CAPITULO CUATRO
LA BATALLA FINAL
PARTE DOS
De algún modo, Naraku había estado obligando al grupo a reunirse en el centro del patio… rodeados por Naraku, Hakudoshi, Kohaku, Moryuumaru, y los monstruos del primero, estaban siendo atacados con mucha fuerza.
Ahome y Kikyo lograron acabar con los monstruos… Inuyasha volvió a pulverizar el cuerpo de Hakudoshi, que dejo su burlona cabeza flotar cerca de él… Moryuumaru fue atravesado por las garras de Sesshoumaru, y Kohaku quedó inconsciente en el suelo, gracias a un certero golpe de Kouga…
Entonces sobrevino lo peor…
Naraku comenzó a invocar una gran cantidad de energía con la perla de Shikkon negra… esto debilitó a los youkais, y a la misma Kikyio…
En ese momento, Ahome empezó a brillar…
-Maldita mujer! ¿¿Que es lo que piensas hacer? ¿¿No te das cuenta de que ahora los mataré a todos de un solo golpe? MORIRÁS JUNTO CON TU AMADO INUYASHA!
Entonces le envió un poderoso rayo, directamente al peco de la chica, con el afán de destrozar su corazón, pero éste fue detenido por Tensseiga… Sesshoumaru casi muere…
-Vaya vaya! ¿¿¿Así que esta humana es tu debilidad ahora… Gran Sesshoumaru? –Naraku se burla descaradamente – que sorpresa! Ahora veo por que la copia de Kagura falló!
-No seas imbécil! Ella no es mi debilidad! -Sesshoumaru recupera el control de su ser – ES MI FORTALEZA!
Estas palabras despertaron los aletargados sentidos de los otros youkais… Inuyasha se sintió profundamente satisfecho, de que su hermano fuese ahora quien consolaba el corazón de la mujer que tanto había querido… no había nadie mejor…
-Sesshoumaru! Hagámoslo! - Inuyasha se paró junto a su hermano, con la espada apuntando hacia Naraku! – juntos lo lograremos!
-Hai!
- Bakuryuuhaaa!
-Soryuuhaaa!
La energía, mezclada, se dirigió hacia el Hanyou malvado, y lo desmoronó…
-No servirá de nada… -Kikyo habla, consciente de la situación – es necesario purificarlo… pero toda mi energía no será suficiente….
-Pero la mía sí … -Ahome flota mientras que largos y flotantes haces de luz se mueven a su alrededor, como flamas blancas… toda ella es ahora un núcleo de energía sagrada…
Al otro lado del campo de energía, las cosas para Sango y compañía no pintaban nada bien… a pesar del intento de sus amigos por evitarle riesgos, Naraku no iba a permitir que se quedaran así las cosas…
Una legión de bestias les atacan… Hinta y Hakkaku, armados con lanzas, luchan valientemente… mas consciente que nunca de la importancia de sus habilidades, cada vez se vuelve mas certera con su boomerang… Shippo, que ha mejorado notablemente en sus capacidades mágicas, achicharra a cuanto monstruo se le atraviesa con su fuego mágico, aplastando a otros con su trompo gigante… Rin que también se había vuelto una arquera muy buena, luchaba con todas sus energías, ya que el entrenamiento constante al que le habían sometido, aunque duro, era amoroso, por parte de las sacerdotisas…
La lucha iba rindiendo sus frutos, una vez que el número de bestias comenzaba a disminuir… estaban heridos, pero completos… y sobre todo… seguían vivos..
De nuevo dentro del palacio, Ahome por fin ha decidido sacar a flote todos sus poderes… toda esa energía que su alma atesoraba. Y tras su inicial amenaza, su cuerpo se eleva, levitando a un par de metros del suelo… un aura luminosa la rodea… parece que tuviera vida propia… en el cielo, ennegrecido por los poderes malignos de Naraku, aparece un área límpida… donde el sol asoma, una columna de luz pura baja desde el firmamento, y baña por completo a Ahome. Su cuerpo parece cubierto por una fina capa de metal brillante, como si se hubiera empolvado con oro… sus ojos despiden flamas blancas… Ante el completo terror de Naraku, el ritual de la gran Sacerdotisa, la Protectora da inicio…
Ella extiende sus brazos, primero a sus lados, luego lleva sus manos al centro de su pecho, uniendo los dedos índices y pulgares de ambas manos… en el centro del rombo se forma una estrella dorada…
- TESSAIGA … TENSSEIGA – llama a las espadas de los dos hermanos con una voz que parece contener mil ecos… no, más bien, parecen las voces de cien seres, que se aglomeran en su interior – A MI!
Las espadas escuchan el reclamo de su ama.. y salen de las manos de sus dueños para detenerse flotando entre las manos abiertas de Ahome…
-ÚNANSE … ¡¡¡¡¡¡¡¡ESPADA DEL DESTINO!… - Ahome tiene ahora entre sus frágiles y finos dedos una sola espada, de tamaño descomunal, cuyo brillo supera todo lo conocido…
-Kohaku! AHORA! - Ahome habla sin mirar al muchachito… el cual , ante la incrédula mirada de Náraku y Hakudoshi, se levanta del suelo, y atraviesa con su hoz el corazón del bebé que Kanna lleva en brazos… nadie lo detiene… el bebé agoniza…
- Ahora desaparecerás, Naraku! – Ahome blande la espada – AHORAA! PODER DE LOS CIELOS!
Un enorme chorro de energíaque brota de la espada golpea a Naraku… el cual queda quieto y esperando la explosión que le destrozaría… pero nada pasa… al menos nada que él note…
-Estúpida! No me has hecho nada! - ríe a carcajadas
-¿Estas seguro de eso?
Entonces cae en la cuenta… la Perla de Shikkon resplandece blanca y pura, y le quema terriblemente la mano que la sujeta… se desprende de él y llega flotando ante Ahome, la cual la toma… los fragmentos que Kouga poseía se desprenden de su cuerpo y se funden con la perla, igual pasa con Kohaku, que para los malos cálculos de Naraku, ya se ha restablecido de sus heridas… no necesita el fragmento para vivir… de pronto un violento dolor le hace presa… el bebé fue alcanzado por el rayo de luz purificador… y ahora, el bebé y Kanna están muertos…
Hakudoshi se desintegra dolorosamente frente a sus ojos… pero antes de que él pueda decir algo más, una flecha sagrada le alcanza la frente… y su cabeza de rompe en mil pedazos… una flecha hecha de luz en su máxima expresión, lanzada por un arco espiritual que ha brotado del pecho de la Sacerdotisa mas poderosa de todos lo tiempos…
Para no volver a unirse más…
En ese momento, las espadas vuelven a separarse y retorna cada una a las manos de su dueño… el asombro general aún no se disipa, cuando de nuevo, Ahome queda rodeada de luz…
Son almas…
Son espíritus…
Una serie de figuras luminosas desfilan a su alrededor, sonrientes, orgullosas…
Una de ellas se adelanta… es Midoriko, la sacerdotisa creadora de la perla…
-Bien hecho, querida Ahome –Le dice la voz delicada y cantarina del ángel – lograste salvar a la humanidad… y a todo el planeta
-Yo… ¿que?- Ahome no entiende que hacen todos ellos aquí, son cientos de espíritus de luz que parecen salir de ella
-Debes saber querida Ahome, que tú eres la reencarnación de todos nosotros… fuiste creada con el propósito de que salvaras a la tierra… cada cierto tiempo, la humanidad es amenazada por algo o alguien… esto marca el inicio de las eras, las cuales no se cuentan igual entre los humanos que entre los seres de luz… los seres divinos lo saben, y prepararon una protección infalible… cada vez que la amenaza total se cierna sobre la tierra, nacerá un Protector… un guerrero nacido de la conjunción de los espíritus de todos los demás Protectores… yo fui una de ellos… Kikyo fue otra… Aquí estamos todos: Inu-no-Taisho, Artos, Merlín, Alejandro Magno, Ramsés… todos reunidos en ti… para esta gran batalla…
-¿Pero como? ¡¿Cómo es eso posible!
-Por que así fue estipulado, y tu has cumplido bien con tu tarea… ahora tienes el privilegio de pedir el deseo que gustes, y deshacer la perla de Shikkon…
-¿El deseo que guste?
-Si… queda a tu criterio, por que sabemos que harás lo mejor…
-Entonces…
Ahome cierra los ojos, pidiendo su deseo con todo su corazón… todo el fervor que en su alma puede caber, que es bastante…
Después, la perla se deshace lentamente, en un delicado polvo nacarado que se esparce en los alrededores…
La perla ha desaparecido…
La amenaza ha muerto…
La luz que la rodea se extingue lentamente, pero antes de que desaparezca por completo, la grave y poderosa voz de Inu-no-Taisho reverbera en el silencio:
-Bien hecho, has elegido con sabiduría…
El palacio de Náraku se desintegra ante sus ojos… las almas robadas vuelven a sus dueños, o en su caso, se alejan en el firmamento, alcanzando la paz que no habían tenido… El grupo se reúne, y se dispone a salir a buscar a los amigos que habían quedado esperándoles.
La estampa al llegar no es nada halagueña
Cientos de monstruos destrozados están esparcidos por doquier… Sango, los niños, y los lobos se ven exhaustos, cubiertos de sudor, pero vivos… todos tienen ahora heridas… nada mortal, pero si bastante dolorosas.
Los reencuentros son totalmente emotivos… solo Ahome y Sesshoumaru se limitan a observar.
Todos tienen la pregunta en la punta de la lengua… ¿Cuál fue el deseo de Ahome?... ¿solo fue que la perla desapareciera?...
