Konnichiwa!
Como estan? En fin… este es el segundo capitulo.
skaevan: Que bueno que te gusto el Fan Fic! tu mensaje me alaga mucho! Espero que este también te guste :D
Misao-NaV: Jojojojo! Si que llegaron más! Muchas gracias por el mensaje! Saludos!
MESTLI MEDINA: Chii! Aquí esta el segundo Capitulo para que los disfruites… luego me dices que te parecio? Okis? )
845KI-p: Ohh! Si, ya quisiera tener un feje como él oO babeando todo el día. Muchas gracias por tus palabras! Uff! Desgracias? Aun le quedan muchas a la pobre Kagome… U.U
Rizel: Amiga! Que linda! Siempre tan atenta … espero que este capitulo te guste… para que luego me retes sobre lo que hice con la pobre protagonista :P te quiero!
… Wuajaja… no se noto que era copiar y pegar…
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Segundo Capitulo: la Perla?
Oh oh, esto significa problemas con mayúscula señores, no hace falta que diga que Hoyo es un tanto celoso. Yo… me quede de piedra, entre todas las cosas que podían ocurrir debía aparecer mi novio. ¿Cómo le explico? Me esta mirando con cara de: "quien es ese sujeto? Lo voy a golpear".
-Hoyo… emm… eto… él? Quien?- Respuesta equivocada.. u.u
-El tipo que logro que te pusieras roja. Él!- al parecer las cosas empeoran, al menos tengo sentido del humor… verdad?
-Ah! Él! Él?... Mmm..- de acuerdo, el hacerme la tonta no esta dando resultado.
-Kagome! Que estas esperando... que te mande tarjeta de invitación?- No… no… no… por favor! Inuyasha, vuelve a tu auto!
Pude ver la electricidad que salía de los ojos de Hoyo, Inuyasha por su lado lo miraba con cierta altivez, lo cual obviamente logro hacer que Hoyo se molestara aun más.
-Kagome…vamos!- No puedo culpar a la persona que quiere llevarme a la arrastra, más que mal intenta cuidar lo que le "pertenece", pero no quiero irme con él!. Inuyasha por su parte, miraba con una pequeña sonrisa en sus labios, de seguro le parece chistosa la situación.
-Ella viene conmigo- Lo miro como nunca antes había mirado a una persona, con la intensidad con la que se mira lo que gusta y lo que no se quiere perder, tal vez mi subconsciente no quería olvidar jamás aquellas palabras, aquel momento… olvidarlo a él.
-Kagome!- Hoyo esta molesto, demasiado molesto. De seguro no merece esto, nunca lo merece.
-Hoyo… Yo… no es que quiera- siempre uno opta por mentir, es tan difícil decir la verdad, pero lo peor es que no es por temor a causarle daño a la otra persona, si no por que no quiero perderlo y dejar se saber que me quiere.- es algo de mi trabajo, si no voy puede que me despidan y no puedo derrocharlo antes de completar la semana. – esto lo dije tan bajo que dudo allá escuchando completamente mis palabras.
Lo que ocurrió a continuación me dejo inmóvil durante media hora:
-Feh! No puedo esperar más!- sentí como alguien me tomaba de las mano bruscamente y me obligaba a salir del lugar a una velocidad impresionante. Cuando me di vuelta para comprender mejor lo que estaba pasando, me tope con el pelo de Inuyasha. No había podido esperar a que las cosas terminaran, No! Él y su complejo de bestia tenia que crear una salida espectacular dejando a un Hoyo fuera de lugar y con cara de estúpido. Me metió en el automóvil como si su vida dependiera de eso, obviamente mi peinado ya no estaba como en un principio. Antes de que pudiera dar un respiro ya se había sentado en el lugar del piloto y arranco el auto para salir velozmente.
-Por… por que lo hiciste?- pregunte atónita.
-Estamos retrasados- fue todo lo que dijo. Sonreí aun que borre aquella expresión de mi rostro por temor a que él la notara.
Cuando llegamos eran aproximadamente las diez y media de la noche, no era TAN tarde como esperaba pero tampoco era la hora puntual. El lugar, un recinto fino y con áreas verdes para pasear estaba adornado con hermosas flores artificiales color blanco, lo cual le daba un aspecto místico. vi como los invitados, en su mayoría desconocidos, apuntaban disimuladamente al "joven" que me acompañaba, logrando que me sintiera incomoda, al grado de querer salir de allí.
-Inuyasha, que alegría tenerte por aquí. Tu hermano te espera en la mesa.- Dijo el señor Tomashi que había salido de quien sabe donde con una traje perfectamente planchado.- Kagome la mesa que te corresponde es…
-Ella ira conmigo- alguien me podría explicar por que la persona que yo creí descerebrada me esta tratando de una forma tan extraña?
-Oh! Por lo visto se hicieron amigos- dijo un entretenido conservador.
-Nada de eso.- esta sonrojado? Oo.
Finalmente me tomo de la mano y me guió a través de la fila de mesas que estaban situadas para la cena, me sentía (por alguna extraña razón) feliz, plena. Aun no quiero hablar de los sentimientos¡no puedo hablar de ellos!. Pude notar también que en el centro había una especie de estatua tapada por una tela color azul. Solo la logré observar por unos segundos.
Por el camino muchas personas lo saludaron con cordialidad como si fuera alguien importante y me entere de la peor manera del porque.
-Sesshomaru- fue el saludo que Inuyasha dio antes de tomar asiento. Yo me quede estupefacta, era obvio! Mi maldita suerte no podía empeorar… ¿o mejorar?. Inuyasha era hermano del humanista más grande de Tokio, también el más influyente por su gran inteligencia y capacidad de razonamiento.
-Toma asiento.- la voz del tipo que me había acompañado, que por motivos obvios, olvide su nombre, me indicaba la silla que me correspondía en la mesa.
-Quien es ella?- por lo que puedo ver, los modales son de familia. Ningún saludo, ni nada…
-Kagome- Gracias Inuyasha, cuando necesite a alguien que me presente te llamare a ti.
Me dio un poco de pena ver como se trataban aquellos hermanos, tan cortantes, tan fríos… Yo con mi hermano no somos dulces como la miel, pero al menos sabemos que nos queremos mutuamente, no puedo decir lo mismo de ellos. Es primera vez que los veo juntos y siento que se odian.
El tiempo trascurría lentamente, miraba constantemente el reloj que estaba en mi muñeca, me sentía incomoda entre las miradas amenazadoras de ambos hermanos.
Y sin previo aviso, sin que nadie pudiera decir algo… el lugar callo en penumbras. El negro fue más poderoso que los gritos y las miradas se perdieron en la noche. Escuche como la gente murmuraba a mí alrededor y nuevamente la luz volvió. Pude ver como la cara de Inuyasha cambiaba de la frialdad al desconcierto y como se levanta rápidamente junto a Sesshomaru. Corrieron a la pista central donde antes reposaba la estatua. La manta azul ya no estaba y no era una estatua como había pensado, si no un podio que antes sostenía algo que obviamente ya no estaba en su lugar.
Inuyasha golpeo fuertemente el piso con el puño. Logré ver gritarle a su hermano pero por mala suerte, no escuche. A mi alrededor la gente miraba asustada el centro del lugar. No sabía que había pasado pero no podía ser bueno… Tome mis cosas para salir de allí, algo me decir que mejor desaparecía. Fui al centro para decirle al hombre que me marchaba.
-Oye! Me voy. – le dije lo más natural que pude, como si no notara la situación.
-Estas loca!- me grito histérico.
-Qué… que esta pasando?.- le dije asustada. Definitivamente esto no podía ser bueno y mis ganas de marcharme iban en aumento.
-Ven conmigo- dijo mientras caminaba hacia la salida.
-Espera!- comencé a correr para seguir su rápido paso. Paro al llegar al automóvil.
-Sabes lo que había en ese pedestal?- hablaba de espaldas a mi.
-No. Que pasa?
-Conoces la leyenda de la perla de Shikon?- su voz cada vez estaba mas molesta.
-La que fue traída hace poco de China?
-Si…
-Eso había bajo la manta azul?
-La perla de Shikon… si, alguien la a robado.
-Pues llamen a la policía.
-QUE? ESTAS LOCA!- Se giro bruscamente y me tomo por los hombros. Abrí los ojos y lo mire horrorizada, las facciones de su rostros estaban tensas y temía me hiciera daño.- esa perla no puede ser conocida.
-Entonces que hacía aquí!-
-Todos los que están en ese lugar- apunto al recinto- pertenecen a una orden que protege esa maldita perla. Es por eso que estamos reunidos. Por fin había vuelto…
-No es una gala por lo del museo?-
-No…
-Entonces que madre hago yo aquí!
-Tu eres la "elegida" para cuidar esa condenada piedra.
-Pero… como? Es una broma?- reí nerviosamente. Esto no puede estar pasando.
-Tu crees que puedo bromear, que acaso no viste como esta la gente adentro.- me apretó con fuerza los hombros.- quien tenga es perla…
-Podrá destruirnos…- dije casi en sueños.
Había escuchado eso antes. Mi padre lo había dicho a mi madre… cuando solo tenía 5 años… Sentí como las lágrimas caían por mi mejilla.
-Si…- lo vi temer, noté como sus ojos mostraban temor y sentí que dentro de mí el corazón actuaba apresuradamente.
-Que debo hacer?- le dije con voz firme. Comprendía las enseñanzas de mi familia y por que debía vivir y no morir junto con mi padre.
-Debemos encontrarla.
-Valla, valla, valla… si no es la señorita Kagome?- a mis espaldas llego la vos de un hombre, ronca y profunda. Me di vuelta lentamente y vi como un tipo de pelo largo y piel blanca me miraba directamente a los ojos. Inuyasha se puso delante mió… protegiéndome.
Naraku!- dijo con el hombre que me resguardaba.
Continuara…
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Y Fin del segundo capitulo! Les gusto? Si tienen alguna queja o algo que decir, por favor dejen reviews.
Saludos, besotes! Sayonara
