Capítulo 4. El Sueño y El Secuestro
Una suave luz entra por la ventana anunciando la mañana, haciendo resplandecer el cuarto en el que se encuentran, todavía durmiendo dos personas, de exquisitas facciones y envidiables cuerpos, sumidos en el bello sueño que cayeron al sentir sus párpados demasiado cansados como para resistir la tentación de cerrarlos.
Entonces un joven de cabellos negro azulados despierta, mostrando a sus profundos y provocadores ojos zafiro la belleza que se encontraba entre sus brazos, una bella amatista que lo cautivaba con su voz, su belleza y más que nada por ser ella; se sentía feliz nada más verla dormir placidamente junto a él, sintiendo su suave respiración.
Erio sonríe y susurra- "Buenos días bella princesa… Despierta querida, ya es de día"- le acaricia el largo cabello azabache y adopta una expresión seria –"( Que quiere ese tipo de ti Tomoyo ¿? Si es él, que es lo que esta buscando ¿ No es un simple capricho, es algo más que trae entre manos, pero que… y por que…)"- siente un suspiro de su prometida y le susurra de nuevo- "Ya es hora de levantarse mi niña…"
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Tomoyo sentía que le hablaban desde las lejanías, una voz profunda que deleita al oído, estaba en un lugar muy bello, ella estaba cubierta de una sedosa sabana dorada, la luz de la ventana de aquel palacio de mármol dorado hacia que todo lo que tocara se viera sólo más brillante. Miraba atentamente hacia la puerta como esperando a alguien. De repente, la luz del sol fue opacada por las nubes y el cielo antes azul ahora gris daba un dejo de tristeza, se levanta del colchón en el que estaba sentada y va hacia la puerta, mientras ella todavía podía escuchar esa deliciosa voz que la hacia excitarse fácilmente, toca la perilla de la puerta y debajo de la puerta comienza a fluir un líquido rojo, sangre ¡! Tomoyo se siente alarmada al ver que la sangre la rodea y poco a poco va llenando la habitación, abre la puerta rápidamente y cae frente a ella una esfera de cristal que al tocar el piso se revienta dejando ver lo que guardaba, una maraña de cabello negro azulado se esparce por el piso lleno de sangre, al ver aquello siente una terrible angustia, pero no entiende porque. Temblando, levanta aquello del piso, tomándolo por el cabello y al girarla hacia ella reconoce la cara de… Eriol ¡! y deja salir un grito desgarrador.
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Eriol la sacude un poco por los hombros- "Tomoyo, Tomoyo ¡! Despierta, que tienes ¡!"
Tomoyo despierta sobre saltada, respirando entrecortadamente y mirando hacia todas partes, el corazón de latía rápido y con fuerza, estaba bañada en lágrimas y al ver a Eriol sentado junto a ella, se abraza de el fuertemente, como sintiendo que al soltarlo el moriría, y se suelta a llorar con todas sus fuerzas.
Eriol la abraza, acariciándole la cabeza- "Qué paso ¡! Que tienes ¿?"- el impacto de lo que hizo lo dejo inquieto.
"No… no quiero…"- decía llorando.
"No quieres que ¿? Qué paso ¡!"
"No quiero… por favor…"- decía sollozando
Eriol la toma por los hombros y le alza la cara para poder ver a sus ahora llorosos ojos amatistas-"Qué soñaste Tomoyo ¿? Qué te ocurrió ¿?"
"En mi sueño… en mi sueño… Tú estabas…"
"Cómo estaba ¿?" – Tomoyo volteo la cara hacia un lado y la giró de nuevo con una mano, gentil, bondadosa- "Qué me ocurrió en tu sueño ¿?"
"… muerto…"- dijo en un susurro apenas audible- "Tú… estabas muerto"- tenía la mirada ida, dio un suspiro profundo y cayo de bruces contra el pecho de Eriol.
Impactado aún por aquellas palabras, sintió el cuerpo inerte de Tomoyo sobre él, no podía pensar, estaba en shock y no es que pensara que podía ser cierto pero ahora estaban pasando demasiadas cosas como para que fuera un simple sueño - "Tomoyo ¡! Despierta ¡! Oye ¡!"- le decía con preocupación.
La cargó entre sus brazos y fue al baño, la metió en la tina y abrió la llave de agua fría, comenzó a llenarse poco a poco y cuando estaba por la mitad, el agua se torno negra y se llenó con mayor rapidez. Eriol cerró la llave del agua pero esta seguía fluyendo, la cabeza de Tomoyo desapareció dentro del agua mientras esta se desbordaba y llenaba el baño con aquel color oscuro, él trato de sacarla pero al meter las manos al agua sintió una potente descarga que lo azotó contra la pared y cayó en cuatro puntos sobre el enorme charco que se formó en el piso, vio hacia la puerta y se dio cuenta de que el agua no salía por ella hacia la habitación, sino que se quedaba adentro como si estuviera encerrada. Se levantó, fue hacia la puerta y trató de atravesar la mano por el marco pero esta le dio una pequeña descarga que lo hizo retroceder. Estaban encerrados y la bañera no dejaba de fluir, esta de repente se rompió y dejó salir la gran cantidad de agua que guardaba, Tomoyo seguía inconsciente pero al menos ahora, el agua ya no le cubría la cara; el grifo se rompió y se clavó cerca del cuello de Tomoyo, lo que provocó que él agua saliera con mayor fuerza y subiera más rápido. Ya le llegaba a las rodillas y Eriol caminó hacía Tomoyo mientras pedazos de la tina rota le cortaban a su paso como navajas bien afiladas, al llegar junto a ella la cargó y su cuerpo comenzó a emitir potentes descargas que se multiplicaban cada vez que daba un paso.
El agua ya le cubría la mitad del cuerpo, entonces se sentó en el escalón de la bañera y tocó el pecho de Tomoyo de donde una descarga más fuerte le golpeó, pero aún así no separó su mano, su latido era débil casi abandonándola; dejando que el agua los cubriera mantenía su mano en el pecho de Tomoyo que le lanzaba descargas cada vez más y más fuertes, mientras que los latidos eran cada vez más y más débiles. En eso, el agua subió hasta el techo, ya cubría la mitad del baño, y cayó sobre ellos, Eriol aprovechó para poner un escudo a su alrededor y se tele transportaron al patio de la mansión, cayendo en el estanque y bañándolos completamente, pero esta vez el agua no se tornó negra sino que brilló con intensidad y el corazón de Tomoyo volvió a latir normal, sintiendo un gran alivio al sentirlo con la mano todavía apoyada sobre su pecho.
Entonces sintió aquella poderosa presencia que cuando estaban dentro de la mansión no pudo sentir, miró hacia todos lados pero ya era tarde cuando su vista se poso sobre un árbol que se encontraba algo alejado de la mansión, el dueño ya no estaba…
Las descargas le habían lastimado severamente la mano, por lo que la traía vendada; las cortadas provocadas por los pedazos de tina, no habían hecho heridas profundas pero le habían quedado marcadas, no como cicatrices sino como las manchas de un tigre.
Ya era tarde casi de noche, Tomoyo que hasta ese momento yacía dormida, abrió los ojos y vio a Eriol mirando por la ventana, con la mano vendada sobre la barbilla y la otra cruzada hacia su cintura, la luz que entraba por la ventana mostraba en su semblante serio y a la vez algo triste, una barbilla recién afeitada, el cuerpo fuerte y delgado de el dueño, así como aquellos profundos y provocadores ojos zafiros detrás de sus lentes.
"… Eriol" – murmuró.
Eriol la vio y le mostró una sincera sonrisa- "Al fin despiertas, me alegró, me tenías muy preocupado. Cómo estas ¿?"
"Qué me paso ¿? Me duele la cabeza…"
"Eso es tal vez por que hace 2 días que no te levantas."- se sienta a su lado.
"Hace 2 días ¡! Eriol… Que te paso en la mano ¿?"- al verla la toma entre las suyas.
"Tu… pecho, me lanzo algunas descargas."
"Mi pecho ¿?" – se revisa y ve una enorme marca negra en forma de mano sobre su pecho- "Que me paso ¡! Que ocurrió ¿?"
"Pues, es una larga historia, pero antes quiero que me digas… Que fue lo que soñaste hace 2 días, antes de desmayarte ¿?"
"Yo… "- se tocó la frente- "No… no lo recuerdo."
"Ya veo"
Toc, Toc, Toc
-"Adelante, dime Nakuru"
"Ya esta la cena. Oh, ya veo que ya despertó, me alegro. Entonces pediré que sirvan otro plato" – toma la forma de Tomoyo y se va.
"0.0 Q… ¿?"
"Ha estado tomando tú forma para que tu servidumbre no se preocupe ni sospechen nada."
"Cuando llegaron ¿?"
"Hace 2 días, mientras todo ocurría."
"Eriol, que ocurrió hace 2 días ¿?"
Eriol pone un semblante muy serio- "Hace 2 días, tú te desmayaste debido a un sueño que tuviste y desató un conjuro que casi te mata."
Eriol le relata todo lo que pasó sin omitir detalle alguno, mientras Tomoyo escuchaba absorta cada punto, cada pequeño detalle y cuando terminó de contárselo, ella tenía lagrimas en sus ojos, no podía creerlo, no quería creerlo. No quería creer que casi mata a la persona que más ama en el mundo.
"Es por eso que necesitaba que me contaras que soñaste."
"Casi"- murmuraba- "casi te mato y sin embargo tu… estas, como si nada. En cambio yo…"
"Tranquila"- la abraza y mira sus ojos- "no me pasó casi nada y tú no podías impedirlo. Además yo estaría dispuesto a dar mi vida por la tuya. Eres lo más importante para mí Tomoyo"- tenía su cara entre sus manos ahora algo húmedas por las lagrimas que resbalaban por las rosadas mejillas de Tomoyo, la besa en la frente y la abraza con todas sus fuerzas (bueno no con todas o sino la sofoca ¬¬) – "No te preocupes, yo te protegeré así sea a costa de mi propia vida."
Nakuru entra como Tomoyo y después de cerrar la puerta se transforma- "Ya llegaron. Señorita Daidouji…"
"Puedes llamarme Tomoyo."
"Tomoyo"- se acerca y pone su mano sobre el hombro de Tomoyo- "No te preocupes, ya verás que lograremos terminar con el culpable"- mostrándole una sonrisa. Tomoyo asiente y ve a Eriol.
"Ya verás como saldrá bien. Y ahora, necesito que te cambies por que ya es hora de cenar y todos te están esperando."
Al salir Eriol y Nakuru de su habitación, Eriol se recarga en la puerta con la cabeza baja y una lágrima surge de aquellos profundos ojos zafiro.
"Eriol…"
"Estoy bien"- secandose las lágrimas con el dedo índice y el pulgar- "Dile a los demás que en un momento bajo."
"Bien. Eriol"- la voltea a ver y ella le da una sonrisa- "todo saldrá bien."- baja las escaleras.
Eriol asiente- "(Maldito bastardo, que es lo que quieres de mí ¿? Deja en paz a Tomoyo… De no haberle borrado ese sueño, seguro que ella seguiría durmiendo)."
Tomoyo toma un baño sin detenerse a reflexionar por que algunas personas la esperaban, suponía quienes eran y se sentía mejor por saber que nunca la habían dejado sola. Se vistió con una blusa blanca sin mangas con sierre en el cuello de tortuga y una minifalda negra, y bajo al comedor, donde Sakura, Syaoran, Kero, Nakuru, Spinel, Yukito y Eriol la esperaban.
"Buenas Noches"
"Buenas Noches"- contestaron al unísono.
"Me alegro que ya estés bien, nos tenías muy preocupados."- comentó Sakura con una dulce sonrisa.
"Si, toma te trajimos estas flores."- le dijo algo serio pero feliz de verla despierta.
"Muchas Gracias."- contestó con una sonrisa.
"Kero ¡!"-Sakura gritó pues estaba en la mesa queriendo comer algo de lo que estaba ahí.
"No te preocupes, le pedí a la servidumbre que por ningún motivo pasara al comedor a menos de que yo, es decir, Tomoyo los llamara."
"Ah, bueno. Pero Yukito ¿?"
"No te preocupes, creo que ya me acostumbré a ver a tu osito" n-n comentó el grisáceo.
"Aw, comida ¡! Delicioso espagueti ¡! Mmm… Sabroso asado ¡!"
"Kero…"
"Esta bien, esta bien Sakurita, me comportaré…"
"Eres un glotón, aprende a comportarte" ¬¬ replicó Spinel.
"Callate ¡! y mejor co-me-te-es-to ¡!"- le decía mientras le empujaba un bollo en la boca hasta que por fin se lo pudo meter.
Todos sonrieron al ver esto, no era algo que se viera todos los días.
"Será mejor que comamos antes de que ellos arrasen con todo."- declaró Eriol.
"Tienes razón."- aseguró Sakura.
Todos comieron hasta hartarse, la comida estaba deliciosa había espagueti, lasaña, asado, bollos, pay y té para acompañar el postre. Kero estaba acostado bocarriba debido a su enorme panza sobre lo que fue el canasto de bollos mientras que Spinel dormía sobre el regazo de Eriol.
"Por cierto, ya saben quien es el que realizó estos sucesos ¿?"- preguntó la esmeralda.
"…
No, a pesar de sentir aquella presencia, jamás se ha mostrado ante nosotros siempre que he tratado de verlo es como si su presencia estuviera en todas partes, es difícil saber en que lugar esta exactamente hasta que desaparece."- comentó con seriedad el zafiro.
"Entonces lo que dices es que…"- inquirió el ambarino.
"Estamos peleando contra un enemigo sin rostro."
Sakura suspira- "Y no creen que sea aquel tipo ¿?"
"No lo sé"
"Podría ser y nos contaste que ni siquiera se inmuto ante lo que le ocurría."- comentó el trigueño.
"Ya se"
"Hablan de Frederick ¿?"- inquirió la amatista.
"Tú misma viste como se puso o más bien como no se puso después de que lo ahorqué."- la miró Eriol.
"Lo sé pero se me hace increíble pensar que el pudiera tener magia."
"Si lo piensas bien, no sería extraño. Después de todo, el mago Clow existió hace mucho tiempo y llegó a tener algunos enemigos, de hecho no me sorprendería que fuese descendiente de algún enemigo de Clow."- comentó el frío juez.
"Entonces no creo que sea difícil saber quien es."- aseguró Rubymoon.
"Aún así, debemos de tener cuidado. Sobretodo tú Tomoyo, no sabemos de lo que es capaz y por lo que nos contó Eriol, es posible que sea bastante poderoso, pero seguro nunca como el mago Clow."
"Te equivocas, es posible que sea mucho más poderoso de lo que fui."- aseguró Eriol.
"Pero que dices, nadie te podía derrotar."
"Tranquilo Yue, tu mismo lo dijiste, algún descendiente de algún enemigo, no es de extrañar que con el tiempo su magia se fortalezca."
"Supongamos que así es, entonces que haríamos para poder descubrirlo."- dijo pensativa Sakura.
Todos voltean a ver a Eriol- "Esperar a que ataque."- contestó.
"Y luego que ¿?"- preguntó algo impaciente Syaoran.
"Somos 7, no creo que sea difícil localizarlo."
"En el aeropuerto éramos nosotros 3 y aún así no supimos de donde provenía."
"Es verdad, pero no podemos quedarnos de brazos cruzados."- se preocupó la esmeralda.
"Y entonces que sugieres ¿?"
"Buscarlo"- dijo sin más.
"Pero como ¿? Si durante estos 2 días no ha atacado y se puede decir que es cuando tenía mayor ventaja."
"Sí pero…"- comentó Eriol.
"No sería mejor ponerle una trampa ¿?"- Tomoyo propuso, todos la voltean a ver- "Digo me atacó una vez…"
"Pero yo no estoy dispuesto a ponerte en peligro, eso sería lo último que quisiera hacer y como ya te dije, primero daría mi vida."- replicó el albino.
"Pero es que de otra manera"
"Eriol tiene razón Tomoyo, nadie quisiera ponerte en peligro, no tanto por que este tras de ti sino por que no sabemos que pueda hacerte y tú no puedes sentir la presencia, por lo que sería difícil decirnos quien es."- aseguró Sakura.
"Aunque tiene razón saben, digo podríamos estarlo esperando..."- dijo Rubymoon.
"Rubymoon, ya dije no estoy dispuesto a hacer algo así."
"No puedo quedarme sin hacer nada, yo también quiero ayudar, aunque sea poco."- reclamó Tomoyo.
"QUIERES AYUDAR TOMOYO ¿?"- su voz sonaba en toda la habitación- "ENTONCES, AYÚDAME ¡!"
De repente una fuerte ráfaga de viento se sintió dentro de la habitación, los platos vacíos volaban por todas partes estrellándose contra las paredes, contra el piso, contra todo lo que tuvieran al paso, la mesa se partió en 2 y después en varios pedazos, al igual que las sillas del comedor. Todos se agachaban para no ser golpeados y se sintió esa terrible presencia dentro de la habitación, Kero y Spinel se transformaron para proteger junto con Yue y Rubimoon a los demás.
"Llave que guardas el poder de mi estrella…"- comenzó a recitar la esmeralda.
"ALTO ¡!"- de repente los pedazos de plato y las enormes astillas de la mesa, se levantaron y los rodearon- "SI TERMINAS DE DECIR TU CONJURO, LOS ESTARÁS SENTENCIANDO A MUERTE ¡! DIGO Y MÁS AÚN SI"- y los guardianes cayeron inconscientes- "ELLOS NO LOS PROTEGEN"- dejando salir una estruendosa carcajada- "TU DECIDES JOVENCITA O MÁS BIEN DEBERÍA DECIR… SAKURA."
"Como sabes mi nombre ¡!"
"BAJA ESA ESPADA LI SYAORAN, A MENOS QUE QUIERAS QUE TU PROMETIDA SEA REDUCIDA A UNA COLADERA"- deja salir otra carcajada- "QUE PASA ERIOL O MEJOR DICHO, REENCARNACIÓN DEL MAGO CLOW, TIENES MIEDO DE LO QUE LE PUEDA PASAR A TOMOYO ¿?"
"Sal ¡! No seas cobarde ¡!"- reclamó Eriol.
"Cobarde dijiste" – se aparece ante ellos una figura encapuchada de quien apenas se aprecian sus fríos ojos grises- "No sabes con quien te metes"- mirándolo de manera despectiva- "Además"- levanta el dedo índice y señala a Tomoyo ella pone los ojos vacíos y se eleva un poco del piso.
"TOMOYO ¡!"
"No creo que quieras que ella sufra las consecuencias, o si ¿?"- se lo decía de manera burlona.
"Déjala en paz miserable o…"
"O que ¿? Me ahorcarás de nuevo. Yo no creo que lo hagas o si no"- y un pedazo de plato le rasguñó la mejilla a Eriol- "Tú y tus amigos morirán, incluyendo a Tomoyo."
"Que quieres Frederick, si es que ese es tu verdadero nombre."
"Si ese es mi nombre ahora, aunque seguro tú te acuerdas muy bien de mi o no Clow"- diciendo esto último con una voz distinta, era profunda y punzante pero también con mucha rabia al pronunciar aquel nombre.
"… Aiden"
"Veo que te acuerdas muy bien de mi Clow, como verás yo también reencarne."
"No debiste, no podías"
"Ya vez, estoy aquí o no ¿?"
"Que quieres ¿?"
"LO QUE TÚ ME QUITASTE ¡!"
Todos los pedazos de plato que los rodeaban se fueron encima, pero Eriol logró poner un escudo, el que apenas fue lo suficientemente fuerte como para detener su ataque.
"Vaya Clow, tu sí me sorprendes. A pesar de mi advertencia, fuiste capaz de poner tu escudo y no sólo para protegerte a ti, sino a ellos también. Tan importantes son para ti ¿? Por que sigues mezclándote ¡!" - Levantó su mano y dejo caer a Tomoyo- "Y no te preocupes, ya nos veremos y por cierto"- haciendo su dedo índice hacia el- "Creo que me llevaré lo que me corresponde" – diciendo esto 4 burbujas blancas, que llevaban en su interior a los cuatro guardianes, fueron hacia el y realizó una fuerte ráfaga de viento que provocó que todos se estrellaran contra la pared del comedor, donde había un espejo que al choque con los cuerpos se rompió y ellos caían inconscientes sobre el destrozado comedor.
Espero les haya gustado este capítulo, a mi me gusto hacerlo fue interesante. Gracias por sus Reviews a:
Tomoyo que le gusta mucho mi historia, aquí esta el siguiente capítulo
Ximenix que le va gustando como se desenvuelven los personajes y la historia.
Undine que también le gusta mi historia y si ella se involucra de varias maneras, me gustaría que compartieras que es lo que esperas para saber tu opinión.
Así como la de todos, Yo cumpliendo y me despido ;) bye
