Capítulo: Una Nueva Relación

Autor: HH (haher / H y H)


- Pasa. No te quedes ahí parado – cedió el paso – Entra, por favor

- Gracias. No sabía si ibas a estar

¿Para qué viniste¿Ha pasado algo?

- Nada que tu no sepas, Harry – respiró profundo – Quieren revocarte del puesto

¿Qué¡No pueden hacer eso! – buscaba una explicación – Soy el único que ha sacado a ese Ministerio en el desastre en el que se encontraba. La oposición, la mayoría son mortífagos o tienen un vínculo con el lado oscuro. ¡No pueden! – gritó exaltado

- Ellos alegan que te pasaste de autoridad al venir hasta Liverpool para arreglar las negociaciones y no hiciste nada. Encima lo que salió en "Corazón de Bruja" y "El Profeta" te desprestigia bastante.

¿Ahora no puedo tener vida amorosa¿Va contra el reglamento!

- Harry – trató de tranquilizarlo – No está prohibido ni va contra el reglamento. Razona un segundo – tomó aire – Tu viniste para arreglar las negociaciones, no para arreglar tus cosas amorosas. Lo que a ellos les molesta es tu actitud. No estás haciendo nada productivos para la comisión y la Junta Directiva acá. Si no solucionas el problema de las negociaciones, ya tienes más de la mitad de los votos de la Comisión y la Junta Directiva en contra.

- No me han traído los papeles, ni nada. Yo no puedo trabajar así – recapacitó – Comunícales que este mismo lunes tengo todo para firmar. Si no cumplo con mi palabra, presentaré mi renuncia irrevocable y que se presente quien quiera. Ya me harte, me dedicaré totalmente al Quidditch. Sólo acepté porque Dumbledore me lo pidió

¡Ron! – gritó Hermione desde la escalera ¿Cómo estás¿Qué pasa¿Hay problemas! – preguntó al notar la cara de los chicos ¿Qué ha sucedido?

- Nada del otro mundo, le venía a avisar a Harry que…

- Que los entrenamientos los tenemos que retomar esta semana, porque sino no llegamos a tiempo para la temporada – le dirigió una mirada significante a su amigo. No quería preocupar a Hermione, ni mucho menos hacerla sentir responsable por lo que sucedía.

- Así es. Nada del otro mundo. Además te venía a visitar – la observó por unos segundos – ¡Pero que linda que estás! Si así vas a una cena no me imagino a tu propio casamiento

- No exageres, no es tan ¡wow! – comentó – Es sencillo y preciso para la cena

- Como te sientas mejor, pero te ves preciosa en ese vestido

Hermione aunque se había vestido muy a prisa, había sacado el primer vestido que encontró en el armario. Era blanco, las cintas que iban para sujetarlo al cuello rojo oscuro, rosas bordadas dispersas, tres cuartos, cuello en V con escote y sandalias negras muy finas. Se laceó el pelo como era de costumbre y se armó un flequillo sobre la frente, que iba detrás de la oreja. Nuevamente usaba su reloj y pulseras de oro, con artes largos y sin collar. Se maquilló ligeramente, resaltando sus ojos con delineador negro y labial natural. Llevaba una cartera roja elegante.

- Hermione, me prestas tu…. – calló de repente ¿Quién es este pelirrojo tan simpático?

- Christine, Ron. Ron, Christine – presentó

- Creo que ya tengo compañía mientras ustedes cenan – sonrió el chico

- No te lo recomiendo – recibió una mirada molesta – Bueno, antes explícale lo que a mi me dijiste después de salir – rió – No vaya ser que se asuste y salga corriendo.

- Esta bien. Según Harry soy ludópata, soy muy competitiva y soy Bicampeón de Tenis¿Feliz Sr. Potter¿Es suficiente? – miró a Ron – Cree que estoy loca.

- A mí no me importa –levantó los hombros - No he hecho un viaje tan largo sólo para informarte lo que pasa en – Harry carraspeó – el trabajo. Vamos a divertirnos esta noche.

¡Qué bien! Para empezar ayúdame a … - decía Chris, mientras se alejaban.

- Esta loca. No puede dejar de estar en actividad.

- Mejor vamos, que llegamos tarde y mis jefes se van a molestar

- Vamos – detuvo la mirada fijamente – Ron no se equivoca, hoy estás preciosa. Ese vestido te queda muy bien, se te ve muy delicada, frágil – se acercó y le acomodó el flequillo detrás de la oreja – Pareces una princesa

- Con la única diferencia que las princesas no usan vestidos diseñados por ellas mismas y mucho menos comprado en una tienda de provincia – no sabía como reaccionar a lo que le decía su mejor amigo

- Por eso es más especial aún – contestó mirándola fijamente – Es auténtico

- Ha...Harry, creo que mejor vamos – se puso nerviosa - Estamos un poco atrasados.

- Si – suspiró resignado – Yo conduzco

Caminaron hasta el estacionamiento, Harry desactivó la alarma del auto, abrió la puerta del copiloto, dándole paso a la chica. Cerró la puerta, dio la vuelta al auto y subió en él. El restaurante al que iban no era de lucirse mucho en la ciudad. Era para gente acomodada social y económicamente, que iban a degustar platos exuberantes de otras culturas y bailar y/o escuchar música internacional, de las culturas más impactantes del mundo. Después de veinte minutos, llegaron al local. Dejaron su auto en el Valet Parking, entregando las llaves al señor de turno. Entraron tomados del brazo simulando ser una pareja muy unida. El local tenía diferentes zonas, separadas por paredes muy livianas y los ambientes cambiaban conforme atravesabas éstas mismas. Destacaban las grandes culturas, como la zona oriental, así mismo la tailandesa, la árabe, la japonesa, la coreana, la rusa, la francesa, la española, la italiana, la germana, la mexicana, la brasileña y la andina, no por nombrarla última, menos importante. Estaba decorada con cuadros de diversos paisajes de los países por donde pasaba la cordillera; Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Chile y Argentina, y se servían platos típicos de ciertos lugares.

La pareja tenía reservación en la zona española junto con los demás asistentes. Se sentaron en una mesa para seis personas. Hace poco tiempo habían llegado las dos parejas con las que cenarían. Saludaron y prosiguieron a pedir algo de beber, para empezar.

- Vino Blanco para todos, por favor – ordenó el Sr. Kauffman

- Enseguida – contestó el mozo

¿Qué tal te va en tu trabajo Harry?

- Muy bien. Ser Ministro no es fácil – rió humildemente – pero felizmente lo he sabido manejar muy bien con el Quidditch y está bajo control. A veces parece un manicómio, gente corriendo de acá para allá con un montón de papeles, asuntos que hay que resolver en el momento, las criaturas mágicas que paran en huelga…

- Por ejemplo los elfos – continuó Hermione

- De hecho…. – dudó un poco – mi amor, los elfos no van a mi oficina. Ellos están en el pequeño grupo de criaturas que no traen problemas.

- Se les debería dar un sueldo.

- Ellos están felices así – suspiró – Acuérdate de Winky, ella no aceptó recompensa de ninguna forma. Así que hay que dejarlos tranquilos si son felices con eso.

- Tu novio tiene razón Hermione – intervino la esposa del jefe – Si ellos son felices así, hay que dejar las cosas como están. No hay por qué presionarlos

¡No pueden ser tan conformistas! – lanzó un bufido leve – Mejor cambiemos de tema – dijo con resignación y un poco más calmada.

- Yo opino lo mismo. Es más, hablemos de tu próximo libro Hermione. Me han contado que vas a tratar temas muy trascendentales.

- Tanto así no. Es más para niños y adolescente que les guste saber un poquito más acerca de historia y que no la vean como algo tan generalizado, sino que sepan en verdad que pasó. No es cuestión de memorizar fechas y batallas. Los chicos deben aprender como influenció eso en lo que actualmente estamos viviendo, un ejemplo clarísimo, el comunismo y el capitalismo.

- Tienes muy claro lo que intentas transmitir en ese volumen – estaba asombrada – Harry, te sacaste la lotería con esta chica – dio un sorbo a su copa

- Le encanta su trabajo - era el momento preciso para ayudar a Hermione –No es cosa del momento o porque busque algo, siempre ha sido así. Desde que nació que le gustan los libros y más si son de Historia – sonrió levemente – Me acuerdo que en el colegio le encantaba leer los libros como tres veces mínimo, y a mí y a Ron, nuestro mejor amigo, siempre nos perseguía para que leyéramos algo – todos escuchaban atentamente – Claro que nosotros nos escapábamos a jugar Quidditch, y no regresábamos hasta muy tarde. En fin, Hermione es una excelente historiadora y no dudo que éste libro le va a salir excelente.

- Gracias – respondió Hermione y le tomó la mano.

¿Cómo va el ministerio con el tema este de la cultura y educación?

- Digamos que bien. Los pocos colegios mágicos que hay en el Reino Unido, están bien organizados, cumplen con el programa escolar, no han causado ningún problema hasta ahora y los Institutos igual. Siempre preocupándonos por que la educación en los colegios sea más que básica y que los alumnos salgan muy bien preparados.

- Vamos a Bailar – propuso el Sr. Kauffman – "Todavía no es momento" – pronunció esto sin ningún sonido, sólo para que el jefe lo entendiera.

- No, es mejor ordenar y luego vamos a bailar – llamó al mozo.

¿Desea servirse algo más, Señor?

- Si. Paella Valenciana para todos y otra botella de vino blanco, por favor.

¿Algo más? – ofreció el mozo

- No, eso es todo por ahora. Gracias.

Conversaron sobre los diversos temas que afrontaban en eso momento el mundo mágico y el mundo de los muggles. Harry y Hermione contaron muy breve cómo fue que derrotaron al Señor Oscuro, pero sin entrar en detalles, ya que se les estaba prohibido. A los diez minutos, aparecieron frente a ellos unas bailarinas de flamenco, que deleitaron al público con la danza y el espectáculo fue maravilloso. Con bastante demora llegó la comida, que a Harry y Hermione les pareció bastante pesada para la hora, pero igual estaba deliciosa. Conversaban muy poco durante la cena, el silencio era nato. Pasadas ya las 22.30, empezó a sonar una música muy suave que las tres parejas aprovecharon para bailar un momento. Como para romper el silencio.

- La editorial que se encarga de "El Profeta" está ligada al Ministerio¿no?

- La verdad, la editorial y el diario son dos cosas muy diferentes.

¿Cómo es eso? – preguntó intrigada la Sra. Kauffman

- La editorial puede escribir muchas noticias, trascendentales o no, pero los Directores, miembros de la Junta Directiva del Ministerio, son los que deciden que va y que no. En eso si se podría decir que nosotros manejamos el diario, más no la editorial.

- Oh – meditó un instante – Eso quiere decir que si mi editorial propone a la Junta Directiva el lanzamiento de una nueva colección de libros de educativos, no tendría ninguna falta, porque no importa trabajar con más de una editorial, siempre y cuando la temática sea conforme a los ojos de la Junta Directiva – analizó

- Digamos que si usted presenta su proyecto a la Junta Directiva, ellos lo analizarían, sacarían sus conclusiones y le enviarían una respuesta. De ser aceptado el proyecto, podría promocionarlo y lanzar su colección con "El Profeta" – tomó un sorbo de vino –Cualquier consulta, me pueden ubicar a través de Hermione o aquí les dejo mi tarjeta – sacó una del traje – Tome.

- Muchas Gracias, nada nos vendría mejor que publicar una de nuestras colecciones con el diario más popular e importante dentro de nuestro mundo

- No se preocupe, como ya le dije, estoy a su entera disposición – el jefe de Hermione propuso un brindis a lo que todos estuvieron de acuerdo.

A las 23.30 decidieron que era hora de retirarse del local. Ambos estaban cansados, puesto que habían tenido un día agotador. Salieron juntos, esperaron a que el servicio de Valet Parking le trajera el auto. Lo único malo era que estaba lloviendo y Harry le puso su saco a Hermione, para que no se mojara, aunque no le podía cubrir el pelo, no se lo mojó. A consecuencia, Harry se empapó la camisa, pero para él era lo menos importante en ese momento. Como en la ida, Harry manejó de regreso a la casa. Ya dentro del auto se desabrochó el primer botón de la camisa, se la remangó y se quitó la corbata. Hermione siguió con el saco puesto. Veinte minutos más tarde, llegaron a la casa, en las mismas condiciones climáticas. Lo único bueno, era que el estacionamiento era bajo techo, así que ninguno se volvió a mojar.

- Creo que salió bien todo¿no? – comentó Harry dejando las llaves sobre el arrimo.

- Si, se veían contentos. Se nota que les caíste bien

- Me alegra por ti – contestó con una gran sonrisa apoyado en la pared – Creo que mejor me voy a cambiar, no vaya a ser que me enferme.

- Harry, espera – lo detuvo – antes te quería agradecer por haber aceptado desde un principio el plan y aceptar acompañarme a la cena

- No me tienes que agradecer nada – la toma de las manos – Yo me siento en deuda contigo, porque siempre me ayudaste y siempre estuviste ahí para contenerme y apoyarme en los momentos más difíciles. Cuando murió Sirius, por ejemplo.

- Harry no tienes nada que agradecerme. Nunca busqué una recompensa por todo lo que hice. Te quiero dar las gracias en serio, me ayudaste bastante y aunque no lo quieras admitir, pusiste tu trabajo en juego. Desde el principio fue una locura.

- Eso es lo de menos. A mi me encanta estar aquí contigo. Si fuera por mí me quedaría de por vida, pero tu tienes tu vida y yo la mía – no dejaba de mirarla fijamente a los ojos – Siempre voy a estar cuando lo necesites – concluyó y se quedaron en silencio.

Sostuvieron la mirada fija durante unos segundos, en los que ambos dudaban de dar el paso o no. Harry no se pudo contener y se fue acercando poco a poco, todavía dudando. Hermione al ver que él daba el paso, también fue acercando su rostro. Rozaron sus labios y en una fracción de segundos ambos estaban unidos en un beso. Era muy inocente, pero poco a poco se fue intensificando. Ambos se encontraban fuera de la realidad, sólo seguían sus sentimientos, pero así como llegó, se fue.

- Her…Hermione. Perdóname, no…no se que pasó – le daba la espalda y se rascaba la nuca – Soy un idiota – aún sentía el calor en le pecho y no pudo evitar una sonrisa –Me…me dejé llevar por la situación. Tu estás con Diego – dijo con cierto tono de tristeza en la voz ¡Soy un idiota! – gritó y dio un puñetazo al arrimo.

- No tengo nada que perdonarte, Harry – dudó un poco – Yo ya lo sé y por eso mismo no intentes darme explicaciones sin sentido.

¿Qué… qué es lo que sabes? – preguntó nervioso

¡Dios! – exclamó ¿No lo puedes dar por entendido? – se acercó y le dio un beso rápido que lo dejó paralizado – Yo también te amo, Harry

- Hermione, no tienes por qué hacerlo – reaccionó – Estás con Diego, yo entiendo y me hago a un lado. Mañana regreso a Londres – informó

¡Que terco que eres! – estaba desesperada y no dejaba de mirarlo a los ojos ¡No entiendes que te amo¡Con Diego no me pasan las cosas que me pasan cuando estoy contigo¡Siento que es un completo extraño¡En cambio a ti te conozco de toda la vida! –le dio la espalda y continuó ¡No dejo de pensar un segundo en ti desde que nos vimos en la boda de Lavander¡Me encanta estar contigo, porque la paso muy bien¡Cuando estamos juntos siento que todo esta completo, todo tiene sentido¡Dios, me siento una adolescente de 15 años!

- Herms… - la cortó y se fue acercando hasta que le acarició suavemente los hombros, ella aún seguía de espaldas. La volteó y mirándola fijamente a los ojos le dijo – Yo también siento todo eso por ti, te amo – la tomó por la cintura, mientras ella acomodaba los brazos alrededor de su cuello. Lentamente acercaron los rostros hasta que por fin, se unieron en el beso que ambos esperaban hace mucho tiempo.

¡Wohoo! Bien escondido lo tenían – gritó alguien desde la puerta de la cocina y ambos se separaron.

- Christine¿No se supone que iban a salir? – preguntó bastante sonrojada al ver que llevaban una caja de pizza y unas bebidas.

- No, nos quedamos enviciados con el Play Station 2 – hizo una mueca de ser la mejor – Se les ve muy bien juntos y me alegro por ustedes. Los felicito a que por fin hayan reconocido lo que sienten.

- Gracias – dijo Harry – Me voy a cambiar. Estoy empapado – le dio un beso en la frente a Hermione, tomándola de las manos.

¡Cuéntamelo ya! – suplicó Chris ¿No se supone que estás con el imbécil de Diego!

- Simplemente se dieron las cosas. Reconocí mi oportunidad, aproveché tu información, lo apure un poco, demasiado diría yo, y se dio – sonrió – Parece un sueño. ¡AU! – gritó

- Era para que sepas que es la realidad. Voy a llamar a Ron. ¡Hay que celebrarlo!

Harry subió corriendo las escaleras, se duchó en dos minutos, se puso la ropa que había usado en la tarde, se peinó un poco y bajó un poco más calmado. Aún no podía creer lo que estaba viviendo. Ir a Liverpool, no había sido en vano. En realidad nunca lo fue, porque le encantaba estar con Hermione. Ahora tenía que pensar bien lo que iba a hacer.

¿Alguien quiere un trago?

¡Yo! – gritó de inmediato Chris

- Harry, no me parece que sigas bebiendo – dijo un poco enfadada.

- Herms, me siento como si no hubiese bebido nada. Además tengo un poco de frío. Sólo un vaso, nada más.

- Yo también quiero uno antes de irme

- Servido – dijo Harry después de repartir a cada uno su vaso. Abrazó por atrás a su enamorada, uniendo las manos a la altura de la cintura – Hablando en serio¿No van a salir? – tomó un trago

- Íbamos, tu lo dijiste – se quedó dos segundos callada – Aunque vendría bien ir a bailar¿vienen?

- No, gracias. Mañana tenemos que hacer unas cosas temprano – respondió Hermione – Además estamos muy cansados, preferimos quedarnos acá tranquilos.

- Habla por ti. Yo si voy – contestó Ron – ¿A dónde?

¿No que te tienes que ir hoy?

- Eso puede esperar, regreso mañana temprano – miró a Hermione ¿Me puedo quedar a dormir? – preguntó

- Si, en la habitación de Harry sobra una cama. Ahí estarás cómodo.

- Por mí no hay problema. Sólo no regresen tarde y cuídate de los periodistas.

- Eso haré. Porque con el súper color de pelo que tiene este chico, voy a llamar la atención de todos. Pero se resuelve – la cara se le iluminó. Tenía ya pensado un plan.

- Vayan. No van a encontrar nada abierto ni entradas.

- Para Christine Nyuken no hay nada cerrado

Chirs salió de la sala seguida por Ron para apagar el Play Station y arreglar lo que habían dejado tirado. En realidad la chica lo había echo con doble intención; ella sabía que debían hablar ciertas cosas y necesitaban privacidad, y además debía arreglar todo, para irse a bailar lo más rápido posible. Harry aprovechó esa oportunidad para terminar de hablar algunos temas con Hermione.

- Herms¿Lo de mañana….

- Lo de mañana sigue en pie, claro que de mentiritas. Sólo para que nos dejen en paz esos periodistas mediocres. Pero todo entre nosotros va a seguir igual.

- Sí. Ya tome una decisión; yo voy a quedar mal. No me importa mi trabajo, ni nada. Sólo quiero que no te critiquen a ti – se puso serio ¿Qué va a pasar con Diego?

- Diego…- lo miró fijamente ¿No es obvio? Lo voy a terminar. Aunque me de mucha lástima, pero yo no lo amo y prefiero no seguir ilusionándolo

- Yo te espero todo el tiempo que necesites – sonrió – Yo se que me amas y con eso me basta, pero… - pensó bien lo que iba a decir

¿Pero?

- No soportaría que te besaras con él.

- No te preocupes, no va a pasar – posó una mano sobre su cara – Sabes que no me pasa nada con él.

- De eso estoy muy seguro – la abrazó por la cintura y se quedaron abrazados un buen tiempo. Harry le comenzó a dar pequeños y cortos besos por el cuello y fue bajando por el hombro. Hermione sonreía de lo tierno y dulce que era su novio.

- Vamos arriba – susurró al oído del chico.


Notas de la Autora:

¡Hola¿Cómo están? Ojalá que bien. No se olviden que todo se supera. Jajaja. Otro capítulo más. ¿Qué les puedo decir? Como verán Hermione aprovechó bien la información que le dio Chris y no se preocupen por el Ultimátum de Ron, aunque traerá algunas problemas, no serán gran cosa. Hermione se mandó, si lo sé, pero al paso que iba Harry, nunca le iba a decir la verdad. Me alegra que les haya gustado el anterior y ojalá este también les guste. Lo hice en 8 días. Ni yo misma me lo creo, pero esta semana estoy libre de todas actividades obligatorias, a menos que me inviten al campo, playa o a vagar por ahí. Voy a hacer todo lo posible para actualizar pronto. Gracias por leer esta historia. Nos vemos, saludos, besos¡chao!

PD: Lean mis otros ficts si quieren. Todos de H/HR. "Mi chica", "Un Gran Paso", "Juego de Gemelas".

PD1: Si encuentran un error, háganmelo saber, porque le he dado una rápida revisada. Estoy con el tiempo.

Contestación de Reviews:

Pipu-Radcliffe: Jajaja¡no se por qué no me asombra! Mmmm como sabrás ya se unieron, pero no es el final, ya te lo dije. Jajaja… naaa sigue leyendo a ver que sorpresas encuentras. Besos, Chao

Lord of the Dark: ¡Regresé al fiin! Pero no tengo mucho tiempo, porque me están por venir a buscar. Los celos agobian a las personas y con el carácter de Christine, eso no hubiese dado para más. Además, acuérdate que va contra el tiempo, porque deben cortar. Saludos donde sea el rincón en el que te encuentras. Besos, chao

lu-in-love: Jajajaja. Gracias en serio. Yo una vez me leí 31 capítulos seguidos de una historia. No podía parar. En cuanto a Diego… es bueno, pero pendejo. Oops, sorry por la palabra, pero es verdad. Jajaja, yo tengo dos hermanas y un hermano y lo peor de todo es que soy la menor de todos, por eso abusan de mí. Naaa, en verdad admito que soy un poco posesiva con la compu, pero ellos la usan en las tardes. ¿Se supone que me debo adaptar a sus horarios? Naaa… te dejo. Espero que te guste este capítulo. Besos, Chao

Hermione151: Estoy muy bien, gracias. Espero que te guste este capítulo y no te preocupes si no dejaste review antes. Aunque sea se que te gusta :P. Como ya dije antes, "El retrato perfecto", no la he visto. Besos, chao

Nice-Girl: Jajaja. Hermione ya puso de su parte. El primer momento y la primera oportunidad y lo supo aprovechar. Uy me salio un verso sin esfuerzo. ¡Jajajajaja! Naaa…. Espero que te guste el capítulo, aunque no es el fin. ¡Aprovéchalo! Besos, chao