Gracias por tus Reviews Akiyoshi Tsubasa no sabes cuanto me anima tener en cada capítulo un comentario de qué te ha parecido. Es un premio grande que me consideres tan bien. De corazón gracias. Y lo mismo digo para mi buena amiga Shadir, siempre dedicándome unas palabras de aliento sinceras, junto con Saturno... espero que tus vacaciones sean estupendas chica... Harukitaru, gracias a tí también por tus comentarios. SOY FELIZ AL RECIBIR VUESTROS COMENTARIOS. GRACIAS.

Capítulo 19: Viaje al pasado de Vegeta

Planeta Tierra... año 795 del Dragón

4:00 de la madrugada.

Vegeta hacía apenas una hora que había terminado su cansado entrenamiento y dormía incómodamente tratando de concentrarse en sentir alguna vibración de su hija. A pesar de que su corazón le indicaba que estaba viva, su experiencia y su conocimiento del mundo oscuro que había tenido que vivir desde niño le hacían tener un miedo terrible por su hija.

El había sobrevivido a ese mundo, es verdad, su propio padre le entregó a Freezer cuando él contaba apenas con 5 años... era sólo un mocoso... y sobrevivió... incluso luego reformó su vida y formó una familia, pero Bra... ella es guerrera, si, con un gran potencial, pero con una formación de apenas 3 años, sin experiencia en batalla, aunque es inteligente... pero por desgracia hermosa... con una belleza extraña para esos rumbos del Universo. Una hembra como ella, de una raza que no podría identificarse fácilmente, de pelo y ojos azules... era una rareza demasiado atractiva para un ser tan mitómano como Freezer... por otro lado él no tenía en su ejército ninguna mujer, sólo las utilizaba una noche... y... a la mañana siguiente sus cuerpos eran irreconocibles.

Toda la base rumoreaba las costumbres desviadas de Freezer y sus dos secuaces, pero Vegeta había sido testigo presencial de alguna de esas brutales sesiones de tortura. Freezer quiso que presenciara una de sus bacanales cuando apenas tenía 6 años. Quería impresionar al pequeño, hacerle insensible al sufrimiento humano. Lo que Vegeta vió le dejó impresionado de por vida. Pensar sólo que su hija pudiera estar pasando lo que pasaron aquellas chicas era demasiado duro hasta para alguien como él. - Maldita sea - maldició en alto sentándose en la cama incapaz de conciliar el sueño con tantos pensamientos golpeando su mente. El había crecido viendo cosas terribles, recordó los ojos de la chica torturada, él sólo era un mocoso, sintió miedo al ver la escena. Nunca, ni siquiera en las batallas que había presenciado había visto un espectáculo tan sangriento y horrible. Recordó la mirada y la risa de Freezer fija en él, analizando sus reacciones. Pero Vegeta desde que tenía uso de razón imitó a su padre. La expresión seria, inexpresiva, los ojos ocultando cualquier vestigio de sentimientos, fríos, profundos. La expresión temible en el rostro. - Bra... - ella no era como él, sus ojos eran vivaces pero dulces, eran ojos que delataban sentimientos. Ella no podría protegerse de los juegos mentales de Freezer con esa mirada pura... Lo único que podía salvarla era su inteligencia y su elevado poder de pelea, que Freezer se interesara por ella como guerrera, como una rareza de colección... Esta era la esperanza de Vegeta. Su cerebro trataba de convencerse de ello, pero su corazón recordó aquella presión en el pecho que sintió días atrás.

Un sentimiento de odio llenó su alma de pronto. Al menos su padre, el Rey había atado las cosas bien con Freezer, a nivel psicológico, se encargó de que el tirano pensara que Vegeta era una máquina de matar, lo considerase insensible, como un ser sin alma... la dureza con que fue tratado por su padre desde su nacimiento, como si hubiera sabido que le esperaba vivir, le protegió de cualquier intento de Freezer de quebrar su mente. Símplemente el lagarto consideró que era un animal que mataba, no era divertido torturar a alguien insensible a todo, sin sentimientos, sin expresiones, con ojos que sólo miraban, que no delataban miedo, ni más sentimiento que orgullo. Con los años comprendió que su padre no pudo hacer otra cosa, comprendió que se vió en la encrucijada. El Rey Vegeta debía saber los planes de Freezer, entregó su hijo al malvado para protegerle. Es irónico, pero una jugada magistral por su parte. Sin embargo, fue demasiado duro... ni siquiera le dió explicaciones, ninguna palabra de cariño, ni un sólo momento para explicarle sus motivaciones ni advertirle de los peligros... Le envió como guardián a Nappa, descerebrado aunque fuerte. No obstante fue de gran ayuda en los primeros años al servicio del lagarto. Su padre sólo le dijo días antes de que se marchase que todas sus esperanzas, y las esperanzas de su pueblo estaban en él. El nació con el poder más inmenso que se había medido en un bebé, él tenía que llegar a transformarse en el legendario Super Saiyajin... debía convertirse en el guerrero más poderoso del Universo... luego supo por qué, si... para derrotar a Freezer. Su padre, el Rey, sabía que salvando al príncipe y colocándolo cerca de aquel maldito tirano, un día llegaría la hora de la venganza de su raza. Toda su infancia la pasó tratando de hacer honor a la memoria de su pueblo, el era el príncipe, debía honrar las palabras de su padre. Y Freezer ayudó a transformarle en un ser sin corazón. Muchas veces le llamaba sólo para divertirse observando como Vegeta era capaz de rematar sin problemas los productos de sus sesiones de torturas o lujuria. Le gustaba observar la ausencia de alma, como el decía. El animal, el perro de pelea... ese era él para aquel maldito bastardo que ahora estaba cerca de su pequeña hija. Freezer encontró su diversión en atacar el orgullo de Vegeta, rebajándole a la condición de mono, perro de pelea, asesino sin alma... ese fue el modo de tortura que eligió para el pequeño. Decirle que su pueblo fue tan estúpido como para morir por causa de un minúsculo meteorito... tan débiles como para no haberse podido salvar de esa amenaza... Sus palabras envenenadas, sus humillaciones... Freezer se divertía encontrando los más ocultos miedos en las almas de cada cual, para hacer explotar las mentes interiormente, se divertía corrompiendo. Vegeta logró sobrevivir porque llegó un momento en el que dejó de sentir, su conciencia dejó de dictarle qué estaba mal o qué estaba bien. No le importaba nada, ni nadie, sólo él mismo. Si debía matar a un ser indefenso lo hacía sin remordimientos, automáticamente, sin cuestionarse nada. Desde aquella vez que mató a aquella chica torturada, cuando el tenía 6 años, desde ese día que eligió ser un asesino para sobrevivir, una parte de él murió. Una parte que Bulma resucitó. ¿Podría Bra resucitar esa parte de él, ¿y si Freezer le indicase matarla?. El ni siquiera se fijaría en ella, alzaría la mano y acabaría con su propia hija. Vegeta sujetó su cabeza entre sus manos, sólo imaginando la posibilidad de que él mismo hubiera hecho daño a Bra.

Pensar que su niña podría haber muerto... no, no, NO, su mente le repetía que estaba viva, su alma confiaba en que su yo del pasado la hubiera ayudado, aunque una parte de él se odiaba por como era entonces. Sintió miedo, miedo de si mismo, del monstruo que fue, de que él hubiera podido hacerle daño a su hija sin saberlo. Su mente le atormentaba con los recuerdos de sus años crueles, de cuando su corazón era frío como el hielo, de cuando él era un asesino despiadado que merecía arder en el infierno por todos los crímenes que cometió... La idea de que su hija conociera todo esto le aterraba, no importa que supiera lo que le contó a Trunks. Una cosa es escuchar de palabra y otra ver con los propios ojos... ¿le odiaría ella?. ¿Y si Freezer descubre que ella es hija de Vegeta? eso sería fatal, no quería ni pensar qué sería capaz de hacer... por más que pensaba más inquieto estaba, por más que se repetía que su hija era una buena guerrera, que era fuerte, inteligente y tenía un caracter saiyajin, su alma se atormentaba con pensamientos de miles de horrores que podría estar padeciendo. ¿Cómo la encontraría, ¿en qué estado estaría?... Se volvió a levantar de la cama, no podía seguir durmiendo así, no podía dormir mientras que su hija estaba perdida con aquel monstruo...

Unos gritos provinientes del laboratorio de Bulma le hicieron bajar a toda velocidad...

--------------------------

Minutos antes, en otra habitación de la casa Mirai trataba de conciliar el sueño. Se había acostado hacía media hora a petición de su madre, bueno, más bien... por orden de su madre. Ella estaba tan desesperada por no lograr encontrar la solución al problema energético. Sólo un detalle para terminar la máquina que se resistía... era desmoralizador, pero su madre no se rendía nunca. Sus pensamientos recordaron a la chica que guardaba en su corazón. Su amor... murió en su futuro. su querida Kiria... ¿por qué tenía que morir?. Todo lo que le rodea muere, Gohan, Kiria, su madre... todos los que le importaban habían muerto. ¿Y si Bra también había muerto?. Las lágrimas corrieron por su rostro. Kiria... Gohan... Mamá... si me veis desde el otro mundo ayudadme... haced que al menos mi hermana no muera por mi causa...

Unos gritos le hicieron temblar y levantarse en dirección a ellos. Era su madre...

---------------------

Paralelamente a ellos, Trunks tampoco dormía en su cama. Había estado con Pan hasta las 11:30, y la había dejado en casa a las 12:00. Al final Gohan a pesar de ser bastante extricto con ellos, había aceptado su relación. Su mente recordaba aquellos sucesos...

FLASH

Trunks y Pan se daban la mano fuera de su casa. Sus corazones latían con fuerza. La puerta se abrió. Gohan no estaba, así que decidieron esperarle junto con Videl, que se sentía un poco preocuada por su marido. No obstante Trunks habló con ella y le explicó las intenciones noble que tenía hacia su hija, lo cual la dejó grátamente impresionada. Había anochecido. Por fin Gohan llegó a casa. Había estado entrenando duramente todo ese tiempo. Sus ojos se clavaron inquisitivamente en Trunks. Pan agachó la mirada un poco, pero Videl intervino enseguida, llevándose a su marido a la cocina.

- Escúchame Gohan, no se que diablos te pasa, pero tu hija está en el salón con el chico que ha amado desde niña, él está en el salón tratando de explicarte la seriedad de su amor, y yo... he estado preocupada por tí todas estas horas. ¿Cómo se te ocurre haberme dejado con la palabra en la boca? - sus palabras salieron amartilladoramente en el cerebro de Gohan - espero que no armes un número, no te reconozco Gohan, ¿qué te pasa?. ¿Estás celoso?. Pues deja que te diga que si te opones sólo lograrás que perdamos a nuestra niña. Ella te necesita, necesita que confies en ella... esos chicos se quieren de verdad... -

- Está bien, escucharé lo que me tengan que decir - pronunció seriamente.

Trunks y Pan se alejaron de la puerta donde habían estado escuchando y se pararon de pie en el salón. Gohan al salir estrechó sus ojos mirando a Trunks fíjamente.

- Gohan... - comenzó Trunks - se que debes pensar que con mi reputación sólo haré daño a Pan, pero yo... LA AMO, la amo con todas mis fuerzas y... -

- Por favor papá, comprende esto... - añadió Pan abrazándose a Trunks.

Gohan por un segundo, al ver que su hija le abrazó casi se decide a atacar al infame de Trunks, pero Videl intervino...

- GOHAN - gritó ella con ojos cabreados.

Él miró los ojos suplicantes de su hija llenos de lágrimas, los ojos rabiosos de su esposa, los ojos avergonzados de Trunks, volvió a ver la mirada de su hija aún más desesperada que antes. Suspiró y se tranquilizó - Está bien -

Los gritos de alegría inundaron la sala por parte de Pan, que saltó por toda ella. su caracter era tan parecido a su abuelo Goku, en algunas ocasiones.. Los presentes dejaron escapar una gota de sudor ante su reacción. Trunks sólo sonrió levemente.

- Pero aquí habrán ciertas normas - dijo severamente el patriarca de los Son haciendo que los demás se pusieran de color azul - nada de llegar más tarde de las 12 de la noche, nada de salir entre semana, nada de sexo... -

Las exigencias prosiguieron junto con una charla de 1 hora en la cual a ambos jóvenes les costó sobremanera no quedarse dormidos. Pero mereció la pena...

Fin del Flash

Mereció la pena... Panny, ahora estamos juntos para siempre y...

Los gritos de su madre le hicieron saltar de la cama velozmente...

-----------------

- Mujer / Mamá / Mamá - Los 3 saiyajins acudieron a la vez al laboratorio exclamando en busca de una explicación para aquellos gritos.

- SIIIIIIIIIIIII, SOY UN GENIOOOOOOOOOOOOOOOO - los gritos de Bulma les provocaron un enorme dolor de oidos.

- Lo he conseguido, la máquina está terminada - dijo Bulma con emoción y lágrimas en sus ojos mirando la expresión de su familia.

Trunks y Mirai fueron a abrazar a su madre muy contentos. Vegeta se acercó con su media sonrisa y guiñó un ojo furtivamente a su esposa para sonreir un poco más, eso si, sin que le vieran sus hijos varones.

En apenas una hora más se ultimaron los detalles de la máquina del tiempo y dispuso lo necesario para el viaje de Vegeta. Esta máquina tenía una sutil diferencia con respecto a la otra, y es que tenía dos plazas incorporadas, una para Vegeta y la otra para Bra, en el viaje de vuelta.

----------------------

Planeta Tierra... año 757 del Dragón.

Bra se alejó de todos, no quería que nadie descubriera su horrible secreto, en cuanto consumió aquel maldito líquido su miedo desapareció. Entonces sintió miedo de sí misma, de los sentimientos que anidaban dentro de ella, tenía que irse lo más lejos posible, lejos, lejos, lejos, LEJOS... su mente repetía esto una y otra vez. No soportaria que alguien la notara en ese estado, haciendo quien sabe qué cosas. La rabia iba inundando cada fragmento de su mente, la locura se apoderaba de ella cada vez más. Las ideas más tortuosas... la necesidad de sangre, de ver el dolor en los ojos de su contrincante... lejos, lejos, lejos, tengo que ir lejos, repetía la pequeña parte aún consciente que quedaba en su mente. Pronto su mirada se llenó de un brillo extraño. Su corazón latía más rápido. Sensación de poder, de furia... su risa estalló mientra volaba. Luego, su batalla comenzó contra fantasmas imaginarios. Su mente le pedía descargar toda esa furia, sin control, sin pensar, sin percatarse del ritmo vertiginoso de su corazón, del dolor de sus músculos forzados al máximo resistible. Su velocidad cada vez más acelerada, su odio cada vez mayor, su ritmo más vertiginoso, su pulso cada vez más insoportable. Su corazón latía más fuerte cada vez, más rápido, más loco, más odio... otra explosión de energía, luego risas entre dientes, risas insanas... mirada perdida en sentimientos de odio, ira, rabia... más... más intensos cada vez... más fuerte... cada vez más lejos de la realidad... otra explosión de energía, otra serie de golpes para caer colapsada al suelo entre la espesa niebla.

Despertó horas más tarde. Recordaba vágamente lo sucedido. No podía permitir que esto pasara más rato, no podía irse de control nunca más, ¿y si llegaba a matar a alguien?... no, pero ¿cómo hacía Freezer para no perder el control? El también estaba bajo la influencia de ese líquido terrible. Bra tenía que dejarlo, pero cómo podría hacer eso... era demasiado penoso, demasiado difícil. Estaba sometida a demasiada presión. No podía... pero Freezer lo consumía a pequeños sorbos, quizás si lo tomaba poco a poco no tendría esos efectos. ¿Pero qué efectos tendría? Tenía que dejarlo, ¿en qué se iba a convertir si seguía tomando aquella mierda?. Pero nadie la iba a ayudar. Los demás tenían que centrarse en entrenar. Ella no podía ahora pedirles que la ayudasen con esto, tenía que salir sóla de ese atolladero. Le dolía todo el cuerpo, se levantó pero perdió el equilibrio. Su cuerpo estaba molido por el esfuerzo descontrolado de hacía poco. Su estómago revuelto vomitó bastante rato. Cuando se sintió con algo de más fuerza se levantó y fue volando en dirección al Ki de su padre y los demás saiyajins. Estaban bastante lejos de allí.

------------

Corbeta Imperial de Freezer... camino al Planeta Tierra.

- Maestro, ¿por qué dejamos escapar a esos traidores? - preguntó Dodoria contrariado.

- Dodoria... pensé que eras más listo. Aquella puta no iba a decirnos nada de sus orígenes. Su voluntad de proteger a su planeta era más fuerte... incluso fue capaz de prostituirse... pobre ingenua, quizás pensó que así olvidaríamos su planeta, jajajajaja.- Zarbón y Dodoria rieron a la par que el lagarto - La corbeta tiene un sensor de localización. Seguramente irán a buscar ayuda a su planeta o a algún planeta amigo...

- Claro, en cuanto localicemos el planeta sólo habrá que destruirlo. - rió Dodoria.

- IDIOTA - gritó Freezer. - No quiero destruir el planeta sin asegurarme antes que la raza de hibridación es originaria de allí. Además... tengo ganas de divertirme más rato con la puta, ha sido la más resistente a la tortura que he gozado nunca - rió mientras tomaba un pequeño sorbo de su 'vino' rojo. - Y en cuanto a Vegeta y Raditz... recibirán su merecido por la traición que han perpretado...- Zarbón sonrió al escuchar esto último.

------------

Planeta Freezer... año 757 del Dragón.

La máquina del tiempo se materializó en el planeta base. Vegeta salió al exterior. Un gruñido se escapó de su garganta al sentir de nuevo ese olor tan familiar que soportó durante tantos años.

Se concentró en el ki de su hija, pero no estaba allí. Un escalofrío le inundó, el miedo le ganó, se transformó en Super Saiyajin de rabia. Luego se tranquilizó un poco al ver que tampoco sentía el ki de él mismo, de Raditz o Nappa. Ni siquiera se sentía el de Freezer, ni el de Zarbón, Dodoria o alguno de los miembros de las Fuerzas Especiales... ¿por qué todo estaba tan tranquilo, ¿qué habría pasado allí?. Tenía que averiguarlo.

Alzó el vuelo en dirección hacia un ki conocido. - Kiwi... será mejor que ese idiota me de una buena explicación... - rugió volando más velozmente.

-----------