DÍA TRES:
Recapitulemos...firmamos un contrato con una gran compañía, a Tohma Seguchi prácticamente lo impactamos con nuestro estilo, íbamos a tocar en nuestro primer concierto a gran escala...e iba a cantar con Ryuichi Sakuma.
No conocía en ese momento su forma de comportarse en el escenario, pero simplemente no me gustaba la idea de que un tipo me estuviera saltando al lado y gritando "¡¡¡¡Kumagoro NANODA!!!!", en mi oído... Claro que hasta ese momento, jamás ninguno de nosotros había visto a Ryuichi en el escenario.
Nos íbamos a llevar una GRAN sorpresa sobre eso...
Esa mañana desperté con Kira saltando sobre mi estómago. A veces esa niña me saca de quicio, pero nada que una buena paliza no solucione...Los muchachos ya estaban desayunando. Tenían peor cara que la mía. Kira los había despertado a todos de igual forma.
Afuera llovía torrencialmente, no habían previsto esa tormenta. Parecía salida de la nada, y como cualquier día lluvioso, no daban ganas de mover un solo dedo. Mucho menos de subirse a una combi e ir a trabajar. Pero de un modo u otro, estábamos más que entusiasmados. Además, ese día conoceríamos a nuestro manager.
Seguchi-san nos dijo que iba a proporcionarnos el mejor manager que conocía. No teníamos idea de quien podía ser dueño y digno de tal definición. Nuestra sorpresa fue inmensa, más que inmensa, cuando nos dimo cuenta de que lunático, ex convicto del pabellón de enfermos psiquiátricos y violentos de Alcatraz, iba a ser el hombre que dirigiría nuestras vidas como profesionales...Íbamos a compartir manager con Bad Luck, quienes nos recibieron con guirnaldas y globos cuando llegamos al estudio.
- ¡GOOD NEWS!, Seré su manager desde este momento.- El alto rubio norteamericano me tendió la mano mientras me apuntaba con su queridísima mágnum. Luego nos dijo que era nueva, por eso estaba tan contento, y que si lo hacíamos enfadar íbamos a ser los primeros en probarla...
- ¿Es cierto lo que nos contó K? ¿Su primer concierto será en compañía de Nittle Grasper?- Hiro tomaba sorbos de su café mientras Shuichi-kun solo mordía la falda de su camisa con los ojos llorosos.
- Eh...si...por eso vinimos desde tan temprano, quedamos encontrarnos con el señor Seguchi, Noriko-san y Sakuma-san para comenzar con los preparativos.- Erik fue quien respondió. Había entablado cierto compañerismo con Hiroshi Nakano. Ambos tocaban el mismo instrumento, de modo que tenían cierta conexión o como quieran explicarlo.
Mientras ellos hablaban tranquilamente, siendo solo interrumpidos por los gritos de Shuichi-kun, Kira, Hyada, Malcom y yo estábamos calentando un poco en el escenario donde habíamos tocado por primera vez frente a Seguchi-san.
Fue ahí donde escuche algo que nunca creí haber escuchado. Entre los sonidos de acordes que producían mis amigos en sus instrumentos, y por sobre mi voz en el micrófono, escuché otra voz. Todos lo escuchamos.
Alguien estaba entonando una canción en japonés, pero más allá del idioma, su voz era algo imponente. Llena de gracia, estilo, carisma, potente, y no parecía estar utilizando ninguna clase de micrófono.
- Enya, ¿Qué es eso?- Kira se me acercó, dejando de lado la batería que hasta hace un momento estaba utilizando.
- No lo se, Kira...- Fue lo único que pude decir antes de saltar del escenario al suelo, y caminar a paso lento y seguro hacia donde creía, venia esa voz.
Salí al pasillo, nadie estaba ahí, caminé unos pasos hasta una puerta entreabierta cercana a donde nosotros estábamos. Me tomé el atrevimiento de entrar, y mis ojos se abrieron de par en par, al ver a Ryuichi Sakuma de pié sobre una silla, conectando cables de un micrófono a una consola que no podía alcanzar, cantando, calentando la voz para poder entonar luego con ese micrófono.
Me quedé parada como idiota mirándolo, escuchando su voz, una voz que, sin otras palabras, jamás creí escuchar. Notó mi presencia, y me miró a los ojos. Me sobresalté. Su mirada ya no era la del infante, sino la de alguien adulto, decidido, completamente diferente a la que yo conocía por su parte.
Dejó de cantar, por lo que interpreté que lo había molestado. Pero ¿Qu me estaba pasando? No entendía en ese momento por que me sentía tan intimidada por un sujeto que en otras circunstancias hubiera golpeado por exceso de idiotismo.
Entonces, algo me tomó de las manos, y me jaló hacia el escenario. Sakuma-san había vuelto a ser el niñito de siempre, y me miraba con sus ojos brillosos, extendiéndome un micrófono. Por un momento, había quedado hipnotizada por él, y no me di cuenta de cuando cambio a su estado normal...
- Eny-A-chan, canta algo para mí y para Kumagoro, ¿si?- Me dijo a modo de súplica. Lo miré como si hubiera perdido la razón. No entendía absolutamente nada.
- Pe...pero tu hace un momento...- Traté de balbucear.
- Si, pero quiero escucharte a TI. A Kumagoro le gusta mucho como cantas, y a mi también me gusta mucho como canta Eny-A-chan. Poooooooooooooooooooofavooooorrr noda. –
Sus ojos no podían hacerse mas grandes, y parecían los de un perrito triste y suplicando atención.
¿Este era el mismo sujeto que hace un momento me había dejado totalmente anonadada con su voz? Me sentía molesta, parecía que me estuviera tomando el pelo. Siempre tratando a su conejito como a otra persona, y hablando por él.
Sin embargo, no había signos de maldad o burla en sus ojos azules. El cabello le caía en el rostro, dándole el aspecto de un verdadero niño. Sin saber por que rayos, sonreí, levantando una ceja.
- Bien...si tu lo dices...- Tuve una idea en ese momento.- Pero luego tu tendrás que cantar algo para mí.-
- ¿Whe?- Me dijo con los ojos muy abiertos y señalándose a si mismo. Entonces sonrió- ¿Kumagoro también puede cantar?- Dijo señalándolo.
Volví a mirarlo con una gran vena en la frente. Otra vez metía a su conejito rosado en el medio...Pero ni modo...quería saber en ese momento si era realmente él dueño de esa voz que habíamos escuchado con los muchachos, quienes estaban en la puerta, observándolo todo.
- Es...Esta bien...Kumagoro puede cantar si quiere...- Dije rascándome la cabeza. Kira tuvo que taparse la boca para no carcajear. Malcom solo me miraba con los ojos abiertos, alternando entre Ryuichi y yo.
Comencé a cantar a capella mi canción favorita de Nightwish, Sleeping Sun. Esa canción es de verdad una de las mejores a mi parecer, y una de las mas grandes inspiraciones para nuestro grupo.
"The sun is sleeping quietly
Once upon a century
Wistful oceans calm and red
Ardent caresses laid to rest"
Ryuichi Sakuma me estaba mirando con los ojos bien abiertos, podía decir que me desconcertaba el verlo así. Pronto, sus facciones se contrajeron de tal manera que logró la misma mirada que había visto minutos antes. Se me hizo un nudo en la garganta al verlo así nuevamente. La impresión era demasiada. Una transformación muy drástica.
"For my dreams I hold my life
for wishes I behold my night
The truth at the end of time
Losing faith makes a crime"
Imaginando, tocando mentalmente la música para saber cuando comenzar a cantar de nuevo, vi asombrada como Ryuichi se ponía de pié, dejando a Kumagoro en la silla contigua a la suya, y se subía al escenario junto conmigo. Mi asombro fue mayor cuando la misma voz que nos había dejado atónitos comenzó a cantar junto con la mía, en perfecta armonía.
"I wish for this night-time
to last for a lifetime
the darkness around me
Shores of a solar sea
Oh how I wish to go down with the sun
Sleeping
Weeping
With you"
Sólo en esa última parte de la estrofa, en ese mismísimo momento, me miró a los ojos. Simplemente no pude seguir. Los ojos de Sakuma-san eran increíblemente profundos. Transmitían algo que no podía explicar con palabras. Vi de soslayo que los muchachos se miraban asombrados entre ellos, como si no entendieran nada de lo que ocurría, y sorpresa, nadie lo entendía realmente...
El rostro de Ryuichi cambió nuevamente luego de estar mirándonos a los ojos en ese lapso de tiempo. Sonrió ampliamente, y su voz volvió a ser la que yo conocía.
- Eso estuvo muy bien, Eny-A-chan.- Dijo con la misma sonrisa. Mi rostro pasó de blanco a rojo.
Entonces, gritó de asombro. Casi caigo del escenario por el susto. Bajó de un salto y abrazó a su conejo.
- ¡¡¡¡PERDONAME KUMAGOROOOOOOOO!!!! ¡¡¡¡BUAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA OLVIDAMOS QUE KUMAGORO QUERIA CANTAR POBRECITO KUMAGOROOOOO!!!!- Había comenzado a llorar a cataratas. No podía creer lo que veía. Sentí que me tocaban el hombro. Era Malcom. Kira solo se limitaba a consolar a Ryuichi, dándole ligeras palmaditas en la espalda.
- Malcom...- Dije en voz baja.
- Dime...- Me respondió de la misma manera. No estábamos mirándonos en lo absoluto.
- ¿Dónde rayos nos metimos?...-
- Ve tu a saber...- Su voz sonó con un tono chistoso.
Tanto nuestro escepticismo como el llanto del dueño del peluche fueron interrumpidos por unos ligeros aplausos. Era Seguchi-san.
Nuevamente, ese tipo nunca dejaba de sonreír. Nos preguntábamos si no se le trababa la mandíbula o se le enfriaba la cara de tenerla siempre en la misma posición...
- Veo que estuve acertado en pedirles que toquen junto a nuestro grupo. Si Enya Nevelainen y Ryuichi Sakuma logran nuevamente esa química, entonces Nittle Grasper y NeverMind serán todo un éxito tocando juntos.- Sonaba realmente entusiasmado. Como si de verdad la unión de nuestros estilos fuera algo novedoso y único.
Pero era cierto, había sentido la química entre Sakuma-san y yo. Aunque las mariposas en el estómago no se me hubieran ido, su voz se acoplaba perfectamente a la mía. Si Noriko-san y Seguchi-san lograban acoplarse a los muchachos, la fusión sería algo simplemente impresionante.
Luego de esos acontecimientos, los muchachos comenzaron a trabajar con Seguchi- san y Noriko. Parecían amigos de toda la vida. Hasta Hyada hablaba más seguido.
Los muchachos de Bad Luck venían a visitarnos, y entablamos una gran amistad con ellos. Eran verdaderos profesionales, a pesar de que los problemas personales de Shuichi causaran tantos problemas, el niño realmente sabía y sentía lo que hacía.
Por otro lado, las letras iban a estar a cargo de Sakuma-san y yo. Esperaba que, tratándose de trabajo, Ryuichi se pusiera en serio, que su mirada fuera tan adulta como la había visto, y que pudiéramos trabajar en equipo. Pero tardamos tres horas en escribir solo una estrofa, debido a que solo saltaba y jugaba con Kumagoro.
- Sakuma-san...por favor...debemos terminar esto...- Mi vena era cada vez mas visible.
- ¿No da?- Me miró con ojos brillosos.
- Olvídalo...- Me di por vencida. Pasaba de media noche. Los ojos se me cerraban y luchaba por mantenerlos abiertos.
Los muchachos se habían ido, teníamos que terminar las letras, así que decidí quedarme, obligando también a Ryuichi. Se negaba rotundamente, pero parece ser que el respeto que le tiene a Noriko-san es similar al que un niño pequeño le tiene a su madre cuando esta pierde por completo los estribos...Debido a que con solo dos gritos que le dio, Ryuichi aceptó quedarse.
Éramos los únicos en el edificio, aparte de los guardias de seguridad. Vasos y vasos de café y golosinas se acumulaban en una mesa mientras trataba de exprimir lo poco que me quedaba de cerebro a esas horas.
Sería una noche muy larga junto a Ryuichi...
------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Hola a todos de nuevo!!!. Muchas gracias por todos los reviews =D, no saben cuanto me ayuda saber que les gusta esta historia. Disculpen la tardanza, pero he estado algo ocupada, jeje.
Bueno, espero que me digan que les pareció el tercer día en esta historia.
Nos vemos!!!!
