NOCHE SEGUNDA:
Abriendo los ojos pude identificar una gran mancha frente a mi. Totalmente borrosa, y no me ayudaba el hecho de verme obligada a cerrar los ojos por el intenso dolor de cabeza.
Sentí que estaba acostada sobre algo blando, cálido. Se sentía extrañamente bien. Entonces recordé. Ese imbécil de Tatsuha Uesugi...Abrí los ojos de golpe, olvidando por completo el dolor punzante en ambas sienes.
Me sorprendí de ver que no estaba en la oficina. No estaba en NG Records. Era una habitación bastante lujosa. Pronto identifiqué como Kumagoro a la gran mancha rosa frente a mi...
- ¡¡¡¡¡¡ENY-A-CHAN YA DESPERTOOOOOO!!!!!!- Fue lo único que gritó Ryuichi Sakuma cuando se me arrojó encima.
Estaba tan anonadada que solo pude mirarlo con los ojos desorbitados. Tratando de acomodar en mi cabeza todos los acontecimientos que recordara, para darme cuenta de cuando rayos había ido a parar a la casa de Sakuma-san.
Ryuichi había comenzado a acurrucarse como un cachorrito contra mis piernas, moviéndose, tratando de encontrar lugar y hacerse espacio como si pensara dormir allí.
- Sa...Sakuma-san...- Traté de modular, pero estaba demasiado sorprendida. Sentada en la cama, tapada hasta la cintura, con un chibi-Ryuichi acurrucado entre mis piernas.
- Me preocupé mucho, Eny-A-chan. Por eso te traje a casa.- Dijo cuando me miró con los ojos brillosos.
Lo miré aún más asombrada que antes. Fue entonces cuando me sonrojé a mas no poder. Por furia y vergüenza, pues recordé lo que había pasado justo antes que me desmayara. Presioné con fuerza los puños, atrapando en mi mano parte de las suaves sábanas con animalitos.
- P...Por...Por favor...dime que ocurrió...-
Cerré los ojos esperando que me dijera lo peor. Me había desmayado y no recordaba absolutamente nada. No respondió. Levanté la vista, y me encontré con la tierna pero adulta mirada de Sakuma-san, viéndome directo a los ojos.
Fue entonces cuando sonó el timbre, sacándonos del trance. Su rostro volvió a hacerse como de niño. Se levantó de un salto y fue de ese modo hacia la puerta.
- ¡¡¡Puerta puerta puerta tocan tocan tocan puerta puerta puerta tocan tocan tocan!!!- Comenzó a cantar en una tonada infantil mientras se dirigía a la entrada.
Miré a mi alrededor. No parecía la habitación de Sakuma-san en lo absoluto. Al menos no la del Sakuma-san que había salido hacia unos segundos. Las paredes empapeladas en un soberbio azul marino, muebles de algarrobo y adornos de buen gusto. Incluso la cama, lo único que desentonaba eran las susodichas sábanas de animalitos...pero hasta eso le daba un toque simpático.
- ¡¡Enya que bueno que estas bien!!- Gritó Kira lanzándose a mi cuello, encerrándome en un tierno abrazo.
- Y lo estaré aún más si tengo aire para seguir viviendo...- Dije esbozando una sonrisa sarcástica. Me golpeó la nuca amistosamente y reímos.
- Es un alivio verte bien, saltamontes.- Dijo Malcom entrando a la habitación, seguido por Hyada y Erik.
Me los quedé mirando, sonriéndoles uno por uno. Todos mantenían la misma risa, excepto por Hyada. Pero de él eso no me sorprendía. Noté cierta preocupación en sus ojos verdes. Todos se me acercaron, rodeándome. Era una escena agradable, se sentía bien. Me preguntaba por que Sakuma-san no había vuelto de atender la puerta con el resto.
- Parece que vinieron todos. Oigan...alguien podría decirme que fue lo que...-
Detuve mis palabras cuando otra figura conocida entro en la habitación, deteniéndose a los pies de la cama.
Tatsuha me estaba mirando con cara de verdadero arrepentimiento y tristeza emanaban de sus ojos. Ya no sonreía. Parecía mas bien un perrito arrepentido por haber mordido a alguien por error.
Claro que en ese momento no analicé todo esto...
- ¡¡¡¡¡¡¡¡TU MALDITO PEQUEÑO DESGRASIADO DEL DEMONIO COMO TE ATREVISTE A HACERME ESTO TE JURO POR TODO EN ESTE MUNDO QUE NO VAS A VOLVER VIVO A TU CASA GRANDISIMO IMBÉCIL!!!!!!!!- Grité con todas mis fuerzas levantándome de un tremendo salto de la cama.
Me hubiera arrojado a su cuello y clavado mis uñas en el, arrancándole la cabeza. De hecho lo intenté, pero las manos, brazos, piernas, cabezas de mis amigos me lo impidieron. Los cuatro me estaban sujetando con todas sus fuerzas, evitando que pudiera moverme.
- ¿¡Pero que rayos les pasa?!. ¿No se dan cuenta de lo que este cretino quiso hacerme?- Los miré buscando respuesta.
- Enya...el ya recibió su merecido...- Hyada me habló mientras sostenía mi cintura con fuerza y ternura a la vez, cuidando no lastimarme con sus dedos.
- Enya yo...- Tatsuha había comenzado a hablar con voz baja y quebrada.
- ¡¡¡No te atrevas a dirigirme la palabra engendro del demonio!!!- Le grité a flor de piel.
- ¡Enya lo lamentó mucho!. Por favor te suplico que me perdones...- Sus ojos habían comenzado a llorar. En ese momento no me importó en lo más mínimo.
Los muchachos se levantaron y comenzaron a irse. Los miré asombrada. Entendía el mensaje, era mejor dejarnos hablar solos. Había mucho que explicar.
Tatsuha se acercó hacia donde estaba, quedándose de pié a mi lado. Aún lo miraba con desconfianza, mientras sentía como mi corazón iba latiendo cada vez más lento. Debía calmarme. Lloraba pequeñas gotas de sus ojos oscuros. Tal vez sus disculpas fueran sinceras...
- Te escucho...- Miraba sin mirar hacia el lado contrario donde él estaba.
Había comenzado a retorcerse la falda de la camisa. Luego me confesó que de verdad, por primera vez en mucho tiempo, se sentía arrepentido de verdad. Comprendía su error, y estaba totalmente avergonzado conmigo.
- Enya...-
- ¿Por qué trataste de abusar de mi, Tatsuha?- Mi voz fue tajante, lo mas áspera que podría haber sonado nunca.
- Verás...Sakuma-san...el lo es todo para mi...y cuando vi que tu...y el...bueno, sentí unos celos terribles...- Se detuvo para mirarme. No podía creer lo que estaba escuchando.- Y...decidí que esta era una forma de que te alejaras de él...-
Quería destrozarlo. Mi furia no iba a poder contenerse por mucho tiempo más. ¿Todo esto por unos estúpidos celos de fan enfermizo? ¡¡Por favor ese tipo estaba totalmente demente!!
De un modo u otro, traté de calmar el fuego que se había encendido en mi en ese momento...
- De modo que quisiste violarme por celos...- Mis ojos parecían dos cubos de hielo.
- Enya por favor, te suplico me perdones. No se que me paso. Pero no quise lastimarte de ese modo.- Tatsuha había comenzado a llorar.
Sentí lastima por el. Increíble, pero sentí lastima por ese niño. Solo era un adolescente a fin y al cabo, todos pasamos por esa edad, en la que no medimos las cosas. No aprobaba por ningún motivo lo que había hecho. Pero no se por que esas palabras salieron de mi boca.
- Esta bien...no hay nada que perdonar...ya paso...- Esbocé una pequeña sonrisa al terminar la frase.
- Enya...- Su rostro se iluminó.- ¡¡GRACIAS!!.-
Lanzo un grito de euforia, lanzándose a mi cuello, aunque no llego a destino...pues mi puño se incrustó en su rostro.
- No te tomes tantas confianzas...- Mi rostro volvió a amargarse. Aunque no estuviera enojada.
Se incorporó, sentándose a un costado de la cama. Miraba al suelo, lo noté muy, demasiado triste.
- ¿Qué ocurre?... Te dije que todo estaba bien.- Le dije mirándolo asombrada.
- Es que...cuando intenté...hacerte algo...llegó él...- Las lagrimas volvían a juntarse en sus ojos.
- ¿Él?-
- Enya...jamás había visto una mirada similar...siquiera en mi hermano Yuki...una mirada de odio tan profundo, tan fuerte...y dirigida a mi...Sakuma-san me miró con tal odio en sus ojos que jamás podré borrar esos puñales que se clavaron en mi pecho en ese momento...-
Abrí los ojos de par en par. Sakuma-san había sido quien me rescató en ese momento...la persona que entro cuando sentí la puerta...Vaya...jamás creí que podía hacer eso por mi...y el dolor de Tatsuha era tan inmenso que me contagio a mi...de verdad, estaba destrozado...
Entonces, algo sucedió. Una bola apareció girando en el aire, y calló pesada en la cama. Ryuichi nos miraba a ambos con ojos brillosos y una GRAN sonrisa.
- ¡¡¡Ya prepare la cena!!!¡¡Eny-A-chan vamos a comer!!- Dijo mirándome. Giró su rostro, enfocando a Tatsuha. El muchacho se sobresaltó.- ¿Tatsuha-kun quieres quedarte a cenar con nosotros?.- Pregunto con toda naturalidad.
Tatsuha y yo nos miramos. Lo había perdonado también...Parece ser que Sakuma-san vio verdadero arrepentimiento en el chico de 16 años...Tatsuha comenzó a llorar a cántaros. Se puso de pié, cubriéndose el rostro. Sonreía.
- Muchísimas gracias por todo, pero no puedo quedarme. Enya-san, Sakuma-san...Nos veremos otro día.- Y corrió fuera de la habitación.
Ambos nos lo quedamos mirando sin comprender en un principio. Tiempo después, Tatsuha nos explicaría todo. Estaba más que feliz por que ambos lo habíamos perdonado por su falta...
- Eny-A-chan, ¿Ya te sientes bien?.- Preguntó volteándose hacia mi.
- Eh...si...¿Y los muchachos?.-
- Los chicos dijeron que te dejarían pasar aquí el resto de la noche, para que descances mejor. ¡Kumagoro también pensó que era una buena idea!.- Dijo alegremente tomando a su conejo entre manos.
- Ah...Sakuma-san...creo que debo...darte las gracias...- Levanté la mirada y me encontré con la suya. Nunca sus ojos me parecieron tan bonitos y llenos de ternura.- Me salvaste de una muy grande hoy...-
Ryuichi se me quedó mirando, como si me examinara. Sentado a la orilla de la cama, vestido de entre casa, tan solo con una remera negra de manga corta y pantalones de jeans, descalzo. Cualquiera hubiera pensado que éramos una joven pareja en esa situación.
Entonces, rió.
- Vamos a cenar, Eny-A-chan.- Y se le congeló una gran e infantil sonrisa.
Asentí. Estaba por levantarme, cuando de repente sentí un extraño escalofrío. Como si una fresca brisa me hubiera llegado de repente...y recorriera toda mi espalda.
Miré hacia abajo y vi con asombro que nada más que mi sostén cubría la parte superior de mi cuerpo...había estado semi-desnuda todo el tiempo y ninguno de los que me vio pudo decirme algo...
¿Qué como no me di cuenta?... Quisieron abusar de mi, vinieron mis amigos y el mismo abusador a hablar conmigo, ¿creen que tuve tiempo de notar si tenia algo puesto?...
- Sakuma-san... ¿por que estoy semi-desnuda?- Pregunte sin mirarlo. Solo miraba como mis senos se exhibían cubiertos por un sostén negro.
Ryuichi se rascó la cabeza, como si no entendiera a que me refería. Miro hacia arriba, hacia abajo, a los costados, con movimientos rápidos y frenéticos una y otra vez. Entonces, me dirigió la mirada.
- Pues...tu camisa estaba manchada...así que te la quité para que durmieras...pero cuando quise ponerte una de mis remeras, pesabas demasiado para poder ponértela mientras estabas dormida, ni siquiera Kumagoro te pudo levantar, ¿Verdad Kumagoro?.- Y me mostró a su conejo.
Solo lo miré, larga y pausadamente. A él, y a Kumagoro también. Se veía tan inocente, tan niño. Puedo decir que me dolió a mí también cuando levanté mi mano derecha y la estrellé contra su mejilla en una pequeña pero certera bofetada.
Me miró de repente, con los ojos abiertos de par en par. Entonces, comencé a reir a carcajadas, como hacia mucho no reía.
Tomé la remera que Sakuma-san traía en sus manos para darme, y me la puse, mientras me paraba junto a la cama. Volví a reír. Me quedaba enorme. Una azul marino de mangas negras largas. Lo miré. Me estaba observando con Kumagoro en brazos, como quien mira a un lunático. Sonreí amplia y cariñosamente. Una sonrisa sincera hacia él.
- ¿No dijiste que íbamos a cenar, Ryuichi?.-
No me di cuenta cuando lo llamé por su nombre. Creí que se molestaría. Pero no lo hizo.
Ryuichi Sakuma plantó una gran sonrisa en su rostro de niño, y saltando comenzó a caminar a mi lado. Me hablaba, comentándome cosas, de lo rico que cocinaba, por que Seguchi-san y Kumagoro le habían enseñado desde que se fue a vivir solo.
Algo estaba cambiando en mí hacia él. Lo estaba viendo como algo más que un compañero de trabajo. Lo estaba viendo como un amigo.
Fue una de las noches más locas y divertidas de mi vida junto a Ryuichi Sakuma.
------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Hola de nuevo!!!!!!!!!!. jajaja, esto es ser rápido no? =P, jajaja, es que estoy haciendo todo lo posible por poder actualizar rápido, puesto que en pocos dias comienzo la facultad =::::::(, y eso me va a sacar muchisimo tiempo.
Muchiiiiiiiiiiisimas gracias de nuevo por los reviews, estoy muymuy feliz de que les guste la historia como dicen. Y si, alguien pudo salvar a Enya y no le hicieron nada malo al final =P.
Jejeje, a mi tambien me gustaría que Ryuichi molestara a Enya, y que me molestara a ami tambien de paso = D....pero nose por que alguien tan tan hermoso tiene que ser un dibujoooooooo =:::::::(.
Bueeeeeeeeeeeeeno, me despido hasta la proxima, y espero que me escriban diciendo que les parece este nuevo capítulo. Espero pronto poder tener el siguiente listo para publicar!!.
