Capitulo 4 "La voz que arrastra las palabras"
Tras la gran casa, firme y recia, el porche se extendía con humildad, con sus columnas de madera sosteniendo el parasol, bajo el cual se encontraba una mesa de madera y unas sillas donde dos jovenes mujeres se sentaban frente a tazas humeantes.
Con sus blancas y brillantes piernas cruzadas y su espalda recostada hacia atrás en una de aquellas sillas, el calido aroma del chocolate caliente la envolvía mientras probaba su sabor dulzón y su textura suave. Cerraba los ojos bajo la tibia luz del sol de la mañana, con la mente inmersa en la nada más absoluta, en un estado de tranquilidad atípico, en el que tenía la sensación de disiparse con la brisa fresca del amanecer.
Su cabello anaranjado caía tras el respaldo de la butaca de madera en un trenza fina atada con una pequeña tela clara que hacia las veces de accesorio para el cabello. Vestía con un suave jersey beige y unos pantalones que la quedaban anchos en la cintura y bajos de cadera, aquella ropa era de Hermione, que poseía un cuerpo más anguloso que el de la pelirroja.
Ginny entornó los ojos mirando hacia los jardines donde Hermione regaba unas plantas altas y florecidas con tres niños pequeños revoloteando a su alrededor, regañados por sus madres por no dejar a la debilitada y recien intervenida Hermione Granger difrutar de un momento de paz; Hermione… la mujer cuya inteligencia y fuerza eran desde luego una gran razón para venerarla.
Ginny se vió invadida de cierto sentimiento maternal, un arrebato de ternura en su corazón se coló como un pequeño pájaro en un granero deshabitado. Nunca antes se había fijado en las risas de los niños, ni en sus caras redondas y sus sonrisas ingenuas, ignorando inocentemente el mal de su tiempo. Por un momento la mano de Ginny rozó su jersey sobre el abdomen, pero en ese mismo instante se negó a que aquel instinto se hiciera con ella. Sintió odio hacia su persona y hacia su propia vida, por un instante los fantasmas de su secreto la dirigieron una dura y reprochable mirada.
La pelirroja se levantó y sintió la mirada de Luna Lovegood, al otro lado de la mesa redonda del porche, clavarse en su nuca. Luna sabía que ocultaba algo, quizás debía sentirse ofendida porque Hermione supiera su secreto y ella, que era su mejor amiga y su leal compañera de batalla, no. Pero lo cierto es que Luna no podía hacer nada por Ginny respecto a aquello, y por eso no era necesario contarla lo que ocurría todavía.
La joven cruzó el porche y se dirigió hacia Hermione a través de las altas plantas, sorteando las acequias que regaban el jardín y se separaban haciendo llegar el agua a los arboles frutales más lejanos, pero sin alcanzar los huertos donde algunos magos araban y donde Ron examinaba los vegetales junto con otros viejos aldeanos expertos. A su camino llego una mujer alta, de pelo cobrizo voluminoso con bucles que caían sobre su pecho, era joven, pero su piel y sus rostro se habia oscurecido y envejecido prematuramente
-Pobre mujer- dijoella –lleva años cuidando de los niños de otras mujeres, y resulta que la vida la paga de esta forma…- hizo una mueca de resignación, Ginny se dio cuenta de que aquella bruja no la conocía y que la había tomado por una rezagada más, por otra humilde huesped.
-¿De que forma?- preguntó para hacerse participe del chismorreo
-No pudiendo traer niños al mundo… ¿No cree usted que debe de ser muy triste?- Ginny sintió un cosquilleo en el estomago, y una breve angustia palpitar en su pecho.
-Si, creo que debe ser muy triste.
-Tu no tienes hijos¿verdad joven¿Cuántos años tienes? –Ginny empezó a sentirse nerviosa, la mujer la miraba con los ojos entornados y examinaba su rostro, como si en él pudiera leerse algo de lo que Ginny no se habia percatado.
-Tengo 21 cumpliré 22 este año, y no tengo hijos.
-Yo tuve a mi primer bebe con diecisiete años, hijo de un maldito mortifago, un condenado y repulsivo mortifago al que creían muerto… Todo el mundo lo sabe aquí, todo el mundo sabe que es hijo de un mortifago, hay quien piensa que el niño lleva la maldad en la sangre. –Ginny miró hacia abajo, practicamente habían alcanzado a Hermione y ella se encontraba satisfecha de poder librarse de aquella molesta conversación, no sabía que decir.
-Ginny, Elisabeth…Buenos días- saludo Hermione bajo la luz de un sol cada vez más acosador, Ginny no pudo evitar enmudecer por unos instantes ante la madura belleza de su amiga, la admiraba y envidiaba en todos los aspectos, desde su voz dulce y firme hasta su cálida mirada. Tanto Ginny como aquella mujer saludaron a Hermione, la pelirroja pensó si esta seguiría molesta por la proposición que la habia echo el día anterior. Los tres niños que Ginny había visto desde lejos ahora la miraban con ojos curiosos, habia un cuarto que antes no habia distinguido.
Eran tres pequeños y un muchacho más mayor, solo pudo acertar en la edad del cuarto muchacho, habia de tener al menos seis años, su parecido era asombrosamente familiar a cierto compañero de escuela.
-¿Quién eres? –inquirió la más pequeña del trío, tenía el pelo muy corto, oscuro y rizado y una nariz diminuta y rosada que se rascaba constantemente con sus manos pequeñas, pálidas y regordetas.
-Con educación- dijo Hermione mientras alisaba la tierra fertil de los tulipanes con las manos.
-Buenos días, me llamo Hanna¿Cuál es tu nombre?- inquirió la niña con la vocecilla aguda, clavando sus ojos grandes, redondos y negros en Ginny, que se sintió insegura al mirar a aquella pequeña, ella no sabía tratar con niños.
-Me llamo… Ginevra…- la niña frunció el ceño –Ginny- dijo la bruja pensando que asi la pequeña podría pronunciarlo.
-Tengo una prima que se llama Ginny –la niña empezó a parlotear mientras los ojos de Ginny se clavaban en el niño de once años que ayudaba a Hermione a remover las tierras de la acequia. Era tan, tan parecido a él… su pelo rubio, su tez afilada, sus ojos de un azul grisáceo, la fijeza de su mirada y sus labios finos y fruncidos, dandole una expresión seria, casi maliciosa e inquietante, o quizás a ella solo le parecía inquietante porque le recordaba a él.
-Andrew hijo¿estas ayudando a Hermione?- el muchacho asintió sin contestar y sin mirar a su madre. –mira cariño, te he traído bollitos¿quieres?- el joven negó con la cabeza. -¡Pero si te encantan, cariño! –titubeo, finalmente se quitó los guantes de piel de dragon que llevaba y se acercó a una fuente lejana de la que emanaba agua limpia, se lavó las manos y se secó en un paño que colgaba del cinturon de sus manchados pantalones bombachos. Después extendió las manos hacia su madre y sobre ellas cayeron varios dulces de leche que se apresuró a repartir con el trío de niños juguetones. –Muy bien cariño, asi… es bueno repartir, a ver si asi la condenada gente del pueblo se da cuenta de que eres un buen muchacho, y no un cretino como tu padre. –Ginny percibió en el rostro de Hermione un gesto crispado de exaperación y molestia.
-Elisabeth, la Sra Rowestten quería hablar contigo, necesita ayuda para las fresas ¿te importaría?
-No…por supuesto que no… -dijo la mujer como si se sorprendiera de que Hermione la despidiera de aquella manera. Despues tomó de nuevo el pequeño camino y se dirigió hacia los huertos.
-Andrew –dijo Hermione dirigiendose al lánguido muchacho de cabellos pajizos –¿no quieres ir a jugar¿Por qué no vas con los demás chicos? estan en el lago bañandose –el joven clavaba la vista en el suelo negando con la cabeza. –Yo voy a ir a descansar cielo, pero… si quieres quedarte aquí y continuar… si asi estas a gusto…- en el rostro del muchacho apareció una mueca de agradecimiento, y retomando su trabajo se lanzó al suelo y comenzó a abrir una nueva vía de riego.
-Esta chalado- dijo la pequeña Hanna, y acto seguido salió corriendo con los otros dos niños detrás ante la mirada severa de Hermione. La bruja los miró correr y despues su rostro se entristeció al contemplar al muchacho de once años.
Más tarde Hermione le mostraba a Ginny los terrenos y le contaba la historia del bosque y el día a día en Dunsinane, y su trabajo como la figura femenina de la justicia en el mundo mágico. Era complicado llevar una vida sencilla y redactar leyes desde su aislamiento en el bosque, Ginny no podía concebir aquel doble oficio, incluso doble personalidad de Hermione, y tampoco hizo por comprenderlo, era tan complicado para ella entender aquellos transmites constitucionales como para Hermione comprender una tactica invasiva.
-Ese chico… Andrew… me recuerda exageradamente… bueno, se que es una tontería pero… Me recuerda a Draco Malfoy.
-No es una tontería, Andrew es un Malfoy- Ginny miró desorbitadamente a Hermione –es hermano de Draco Malfoy, su padre y aquella mujer… Bueno, no es una historia agradable… Lucius Malfoy no estaba muy cuerdo, la muerte de Narcisa a manos de su propio hijo lo transtornó, quiso rehacer su vida, quiso volver a tener descendencia… ante la inminente ejecución de su hijo a manos de Voldemort y la amenaza de su propia muerte quiso consumar su último deseo, dejar viva la llama de los Malfoy en la primera mujer que encontrara. Elisabeth es testigo de esta historia.
-¿Ella se prestó a ser la amante de un asesino?- inquirió Ginny confundida.
-Ella no se prestó a nada Ginny, no todos lo niños nacen del amor –Ginny sintió una congoja encoger su joven y todavía inocente alma. Esta vez si que no pudo evitar que su mano se amarrara a su liso vientre. –Andrew Malfoy es hermano de Draco, solo que Draco no sabe que tiene un hermano y morirá sin saberlo.
-Oh Dios mío… ¿Pero van a matar a Draco?- Dijo Ginny amedrentada.
-Si, sino lo hace el ministerio lo harán los mortifagos, es un traidor Ginny. Concretamente esta mañana a llegado un correo de asuntos internos, tienen a Draco.
-¡Pero arriesgo su vida por la verdad! Es de los nuestros, ya no es una amenaza. –Hermione perdió la vista al cielo.
-¿Quién puede asegurarlo?
-Me gustaría hablar con él… me gustaría hablar con Malfoy, evitar que lo matarán si en él reside algo de bondad y sentido común.
-Si consigues darme una prueba de que realmente es digno de confianza yo evitaré que lo maten–Dijo Hermione firmemente –pero no le menciones nada sobre Andrew, el niño esta traumado, lo último que le falta es que le buscara un loco diciendo que es su hermano. Andrew es un buen muchacho, es lo que Malfoy hubiera sido de haber caído en buenas manos.
-Me he dado cuenta de que es un niño raro…
-No es un niño raro, es un niño infeliz. Su madre es una mujer desgraciada que descarga sobre el toda su amargura en forma de mordaces quejas. Ella no se da cuenta del daño que lo hace. Pero Ginny, la cuestión de la que quería hablar contigo es sobre tu proposición. Se lo he contado a Ron, como comprenderás él tiene que saberlo.
-Claro, lo entiendo…
-No te preocupes, el no le dirá nada a Harry, pero por supuesto piensa que debería de saberlo. Mi respuesta es que sí, Ginny, estoy dispuesta hacer lo que me has pedido. –Ginny se mordió el labio inferior dirigiendo su vista hacia otro lado. –Ginny, cielo…- dijo Hermione cogiendola de los hombros –Se que quieres llorar, se que quieres hacerlo. Hazlo Ginny, llora, aguantar la tristeza en soledad debe ser el mal de los Weasley, eres igual que tu hermano Ginny, soy los dos tan orgullosos como maravillosos. –Ginny sonrió brevemente la hicieron feliz aquellas palabras, se dejó abrazar por Hermione, cuyos cabellos la rozaron la mejilla, pero por supuesto, no permitió que una sola lágrima cruzara su nívea mejilla. Cuando se separaron Hermione dirigió una mirada lincea a la extensión de los terrenos–…la vida no es fácil de entender- musitó con voz profunda- lo que a mi me ha sido prohibido, a ti se te impone…
Ronald Weasley entró en la casa limpiandose las botas llenas de hierba seca en la alfombra del recibidor, subió las escaleras que conducían a su estudio y se sentó en su despacho mirando con aprensión su diploma de sanador básico, un certificado de estudios que no alcanzaba ni por asomo el doctorado que según Hermione conseguiría. Se peinó hacia atrás el cabello rojizo con exasperación. Después miró la foto de Hermione con su túnica de graduación y su diploma en la mano sonriendole y salundandole embargada de felicidad. Toda la pared estaba cubierta con fotos y algunos posters de los nuevos fichajes de los Chudley Cannons. Se paró a observar cada foto, desde las que tenía con Harry, Hermione y los gemelos en la madriguera hasta las fotos de su temprana boda con Hermione. Todos tan jovenes e ilusionados, celebrando una boda adelantada ante la inminencia de la guerra y la incertidumbre de la fecha de su fin. Ciertamente, si Ron había pedido matrimonio a Hermione con a penas dieciocho años, había sido porque estaba seguro de que moriría, y no quería hacerlo sin cumplir aquel inquieto sueño, quizás era un cobarde, quizás siempre lo había sido, …su falta de fe en sí mismo y en el futuro había amenazado demasiadas veces con destrozar su relación con Hermione.
Dirigió su mirada hacia otro lugar, en su mesilla brillaba el marco de bronce que sostenía una de las fotos que Ron consideraba sagrada. En ella pasaba el brazo por encima de un muchacho enjuto de cabellos rebueltos que se inclinaba ante el peso de Ron apoyandose sobre el, sonreía y unos hoyuelos se dibujaban en sus carrillos mientras sus ojos de un verde esmeralda brillaban tras sus lentes. Ron lo estrechaba contento el día de la graduación en séptimo curso. El pelirrojo cogió con aprensión la foto entre sus manos, echando terriblemente de menos a su mejor amigo, sintiendo cierto arrebato de colera ¿Por qué no lo visitaba, por qué a penas hablaban? Harry le habia dicho muchas veces que echaba de menos su compañía, Ron había guardado silencio cuando su conciencia le había ordenado decir cuanto lo necesitaba, pero… ¿Qué habia pasado entre ellos¿Por qué se habían separado asi?
El muchacho se tiró sobre la cama y observó el espejo mágico que una vez Harry le entregó diciendole que siempre podrían comunicarse a través de él. Ron quisó girarlo y nombrar al mago, para que entonces le mostrara la imagen de Harry y pudieran hablar¿pero de que podían hablar si sus vidas, en concreto la de Harry, estaba llena de silenciosos secretos? Entonces recordó el propio misterio que el albergaba, sintió una punzada de furia al recordar lo que Hermione le contó sobre su hermana, al recordar el secreto de Ginny, que ahora se había convertido tambien en el suyo.
Ron giró el espejo entre sus manos tentado de confesarle todo a su mejor amigo, de gritarle y acusarle de irresponsable, pero por otra parte sentía una extraña envidia hacia él, y lástima hacia sí mismo y Hermione.
Finalmente giró tres veces aquel artilujio y dijo:
-Harry Potter
Esperando que ante él se descubriera la imagen del rostro de su mejor amigo. Lo contemplo impacientemente¿debía hacerlo, debía decirselo…¿Debía decirle a Harry que iba a ser padre de un hijo que él y Hermione iban adoptar?
Harry despertó por la mañana con una resaca infernal. Se sorprendió de que a pesar de la tormenta que había asaltado la noche de la ceremonia, la mañana hubiese llegado despejada e incluso soleada, el tiempo estaba loco, y lo estaba volviendo loco tambien a él, por un momento en la graduación había tenido un terrible presentimiento, había pensado que ocurriría algo horrible, sus intuiciones nunca fallaban, pero sin embargo aquella vez parecía que si. ¿Se estaba cociendo algo en algun lugar del continente sin que él pudiera advertirlo¿Estaba Voldemort organizando otra de sus terribles matanzas mientras el se tomaba un café sobre la mesa de la cocina? Harry se frotó las sienes y se terminó el cargado café de un trago, había sido una noche movida, él a penas bebía y precisamente eso le había llevado a pasarse de la cuenta, por supuesto nadie lo había notado, si había algo que Harry sabía hacer bien eso era guardar el temple.
El mago se levantó y cogió del pechero su túnica esmeralda, no si antes atarse el cinto de cuero a su cintura en el cual se sostenía el gran peso de la espada de Godric. Sobre su uniforme oscuro amarró el cubre pecho de bronce y las protecciones que cubrían aquellas zonas de su cuerpo más sensibles, y algunas otras más propensas a las magulladuras, como sus rodillas y ante brazos. Aquel juego de protecciones le transportaba a los tiempos abrumadores donde se sucedían emocionantes partidos de quiditch.
Aquello pesaba inmensamente, pero Harry lo aguantaba con una rigidez admirable, una forma de olvidar el dolor de su alma y de su corazón era someter a su cuerpo a esfuerzos continuos, a duros entrenamientos y a combates de espada que le permitieran desplegar toda su ira, su inquietud y su hiperactividad interna. Cada mañana antes de acudir a la fortificación destinada a la instrucción y reclutamiento de los aurores, recorría varios kilometros junto al mar con una suave y blanca camiseta interior y unos pantalones cortos, corría sin parar, hasta que su propio cuerpo se negaba a dar un paso más, solo entonces daba la vuelta, con el cabello y el cuerpo mojado en sudor, con cada musculo brillando bajo la naciente luz de la mañana, volvía a casa para levantar el peso de su espada cada vez con una mano, para someterse a un centenar de abdominales y a otro centenar de flexiones, y finalmente, extasiado, agotado, se desnudaba lentamente, cansado, frente al espejo dispuesto a darse una ducha rapida, se preguntaba que estaba ocurriendo con su vida, mientras se miraba satisfecho de la renovabada fibrosidad de todos sus músculos y enfadado con aquello que transcendía a su cada vez mejor formada anatomía, enfadado con su mente ingenua e idealista que recreaba cada momento con aquella mujer indomable.
A pesar de que aquella fortaleza se encontrara en lo que fue el antiguo reino de Normandia, Harry no tenía ningún problema en llegar a Saint Michel, en primer lugar el disponía de Odín, que era capaz de cruzar el atlántico en un abrir y cerrar de ojos, y en segundo lugar, a su disposición se encontraba un traslador que le facilitaba el camino.
En cualquier caso, Harry siempre llegaba a sus citas con una antelación abismal, y puesto que le sobraba el tiempo prefería montar en Odín y cruzar el canal de la Mancha por su propios medios.
Harry bajó las escalerillas del porche y toco con las botas la arena de la playa, Odín, negro como el carbón, mucho más oscuro que una noche sin luna y sin estrellas, rezongaba en la suave cala que constituía el más bello paisaje de la costa en el que asentar una vivienda, Hedwing, con su blanco plumaje en contraste con aquel esplendoroso equino cuyo tamaño doblaba al del más poderoso de los caballos de tiro, ululaba alegremente picoteando las orejas del animal. Harry acarició a ambos y montó en Odín pensando en varias cosas.
En primer lugar se encontraba aquella estupida noticia del ministerio, aquel retrato que habían repartido por los invitados a la ceremonia y que iban a publicar en todos los diarios y a colgar en todos los locales. Supuestamente la líder de la rebelión era una mujer que cumpliría condena por haber inclumplido numerosos artículos de la ley mágica, como promover movimientos y conspiraciones ilegales y ser responsable de numerosas muertes, y no importaba que esas muertes fueran de mortifagos. Lo que el ministerio no sabía es que perseguían a la persona equivocada¿pero es que Malfoy les había proporcionado falsa información adrede o es que el propio Draco Malfoy había sido víctima de un engaño o malentendido? En cualquier caso, Harry sabía que Ginny disponía de varios señuelos, magos y brujas en la Rebelión dispuestos a auto proclamarse como líderes, de consumirse tras los barrotes de una celda custodiada por putrefactos y horrendos seres, si la identidad de la verdadera líder corría algún peligro. Pero de ahí a que ella fuera su señuelo… no podía ser, Ginny estaba demasiado unida a ella, y ella era una gran luchadora ¿Qué le había llevado a Draco Malfoy a declarar a Luna como líder de la Rebelión? o, en su defecto¿Qué la había llevado a la propia Luna Lovegood a confesarse como la cabecilla? y en todo caso, Malfoy no podía ser tan tonto como para creer que Luna llevaba a sus espaldas el peso de todo un grupo de hechizeros fuertes e inteligentes… Luna podía acatar ordenes y cumplir con las más complicadas estratagemas, pero no diseñarlas, ella no podía ser líder, sencillamente no había nacido para serlo.
Harry sobrevolaba la preciosa Isla de Wight frunciendo el ceño ante sus cavilaciones. Lo que si estaba claro es que Luna ya podía ocultarse, porque el ministerio no tardaría en darle como primera misión a los Harolds capitaneados por algún auror de grado superior, dar con ella a toda costa. El mago se sentía en cierto grado culpable, porque había sentido una sosegada satisfacción ante el error del ministerio. Jamás lo admitiría delante de nadie, no quería ser frívolo, pero ciertamente el alivio lo recorría al pensar que Ginny seguía todavía considerada desaparecida, borrada de la faz de la Tierra, y que era Luna y no ella la que corría peligro. Sentía soberanamente que Luna estuviera en peligro, pero no podía evitar que aquello no le preocupara un ínfima parte de lo que le hubiera preocupado en el caso de que el ministerio diera con la verdad. Si el ministerio descubriera que Ginevra Weasley estaba viva, y que era la líder de la Rebelión, sería el propio Harry el que tendría que ir en su busqueda, y llevarla a la justicia mágica, y sabe dios que pasaría con ella, y que pasaría con él, porque obviamente se negaría a hacerlo. Pero es que Ginny había dejado una estela tras su supuesta desaparición, de infracciones contitucionales, de crímenes y de tretas e injurias al ministerio que desde luego no la harían fácil su incorporación a la vida normal.
Harry lanzó un profundo suspiró, se peino el encrespado cabello de la nuca y después acarició a Odín levemente para relajarse, aunque en vano. En su mente todavía se cernían nubarrones. Otro de ellos era aquel presentimiento extraño e incatalogable en lo más profundo de su alma, algo se le escapaba a su portentosa mente, algún secreto no rebelado, un misterio sin resolver, una inquietud que se anidaba en su espiritu y lo agobiaba, algo pasaba y el no caía en la cuenta. ¿Qué podía ser?
Como si de una señal se tratará, algo vibró en su bolsillo, Harry hundió la mano en él y saco un pequeño espejo brillante encerrado en una concha de bronce, Harry sabía que solo dos personas podían comunicarse con él a través del espejo, Sirius Black y Ron Weasley. Lo abrió expectante, y unos ojos de tonalidad oscilante entre azul del cielo y el verde arturquesado del mar le devolvieron la mirada.
-¡Ron!- exclamó el mago lleno de repentina felicidad -¡Ron¿Cómo estas?
-¿Tú como crees?- increpó su mejor amigo molesto.
-No lo se Ron, hace mucho que no tengo noticias tuyas.
-Hace mucho que parece importarte muy poco el hecho de que no tengas noticias mías.
-Eso no es cierto…- se lamentó Harry- es que no encontraba el momento…
-Bueno, no te preocupes, te pongo al día: Hace dos semanas Bucbeack me partió un brazo y tiró a Hermione contra un arbol, una de las ramas del árbol la atravesó el vientre y lleva diez noches sin a penas probar bocado. He hecho de todo, de todo, pero creo que esta depresiva.
-¡Oh Dios…!- exclamó Harry horrorizado
-¿Oh Dios? No menciones a dios… me río de dios y toda esa mierda. Hermione no podrá tener hijos jamás en la vida y parece que cada día hace todo lo posible por matarme de pena. Joder, odio esta puñetera situación de mierda Harry, me levantó todas las mañanas esperando que este condenado espejo vibre y que seas tu quien me diga "Ron, amigo¿estas bien, como te encuentras?" una condenada palabra de aliento Harry, joder, no pido tanto.
-Lo siento, lo siento muchísimo… yo… no sabes cuanto lo siento Ron… Os iré a visitar mañana por la mañana. Dale un beso a Hermione de mi parte.
-Mejor daselo tu cuando vengas - gruñó el pelirrojo
-¡Fuiste tú quien decidió llevar una relación abierta¿Quieres que te recuerde exactamente cuales fueron tus palabras? –gritaba la mujer de cabellos fucsia mientras blandía un tenedor en el aire del que caía un hilillo de huevo batido. El hombre al que se dirigía estaba abriendo la puerta de la despensa y sacando harina y un brik de sopa instantánea, puso ambas cosas sobre la mesa de la cocina.
-No, gracias –musitó con la voz ronca
-Le debes una disculpa al pobre Remus ¡Por dios Sirius¿En que estabas pensando?
-Pues en que te acostabas con él- dijo este oscamente
-Ya me he dado cuenta de eso¿puedes dejar de hablarme con sarcasmo?
-Creo que no- Sirius cogió de la mano de Tonks el tenedor y continuó batiendo los huevos, en realidad solo quería tener una excusa para acercarse a la bruja –no puedo evitar ponerme sarcastico cuando estoy nervioso.
-Eso es propio de una persona inmadura que no sabe hablar en serio.
-Mira Tonks, no me vengas con tus jodidos sermones, te saco mas de diez años.
-Doce exactamente, eres todo un carroza, y aun asi no maduras.
-Algo habrás visto en este carroza, por alguna razón sigues con él. –El gesto de Tonks se ablandó, Sirius virtió el contenido del plato, los huevos batidos, en una sarten de bronce calentada al fuego.
-He visto muchas cosas en ti… pero lo que me atormenta son las que no veo Sirius… -en la cocina reinó un silencio solo interrumpido por el leve ruido de la tortilla dorandose en la sartén, pronto estuvo echa y Sirus la apartó en un plato de porcelana.
-Haz el favor de hacer tu la sopa Tonks, voy a subirle esto a Remus. –Tonks miró con aflicción a Sirius cruzar la cocina en dirección a la puerta, pasando por su lado y rozandola el hombro con la camisa, sintió un arrebato de abrazarle que no quiso censurar, a pesar de que era consciente de que aquel hombre no merecía tantas atenciones.
-¿Por qué me abrazas?- dijo este intentando ocultar el temblor de su voz –no lo entiendo, deberías estar enfadada.
-Lo estoy- contestó ella apoyando la mejilla en su espalda y estrechandole la cintura, Sirius dejó como pudo el plato sobre la mesa de nuevo y se giró lentamente para mirarla. Tonks le devolvió la mirada y vió el contorno de sus ojos negros y seductores surcados por algunas de las huellas dejadas por la aflicción y los años. Él se inclinó despacio, exhaló profundamente cerca de sus labios, sin dejar de mirarla, y la besó.
La besó con suavidad, con ternura, y con aquel sutil movimiento de su lengua rozando la de ella, algo que siempre hacia, como si se tratara de una caricia tan acostumbrada como el pequeño beso que se daban para saludarse o despedirse de manera rutinaria, aquel intimo contacto solía dar paso a un amplio abanico de movimientos a cual más novedoso y placentero que el anterior, aunque aquello no ocurrió en esta ocasión. Aquel húmedo roce era sin duda una nota excitante que se mezclaba con la amargura de aquellos momentos. Tonks emitió un sonido a caballo entre un ronroneo y un quejido y recordó una de las razones por las que era adicta a Sirius, era el hombre más sensual que había conocido.
Él se separó de ella entre pequeños besos y húmedos roces, abrió los ojos lentamente y la observó el rostro, hasta que le devolvió la mirada.
-Siento lo que ha ocurrido con Remus, ha sido una tontería pensar algo asi.
-De acuerdo, no te preocupes… -le dijo ella cerrando sus ojos levemente a cada roce de la amplia y suave mano de él en su mejilla.
-¿Me perdonas entonces?- Tonks asintió con una leve sonrisa, algo forzada y sin vida. –Te adoro pequeña, gracias por aguantarme. –Sirus dejó caer por ultima vez sus labios sobre ella, en concreto sobre su rosada mejilla y tomando el plato de nuevo se marchó mostrando su perfecta sonrisa, aquella hilera de dientes que le iluminaban el rostro y le quitaban una decena de años de encima.
Tonks le contempló alejarse con aquellos pasos silenciosos, alabando inconscientemente cada movimiento de su ropa sobre el cuerpo alto y atlético de Sirius Black y su pelo largo y revuelto, tan oscuro como la noche. Era imposible dejar de quererle.
Con un leve suspiro dedicó su atención a la simple tarea de remover el contenido de la sopa y los fideos en la cazuela. Era increíble que Sirius hubiese sido tan idiota de pensar que ella podía estar líada con su gran amigo Remus Lupin, aquel hombre no despertaba en ella ningún sentimiento de pasión o de amor, era para ella simplemente un gran hombre, pero tampoco le parecía especialmente atractivo. De hecho, lo veía tan serio, tan maduro y tan instruído que siempre se había sentido incomoda en su presencia. Cuando el maltrecho Remus Lupin había caído sobre ella al abrir la puerta de la mansión Black, Tonks sintió como si con él se callera el cielo, había rogado que Sirius llegara en cualquiero momento, y tuvo que subir como pudo a Remus a la habitación. Sabía que era absurdo que fuese precisamente en la habitación dela pareja, pero la verdad es que se dejó guiar por un instinto, sencillamente siempre que buscaba seguridad acudía a aquella a habitación a envolverse de la presencia de Sirius cuando él no estaba, lo cual era muy habitual.
Y si lo encontró sobre ella fue porque había cedido sobre su peso, el hombre ni siquiera era consciente de haber caído sobre otra persona, igual que no era consciente de que sus ropas estaban rotas y le descubrían las rodillas y el pecho.
Tonks apartó la cazuela y sin querer se quemó la yema del dedo, por suerte el malentendido se había arreglado, pero había algo que la preocupaba más, el hecho de que Sirius no olvidará aquella vez, aquella vez que la encontró intimando con aquel hombre… ¡estaba en todo su derecho¡él había declarado la relación como una relación libertina!
La fortaleza de Saint Michel respondía al trazado de un fuerte romano, esto quería decir que su estructura era una de las más sistemáticas y complicadas de la edad media. La estructura típica de las fortificaciones romanas consistía en encerrar una especie de ciudadela entre los cuatro altos muros de una muralla rectangular, fuerte y practicamente impenetrable provista de cuatro torres, (una por esquina, que se llamaban almenas y que eran puestos de vigilancia), y cuatro puertas fuertes y resistentes que solo podía abrirse desde dentro y que se situaban cada una de ellas en un lateral.
El rectangulo que flanqueaba y protegía la ciudadela donde los aurores hacían su vida tenía un area de cientos de metros cuadrados, por lo tanto era enorma, había de serlo, pues en su interior se encontraban diversas estancias (como las caballerizas, el foso, el cuartel general y, sobre todo, decenas de barracones, el lugar donde dormían y comían los aurores).
Harry subío con Odín el monte tras del cual se hallaba la la fortaleza y pronto la vió alzarse con imponente majestuosidad; al llegar al portón escuchó el sonido de trompetas y desde lo alto de una de las almenas varios magos coordinaron un hechizo que hizo moverse el mecanismo de la puerta en algún lugar tras ella y se abrio en sentido vertical, como si de un castillo antiguo se tratara.
Harry trotó con Odín y tan pronto cruzó la puerta se encontró en el interior del pretorio, es decir, del habitaculo que había que cruzar para salir por fin a la ciudadela. Allí le recibió ojo loco Moddy con un pergamino en las manos.
-Ah, vienes solo –dijo –hizo una anotación en el pergamino de su hora de entrada y lo guardó en el bolsillo. Harry le preguntó como iba todo y él le informó de que había algo que le iba a gustar en el foso. Harry se limitó a arquear una ceja y dirigiendose hacia la luz que se colaba tras un gran arco romano, lo curzó y respiró el aire fresco de Saint Michel. Se paseó cabalgando entre las filas de aurores que practicaban con sus espadas dirigidos por los aurores de instrucción, recorrió unos doscientos metros hasta aquellos que se batían en duelo, y para cuando llegó a las caballerizas ya había comprobado con gran satisfacción que todo iba como la seda. ¿Pero que es lo que había en el foso?
Harry bajó de su caballo y se dirigió a una de las esquinas en las que los fosos se adherían al muro de la fortaleza. Aquel lugar era lóbrego y frío y a pesar de que los presos estaban bien amarrados a las paredes con cadenas, nunca debía uno confiarse, y por ello llevaba la varita bien alzada. A Harry jamás le gusto aquel horrible lugar donde algunos mortifagos habían sido torturados y otros habían acabado muertos de inanición o deshidratación, pero con el tiempo el odio hacia aquellos seres que se podían llamar cualquier cosa salvo personas, se había echo tan grande que se sorprendía en ocasiones alegrandose del sufrimiento de algunos de ellos, sobre todo de aquellos con atencedentes de violación, u homicidio.
Pasó por varias celdas y notó las miradas de odio clavarse en su nuca; el vuelo de su túnica verde resplandeciente ondeaba y la oscuridad le daba un aspecto de fantasmal fantasía a la que se sumaban su místico porte y su esplendoroso color de ojos, era como un angel níveo paseando en medio de naturaleza muerta.
Se asomó por las decenas de habitaculos con una actitud casi totalmente indiferente y fría preguntandose donde podía hallarse el nuevo rehén, pero entonces llegó a cierto lugar que lo hizo recordar, recordar el primer día en que entraba en aquel fuerte, recordar a su primer rehén, el primer rebelde con el que hubo de encontrarse en su vida.
-¿Qué ha hecho este rehén?- preguntó Harry horrorizado a la inquietante mujer que lo había acompañando mostrandole toda la fortaleza solitaria y en vías de remodelación.
-Amenazó al ministro de asuntos sociales, amenazó con matarle –le dijo ella con la voz susurrante y ocultando su rostro en la sombra que proyectaba su capucha color hueso.
-¿Pero como iba a matarlo? Creo que ni siquiera es mayor que yo –por aquel entonces, Harry era un ingenuo muchacho de dieciocho años recien cumplidos que visitaba el lugar donde iba a ser trasladado para su preparación, aquella preparación para Harrod que nunca le fue necesario hacer.
-No es mayor que tu, tiene dieciseis años- Harry se sintió horrorizado ¿Cómo era posible que los aurores puedieran cometer semejante atrocidad?
-Tienen que sacarlo de aquí - dijo tajantemente
-Pequeño- le dijo ella –aprenderas a abandonar tus ideales, si es que realmente quieres ser un auror del ministerio…- las últimas palabras tenían un cariz mordaz y diferente, Harry podía apostar a que debajo de aquella capucha una sonrisa se había dibujado en su rostro.
-No abandonaré mis ideales por ser auror.
-¿Y que haras¿Cambiar sus modos?
-Si, les obligaré a hacerlo.
-Puedes hacerlo, supongo…- dijo ella instandole a abandonar aquel calabozo para llevarlo a uno vacio y cuyo suelo estaba cubierto de más paja que el resto –puesto que eres "el niño que vivió" y el hombre del que habla la profecia. No te desobedeceran, es más –ella se acercó un poco a él, él pudo observar una tez palida y bajo sus labios rojizos y carnosos un bonito mentón redondeado, pero aun asi sus ojos seguían ocultos. –llegarán a obedecer tus ordenes todos los aurores del mundo –Harry sintió un escalofrío cuando ella se acercó a él y extendió su mano delgada, dio un respingo cuando escuchó la puerta del calabozo cerrarse tras él. La semi oscuridad los ocultó a ambos y él pudo sentir la respiración de la joven misteriosa colarse en el espacio milimetrico que formaban sus labios entre abiertos. Su corazón empezó a acelerarse, algo le instaba a no moverse ni un ápice, la fuerza sobre natural de aquella joven.
Sus labios se encontraron pronto acosados por los de ella y bajo su túnica sus manos suaves le acariciaron el abdomen, produciendole un escalofrío al subir por su costado. Pegó las palmas de las manos a la puerta de madera cerrada tras él cuando ella le acarició la lengua con la suya, y entre el asombro, la excitación y un ligero e indefinible temor comenzó a responder a aquel violento y salvaje beso.
Su cuerpo cayó sin saber exactamente de que manera sobre el manto de paja seca del suelo, bajo aquella mujer tan subjetivamente imponente. Ella lo desnudaba sin pudor mientras él se sentía como la presa de un amimal desbocado, era una extraña sensación de subordinación que le daba cierta inseguridad pero que a la vez le resultaba provocativo. Su cuello fue pronto el objeto de mordiscos y en sus oídos un susurró desveló la ya clara identidad de su amante.
-En el fondo, tu siempre serás tan rebelde como yo…
Harry se encontraba en medio de un frío pasillo con la respiración ligeramente acelerada y las mejillas encendidas, un cosquilleo bullía en su estomago, y sus manos por un momento se encontraban frías. Aquel recuerdo tan vívido, aquella reconstrucción de lo ocurrido le había llevado a desear con todas sus fuerzas entrar a aquel calabozo y encontrarla a ella con su mirada provocativa tentandolo.
Sus ojos se cerraron por un momento y dejo caer un hondo suspiro. Había algo mucho más profundo en aquel recuerdo, algo todavía más sentido y rememorado…
Él resoplaba agarrando su cintura mientras ella se adueñaba de su cuerpo y su alma sin pudor, su pelo flameante caía largo y brillante sobre sus hombros desnudos y sobre su pecho semiocultandolo. Harry siempre se sintió fascinado por aquella convinación de angelical belleza con desgarrado salvajismo, sentía el arrebato de besarla y adorarla a cada minuto, a cada segundo y a cada exhalación, y prontó lo hizo. La abrazó espontaneamente y decidió dar paso a la ternura en el último tramo hacia el extasis. Pensó que quizás Ginny sentiría estropeado aquel momento, pero él era sencillamente incapaz de no dejar escapar un ápice de sentimentalismo.
Sin embargo, antes de poder alzarse sobre ella ya había caído rendido entre sus brazos. No pudo más que sentir una mezcla de desdicha, la amaba y la repelía, era demasiado independiente, demasiado distante, le hubiera gustado que se ocultara en su regazo y le rogara que la hiciera un sitio en su casa y la llevara con él para siempre. Le hubiera gustado que se dejara proteger por siempre por él.
Pero era él quien se aferraba a su cuerpo con el miedo al abandono, quien amargamente sabía que aquella sensación de plenitud era solo física.
-Hay una fuente en las caballerizas ¡mirate¡Estas lleno de alfalfa!- Harry rió y cogió su rostro entre las manos besandola con dulzura la comisura de los labios.
-Vamos para alla –susurró él mientras ella se incorporaba y se cubría con la túnica. –Ella se perdió tras la puerta y él susurró las palabras prohibidas, aquellas que habían acordado no pronunciar en aquel entonces por un imperativo absurdo. –Te quiero Ginny…
Harry comprendió en la semi-oscuridad del lugar que ella había evitado demostrarle lo que le amaba, y que había creado en él ciertos momentos tan cálidos como traumaticos. ¿En que se había estado basando realmente su relación desde que ella se convirtió en rebelde¿podía estar seguro de que ella lo amaba¿Por qué a veces tenía la sensación de que había sido su marioneta¿Por qué había pasado de ser una dulce niña, de una cariñosa adolescente, a una mujer cuyos sentimientos no se podían vislumbrar?
De nuevo se puso en marcha hacia el ala norte de los calabozos, al último de ellos, la puerta estaba semi-abierta, la empujó con la mano y se encontró con él. Le recorrío un escalofrío y cierta lástima. Sus ojos grises, nublados como un día amenazante de tormenta coincidieron con los suyos.
-Tienes que sacarme de aquí Potter –dijo una voz que arrastraba las palabras –he cambiado.
N/A He re-escrito este cap muchas veces, pero me quedo con la forma original, espero que os haya gustado, os aseguro que se irá volviendo cada vez más emocionante. Paciencia nn No os olvideis de dejadme un RR, y por cierto perdón por la faltas de ortografía, finalmente me he quedado sin Betta, snif…
PD: Sobre la relación S/T una relación abierta es cuando la pareja no esta obligada a ser fiel, esto a veces lo hacen los matrimonios en crisis o las parejas con miedo al compromiso o que creen que no han experimentado lo suficiente.
REVIEWS
Angls: ¡Hola Angls¿Que tal? Gracias por enviarme tu RR al correo cndo no pudiste subirlo aqui, fue un detalle, y gracias tb por tomarte lgo la molestia de subirlo cndo solucionaste el problemilla. Respondiendo a tus comentarios:
-"Ya sabia que Ginny iba a tener un Pottersito, me da pena lo que le ha pasado a Hermione" XD (me ha echo gracia lo de pottersito...) bueno, ambos sucesos, el embarazo de Ginny y el accidente de Hermione son indispensables para la trama del fic, a mi me da tb pena, me hubiese gustado que Ginny llegara al bosque y se encontrará con unos trillizos pelirrojos :p pero bno, todo pasa por alguna razón en este fic.
-"Solo te voy a pedir una cosa no me los vayas a matar" NO¿no...? ;)
-"No me gusta la actitud de Molly con su hija" A Molly tp... pero no lo pde evitar.
-"La Rebelión del elegido" Me encantaría leer un fic inspirado en algo que yo he escrito, sería increíble, nunca me ha pasado.
Pues nada, creo que no he dejado nada importante en el tintero. Muacs!
Ginny Potter W: Hola, que tal? Me alegro de que te guste, al principio solo era un proyecto y gracias aque lo habeis apoyado me he animado a continuar, lo malo quizás es que todo va muy despacio, pero espero que lo sigas hasta el final y me escribas para decirme que te ha parecido. Un abrazo!
Luxx: ¡Hola! Gracias por continuar dedicando una parte de tu tiempo a escribirme nn se que no tnes mucho asi que mil gracias :) Respondiendo a tus comentarios:
-"Me pareció fantastico y no estoy de acuerdo en que haya sido carente de acción" Bueno, lo que pasa es que me centro mucho en los sentimientos de los personajes y en sus dilemas psicologicos y morales, me refiero a acción en concreto a escenas de más tensión, con más misterio o con enfrentamientos, y por eso decia que estaba un tanto escaso :)
-"Aunq no haya escenas exclusivamente H/G ... que piensen el uno en el otro me parece tan bonito e intenso como si estuvieran juntos" La verdad es que a mi me encanta tenerlos separados y mostrar de la manera en que se echan de menos, asi que, que me digas esto me alienta, no tendría mucho sentido tenerlos juntos en el fic teniendo la trama que tiene... nn (veo que estamos en la "misma onda")
-"me encantó la escena en que Ginny abraza a su hermano" a mi me gusta mucho esta escena, de hecho lo que mas me gusta del cap es cuando Ginny llega al bosque y se encuentra con ellos, y sobre el rechazo de Molly eso es algo que escribi tratando de transmitiros todo lo que soporta Ginny. Si, a mi tb me parece triste.
-"Me gusta mucho la relación existente entre Ron y Hermione" :) Sigues mencionandome lo que mas me gusta, efectivamente entre ellos hay una gran conexion y complicidad. Me alegro de que te guste la idea de la posada y que Ron sea sanador, la verdad es que no sabia que hacer con Ron en el fic, no podía ponerle jugando es lo Chudley, primero porque es un topico y segundo porque estan en una guerra. Asi que bueno... nn asi se ha quedado.
-El dialogo entre Ginny y Hermione y lo que le pide Ginny a Hermione: A mi tb me gusto escribirlo, quería dramatizarlo todo lo que la situación lo permitiera, pero al final no lo exageré, quiero dosificar el drama... en fin, el caso es que la relación entre Ginny y Hermione será muy importante en el fic.
-Lo sucedido entre Tonks y Remus: Esta es la parte que menos me gusta del fic, dar a entender que Tonks le ponia los cuernos a Sirius con Remus y hacer que visualizarais algo falso me daba rabia, pero tenia que escribir esto, era necesario... Espero que te haya gustado la "resolucion" de lo ocurrido.
-El final: No me gustó mucho el final, quería continuar mas el cap, pero en fin...
Bueno Luxx, me encantan tus RRs, me ayudan mucho, al leerlos puedo darme cuenta de lo que sugiero en cada escena y si es lo que queria o no. ¡Mil gracias! Besos!
Jovas: Hola jovas, bueno ya ves que lo de Remus era un malentendido... y lo de la segunda vez... bno eso lo dejo todavía en el aire. Espero que me comentes que te ha parecido este chap, un abrazo!
Roser: jajaja, no te alteres Mari Tere, ya ves lo que ha pasado con lo del líder, pero le queda historia a eso... y no insinues nada sobre lo que sabes, ¬¬ y si si que pongo amor si... hay que ver que chica...
Landoms 182: ¡hola! Me ha hecho mucha gracia eso de "este cap me ha dejado mas confundida que el anterior" jajaja, no era mi intencion... -- Como bien dices todo va a su tiempo nn
Jaz: Me encataría hacerlos más largos, de hecho algunos serán bastante largos, lo que pasa es que tampoco quiero cansaros. Yo estoy estudiando bachillerato el ultimo año para pasar a universidad y tb estoy preparandome para un examen de ingles (una de las razones por las que no actualice mas rapido...) Bueno, espero que me cuentes que tal te va todo en lo referente a ese examen, y por supuesto que me digas que te pareció el cap, un abrazo ¡Nos leemos!
Kaily-gw: ¡Wenas¿Que tal todo? Contestando a tus comentarios:
-"El secreto de Ginny es obvio, esta embarazada, y si es asi creo qeu deberias expresar mas el sentimiento de duda" Ginny no tiene dudas: no puede criar a su hijo. Aunque lo que si sufre (y reflejará) es una tremenda angustia y como decias, miedo. "Se lo dira a Harry?" A esto no puedo contestar, aunque Ginny se juega la vida por defender derechos y principios, en teoría no arrebataría el derecho de Harry a ser padre.
-"Estas poniendo las cosas cada vez peor, espero que al final acabe bien esto, eh?" ¿Por que creeis que voy a acabarlo mal? O.O nnU
-"En cuanto a Sirius...pobrecillo, me ha dado mucha pena. Como q eso ya ha pasado otra vez? Pero t refieres cn Remus o con otro? Weno, no creo q Tonks le haga eso...:( habrá aprendido la lección, no?" Este cap medio contesta a la pregunta ;)
-"Lo d Hermione me ha dado mucha pena, pobrecilla, no se merecía eso...xo supongo q lo has hecho x alguna razón en concreto, no?" Si, la respuesta es que lo he hecho por muchas razones y era necesario.
-Final del cap: Bueno, bueno... tb este cap responde a tu comentario nn
-¿Cuantos caps tendra la historia? Muchos, no se cuantos pero como poco veinte.
Me despido esperando no tardar mucho en recibir tu comentario sobre este cap, un abrazo y muchas gracias. :)
Lewin: Hola, muchas gracias por escribirme, es muy importante para mi saber que me leeis y que os gusta :) Como dices Ginny le pide a Herm que cuide a su bebe, en realidad el embarazo como has podido comprobar no es consecuencia de una noche de pasion irresponsable, sino de un fenomeno sin explicacion... ejem! espero que te siga gustando el desarrollo de la historia. Un saludo!
Anahí: Gracias por tu RR, haré los caps mas largos, probablemente y sobre lo de Ginny, bueno ya es obvio nn Gracias de nuevo ¡Nos leemos!
Acrata: Hola! Me ha gustado tu RR, que sentido, jiji. A ver siento ser un poquito mala, pero todavía esto no es nada MUAJAJAJA...! ;P todo a su tmpo Acrata, sobre lo que decias de que Ginny le deberia dejar su bebe a Harry, eso es todavia mas peligroso que quedarselo ella úù
Veruka: ¡Hola wapa¿Como va todo? Me alegro de que continues leyendo :) a pesar de las cosas se sucedan con lentitud... poco a poco iran saliendo todos los personajes de HP nn Respondiendo a tus comentarios:
-"Creo q ue Ginny no se lo va a decir (lo del bebe) pues sabe como es Harry.." Bueno, esto lo sabreis en el proximo cap que ya tngo escrito y publicare en cnto tenga los comentarios y sugerencias de los que me leeis (asi sé si sería oportuno modificar algo)
-Sobre el lado del q estan Ron y Hermione: ellos se puede decir, de momento, que son neutrales ;) me ha hecho mucha gracia lo de que todos lo hombres deberían de ser como Ron, haciendo todo lo posible para agradar a su mujer, jejeje.
-Sobre la relación de Sirius y Tonks: Como ves la culpa la tiene Sirius... (ya se comprendera mejor en posteriores caps)
-Sobre la actualización de las otras historias: úù estoy en ello... :(
Besitos Veruka! Espero impaciente tu RR :P
Gin-ynia: Hola! Siento no haber podido meter tanta acción y romance como esperabas, hay tantisimas cosas que situar... ademas la historia va a ser bastante larga, por lo tanto eso implica que lo que en cualquier fic se desarrollaría en tres caps aqui tarde seis I'm so sorry! Me alegro sin embargo de que no dejes de mostrarme tu apoyo escribiendome. Un abrazo!
Bewitching: ¡Hola! Ya lei tu fic y te deje el RR, espero que lo hayas leído. Me parece muy original tu nik, y si, realmente es largísimo pero misterioso nn
Me alegra que te guste empatizar con los personajes de las historias, yo tiendo mucho a desarrollar exageradamente los miedos inquietudes y estados emocionales de los personajes, por eso hay demasiada narración y poco dialogo sobre todo al inicio de mis historias. Contestandote:
-La verdad es que la explicación que me has dado sobre que pensaras que Ron y Hermione estaban de parte de Ginny es bastante logica ya que yo no lo situe con Harry, pero como ves prefieren mantenerse neutrales. Me alegra tb que te guste el papel de ambos (R&Hr) en el fic, la verdad es que a mi me gusta su relación por encima de todas las vistas, y las que se verán, en el fic.
-Sobre que hermione no pda tener hijos, pues si, es duro, pero es que es una parte del drama necesaria. Será muy triste, de hecho yo suelo recrearme mas en las desgracias, asi que te queda mucho que llorar... jeje...
-Sobre la relación Tonks/Sirius me soprende que tu la imaginaras que ya te la hubieras planteado, en eso coincido contigo, yo siempre los imaginé juntos.
-Sobre Clusser, bueno me gusta el personaje pero como no es de HP no creo q tenga mas protagonismo que el estrictamente necesario.
-Sobre tu palabras incorporadas al fic ya hablamos en el msn nn
-Lo que me comentabas de la vida de Harry: Si, es realmente exasperante, y ciertamente si que es un personaje complicado, tanto que normalmente me da miedo hasta escribir sus pensamientos ¡que complicado es meterse en la cabeza de Harry! nn Por cierto has comparado a la perfección la situación de Harry y la de Ginny y el sacrificio de ambos. ¡Me encanta!
-¿Draco tendra un papel importante? SIP
Por ultimo, no tienes que disculparte por dejarme un RR largo, a mi me encanta. Ademas tus impresiones conclusiones y comentarios son muy certeros. Besos, cuidate mucho y escribeme :P ciao!
Giova Slytherin: Hola¿Como estas¿Como que te hizo llorar¿Literalmente? Pues como le decia a Bewitching, eso no es nada... espero q no me odieis. Ginny si, esta embarazada, y sobre Tonk y Sirius, bno la cosa es más complicada... no pdo decir mucho sobre ello... Sobre lo de los caps mas largos pero sin meter cosas innecesarias, yo creo que bno, intentare no meter cosas innecesarias, si notas que lo hago me avisas, ;) a veces pdo hacer tonterias sin darme cnta. BESOS!
