Hola amigas y amigos, gracias por los reviews, de verdad me alegra que me comenteis que os parece cada capítulo porque así voy yo misma haciéndome una idea de como va quedando mi fic, y sobre todo, me anima a continuarlo. Quiero que sepais que los próximos capítulos estan siendo los más complicados para mi, porque entran en juego muchísimos factores... Los niveles de poder, las técnicas de pelea, los distintos tipos de habilidades de cada guerrero, ufff, estoy volviendome más loca que Bra con tantos factores a tener en cuenta... ya veis estoy trabajando con ahinco para ofreceros una buena batalla, así que espero que me deis mi premio, que son vuestro comentarios. Espero que os guste el nuevo capítulo...
Recordemos los niveles de poder de cada guerrero:
Dodoria: 21.000 unidades.
Zarbón: 22.000 u. Zarbón transformado: 26.000 u.
Freezer etapa 1: 530.000 u.
Freezer etapa 2: 700.000 u.
Freezer etapa 3: 870.000 u.
Freezer etapa 4: 1.200.000 u.
Batalla contra las fuerzas Especiales:
Ginew: 120.000 u.
Goku: 125.000 u.
Reecom: 33.000 u.
Bra: 30.000 u.
Botter: 31.000 u.
Jees: 29.000 u.
Gurdo: 435 u.
Yamcha: 1,065
Krilin: 1,673
Piccolo: 3,400
Tien : 1,834
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Vegeta: 300.000 u.
Raditz: 550.000 u. Transformado en super Saiyajin: 1.200.000 u.
Capítulo 28: Batalla en la Tierra.
Mes 12º de entrenamiento. Hora de salida de la Sala del Tiempo.
Los guerreros se reunieron junto a la puerta de salida... Bulma llevaba al pequeño bebé de un més en sus brazos. Vegeta fue el último en llegar. La puerta aún no se abría. Sus ojos se clavaron en la mirada de Bulma y en los ojos atentos del bebé, que ondeaba su colita despreocupadamente. Durante este més de vida del pequeño, él había pasado a verles en varias ocasiones, durante la noche, cuando nadie pudiera percatarse de su presencia. Sin embargo, la última vez que fue a verles Bulma lo descubrió, Vegeta se quedó parado delante de ella sintiéndose incómodo al ser pillado 'in fraganti'. Ella sonrió levemente al verle y él le dijo una frase que jamás olvidaría "el mocoso es fuerte, cuando crezca tendrá que entrenar duro para llegar a ser un gran guerrero". Después salió volando lejos de ellos. Bulma en su corazón, jugaba con una baza a su favor, el conocimiento de su futuro juntos. Ninguno de los dos dijo nada al encontrarse de nuevo, sólo se miraron a los ojos unos segundos. Luego apartaron la mirada al mismo tiempo. Yamcha se enrabió observando las caras de bobos que en apenas esos segundos pusieron ambos.
Krilín tenía expresión preocupada, en su rostro se podía leer una mezcla de temor y nerviosismo. Realmente, de todos los guerreros presentes, él era uno de los más débiles, llevaba las de perder en la batalla, pero era valiente y lucharía por proteger su amado planeta Tierra y a sus habitantes. Goku le miró y trató de tranquilizarlo, sin ser consciente de que sus palabras daban una información demasiado valiosa para cierta persona que aún no estaba preparada espiritualmente para conocerla.
- No te preocupes Krilín, si alguno de nosotros muere, le resucitaremos con las Bolas de Dragón. - Vegeta escuchó el comentario de Goku, pero no siendo él el único en escucharlo, alguien, curioso por naturaleza, fue el primero en preguntar acerca de ellas.
- ¿Cómo, ¿teneis unas bolas mágicas capaces de resucitar a los muertos? - preguntó asombrado Raditz.
- Bueno, no sólo eso, pueden conceder casi cualquier deseo que se les pida. - contestó Goku inocentemente.
Ahora Vegeta había descubierto el modo de hacerse el guerrero más poderoso. Su orgullo le impediría pedir el deseo de ser el guerrero más fuerte. Eso es algo que debía ser mérito exclusivo suyo, y no de ninguna magia, pero si que podría pedir ser inmortal. La inmortalidad... un guerrero saiyajin que jamás moriría, cada batalla más y más fuerte. Bra miró a su padre preocupadamente, ella no sabía los detalles escabrosos de la batalla de Namek, realmente le habían contado las batallas de un modo muy soez, detalladamente, describiendole como eran los malvados, cómo les vencieron, pero evitando las partes en las que su padre quedaba como un malvado despiadado y asesino, sin embargo, la mirada de él la inquietó.
- ¿Y dónde están esas Bolas de Dragón? - preguntó al fin el príncipe, haciendo que el grupo se volviera a verle al completo, preguntándose quizás lo mismo que Bra.
- Están diseminadas, pero yo tengo un radar para localizarlas - dijo Bulma muy dispuestamente y algo sonrojada. Ella respondió con total inocencia a la pregunta. Bra la miró con ojos temerosos. Realmente su madre podría haber hecho algo muy estúpido diciendo tal cosa. El modo en el que Vegeta había sonreido al mirarla fue un libro abierto para ella. Vegeta tramaba algo con las Dragon Ball. ¿Pero qué?. ¿Su padre era bueno ahora o seguía siendo malo?. Bra no sabía que pensar, ella no lo había visto en los últimos 3 meses ¿habría cambiado su corazón el amor de su madre y su hermano?. Vegeta se había alejado del campamento por completo. - "¿Cómo estar segura de que papá no va a... ?" -. La puerta se abrió de pronto interrumpiendo sus razonamientos, y todos los guerreros salieron fuera con expresiones serias y concentradas.
El ambiente era fresco, la brisa hacía ondear la capa de Piccolo. Cerca, en el espacio aún podía percibirse la energía maligna que se aproximaba. Pronto entraría en la atmósfera. Vegeta tomó a Bulma en sus brazos y se elevó en el aire con ella sin mediar palabra. Yamcha se interpuso.
- ¡Déjala de inmediato! - gritó protectoramente. Goku y Bra acudieron también a ver qué pasaba.
- Métete en tus asuntos, Yamcha, Vegeta no me está haciendo daño. - gritó Bulma ofendida y sonrojada por la impetuosidad repentina del guerrero que le robó el corazón. Todos se apartaron del camino de ellos, pero Bra decidió seguirles de lejos a ver qué pasaba. Por desgracia Yamcha había tenido la misma genial idea.
- ¿Se puede saber donde vas? - preguntó irritada la chica.
- Eso mismo debería preguntarte yo a tí - contestó Yamcha genuinamente enojado.
- No es asunto tuyo - gruñó ella volando en la dirección de sus padres y siendo seguida por el celoso ex-novio.
El resto de guerreros observaron la escena con caras asombradas, pero el ki que se aproximaba era cada vez más cercano como para preocuparse por la reacción de los 4 fugados del grupo. Sin duda ellos volverían cuando la batalla diera comienzo.
Mientras tanto, en la Corbeta espacial de Freezer...
- Maestro, nos estamos aproximando al Planeta en que han aterrizado. - pronunció Zarbón.
- Bien... bien... pobre niña, es bastante ingenua después de todo... seguramente quiere pedir ayuda a su familia. No sabe que contra mi no puede lograr nada. - la copa fue depositada con irritación en el estante - Dodoria, encárgate de que el equipo médico tome muestras de la sangre de los habitantes del planeta para averiguar si coincide con la otra raza de hibridación. Zarbón, envía a las fuerzas especiales, quiero que midan fuerzas con los habitantes de este planeta. -
- Si, Maestro. - Zarbón y Dodoria se despidieron respetuosamente a cumplir sus respectivas órdenes.
En el Planeta Tierra...
- Vegeta, ¿dónde me llevas? -
- Hmp. Tengo un plan, mujer... debemos encontrar esas Dragon Ball de inmediato. - Bulma se sintió un poco defraudada, esperaba que le dijera algo hermoso, pero aquel hombre la llevaba con ella sólo para conseguir las dichosas Dragon Ball. Aunque quizás... si tenía un plan, ahora lo mejor era ayudarle. Después de todo, él estaba allí para salvar al Planeta Tierra... ¿o no?.
- Bien, entonces llévame a la C.C. es en aquella dirección - Trunks señaló con su pequeño dedito en el aire imitando a su mamá. Era la primera vez que volaba y la sensación era maravillosa. El bebé reía y balbuceaba divertido.
- ¿Te gusta volar como tu papá, verdad? - dijo ella suavemente al bebé que parecía muy feliz. Pero Vegeta estaba demasiado concentrado en sus planes como para prestar atención a aquellas menudencias.
Ya en la C.C...
- Yujuuuuuuuuu, Bulmaaaaa - gritó su madre al verla aparecer. - Oh, pareces algo cambiada hija, tu pelo parece más largo... y... ¿quién es ese pequeño bebe? - rió la buena señora Briefs.
Bulma palideció por completo. ¿Cómo iba a explicarle a su madre que aunque hacía un día que había faltado de casa, ella llevaba un año en una sala interdimensional en el Palacio de Dios, en la cual había intimado con un extraterrestre y había dado a luz un bebé híbrido. Era demasiado fuerte... - Mamá, luego te explicaré, ¿podrías cuidar de Trunks durante unas horas? - dijo con premura dándole el bebé a la nueva abuela.
La Sra. Briefs arqueó una ceja pero no perdió la sonrisa encantadora - ¿Es su hijo? - Preguntó encantadoramente a Vegeta observando como el bebé también tenía colita de mono. Bulma casi se desmaya de la impresión. Vegeta se sonrojó furiosamente pero contestó sin problemas mientras se alejaba con Bulma. - Si. - Una leve sonrisa se dibujó en su rostro al alejarse de aquella señora. Realmente el mocoso se parecía a él en su mirada, había nacido con colita saiyajin, y era fuerte. Jamás pensó cuando salía de la base de Freezer que iba a ser padre.
En unos árboles cercanos a la C.C...
- ¿Quieres dejar de molestarme sabandija estúpida? - susurró Bra a su inseparable acompañante.
- ¿Siempre eres tan simpática? - dijo irónico
- Sólo cuando tengo al lado a segundos platos... - sonrió triunfalmente.
- Yo no soy ningún segundo plato, ¿me escuchas? - ahora si que estaba rabioso.
- Tu verás... - rió ella alejándose de nuevo para seguir a la pareja que ahora salió volando con el radar en las manos.
En el palacio Celestial...
- Ya están aquí - indicó Piccolo seriamente. Todos los guerreros salieron al encuentro de la Corbeta que estaba entrando en la atmósfera terrestre.
En algún otra parte del planeta...
Bra, Vegeta y Yamcha vieron como la nave se aterrizaba en el Planeta.
- Maldita sea, ese lagarto se ha adelantado - gruñó Vegeta acelerando el vuelo.
Unos kilómetros detrás de ellos...
- Tenemos que ir de inmediato a ayudar a los demás - dijo Bra resolutivamente frunciendo el ceño mientras veía alejarse a sus padres en una dirección distinta a la que ella y Yamcha se disponían a tomar. - "Papá, ¿es que no piensas ayudarme ni siquiera en estos momentos?. ¿Qué estás haciendo?.
Zona de aterrizaje...
De la Corbeta espacial salieron un grupo de soldados. Bra y Yamcha llegaron justo a tiempo de ver una extraña coreografía algo ridícula que los miembros del extraño grupo realizaron para presentarse. Ginew, Jees, Reecom, Botter y Gurdo. 5 de los más fuertes soldados de Freezer se disponían a medir fuerzas con los espectantes guerreros que les observaban con algo de verguenza agena después de la función de presentación.
Bra sonrió - "Estos si que bailan igual que me los describía mi padre" - sonrió al recordar los momentos de risas entre ellos dos cuando le contaba las tonterías vergonzosas que hacían el grupo de los 'tontos especiales de Freezer', como su padre les llamaba en lugar de denominarlos las 'fuerzas especiales'. Sin embargo, Bra sintió algo de rabia. Realmente su padre le había contado todo en versión de niña pequeña, más bien en tono cómico. Le había ofrecido una versión light y descafeinada de todo. Es cierto que la ayudó a conocer algunos detalles, pero también esa forma desenfadada de hablarle de aquellos monstruos... Zarbón, el presumido, Dodoria, el tonto bocazas, Freezer, el lagarto histérico, y ahora las fuerzas especiales, los 'tontos especiales'... ella se había reido tanto con los relatos de su padre, cuando en realidad todos aquellos monstruos eran terribles. Sintió algo de resentimiento por un segundo. hubiera preferido saber la cruda realidad, ella no era ninguna niña, podía manejar saber todo eso... debería haberle contado todo como era de verdad. ¿Por qué todos se empeñaban en hacerla ver como una niña?. No importaba como ella vistiera o actuase, siempre tratando de aparentar ser más mayor. Incluso cuando tenía 12 años parecía más mayor que Pan, siendo que ella tenía un año más de edad que ella. Pero eso no le importaba a nadie. En fin... no era momento ahora para pensar en esas cosas, ahora tenía delante de ella una dura batalla, y estos solo eran el aperitivo... y su padre... seguía sin aparecer.
De un lado Bra, Yamcha, Goku, Krilin, Piccolo, Ten y Raditz. Del otro lado los 5 guerreros de las fuerzas especiales.
- Atención - alertó Bra asumiendo la dirección de la estrategia y hablando bajo para que los enemigos no escuchasen su plan. - El capitán Ginew tiene el poder de pelea más alto, pero su mayor poder es que puede intercambiar su cuerpo con otro guerrero que sea más poderoso que él. Goku, encárgate de él, tu tienes un nivel de pelea algo más alto que el suyo. Pero cuidado con mirarle a los ojos o con coocarte de frente a él, ¿deacuerdo?. Atacaremos a los más fuertes, así los más débiles entrarán en pánico y tendremos la mitad de la batalla ganada... - Todos la miraron asombrados, pero ahora mismo no era momento de pedir explicaciones, así que Goku asintió acercándose a retar a Ginew.
- ¿Es que pensais acatar la estrategia de una adolescente? - se quejó Yamcha irritado y ganando una gélida mirada de la muchacha.
- Adolescente o no, tiene unos conocimientos del enemigo que desconocemos y debemos aprovecharlos - afirmó Piccolo calmando los ánimos y ganando una sonrisa triunfal de ella.
- El bruto de Reecom es mío - dijo resolutivamente Bra.
- Piccolo, tenemos un problema con Gurdo, su nivel de pelea es escasísimo, pero puede detener el tiempo. ¿Podrías encargarte de él?. - preguntó ella obteniendo otro cabeceo afirmativo aún en una mirada desconfiada, sorprendida y ansiosa de respuestas.
- Vosotros... será mejor que os mantengais al margen, no duraríais ni un segundo contra ellos - afirmó despectivamente mirando a Tien, Krilin y Yamcha de reojo y ganando en esta ocasión una mirada enojada de los afectados. No en vano habían estado entrenando durante un año, como para que esa adolescente les fuera a dejar a parte de la batalla. Así que se dispusieron a no aceptar su advertencia.
- Raditz, procura no luchar por ahora a no ser que sea necesario, me gustaría que le dieramos una sorpresa a Freezer... - sonrió Bra mirándole de lado y obteniendo un asentimiento divertido. - pero si se meten a hacer tonterías estos 3 debiluchos, no dejes que los maten, se de alguien que se enfadaría si eso pasara... "mamá, conste que lo hago por tí" - Raditz arqueó una ceja con ese último comentario no entendiendo demasiado la cuestión y frunciendo el ceño no demasiado dispuesto a hacerle caso en esa última petición.
- "Papá, ¿dónde estás, ¿qué estás haciendo, ¿no ves que te necesitamos?" - pensó antes de avanzar hacia su contrincante elegido. - "Quisiera que me vieras luchar y te sintieras orgulloso de mi".
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