CAPITULO 10: DESENLACE

-¿Quién demonios eres tú?- dijo Nasser.

Shaka y Argol se materializaron frente a los dos secuestradores. Si bien Shaka se veía molesto, Argol estaba verdaderamente furioso. Los dos habían alcanzado a ver la mayor parte de lo ocurrido.

Kazim disparó varias veces contra ellos. Vieja táctica. Los dos detuvieron las balas con las manos.

-Lo siento, las balas no nos afectan- dijo Shaka. Argol se dirigió directo a Nasser y lo alzó a medio metro del suelo tomándolo por el cuello.

-Ahora, dame una buena razón para no hacerte pedazos aquí mismo- dijo Argol entre dientes. Kazim le apuntó con la pistola, y el caballero de Perseo lo miró con fastidio- ya sabes que las balas no nos afectan...-

-A ti no, pero a ellas sí- dijo un tercer hombre, llegando y apuntando con la pistola a Tari, quien aún yacía en el suelo, inconsciente- quien sabe, tal vez aún está viva...-

Argol soltó al hombre casi de inmediato, y se mordió el labio inferior. Como deseaba tener en ese momento su escudo de Medusa y convertir en piedra a ese tarado, pero desafortunadamente ese no era el caso.

-Excelente, Gibrán- dijo Nasser, frotándose el cuello y acercándose a Gibrán junto con Kazim.

-Bien, si no quieren que le vuele la cabeza a esta chica, entreguen a la niña rica y váyanse de aquí...- dijo Gibrán.

Los dos caballeros vacilaron. ¿Entregar a Nahir? Eso estaba fuera de discusión. Pero no podían permitir que asesinaran a Tari, si es que aún estaba con vida. El tiempo se les acababa.

-¿Y bien?- dijo Nasser- ¿tomaron ya su decisión?-

-Está...-comenzó Shaka, a punto de ceder, cuando de pronto los tres árabes gritaron asustados. Una imagen fantasmal de Tari apareció junto al hombre que apuntaba a su cuerpo con una pistola.

-¿Qué rayos?- exclamó Nasser.

Ni Shaka ni Argol entendían que estaba sucediendo. ¿Era el fantasma de Tari? Shaka volteó a ver a Nahir. Su cosmo estaba ligeramente encendido, y tenía los ojos cerrados. El caballero de Virgo sonrió. Era ella quien estaba creando esa imagen.

La figura fantasmal de Tari se aferró del cuello de Nasser y lo apretó, sin que Gibrán o Kazim hicieran nada para detenerla, pues estaban en verdad asustados. Segundos más tarde lo soltó.

-Fuera de aquí- dijo el fantasma- ¡ahora!-

Los tres árabes se alejaron de Tari y trataron de huir, pero entre ellos y la salida se encontraban dos caballeros muy enfadados y sin ningún obstáculo para golpearlos, aunque Shaka dejó que Argol propiciara la mayoría de los golpes. Una vez que hizo chorrear un poco de sangre, dejó varios moretones, rompió la nariz y un par de huesos a cada uno de los secuestradores y se dio por bien servido, el caballero de Perseo se encargó de encerrarlos en el cuarto donde unos minutos antes habían tenido a Nahir y a Tari.

-Y tienen suerte de que no traiga conmigo mi armadura- dijo Argol, lanzando a Nasser al final y cerrando la puerta de golpe- en este momento serían estatuas de piedra...-

-No se lo merecen, pero la policía vendrá por ustedes- dijo Shaka.

Una vez que terminó de golpear a los árabes, Argol se había dirigido a ver como estaba Tari. La chica estaba aún inconsciente, boca abajo, sobre el suelo. Argol la hizo volverse, la sentó en su regazo y le quitó los cabellos de la cara. Tenía una herida muy fea en la frente, por la cual ya no salía sangre. Sus párpados aún estaban empapados de lágrimas. Casi no se escuchaba su respiración. Argol le quitó una de sus lágrimas con el dedo índice.

Al ver esto, Nahir se echó a llorar, y Shaka la abrazó.

-Shaka, todo esto fue mi culpa- sollozó Nahir- fue mi culpa... trató de defenderme de esos sujetos...-

-No llores, no fue culpa tuya- le dijo tranquilamente Shaka, aunque realmente sentía un horrible vacío dentro de él al verla llorar de esa manera.

-Vamos, Tari, despierta- le dijo Argol en voz baja. El caballero de plata tomó la mano de la chica - vamos, niña tonta, no te mueras... despierta por favor- Tari no se movió, y algunas lágrimas surgieron de los ojos del caballero- perdóname, Tari, tenías razón, guardabas tu belleza para quien sería tu esposo y, ahora que te veo, me doy cuenta que ese es el mejor regalo que una mujer puede darle a un hombre...- cerró los ojos, y una lágrima resbaló por su mejilla- por favor, Tari, despierta...-

Los párpados de la chica temblaron ligeramente. Argol miró sorprendido como Tari abrió sus ojos negros.

-¿Argol?- murmuró en voz baja, y apretó los ojos haciendo una mueca de dolor- me duele... mi mano-

-¡Estás bien!- exclamó Argol con una enorme sonrisa. Ella le sonrió levemente, apoyó su cabeza sobre el pecho del caballero y volvió a quedarse dormida.

Shaka y Nahir los miraban con una sonrisa.

-Argol, será mejor que volvamos al Santuario, recuerda que Aioria puede ayudar a curar sus heridas- dijo Shaka, y se volvió a Nahir- y deberíamos llamar a tu padre para que sepa que estás bien...-

Todos asintieron. Shaka se encargó de que Mu los teletransportara de regreso.

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Lo primero que hizo Nahir al llegar al Santuario fue llamar a su familia, la cual estaba muerta de la preocupación.

-¿Hola? ¿Merid? Sí, soy yo...- dijo Nahir- sí, sí, estoy bien, Merid, ¿puedes pasarme con mi padre? Sí, Merid, estoy bien, no pasó nada, estoy con Shaka... sí, gracias- esperó unos segundos- ¿papá? Sí, estoy bien... no, no, estoy con Shaka, todo está bien... sí, sí lo hicieron, pero no me hicieron daño y Shaka me rescató de inmediato... no, papá, no necesito... sí, te paso con Shaka...-

El caballero de Virgo tomó el teléfono.

-¿Sí, señor Prassad? Sí, como le dijo Nahir, todo está bien- dijo Shaka- sí, no se preocupe, lo haré de inmediato... hasta luego- y colgó.

-¿Qué te dijo papá?- preguntó Nahir.

-Tu padre y toda tu familia estaban muy preocupados porque recibieron una llamada de los secuestradores- dijo Shaka- me pidió que te enviara de regreso a casa ahora mismo...-

-¿Qué dices?- dijo Nahir- pero no quiero irme... al menos no de inmediato-

Shaka lo pensó unos segundos. Nahir debía estar muy asustada como para enviarla sola en el jet esa noche. De pronto se le ocurrió una mejor idea.

-Te diré lo que haremos- dijo Shaka- te quedarás lo que queda de esta noche a descansar un poco, y mañana temprano le pediré a Mu que te lleve a casa, ¿te parece?-

A Nahir no le parecía, pero aceptó, la verdad no quería irse, pero no tenía opción. Shaka la acompañó a su habitación, y puso a Sahib al pie de su cama. Estaba a punto de salir cuando ella lo detuvo.

-¿Shaka? ¿Puedes quedarte un rato?- pidió Nahir- al menos hasta que me duerma.

Shaka asintió, y tomó asiento junto a ella.

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A la mañana siguiente, cuando Tari abrió los ojos, lo primero que vio fue a Argol profundamente dormido en una silla junto a ella. Ella sonrió. El caballero había vendado su mano derecha.

-¿Argol?- susurró ella. El caballero de Perseo se levantó de golpe.

-¡Tari!- exclamó él- ¿estás bien?-

-Perfectamente, parece que tengo la cabeza muy dura- sonrió ella por unos segundos, pero luego se puso seria- oye, quería disculparme contigo... me di cuenta, por las malas, de que no todos los musulmanes son buenos...entiendo que te causé muchos problemas-

-No- dijo Argol a su vez- perdóname tú a mí, la verdad fui muy grosero contigo... y tenías razón...-

Tari le sonrió y puso su mano sana sobre el hombro de él. Argol sonrió también y sacó un pañuelo azul de su bolsillo.

-Es tu mascada- dijo Argol- la recogí ayer de ese sitio... supongo que la querrás... aunque, sinceramente, te ves muy linda así- Tari sacudió la cabeza.

-No la quiero- dijo Tari- creo que desde hoy probaré vivir sin ella. No me mires así- añadió al ver la cara de Argol- si no está tan mal para Isis...-

Argol sonrió, tomó su mano izquierda y la besó. En ese momento, Shaka y Nahir entraron a la habitación, seguidas por Mu y Lily, los cuales no entendían muy bien lo que estaba ocurriendo.

-Hola, Tari, ¿cómo te sientes?- preguntó Nahir.

-Perfectamente- dijo Tari- perdóname por el problema en el que te metí... créeme que no fue mi intención...-

-Lo sé- dijo Nahir, sonriendo apenada- yo quería agradecerte por defenderme allá...y vengo también a despedirme... volveré a Bombay ahora mismo-

Argol miró a Shaka, interrogante, pero éste lo ignoró. ¿Acaso Shaka estaba loco? ¿Cómo iba a dejar ir a una chica como ella?

-Oh, vaya- dijo Tari tristemente- bueno, me dio gusto conocerte...-

-A mi también- dijo Nahir- por favor, despídeme de las demás...-

-Lo haré- dijo Tari. Nahir se volvió a Shaka, y éste a Mu.

-Mu, ¿puedes mandar a Nahir a casa, como te lo pedí?- dijo Shaka. Mu asintió, aunque Lily aún los miraba sin entender que rayos estaba sucediendo.

-Hasta luego, Shaka- dijo Nahir- gracias por todo...-

-No fue nada- dijo Shaka. Nahir abrazó al caballero y lo besó en la mejilla. Mu encendió su cosmo, y segundos después Nahir desapareció.

-Bueno, creo que ya podemos ir a descansar- dijo Shaka, saliendo de la casa de Argol. Mu y Lily salieron tras él, aún un poco confundidos. Lily lo miró con cierta compasión, pero Mu sonrió.

-¿De qué te ríes, Mu?- preguntó Lily- pobre Shaka, estoy seguro de que la extrañará...-

-No pobre Shaka, Lily- dijo Mu sin dejar de sonreír- le doy dos horas para que me pida que la traiga de regreso...- Lily lo miró un poco incrédula, y Mu se corrigió- mmm bueno, tres-

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Nahir apareció justo en la entrada de su casa, ante la mirada sorprendida de los criados.

-¡Señorita Nahir!- exclamó el enorme Merid. Nahir sonrió y abrazó al enorme guardia. También se acercaron Mira y Rula, todos aliviados de verla bien.

-¡Nahir!- exclamó su madre, saliendo también y abrazándola. Otra criada venía atrás con el pequeño Ben- ¿estás bien? Tu padre y yo estábamos tan preocupados...-

-Estoy bien, mamá, en serio- dijo Nahir- no me dejas respirar...-

-Lo siento, hija- dijo su madre- ¡Emir! Nahir está aquí...-

Nahir vio a su padre salir de su casa, por primera vez, con el rostro lleno de alivio.

-¿Estás bien, hija?- preguntó Emir Prassad- estábamos muy preocupados...-

-Lo siento mucho, papá- dijo Nahir- no quise preocuparlos, en serio... no sucedió nada malo, Shaka llegó a tiempo a salvarme-

-Menos mal- dijo Emir Prassad- hija, no sabes lo mucho que nos preocupamos por ti...-

-¿O por tu dinero?- dijo Nahir, frunciendo el entrecejo, pues sabía lo avaro que era su padre. Emir sacudió la cabeza.

-Vamos dentro- dijo Emir, conduciendo a Nahir. Sobre la mesa del comedor le mostró un maletín lleno de joyas y monedas de oro, que al parecer había estado empacado con papel de mensajería. Emir tomó un pedazo del papel y le mostró los sellos postales.

-¿Qué es eso?- preguntó Nahir.

-El dinero del rescate- dijo Emir, y revolvió entre las joyas, hasta sacar un pequeño anillo dorado muy gastado, un par de aretes de plata y una pequeña cadenita de oro también- esta cadena es de Mira, los aretes de Rula, y el anillo de bodas de Merid -

Nahir vio sorprendida no solamente los "tesoros" de sus fieles sirvientes, sino también que entre las joyas en la maleta figuraba la herencia de su padre de varias generaciones, las cuales siempre cuidaba como los tesoros que eran.

-Papa...- murmuró Nahir, abrazando a su padre- gracias...-

-Ya, todo está bien ahora que estás aquí- dijo Emir- ve a descansar... enviaré a Rula y a Mira para que te acompañen...-

-No- dijo Nahir- si puedes, llama a Nahib, quiero hablar con él...-

-De acuerdo- dijo Emir.

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Una vez que se quedaron solos de nuevo, Argol ayudó a Tari a incorporarse. La chica hizo una mueca.

-¿Duele?- preguntó Argol. Ella sacudió la cabeza- ¿estás mareada?-

-No mucho- sonrió Tari- recuerda que tengo la cabeza muy dura...- Argol sonrió.

-En eso estamos de acuerdo-dijo el caballero de Perseo. Tari le dio un ligero empujón-¡Oye! ¿Porqué fue eso?-

-Nada más- dijo ella. Argol tomó su mano.

-Quiero pedirte algo- dijo el caballero con seriedad, y ella asintió- quiero que salgas conmigo...-

-Por supuesto- sonrió Tari.

-Pero...- dijo Argol- quiero que me digas que es lo que tengo permitido hacer y qué no... ya sabes que no conozco mucho...-Tari asintió- ahora que soy tu novio oficial, ¿puedo abrazarte?- ella asintió de nuevo- ¿y besarte?-

Ella lo meditó unos segundos y luego asintió.

-Excelente- dijo Argol. El caballero la abrazó con cuidado y la besó en la frente. Después, tomó el rostro de ella entre sus manos y la besó con cariño en los labios. Tari se sentía como en el cielo y más allá. Cuando se separaron, a Argol le pareció que tenía la sonrisa más dulce de todo el mundo.

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Dos horas más tarde, Shaka estaba caminando en círculos alrededor de la sala de su casa. Estaba muy silenciosa y no podía entender porqué. De pronto escuchó un ruido extraño proveniente de su habitación, y al llegar ahí su sorpresa fue grande al ver al pequeño tigre deshaciendo sus almohadas. Su habitación estaba llena de plumas.

-No puedo creerlo- dijo Shaka, recogiendo a Sahib y mirando el destrozo que acababa de hacer el pequeño felino- ¿cómo se pudo olvidar de ti?-

Shaka bajó a la casa de Aries. De veras que Mu lo odiaría por tanto estarlo teletransportando de aquí allá. En fin, entró a la casa de Aries. No encontró a Mu, así que lo siguió buscando. Al final, se dio cuenta de que estaba sentado sobre el techo de la casa de Aries junto con Lily.

-Oye, Mu, ¿te puedo pedir un favor?- dijo Shaka desde abajo- Nahir olvidó a su tigre, y tengo que ir a Bombay a devolverlo...-

Mu sonrió y se volvió a Lily.

-Te lo dije, solo dos horas y ocho minutos- dijo Mu- gané...-

Lily sonrió, y Mu los teletransportó a ambos al encuentro de Shaka.

-¿A que te refieres con que ganaste?- dijo Shaka sospechosamente.

-No te preocupes, amigo- le dijo Mu- te enviaré allá en un segundo... si quieres volver con alguien más, no necesitas más que pedirlo-

Shaka le iba a reclamar, pero Mu no lo dejó y lo hizo aparecer a la mitad del jardín de la casa de Nahir en ese instante. El enorme Merid salió a su encuentro.

-¿Puedo ayudarle en algo, señor?- dijo Merid, un tanto sorprendido de la repentina aparición del caballero y mirando de reojo a Sahib en los brazos de Shaka.

-Sí, gracias. Soy Shaka, y vengo a regresar este tigre, Nahir lo olvidó en Grecia...- dijo el caballero de Virgo- ¿podría dárselo y...?-

-La señorita Nahir está en la fuente- dijo Merid señalando una fuente en el fondo del enorme jardín- puede dirigirse con ella en ese sitio...-

-Gracias- dijo Shaka, caminando en esa dirección.

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Nahir había recibido la visita de su primo unos minutos después. Los dos se habían sentado en la orilla de la fuente. Nahir le había contado su aventura en Grecia.

-No puedo creerlo- dijo Nahib, sorprendido- si yo hubiera estado ahí, les hubiera dado su merecido a esos sujetos... aunque los caballeros lo hicieron por ti, y tú estuviste excelente con esa ilusión del fantasma...-

-Ahora que lo pienso, fue lo único que se me ocurrió hacer, aunque me pareció un poco cruel...- dijo Nahir.

-No menos de lo que se merecían esos mal nacidos- dijo su primo.

-Tal vez tienes razón- dijo Nahir- y bueno, pues Shaka me salvó esa vez...-Nahib rió en voz baja- ¿qué?-

-Nada- dijo el chico. Nahir le lanzó una mirada de fastidio, y él continuó- ¿y como dices que se llamaba ese caballero?-

-¡Shaka!- exclamó Nahir al ver a Shaka justo frente a sus narices, con Sahib en las manos- ¡Sahib!¡lo olvidé!¡lo siento!-

Nahib casi se cae hacia la fuente de la risa, y Nahir le lanzó una mirada de enojo a su primo.

-No hay problema- dijo Shaka, entregándole al tigre- lo olvidaste y... destrozó mis almohadas... pero bueno, ya sabes...-

-Nahir, debo irme- dijo Nahib, sintiéndose de sobra- vuelvo en seguida, creo que tu madre me está llamando...-

-¿Qué dices?- dijo Nahir- mi mamá no te está llamando...-

-¿Qué dices, tía Karyme?¿Yo? Sí, ya voy, tía...- dijo Nahib, fingiendo que la madre de Nahir lo llamaba, y se fue corriendo hacia la casa. Nahir lo siguió con la mirada, un tanto molesta.

-Mi primo- comentó Nahir- lo conseguí en un circo- Shaka sonrió.

-¿Y qué te dijeron tus padres?¿Ya están mejor?- preguntó Shaka.

-Sí- dijo Nahir- al principio sí estaban muy preocupados...-

-¿Y que harás?- preguntó Shaka- ¿no piensas continuar con...?-

-Sí quiero- dijo Nahir- pero después de lo que pasó, dudo que papá quiera que vuelva a salir de aquí...-

-Y así es lo mejor- dijo Emir Prassad, llegando al jardín junto a ellos.

-Señor, Nahir comenzó su enseñanza y debe terminarla- dijo Shaka- a muy pocas personas les comparto mis secretos...-

-Ese no es mi problema- dijo Emir Prassad- usted no cumplió con su parte de proteger a mi hija, y...-

-Papá, lo que sucedió no fue culpa de Shaka- interrumpió Nahir- yo me salí del Santuario sin su permiso y sin compañía, a pesar de que él me lo había indicado...-

-Nahir...- murmuró Emir.

-Papá, yo deseo volver al Santuario y terminar de aprender lo que comencé- dijo Nahir- prometo que tendré cuidado y jamás volverá a ocurrir...-

-Como quieras- dijo Emir- mientras no vuelva a ocurrir...- y se fue.

-¿En serio quieres volver?- le preguntó Shaka.

-Por supuesto- dijo Nahir- no sabes lo mucho que te admiro... por haberme enseñado, claro...-

-Claro- dijo Shaka, un tanto apenado.

Nahir sonrió. Shaka entreabrió sus hermosos ojos azules con una sonrisa, a los cuales la chica miraba embobada. Se volvió y vio a su primo Nahib que la miraba desde una ventana y se reía. Bastante apenada, Nahir quiso dar un paso atrás, pero tropezó con una roca y al querer volver a tomar el equilibrio cayó hacia delante, haciendo que Shaka cayera con ella a la fuente.

-Yo...he... lo siento...- dijo Nahir, muy apenada. Las carcajadas de Nahib se escuchaban hasta allá.

-No hay problema- dijo Shaka aparentado serenidad, aunque sus mejillas estaban marcadamente enrojecidas- ¿podrías... levantarte?-

-Oh, sí, claro- dijo Nahir, levantándose. Shaka hizo lo mismo.

-Será mejor que volvamos pronto- dijo Shaka- los dos podemos secarnos en la casa de Virgo... por separado, quiero decir...-

-Claro- dijo Nahir, y se volvió a su primo, quien seguía riendo desde una ventana- Nahib, diles a mis padres que me fui...-

-Por supuesto- respondió Nahib- que te vaya bien...-

-Bueno, listo- dijo Nahir.

Instantes más tarde, los dos aparecieron en la casa de Virgo, Nahir abrazando a Sahib. Shaka ya se imaginaba que Mu no lo dejaría vivir después de eso, pero decidió no preocuparse más por ello por el momento. Abrió su ropero y sacó una enorme toalla, con la que cubrió a Nahir.

-¿Mejor?- preguntó Shaka. Ella asintió- me dio gusto que volvieras...-

-No te gusta dejar nada sin terminar, ¿verdad?- dijo Nahir con una sonrisa.

-No es eso- dijo Shaka, poniendo sus manos en los hombros de la chica.

Ella lo miró asustada al principio, aunque sin moverse. Poco a poco el rostro del caballero fue acercándose al suyo, hasta que los labios de los dos hicieron contacto. Una vez que se separaron, Nahir abrazó a Shaka por la cintura, y el caballero apoyó su cabeza sobre la de ella.

-Gracias por volver por mí- dijo Nahir casi en un susurro.

-Gracias por volver conmigo- dijo Shaka a su vez.

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FIN

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OMAKE

LA BODA DE SAGA

Al día siguiente, ya muy en la tarde, todo el Santuario se vació. ¿La razón? Todos se encaminaron hacia la catedral de Atenas.

La iglesia estaba llena de personas: caballeros, amazonas, aprendices, generales marinos, ángeles, espectros, guerreros de Asgard y hasta algunos dioses. Artemisa se había encargado de conseguir de Demeter y Perséfone las flores blancas más hermosas para adornarla. Apolo había llevado sus mejores velas, las cuales iluminaban cada rincón del enorme recinto.

En el coro estaban Mime con su arpa, Sorreto y Melody con sus flautas, y Adam con su grupo, y todos esperaban la entrada de la novia para comenzar a tocar. Los invitados tenían fijos sus miradas en Saga, quien aguardaba junto al altar con las manos atrás. A los dos lados del caballero se encontraban Aioros y Shura, sus mejores amigos y ahora sus padrinos.

-Tranquilo, Saga- dijo Aioros en voz baja- estás sudando... todo va a estar bien-

-Sí, no te traumes- dijo Shura casi riendo- ella no te dejaría plantado... si no quisiera casarse contigo ya te hubiera dado calabazas desde hace tiempo...-

-No eres de mucha ayuda, Shura, ¿lo sabías?- susurró Aioros, frunciendo el entrecejo.

Saga estaba tan nervioso que los iba a mandar a otra dimensión a ambos, pero en ese momento comenzó la música. Clara entró. Iba del brazo de su mejor amigo José, y llevaba un ramo de las mejores rosas blancas de Afrodita. Zalika iba atrás de ella, recogiendo la cola del vestido.

José y Clara se detuvieron frente a Saga.

-Saga, Clara es mi mejor amiga- dijo José al entregarla- si algo malo le pasa, morirás...-

-¡José!- murmuró Clara frunciendo el entrecejo. Saga sonrió y, ofreciendo su brazo a la chica, condujo a Clara hacia el altar.

Ese día, Saga y Clara se convirtieron en marido y mujer.

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-Menos mal que todo esto ya acabó- comentó Kanon al salir de la iglesia, junto con Tethis- y tendré un mes entero de vacaciones de Saga en el templo de Géminis...- sonrió- nada ni nadie podrá estropear mi felicidad...-

-¿Y quien cuidará a Zalika durante la luna de miel?- preguntó Tethis. La sonrisa de Kanon se borró casi de inmediato.

-Supuestamente las amazonas- dijo Kanon- pero... yo también-

Tethis sonrió.

-No te preocupes- dijo Tethis- Julián me ha asignado seis meses de servicio en el Santuario de Atena, empezando desde mañana...tal vez podría ayudarte-

-Me parece excelente- dijo Kanon. Tethis estuvo a punto de besarlo, pero Zalika se interpuso entre los dos.

-¡Tío Kanon tiene novia!¡Tío Kanon tiene novia!- canturreó Zalika, saltando alrededor de la pareja- la novia de tío Kanon es bonita pero él no...-

-Qué linda- dijo Tethis con una sonrisa.

-Sí, lindísima...- murmuró Kanon de mal humor.

Mas tarde, la fiesta se llevó a cabo en el Santuario, en el mismo lugar que el baile de Saori. Esta vez, sin embargo, la lista de invitados fue mucho mayor. Las bebidas corrieron por cuenta del dios Dionisio. Hubo también fuegos artificiales, cortesía de Zeus, y muchos globos y serpentinas que Lily había hecho aparecer. Adam y su grupo siguieron tocando en la fiesta. Odiseo y Teseo, los dos ángeles de Artemisa, bailaban muy animadamente con dos de las amazonas.

-Estos dos chicos se han vuelto muy desordenados...- comentó Artemisa a su hermano Apolo, un tanto apenada- siguen el mismo mal ejemplo de Touma...-

Mientras tanto, Touma bailaba muy animado con Melody, sin importarle mucho las miradas de odio de Sorreto.

-¡El ramo! ¡El ramo!- gritaron todos.

Clara sonrió y se volteó. Detrás de ella se acomodaron todas las chicas.

-Ahí va- dijo Clara- una, dos, tres-

Por mucho que la pobre Saori saltó, no lo alcanzó. En cambio, el ramo de rosas blancas cayó justo a los brazos de Selene, quien lo recibió muy sonrojada. Milo la abrazó por la espalda y besó su mejilla. Luego la tomó de la mano.

-Mira, que casualidad- dijo el caballero de Escorpión, buscando entre sus bolsillos, y sacó un pequeño anillo dorado, y se lo puso en el dedo- Selene, ya sé que estuvimos casados por unos días, pero no funcionó... ¿quieres intentarlo de nuevo conmigo? Pero esta vez para siempre...-

-¡Por supuesto!- exclamó Selene, abrazándolo.

-Mira que cosas- sonrió Tari al ver a Selene- me da gusto por ella...-

-A mi también- dijo Argol- oye, ¿quieres bailar?- Tari lo evaluó con la mirada- digo, no sé si lo tienes permitido...-

-Supuestamente no- dijo Tari, meditándolo un poco. Luego volteó a ver a Isis, quien bailaba animadamente con Shura- bueno, no creo que una sola vez sea tan malo...-

-Excelente- dijo Argol.

Alrededor de las cuatro de la mañana, la fiesta se terminó. Todos volvieron a sus casas a dormir. Antes de retirarse, Saga y Clara se quedaron mirando la luna que estaba a punto de desaparecer para darle paso al sol.

-Juntos para siempre- dijo Saga, rodeando su espalda con un abrazo.

-Exacto- dijo Clara, apoyándose en el hombro de él.

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FIN DEL OMAKE

¡Listo! Espero que les haya gustado. Muchas gracias por leer hasta el final, y por todos sus reviews. El siguiente fic es el de Afrodita de Piscis (aunque usted no lo crea!) y tendrán que disculpar mis desvaríos porque voy a estar desvelándome constantemente durante este mes. Un saludo a todos, y hasta pronto.

Abby L. / Nona