Muchas gracias por las Reviews, sin embargo pediría a los que seguis mi historia, que por las estadísticas veo que sois bastantes (lo cual me llena de alegría) me escribais apenas alguna cosilla, ya que yo no cobro por escribir y mi premio son vuestros mensajes. Gracias de nuevo por vuestra acogida y cariño.

Capítulo 13: Un accidente.

Vegeta quedó perplejo mirando por unos segundos la extraña cola azul que había surgido en la muchacha. Zarbón se alejaba medio riéndose del desconcierto del príncipe...

Apenas unos segundos despues nuestra amiga estaba en una ducha siendo rociada intempestivamente por un chorro de agua fría. Sus ojos se abrieron en el choque vislumbrando atontadamente esa mirada y esa media sonrisa un tanto sádica en el rostro de su padre.

Sin pensar apenas en donde estaba, y aún sin recuperar del todo la consciencia, la muchacha, como si despertase de una pesadilla dijo "papá... ¿papi?" y dos lágrimas se escaparon de su rostro... la mirada de Vegeta pasaba a ser de mayor desconcierto ahora. De algún modo esas palabras le habían alcanzado una parte profunda dentro de él. Pero pronto rechazó ese pensamiento que presumía ser sólo una debilidad. La agarró de la armadura levantándola y colocándola sobre la pared de golpe.

¿Qué clase de bicho eres tu? - preguntó entre dientes.

¡No soy un bicho! – alegó ella del mismo modo plantándole cara.

¿De dónde salió esa cola? - interrogó.

¿Cómo? ¿qué cola? - Bra arqueó una ceja sin entender en absoluto la cuestión del momento.

Vegeta observó como caía una gota de sudor en su frente ante la inocente respuesta.

¿Te estás burlando de mi mocosa? - diciendo esto agarró la cola y la estrujó con fuerza haciendo que Bra se doblase de dolor perdiendo las fuerzas. Vegeta ahora se extrañó aún más viendo como la cola además de parecer saiyajin, aun siendo azul, parecía tener las mismas debilidades que la cola de su raza. ¿Se trataría de un experimento científico de Freezer? ¿Se habría atrevido a altrajar los genes saiyajins utilizándolos para crear a ese ser de pelo azul? Y lo que es peor... ese ser le había llamado 'papá'... ¿significaba eso que el maldito lagarto había utilizado sus propios genes para crear a la mocosa que llacía a sus pies? ¿explicaría eso el sentimiento cálido que golpeó su corazón hace un momento cuando ella le llamó 'papí'?. Entonces lo pensó bien... no podía interrogarla en ese lugar... quería respuestas, pero sería peligroso si alguno de los minúsculos espías de la base descubriera la comprometedora conversación. Lo mejor sería esperar a la noche, durante la misión, para averiguar todo. Sólo en las misiones con el scuter fuera del oido se podía hablar realmente fuera de peligro, y aún en esos momentos sólo hablaban en idioma saiyajin. Por fin soltó su cola dejandola aún en el suelo recuperando energías. - Me da igual la clase de aberración que seas... esta noche tenemos misión, será mejor que ahorres fuerzas. Las necesitarás... - terminó de decir con una sonrisa muy malvada mientras que se alejaba para pensar detenidamente todo lo que estaba sucediendo.

La chica peliazul se quedó sentada accionando la ducha de nuevo para despejarse, aunque con agua algo más templada, mientras pensaba - "¿Por qué me ha salido cola?" - estaba impresionada de observarse con ella, la tocó levemente observando su suavidad y la sensibilidad del nuevo miembro.- "Realmente es increible... ¿habrá tenido algo que ver en esto Zarbón o Freezer? ¿me habrán hecho algo en la enfermería? ¿me habrá salido sin más por alguna razón que ignoro? Ahh como querría a mi papá aquí para explicarme todo... un momento, mi papá está aquí, pero... el no sabe ni que soy su hija siquiera... mmmm me siento tan... triste..." - bajo el sonido del agua de la ducha se podían escuchar apenas imperceptibles los llantos de una mujer-niña - "Papi, estoy cansada, no quiero estar más aquí, me siento sóla, no se cómo salir de este sitio, ven por mi y sácame de este horrible lugar, tu... me prometiste que no dejarías que me pasara nunca nada, te extraño papa tengo miedo... papiiii... no me dejes sóla por favor, no me dejes, te necesito, te necesito a mi lado, me siento muy sóla, te quiero papi, ven a buscarme... no dejes que nadie me haga daño, no me dejes sóla por favor" - Su mente gritaba internamente en la desesperación más absoluta, mientras las lágrimas se derramaban por su semblante.

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Mientras tanto en la Tierra...

Vegeta paró sus duros entrenamientos en la cámara de gravedad. Una especie de rayo de energía atravesó su alma con un presentimiento, la sensación de que su hija lloraba y le necesitaba - Bra... princesa... ya voy por tí... resiste... tienes que ser fuerte... - Al menos ahora estaba seguro de que seguía con vida.

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En la base de Freezer...

Vegeta sintió un dolor en su alma, y ese dolor provenía de la mocosa que había dejado sola hacía un minuto sólo. Apretó los dientes apartando de sí esa sensación nueva, extraña y que de algún modo le aterrorizaba. Tenía que averiguar pronto qué estaba pasando.

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Como si hubiera escuchado las palabras de aliento de su padre Bra se levantó estoicamente. Secó sus lágrimas y elevó su energía un poco para secar sus ropas y su cabello. Mas respuesta y habiéndose desahogado al llorar se dirigió rumbo a su cuarto. Entró en el cuarto que le fue asignado desde el principio, no queriendo tener más problemas con Vegeta ocupando su habitación, y se acostó en la cama para descansar y tomar algo de fuerza para la misión que le esperaba...

Raditz caminaba por los pasillos con dirección a su habitación. Entonces recordó que ahora su cuarto había sido cambiado debido al nuevo nombramiento de la tal Bra, la prometida del mariquita de Zarbón, como jefa de su escuadrón. Emitió un gruñido de rabia ante este suceso, en realidad ante ambos sucesos, tanto el del nombramiento como prometida de Zarbón, como el de nombramiento de jefa de su escuadrón, aunque en el fondo se alegró de que al menos, por poco tiempo (porque conociendo la astucia del prícipe, aquella niña no iba a durar mucho tiempo como jefa del escuadrón), Vegeta recibiera un poco de la medicina que él le daba cada día. Raditz era un guerrero de clase baja, una guerrero de tercera clase, que tenía que soportar toda serie de desplantes por ese motivo dentro del escuadrón. Siempre recordándole su baja clase, siempre tratándolo como si fuera una basura. Por eso él, a diferencia de sus estirados compañeros, se juntaba con otros soldados de la base para jugar, beber o 'juerguear' un poco. Así se sentía más cómodo, más igual y menos inferior. Realmente, no podía negar que le hacía ilusión que la mocosa fuera considerada por debajo de su rango, así el hubiera dejado de ser el más miserable insecto del escuadrón, pero quizás... por otro lado... sería más divertido observar la crispación de los nervios de Vegeta y Nappa, recibiendo sus órdenes... acatándo órdenes de una mocosa... Esta si que iba a resultar una misión divertida para él... Su rostro se apoderó de una sonrisa maliciosa al imaginar mil situaciones, y sin darse cuenta comenzó a reirse sonoramente por entre los pasillos que conducían hasta su nueva habitación. La que antes ocupaba Bra. ¡La que ahora ocupaba Bra! Aunque claro, él... ¿cómo iba a imaginar siquiera que su nueva jefa estaría dormida en su antigüa habitación en lugar de haber ocupado la de Vegeta?.

Antes de entrar en la ala destinada para su escuadrón procuró poner un semblante serio, lo cual le costó bastante lograr, pero finalmente sus músculos faciales obedecieron ante el miedo de que su príncipe le encontrara riéndo sólo y le preguntase la razón...

Por fin entró en su nueva habitación. Realmente no se paró a mirar demasiado. Tomó un par de scuters y se sentó en una mesa de espaldas a la cama donde sin el percatarse estaba profundamente dormida Bra. Luego tomó un par de destornilladores de la sala contigua y volvió a entrar. Estaba reparando los scuters como solía hacer casi siempre, cuando de pronto escuchó un sonido de tripas... Automáticamente miró hacia su estómago, luego puso una cara extraña y pensativa. ¿Habían sonado sus tripas?. El no tenía hambre en ese momento... siguió trabajando en los scuters cuando de nuevo escuchó el sonido de tripas, sólo que esta vez se concentró un poco y se percató de que venía justo en de detrás de donde él estaba sentado. En efecto, se volvió atrás y en la cama vió un bulto. Nappa no podía ser porque el bulto era más pequeño, pero ese sonido de tripas era genuino saiyajin, así que sólo podía ser... ¿Vegeta? VEGETA. Si era el príncipe y se daba cuenta de que estaba en la habitación mientras que dormía, era saiyajin muerto. Su respiración se congeló por completo, un nudo se hizo en su garganta... pero luego pensó... - "Yo no me he confundido de habitación, estoy seguro de que entré en la que me asignaron. Vegeta no se equivocaría jamás y eligiría esta, porque el siendo un príncipe debía utilizar, si no la habitación del jefe de escuadrón, la del primer oficial... el jamás se metería a dormir en este cuchitril pequeño indigno de él... a no ser que... ¿y si quiere algo conmigo?... no... Vegeta no sería gay ¿verdad? - un brillo azul se apoderó de Raditz, tragó saliba como pudo y se dispuso a salir de la habitación lo más sigilisamente posible. Pero justo cuando salía... un sonido le congeló. Fue un suspiro, pero no era un suspiro masculino, era un suspiro femenino. Vegeta podría ser supuestamente gay si se confirmasen sus temores, pero esa voz no era de él, ni en un millón de años. Era una voz femenina... Su curiosidad le puso más que el miedo, y se acercó un poco a la cama. De pronto por entre las sábanas apareció una colita de modo pelida color azul. Raditz ahora si que quedó en shock. Vegeta no podía haberse teñido la cola, ni podía estar gimiento como una chica... pero esa era una cola saiyajin en toda regla... bueno, salvo por el color. Raditz siguió acercándose más. Se encontraba a apenas medio metro cuando las sábanas se movieron y la chica de cabellos azules se dió vuelta mientras dormía. En su rostro aún habían un par de lágrimas furtivas. Raditz sintió un golpe en el corazón al verla, pero seguía sin creerse lo de la cola, así que con suavidad la tomó con su mano. La chica emitió un gemido leve, él arqueó una ceja y sus ojos se volvieron ciertamente ilusionados. ¿Si ella estaba en su cama sería porque quería algo con él?. Mmmmm con suavidad recorrió con su mano la cola buscando la base de la misma. Se sintió como el chiquillo que era antes de que el Planeta Vegeta fuera destruido... Lentamente deslizó su mano por la base de la cola frotándola con delicadeza y sensualidad. Ella volvió a gemir y susurró – Goten... - Raditz volvió a arquear una ceja ante ese nombre, pero no le dió mayor importancia y lentamente mientras seguía frotando la cola de la chica se quitaba su armadura. Quedó desnudo y se metió en la cama besando el cuello de ella, pero cuando dejó caer su peso sobre el cuerpo de Bra ella abrió un ojo medio dormida - ¿Goten? - de pronto la cara de Raditz quedó marcada como si hubiera sido atacado por un gato salvaje. Un puñetazo lo envió volando hacia el techo para caer rebotando en la cama, donde de nuevo, una patada le esperaba para estallar en todas sus... ejem... partes varoniles... (¿se comprende?).. Después de semejante golpe, salió de nuevo volando para rebotar en el techo otra vez. Sólo que ahora no bajó del techo, sino que se quedó encajado en el armazón metálico, desnudo, en estado de shock, con las bolitas haciendole mucha pupa, con la cara marcada de arañazos, y con dos lagrimones en los ojos, que miraban desencajados hacia ninguna parte. En el piso de arriba, la cama de Zarbón había sido levantada. El estaba tratando de descansar un poco, dado que la noche anterior con la interrupción del doctor no pudo pegar ojo, de modo que con mucha rabia se levantó de la cama todo verde de furor – ¿es que nadie es capaz de darse cuenta de que si siguen molestándome cuando duermo acabarán por salirme unas horrible ojeras? ¿QUE MASSS? - sin decir nada más pisó rudamente con un pie el bulto que relucía en el suelo de metal de su habitación. Acto seguido, en el piso de abajo, Raditz volvió a caer a la cama, la cual quedo hecha añicos. El sólo pudo decir – Aushh – y luego se sentó como un niño pequeño en la cama sujetando sus bolitas mientras que lloraba a moco tendido. (Pobre Raditz...).

¿Qué haces en mi cuarto insecto? - algó Bra mientras sostenía una bola de energía en una de sus manos.

Este era mi cuarto, me lo asignaron, yo.. pensé que... - trató de decir algo que no fuera ofensivo porque ya había tenido bastante tortura.

Entonces Bra se percató de que realmente ese era el cuarto que habían asignado a Raditz, luego se fijó en que el pobre seguía desnudo, y se sonrojó furiosamente.

¿Quieres vestirte? - dijo volviéndose de espaldas a él.

Es que no me puedo mover... - dijo dolorosamente sujetando sus delicadas partes.

Assshhhhh, mira, no sabía que este era tu cuarto, así que me marcharé, y espero que te sirva de lección para no andar tomándote confianzas conmigo. De todos modos, no te preocupes, tomaré todo esto como un accidente por tu parte... – ella pronució con bastante propiedad cruzándose de brazos seriamente y salió de la habitación roja como un tomate, y con dirección urgente para comer algo antes de salir de misión, porque su estómago gruñía como nunca. De hecho, el último gruñido había logrado colarse entre las resonancias de metal hasta la habitación de Zarbón, el cual volvió a desvelarse... esta vez para no lograr recuperar el sueño...

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Divertido ¿eh? Pues el próximo capítulo ya vereis que pasa... es la BOMBA.