luchaba contra Naraku, que se había vuelto a formar… los ataques de uno y otro eran terriblemente diestros… poderosos… en alguna ocasión, Sesshoumaru arrancó un gran trozo de suelo, dejando un enorme hueco en medio del lugar… el palacio estaba casi destruido por los ataques tremendos de Inuyasha… y Ahome y Kikyo destruían a la legión de monstruos de Naraku solía utilizar para entretenerles…