Sobre reviews: No hay nada sobre ellos porque aunque me dice que existen aún no me deja verlos. Así que bueno mañana os cuento. Este capitulo también es cortito lo se, pero que remedio mi musa no siempre se extiende todo lo que debiera. Eso sí el capítulo 26 es más largo, pero antes queda este por supuesto. Gracias por seguir leyendo!

CAPITULO 25

El vestíbulo estaba desierto, subían hacia el primer piso cuando, justo antes de llegar, un fantasma les salió al paso. Hermione ni siquiera se paró.

-"Déjame en paz Peeves"- dijo mientras corría.

-Te estaba buscando- replicó una voz chillona y desagradable junto a ella- Pero ya veo que ni siquiera tú me miras ya.

-¿Mirtle?- dijo Hermione parándose- Lo siento es que tengo prisa. Es…

-Harry- dijo el fantasma.

-¿Lo has visto?- preguntó Hermione bruscamente.

-Puede ser- le contestó- Pero ahora no sé si decirte- dijo cruzándose de brazos enfadada.

-Por favor Mirtle, es importante- suplicó Hermione. Mark la miraba intentando recuperar el aliento.

-Está en mis aseos, en el suelo- Hermione abrió los ojos sorprendida- Acabo de verlo.

A Mark no le dio tiempo de reaccionar y seguirla, la chica salió corriendo mientras gritaba "Busca a Ron, Mirtle, por favor y tráelo. Estará en el cuarto piso". Mark corrió tras ella. Al final de un pasillo desierto del segundo piso vio como se perdía por una puerta. Antes de alcanzarla una voz le hizo pararse.

-¡Señor Evans!- le llamó- Está prohibido correr por los pasillos.

Mark se giró y vio a la profesora de Defensa, casi respiró aliviado. No sabía si sería lo correcto, pero aquel fantasma había dicho que Harry estaba en el suelo.

-Es Harry, profesora, le pasó algo- dijo sin aliento- Venga por favor- Y sin pararse más echó a correr de nuevo en dirección a la puerta por la que había entrado Hermione.

La profesora llegó momentos después que él. Hermione estaba en el suelo, varita en mano, repitiendo una y otra vez con voz desesperada el hechizo de reanimación.

-¡Enervate!- decía desesperada viendo que Harry no daba señales de volver en sí- ¡ENERVATE! ¡ENERVATE!...

Mark los miraba preocupados, algo apartado. Ver a su primo tirado en el suelo, sin responder al hechizo, le oprimió el corazón. Hermione ni siquiera la vio llegar, sólo cuando le puso la mano sobre la suya advirtió la presencia de la profesora. Sobresaltada bajó su varita.

-Profesora- dijo con voz llorosa- ¡No responde!

-Está bien Hermione- dijo usando su nombre de pila en un intento por tranquilizarla- Déjame a mí.

Hermione se retiró un poco de su amigo pero lo miraba preocupado. Entonces la profesora hizo algo que Hermione no comprendió. Posó su mano derecha sobre la cabeza de Harry y puso los dedos índice y corazón de su mano izquierda sobre la frente de Harry, justo entre sus ojos: permaneció callada lo que a Hermione le parecieron unos diez segundos y, entonces, manteniendo aún esa postura, dijo enérgicamente "¡ENERVATE!". Una sacudida removió el cuerpo de Harry y abrió los ojos. Hermione suspiró aliviada. Entonces recordó a Mark y lo llamó. El chico se acercó a ellos y también se agacho cerca de Harry.

-¿Qué ha pasado?- fue lo primero que dijo Harry.

Los tres se miraron confundidos. La profesora Guilmain lo ayudó a sentarse lentamente.

-Será mejor que los dos vengan a mi despacho. Allí podremos hablar tranquilamente. Señor Evans, vuelva a su sala común. Mañana será informado.

Ron estaba desesperado, Ginny lo miraba preocupada. Cuando llegó a los aseos de Mirtle, Harry ya no estaba allí y nada le hacía pensar qué podía haber pasado. Bajó al gran comedor por si los veía, pero no vio ni a Hermione ni a Mark, y mucho menos a Harry. Salió corriendo de nuevo y no paró de buscarlo hasta bien tarde. Eran más de las nueve, Harry llevaba más de tres horas desaparecido desde que Mirtle le avisó. Quería pensar que Hermione y Mark lo habían encontrado pero… "¿dónde estaban?". Se paseaba nervioso por la sala común. Sus amigos lo miraban extrañados, pero seguramente pensaron que había vuelto a discutir con Hermione y ni siquiera le preguntaron.

-Ya no aguanto más Ginny, voy a buscar a Mc Gonagall. Teníamos que haberlo hecho hace rato.

-Te acompaño.

Ron asintió con la cabeza. Pero cuando iban hacia el retrato de la puerta, éste se abrió dando paso a una Hermione que casi cargaba el cuerpo de un Harry muy pálido.

-¡Harry!- dijeron ambos preocupados.

-Será mejor que lo ayudes a acostarse Ron- le dijo su amiga pasándole a Harry- Está muy agotado. La profesora Guilmain me dio esto - y metiéndose la mano en el bolsillo sacó un vial con una poción. Vio que Ron lo miraba extrañado- No te preocupes, acuéstalo y haz que la tome, solo es una poción reparadora. Cuando se duerma baja, te contaré todo.