"El socio y el sabueso"
Tenía tres días en Londres y Hermione estaba provocando un dolor de cabeza, "que si las flores no eran las correctas, que si Ron parecía arrepentirse, que si la túnica de las damas era horrible", todo era un caos para ella. Y para el colmo las invitaciones habían sido mal impresas, de lugar de decir el clásico " Ronald y Hermione los invitan". Decía:
Ronald y Hermayoneesa…
Cosa que provocó tanta risa tanto a Fred, George, Ron y Liam, que Liam se había tomado la molestia muy a escondidas a llamar a Hermione " Hermayonessa Hellmann´s" (1) y los varones de la casa parecían festejarle el chiste. A mi no me había parecido gracioso, pero a escondidas solía reírme, gracias a Dios que Hermione no se había enterado de eso.
Liam había sido aceptado por mi madre cuando le comenzaba a ayudar a lavar los platos después de la comida. Al principio a mi madre le resultó satisfactorio verlo lavar los platos a manera muggle, uno por uno, y disfrutó ver cómo Liam trataba de quitarle la grasa pegada a uno de los sartenes mientras mi madre tomaba el té de la tarde.
- ¿dejaras que siga tallando eso? – le dije a mi madre mientras miraba cómo el pobre se esforzaba
- está tratando de quedar bien conmigo y yo trato de desquitarme – me dijo con satisfacción – y no te permito que le ayudes con magia
- gracias, pero no pienso usar magia frente a él – le dije sentándome a un lado de ella. Mi madre me miró levantando una ceja
- ¿piensas convertirte en una muggle? – me dijo muy ofendida -
- no, pero al menos trato de no parecer superior frente a él – le dije- hay cosas que yo considero que él puede hacer como lavar platos con las manos y que yo también logré hacer a la perfección.
- ¡Me sorprendes Ginny! Parece que dudaras de tu origen – me dijo y dejó la taza de té a un lado, yo me preparé para la discusión que empezaría
- creí que Liam te caía bien – le cambié de tema radicalmente –
- ¿crees que porque me prepara el desayuno me va a caer bien? No, no soy de esas que me ganan con una pila de Hot cakes , el tiene que comprobarme que realmente es lo mejor para ti,
- pero te lo estoy diciendo yo que él es bueno para mi, el no tiene que demostrarte nada a ti - solté enfadada, temía que Liam me escuchara pero el se encontraba tan metido en las hoyas que no escuchó.
- Tu estas cegada, no logras bien, el sentimiento de madre me dice que no es muy bueno, alguien que trata de ganarse a la familia de la noche a la mañana no es alguien precisamente honesto
- Él no los conocía, no ha habido tiempo suficiente para que él los conociera, yo no lo traje a casa desde un inicio por la distancia pero si crees que es lo suficiente bueno para mi el tiempo te lo dirá y eso es lo que menos sobra en este viaje.
- ¿piensas regresar? - me preguntó mi madre tan molesta que casi fue como reproche
- si, si pienso regresar, ya te lo dije antes, allá esta mi vida, mi trabajo y mi casa. No puedo dejar todo de la noche a la mañana
- pero aquí estamos nosotros – me dijo mi madre con los ojos tristes
- pero allá está mi vida – le dije con las manos en la cintura. La vida en Londres comenzaba a gustarme, pero yo sabría que no siempre sería así
- dime algo Ginny¿se trata todo esto de libertad? - me preguntó, sentí que era la Molly mujer quien me preguntaba algo así.
- Se trata de eso y de más
- Ya te acostaste con él ¿verdad? - me asusté tanto de esa pregunta ¿Quién dijo que las madres podían pregunta esa clase de cosas a las hijas? Y yo comencé a tartamudear
- ¿Qué clase de pregunta es esa? – le dije tan enojada que era lógico que no pensaba contestarle
- dime que no Ginny, quiero aun creer que tratas de conservarte virgen para cuando te cases.
Traté de no reírme y me mordí la lengua para que mis labios no se doblaran.
- ¿acaso fue con Harry tu primera vez? - y la sangre se me subió a la cabeza
- ¡Basta! – me levanté de golpe,- eso a ti no te importa ni te debe de importar, tengo 26 años y estoy viviendo mi vida de acuerdo a mis ideales y te prohíbo que vuelvas a hablar de Harry y de todo eso, no frente a Liam, eso quedó en el pasado
Me levanté de golpe tan molesta que apunté con mi varita hacia donde estaba Liam y grité para que mi madre me escuchara "fregotero" y los trastes quedaron tan limpios y me acerque hacia Liam con una gran sonrisa
- deja toda esta tontería y vente conmigo - Liam me miró sorprendido. Le tomé de la mano y lo saque a que me acompañara a una caminata por el jardín mientras atardecía.
Aquella noche me había escabullido al cuarto de Percy en donde estaba Liam, la terrible verdad era que extrañaba el dormir junto a él, el sentir el calor y la seguridad que me producía cuando dormía. Adoraba cuando él en medio de la noche me abrazaba por la cintura y me atraía hacia él y me usaba como almohada, solía poner su rostro tras mi nuca.
Esa misma mañana me levanté con una pesadez en el estómago, no sabía con exactitud que era lo que me ocurría, miré el cielo y no había sol, me dio tanto miedo que me acosté cinco minutos mas y me aferré un poco mas a Liam que ni se imaginaba lo que yo estaba sintiendo. Yo tenía unos horribles escalofríos y un presentimiento muy feo. Ni siquiera quise tomar el desayuno esa mañana.
Liam parecía que poco a poco se iba incluyendo a la familia, mi madre parecía aceptarlo un poco mas mientras que mi padre lo esperaba cada mañana para hablar sobre cosas muggles y Liam parecía orgulloso de serlo, mientras yo trataba de escurrirme de Hermione que cada vez parecía mas histérica por la fecha que se acercaba.
- ¿cómo es posible que falten menos de una semana y ni siquiera Ron se ha preocupado por irse a medir su túnica? – casi gritó Hermione tan cerca de mí que sentí como mi oído sufría las consecuencias –
- Cálmate, ya sabes, Ron siempre deja todo para el último - dije un poco fastidiada
- Es que eso es precisamente lo que no quiero – me contestó Hermione de nuevo histérica
Aquella tarde los gemelos habían invitado a Liam a que lo visitaran a la tienda que tenían en el callejón Diagonal, a mi no me parecía muy buena idea porque sabía lo expuesto que Liam estaría sobre todas esas cosas.
Empezaba a moverme con seguridad apenas en mi propia casa y ya era hora como para comenzar a hacer lo mismo en mi propio mundo. Era extraño pero en toda mi estancia nadie había hablado de Harry, solo mi madre y eso me empezaba a asustar.
Llegar a "Sortilegios Weasley" fue como llegar a Disneyland del mundo mágico, una tienda mucho mas grande que la última vez que había ido, había un montó de productos que yo ni conocía y que me daba un poco de pavor el ver de que se trataba. Le prohibí rotundamente a Liam que tocara algo, temía que perdiera un dedo y que no pudiera reponerlo.
- No es posible que no confíes ni en tus propios hermanos – me dijo y se aventuró a tocar una cosa peluda que había dentro de una caja. En segundos cayó al suelo comenzándose a convulsionar. Me asusté tanto que Liam no soportó más y soltó las carcajadas.
- No vuelvas a hacer eso, le dije tan molesta que lo dejé ahí tendido – no sabes a lo que te puedes exponer.
Caminé viendo la serie de bromas que habían llegado a producir, todo era tan increíble que de niña me hubiera vuelto loca en esa tienda.
- ¿Por qué no hay clientela si ya son las 3 de la tarde y es domingo? – le pregunté a George quien movía con su varita unas cajas hacia una esquina
- estamos remodelando, acabamos de crear un producto que ocupa mucho espacio, queremos que sea la nueva sensación así que nos tomamos este día para acomodar todo
Miré a Liam que parecía fascinado con las galletas de canario y con las pociones, y yo me paré en el mostrador y miré por la ventana a toda la gente pasar. Me era ahora tan extraño ver a toda esa gente pasar con sus capas y sombreros extraños, después de haber vivido en Manhattan y ver todos los días tanto s muggles que no me pareció nada peculiar el ver a un mago cargando varios paquetes de "wizard's kids" la tienda de al fondo del callejón. Vaciló un poco el mago y luego empujó la puerta y logró abrirla.
- ¡Disculpe, el negocio está cerrado! – me limité a gritarle para que me escuchara, pero ya era tarde, el mago había entrado.
- Lo siento pero soy socio - me contestó, apenas y podía con los paquetes. Entonces levantó su rostro y yo lo reconocí.
Sentí un golpe en el pecho tan horrible que temí que me fuera a dar un paro cardiaco, un par de ojos verdes me miraron tan sorprendidos a un inicio, parecía dudar que fuera yo. Mientras yo sentía como si un hechizo me hubiera golpeado en las piernas, las sentía como un par de gelatinas.
- ¿Ginny¿eres tú? – me preguntó acercándose hacia donde yo estaba.
- No- sí – tartamudeé torpemente – digo, si lo soy, aun – lo miré extrañada y el me sonrió, parecía feliz al verme. ¿Por qué yo no lucia feliz al verlo?
- ¿Qué haces aquí? Digo, yo… pasaba por aquí y vine a ver y… te encuentro aquí, parada - dijo Harry con una sonrisa y me sentí terriblemente mal, tenía ganas de vomitar.
Se acercó a mi y sentí mareos, se limito el a tomarme de los hombros y acercarme a él. Un leve y tímido beso en la mejilla y yo siquiera se lo respondí lo que a él no le sorprendió del todo.
- Estoy aquí por la boda de Hermione – le contesté tratando de ser casual. "Ginny respira, respira lentamente" pensaba, "sonríele un poco… ¡NO! No tanto, solo un poco" - ya sabes, mi hermano por fin se casa y yo no podía perdérmelo.
Y él me sonrió levantando una ceja, sabía lo que diría, lo estaba esperando, un reproche y aquí venía:
- vienes para la boda de Ron y Hermione y no pudiste venir para la mía – me habló como si lograra comprender todo y yo volteé mis ojos como si fuera obvio que no pensaba pararme ahí
- tu invitación llegó ocho meses tarde, creí que no te apetecía invitarme – le contesté con una leve sonrisa-casi-perfecta - pero me equivoqué – enfaticé lo último
- sabes que tu eres parte de mi familia, supuse que aun había un poco de rencor hacia mí – me dijo y agachó la mirada. No había tiempo para mí para que mis ojos lo escanearan completamente.
- Tu sabes que hubiera venido –mentí – pero sabes que soy un poco orgullosa, sin invitación yo no asistiría, no fue culpa de los dos, sino del destino
- Tienes razón, la suerte así lo quiso – me dijo y me sonrió. Sentí como la acidez iba subiendo por mi esófago y se detenía en mi garganta - de cualquier forma ¿esta Fred o George?
- Están atrás con…. - me detuve, y era claro, no iba a decir que " con Liam mi prometido" me escucharía bastante resentida y dolida, como tratándole de demostrar que era feliz y lo había logrado sin él - están atrás con mucho trabajo - acompleté y dejé de sonreír para verme casual.
- Pues bien – dijo y extrajo una caja de una de las bolsas - ¿podrías entregarles esto? No quiero hacerles perder el tiempo
Y me entregó el paquete. Se miraba tan bien, que me sentí un poco triste cuando miré su mano izquierda llevaba el anillo que significaba la unión para siempre del matrimonio. Yo aun no tenía el mío.
- por supuesto… que no – desee contestar. Pero me limité a mirarlo seriamente y decirle - Por supuesto, yo en un rato mas se los entrego.
- Pues bien, me esperan en casa, tengo que irme – de dijo dándose la vuelta y cargando de nuevo los paquetes, nada podía hacerlo que se detuviera a que saliera por esa puerta, sentí la terrible necesidad de que volteara, como cuando uno voltea con nostalgia a ver lo que dejó atrás.
- Por cierto Harry – le grité para que volteara, pero no lo hizo
- felicidades por tus futuros gemelos, espero que no salgan tan terribles como los que tuvo mamá.
Harry se quedó parado ante la puerta, parecía congelado, por el cristal de la puerta se reflejaba el rostro de Harry tan confundido que me dio gusto por lo que acababa de decirle.
- ¡Gracias Ginny! – dijo sin voltearme a ver, lo que sentí como un rechazo. Se salió por la puerta y yo se sentí terriblemente.
Ya ni quise verlo caminar por la acera, agaché levemente mi vista y mi atención se desvió a algo extraño que se me subía por una pierna. Grité al mismo tiempo que brinqué. Era Liam, con una garra de lobo por mano. El echó una carcajada y logró arrancarme una sonrisa.
- eres un tonto – le dije mitad molesta, mitad risueña –
- ¡NO! soy tu lobo - y rugió como tal. Levantó la garra como si fuera a tacarme y yo salí del mostrador hacia enfrente - ¡BASTA, BASTA! – grite con una risita, quería sacarme lo que sentía dentro.
Y me dejé atrapar por Liam. Me tomó de la cintura como solía hacerlo siempre. Le sonreí y mis ojos se mostraron un poco tristes. El me levantó la barbilla y me besó cerrando fuertemente los ojos, tal y como los cierra alguien que está sintiendo el beso, me separé de él y lo abracé tan fuerte, me volvió a levantar la barbilla y me miró tan serio que me asustó, temí que el me llegara a descubrir, y entonces me dijo:
- tiene que contarme eso de: "hermanita tutú" – me dijo el y yo no pude evitar soltar la carcajada para disfrazar mi estado de ánimo
Lo abracé de nuevo fuertemente, miré hacia una esquina en donde había un espejo que no había notado antes, me llamó la atención que lograba reflejar el vidrio que daba a la calle. Ahí estaba, Harry Potter, con los ojos mirando fijamente hacia dentro de la tienda, tenía el rostro tal cual estuviera muy molesto, sujetaba con tanta fuerza los paquetes que parecía que los destrozaría. Entonces me sentí tan aturdida que no logré entender lo que Liam en ese momento me susurraba al oído.
1.- Mayonesa Hellmann´s: es la marca de una mayonesa un poco popular en México.
Reviews:
Tabatas: enhorabuena. Me da gusto saber de ti y no sabes cuanto. No he tenido mucho tiempo de entrar al msgr y cuando entro no estas. Espero que nos veamos pronto y respecto al fic tengo que confesar que la idea principal es que nos identifiquemos con Ginny y creo que estoy comenzando a lograrlo, al menos yo me identifico con ella en algunos aspectos, y sobre Harry, no lo odies, creo que por el simple hecho de ser hombre y no comprender a las mujeres, queda perdonado, en este fic no será tan malo como en el pasado.
Angls y Amy Black: Podría llamarlas mis editoras, gracias por tomarse el tiempo y leer mi historia con anticipación y sobre todo, ser mis conejillos de indias, gracias porque siempre estan ahí en las buenas y en las malas… muchos besotes.
Jeune Circe. Oye, mi deber es que leas y te diviertas, no que pierdas clases eh, espero que estos capítulos si te hayan agradado.
Airam. Jeje me fascino como la describiste, con exactitud no sabes que decir de mi fic pero eso es estupendo, gracias por tu rewiew
shiosan naa Cho espero que no aparezca en el fic, no hasta el momento. Pues te presento a Helen Gilmour, una clase de mujer-perfecta la cual hasta el momento yo no se porque Harry se terminó casando con ella. Tal vez Hermione nos explique su teoría de cómo Harry terminó con eso.
Sarah keyko, el anciano, Tilly W, Layla and grinchy: Gracias por sus rewiews , respecto a años universitarios tardaré un poco mas, mi graduación esta muy próxima y yo estoy histérica porque no se que vaya a pasar, se supone que no debería de estar nerviosa, de cualquier forma aquí les dejo un poco mas de mi fic,
Anahí Lo del tiempo estaba fácil. Piensa en cuanto tiempo tardarías en acostarte con un chico, y divídelo entre dos (osea la mitad), y ese fue el tiempo que Ginny tardó en acostarse con su novio Liam. Es una forma tonta en comprobar que Ginny no estaba muy urgida en acostarse con Liam.
