DÍA DOS:
Bien...tardamos en caer en cuenta de que habíamos firmado un contrato con una gran y famosa compañía discográfica. Pero en cuanto nos dimos cuenta de lo que pasaba, comenzamos a saltar como infantes de 3 años. Claro está que los muchachos dijeron que para celebrar nos fuéramos todos de parranda. Todos menos Kira, por que era menor de edad.
Para no dejarla sola, me quedé con ella. Alquilamos películas y pasamos la esa noche viéndolas, comiendo hasta reventar y babeándonos con los bombones surtidos que aparecían en la pantalla...(cada día estoy mas convencida de que con cada año que pasa, Brad Pitt y Keanu Reeves se hacen mas y mas hermosos)...
Pasamos una noche divertida, solo para la mañana siguiente tener que entrar a los muchachos al cuarto de hotel en andas por que estaban COMPLETAMENTE borrachos...
En fin...luego de que se les fuera la resaca, volvimos a NG Records, pues Tohma Seguchi quería que hiciéramos pruebas de sonido inmediatamente. Al llegar, me llevé una gran sorpresa al ver a un muchacho llorando a cataratas.
Un muchacho de brillante cabello rosa, mediana estatura, más bien pequeño, aunque no podía ver sus ojos. Estaba tirado en el suelo, casi hecho añicos literalmente. Otro chico de cabello pelirrojo y largo por los hombros reía forzadamente mientras una gran gota de sudor recorría su cabeza, tratando de consolarlo.
Estábamos acercándonos a ellos cuando, para la sorpresa general de mis amigos, una gran y brillosa mágnum se los apareció en frente. De por si, mi tez es blanca nieve, pero me hice transparente, saltando a los brazos de Hyada, quien miraba al sujeto rubio de anteojos oscuros que sostenía el arma.
- WHO ARE YOU!- Nos preguntó en una forma bastante agresiva. Como si pudiéramos responder con un desquiciado portando un arma y apuntándonos como a su siguiente victima...
Pero, repentinamente, una larga pierna pateó su brazo en un perfecto movimiento, haciendo que el arma cayera al suelo, y, para nuestra suerte, no se disparara por accidente. Kira había pateado el brazo de ese extraño sujeto, que ahora la miraba aterrado, con los anteojos por la mitad de la cara, mientras Kira, frente a todos nosotros, lo observaba con unos ojos penetrantes.
-¿¿¿¿¡¡¡¡COMO DEMONIOS SE LE OCURRE, HOMO-SAPIENS RETARDADO, APUNTARNOS CON UN ARMA COMO SI FUERAMOS UN TIRO AL BLANCO, GRANDISIMO IDIOTA!!!!!!????-
Ante la agitación, varios guardias vinieron a ver que pasaba. Solo cuando ese tipo se calmó me baje de los brazos de Hyada.
- Lo lamento...a nuestro representante no le gustan los extraños...- Dijo el muchacho de cabello rojo acercándose a nosotros. Kira comenzó a babear apenas si lo vio...tenia cierta preferencia por los pelirrojos, siempre fue así...
- Si...lo entendemos...pero no tiene derecho a apuntar con un arma a cualquier persona...ni siquiera debería portarla de ese modo...- Dije acercándome también. Ese tipo me daba miedo. Lo medía con la mirada, lista para saltar a los brazos de Hyada de nuevo, quien me miraba, preparado para correrse si yo saltaba de nuevo...gran amigo...
- Y... ¿Quiénes son ustedes?- Pregunto un extraño hombre de anteojos. Tohma Seguchi nos mando llamar. Somos NeverMind, acabamos de firmar con NG. Mi nombre es Malcom.- Dijo dando un paso al frente, estrechando su mano.
El sujeto se presentó como Sakano, el productor de Bad Luck, el grupo cuyo cantante todavía estaba haciendo un largo río de lágrimas a sus pies.
Ellos eran los integrantes de Bad Luck, uno de los más famosos grupos de todo el país del sol naciente.
Nos cayeron bien desde el principio, pues cuando el muchacho pelirosado dejo de llorar, nos hizo reír mucho con cualquier cosa que hiciera. No nos quedaron dudas de que le faltaban unos cuantos tornillos, y de verdad, unos cuantos tornillos...
Aunque nos costo despedirnos, teníamos una prueba de sonido pendiente, y, cuando llegamos a nuestro estudio de grabación, Tohma Seguchi nos estaba esperando con todo un equipo técnico. Aun creíamos que era un sueño.
- Muy buenos días.- Dijo sonriendo, como siempre.
- Seguchi-san, buenos días.- Kira y yo hablamos al mismo tiempo. Parecía reír por el estado en el que estaban nuestros amigos, pero mientras pudieran poner sus manitas sobre los instrumentos correspondientes no habría mayores problemas...
La prueba comezó en un abrir y cerrar de ojos. Pronto, una gran cantidad de gente que trabajaba en el lugar, incluidos los miembros de Bad Luck, estaban mirándonos. El único inconveniente fue que Erik rompió una de sus cuerdas, aunque sus maldiciones en nuestra lengua natal hicieron reír a muchos.
- Suenan muy bien, y eso que no estoy acostumbrado a escuchar su estilo de música.- Shuichi me palmeó la espalda tan fuerte que mis pulmones casi salen por mi boca. Reí forzadamente por no hacerle el mismo gesto de cariño.
- Espero con ansias poder escucharlos también.- Respondí.
- Y, ¿A quienes han conocido hasta ahora? En este estudio frecuentan estrellas increíbles, lo habrán notado.- Hiroshi se nos acercó, seguido por Suguru.
- Mhh...aparte de Seguchi-san, solo a un muchacho con cara de idiota...Saruma...no, Sakuma Ryuichi. Si, ese es su nombre.-
Lo que siguió a mis palabras fue un gran acaloramiento por las llamas que me lanzaba Shuichi por sus ojos, antes azules. Comenzó a saltar y a gritar por toda la habitación lanzando fuego por sus labios, hasta que Hiro lo bajó de un golpe.
- ¿¡¡COMO SE TE OCURRE LLAMAR A SAKUMA-SAN DE ESE MODO?!!.- Realmente me sorprendió. Ya no parecía el muchachito llorón que vimos cuando llegamos a NG.
- Eh...debo creer que lo conoces, ¿Verdad?...- Solo atine a rascarme la cabeza. No creí conveniente hacer algún chiste sarcástico con ese niño en un estado parecido.
- ¡¡¡¡¡SAKUMA-SAN ES MI DIOS!!!!- Grito con fuego a su alrededor. Solo me lo quedé mirando.
Vaya...si le tenia tanta admiración era por algo...tal vez no fuera un idiota como yo pensaba... pero vamos, entiéndanme, el tipo tenia un conejo rosado sobre su cabeza y me llamaba nombres bobos...¿que esperaban que pensara?, ¿que era un ganador del Premio Nobel?.
Eeeeeen fin...siguiendo con el relato...Luego de varias horas de estar haciendo diferentes tipos de pruebas, nos dejaron tomar un descanso. Una lata de refresco estaba golpeando con fuerza el canasto metálico de la máquina cuando, frente a mis ojos, un conejo rosado me dio un beso en la nariz...
- ¡¡¡¡Eny-A-chan!!!!. ¡¡¡¡Buenos diiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiaaassss na- no-DA!!!!!- Grito una voz a mis espaldas. Una voz chillona, parecía la de un infante. Pero supe de quien se trataba.
Me di vuelta y ahí estaba. Ataviado con una camisa negra y jeans azules, sosteniendo a Kumagoro entre los brazos, como si fuera su bebé, estaba Ryuichi Sakuma. Su sonrisa se extendía tanto que no parecía físicamente posible que se hiciera más grande. Comenzó a reír nuevamente.
- ¡Muchas felicidades, Eny-A-chan!- Dijo mirándome sus ojos brillosos, extendiéndome la mano para felicitarme. Me sorprendí en ese momento. A pesar del sobrenombre estúpido, me estaba felicitando. Bien, era un comienzo, ya no era una burla como la del micrófono. Sonreí.
- Muchas gracias, Sakuma-san.- Extendí también mi mano, pero no me encontré con la suya, sino con la patita derecha de Kumagoro. Abrí mis ojos de par en par. Lo miré extrañada.
- ¡¡Kumagoro también te felicita!!- Corrijo lo que dije anteriormente...SI era físicamente posible que su sonrisa se hiciera más grande.
Soy partidaria de las bromas, pero no que me tomen el pelo haciéndome creer que un conejo de felpa me esta dando la mano. Sin embargo, miró su reloj de pulsera, y volvió a ponerse a Kumagoro sobre su cabeza. Tomó mi mano entre las dos suyas.
- Me tengo que ir, sino Noriko-chan va a golpearme mucho, ¿verdad Kumagoro? Noriko-chan es buena persona pero tiene mucha fuerza cuando se enfada, ¿verdad Kumagoro? Increíblemente, movía su cabeza haciendo que Kumagoro pareciera responder...- ¡¡¡Hasta prontito, Eny-A-chan!!!- Y se fue saltando.
- Si...nos vemos, Sakuma-san...- Me lo quedé mirando con una gran gota de sudor recorriendo mi rostro. Había comenzado a pensar seriamente que ese sujeto era un idiota.
Malcom me bombardeó de preguntas cuando me vio parada frente a la máquina de refrescos, mirando un espacio vacío donde antes había estado Sakuma-san. Pero solo le respondí que me felicitaron por nuestro logro, no mencioné nombres. Malcom era capaz de molestarme con eso hasta el fin del mundo.
Seguchi-san nos mandó llamar. Casi había terminado el día en el estudio. Había sido bastante provechoso, pero no queríamos ilusionarnos. Por más que gustara nuestra música, no teníamos intenciones de que se nos subiera la sangre a la cabeza, pues la caída seria muy dura, y teníamos bien en claro que nos faltaban cosas por aprender.
En el camino a casa, Kira se había dormido sobre mis piernas, los brazos le temblaban, me dijo, nunca había golpeado con tal fuerza los platillos. Nos confesó con entusiasmo que parecía poseída en ese momento. Los muchachos hablaban entre ellos, entusiasmados por la noticia que nos había dado Tohma. Nerviosos también. No iba a ser nuestra primera interpretación frente al público, pero si una a este nivel.
Además, todos acordamos que el día que no tuviéramos miedo de subir a un escenario, nos retiraríamos oficialmente de la música.
Erik quería salir a celebrar como la noche anterior, pero los muchachos le dieron semejante paliza que terminó durmiendo como un bebé...no mas daikiris por un buen tiempo, dijeron...
Me tiré agotada en mi cama, luego de haber arropado a Kira en la suya y cerrado la puerta. Las palabras del señor Tohma aún me daban vueltas en la cabeza, como si las estuviera escuchando. Nuestra cara de asombro, alegría y temor fueron alucinantes. Esperábamos todo, menos una cosa como esa. Como dije, no iba a ser nuestra primera interpretación, pero el lugar ya estaba fijado, también la fecha, y nos aclaró que teníamos mucho trabajo por delante. Los muchachos saltaban de la emoción. Me había quedado estática, y pude saltar por que me sujetaron de ambos brazos y me movía por que ellos se movían.
Las luces estaban apagadas, al igual que las de mis amigos. Un día largo y cansador había pasado delante nuestro, y otro aún mas agotador venía en pocas horas. Las luces de neón que entraban por la ventana alumbraban levemente los muebles del lugar.
Hablé en voz alta, sin darme cuenta, y totalmente sola en la oscuridad de mi habitación:
- Voy a cantar con Ryuichi Sakuma...-
---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Hola de nuevo!. Perdon por la tardanza, pero tuve un gran bloqueo con respecto a este fic Xx, pero aca esta el segundo cap.
Joi y Mirel, gracias x todo lo que dijeron del fic, espero que les siga gustando y que no me peguen muchito XD.
Dannan, muchas gracias x tu review, espero que este capitulo te guste tanto como el anterior.
Espero que les guste, y espero opiniones, criticas, sugerencias, lo que ustedes prefieran.
Muchas gracias y hasta pronto!!!!!.
