¿Seguro que es una mentira?
Autor: H&H (haher)
Empezado: 21 de Octubre del 2004
Una chica de 25 años iba manejando a gran velocidad por las carreteras de Inglaterra. En su mente un solo pensamiento la agobiaba; el ver a sus compañeros personalmente después de 8 largos años. Durante todo ese tiempo, sólo se habían comunicado por teléfono o cartas vía lechuza y también algunos, vía e-mail. Claro, los que sabían costumbres muggles. El motivo del encuentro era la boda de una amiga en común, compañera de casa y curso en el colegio; Lavander Brown. Ella deseaba que todas las personas más destacadas e importantes del mundo mágico estén presentes y también sus amigos del colegio, universidad y trabajo. La razón era muy simple: Quería que su matrimonio fuese el evento social más esperado e importante del momento del mundo mágico. Había invitado a "El Profeta" y "Corazón de Bruja", para que el evento salga en la parte social.
Hermione Granger, se había mudado hace poco a Liverpool, una ciudad lejana a Londres, donde vivía su amiga. Hace pocos meses se le había notificado del matrimonio Melcom – Brown. Ella había dudado ir, pero al saber que estarían sus amigos de colegio, decidió que sería buen lugar para el reencuentro. Además, claro está, que para celebrar este día tan importante para Lavander. Hermione se había mudado al recibir una oferta como redactora de un periódico muy importante en esa ciudad, además de ser historiadora.
Hermione había cambiado mucho desde que salió del colegio. En lo físico, ya no era la niña de 17 años, a quien no le importaba su aspecto, aún así cuando trataba de mantenerse bien. Ahora se había convertido en una mujer muy atractiva. Muchas agencias publicitarias querían contratarla. Le gustaba verse y lucir bien para las demás personas. Había crecido un poco en estatura, su cabello se lo cuidaba más. Ya no era esponjado y maltratado, sino más bien estaba formado y algunas veces alisado. Se cuidaba mucho la piel y las manos. Sobre todo esto, el ambiente de costa le había dado un bronceado especial. Le gustaba vestirse bien y la gran mayoría de sus compañeros de oficina estaban tras ella.
Ella vivía en un departamento muy acomodado de dos pisos. En el primero tenía áreas muy grandes y abiertas. La sala, el comedor, la sala de descanso, la cocina y la lavandería se encontraban allí. Al segundo piso se tenía acceso gracias a una escalera de caracol. Allí se encontraban dos dormitorios, un estudio y una mini biblioteca. La mayoría de la gente pensaba que Hermione estaba loca para tener todo eso para una sola persona, pero a ella le gustaba tener comodidad y su departamento no le parecía lo excesivamente grande para ella sola. Lo mantenía contratando a una persona que lo limpiara 3 veces por semana. Además de eso, tenía una terraza con vista a la costa. Para ella era su oficina y casa al mismo tiempo.
Llevaba una vida muy ordenada. Lunes, Miércoles y Viernes trabajaba en su casa y Martes y Jueves en la oficina, para las juntas de directorio. Los fines de semana practicaba algo de deporte como tenis y golf. Además frecuentaba la playa de vez en cuando. No le gustaba mucho salir a distraerse en las noches. No obstante, si era invitada, aceptaba con mucho gusto. Seguía viviendo con su gato de toda la vida y tenía una lechuza, llamada Arrows.
Absorta en sus pensamientos, se pasó el desvío hacia Londres, por lo que tuvo que regresar. Una vez que ingresó en la ciudad, se bajó los lentes de sol y tomó una autopista que la llevara hasta la casa de sus padres, donde se hospedaría por algunos días. Luego de manejar por 7 largas horas, divisó un cartelito señalando su urbanización y calle. Volteó a la derecha muy suave y buscó la casa número 7. Estacionó el carro. Saludó a su familia, a quien no veía hace 6 meses, subió su maleta a lo que seguía siendo su habitación, comió algo y decidió ir a dormir un poco, para luego ir a cenar con sus papás a alguna tratoría.
La boda de Lavander sería al día siguiente en los terrenos de la casa de su futuro esposo. La invitación a la ceremonia indicaba las 21.00 horas, lo que indicaba empezar a prepararse desde muy temprano. Ella iría sola, sin ninguna compañía masculina, por lo que no conocía a nadie en esa ciudad. Tenía planificado para ese fin de semana, terminar de leer un libro sobre culturas andinas, salir de compras, descansar y luego comenzar a vestirse a eso de las 19.30 horas. No tenía muchas ganas de asistir, pero el sólo hecho de ver a sus compañeros le producía nostalgia y volver a recordar con ellos los momentos que vivieron.
Lo que no sabían los invitados era que una foto cambiaría sus vidas, descubriendo muchas cosas, que ellos no creyeron sentir. Todo por una inevitable mentira.
¡Hola! ¿Cómo están? Otra historia mía. No puedo dejar de imaginarme historias como verán. Esto es sólo el comienzo y espero que les guste. Como diría un pintor; "sólo lo tengo en bosquejo". Es una vaga idea que se me dio hoy en el cole y vere como la desarrollo. Les prometo terminarla y dar lo mejor de mí en esto. Gracias a ustedes por leerla y si quieren, pueden dejarme críticas, ideas, comentarios, consejos, lo que quieran. Besos, chao
