Capítulo: Escarmiento

Autor: HH (haher / H y H)


- "¿Qué diablos es esto?" - se decía una y otra vez Harry en la cabeza - Disculpe Doris¿Me podría decir quién trajo esto?

- Me parece que la Srta. Granger lo trajo esta mañana

¿Qué pasa conmigo- preguntó entrando por la cocina, bastante sudada. Al parecer se había ido a correr por la playa.

¿Tu trajiste esto- preguntó Harry con cierto tono de enfado en la voz

- No, nada que ver. Primera vez que lo veo - se aproximó más - Oh no. Esto no puede estar sucediendo. �¿Cómo�¿Quién!

- La oposición siempre quiso destruirme y con esto ya tienen más que un motivo para hacerlo - decía más para sí mismo que para las otras dos presentes ¿Tienes idea de lo que esto significa para mí¡Todos los medios se me van a venir encima¡Yo venía por trabajo, no a perseguir ni a tener una aventura con la chica con la cual supuestamente tengo algo- lo había soltado sin pensar, sólo por el enojo.

¡Harry cálmate, ya encontraremos al responsable¡Hubieras desmentido todo y listo¡Te ahorrabas el problema¡Salvabas tu trabajo de paso- estaba a punto de estallar, podía sentir las lágrimas suspendidas en sus ojos. Le habían dolido las palabras de Harry - "¿Una aventura?" "¿Eso es?" - se decía en su cabeza confundida

- Bien, tomemos esto con calma - mencionó Harry respirando agitadamente - Perdón por todo lo que te dije, sólo que esto no me huele nada bien. ¿Ok - tomó el mentón de la chica obligándola a que lo mirara, ya que estaba con la cabeza gacha. En su mirada podía ver un poco de resentimiento y dolor, pero no se dejó ofuscar - Vamos Herms, sabes que me encanta estar aquí contigo, pero tuve que inventar unas cuantas mentiritas y esto lo arruina todo. Tendré que regresarme máximo el domingo en la noche, al terminar de arreglar los asuntos de la oficina - ella asintió.

No era para menos la reacción de ambos. Lo que Harry tenía en las manos no era más que un nuevo número de la revista "Corazón de Bruja", pero no era un simple número. En la portada salía una foto de ellos abrazados en la playa con un titular: AMOR DE VERANO. Al abrir la revista salía una nota con fotos de ellos en todos los lugares que habían visitado. Fotos en la playa, en la tienda de cosas para la playa, la oficina de Hermione, tomando café y entrando y saliendo de la discoteca. ¿Cómo habían capturado todo ese material? Era la pregunta que rondaba por la cabeza de los dos jóvenes. Además lo describían como el ampay del mes, porque si bien es cierto que el mundo mágico sabía de esto, no sabían que su ministro se había escapado a visitar unos días a su novia en Liverpool. Harry miró las fotos de la revista y se sonrojó levemente, pero no debía dejar que esos pensamientos ahora rondaran por su cabeza sino tenía que pensar en la manera de resolver esto.

- Pudo haber sido Skeeter - propuso Hermione luego de leer el artículo

¿Desde cuando un escarabajo toma fotos- contestó adivinando su hipótesis

- Era una idea nomás.

- No pudo haber sido un animago, porque no resistiría la arena tan caliente. Nos tienen que haber estado espiando desde alguna casa o desde la playa.

- Harry acá no vive otra persona con magia. Soy la única bruja registrada en esta calle - meditó - no creo que algún vecino deje pasar a un extraño para que tome fotos.

- No necesariamente les tienen que pedir permiso - hizo un gesto de obviedad ante la mirada sorpresiva de Hermione - Mira, acá mucha gente veraniega y dejan sus casas solas por el resto del año. Aún no comienza la temporada plena de verano. Se pueden haber metido a cualquiera y nadie se va a dar cuenta, mucho menos muggles.

- Los únicos que dejan su casa sola son los Parkinson.

- Sea quien sea, le vamos a dar más de que hablar. Sobre todo hay que estar seguros que este presente cuando rompamos. Así nos evitamos el desagradable momento durante la cena y podemos romper el domingo por la mañana - Hermione lo veía confundida.

- Pensé que querías evitar cámaras y todo eso.

- Herms estamos metidos hasta el fondo, salgamos de la misma manera.

- Esta bien - respiró profundo - terminemos el domingo por la mañana

Por alguna extraña razón Hermione sintió que se estrujaba el corazón, tal vez por el miedo que tenía al no ver a su mejor amigo por otro largo tiempo. Sentía como si su sentencia de muerte estuviera ya escrita y no quedara otro remedio que acatarla. Sintió como si el mundo se le viniera encima y se quedó callada durante todo el desayuno, mientras Harry miraba el artículo detenidamente buscando información adicional útil para ellos. "Corresponsal: El Oso Panda" leía una y otra ves tratando de buscarle significado alguno, pero no le encontraba. Tomo de seco su jugo y caminó escaleras arriba a su dormitorio para bañarse y cambiarse, aún con la revista en la mano. Hermione por el contrario, prendió el noticiero de la mañana.

Después de tomar el desayuno, muy poco por cierto, ambos fueron a sus respectivas habitaciones, Hermione se cambio y se bañó, mientras Harry seguía pensando en "El Oso Panda".

¿Harry- preguntó luego de tocar la puerta

- Sí, adelante

- Te venía a avisar que voy a salir con Diego si no te molesta - "¿Por qué le tendría que molestar?" preguntó dentro de su cabeza - y antes de eso voy a estar fuera haciendo unas cosas

- No, no me molesta para nada - mentía. Le dolía hasta los huesos - Yo almorzaré en algún lugar por ahí. No quiero molestar a Doris sólo por un plato.

- Como tu prefieras. Doris está a tu disposición. Te aviso cuando salga.

- No, no te molestes, me voy a la playa en un momento.

- Esta…está bien - le parecía importante decirle con quién salía y a donde, como si le tuviera que dar explicaciones, porque era alguien muy importante en su vida. Se sentía protegida y cuidada. Tal vez por eso - Vuelvo para irnos a la cena juntos. Ocho en punto tenemos que estar ahí. No te olvides.

- No, no lo voy a olvidar. Tampoco me voy a quedar hasta tan tarde.

Hermione se retiró de su habitación, con un asentimiento de cabeza muy leve y muy pensativa. Se encerró en su habitación para alistarse, mientras Harry se cambiaba para ir a la playa hasta mediodía y luego merodear por la ciudad, sin rumbo alguno. Levantó los hombros en protesta de que ya nada le importaba, iba a hacer su vida muy lejos de Hermione a partir de mañana. Ya no le interesaba con quien saliera ella, con quien estuviese y mucho menos que en la noche tengan una cena. Lo único que pedía era encontrar a la persona que tomaba las fotos y hacía el reportaje, irse y volver a su vida normal, donde Hermione ya no existía más que como una amiga que vivía lejos. Terminó por ponerse su polo y salió en busca de las cosas de playa.

¿Me puede dar la hora por favor?

- Si tuviera reloj con mucho gusto se la daría

- No eres de ac�¿Verdad?

- Soy de Londres. De hecho, estoy en la casa de una amiga mía, Hermione Granger. Se me nota por lo blanco¿no?

- Jajaja. Oh, Herms. Hace mucho tiempo que no la veo. Es una muy buena amiga mía también, fui la primera persona que la recibió en este barrio.

- Harry Potter, mucho gusto

- Christine Nyuken – Harry se desconcertó con el apellido – Es alemán – confirmó al notar el desconcierto en la cara del chico.

- Siéntate – ofreció mostrándole la silla desocupada ¿Tienes planes para hoy en la tarde? – apresuraba las cosas. No quería seguir lamentándose por Hermione. Él también tenía derecho a salir con otra chica y a divertirse por su cuenta.

- La verdad, pensaba descansar un poco, pero si me ofreces algo mejor que eso. Acepto. Acabo de regresar de Atenas y necesito aire nuevo.

- Perfecto. Te invito a almorzar.

- Todavía falta para el almuerzo. Te reto a jugar paletas en la arena. A que no resistes ni una hora.

- Quien pierda paga los helados – estaba confiado de su físico.

Chris subió rápidamente a su casa, se cambió porque venía de correr, bajó sus accesorios de playa y el juego de paletas, tan rápido como pudo. Harry mientras tanto, le pedía algo de tomar a Doris por el intercomunicador y algo de snacks. "¿Qué tan difícil pueden ser las paletas?" – se dijo para sí Harry – "Si puedo volar y atrapar una snitch revoltosa, esto es pan comido". Chris llegó, le tiró la paleta a la mano y se acercó a una zona plana en la orilla. Giró la paleta en la mano como señal que estaba lista y esperó el lanzamiento de Harry. A los diez minutos Harry ya había captado más o menos el juego, pero iba perdiendo por -10 a -2. Realmente Christine era buena en este juego. A los 30 minutos estaban casi iguales -15 para Harry y -10 para ella. Él ya estaba bastante cansado a ese tiempo, pero su ego podía más y no iba a dejar que una mujer le ganase en deportes y mucho menos si la acababa de conocer. Se puso las pilas y notó el punto débil de Chris, hasta que logró empatarla. Cuando se cumplieron los sesenta minutos sonó el reloj alarma de Chris y pararon. Habían quedado empates; Ella lo ganó en puntaje y el resistió la hora completa. Harry aceptó comprar los helados y ella no se opuso. Se sentaron en las sillas de playa.

- Te di una paliza enorme

- Para nada. Yo nunca había jugado esto

- Te voy a confesar algo. Regreso de los Juegos Olímpicos de Atenas. Soy tenista.

¿Juegos Olímpicos? – preguntó confundido

- Si, acaban de pasar. ¿En qué mundo vives? – ahora ella era la desconcertada

- "Mágico, donde no se ven estas cosas" – pensó – Los Juegos Olímpicos, verdad. Perdón, es que estoy en una terapia donde me tengo que desconectar del mundo. Cero revistas, cero televisión, cero periódicos, cero computadoras, cero Internet y todo lo que me comunique con el mundo exterior. Necesito lugares naturales tranquilos.

¿Eso a que se debe? – preguntó – Si se puede saber, claro – agregó

- Se debe a que necesito meditar mucho, pensar, encontrar mi yo interior – sonaba bastante raro – Porque un mandarín chino me va a entrenar para obtener fuerza espiritual y saber reconocer energía positiva y negativa, para que mejoren varias cosas en mi vida que es una porquería – ni él se creía que lo había inventado. Tenía un vago recuerdo de los programas de yoga y relajación que veían en la casa de sus tíos.

- A mí siempre me han encantado esas cosas de espiritualidad, pero ahora no tengo tiempo para nada. Tengo una semana de descanso y luego a entrenar nuevamente.

- Así es cuando empiezas a trabajar. No tienes tiempo para nada. Si te quieres divertir, no puedes porque estás agotado. ¡Así nunca vas a encontrar a alguien con quien casarte!

�¿Ya te quieres casar! – estaba sorprendida – ¡Para eso están los treinta!

- Es una forma de decir – tranquilizó ¿Hace mucho que vives aquí?

- Desde que tengo 2 años vivo en Liverpool. Pero en este condominio hace 10.

¿Por cuánto tiempo te quedas ac�?

- Hasta mañana o hasta el lunes con suerte

- Que pena no haberte conocido antes.

- Quisiera quedarme más tiempo, pero no puedo. Ya no depende de mí

Se quedaron un largo rato en silencio, sumidos en sus pensamientos, hasta que él lo rompió ofreciendo que ya era hora de irse a dar una ducha y cambiarse para ir a almorzar. Cada uno se fue a su casa y quedaron en verse en una hora en el estacionamiento. Harry se puso algo bastante sport, un polo con unas bermudas y unas hojotas. Chris se vistió con una falda delgadita blanca hasta los tobillos y una blusa tres cuartos turquesa con sandalias. Llevaba el pelo suelto con aretes del mismo color de la camisa y una cartera. Como habían acordado, se encontraron en el estacionamiento, saliendo en el auto de ella, que estaba con lunas oscuras y era blindado, ya que era una deportista muy reconocida. Harry se ofreció a manejar.

Al principio no sabían donde ir, estaban muy indecisos. Él quería comida japonesa y ella quería ir a una tratoría, un lugar bien discreto, con poca luz y rústico, con aires de taberna. Al finalél le dio el gusto y se dirigieron hacia el local, que quedaba en un sitio especial, donde se encontraban las mejores tratorías de la ciudad. Llegaron, estacionaron y entraron. El lugar era completamente de madera con el horno a leña frente a las mesas, desde donde se podía apreciar como se preparaban las pizzas. La luz era muy tenue, uno que otro farolitos pequeños y las mesas a medio metro del piso. No había sillas, sino cojines, donde se sentaban las personas y comían casi al ras del suelo. Eligieron una mesa un poco apartada de las demás, por la situación de ambos. Pidieron una pizza, mitad vegetariana y mitad de carnes. Para ambos una copa de vino blanco.

Hermione por fin terminó de hacer sus diligencias y decidió que era hora de buscar a Diego para almorzar. Se fueron en el auto de él a un lugar muy cercano de la oficina. Entraron, enocntraron una mesa casi al fondo, se quitaron los zapatos, se sentaron y ordenaron ravioles de rizota para ella y para él una lasaña de carne. Para ambos una copa de vino blanco. A los 20 minutos Hermione recorrió el lugar con la vista y lo vio, justo en la esquina del frente con una de sus mejores amigas. No lo podía creer¿Acaso estaban gileando? Veía conmocionada la escena, le afectaba verlo así, tan feliz con una chica, llevándose y entendiéndose tan bien. Ella le sacaba los anteojos y lo despeinaba más de lo que estaba. Él se reía divertido pidiendo sus anteojos de vuelta y haciendo gestos que estaba demente. Alejó la mirada de ese lugar y sintió como en sus ojos se iban acomodando algunas lágrimas. Pidió disculpas a la persona que la acompañaba y caminó hacia el baño.

- No debo de estar celosa – repetía una y otra vez frente al espejo – Yo me debo de sentir bien con Diego, a él es a quien amo. ¿Lo amo? – se interrogó ¡Qué preguntas me hago¡Claro que lo amo! – afirmó más que sentirlo – Pero¿Por qué estoy celosa¿Por qué siento que ya perdí todo? Se me cayó el mundo. ¿Estoy envidiosa? Es verdad que Harry sabe como tratar muy bien a las chicas, pero yo perdí mi oportunidad cuando él me pidió una más de una vez. �¿Estoy afirmando que me gusta Harry! – lo gritó irónicamente – Definitivamente hoy no es mi día. Estoy demasiado confundida – sacudió la cabeza - Debo calmar esta ansiedad. Inhala….exhala. Bien Hermione – miró firme su reflejo en el espejo – Tranquila, tu estás con Diego, a quien amas mucho. Sólo estás muy confundida, angustiada, estresada y preocupada con todo lo que está pasando – repitió el ejercicio de respiración – Bien, muy bien. Ahora vas a salir, les vas a dar la espalda y vas a continuar tu cita con Diego, como siempre haces. Vas muy decidida y nada te puede afectar, porque sólo son amigos, muy buenos amigos – se había convencido del todo. Su yo interior era muy fuerte y decidido.

Salió del baño sin rastro de las lágrimas y se sentó con Diego. El inconsciente la traicionó y volteó repentinamente hacia la mesa, donde él sujetaba una servilleta con la que le limpiaba el costado del labio delicadamente. Recordó perfectamente las palabras en el baño y volvió a armarse de valor e intentó comer por lo menos algo. Diego, al notar que su novia no se encontraba bien, pidió la cuenta y salieron. No pudo resistir voltear y al hacerlo lo único que notó fue un brindis de la pareja. Salió bastante cabizbaja del establecimiento.

- Vamos al casino – rogó Chris

- Estás loca. Es muy temprano. ¿Eres ludópata?

- Nada que ver. Me gusta jugar cartas. Conozco unos buenos trucos para ganar.

- Tienes un montón de dinero¿para qué quieres más?

- Nunca está de más tener un poco más de la cuenta.

- Te pareces mucho a nosotros cuando éramos chicos.

¿Nosotros?

- Hermione y yo. Nos divertíamos todo el tiempo. Con cualquier cosa. Siempre estábamos metidos en problema por más que nosotros no quisiéramos.

- Te gusta Hermione¿no? No me lo niegues – apresuró al ver la cara del chico - Hablas todo el día de ella, estás detrás de ella y encima te haces pasar por el novio de ella.

- La verdad, si. Hace años. Cuando salimos del cole, la olvide a medias. La volví a ver en el casamiento de una amiga y el sentimiento resurgió.

- Eso quiere decir que estás muerto con ella. Pero….

- Pero ella anda con el idiota de Santillán, que ya me tiene harto.

- Creo que mejor vamos al casino – resolvió. No quería darle manija al chico - Vamos a distraernos

- Si, quizá sea lo mejor – recapacitó - Tu pones las fichas

- Trato, pero tu pagas la cena.

- Obvio, si yo te invite.

- Vamos, sólo lo decía para no sentirme mal. Jajaja

Salieron, prácticamente Harry siendo jalado por la chica, corriendo e ingresando al auto lo más rápido que pudiesen para no poder ser percatados por nadie. Recorrieron más de la mitad de la ciudad para ir al casino favorito de Chris y era muy discreto, tenía estacionamiento subterráneo. Llegaron, bajaron y entraron por la escalera de atrás. El lugar para ser de día estaba súper iluminado, había luces por donde mirasen y era muy elegante. Fueron a la caja, donde cambiaron US 200.00 en fichas. Si lo perdían todo, se retiraban. Chris prefirió empezar por Black Jack, ya que era uno de sus juegos favoritos. Se acercó a la mesa, pidió lugar, se sentó y le pidió al diller que le sirviera. Empezó con una carta cerrada y pidió la segunda abierta. Se plantó. Apostó US 25, esperó a que sus compañeros sacaran y lo perdió todo. Todos tenían de 18 para arriba y ella no podía hacer nada con un 16. En la segunda mano, pidió dos abiertas a parte de la cerrada y le salió exacto el 21. Ganó US 100. Siguió jugando por bastante tiempo más, mientras Harry intentaba suerte con la maquinita y había ganado US 20, no era mucho, pero después de todo lo que había perdido, por lo menos lo reconfortaba saber que no perdió el dinero de su amiga. Chris decidió jugar unas cuantas manos de Póker, era experta en ese juego. A las 17.30 decidieron que ya era hora de salir de ese lugar y retornar a sus casas, puesto que Harry tenía la cena de "negocios" con los jefes y compañeros de trabajo de Harry.

Salieron de la misma manera que entraron y terminaron con US 200 en el bolsillo cada uno. "Te lo dije, nunca pierdo en los casinos" – aseguró Chris y Harry sólo lanzó una sonora carcajada, omitiendo el comentario. A esa hora había más tráfico ya que era "hora punta" y sobre todo sábado. Llegaron una hora después, dejaron el carro en el estacionamiento y bajaron. Harry felizmente tenía llave de la puerta, pues había tomado prestada la de Doris.

¡Jajajaja¡Vamos¡Yo siempre gano! – reía descontroladamente Chris

¡La próxima vez voy a tener mejor suerte! Jajaja – abrió la puerta – Y no vas a tener un mal acompañante en tu ludopatía – reía divertido.

¡Yo no soy Ludópata¡Sólo me gusta divertirme de ves en cuando y más si puedo usar mis dotes para hacer unas cuantas trampillas!

- Déjenme adivinar – sonó una voz – Fueron a almorzar y luego al casino

¡Herms�¿Cómo estás¡A los años¡Acabo de regresar de Atenas! – la abrazó repentinamente ¡Dime algo!

- Hola Chris¿Qué tal te fue?

- Bien, me ganó en paletas y después me dijo que era tenista. Supongo que bien

- Jajajaja, no seas exagerado. Soy competitiva compulsiva. Me encanta todo el día estar compitiendo – le brillaban los ojos – Perdón que no te lo dije antes.

- Si me lo hubieras dicho no hubiera salido contigo, pero no me arrepiento. La pasamos muy bien, sobre todo porque gané 200 – sonrió – Voy arriba. Necesito preparar mi ropa y lavarme las manos para comer algo. Ya vengo

- Harry es un tipazo. Sabe como tratar a las mujeres, es divertido, un poco despistado y por lo que pude ver, deportista – comentó al verlo subir.

- Si, es un gran tipo. No por nada es mi mejor amigo – suspiró con resignación ¿Pasó algo entre ustedes dos? – apoyó su espalda sobre el sofá y cruzó los brazos con el entrecejo fruncido

- No, si está muerto contigo. Todo el día me habló de ti, no paró de decirme lo linda que eres, lo inteligente que eres y que le encanta estar aquí contigo.

¿En…en serio? – caminó unos pasos quedando de espaldas a su amiga. No pudo evitar sonreír ¿Todo eso te dijo?

- Si, está muy enamorado de ti, pero como estás con Diego, el se tiene que quedar con los brazos cruzados – recordó – Creo que ya es hora que te cambies y alistes para la cena. Yo debo irme a mi casa. Nos vemos, cuídate.

- Adiós Chris, nos vemos mañana.

Hermione subió muy feliz a su habitación, se lanzó de bruces sobre el colchón con los brazos extendidos y se sintió la persona más afortunada del planeta. El pensamiento de que estaba con Diego la hizo bajar de la nube en la que se encontraba y prefirió no pensar en él por ese momento. Decidió que era hora de darse una ducha para luego ver que se pondría para esa noche. Harry mientras tanto comía algo en la cocina. Un buen plato de mango con papaya, sandía y azúcar era lo que se había preparado, mientras retomaba el tema de "El Oso Panda". Ya muy cansado de buscar alguna pista, decidió que era su turno de bañarse, cuando escuchó que la ducha de la habitación de Hermione había cesado. A los 20 minutos ya estaba afuera, esperando a Hermione con terno azul marino, camisa celeste y corbata amarillo ocre. Sonó el timbre

¡Yo abro! – gritó acercándose a la puerta ¿Qué haces tu ac�! – abrió los ojos como platos, no se esperaba esa visita.


Notas de la Autora:

¡Hola¿Cómo están? Me demoré en actualizar, perdón en serio. Yo pensaba que iba a tener tiempo ahora que supuestamente no tenía nada que hacer, pero tengo toda la mañana y tarde ocupada y encima en mi casa hay huelga de hermanos y debo dejar la computadora temprano, ya no me puedo quedar hasta tan tarde. Si, el Juzgado (mis papás) han decretado que soy muy posesiva con la compu y debo dejarla a las 12 para que el llorón de mi hermanos entre. ¡No entro en todo el día y cuando quiero darme un tiempo para mis cosas, me reprimen! No se como hace pero siempre los convence. Cambiando de tema…Lo de la revista se me ocurrió viendo "Magaly Tv", un programa de espectáculos que le destruye la vida a las personas famosas, siguiéndolos para mostrarlos en algo que está mal, por ejemplo un Ampay de una súper modelo sacándole la vuelta a su esposo y cosas así. Cuenta chismes de la farándula peruana y para mí es Televisión basura, pero divierte a mucha gente y ya va en su séptima temporada. Este año sacaron una revista. Ahora, lo de la Chris, ya era hora de darle un escarmiento a Hermione, además que tuvo que aguantar al aburrido de Diego. Pobrecita, pero a Harry no le cayó anda mal una nueva amiguita. Paso a los reviews. Ya saben que cualquier cosa, me lo pueden decir, no me hago problemas. Besos, chao

Contestación de Reviews:

Pipu-Radcliffe: ¡La primera! Jajaja. Ya te dije que todo es una secuencia, y cada partecita es importante. Espero que te guste el capítulo, aunque sabes que no me gusta ni lo que escribo. Besos, chao

Miki Matsura: Hola… ¿El retrato perfecto? No la he visto. Me alegra que te guste y espero que lo que viene te guste más. Gracias por tu review. Besos, chao

Claudio-Potter: Hola, acá tienes un capítulo más, espero que te guste. Besos, chao

Lord of the Dark: Como veras, las cosas cambiaron de un momento a otro. Un buen escarmiento era lo que necesitaba Hermione y lo tuvo, aunque le va a costar mandar a volar a Diego y Harry va a tener que arreglar algunas cosas. Oops, estoy diciendo demasiado. Disfruta la actualización. Besos, chao.

Hcate: Interesante y divertido. Mmmm una combinación muy buena. Jajaja. Que bueno que te guste. Sobre la peli, no la he visto. Que yo me acuerde con Aniston, hace mucho que no veo una peli de ella. Gracias por recomendármela. Besos, chao

Nice-Girl: Cortito pero preciso. Jajaja, gracias por tu review. Disfruta el nuevo capítulo y me das tu opinión¿vale? Besos, chao

candy granger: ¡No puede ser que a nadie le caiga Diego! Pobrecito, no se merece esto. Jajaja, dramatizo demasiado. Me gusta que te guste el cap, espero que este sea igual o más bueno que el anterior. Lo dejo a tu criterio. Besos, chao