DÍA SIETE:
Pase una noche medianamente tranquila luego de ese gran disgusto.
Recuerdo que cuando salí del baño, Kira se me arrojó al cuello, con unas pocas lágrimas en los ojos.
La abrasé, acurrucándola contra mi pecho. Aún era una niña, y esa horrible pelea la había asustado. Me quedé abrazándola hasta que quedó dormida en su cama, y yo también.
La canción que Ryuichi canto para mi había provocado un efecto que no podía explicar…en ese momento me era imposible explicar nada…solo se me venia a la mente la imagen de Sakuma-san apoyado contra la pared, mientras estuvimos espalda con espalda. Por alguna razón, creía estar viéndolo. Si no fuera por el, aun estaría encerrada y llorando…
Tenía que agradecérselo…
Cuando nos dirigíamos a NG Records, ninguno abrió la boca en todo el camino. Viajábamos mirado el suelo, y por supuesto, Hyada no estaba con nosotros…los muchachos no pudieron encontrarlo, y fue difícil para Malcom contener la furia dentro suyo, y mas aun la de Erik. Se sentía defraudado.
Tiempo después me confesó, que había asumido desde el principio el rol de "pap" del grupo, del hermano mayor que cuida a sus hermanitos. Y que, por primera vez en su vida, sintió que nos había defraudado a todos. Y así era, Malcom era el mayor de nosotros, nuestro ejemplo a seguir como músico y persona. Pero jamás, JAMAS, dudamos de él, y nunca le echamos la culpa de lo sucedido.
No sabíamos como mirar a Seguchi-san para explicarle lo sucedido. Tampoco tenia por que soportarlo. Los problemas personales no tienen mucho que ver con el trabajo. Tendríamos que arreglar las cosas con Hyada por nuestra cuenta, o encontrar otro tecladista…ninguna de las dos cosas parecían factibles… Sin embargo, se mostró bastante compasivo con nosotros…nos permitió tomarnos el dia libre. Dijo que un mal trago como ese no nos iba a dejar trabajar como debía ser. Se lo agradecimos profundamente… Justo antes de salir, nos miramos entre todos…entramos casi en el acto…
El ensayo fue horrible. Apenas si podía cantar. Me equivocaba en cada estrofa, mis amigos no eran capaces de tocar correctamente. Era tan frustrante…mas aun cuando mirábamos el lugar vacío de Hyada…era demasiado doloroso para mi girar la cabeza hacia la derecha, y no encontrar la fría figura de mi amigo…Aunque nos haya tratado así, éramos un familia, y lo amábamos. Nuestra sorpresa fue inmensa cuando una alta figura se apareció por la puerta principal del estudio donde estábamos ensayando.
Hyada estaba de pie frente a nosotros, cabizbajo, con los brazos cayéndole al costado del cuerpo, totalmente demacrado. Su ropa estaba completamente hecha un desastre, ni hablar su cabello, antes brilloso y similar a la ceda.
-Tu…- Comenzó a decir Erik a medida que se acercaba lenta y peligrosamente al recién llegado.- ¿¡Como te atreves a aparecerte?!.- Tuvimos que agarrarlo entre todos, saltándole al cuello, para detenerlo. Estaba fuera de si. Y como para no estarlo…todos nosotros tuvimos que hacer el mismo esfuerzo interno… La voz de Hyada sonó cascada.
-Muchachos…Kira…- Levantó la vista y la dirigió hacia ella.
Kira tenía lágrimas en sus ojos cuando se encontraron con los de Hyada. Bajó la mirada con desilusión, como si muchos puñales se le clavaran en el pecho con solo mirarlo a los ojos. Miró a los muchachos. Erik lanzaba fuego con la mirada, Malcom por su parte, solo se limitaba a observarlo. Como si supiera lo que iba a hacer a continuación.
Finalmente, me miró, cono ojos suplicantes. Quedé petrificada.
-Enya…¿Podría hablar contigo?...- Por un momento, su voz me pareció demasiado similar a la de Tatsuha. Lo mismo por su mirada. Asentí con la cabeza, soltando lentamente el brazo de Erik, caminé hasta mi compañero, y salimos de ahí. Las miradas de los muchachos se clavaron en nosotros con preocupación.
-Últimamente te veo muy cambiado.- Dijo Tohma Seguchi, sentado tras su escritorio, mientras veía como su amigo y compañero de banda jugaba con Kumagoro frente a sus ojos.
-¿Noda?- Fue todo lo que respondió, ladeando la cabeza y mirándolo confundido.
Dos tazas de café dejaban escapar un rico aroma a ron al tiempo que humeaban sobre el escritorio. Hacia rato que habían terminado de hablar sobre el próximo recital, pero Ryuichi se había entretenido jugando con su amiguito, y Tohma simplemente no tuvo corazón como para echarlo. Era demasiado tierno como para sacarlo del recinto.
Seguchi-san sonrió nuevamente. No era una sonrisa forzada, sino una totalmente sincera dirigida a su buen amigo.
-A mi no me engañas. Desde que Enya-san ha venido, cada vez que comportas de forma más adulta.- Colocó sus manos bajo el mentón, apoyando con delicadeza el peso de su cabeza. Luego de una mirada de confusión, logró obtener una amplia sonrisa por parte de Ryuichi.
-¡¡¡¡¡Eny-A-chan es muuuuuy simpática!!!!! ¡¡A Kumagoro le cae muuuuuy bien, noDA!!- Habló finalmente, mordiendo la oreja derecha de su adorado peluche.
Seguchi-san rió con complicidad, mismo gesto que mostraban sus impresionantes ojos verde claro, levantando una ceja de forma sugestiva.
-¿Solamente eso?.- Rió con picardía en sus ojos.
Entonces sucedió algo totalmente extraño. El rostro infantil de Ryuichi se contrajo en una mueca seria, y sus ojos volvieron a tornarse adultos, maduros, y con un dejo de enfado en ellos.
-¿Es que acaso te importa?.- Fue todo lo que dijo.
Tohma no supo como reaccionar. La sonrisa se borró de su rostro, y lo miró totalmente sorprendido.
-Go…Gomen-nasai Ryuichi…no fue mi intención ofenderte con ese comentario…-
-Agradecería mucho que no te metieras en mis asuntos, Tohma…- El rostro de Ryuichi no cambiaba, de igual forma su voz.
Seguchi-san se lo quedó mirando hasta con temor. No era normal una reacción así en su amigo. El tiempo se detuvo en ese momento, totalmente incómodo. Uno de esos momentos donde desearías perder la voz para no pronunciar palabras equivocadas, como las que, pensó Seguchi-san, había pronunciado.
Pero, en el preciso instante en el que intentó pedir disculpas, algo sucedió.
El rostro de Ryuchi volvió a cambiar, extendiéndose su boca en una GRAN sonrisa, y una estruendorosa carcajada se dejo escuchar por toda la habitación. Tohma solo miraba confundido como Sakuma-san se revolcaba por el piso, tomándose el estómago, y riendo a más no poder.
-¡¡¡¡¡¡¡JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA TOHMA SE LO CREYO!!!!!!!! ¡¡¡¡¡¡JAJAJAJAJAJAJA, KUMAGORO ESTABA ACTUANDO Y TOHMA SE LO CREYO TODO!!!!!! ¡¡¡¡¡¡¡¡JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA!!!!!!!!.- Gritaba entre risas.
El rubio solo vio como Ryuichi se ponía de pie, aún riendo, y se retiraba de la habitación dando saltitos, con Kumagoro en brazos.
Se quedó helado un instante, analizando lo que había pasado. Cerró los ojos, moviendo la cabeza con resignación. Sonrió con gracia, llevándose una mano a la frente, levantando con delicadeza unos cuantos mechones dorados.
-No sabes mentir, Ryuichi…-
Hyada me llevó hasta una oficina vacía, cerrando la puerta tras de él. Lo miré seriamente, esperando que comenzara a hablar. Después de lo que había oído, pude comprender que siempre tuvo bastante vocabulario, asi que no iba a tolerar que se quedara callado, como siempre lo hacía.
Sus ojos mostraban una expresión que yo jamás había visto. El color verde de su iris se distorsionaba por una ligera cortina de lágrimas que luchaban por no salir. Algo totalmente impropio de él. Finalmente, habló.
-Enya…yo…- Levantó la mirada, buscando la mía.- No sabes cuanto lo lamento…-
- Quiero…quiero pensar que fue todo un mal entendido…que estabas con efectos de resaca o algo parecido. Por que no puedo creer aun lo que hiciste, viejo…- Increíble, pero aun conservaba para el mi totalmente estúpido sentido del humor. Sonrió tristemente.
- Pense demasiado en todo lo que paso. Y en todo terminó en que yo tuve la culpa…- Su voz parecía quebrarse a medida que avanzaban sus palabras. Desvié la mirada. Sus ojos no dejaban de buscar los míos. Entonces, dijo algo que nunca creí escuchar de él, menos en ese tono de voz. -Lo que dije de ti…lo lamento muchísimo…pero no podía ver como una mujer como tú se desvivía por…un imbécil como Ryuichi Sakuma…- Pude notar el énfasis de las últimas palabras, como si de verdad pensara así de él.
Me lo quedé mirando, hasta que mis ojos se tornaron en disgusto. No iba a permitir eso, por parte de nadie.
-No te permito que hables así, Hyada…- Sus ojos se abrieron de par en par, mirándome como si no entendiera o no quisiera entender lo que estaba diciéndole.- Te prohíbo que hables así de Sakuma-san…Ryuichi no es ningún idiota, así que mejor piensa y mide tus palabras para hablar de él.- Pocas veces mi voz sonó tan firme.
La mirada de Hyada pasó de asombro a una que me fue difícil de identificar. Sus ojos se tornaron tristes, aún más tristes que cuando comenzamos a hablar. Parecía apunto de llorar. Sin embargo, una leve sonrisa se dibujó en sus labios.
-Estas enamorada de él, ¿verdad Enya?.- Bien…pensemos…eso SI me tomó por sorpresa. Y, definitivamente, eso SI me dejó mirándolo como idiota, sin saber que decir. Mis mejillas ardieron como pocas veces lo habían hecho.
Una gran cantidad de cosas se cruzaron por mi mente en ese instante. Imágenes, momentos, palabras, sentimientos que hasta ese momento no había tenido, o no me había percatado de ellos. ¿Estaba enamorada de Ryuichi? Vaya pregunta…no lo sabía. Me era seguro que sentía una gran simpatía por él, aún cuando quisiera matarlo en ocasiones. Sabia que lo consideraba mi amigo…pero también estaba segura de que no era solamente eso a mis ojos…pero, que era, no podía saberlo.
Hyada rió con tristeza.
-Iré a hablar con los muchachos…les debo una disculpa muy grande…en especial a Kira…gracias por escucharme…- Dijo dándose media vuelta.
-Hya…- Comencé a decir, levantando mi brazo con la intención de detenerlo, como si tuviera algo que decirle.
Hyada paró en seco, aún dándome la espalda. Levantó la cabeza, mirándome de soslayo. Estaba llorando.
-Tenemos un camino muy largo por delante, Enya. Voy a remediar mi error, por que los amo a los tres. Son mi familia. Y somos una gran banda, no podemos arrojar todo por la borda, este es solo el comienzo…- Sonreía, a pesar que las lagrimas caían de sus ojos verdes cristalinos con gran fluidez. No fui capaz de ir tras el cuando desapareció dando la vuelta. Hasta el día de hoy que no entiendo el significado de sus lágrimas.
Pasó toda la tarde, reconciliándonos entre nosotros. Aclarando las cosas, y terminamos mejor que nunca. Erik, Malcom y Kira le dieron una paliza, que terminó siendo tan amistosa como las que siempre tenían, como hermanos… Esa tarde, poco nos importo el ensayo, pensábamos que estar bien entre nosotros era lo esencial. Los muchachos de Bad Luck se unieron a nuestras charlas. Incluso Hyada y Suguru pasaron horas en el teclado, dándose consejos sobre diferentes estilos.
Ese niño me recordaba a Kira en su talento. Tan joven y era todo un profesional. Aunque tal vez le hiciera falta algo de vida social…era como si en su trabajo se resumiera absolutamente toda su vida, como si quisiera probarse algo superándose continuamente, y como si hubiera alguien más a quien superar.
Hiro y Shuichi fueron los que mas participaron de nuestra conversación. Fueron momentos realmente agradables.
No había visto a Ryuichi en todo el día. Era extraño en sobremanera, puesto que mis pensamientos no se habían alejado de él…
Los muchachos se habían ido. Me quedé sola en el estudio donde habíamos estado todo ese día, sentada contra una pared, con la cabeza baja, pensando. Todo lo que había ocurrido en esos últimos días me daban muchas cosas para pensar…mi vida había dado un giro de 180º y yo apenas si caía en cuenta de ello.
Estábamos floreciendo como banda metal sinfónica, nuestro sueño desde que la formamos. Habíamos viajado a la otra punta del mapa, conociendo así un país asombroso, rico en costumbres, tradiciones y leyendas. Habíamos conocido a gente maravillosa. Y había conocido a Ryuichi Sakuma…al menos en mi caso, él había provocado ese giro en mí.
Su forma infantil y adulta a la vez de ver las cosas, esa manera tan peculiar de mirar la vida a través de sus ojos azules, me había hecho pensar y replantearme tantas cosas como nunca creí que sería posible. Me sentía totalmente diferente a la Enya Nevelainen que había salido de Nueva Zelanda y pisado Japón por primera vez… Unos pasos detenerse frente a la puerta, mostrando una figura negra y despeinada me sacó de mis pensamientos, supe de inmediato quien era.
-¿Ya te sientes mejor, Enya?....- Levanté la vista, asombrada. Esperaba que se me arrojara al cuello riendo como nene chiquito. Pero me había hablado desde su yo adulto. Desde el Ryuichi que cantaba a mi lado, el Ryuichi que la noche anterior me había ayudado tanto, el que me había besado antes de subir a escena.
Sonreí al ver sus ojos volverse más claros a contraluz del pasillo. Mi sonrisa era mas triste que de costumbre. Todos esos pensamientos que fluían en mi mente solo me habían llevado a descubrir una cosa.
-Si…me siento mucho mejor, Ryuichi…- Crucé las piernas, sentándome derecha en posición india. Aún tenía la cabeza baja.
-Pues…parece lo contrario…no me gusta verte así…- Su voz sonaba dulce, pacifica. Como música en mis oídos realmente. Nuestros ojos se encontraron por un momento. Sonreímos al mismo tiempo.
-Sabes…me he dado cuenta…-Comencé a decir desviando la mirada a un punto fijo. El cabello me tapaba parte de mi rostro. Mi ojos se tornaron tristes nuevamente.- Pese a que me cueste admitirlo…Hyada tenia razón en algo…- Noté como Sakuma-san levantaba una ceja totalmente asombrado. No parecía muy contento de escuchar el nombre de mi compañero.- Hyada…me dijo que todo lo que hacía era para…para impresionarte Ryuichi…y tiene razón-
Sus brazos, que hasta ahora estaban cruzados sobre su pecho, cayeron a un lado. Me miraba anonadado, como si no entendiera lo que le decía. Continué hablando sin mirarle.
-Te admiro tanto, me impresionaste tanto la primera vez que te oí cantar, que quise parecerme tan solo un poco a ti…Por eso me esforzaba, quería ponerme a tu altura…- No sabia si esas palabras eran verdad, o al menos, la absoluta verdad. No podía decir si había tras ellas algún otro significado. Tan solo salieron de mi boca, mezclándose con el aire y formando mi voz.
Callé por unos momentos, hundida en mis pensamientos.
Tan profundo, que no me di cuenta cuando Ryuichi se me había acercado, arrodillándose frente a mi, poniendo su cara a centímetros de la mía.
Quedé petrificada. Sus ojos, azules taciturnos y hermosos, se mezclaban con la claridad y oscuridad de la habitación, dándole diferentes matices, cayendo yo presa de su encanto. Su aliento era cálido. El cabello le caía sobre el rostro, y se movía levemente con cada respiración. Sonrió. Sonrió como sólo él sabia hacerlo…
-No hace falta que quieras parecerte a mi, Enya…- Dijo con dulzura y naturalidad. Levantó una mano, acariciando mi cara. Me estremecí ante el contacto de mi piel con su mano.- Quedé hechizado por tu encanto y tu voz desde la primera vez que te oí cantar…así que no tienes por que impresionarme…lo hiciste hace tiempo…- Sus palabras resonaron en mis oídos por unos momentos, que me parecieron eternos.
El mismo tiempo que Sakuma-san tomó para besarme en la mejilla, y bajar su cabeza hasta mis piernas, apoyándola en ellas.
Lo miré sin comprender. Ryuichi se acomodó en mis piernas, usándome como almohada. Sonrió tiernamente, como si disfrutara de la sensación tanto como yo…si…tanto como yo…
Mi sonrisa fue idéntica a la suya en ese momento.
Hola todo el mundo de nuevo!!!!!!!!!...TERMINE CON LOS PARCIALEEEEEEEESSSSSSSS (por ahora...changos....) jejejeje, pero aca estoy de nuevo, voy a ver como hago para actualizar todo, asi repongo el tiempo que no estuve presente P.
Muchisimas graciaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaassssss de nuevo por todos los reviews y el apoyo que todos me dan!!! realmente me hacen querer seguir escribiendo!!!.
Querida Deraka, tengo MUCHO que agradecerte!!!, en especial, quiero decir que una escenita que aparece este capitulo (la de Ryuichi y Tohma), me la dió ella. Me ENCANTO cuando me la contó, y le dije que iba a usarla. Asi que quiero agradecerte mucho mucho por haberme ayudado con eso!!!. Por otro lado....ME ENCANTO MUCHSISISISISISISISISISISIMO TU FIC SOBRE RYU-CHAN Y TOHMA!!!!!!! aprovecho para decirlo aca...por que sinceramente, me tocó ese escrito...
Aliiiiiiiiiiii mi amiguis Aliiiiiiiiiiiiiiiii muchas gracias por tu apoyo loka!!!!!! me rio muchisimo hablando con vos y delirando como deliramos!!!! estoy rerere feliz de haberte conocido!!!!!!!! y siiiiiiiiiiiiiiiiiiii falta muy muy poquito ; )....
Queria hacer un par de aclaraciones...por que releyendo el fic, me doy cuenta que cometí errores alucinantes...ustedes sepan disculpar...jejeje
Enya es la vocalista lirica de NeverMind, banda proveniente de Nueva Zelanda. Hyada es el tecladista, Kira la baterista, Malcom el bajista, y por ultimo, Erik se encarga de la guitarra....antes que cometa otro error al equivocarme de instrumento P jajajajajajaja, es que marea a veces jajajaja.
Ahora siiiiiiiiiiiiiiii, me despido. Espero volver pronto con otro capitulo!!!. Espero que me manden reviews diciendo que les pareció este capítulo, y si alguno sabe como hacer para sacarle el filtro y dejar que autores anónimos dejen tambien, POR FAVOR DIGANMELOOOOOOOOO ::::::::::::::::::::::::::::::::(, es que nose por que no deja!!!!!! y enserioooooo nose por que!!!!.
Bueno...ya los aburri bastante...nos vemos pronto!!!!!!
