El pasado del Milenio de Plata

                              5 Un nuevo reto por delante

Haruka miraba a Michiru, que estaba con el entrecejo fruncido y las manos cruzadas, estaba molesta por que sentía que la princesa no había sido del todo sincera, y sin importar lo que dijera Haruka mas enojaba a Michiru, así que dejo de insistir para que dejara en paz a su princesa

-Pues insisto Haruka-dijo molesta Michiru-Que no es sincera, estoy segura que fue a la Tierra-

-No importa ya-dijo Haruka encogiéndose los hombros-De todas formas irá allá para el baile-

-Sí pero.....-

-Ya Michiru, es una adolescente, es obvio que tiene curiosidad-

-Pero la curiosidad mato al gato-

-La curiosidad no es mala, es buen inicio de que será una gran Reina, recuerda que nuestra Reina era igual de curiosa, y vela ahora, es una gran soberana-

-Pero debemos proteger a la princesa, no queremos quedarnos sin Reina para el futuro-

-Michiru, pareces una madre sobre protectora-dijo Haruka divertida

-Calla-dijo seriamente la joven sonrojada, mientras se levantaba e iba a la ventana-Sabes bien que nosotras tenemos que protegerla de todo, es nuestro deber, además que......-

Michiru se callo inmediatamente cuando sintió los brazos de su acompañante alrededor de su cuerpo, dándole un cálido abrazo.

-Calma Michiru, la princesa no solo nos tiene a nosotros, también tiene a sus Sailors acompañantes, estoy segura que pase lo que pase, estará bien-le susurro Haruka con algo de sensualidad

-Si tú lo dices, puedo sentirme un poco mas tranquila-dijo Michiru con una sonrisa mientras cerraba los ojos

-Tú ten confianza, nosotras tendremos a una gran Reina-dijo Haruka al mirar por la ventana

***

Serena no podía dejar de pensar en la carta que le envió Endymion, con sumo cuidado se la guardo carta, no dejaría que alguien se la quitara. Con delicadeza saco sus pies del agua y los dejo en el paso para secarlos. Se recostó y miro los árboles que dejaban entrar los rayos del sol entre las divisiones de ojos.

-Hola princesa mía-dijo Diamante poniéndose enfrente de Serena

-¡Diamante!-exclamó la joven princesa sentándose

-Vaya, no esperabas mi estancia aquí-

-Sinceramente, no-dijo ella poniendo una mano sobre su pecho y una sonriendo

-¿Puedo sentarme?-

-Claro, no hay problema-

Diamante se sentó a lado de Serena, y siendo su prometido, puso un brazo alrededor de los hombros de ella y la cerco a él, recargándola en su pecho. Serena se sonrojo ligeramente, mientras escuchaba los latidos de Diamante, su ritmo eran calmados pero precisos, como si su corazón tuviera decisión cada vez que daba un latido.

-Hoy es un hermoso día-dijo Diamante

-Así es, en este lugar, todo esta creado por mi madre, nada muere y todo siempre es bello-dijo Serena sonriendo tímidamente

-Es como tu, linda, bella y dulce-

-Gracias-

-Me he enterado de que vas a ir a un baile, mi madre también esta invitada, pero iré en su lugar-

-Ya veo-dijo con cierta tristeza

-Espero que puedas bailar con migo unas cuantas piezas-

-Claro, no veo él por que no-dijo Serena haciendo una risa forzada

-Bueno-

Diamante recargo su barbilla en la cabeza de Serena mientras sonreía y cerraba a los ojos. Disfruto el aroma de su amada, era como estar en un prado donde las flores sacaban sus mejores aromas y una brisa fresca golpeaba suavemente sus mejillas. Pero se sorprendió al percibir un aroma mas, un aroma más varonil, impresionado se separo de Serena, dejándola impresionada.

-Dime-dijo con una mirada fría y desafiante-¿Con quien has estado?-

-Eh?-preguntó confusa

-¿Qué con quien has estado todo el día?-

-Con las chicas-

-¿Y por esa razón hueles a hombre?-

Serena se quedo perpleja, eso quería decir que Diamante percibió el aroma de Endymion, y ahora, que iba hacer, debía tener una buena excusa, algo que le ayudara, en eso, la idea de le vino a la mente.

-Así es, huelo a hombre por Haruka, ¿no ves que a ella le gusta vestirse de hombre? Por lo cual también se pone colonia, es su aroma, por favor Diamante-dijo con cierta dulzura-Tu sabes que me tiene prohibido la salida de mi planta sin permiso-

-Yo no sabía que tu siguieras las reglas-

-Si quiero ser una buena Reina, debo de acatar las reglas, aun que no me agraden, así, mi madre estará orgullosa de mí-

Diamante la miro como evaluándola, era obvio que no quería creerle, pero también, sabía que Haruka siempre estaba con ella, era posible que la allá abrasado y le impregno su aroma, eso debía ser, por que, sus sailors no hubieran consentido su huida a otro planeta

-Tienes razón-dijo cambiando su mirada fría y desafiante por una dulce y cálida

Diamante tomo por la barbilla a Serena, sin quitarle una mano de su hombro y la acerco lentamente a su rostro, para quedarse unidos en un beso. Diamante sentía una cálida sensación en sus labios, algo realmente tierno y dulce, mientras que Serena, no sentía nada de lo que sentía su acompañante, al contrario, sentía asco y repulsión, pero no podía quitárselo por que levantaría mas sospechas, y ya le tenía demasiado miedo a esos ojos desafiantes y fríos que daba Diamante como para volver a verlos.

Al separarse, Serena sintió ganas de llorar, y para que Diamante no lo notara, lo abrazo con fuerza recargando su cabeza en su pecho. El joven príncipe creyó, que era una muestra de amor o algo así, sin notar que Serena lloraba en silencio deseando estar mejor con Endymion en vez de ese hombre que solo sentía asco.

-Te amo Serena-dijo Diamante correspondiendo el abrazo-¿Sientes lo mismo?-

-Por supuesto, Diamante-dijo Serena ignorando que en su mente decía todo lo contrario-También te amo-

Diamante sonrió satisfecho mirando el lago cristalino, tal vez si llegara a seducirla, lograría el objetivo de su madre, y así, su madre sería realmente la única Reina del Universo.

***

Endymion miraba por su ventana al cielo, donde se veía un poco transparente la Luna. Ahí se encontraba su amada, ¿qué estaría haciendo ella en ese momento? ¿Estaría pensando él como él pensaba en ella? Su forma de actuar ponía un poco nerviosos a sus guardianes, ya que sabían que su príncipe no se quedaba tan serio, ni mirando tanto tiempo el cielo. Jedite se armo de valor y fue a lado de su príncipe.

-Por favor príncipe, estoy seguro que no le pasará nada malo-dijo Jedite con una sonrisa-Tienen a sus defensoras, además que la verá en el baile-

-Pero......-

-Vamos, no debe ser tan insistente, ya sabe que su padre se molestaría si sabe que usted vio a la princesa de la Luna-

-Lo sé-

-Mejor vamos a entrenar, debe olvidarla por un rato-

Endymion suspiro y salió al jardín custodiado por sus cuatro guardianes, que al llegar a un prado se pusieron en guardia para atacar a su príncipe los cuatro al mismo tiempo. Aun que lo atacaron por sorpresa y al mismo tiempo,  Endymion tenía la mente en otro lado, junto con su princesa. Pero puso mas atención antes de que Neflite le diera un golpe que talvez lo hubiera desmayado.

***

Serena se había quedado profundamente dormida en los brazos de Diamante, que estaba mirando la belleza de la joven. Se veía tan tierna e inocente, se atrevería a decir que era mucho mas hermosa que Esmeralda, la dama de compañía de su madre. Se veía tan hermosa que le pareció ver a un ángel. Con una sonrisita, acaricio la silueta de Serena con dulzura. ¿Por qué si madre quería hacerle daño a un ángel? Definitivamente no dejaría que lo hiciera.

Cuando la beso, sintió algo que nunca había sentido, algo cálido que se apoderaba de su mente y cuerpo. ¿Será acaso que estaba enamorándose de la joven? No, no podía, por que su deber era eliminarla pero.....por otro lado, era realmente hermosa, delicada y dulce, la joven princesa le daba todo lo que nunca le dio su madre, respeto, dulzura, amor....tantas cosas

-Eres linda, y mi prometida.......-susurro mientras Serena lo abrazaba entre sueños

Recordó como su puso al percibir una roma diferente l de la joven, una roma varonil, sintió como la ira lo consumía. Si algo sabía de él era que siempre había sido muy posesivo, y ahora, la joven princesa era de su propiedad. Sonrió satisfactoriamente mientras la abrazaba.  No dejaría que alguien se la llevara de su lado, y si alguien lo hacía, solo merecía la muerte. 

-Pero bueno, creo que después de todo, si tendré esposa.......no permitiré que mi madre te toque un cabello.....no señor-

Diamante abrazo a Serena y se recargo en un árbol cercano, disfrutando del calor de su nueva y única prometida

***

En un mundo de oscuridad total, una joven de cabello largo y negro, miraba por la ventana, era realmente hermosa, de no ser por la mirada malévola que tenía. Vestía un hermoso vestido negro escotado, con una media luna al revez negra en la frente, de la misma manera que la tenía Diamante.

-Mi dulce amor-dijo una voz masculina detrás de ella-Que observas en la ventana?-

-Creo que vuestro hijo-comenzó a decir la mujer-Se ha enamorado-

-Que haga lo que quiera-exclamó el hombre sin importancia-Pronto, tu serás mi Reina-

-Y vuestra esposa? No olvidéis que es madre de vuestro hijo-

-Lo sé, mi querida Nejeremia, pero la quitare del camino, y tu y yo seremos los reyes, una vez que mi hijo mate a la princesa y de paso a la Reina-

-Creo que tienes razón-contesto la joven mirando al hombre de la ventana-Ya veo que a vos no os importáis lo que suceda después-

-No si estoy contigo-

-Entonces, esperare-dijo mirando nuevamente la ventana

-Nos veremos amor, comenzare a hacer planes-

Diciendo esto, se fue, dejando a la joven con una sonrisa maliciosa, mientras pasaba su mirada no a la Luna, sino a la Tierra, donde un joven espadachín, muy apuesto, que practicaba con sus cuatro guardines

-Ese viejo tonto-dijo Nejeremia mirando con maldad a la Tierra-No puedo creer que se allá tragado todo lo que le dije, cuando mate a su esposa, no solo ella morirá, también él......después veré que hago con el príncipe Diamante y haré, que el príncipe de la Tierra sea solo mío-sonrió con maldad-Solo esperare a que hagan el trabajo de matar a la princesa, y Endymion será todo mío-

La joven se rió con cierta maldad que daba miedo, pero lo que ella no sabía, era el amor secreto del príncipe de la Tierra y la princesa de la Luna.......

***

Las chicas miraban con cara de resignación a Setsuna, la sailor del tiempo, que las miraba esperando una respuesta. Al parecer ni a Haruka y Michiru le hizo ninguna gracia lo que tenían que hacer por su princesa, y todo por su baile que se acercaba mas

-Con la pena chicas-dijo pacientemente la sailor más solitaria-Tendrán que enseñarle-

-¿Pero como?-preguntó Mina sin dar crédito a lo que oía-Nosotras tampoco hemos ido a un baile, así que no podemos enseñarle algo que no sabemos-

-Mina tiene razón, además, no es que critique a la princesa-dijo Rei con cara de resignación-Es que ella es algo atolondrada con esas cosas-

-Entonces, ¿quieres que haga el ridículo?-dijo Setsuna mirando por la ventana-No podemos enviar a la princesa si no sabe como......-

-Pero ¿como quieres que le enseñemos?-pregunto Lita sorprendida

-Bueno, Haruka, tu serías su base-

-¿Yo?-preguntó perpleja señalándose

-Claro, tu eres lo único que tenemos de hombre, no le puedo pedir al príncipe Diamante que nos ayude, por que ya sería demasiado vergonzoso......con solo saber que, la princesa no tiene ni idea como bailar, Haruka ya te dije, tu serás su pareja de baile-

-Pero no se bailar-dijo Haruka sonrojándose-Nunca he bailado en toda mi vida-

-Pero no estarás sola-continuó Setsuna con tranquilidad-Michiru te ayudara, me ha dicho un pajarito que ella si sabe como bailar-

-Pero....pero.....-

-Tienes un gran reto, tienes que enseñarle a bailar no solo a Haruka, sino también a todas las chicas-

-¿QUÉ?-gritaron las 4 al unísono

-Claro, ¿que esperaban?-seguía sin alterarse-La Reina no se siente segura si ustedes 4 no la acompañan, así que, con la pena, tendrán que ir de escolta para la princesa, recuerden que no conoce ese planeta y mucho menos al príncipe-

-Si que se ha perdido de mucho-susurro Mina a Lita que asintió entendiendo lo que quería decir

-¿Dijiste algo?-

-No, claro que no-dijo nerviosa Mina

-Bien, ustedes irán con ella y regresaran con ella sana y salva, mas les vale que no le pase nada a la princesa, ¿entendido?-

-Si-dijeron al unísono

-De acuerdo, que empiecen las clases, Hotaru estará con ustedes para ver como practican, después de que aprenda Haruka a bailar, le enseñara a la princesa, bien, debo irme-

Y sin mas que decir, Setsuna brillo de color verde oscuro y desapareció, dejando a las chicas con un gran reto en los hombros

-Pues ni modo-dijo Mina con entusiasmo-Debemos empezar ahora-

Y así, Michiru comenzó a enseñarles, sabiendo de sobra que no sería nada fácil, pero debía intentarlo, y todo por un baile......

Continuara...................

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Notas de la autora:

Ya esta, el quinto capitulo, espero que les este gustando, por que a mí si me gusta mucho este fic, bueno, espero que me dejen mas reviews y les doy las gracias a todos los que me dejaron