Título: I say patience
Summary: Anakin y Obi-Wan empiezan a sentir algo que nunca antes habían sentido. Ambos aprenden que en este juego la paciencia es lo más importante.
Autor/a: Gala-Granger
Disclaimer: Ninguno de los personajes, términos, etc. de la saga de Star Wars de George Lucas me pertenece.
Idioma: Castellano/Español y por ahí algunos diálogos de los Episodios II y III en Inglés.
Género: ficticio, como ha de ser, pero si quieren más detalles Romance/Drama.
Aviso: este fic puede contener escenas que afecten a los muy sensibles o susceptibles. No están obligados a leerlo.
Una pequeña aclaración para comprender mejor la historia:
Lo escrito entre " es dialogo, lo escrito entre / son pensamientos de Obi-Wan y lo escrito entre ' son pensamientos de Anakin.
Me disculpo por haberme olvidado de aclarar en el capítulo anterior (13) que los capítulos 12 y 13 son paralelos, es decir que pasan al mismo tiempo, pero cada uno tiene un protagonista diferente.
Capítulo catorce-Nunca
La noche cae sobre la ciudad. La luna con sus compañeras estrellas llenan el cielo aterciopelado. Una joven pareja cena a la luz de las velas. No muy lejos de allí, un caballero Jedi camina nervioso por su cuarto. Los dos enamorados esperan el momento.
La Senadora y el joven padawan se miran. Sus miradas se cruzan.
"Debo ir al Templo Jedi esta noche."
"¿Por qué?"
"Hay una reunión de emergencia."
"Pero no puede durar tanto."
"Tengo un entrenamiento pendiente con mi Maestro."
"Entiendo."
"No me esperes."
El aprendiz se levanta y toma su capa. Sale por la puerta y la noche comienza.
En el Templo Jedi, el Maestro espera. Trata de no impacientarse y de aparentar calma. Piensa en lo que va a decir. Intenta ver dentro de su padawan. Está cerca.
Está cerca. Ya casi llega. Siente a su Maestro, siente que él trata de ingresar en su interior. Sabe lo que va a decir. Sabe lo que va a hacer.
Lo siente allí.
Está allí.
Se acercan a la puerta.
Golpea la puerta.
Escucha los golpes.
Cesa de golpear.
Esperan.
Abre la puerta.
Se abre la puerta.
Se miran. Sus miradas pasean por los cuerpos. Se miran como si fueran extraños. Penetran en el interior del otro. Cada uno ve lo ajeno.
"Los impulsos."
"Los has seguido. Toda tu vida le has hecho caso a lo que algo o alguien te impulsa a hacer."
"He venido para que me entrene para saber como actuar."
"No siempre es malo seguir las presurosas decisiones."
"Quiero aprender a distinguir cuando es bueno y cuando es malo."
"Entiendo. ¿Sientes algún impulso en este momento?"
"¿Por qué pregunta?"
"Te siento tenso, inquieto."
"Debo resistir a la tentación, al impulso."
"¿Y cuál es?"
"No lo puedo ver vestido. Siento el impulso de arrancarle la ropa. Siento la tentación de besarlo, acariciarlo, tocarlo, amarlo, sentirlo."
"Interesante. ¿Crees que es bueno o malo?"
"Todo depende."
"¿De qué depende?"
"Si sigo el impulso sin que usted me haya perdonado, sería algo muy malo. Si me disculpa, hay alguna posibilidad de que sea bueno."
"¿Te arrepientes?"
"Sí."
"Dime todo lo que te arrepientes de haber hecho."
"Me arrepiento de haberlo lastimado, de haberlo hecho sufrir, me arrepiento de todo lo dicho que puede haberlo herido."
"Recuerda que puedo ver a través tuyo."
"Mis palabras son sinceras."
"Acepto tus disculpas y espero que aceptes las mías."
"Por supuesto. Bien, si no hay nada más que decir…"
El aprendiz hace un ademán de querer irse, pero su Maestro le toma la mano y lo detiene.
"Aún queda por explicar tu ausencia."
El padawan duda.
"El Canciller me llamó."
"¿Y qué dijo?"
"Nada importante."
Se miran. El deseo corre por el cuerpo del aprendiz. La duda por el cuerpo del Maestro.
"¿Puedo quedarme aquí? Sólo por esta noche."
"Pasa."
Los dos se encuentran enfrentados, en el medio del cuarto. El padawan no puede aguantar el impulso. Sus manos tiemblan. Se acerca. Su Maestro no se mueve, parece no haber percatado el movimiento de su aprendiz. Rápida y sigilosamente, una de sus cualidades más desarrolladas, apresa los labios de su Maestro. No obtiene respuesta alguna. Parece que su presa se niega con toda su fuerza. El padawan toma a su Maestro por la cintura y lo atrae contra su cuerpo. Continúa intentando que su tutor responda. Este ve que no hay otra salida más que seguir el juego, pero debe ser precavido, no quiere caer al vacío del abandono. Responde. Sus labios se tocan con suavidad. Las lenguas viajan al placer.
Poco después se encuentran ambos en el suelo. Las ropas tiradas por todo el cuarto.
Dormitan.
El Maestro abre los ojos. Su padawan está aún sumido en un profundo sueño. Se levanta, busca su ropaje y se viste.
/Nunca debí haber accedido. Esto sólo complica más las cosas. Ya el sentimiento es nulo.Al igual que el placer. Mi amor no ha cambiado, pero las dudas surgen. Nunca debería haberlo dejado pasar la noche aquí. Nunca debí amarlo./
Continuará…
Hallo!
Este capítulo está escrito medio a las apuradas, puede ser que no haya quedado tan bueno.
Necesito pedirles un favor muy grande: quiero que me digan si quieren que continúe la historia o no, ya que se está alargando un poco mucho (más de lo que esperaba).
Agradezco a los lectores del fic, tanto a los que no dejan review, como a los que sí. En cuanto a estos últimos, aquí va la respuesta a sus reviews…
Mosca: Dear Mademoiselle,
Today the answer will be quite short, because I'm running out of time. As you can imagine, I had a great time at Saturday and I thank you for coming… I also thank you for your review…
I remain your obedient servant,
O.G.
Athena HiwIva: gracias por el review! Y espero que disfrutes del capítulo!
Me despido con mi rutinario
Hasta el próximo capítulo!
(Claro que esto es sólo si las opiniones dicen que lo siga)
May the Force be with us all.
