Disclaimer: Ninguno de los personajes me pertenecen.

Todos son propiedad de J K Rowling, y yo no gano nada por crear este fanfic solo entretenerme y entretener a quien lo lea

ADVERTENCIA: Este FanFiction es Slash, así que si te molestan las relaciones Chico/chico, mejo regresa por donde llegaste y no lo leas.

OK. Aclarado lo anterior empezamos con el fic

Se me había olvidado mencionar que este es mi primer fic de Harry Potter y mi primer Slash así que sean lindos conmigo.

LA VENGANZA DE LA SERPIENTE

MAR MALFOY

SLASH BZ / RW

Capitulo 2 "solo"

Blaise siguió al Profesor Snape por varios corredores y pasillos del castillo, deseaba preguntarle a su jefe de casa, por que lo había sacado así de su habitación, pero antes de que pudiera preguntarle, se detuvieron frente a una horrenda gárgola de piedra.

.-Meigas Fritas- Susurro el profesor Snape y la gárgola se movió a un lado descubriendo unas escaleras de caracol, Snape le hizo una seña para que subiera ala escalera – Vamos al despacho del director Zabini- explico, mientras se cerraba el paso detrás de ellos y la escalera comenzaba a ascender, hasta que llegaron ante una puerta de roble pulido con aldaba de bronce.

.-¿Con el director? Pero si yo no he hecho nada.

.-Ya lo se Zabini, pero hay algo importante que el director tiene que decirte- El profesor abrió la puerta y empujo a Blaise al interior cerrando la puerta detrás de el. Blaise jamás había estado en el despacho de Dumbledore a si que rápidamente hecho un vistazo, se trataba de una habitación circular, bonita y espaciosa, había muchos estantes llenos de libros y algunos objetos bastante extraños y estaba decorada con muchos retratos de brujas y Magos que supuso fueron directores del colegio.

.-Pobre muchacho- suspiro una anciana bruja con tirabuzones plateados, desde su marco.

.-Sr. Zabini, pase- dijo Dumbledore mirándolo detrás del escritorio, el viejo director se veía muy serio, a diferencia de las veces anteriores en que lo había visto, seguramente lo que tenia que decirle no eran buenas noticias, pensó Blaise-Siéntese

El chico tardo un poco en obedecer, pero al final se sentó enfrente del director.

.-Debe de estarse preguntado, por que lo he mandado traer- comenzó a decir el director un rato después- se trata de su padre- al escuchar esto Zabini levanto la vista y su mirada se cruzó con la del director – Esta muy enfermo, los sanadores de San Mungo no saben lo que tiene.

.-¿Cómo que no saben lo que tiene?- preguntó el Slytherin parándose de golpe

.-No –contesto tranquilamente el director – no lo saben, se trata de una enfermedad sumamente extraña, Joel lleva ya tres semanas en San Mungo y aún no….

.-Tres semanas – grito Blaise mirando muy enfadado a Dumbledore – y hasta ahora me avisan.

.-Tranquilícese Sr. Zabini –El director se levanto también –A si lo decidió su padre

.-No me importa yo tenía derecho a saberlo.

.-Lo sé – coincidió el viejo mago –Su padre desea verlo y el sanador a cargo ha dado su autorización, por eso lo he llamado –Dumbledore se acerco ala chimenea que estaba en su oficina y con un movimiento de varita la encendió, después sacó del bolsillo interior de su túnica una bolsita de color púrpura- Irá a San Mungo por medio de la red Flu – dijo girándose para ver al joven ojiazul que estaba muy quieto detrás de la silla – Claro si usted quiere.

Blaise se acercó a la chimenea acepto la bolsita que le ofrecía el director del colegio antes de entrar a ella – Gracias- gruño aun enfadado con él mientras tomaba un puñado de polvos – Hospital Mágico San Mungo.

Odiaba la sensación de vértigo que le producía viajar por polvos Flu, Blaise pegó sus brazos al cuerpo y cerró fuertemente los ojos deseando que el viaje terminara pronto. Después de varios segundos sintió que sus pies tocaban el piso y lucho por mantener el equilibrio, de inmediato le llegaron los murmullos de voces y el olor a hospital, abrió los ojos y se encontró en una abarrotada sala de recepción, donde algunas personas estaban sentadas en desvencijadas bancas y leían números viejos Corazón de Bruja o ejemplares pasados de El Profeta.

Blaise se acercó al escritorio de la recepción- Soy Blaise Zabini y he venido a ver a mi Padre Joel Zabini.

.-Zabini- repitió la recepcionista una bruja muy joven castaña y bonita- El señor Zabini no esta en el piso de virus mágicos por que su enfermedad no es contagiosa, así que lo colocaron en el cuarto piso "Daños Provocados por hechizos" esta en la habitación 403.-El chico agradeció la información y se dirigió hacia los ascensores.

No tardo mucho en encontrar la habitación, al entrar pudo distinguir la imagen de su padre en la cama, se veía muy demacrado, y sumamente delgado, pero lo más impresionante era la falta de brillo en los ojos verdes de Joel Zabini.

.-Hijo- susurro desde su cama estirando el delgado brazo para indicarle que se acercara.

.-Ya estoy aquí padre- Blaise se acercó y se sentó en la silla que estaba a lado de la cama.

.-Necesitaba… verte…-La voz del enfermo estaba entre cortada por el gran esfuerzo que hacia

.-Tranquilo, estoy aquí contigo, descansa y después hablamos.

.-NO… tiene que ser ahora.

Blaise suspiró y es que cuando a su padre se le metía algo en la cabeza ni Merlín mismo podría hacerlo cambiar de opinión.

.-De acuerdo.- cedió el chico

.-Blaise, te pareces tanto a tu madre, eres inteligente y muy valiente igual que ella y tienes su mismos ojos, cada vez que te veo me acuerdo tanto de ella, de mi Kath –El Slytherin miraba muy intrigado a su padre, por lo general él evitaba a hablar de su madre, sabía que su muerte fue algo muy duro para su padre y que se ponía muy mal al recordarla – Eres mi orgullo, lo sabes-sintió la mirada de su padre y asintió en silencio- por eso no quiero que cometas los mismos errores que yo. Yo fui un cobarde. No huí a América solamente por ordenes de mis padres, yo había decidido aceptar la marca tenebrosa, pero antes de recibirla, me dio miedo y huí, después mi conciencia no me dejaba vivir, después de su muerte yo tenia que haber regresado, para vengarlos y asegurarme de que ese infeliz recibiera su castigo, pero una vez mas me acobarde y me escude en una tonta promesa y en tu madre, yo no podía abandonarla, y cuando ella murió, mi pretexto para no regresar y enfrentarme a mi pasado fuiste tu, hasta que no pude seguir escondiéndome y te traje de regreso conmigo para que siguieras con la tradición de la familia en Hogwarts. Voy a morir y ahora es cuando mas me atormenta la conciencia, quiero pedirte que ahora que quien-tu-sabes ha regresado.

.-Según Potter- interrumpió Blaise.

.-Ha regresado, lo sé, nunca estuve demasiado seguro de que hubiera muerto hace 14 años. Blaise, como tú eres el último Zabini y además un Slytherin, estoy convencido de que tratara de convencerte a ti y a tus compañeros de casa de unirse a el, hijo te pido, que no lo hagas, no agaches la cabeza frente a un demente como él…-La voz del hombre se empezaba a apagar- Enfréntalo… recuerda que tus abuelos murieron defendiendo el honor de nuestro apellido… un… Zabini…jamás será sirviente… de nadie…

.-Tranquilo padre, no lo haré-Trato de clamarlo

.-Prométemelo- El señor Zabini apretó fuertemente el brazo de hijo para enfatizar sus palabras

.-Te lo juro – Blaise sintió como la mano de su padre dejaba de apretarle el brazo e inmediatamente supo que con esa promesa en mente su padre había muerto.

Tenía que avisar en el colegio lo que había sucedido, los sanadores no pudieron hacer nada, por que la culpa y el remordimiento carcomían a su padre por dentro y este simplemente se había dejado morir, caminó lentamente por los pasillos del hospital hasta la sala de recepción, entro por la chimenea y tomo un pequeño puño de polvos de la bolsa que el director le había dado –Hogwarts- dijo claramente arrojando los polvos. Durante el viaje de regreso al colegio Blaise no sintió ni el vértigo ni los mareos de siempre, todavía estaba en estado de shock, todo había sido tan rápido, en la mañana su única preocupación eran los TIMOS, horas mas tarde le habían informado de que su padre estaba en San Mungo y ahora tenía que asimilar que su única familia había muerto.

Al llegar al despacho de Dumbledore casi se alegró de este no estuviera, no tenía ganas de explicar en ese momento lo que había pasado, así que salio de la oficina y se dirigió a las mazmorra donde se encontraba la Sala Común de Slytherin y después a su habitación, justo cuando se disponía a abrir la puerta esta fue abierta desde el interior y un hombre rubio palatinado de cara angulosa salía de ella, se trataba del padre de Draco, Lucius Malfoy.

.-Buenas tardes Sr. Malfoy

.-Joven Zabini- respondió Lucius- supe que su padre estaba enfermo ¿Cómo se encuentra?

.-Mi padre acaba de morir – susurro Blaise bajando la mirada

.-Oh lo siento – dijo, aunque realmente no parecía importarle mucho – Joel y yo fuimos muy buenos amigos cuando estábamos en Hogwarts.-Puso una mano en el hombro de Zabini- Bueno tengo que retirarme- giro su rostro para ver en el interior de la habitación- Piensa en lo que platicamos Draco.

Lucius salio y camino rápidamente hasta perderse en el pasillo, Blaise entro a la habitación y fijo su mirada en Draco, quien estaba sentado en una orilla de su cama apretando fuerte mente las cobijas con sus manos.

.-Draco que pa…

.-Siento lo de tu padre-interrumpió el rubio- de verdad Blaise- fue lo ultimo que dijo antes de abandonar la habitación.

La actitud de Draco lo desconcertó mas y si no fuera por que el tampoco tenia ganas de hablar con alguien seguramente hubiera salido de tras de el para preguntarle que había pasado para que se pusiera así.

Blaise decidió tomar un baño para tratar de relajarse, era delicioso sentir como caía el agua tibia sobre su cuerpo relajando sus tensos y bien definidos (cortesía de su afición por el ejercicio) músculos, sentir como las gotas resbalaban por su bronceada piel reconfortándolo, en eso momento de privacidad, donde nadie podía verlo no se sintió avergonzado por llorar la muerte de la única persona a la que le importaba de verdad, recargo la frente en la pared del baño, dejando salir las lágrimas de sus ojos y dejándolas confundirse con el agua de la ducha.

Desahogarse lo había tranquilizado bastante pero aún no lo suficiente, por lo que después de vestirse decidió salir a dar unas vueltas al campo de Quidditch. Después de tomar su escoba, caminó hasta el campo, pero cuando al fin pudo ver los aros de gol algo, o mejor dicho alguien llamó su atención. Un chico estaba sobrevolando el estadio, por lo que pudo entender Zabini, el otro muchacho había tratado de encantar algunas quaffles para que volaran hacia los aros y el tratara de detenerlas.

La verdad el chico no era tan mal guardián, logro hacer alguna paradas francamente buenas. Blaise no supo cuanto tiempo paso observando al guardián entrenar, realmente estaba tan absorto en todos los movimientos de este que no se dio cuenta de que ya había oscurecido hasta que el otro chico comenzó a descender y tuvo que esconderse para no ser descubierto. Cuando el misterioso guardián desmonto de su escoba Blaise noto que era un chico alto y de cuerpo atlético y aun en medio de la oscuridad pudo ver brillar a la luz de la luna y las estrellas su cabello rojizo; cuando el otro chico volteó para recuperar las quaffles, Blaise pudo observarle el rostro -Weasley – susurró impactado al reconocerlo, no que le extrañaba que el pelirrojo necesitara practicar, lo había visto en los partidos anteriores y el chico había sido un desastre, lo que le sorprendió fue que durante el rato que permanecieron allí, no pudo quitarle los ojos de encima.

Definitivamente todo lo que había pasado lo estaba afectando demasiado, pensó el Slytherin mientras regresaba a su habitación.

Continuara ...