Capítulo 2

Celos!

Kagome despertó por los dulces besos que recibía en su cuello y espalda. Se giró entre las sábanas y lo rodeó con sus brazos, sonriendo y con los ojos aún cerrados, los abrió al sentir un beso en sus labios como saludo de buenos días. La besó en el cuello y finalmente en el pecho.

-Deliciosa…

-No tuviste suficiente anoche?

-Nunca tendré suficiente de ti…

-Inuyasha… todavía tengo sueño… qué hora es?

-Las 7… Nos dormimos a las 5…

Volvió a besarla. Kagome se incorporó y dándole un último beso, se fue al baño. Al salir de la ducha, vio algo escrito en el espejo. Aprovechando el vapor, Inuyasha había escrito "Te amo" en el espejo, Kagome se quedó boquiabierta, aún más al ver a Inuyasha arrodillado bajo el umbral de la puerta y con un anillo en las manos.

-Inu…

-Te amo… y quiero que seas mi esposa…

La impresión fue tal que Kagome soltó la toalla que la cubría. La piel de Inuyasha respondía a la ardiente visión frente a él.

-Kagome…

-No…

Inuyasha palideció, al verlo, Kagome se apresuró a terminar de hablar.

-No sé qué decir…

-Un simple sí ayudaría mucho…

-Sí! Claro que sí!

Inuyasha se puso de pie y la cargó llenándola de besos y riendo. Finalmente quedaron acostados en la cama, él estaba sobre ella. Rompió el beso y tomando su mano, le colocó el anillo.

-Te amo, Kagome…

-Te amo, Inuyasha…

Inuyasha la volvió a besar apasionadamente. Y luego rió apretándola entre sus brazos.

-Te amo!

Depositó un dulce beso entre sus senos y luego apoyó su oído contra su pecho. Kagome pasó sus dedos entre la rubia melena.

-Mi amor…

-Shh…

Minutos después, Inuyasha le hacía el amor de una forma tan diferente que era difícil creer que era el mismo. Lejos de aquella forma salvaje y desbocada que la hacía ver estrellas. Le gustaba más como ahora, tranquila y suave que la llevaba a las estrellas. Se quedaron unidos como uno por un largo tiempo. Kagome descansaba en su pecho y poco a poco se fue quedando dormida. Inuyasha la vio dormida y llamó a la oficina, informando que no irían ese día.

………………

El sol lo molestaba demasiado. Cerró todo dejando la oficina a oscuras. Sesshoumaru se quedó viendo fijo a la puerta. 5 segundos para las 10 de la mañana… 4… 3… 2… 1… No pasó nada. Se hundió en su gran sillón cerrando los ojos. Sin Rin allí, no tenía sentido ir a la oficina. Sabiendo que no la vería, no tenía sentido levantarse de la cama. Recordarla cada 5 minutos no lo ayudaba mucho. Comportándose muchas veces como un amigo en vez de un jefe. Explicándole puntos claves del mundo de los negocios. Lejos de los secretos administrativos que podían compartir, sabía bien que no encontraría a alguien a la altura de Rin. Y no era su trabajo lo que echaba de menos, era la mismísima esencia de Rin lo que extrañaba.

………………………

Ya que era el día libre de Souta, decidió salir con Rin para ver la ciudad de día. Souta, siendo el segundo de los tres, se había convertido en el pilar de fortaleza de sus hermanas cuando sus padres murieron, poco después de que Kagome cumpliera la mayoría de edad. Ambos trabajaron arduamente para sacar a Rin de la gran depresión en la que cayó y mucho más para sacarla adelante y brindarle las facilidades de que estudiara. Conciente de todo aquello, Rin estaba eternamente agradecida con sus hermanos.

Rin era la adoración de Souta desde que naciera y siempre la había protegido de todo. Caminaban por un gran parque, el favorito de Rin en Tokio, tomados del brazo. De repente, Rin se detuvo, Sesshoumaru se encontraba frente a ellos y no podía creer que Rin estuviera con un hombre, tan cerca y agarrados de aquella manera. Sólo habían pasado dos semanas.

-K-Kurama-sama…

-Ah! Debe ser el hermano de Inuyasha, verdad?

Rin asintió, sonrojada, incapaz de verlo a los ojos. Souta, extendió su mano para saludarlo. El apretón fue mayor que el necesario, pero Souta le respondió igualmente.

-Dónde estás trabajando ahora, Higurashi-san?

-Tal vez siente que le robé su secretaria, pero la verdad es que la necesito para que atienda el negocio familiar, no lo tome a mal. Pero una administradora políglota, nunca debería pensar en trabajar como secretaria, aunque sea de presidencia.

-Estoy muy de acuerdo. Qué tipo de negocios maneja?

-Más que su competencia, pienso que hasta podríamos ser socios. Tal vez algún día… es una exportadora. Toda clase de productos… por el momento estoy concentrado en automóviles, pero una vez establecido en Tokio… el cielo será límite…

-Ya veo…

-Souta… mejor nos vamos a casa…

-Como quieras, gatita… un placer conocerlo, Kurama-sama…

Souta y Rin se alejaron de Sesshoumaru que quedó con un muy amargo sabor de boca.

-Gatita… irse a casa…

El simplemente recordar cómo le hablaba al tal Souta, le revolvió las vísceras. Se alejó de aquel parque tan pronto como pudo.

Ajenos a todo lo que pasaba entre sus hermanos, Inuyasha y Kagome planeaban una cena esa misma noche y anunciar su compromiso. Claro, todo aquello sería, si Inuyasha dejaba a Kagome que se terminara de vestir.

-Inu!

-Está bien, termina…

-A cuál restaurante iremos?

-Tú elige… haz la reservación para 5…

-5? Dónde dejas a la rubia oxigenada… he tratado Inu, pero no me llevo con ella. No tenemos nada en común…

Inuyasha sonrió y la haló por la cintura.

-No tienes que hacerle caso… es una estirada snob y la verdad es que no creo que Sesshoumaru la quiera.

-Sesshoumaru es capaz de querer?

Inuyasha rió a carcajadas.

-Pues… creo que sí… cuando éramos niños siempre me defendía… y sí recuerdo que quería mucho a mi mamá…

-Nunca me has hablado de tu mamá…

Inuyasha la besó en la mejilla.

-Era hermosa, dulce, gentil, cariñosa… como tú… pero con un poquito menos de mal carácter.

-Oye!

Inuyasha rió y volvió a besarla.

-No sé qué le vio a mi papá… él era como Sesshoumaru… bueno, más flexible… sólo un poquito…

-Se quedaron solos muy temprano…

-Yo tenía 13 años… vivimos con unos tíos hasta que Sesshoumaru cumplió los 18 y tomó el control de las empresas.

-Y tus tío?

No eran míos, eran unos tíos lejanos de la mamá de Sesshoumaru, ya estaban muy viejos…

-Lo siento, mi amor, sólo te estoy recordando cosas tristes…

Kagome lo besó en la mejilla.

-No… me gusta recordar a mi mamá… y los tuyos?

-Murieron en un accidente de avión… Rin es la viva imagen de mamá… y la personalidad también… Souta es igualito a mi papá…

-Y tú?

-A una hermana de mi papá, iba con ellos en ese vuelo… a Rin le afectó mucho…

-Antes de eso, vivíamos peleando, y Souta siempre defendía a Rin… después de su depresión nunca más volvimos a discutir…

Sonó el celular de Inuyasha.

-Tengo que contestar, estaba esperando esa llamada.

Después de unas palabras, Inuyasha cerró el celular y besó a Kagome en la mejilla.

-Vamos, nos están esperando.

-Eh? Quién?

-Es una sorpresa…

…………………

Inuyasha detuvo su auto deportivo frente a una gran mansión. Kagome sintió que se le detenía el corazón. Una vez adentro, Inuyasha la abrazó por la espalda.

-Mi amor, te gustan los bebés, verdad que sí?

-Sí! Los adoro!

-Qué bueno, porque quiero muchos!

-Inu…

-Qué te parece esta casa llena de niños corriendo por todas partes?

-Inuyasha!

-Dime, te gusta la casa?

-Sí, es preciosa…

-Es tuya…

-Qué! Inuyasha!

Kagome lo abrazó con fuerza y lo llenó de besos.

-No… no sé qué decir…

-No tienes que decir nada, mi amor…

-Gracias…

Kagome lo besó prendiéndose de su cuello.

…………………

Rin sentía que sucumbía ante la impresión que causó la mirada de su ex - jefe sobre ella. Como mujer estaba casi segura que aquello sólo significaba una cosa, celos. Movió la cabeza negativamente como queriendo sacudir aquellas ideas fuera de ella. No era posible que aquel hombre sintiera celos justo ahora, cuando estaba a punto de casarse con aquella mujer.

Ciertamente le dio muy mala espina al notar que una vez que aquella rubia apareciera en escena, todas las demás desaparecieran. No se quería ni imaginar lo que pudieron haber hecho en aquella oficina, con esas "reuniones" que se prolongaban por horas. La voz de su hermano la devolvió a la realidad.

-Gatita…

-Ah? Sí?

-Dónde estabas?

-Simplemente me quedé en blanco, qué me decías?

-Que ya tengo hambre, quieres ir a comer?

-Mmjjm… qué quieres comer?

-Pues vamos a lo tradicional. Tengo muchos días a base de pizzas y hamburguesas.

Rin sonrió.

-Estás seguro?

-Claro que sí. Además, sé bien que adoras el sushi… creo que eres capaz de venderme para comprarlo.

-Qué malo eres! Claro que no!

-No?

-No!

-Entonces, me sentiré aliviado…

Ambos rieron.

…………………

Sesshoumaru llegó a su oficina como bestia enjaulada y le ladró a su nueva asistente que no quería que le pasaran llamadas. Se encerró y se tiró en su sillón. Trató de mantener la mente en blanco. En ese momento sonó su celular.

-Flashback-

Rin entra en la oficina de Sesshoumaru, quien se notaba atareado leyendo las instrucciones de su nuevo celular.

-Llamó usted?

-Sí… Higurashi, entiendes estas cosas mejor que yo…

Rin rió calladamente y se acercó a su escritorio.

-Qué necesita?

-El correo de voz, marco el número y me dice que está fuera de servicio… tengo que programar esta cosa y no encuentro ni la hora…

-Con gusto, se lo programo…

Rin tomó el aparato de sus manos y comenzó a navegar por el menú de opciones.

-Ya te imaginas la primera plana, el magnate de las Empresas Shikon, no sabe manejar un celular…

-No… en realidad no lo culpo. No he visto este modelo antes y sí está algo complicado… Ah! Aquí está! Ya encontré el idioma…

Mientras Rin programaba su agenda y demás. Sesshoumaru estudiaba su cuerpo. Alto, delgado, las curvas donde debían estar y en proporción perfecta. Sus largas piernas moldeadas a la perfección y aquél llamativo escote. Ajena a la mirada de su jefe, que la devoraba como un suculento bocadillo, Rin le preguntó sin apartar la mirada de la pantalla si quería ponerle mensaje a su correo de voz.

-Sí… está bien…

-Está listo… cuando quiera, lo graba…

-No… hazlo tú…

Sus mejillas se sonrojaron un poco y Rin se acercó el celular al oído. Luego de dejar un mensaje, le pasó el celular.

-Todo listo…

-Gracias…

-No hay de qué. Algo más?

-Nada más… terminaste las cartas que te pedí?

-Me faltan dos… en unos minutos estarán listas…

-Fin del flashback-

Sesshoumaru no sabía cuántas veces iban ya, que escuchara la suave voz de Rin en el contestador de su celular. Cerró el aparato de golpe. Aquello no estaba bien. Decidió irse a su apartamento. Aquél lugar estaba viciado de recuerdo de Rin.

Al llegar al apartamento se encontró en con la sorpresa que su prometida le tenía preparada. Lo esperaba en la sala en una posición muy comprometedora.

-Sarah…

-Bienvenido a casa, sweetie…

Sesshoumaru se crispó, realmente detestaba ese nombre. Sarah se puso de pie y se acercó a él con la yukata roja que vestía, completamente abierta. Apoyando sus manos en sus pectorales, se inclinó hacia él y lo besó en los labios.

-Debes estar exhausto, sweetie…

No cabía duda de que Sarah fuera una mujer atractiva, y poseía unas curvas sensuales, pero había algo que le faltaba. A ella y a todas las otras mujeres con las que estuvo en su vida. Sarah continuaba besándolo, deslizando su lengua dentro de su boca, Sesshoumaru cerró los ojos y sintió cómo se calentaba todo su interior. Abrió los ojos y se sorprendió al ver a la mujer frente a él.

-Estoy muy cansado, me iré a dar un baño…

-Pero sweetie…

-Será rápido…

Sesshoumaru se metió bajo caño frío de la ducha, sentía que la cabeza le estallaría. Abrió los ojos esperando ver a Rin, la besó pensando en ella. Sacudió la cabeza, aturdido.

-(Es imposible…)

-"Imposible, ah? Imposible es que me ates a esa…"

-(Cállate!)

-"Estás equivocado, no te dejaré ni dormir. Es que no comprendes que no tengo paz sin Rin?"

-(No molestes!)

-"Cómo seremos de estúpidos! NO, tu eres el estúpido! Cuando la pequeña te declaró su amor debiste hacerme caso!"

-(De qué hablas?)

-"De decirle la verdad! Que es a ella a quien amamos…"

-(Déjame en paz!)

-"No te zafarás tan fácilmente de mí. Si no quieres aceptar la verdad, prepárate a sufrir…"

Sesshoumaru dejó que el agua cayera de lleno sobre su rostro y luego cerró el paso del agua.

-(Ella está con un hombre… así que no me molestes…)

…………………

A última hora, Sesshoumaru decidió aceptar la invitación a cenar de su hermano, que le había asegurado que habría una gran sorpresa. Llegó al restaurante con Sarah sujeta de su brazo y sintió puros celos al ver a Rin con el tal Souta.

Rin ya estaba preparada para verlos juntos y sólo se repetía a sus adentros que todo estaría bien. Después de todo, tenía a Souta para protegerla. Al verlo, sintió un escalofrío recorrer su espalda y se inclinó hacia Souta para pedirle que no la dejara sola. Desde donde se encontraba Sesshoumaru aún parado, parecía un beso que se complementó con caricias cuando Souta acarició sus mejillas. Llegaron a la mesa, y luego de tomar asiento, un mozo les sirvió del vino que tomaban los demás.

-Creí que no vendrías…

-Siento curiosidad por la tal sorpresa…

-Ah! Pero no será ahora…

Durante toda la cena, rieron y disfrutaron. Hasta Sesshoumaru se dejó llevar por el ambiente alegre, pero sin separar la mirada de Rin. Sarah por otra parte, estaba aburrida de historias infantiles. Al llegar el momento de pedir el postre, Rin veía la carta absorta.

-Gatita, qué es lo que tanto miras? Si siempre pides lo mismo…

-No es cierto!

-Mousse de chocolate…

Rin hizo un puchero y le confirmó al mozo la orden. Souta sonrió triunfante.

-Eres un necio…

-Y cuánto tiempo tienen juntos?

Rin y Souta se sorprendieron ante la pregunta de Sesshoumaru y luego rieron a carcajadas.

-Dije algo mal?

-Somos hermanos. La gatita es mi consentida…

Sesshoumaru sintió cómo todo volvía a la normalidad. Pero aquello no pudo ser más pasajero.

-Higurashi?

Los tres hermanos giraron hacia la voz, Souta fue quién reconoció al joven que contemplaba a Rin embelezado. Era un joven no mayor de 24 años, con el pelo rubio y ojos azules, sin mencionar el musculoso cuerpo que aquella camisa trataba de esconder y no conseguía.

-Hakudoushi!

-Souta!

Los amigos se saludaron con un cálido abrazo. Rin no podía creer que aquel hombre fuera en verdad Hakudoushi.

-Hakudoushi?

-Qué te parece? Ya no soy el fleje aquél…

-Kami! Si estás delicioso! Ehem!

Rin se sonrojó mientras los demás reían a carcajadas. Hakudoushi se despidió de todos, pero la más especial de las despedidas, fue la de Rin, quien recibió un beso en la mejilla.

-Ha sido un verdadero placer encontrarte nuevamente…

Rin se quedó con las mejillas coloradas mientras lo veía alejarse. Al verla, Sesshoumaru sintió que prácticamente le salía una úlcera. Souta la devolvió al planeta tierra cuando le dijo que le había dado una tarjeta suya a Hakudoushi. Luego de varios minutos de risas y que hasta Inuyasha bromeara con que ése sería su futuro concuñado, Kagome le recordó la razón de aquella cena. Inuyasha sonrió y emocionado dio la noticia de que Kagome había aceptado en convertirse en su esposa, se inclinó sobre ella y la besó con ternura. Luego de una lluvia de felicitaciones por parte de Rin y Souta, Inuyasha se quedó esperando a su hermano, que continuaba impávido. Sesshoumaru se concentró en el momento y sonrió.

-Muchas fe…

Era increíble la cantidad de sangre que brotó de su boca al momento de abrirla.

-Sesshoumaru!

De inmediato se limpió el rostro con la servilleta.

-Debes ir a un médico!

Sesshoumaru asintió y se puso de pie, pero no tenía fuerzas, así que volvió a caer sentado en la silla. Dado que Sarah no conocía Tokio, Inuyasha tuvo que llevarlo.

Rin sentía el corazón en la nuca. Luego de pagar con la tarjeta de que Inuyasha le dejara, Kagome fue al apartamento de Inuyasha. Souta y Rin a la casa.

-Rin, estás bien?

-Tengo que verlo…

-A quién?

-A Sesshoumaru!

Rin no esperó más, tomó sus llaves y llamó a Inuyasha para preguntarle dónde estaban. Llegó al hospital y sólo vio a Inuyasha.

-Y Sara?

-Estaba cansada, así que se fue en taxi…

Rin levantó una ceja.

-Qué le pasó?

-Le están haciendo varios estudios, pero el doctor dice que es una úlcera estomacal.

-Qué? Pero cómo?

-No lo sé…

-O sea, eso es cuando acumulan mucha presión, tengo entendido… y créeme, 5 años trabajando para él. Tu hermano no se guarda nada…

-Tal vez no se guarde nada en la oficina, pero hay cosas con las que es hermético. Es más terco que una mula…

El doctor salió al encuentro de Inuyasha y le dijo que lo mantendrían en observación durante la noche. Inuyasha entró a verlo.

-Ya estoy bien…

-Está bien, ya me voy…

-Lamento haber arruinado tu noche…

-No importa, noches hay muchas…

Desde que sus padres murieran, Inuyasha se aferró a su hermano. Sesshoumaru cerró los ojos e Inuyasha bajó la cabeza.

-Baka! Me asustaste!

-Estoy bien… y Sarah?

-Se fue a su apartamento, dijo que estaba muy cansada…

Sesshoumaru se sorprendió. No había pasado ni una hora y ella ya se había ido, sin siquiera saber si él estaba bien. La realidad lo golpeó tan duro que lo dejó viendo estrellitas. Entre ellos no había nada que hiciera funcionar un matrimonio.

-Bueno, te dejo para que descanses, tengo que llevar a Rin…

-Rin está aquí?

-Sí, vino en taxi…

-Quiero hablar con ella…

Mientras Inuyasha salía por ella, Sesshoumaru se dio cuenta que aparte de su hermano, sólo Rin se preocupaba por él. Al nivel que aunque recordando su posición de secretaria, discutían por que él comía demasiada comida rápida y no se cuidaba.

Rin entró en la habitación e Inuyasha se disculpó diciendo que llamaría a Kagome.

-Kurama-sama…

-Ya no trabajas para mí…

-Es cierto, pero aún lo respeto…

-Qué haces aquí?

-Me preocupé por… es cierto… olvidé que no me corresponde estar aquí… sino a su prometida…

Nadie supo a quién le hirieron más esas palabras, si a ella al decirlas, o a él al escucharlas.

-Rin…

-No… tiene razón… pero ya que seremos cuñados, dejemos esto en el pasado… por el bien de ellos…

Rin se iba, Sesshoumaru tomó su mano.

-Rin…

-Espero que seas muy feliz con Sarah…

Rin soltó el agarre y antes de abrir la puerta se dio media vuelta al escuchar la voz de Sesshoumaru.

-Qué te hace pensar que podría enamorarme de ti?

-Ahí está la diferencia, el amor no piensa. Claro que siempre supe que nunca te fijarías en mí! Pero aún así… aún así me enamoré… no comprendes y nunca comprenderás porque la gente como tú no es capaz de amar.

Rin salió de la habitación borrándose las lágrimas y controlando su respiración.

-Rin, pasa algo?

-N-nada… me iré en taxi…

-No, ven, te llevaré…

………………………

Camino a la casa, Inuyasha volvió a interrogarla.

-Rin, qué pasó?

-Inuyasha… de verdad quieres a mi hermana?

-Qué tiene que ver?

-Sólo dime…

-La amo, Rin, por eso me casaré con ella…

-Verdad? nadie se casa si no es por amor… Inuyasha, me veo tan estúpida cómo me siento?

-Rin…

Al instante Inuyasha descubrió que el hombre del que Kagome le había hablado era su hermano.

-Kami, Rin… tú… Sesshoumaru…

-No lo digas!

Inuyasha se detuvo en una esquina.

-Rin…

-Está bien… si la ama no importa… espero que sean muy felices juntos…

Inuyasha secó las lágrimas del rostro de su cuñada usando su pañuelo.

-Sabes qué? Eres una mujer maravillosa… y no te mereces a un estúpido que no te sabe apreciar… Rin, Sesshoumaru no te merece, así que no gastes tus lágrimas en él…

-Inuyasha!

Rin escondió su rostro tras sus manos. Inuyasha lo destapó y le volvió a secar las lágrimas.

-Rin… que no te quepa duda de mis palabras…

Luego de dejar a Rin en su casa, Inuyasha se dirigió a su apartamento. Al llegar, Kagome lo besó a manera de recibimiento.

-Qué pasa mi amor? Dijiste que estaba todo bien…

-Sí… tiene una úlcera… él está bien…

-Y qué te preocupa tanto?

Inuyasha se lo iba a decir, pero prefirió guardar silencio.

-No es nada… sólo estaba pensando en algo…

-Qué cosa?

-No te preocupes… yo me encargaré de eso…

-De qué hablas mi amor?

Inuyasha la cargó y la besó.

-Prometo que haré todo en mi poder para que seas la mujer más feliz del mundo…

Kagome sonrió mientras rodeaba su cuello con sus brazos.

-Te amo, Kagome…

-Te amo, Inu…

……………………

N/A: Este fic va dedicado a Angie en especial, me gustan los momentos que compartimos, a mi queridisima ciber hermanita Ceci, serás mi futura suegra (UUYY), Luli, pa' Pto. Cabello sin miedo, Eli, luv ya! Esme, te sorprende? Y a todas y cada una, sí a ti también, aunque no sé quien eres, y a ti también, el que no las mecione no quiero decir que no las recuerdo, pero voy corriendo pk ya me voy para el aeropuerto, me voy de viaje. Bueno, espero encontrar muchos reviews.

Besitos

Mizuho!