"La verdad antes de la partida"
Decirle a Liam que yo era una bruja era como hablarle a un niño sobre sexo, explicarle cómo de dos seres nacía un bebe, se quedó callado analizando cada punto del que yo estaba hablando; llegó un momento que me repetía absolutamente todo lo que yo decía para estar seguro de lo que esta escuchando. Cuando me miró usar la varita brincó casi tres metros atrás, pero poco a poco se me fue acercando. Esa noche odie a Liam, no dejó de preguntarme de cómo era la vida mágica y yo tuve que explicarle casi todo, cosa que me causo un gran dolor de cabeza.
- ¡Quiero ir! – casi me gritó Liam,
- Ya te dije, no puedes – le dije mientras que miraba por mi ordenador los horarios de los vuelos – mis padres querrían comprometerte conmigo inmediatamente, nos delataríamos de nuestra perfecta vida - le dije, voltee a verlo y el tenía un rostro como un niño,
- Ya te dije, no me importa - me dijo caminando de un lado para otro – si ellos quieren que me comprometa solo sería un pretexto perfecto para lo que tengo en mente
Mis manos me sudaron y mi corazón dio un vuelco, simulé ver la pantalla fijamente, no quería verlo, me estaba sonrojando. Pero el luego me tomó de las manos y me miró fijamente.
- Ginny es perfecto todo esto, sería dar un paso a nuestro compromiso - me dijo y a mi me dio un miedo aterrador ¿compromiso¿seria correcto sentirme con miedo? – digo, solo es como conocernos mas
- No lo se – dije con duda, no podría imaginar a Liam corriendo por toda la madriguera sorprendido de cómo mama cocinaba y de cómo mi padre guardaba los enchufes y cualquier cosa muggle que yo usaba ahora. Tal vez era una verdadera vergüenza por mi origen
- Bien – dijo Liam y tomó esa postura que a veces amo y a veces odio de cuando el se enoja y llega a un límite - no te lo estoy pidiendo, te lo estoy exigiendo. Tengo derecho a conocer mis futuros suegros.
Eso bastó, dos días después ambos estábamos tomando un vuelo para Londres, yo como siempre, estaba nerviosa ante lo que estaba apunto de suceder¿Qué me pasaría¿Qué les diría a mama o a papa?
Todo el vuelote la pasé jugando con pedazo de servilleta que pasaba entre mis dedos. Mis nervios se debían a todo, a mis sentimientos, a Liam, que aún no sabía como reaccionaría frente a mi familia, y mi misma familia ¿Qué dirían cuando llegara de la mano de mi novio muggle?
La llegada al aeropuerto a Londres fue un poco brusca. El cielo nublado me hizo sentirme con una melancolía terrible y de inmediato me dieron unas ganas de subir corriendo al próximo avión hacia América. Subimos al taxi y Liam me sonrió y me tomó de las manos.
- No va a pasar nada, no tienes de nada de que preocuparte, tus padres serán maravillosos y yo los seré con ellos – me dijo y me entró el pánico en verdad quería ver eso con mis propios ojos
Y luego… ahí estaba, casi apunto de caerse, la vieja madriguera.
Vi a Liam como resignada, el también parecía resignado y casi juraba que sentía vergüenza ajena por mi.
- Lo sé – le dije rápidamente con mis maletas en mano – en América nadie vive en casas apunto de caerse, esta es diferente.
Caminé hacia la puerta con mis maletas en mano, la vi y me entró ese sentimiento de culpabilidad por no haber regresado antes. Miré a Liam, el sobrecillo traía casi todas las maletas en mano, pude haberlo ayudado pero un repentino miedo me invadió, tiré las maletas y eché a correr como niña chiquita miedosa.
Liam creyó que mi carrera por llegar a mi casa era por la emoción, pero en verdad era que quería prevenir a mis padres de la llegada de Liam. No quería ni ver el rostro de mi madre cuando se enterara del origen de mi prometido.
La llegada a mi casa fue de lo mas extraña, papá me abrazo y me sentí como una niña de 5 años, protegida completamente, como cuando estás en una caja de cristal sin que nadie te pudiera tocar. Mi madre me miró y después de abrazarme criticó mi nueva forma de vestirme¡demasiado muggle para ser una Weasley!. Volteé mis ojos y estaba apunto de decirle que la razón por la cual me vestía así tenía nombre masculino cuando un "buenas tardes" con voz varonil se escuchó desde la entrada.
Hubiera deseado que Liam se retrazara diez segundos mas para decirles a mis padres pero era demasiado tarde.
El rostro de mi padre parecía haber visto a un boggat en forma de "sospechoso-quita-hijas" mientras mi madre casi sacaba su varita, hubiera jurado que sospechaba que el era el cartero muggle que por fin había encontrado nuestra casa.
- ¿y quien es este? – preguntó mi padre. Casi juraría que si aprovechara a decir que era muggle el rostro de mi padre cambia a uno feliz y curioso.
- Hola, buenas tardes, soy Liam Benson, eh… yo soy - y al tonto del Liam se le cayeron todas las maletas que traía. Mi madre frunció el entrecejo mientras que mi padre se quedó parado observando cómo mi neceser se caía junto con todo lo que llevaba dentro
- Yo… lo siento – dijo con torpeza Liam, mientras yo corría a auxiliarlo, mi madre se limitó a tirar un hechizo y todo volvió a la normalidad.
Con el rostro de sorpresa de Liam mis padres descubrieron todo, parecía como si Liam hubiese visto lo mejor en toda su vida, abrió la boca tanto que yo me sentí tan torpe a su lado.
- Bien mama, papá, el es Liam, mi prometido - ahí estaba parada yo, como la tonta mas grande del mundo, entonces mi padre se paró y lo saludó de manera un poco ruda mientras mi madre me miró moviendo la cabeza negativamente. Entonces lo supe, ella no estaría del todo de acuerdo.
Había pasado la primera hora con mis padres y Liam parecía haberle caído muy bien a mi padre, tal vez era la necesidad de ambos de conocer el mundo tanto muggle como mágico, casi podría haber jurado escuchar un par de risas en el fondo de la sala.
- ven para acá – me jaló mi madre mientras yo me había levantado para servir un poco de zumo de calabaza – necesito que me digas algo.
-
El miedo me aterró, con mi madre no podía salirle con las cosas típicas de " ya estoy grande"… "es mi vida, déjame ser"… y yo aun sentía un poco de respeto a ella.
- ¿en que estabas pensando al comprometerte con un muggle? – me dijo mi madre ya en la cocina, con las manos en la cintura, muy similar como cuando descubría que había estado comiendo toda la noche galletas sobre mi cama
- ¡no soy una niña! Creo que puedo escoger con quien comprometerme o no – dije tratando de ponerme al nivel de mujer a mujer con mi madre
- creo que usted señorita le hace falta un tornillo – me dijo y yo enfurecí, traté de no contestarle, tragarme el coraje me estaba produciendo que me pusiera muy colorada –
- Yo creo que a mi no me hace falta un tornillo, él es el muggle mas maravilloso que me he encontrado, es mucho mejor que muchos otros magos que conozco – dije y miré hacia la sala, mi padre parecía llevarse con él excelente – mira a papá, a él si le cae bien
- Si, pero a papá le cae bien cualquier muggle mientras le expliquen como viven sin magia. Míreme señorita a los ojos y explíqueme porqué un muggle
- Por la misma situación que Ron y Charlie se enamoraron de una hija de muggles, mamá lo siento pero son encantadores – dije tratando de verme enamorada, pero creo que ella no me lo creyó tanto
- Lo de Hermione y Hannah es distinto, ellas son brujas…
- Brujas nacidas de padres muggles ….
- Si pero no son muggles – me contestó - ¿tienes idea de la gran posibilidad que tienes de tener hijos squibs?
No pude evitar reírme con sarcasmo
- ¡no se ría señorita, que esos squibs son hechos a un lado por la sociedad y a lo largo producen división familiar.
- Aquí en Londres si mama. Pero en América es distinto, allá no existe eso.
- ¿América¿acaso piensas regresar a ese horrible lugar? – Mi madre me miró como si yo estuviese contaminada de algo y yo volví a enojarme tanto mas con ella
- les recuerdo que fueron ustedes quienes me mandaron, yo no quería ir, y sí, planeo regresar, quiero vivir allá con Liam
Mi madre inmediatamente empezó a fingir un dolor en el pecho mientras se tambaleaba de un lado para otro.
- Ay me da, me da, el pecho¡como me duele! – dijo y yo descubrí que solo era chantaje
- Yo no soy Fred o George para creerte. ¡Basta mamá! Los chantajes entre mujeres no nos lo creemos – le dije con las manos en la cintura y mientras la miraba respirar parecía como si a ella se le hubiese ido el malestar de la nada.
- Ay Ginny, mira lo que me causas, mira que traer un muggle y para el colmo Americano, hubiese deseado que te hubieras agarrado a un buen chico ingles y brujo
- Si pero ustedes decidieron llevarme lejos, que opciones tenía yo allá
- Tan buenos partidos que tenías aquí. Harry era mi favorito, si tu tan solo hubieras…
- ¡Basta! - y no lo soporté, mi enojo salía de las entrañas - ¡Basta¿conque eso era? Para ti Harry hubiese sido el perfecto porque el muestra el lado bueno de la cara, pero no el verdadero, así que basta, no quiero mas comparaciones, olvídate de Harry y de mas brujos ingleses, aquí está mi hombre y es el definitivo, no lo pienso cambiar ni por mil Harry´s que llegaran suplicándome.
Mi madre me miró un poco asustada y entonces mas calmada yo le dije…
- Mamá… lo quiero… y no creo que exista nada que pueda cambiar eso - me sorprendí desde muy en fondo de mí¿había sido sincera¿o era solo una mascara para enfrentar a mi madre?. Pero ella se lo había creído.
- Y por favor mamá, evita el nombre de Harry mientras yo esté aquí, Liam no sabe nada de él y no me interesa que se entere quien es.
La vi. y ella pareció acceder. Luego de irme a sentar junto con Liam tomándole de la mano mientras me sentía contenta que tanto mi padre como Liam comenzaran a entablar una platica lo suficientemente buena para soltar carcajadas. Yo sabía que Liam no tardaría en conquistar a mi madre, solo era cuestión de tiempo.
