Lo de ley: Los pèrsonajes de H.P. pertenecen a su autora Jo Rolling y a la Warner, realizo algunas referencias a las obras de cuentos clásicosde autores como los hermanos Jacob y William Grimm, Hans C. Andersen, y Charles Perrault, no escribo esto con fines de lucro, sólo para matar un poco la rutina.

I

Habían pasado los primeros dos meses, las lecciones eran un poco más sencillas, obviamente los profesores estaban concientes de que sus alumnos tenían suficiente trabajo preparando los NEWT'S, que sin más era la causa de que la mayor parte de los estudiantes estuvieran a punto de un colapso nervioso tratando de recordar teorías sumamente complicadas, aunque los conjuros y hechizos fueran cuestión de práctica.

Entre esos estudiantes se encontraban cuatro chicos, que tenían fama de "busca-problemas", no había broma pensada o jamás imaginada que no hubiera tenido lugar en alguno de los pasillos del castillo. James Potter, Sirius Black, Remus Lupin y Peter Pettegrew eran famosos haciendo gritar a las chicas, y no sólo por hechizar las duchas para que en lugar de agua salieran arañas o por verse al espejo con una horrible protuberancia sobre la nariz para darse cuenta de que en realidad había aparecido cuando se separaban del espejo; eran chicos que tenían carisma para hacer suspirar a las chicas por una mirada o una sonrisa. Sin embargo a pesar de tener encima la fama de príncipe encantador, cada uno tenía su propia manera de ver la vida, cuatro amigos sumamente diferentes pero unidos por un vínculo tan importante.

También había cuatro chicas, que de alguna manera se vieron involucradas con ellos durante el último año lo cual era raro, pues en apariencia no parecían tener algo en común, sin embargo el destino hizo que se unieran en circunstancias algo diferentes.

Todo empieza una de esas tardes, en que casi todas las clases se han terminado y los alumnos están más entretenidos haciendo sus deberes o pasando el tiempo disfrutando del buen clima que hace afuera.

-Vamos Evans, sal conmigo al pueblo este sábado – dijo alborotándose el cabello- he sido un buen chico- agregó tratando de convencerla.

Ella le miró de pies a cabeza durante algunos segundos, su rostro se iluminó con una sonrisa.

-Esta bien Potter… saldré contigo- dijo en un suspiro- sólo si así dejas de insistir tanto- agregó rápidamente tratando de que el chico no se hiciera conjeturas demasiado apresuradas, sin embargo la nube de placer en la que se había sumido el chico parecía no haber escuchado las ultimas palabras de ella.

-Bien, no te arrepentirás, será un día genial – sonrió ampliamente tratando de parecer importante sin embargo ella simplemente le miró suspicaz.

Mientras tanto sus demás amigos le miraban desde el otro lado del pasillo…

-le dijo que si!- espetó Sirius sorprendido llevándose una mano a la frente.

-Vaya, Prongs estará insoportable toda la tarde- dijo Remus con los brazos cruzados.

-Bueno ya era tiempo de que le dijera que si, no sé como se negaba si yo…

-Ya lo sabemos Wormtail, si tú estuvieras en su lugar le habrías dicho que si a Prongs la primera vez- se burló

-Pad…- trató de intervenir Remus, pero era inevitable que Sirius siguiera molestando a su amigo.

-Yo no dije eso!- gritó molestó Peter tratando de defenderse sin embargo ir en contra de Sirius era ir en contra de Prongs y ellos eran sus mejores amigos.

Por otro lado, uno de los salones de junto terminaba las lecciones, una chica salió al último venía distraída cuando alguien paso a su lado empujándola y logrando que sus libros se dispersaran por todo el suelo. Lanzó una mirada de desagrado al slytherin y se puso de rodillas a levantar todo su desorden.

-Toma... - dijo con una amplia sonrisa tendiéndole el libro que literalmente había volado muy lejos de ella.

-Gracias – dijo correspondiendo la sonrisa, mientras se ponía de pie y tomaba el libro.

Un momento de incómodo silencio se hizo presente, él se había quedado sin palabras y ella esperaba que él hablara.

-Nos vemos… - dijo de repente y dio media vuelta, no había dado ni dos pasos cuando…

-Por cierto… mi nombre es…

-Remus… te conozco- dijo con una sonrisa un tanto coqueta – tengo que irme- agregó y caminó a prisa por el corredor hasta perderse a la vista.

-Vaya, vaya mi pequeño está creciendo!- dijo haciendo una cara dramática Sirius que se había acercado al chico y tomado por el cuello para alborotarle el cabello en forma juguetona.

-Calla Pad!- se soltó de él un tanto molesto mientras los demás se acercaban a ellos.

-Bueno ella vale que babees un poco- sonrió con las manos en la cintura- Remus J. Lupin interesado en la pequeña Snow White (Blancanieves) -agregó Lily con una mirada soñadora imaginando a ambos juntos.

-Snow White! Así se llama?- dijo James poniendo cara de sorpresa- ¿quién en su sano juicio le pondría Snow White a su hija?

-Potter!

-Lo siento, cariño

-Cariño, no juegues con fuego Potter, que aún puedo retractarme… - dijo mirándolo de reojo

-Bien, me callo, me callo.

-Así le dicen las chicas, no ves el parecido?...- dijo dirigiéndose a Remus que negó con la cabeza sin entender muy bien.

-No... bueno tomando en cuenta de que no sé con quien tengo que compararla- contestó disculpándose mientras Sirius y Peter se doblaban de risa era muy extraño ver a James actuando así con una chica, pero tomando en cuenta de que era la pelirroja con quien tantas veces se había imaginado era pasable.

-Ten… lee esto seguro te sirve para acercarte a ella - dijo Lily anotando algo en un pedazo de pergamino y pasándoselo a Remus.

Remus leyó en el pergamino:

"Cuentos de Hadas"

Los días pasaron rápidamente, fue difícil que Lily se zafara de su compromiso pues James la había estado siguiendo desde que bajaron a desayunar, no iba a permitir que olvidara que ese día tenían su gran cita. Sirius también había conseguido una cita, una chica de Slytherin, tenía muy mala actitud y tendía a ser bastante odiosa, sin embargo era demasiado guapa y para pasar el rato estaba bastante bien, Remus se había fijado una meta, buscar a la chica con la que se había tropezado, jamás pensó lo escurridiza que podía ser, aunque el hecho de que no supiera su nombre no le ayudaba mucho, de todas formas tendría que buscar el libro que Lily le había recomendado, la Sra. Pince, le había dicho que ese tipo de lecturas eran utilizadas en los cursos de estudios muggles y que sólo podía encontrar un ejemplar si lo pedía, Peter por otro lado tenía una cita con una chica de Hufflepuff que estaba un tanto desesperada por salir con alguien, pero que no demeritaba la dulzura con que el chico la trataba.

James había estado esperando el momento desde que Lily le había dicho que si, desde que se encontraron en la entrada del castillo, la había recibido con un gran ramo de flores.

-Son muy lindas, gracias Potter

-James

-Perdón?

-Dime James, han sido siete años esperando este momento, me gustaría escuchar mi nombre con tus labios Lily- dijo tomando su mano mientras la acercaba a sus labios para besarla como un caballero, la chica se sonrojó un poco al escuchar su nombre dicho con tanta ternura

-Bien, James, dime a donde iremos?- preguntó con una gran sonrisa, después de todo no era tan cretino y arrogante como parecía.

-Hoy tus deseos son mis órdenes, aunque estaba pensando en pasar al lago y remar un poco, que dices te apetece un poco de agua y patos?-

-Será genial

Ambos caminaron hacia uno de los extremos del pueblo en donde había un pequeño claro con patos a los que se les podía alimentar, lo malo de esto era que los animalillos comenzaban a seguirte en cuanto recibían los pedazos de pan o migas que se les daban, también se rentaban algunos botes para dar la vuelta, había unos cuantos botes en el claro, todos con alguna pareja de enamorados que de tanto en tanto se detenían a la mitad para robar el beso de sus amadas.

-Jamás pensé que tuvieras este lado tan… ¿romántico?- dijo Lily mientras disfrutaba del paisaje

-Bueno, la verdad es que soy una cajita de sorpresas- se jactó sonriendo seductoramente

-Bueno, podré manejarlo mientras no me llame Pandora puedo con cualquier cajita de sorpresas- contestó y ambos comenzaron a reír.

Las miradas se cruzaron, ella no podía creerlo realmente llevaban tan poco tiempo juntos y estaba disfrutando de su compañía, quien iba a decir que tendría que desinflar un poco el ego de Potter para poder encontrar a un chico tan agradable, sabía que era atractivo, mil veces había visto a sus compañeras babear mientras lo miraban con ojos soñadores, pero ella no quería eso, no quería la imagen de superestrella del quidditch egocentra y presuntuoso, ella sólo quería ver al James que dejara de comportarse como un idiota para tratar de impresionarla.

-Y cuéntame Lily, que harás cuando salgas de aquí?- preguntó casualmente, le encantaba escuchar su voz alegre

-Quiero ser auror… tal vez algún día pueda salvar tu trasero- guiñó un ojo sonriente

-Y desde cuando te interesa salvar mi trasero?- trató de embromarla

-Tal vez desde que me di cuenta de que es imprescindible para que subas a la escoba y atrapes la snitch- contestó casualmente no iba a caer en su juego

-Ahhh… creí que habría un mejor motivo, después de todo ejemplares como el mío no se ven a diario- volvió a intentarlo acercándose un poco a ella

-Si… claro …-contestó sin apartarse con un cierto tono de sarcasmo en su voz- y tú James, qué harás cuando salgas de Hogwarts?- cambio el tema visiblemente pues el chico comenzaba a fijar su mirada en su rostro y comenzaba a intimidarla

-Yo… yo me casaré contigo Lily… - susurró acercándose a su oído, lo que perturbó visiblemente a la pelirroja, que para esos momentos se había sonrojado por completo y se había puesto casi tiesa – y claro también seré auror…- agregó volviendo a su posición y regalándole una de sus mejores sonrisas.

La conversación siguió casualmente. Mientras tanto Sirius caminaba por las calles centrales con Lucía, era una rubia muy linda, tenía los ojos azules y su cabello era tan largo como hermoso, siempre lo arreglaba de manera que le diera un toque sofisticado, sin embargo el hecho de ser hermosa mantenía su altanería y arrogancia a niveles muy altos, sólo Sirius la soportaba lo suficiente, aunque realmente nadie podía entender cómo era posible que dos personas que se pasaban tanto tiempo ensimismados consigo mismos pudieran tener un poco de atención hacia el otro, ella era una orgullosa slytherin que había jurado sobre sangre que ningún chico jamás la rechazaría por alguien de menor categoría y Sirius que tenía también su orgullo se jactaba que jamás ninguna chica que él pretendiera pudiera preferir a otro en su lugar, pues bien, los dos estaban juntos por cuestión de orgullo y de que realmente juntos se veían estéticamente bien, sin embargo nadie conocía el verdadero secreto que se escondía en sus corazones, ella soñaba con el hombre que pudiera liberarla del compromiso de matrimonio al que sus padres la habían condenado con un tipo que no conocía y lo peor de todo y su más grande miedo: jamás conocería el amor de un hombre del que se enamorara, Sirius por otro lado quería ser libre de su familia, encontrar a una mujer que no le importara su familia ni su nombre y que lo amara a él por sobre todas las cosas buscaba la felicidad, intuía que James y Lily se comprometerían, que serían felices, y tendrían lo que él anhelaba con toda el alma… una verdadera familia.

Ambos venían distraídos pensando en sus cosas que no se dieron cuenta que frente a ellos estaban Peter y Marie salían de Honey&Dukes con los bolsillos repletos de chicles de sabores que pintaban la cara, ranas de chocolate y paletas de caramelo que podían lamerse y chuparse y que nunca disminuían su tamaño original. Marie había dado un chicle a Peter a quien comenzó a ponérsele la cara color limón y en las mejillas se le habían marcado las dos semillas, la chic reía muy divertida mientras Peter la obligaba a comer un chicle de sandía, ella accedió y mientras la frente se le teñía de verde, luego una delgada franja blanca para terminar con todo su rostro en un vivo color rojo, con algunos puntillos que semejaban las semillas en color negro, los dos chicos se deshacían de risa muy a gusto.

No entiendo como pueden hacer el ridículo, de por si los dos son tan patéticos como torpes y ahora además de eso se los catalogará de idiotas-dijo con desdén la chica mirando a la pareja que seguía divirtiéndose, Sirius que si bien coincidía con ella en que Peter era medio torpe e idiota, no consentía que se insultara a uno de sus amigos en su presencia.

-¿Por qué eres así?- dijo de repente molesto- después de todo la están pasando mejor que nosotros, por lo menos se están divirtiendo- dijo un tanto cruel

-Como te atreves a contestarme de esa forma!- dijo molesta

-Te contesto como mejor me place, y no me gusta que hables así de Peter, él es mi amigo

-Pues si sigues con ese tipo de amistades pronto se te pegará la idiotez!- contestó molesta, dando directamente en la fibra que sabía Sirius no soportaba que tocaran

-Por lo menos tengo amigos! Idiotas si tu quieres, pero verdaderos y mejor eso a no tener nada- dijo con extrema crueldad dando la vuelta y caminado hacia otro lado y dejando a la rubia completamente callada y parada sin saber que hacer o decir.

Sirius caminó hacia las Tres Escobas, seguramente ahí encontraría mejor compañía que la que acababa de dejar en la acera calles atrás.

Remus se encontraba en una de las librerías, había pedido el libro que Lily le había recomendado y el dependiente se había ido a buscarlo, se entretuvo hojeando algún libro de interés cuando…

-Hola – dijo con una gran sonrisa una chica que salía de uno de los corredores de libros.

-Tú?

-Ahora está prohibido entrar en las librerías públicas?- contestó divertida de su expresión.

-No, no me malentiendas, la verdad es que no esperaba verte por aquí- sonrió un tanto apenado por el comentario que acababa de hacer.

-esperas a alguien?-

-er…yo…este… bueno…er…

-siempre eres tan efusivo?- rió divertida

-no, la verdad no- dijo un tanto sonrojado con una mano en la cabeza, pero la risa de la chica le pareció sumamente encantadora.

-Bien… tengo que irme- dijo caminando hacia el mostrador para pagar el libro que traía.

-Espera, vienes con alguien?- preguntó alcanzándola y sin querer la había tomado de un brazo cuando se dio cuenta la soltó rápidamente, ella sonrió ampliamente

-No

-Ah… bien… yo…

-Te gustaría acompañarme?- preguntó ella tomando la iniciativa

-Sólo si me dices tu nombre- sonrió el tan dulcemente que sintió que se derretía

-Prometes no reírte?- dijo acercándose a él

-Por supuesto- contestó muy serio

-Winter… - susurró a su oído

Horas más tarde, en la sala común de Gryffindor, Lily se despedía de James con una gran sonrisa en los labios, al parecer la había pasado muy bien y estaba dispuesta a repetir si se daba la ocasión, Remus también estaba contento y se dio cuenta de que había dejado de pensar en su problema con los ciclos lunares por un buen rato, Peter por otro lado seguía con la cara pintada, esta vez parecía que le habían tirado varios cubos de pintura en la cabeza y de varios colores, al parecer al muy bobo se le había ocurrido meterse a la boca más de tres dulces y el efecto se hacía más duradero. Sirius por su parte estaba algo gruñón, Lucy le había hecho pasar un mal rato, y lo que menos deseaba era tener que volver a verla por un buen rato.

Las semanas siguieron su curso y estando en el Gran Comedor, Dumbledore dio un aviso importante, las clases del siguiente Jueves se cancelarían por que todos los maestros habían sido llamados por el consejo escolar para implementar algunas reformas educativas, así que todos los alumnos de séptimo tendrían el día completamente libre, pues sus horas de lección serían usadas para que los maestros se ausentaran y de esta manera ellos tuvieran tiempo para preparar sus NEWTS, sin embargo los cuatro amigos prefirieron pasar la mayor parte del día en los jardines junto al lago, después de todo se sabían lo suficientemente bien todas las lecciones como para saturarse estudiando de más.

En cuando a Lily, Marie y Winter, bueno las tres habían comenzado a hacerse muy buenas amigas, a diferencia de Lucía que a pesar de seguir herida en su orgullo por las palabras de Sirius, comenzó a darse cuenta de que realmente lo extrañaba, y sin verse demasiado ansiosa trataba de toparse con él de cuando en cuando, sin embargo cuando él la notaba prefería seguirse de largo, aún si él también extrañaba su compañía, después de todo, y a pesar de todas las chicas que rogaban por que él las mirara, comenzaba a creer que aquellos casi nulos momentos compartidos con Lucía en que ella se había mostrado tierna y sensible estaban muy lejanos. De todas formas Lily y Winter habían tratado de que las cosas se arreglaran después de todo Remus y James les habían dicho que Sirius había estado muy serio últimamente, y él había sido amable con ellas así que por qué no tomar el asunto en sus manos.

Ese jueves iba a ser el día, habían mandado vía lechuza una invitación para que se reuniera con las tres chicas a las orillas del lago, para compartir una fiesta de té, como le había llamado Lily, aunque realmente sería una plática de chicas. Lucía, aun sin creerse la invitación supuso que sería bueno echar un vistazo, a lo mejor Sirius y sus amigos también estaban invitados, necesitaba darse la oportunidad de abrir su corazón y ver más allá de su nariz.

Las tres chicas estaban sentadas en una manta de cuadros blancos y rojos, reían mientras comían algunos panecillos que al parecer habían sacado de la cocina.

-Y dime Lily, realmente jamás te ha pasado por la cabeza robarle un beso a James?- preguntó Marie haciendo que la chica se sonrojara por completo

-Marie! Que cosas dices!... bueno la verdad es que si lo he pensado- confesó ante las miradas de sus compañeras- pero no quiero ser una mas en la lista!- agregó justificándose y las otras dos terminaron por partirse de la risa cuando una de ellas vio a Lucía parada frente a ellas totalmente callada

-Lu! Que bueno que te decidiste- dijo de repente Marie

-Lu?... si no te molesta mi nombre es Lucía no Lu- dijo a modo de saludo mientras las otras dos le sonreían

-Lucía, no quieres sentarte?- preguntó Winter

-Sólo un momento- dijo la rubia tomando asiento junto a Lily, que era la más conocida para ella, la pelirroja le sonrió y le ofreció un panecillo.

La conversación siguió de manera cordial, como si la slytherin hubiera estado desde el inicio, aunque las preguntas habían sido no tan comprometedoras como la que le habían hecho a Lily, pronto se dio cuenta que a pesar de ser tres chicas con tan poca clase realmente eran agradables. Quien las viera pensaría que eran cuatro bellos ángeles caídos del cielo que se habían perdido en la tierra por andar de traviesas. Marie, la hufflepuff, era la más corta de estatura, su cabello castaño rizado y largo siempre lo llevaba con una cinta a modo de diadema, su piel era morena clara muy sonrosada, realmente dulce y alegre, siempre con una sonrisa en los labios, era hija de magos, en contraste estaba Winter, la ravenclaw, que tenía el cabello negro y largo que siempre llevaba en una trenza larga, su piel blanca, sin embargo era más alta y delgada que Marie; Lily era por otro lado una de las más bellas chicas de todo el colegio con su cabello rojizo y esos ojos verdes por los que suspiraban tantos chicos como Potter, también era alta en comparación de Marie, pero ella y Winter se quedaban cortas con Lucía que era casi de la misma altura de Sirius que las sobrepasaba por varios centímetros. Poco a poco la confianza fue creciendo y las chicas regresaron a sus preguntas, sin embargo ninguna de ellas había notado que eran observadas desde muy cerca por cuatro pares de ojos que escuchaban con atención la conversación.

-Le toca a Lucy… - dijo Lily – has tu la ronda de preguntas- dijo y esta aceptó pues estaba más relajada y a gusto

-Realmente disfrutas la compañía de ese bobo de Pettegrew?- preguntó tratando de encontrar la posible explicación de por que una chica tan encantadora pudiera seguir saliendo con semejante ejemplo de torpeza

-Bueno, la verdad es que Peter es muy dulce y agradable, el que sea torpe le da su encanto, además me hace reír, cualidad indispensable en un chico para que lo quiera a mi lado- dijo orgullosa

-No quise ofender…- se disculpó y Marie le sonrió sin tomárselo tan a pecho- Lily, crees que James Potter realmente se fije en ti como para hacerte su esposa y no le importe que seas bueno… hija de muggles?- no era la intención molestar, simplemente era la forma de ser de Lucía y no se daba cuenta cuanto lastimaba a las personas hasta que era tarde

-Eso, Lucy querida debes preguntárselo a él, lo que yo crea no tiene importancia si él ha tomado su decisión basándose en sus sentimientos- contestó con seriedad la pelirroja que al parecer la ofensa le había llegado bastante.

-No quise ser grosera- dijo con cierta altivez

-Terminemos con esto quieres?-dijo Winter, esperando que esto distrajera a Lily – pregúntame lo que quieras

-Es cierto que tu madre era una bruja que te odiaba tanto que prefirió darte en adopción con los muggles?- las otras dos la miraron, después de todo esa era una pregunta muy fuerte

-Esa es mi madrastra, mi madre murió cuando nací, yo como lily soy hija de muggles, mi padre se casó con ella , si me odia, pero como finalmente no llevo su sangre, me da lo mismo - dijo con tanta serenidad que a penas y le creyeron que estuviera tan tranquila

-Y dinos Winter, de que es el libro que traes?- dijo de repente Marie para bajar la tensión

-Se supone que es un libro de cuentos de hadas, me lo ha regalado mi madrastra de cumpleaños aunque tiene una cerradura y no he conseguido abrirlo con nada- dijo mostrando el libro de cuero que tenía una cerradura en plata, estaba en muy buen estado, y era realmente hermoso.

-No tienes miedo de que esté envenenado o tenga un hechizo que te mate al abrirlo- dijo de repente Lily

-Claro que no, me odia, pero dudo mucho que quiera matarme y menos hora que estoy por graduarme y saldré de su vida para siempre - Dijo revisando el libro cuando cuatro chicos se acercaron a ellas.

Después de saludar los cuatro tomaron asiento, sin embargo la sonrisa de Lucía que apenas brilló cuando vio a Sirius tan cerca se le borró por completo cuando el chico se sentó entre Winter y Marie y comenzó a coquetearles descaradamente, Remus y Peter que y conocían su plan, no le dieron demasiada importancia sin embargo Lucía estaba por estallar.

-Marie preciosa, no te gustaría acompañarme por algo más de comer mientras dejamos a los demás conversando- dijo acercándose al oído de la chica que se sonrojó por completo, Winter miró a Remus sin entender lo que pasaba, quien sólo le regresó una sonrisa tranquilizadora, ahora lo entendía, Sirius quería darle celos a Lu, y Lily también había entendido el concepto así que ambas actuaron.

-Si Marie no quiere acompañarte yo con gusto voy contigo- dijo de repente Winter después de haberle dado un apretón en la mano a Remus quien simplemente sonrió

-Por que tanta prisa podemos ir los tres- dijo lily

-Calma…- dijo Sirius tomando a Winter del cuello y acercándola para susurrar algo en su oído y amagando besarla sin embargo a este punto Lucía estaba más enojada que cuando la había dejado parada en Hogsmeade como una tonta, apretando los puños con fuerza se levantó y comenzó a caminar hacia el castillo

-Ve tras ella- dijo Winter, sin embargo Sirius ni siquiera se movió

Winter se puso de pie, Lucía no había dado ni tres pasos cuando la tomó del brazo

-espera Lucy, que era un juego!- dijo tratando de tranquilizarla, sin embargo los ojos de la rubia estaban inundados con lágrimas que aún no corrían por sus mejillas

-Pues su juego no me gusta! Son un conjunto de idiotas!- gritó, para entonces ya todos le rodeaban

-Vamos, no tienes que ponerte así, creímos que si te dábamos celos reconsiderarías tu actitud para con Black- trató de explicar pero la chica estaba fuera de si, demasiado herida

-Celos! De una asquerosa sangre sucia como tú, que mató a su propia madre al nacer!- no se la esperó Winter había azotado su mano contra la mejilla de la rubia con fuerza, Remus corrió hacia ella y la tomó de los brazos tratando de tranquilizarla y alejarla de la rubia.

-Retráctate, Lucía!- dijo de repente Sirius que la había tomado de un brazo

-Ahora la defiendes? – dijo ofendida

-Vamos Lucía, Winter no hizo realmente nada malo- intervino Marie

-Calla, no voy a escuchar a una torpe gorda que lo único a lo que puede aspirar en la vida es a alguien como Pettegrew! Y si tú también vas a meterte conmigo Evans, deberías irte pensando muy bien en aceptar a Potter como marido, si no es que ya se arrepintió!- gritó muy enojada, estaba a la defensiva

-Hey!- dijo James, sin embargo Lily lo detuvo

-Retráctate ahora mismo Lucía!- repitió Sirius muy molesto de que acabara de ofender a las chicas

-No me retracto y suéltame!- dijo soltándose de él mientras sacaba su varita y lanzaba hechizos al aire sin realmente apuntar.

Peter se lanzó al suelo con Marie para cubrirse de la intempestuosa lluvia de hechizos que la rubia había comenzado a lanzar sin fijarse, James lanzó al suelo a Lily y la cubrió con su cuerpo para protegerla, Remus tomó a Winter de la mano y sin más la abrazó poniendo un hechizo de protección frente a ellos, Sirius forcejeaba tratando de quitarle la varita a Lucía, sin embargo en una de esas desvió un hechizo que fue directamente hacia el libro de Winter.

Cuando el hechizo lo golpeó comenzó a brillar de manera intensa, la luz blanca comenzaba a cubrirlo todo, el libro se elevó por los aires mientras la cerradura se abría, un sin fin de luces de colores salieron de las páginas del libro, a este punto los ocho miraban hacia el libro abierto sin poder moverse de sus sitios varias luces de impactaron en los chicos que fueron cayendo al suelo inconscientes, ignorantes de lo que estaba pasando, el cielo se llenó de un resplandor y el libro flotó al suelo entre los cuerpos de los ocho jóvenes.