Una segunda oportunidad

                          2  Aprendiendo ha ser un padre

En la casa reinaba la oscuridad junto con el silencio, con sigilo de no despertar al pequeño en sus brazos, entro en aquella casa procurando hacer el menor ruido posible, si no respiraba era mejor. Con sumo cuidado, subió las escaleras que estaban cerca del recibidor, subió cuidadosamente agradeciendo que la capa de polvo ayudara a amortiguar sus pasos. Al llegar arriba, miro a todos lados, donde había muchas puertas, iluminadas suavemente por la mañana que dejaba ligeros tono de luz.

Era mas que obvio que esa no era la casa de Sirius, por andar escondiéndose, nunca llego a tener una casa, aun que, en aquella casa vivió su otro mejor amigo, Remus Lupin, se la ofreció cuando el se cambio de barrio para no hacer daño a la gente después de que terminara sus años en Hogwarts, por lo cual, eso se lo había ofrecido ya bastante tiempo atrás, así que la casa estaba muy descuidada.

Se fue a la primera puerta a la izquierda, se veía demasiado tétrica, había rasguños en las paredes y parte de los muebles estaban rotos, mejor se salió cerrando la puerta mientras pensaba que esa debió ser la habitación del hermano de Remus. Pensando que las demás habitaciones se parecían, se dirigió a la ultima. La cual era la más acogedora, la cama estaba envuelta en una sabana blanca con polvo, los demás muebles tenían la misma envoltura que la cama, solo con darle una mirada se dio cuenta que esa habitación era la de Remus.

-Ahora, niño-le dijo dulcemente al bebe-Quédate tranquilo aquí, tu tío Sirius estará abajo-

El niño solo se movió un poco, soltando la camisa de Sirius y dando un leve gemidito. Sirius quito la sabana blanca y dejo al niño dormido en la cama, se quito su chaqueta y se la brindo a su ahijado, para que estuviera caliente. Al asegurarse de que no tendría frío salió sigilosamente de la habitación.

Con cuidado, bajo al recibidor y se sentó en el polvoriento suelo agudizando el oído para poder escuchar un ruido poco usual. Tenía miedo de que algún seguidor de Voldemort entrara en la casa y lastimara al niño, suspiro débilmente cerrando los ojos. Ahora que haría, tenía al niño a su cuidado

¿Cómo lo educaría?

¿Cómo le explicara lo de sus padres?

¿Cómo lo criaría sin dinero?

Un suspiro nuevo sonó en la habitación vacía. Si que tenía un problema muy grande, no sabía como educar a un niño, si su padre a duras penas le sirvió de ejemplo paternal, ¿cómo demonios cuidaría a un niño que ni siquiera era suyo? Miro a todos lados, la mañana ya era más evidente y una brisa le hizo temblar un poco. Ahora no era hora de preocuparse por eso, debía estar atento por si algo extraño sonaba en la casa.

Un llanto llego a sus oídos, una sonrisita paso por su rostro, su ahijado le acaba de llamar. Se levanto quitándose de los pantalones el polvo y acomodándose su cabello largo detrás de sus hombros, subió las escaleras mientras escuchaba su llanto. Por alguna razón estaba casi corriendo, tal vez era el miedo de pasar por la puerta y no ver solo a su ahijado llorando, sino a un hombre enmascarado. Sin darse cuenta, había llegado corriendo a la habitación y abierto la puerta de una patada.

-¡Harry!-exclamo Sirius en tono decidido

Se tranquilizo al ver a su ahijado solo en la cama, con sus manitas estiradas y golpeando el aire llorando. Sirius suspiro fuertemente, le estaba afectando la culpabilidad que le invadía. Con cuidado, le quito su chaqueta y se la puso en los hombros, para después cargarlo. Lo más curioso es que lloro mas fuerte que antes.

-Y a ti que te pasa?-dijo Sirius mirando al niño que lloraba mas fuerte-Tengo que cambiarte?-acerco la nariz al niño-No, hueles decentemente o tan siquiera así olía nuestro dormitorio en las mañanas......entonces.....¿qué te afecta?-

Era obvio que lo que le pasaba al pequeño era algo sumamente importante, ya que lloro a todo pulmón, Sirius se alarmo mas e intento dormirlo, pero no funciono, después acerco una de sus manos a la cara del pequeño y este, tomo con fuerza uno de sus dedos dejando de llorar.

-No sé que querías, pero lo que sea ya te calmaste-dijo aliviado Sirius-No me imagino a James y Lily luchando para saber que quieres-

Cerro los ojos recordando a sus amigos del colegio. Ambos eran felices juntos y solucionaban todo juntos, eran una familia muy unida, solo que Lily solía regañarlos muy seguido......de no ser por que esa persona los traiciono.....

Un momento, de repente sintió algo caliente en su dedo índice, algo tibio y...pegajoso, volteo a ver a su ahijado y se sorprendió al ver que su dedo estaba en su boca, parecía como si él quisiera succionárselo o algo así, hasta que le cayo el veinte.....

-Con que tienes hambre-dijo Sirius sacando su dedo de la boca de su ahijado-No te preocupes, tu tío te buscara algo de comer.....pero.....no tengo dinero-

Harry volvió a llorar lo mas fuerte que pudo, Sirius se alarmo y salió corriendo de la habitación hacia la cocina. Dejando al niño recargado en un mueble, busco en la alacena. Una vez Remus le dijo que siempre dejaba dinero en la alacena, tal vez si tenía suerte podría obtener dinero. Busco en cajones hasta que encontró un billete, en una libreta.

Sin decir nada mas, tomo a Harry y se salió a toda prisa, ya afuera se dio cuenta lo patético que se veía, saliendo de una casa que había sido abandonada desde ya bastante tiempo, con un niño en sus brazos llorando y tenía pinta de ladrón. Olvidando que la vergüenza se apoderaba de su ser y que se sonrojaba, se fue lo más discreto que pudo a una tiendo muggle.       

Al llegar a esa tienda, se acerco a una jovencita que estaba cerca y la llamo, y como solía hacer James para hablarle a las chicas, le dedico una sonrisa y una de sus más exquisitas miradas sensuales que le daba a las chicas en el colegio.

-Buenos días tenga usted, hermosa señorita-dijo con cierta sensualidad

-Buenos días señor-dijo la jovencita sonrojándose ligeramente

-Discúlpeme, pero no estoy tan viejo para ser señor, aun soy demasiado joven-

Sirius movió su cabeza, haciendo que parte de su cabello bajaran por sus hombros y se depositaran en el rostro de su ahijado, que inmediatamente comenzó a jugar con él con curiosidad. La jovencita se rió al ver al bebe jugando con el cabello de su cliente.

-No piense mal, mi dulce jovencita-dijo Sirius algo sonrojado al notar la mirada de la chica a su ahijado-Este no es mío, es de mi mejor amigo, lo estoy cuidando-

-Ya veo, se ve muy tierno......¿cuál es su nombre?-

-Déjame recordar.......me dijo que se llamaba....Harry.......Potter........ Harry James Potter-

-Pero…..-

-Lo sé, es un nombre bastante feo, pero hay que respetar a los padres, si quisieron ponerle así, pues así lo dejamos-

-Ya veo, es precioso-dijo dándole una sonrisa

-Bueno, si nos ponemos ha hablar de preciosidades, tu no te quedas atrás......te ves muy joven....adivino......¿15?-

-Cerca-dijo la joven sonriendo sonrojada-16-

-Pues te sientan muy bien-

-Muchas gracias-

Sirius había olvidado por completo la existencia de su ahijado, al parecer los dones de casanova se habían dormido durante algunos años y ahora despertaban con una jovencita. Harry, aun siendo un bebe, como que entendió que su nuevo padre no tenía intenciones de hacer algo al respecto sobre su apetito feroz que tenía, así que, por lógica, comenzó a llorar.

-Es cierto-dijo Sirius entrando en si-Vine para comprarle algo de comer a este niño......disculpa señorita, sinceramente, soy un ignorante de lo que comen cuando están así de pequeños, así que....me podrías ayudar?-

-Claro-dijo ella caminando-Sígame....jovencito-dijo ella sonriendo

Sirius la siguió con una mirada picara, había cosas que nunca cambiarían. La joven le dio unos frasquitos donde su contenido tenía algo que parecía como jugo de calabaza, Sirius los miro y había de varios colores, él más convincente fue el de color amarillo, no le hacía gracia darle a su ahijado algo verde o naranja

-Y dime....con esto-dijo sacando el billete-Cuantos puedo comprar?-

La joven parpadeo extrañada, Sirius se sintió un completo idiota al hacer esa pregunta, pero le regalo otra sonrisa sensual a la joven, que solo se sonrojo y tomo como 10 frasquitos de color amarillo y fue a la caja, seguida por Sirius.

-Si tienes un día libre-dijo Sirius cuando la joven le dio una bolsa que contenía la comida-Vendré y hablaremos con calma-

-Cuando guste, joven-

Sirius le dedico una ultima sonrisa y regreso a la casa de Remus, entro nuevamente y miro las cosas con claridad, la casa no estaba nada mal y menos para una familia que tenía a dos hijos licántropos. Se fue a la cocina y se dio cuenta que no tenía cucharas, y aun que las tuviera, era obvio que no iban a caber en la boca de su ahijado, así que se sentó en el suelo y se acerco la bolsa.

-No sé si te guste esta cosa-dijo tomando un frasco-Pero según es comida para ti, y tendrás que comer de mi dedo, dudo que una cuchara te quepa en la boca-abrió el frasco-Bueno, ahí vamos-

Sirius metió un dedo en el contenido del frasco, se sentía pegajoso y espeso, pero con tal de darle de comer a su ahijado. Le dio a probar al niño, y al parecer le encanto, poco a poco, Harry se fue acabando el frasquito dejando el dedo índice de Sirius algo más pegajoso y mojado de lo normal, además que se sentía baboso. Cuando Harry se acabo el frasco, Sirius se sintió satisfecho, pero se preguntaba si estaba bien que un niño comiera tanto.

Sirius suspiro mirando el techo, debía darle un arreglo a esa casa......debía trabajar, no podía conectarse con el mundo mágico, por el temor de que lo descubrieran y le quitaran a Harry, ya que todos pensarían que fue la culpa de él que James y Lily Potter perdieran la vida, pero si todos supiera que él NO era el guardián secreto de ellos. Otra vez esa ola de culpa, si no hubiera insistido, si hubiera sido el guardián de su amigo, nada de eso hubiera pasado y ahora, el pequeño estaría con su madre y su padre......de no ser por......

Harry comenzó a hacer ruidos extraños, Sirius lo miro preocupado, se veía mal, pálido y parecía que iba a vomitar. Sirius se levanto y no sabía que hacer, su ahijado se veía mal, y no tenía mas dinero para hacer algo más. No podía llevarlo al medico, por que le cobraría. Comenzó a ponerse nervioso y a caminar en círculos. El niño no parecía reaccionar, estaba en shock, y se ponía cada vez más pálido. Su alma estaba desapareciendo poco a poco.

-Ya Harry, tranquilo, encontrare la forma de ayudarte-

Con nervios y temor, puso a Harry en su hombro y le dio ligeros golpecitos en su espalda. Que podía hacer, no conocía nada sobre bebes, como deseaba que Lily estuviera ahí y le dijera que hacer, ya que casi 1 año con su hijo debió aprender varias cosas. Sentía que si algo malo le pasaba a su ahijado, se moriría y no le importaría ir a Azkaban, pero en eso un milagro paso.

Harry eructo débilmente y comenzó a reírse. Sirius lo miro detenidamente, conque eso era, como aun era muy pequeño el no sabía hacerlo solo y él, tenía que ayudarlo, como no lo entendió, ahora se daba cuenta que era de efecto retardado, tenía que agilizar su mente si quería criar correctamente a su ahijado, ya que cuidarlo, era muy difícil, y eso que penas llevaba un día con él y ya iban dos veces que se muere del susto.

-No puedo creerlo, solo llevo un día con tigo-le dijo el pequeño mientras lo veía con dulzura-Y ya casi me muero dos veces, primero por que tenías hambre y luego por esto-dio un fuerte suspiro-Creo que será mas difícil de lo que creí-

Harry sonrió divertido, mientras tomaba el cabello de Sirius que estaba a su alcance y lo jalaba con fuerza. Sirius dio un alarido de dolor, si que tenía fuerza su ahijado.

-Ahora entiendo-dijo sonriendo débilmente-Por que Lily tenía el cabello amarrado-

Harry tiro mas fuerte y Sirius grito un poco mas fuerte, para colmo no podía hacer nada, ya que podía tirar al niño, pero le jalaba tan fuerte el cabello que creía que se lo podía arrancar. Estuvo soportando los jalones por mas tiempo hasta que Harry se quedo dormido, así se libero de las garras y fuerzas de su ahijado.

-Me has dado dos sustos de muerte, babeaste mi dedo y me jalaste el cabello que creí que te lo quedarías en tus manos y aun así.....te ves como un ángel dormido-sonrió dulcemente-Y lo peor de todo, es que te parecer mucho a él-

Sirius fue a la ex-habitación de Remus, dejo a su ahijado en la cama y sonrió al ver que le tenía sujeto con fuerza su dedo. Con cuidado, le quito su dedo a su ahijado y lo miro por unos momentos, se veía tan tranquilo que le recordaba a James, cuantas veces solía cuidar su sueño en la escuela, cuantas veces lo vio acurrucarse en sus brazos o en los de Remus o hasta en el suelo, cuantas veces James le dio las buenas noches antes de dormir.

Había tantas cosas que James le había enseñado, y para sentirse bien, debía enseñarle a Harry todo lo que aprendió de James, tal vez así, la sensación de culpa no sería tan permanente

-Buenas Noches..........James-

Sirius beso dulcemente la frente del bebe y salió silenciosamente de la habitación viendo la ventana, aun no se hacia presencia la tarde, pero debía arreglar esa casa, por bien de Harry y de él mismo.......

Continuara.........................

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Notas de la autora:

Que bueno que les gusto, me alegra mucho, jeje, que hacía bastante tiempo que tenía este proyecto en la mente, por lo menos 1 o 2 meses, como que no me decida, pero bueno, ya ven, no quería que me ganaran la idea :p espero que me dejen reviews, hasta la próxima