Ithae, bien leer sirve bastante para sacar ideas, al menos a mi me sirve, pero si tienes alguien de confianza que te pueda orientar cuando te pierdes eso es mucho mejor. Cuando yo empece a escribir no compartía con nadie y cuando comence a comentar en lo que me quedaba atrancada con Mahe Guilmain muchas veces sus ideas eran lo que hacían volver a mi musa, o simplemente un comentario o una idea que no se había ocurrido. Eso es lo mejor hablarlo con alguien más.! Otra cosa te prometo que me pasaré por tu fic largo pero ya sabes que eso de pasarme dias esperando una actualización no es lo mio, me pone demasiado ansiosa así que esperaré a que esté más avanzado, y ¿Porqué dices que te dejé con tantas dudas? jejeje, esto no es nada con lo que te puedes encontrar en el 7º curso! alli aun se despegan dudas de este! pero no te preocupes que esta historia es 'autoconcluyente'. Sacralo yo siempre intento dejar con la intriga... incluso al final del fic! ya vereis... Me dice que tengo más reviews pero no me deja verlos. Gracias a todos por leer y por seguir ahi pendientes!
CAPITULO 23
La Navidad en Hogwarts había sido muy tranquila. Pocos alumnos se quedaron en el castillo y los tres amigos disfrutaron de unos días estupendos. Mc Gonagall les había dado permiso para jugar un poco de quidditch y Ron, Harry y Ginny no dudaron en apuntarse los primeros. Formaron equipos mixtos y tan diversos entre los pocos que estaban que algunos partidos resultaban muy desigualados. Pero Harry disfrutó mucho en el que él y Ginny jugaron ambos como buscadores, fue el mejor de todos sin duda. Ese fue el mejor regalo que había recibido esa Navidad, poder volar y jugar despues de tanto tiempo le parecia uno de sus deseos cumplidos.
La clase de duelo termino un poco antes de lo acostumbrado, aún faltaba rato para la cena. Cuando los alumnos salían llamó a Mark.
-Evans, ¿tiene un momento?
-Profesor- contestó y, mirando a uno de sus compañeros le pidió que se fuera- "Te veré en la cena Gerón".
El otro chico miró inquisitivamente a Harry y éste comprendió que al tal Gerón no le hacía mucha gracia dejarlo a solas con él.
-¿Qué quiere profesor?- preguntó Mark
-¿No vas a llamarme Harry ni cuando estamos a solas Mark? Al fin y al cabo somos familia.
-Pero… la profesora Granger- dijo mirando hacia Hermione.
Harry sonrió ante la timidez del chico.
-No te preocupes por ella, es mi mejor amiga, igual que Ron Weasley. No tienes que preocuparte delante de ellos, ya hace tiempo que les conté.
Hermione miró al chico sonriendo y Mark le devolvió la sonrisa.
-Vale Harry ¿qué querías?- dijo animado.
-He pensado que te gustaría ver algo, en la sala de los trofeos, si es que quieres acompañarme. Tenemos tiempo antes de la cena, y nadie suele ir por allí.
-Claro- afirmó el chico claramente feliz ante la idea.
-Vamos entonces.
Salieron de la clase y se encaminaron hacia la tercera planta. Mark estaba extrañamente callado, raro en él, porque hacía tiempo que a solas se trataban como amigos, como algo más que amigos. Harry se sentía feliz de que el chico lo hubiera aceptado en su vida tan fácilmente, y por propia iniciativa.
-Ese Gerón… ¿Es amigo tuyo?- le preguntó.
-Quizás.
Harry no esperaba esa respuesta.
-¿Quizás?
-No sé Harry, no siento como si lo fuera.
Harry se quedó pensativo un momento.
-Mi primer día conocí a Ron en el andén de King's Cross. Yo nunca tuve amigos ¿sabes? Pero antes incluso de llegar a Hogwarts ya sabía que, independientemente de la Casa en la que estuviéramos siempre seríamos amigos- Sonrió ante el recuerdo de verse a Ron y a él cubiertos de toda clase de golosinas en el compartimiento del expreso- Sin embargo- continuó- con Hermione fue distinto. Ni Ron ni yo podíamos soportarla al principio. Era demasiado "sabelotodo" para que me comprendas, y muy apegada a las normas para nosotros que ya desde el primer día andábamos metidos en problemas.- Mark lo escuchaba embelesado mientras caminaban.- Pero luego ocurrió lo de aquel troll, y los tres tuvimos que enfrentarnos a él. Aquella noche ella comenzó a ser nuestra amiga, algunas cosas no se pueden compartir sin terminar unidos. Nunca antes pensé que llegaría a serlo y, mucho menos, una de las mejores.
-Gerón es distinto- contesto Mark algo apenado.
-¿Por qué?- se interesó Harry.
- ¡Ha cambiado! Lo conocí en el tren y me calló muy bien. Incluso deseé caer en Slytherin para estar con él.
Tomó nota mental de esas palabras y recordó "No lo olvides Harry, son nuestras elecciones…" ¿Lo pondría el sombreo en Slytherin sólo por eso?".
-Pero a los pocos días de estar aquí comenzó a cambiar. El viene de un antigua familia de magos y…- el chico pareció temer decir lo que pensaba.
-No acaban de aceptarte, ¿verdad?
-No. Bueno. Malfoy se ha portado muy bien conmigo ¿sabes? Y sé que les ha pedido a algunos que me dejen en paz. En cierto modo él sí es un amigo, no como tú Harry, pero lo es- dijo sonriendo a un Harry con cara preocupada.- Pero creo que a Gerón lo ha obligado a aceptarme.
"A vigilarte, mejor dicho"- pensó Harry.
-¿Puedes llamar amigo a alguien así?
Se entristeció ante la franqueza que le mostraba su primo. Pero no podía hacer nada.
-Ya verás, tarde o temprano encontrarás tú lugar en este mundo- le dijo sonriendo- También yo tuve que hacerlo, no te creas. Y además, a la mayoría no suele importarle cuál sea tu origen. Hemos llegado, esto te gustará, también es parte de tu familia.
Entraron al salón de los trofeos y Harry lo dirigió hacia una vitrina llena de copas de quidditch.
-Fíjate Mark. ¿Ves esa placa? Perteneció a tu primo, mi padre, James Potter. Y creo que tu prima Lily tuvo mucho que ver en sus hazañas de aquel año; jugó como buscadora suplente en los dos partidos que resultaron claves para conseguir esa copa. ¿Has pensado que tal vez tus compañeros te aceptaran mejor si supieran que estás relacionado con una familia de magos más antigua que la mayoría de las suyas?
-¿Te refieres a decirles de nuestro parentesco?
-¿Y porque no? ¿Acaso te avergüenza porque sea un Gryffindor?
-¡No! ¡Claro que no!- le contestó indignado- Pero prefiero que no lo sepan… No por ahora. Quiero encontrar mi sitio aquí por mí mismo. No quiero ser solamente, el primo perdido del famoso Harry Potter- dijo con expresión extraña, pero decidido y sonriente.
Harry no pudo contenerse la sonrisa ante la seriedad de las palabras del chico. Parecía haberlo pensado bastante.
-¿Sabes? Tienes mucho carácter, ya lo demostraste el año pasado haciendo frente a Dudley.
-¡Ni lo menciones!- dijo Mark llevándose la mano al costado- Aún me duelen las costillas solo de recordarlo.
Pero el chico sonreía despreocupado diciendo aquello. Poder compartir estos momentos con él le parecían maravillosos. Ya iban a ir de regreso cuando Mark se acordó de algo.
-Harry, ¿está aquí la placa que te concedieron en segundo por servicios especiales?
-Si claro- dijo yendo hacia ella- Pero… ¿Cómo sabes tú eso?- le preguntó algo sorprendido.
-¿Qué Slytherin no sabe sobre la Cámara?- le contestó encogiéndose de hombros.
-¿Decías Harry?
-¿Qué? – le respondió sorprendido.
-¿Qué decías de Salazar?
-¿Salazar? Yo no dije nada…- dijo con el gesto fruncido.
-¡Ah! Me pareció escuchar, perdona.
Harry quedó más sorprendido aún pero en ese momento llegaban al vestíbulo y Malfoy estaba al pie de la escalera mirándolo de mala manera. Cuando Mark se acercaba lo llamó y su cara se tornó casi amigable al hablarle.
-Ey Evans. Tus amigos te están esperando. Iba a buscarte- dijo echándole el brazo sobre el hombro- Me tenías preocupado- añadió clavando sus ojos grises en los de Harry- Venga ve.
-Hasta mañana profesor- se despidió Mark mientras se diría al comedor.
-Práctica Evans- añadió Harry sin desviar la mirada de Malfoy.
-Aléjate de él Potter- le advirtió Malfoy.
-¿Sí? ¿Y por qué tendría que hacerlo? Malfoy.
-Es un Slytherin. No se le ha perdido nada con los Gryffindor y, menos, con uno como tú.- le dijo con odio implícito.
-Pues un Gryffindor como yo, mejor dicho, ¡yo!, soy uno de sus profesores. Y ni un Slytherin como tú, Malfoy, puede cambiar eso. - Replicó Harry contundente, mientras comenzaba a caminar hacia el comedor.
Malfoy se interpuso en su camino.
-Aléjate de él o lo pasará mal, Potter- le advirtió.
-Ya sabes lo que hago con tus amenazas Malfoy, así que no tientes tu suerte.
Y diciendo esto lo rodeó y entró en el comedor buscando a sus amigos.
