Conociendo a la "fulana"

Había pasado dos días desde que yo había visto a Harry. Traté de ignorar todo aquello que hablara de Harry, me miraba un poco tonta levantándome de la mesa cada vez que comenzaban hablar de él. Liam ni parecía olerse de quien era ese "tal Harry".

Esa mañana abrí mi primero ojo y reconocí de nuevo esa pesadez en mi estómago. Solía ocurrirme cuando en el trabajo se me acumulaba los proyectos. Me odié a mi misma por no ser capaz de mantener mi salud en orden.

Me levanté y descubrí ruidos en el piso de abajo. Mi madre pasó con un montón de cajas por mi recamara.

- Será mejor que te vistas antes de que bajes, tenemos vistas – me dijo mi madre mientras miraba mi pijama de gatos azul –

- ¿Acaso es Hermione? – pregunté mientras me quitaba una lagaña de mi ojo -

- es Hermione y otras personas – me dijo en tono cortante. Me las olí de quien podía estar abajo.

Después de haber hecho una cola de caballo y haber bajado con la cara lavada pero aun en pijamas, me di cuenta que la casa estaba llena. Había una serie de adornos de centro de mesa aun sin terminar lo suficientemente horribles para saber que eran de la boda de Hermione.

- Que bueno que te levantaste, tengo trabajo para ti - me dijo Hermione mientras me daba una caja, yo siquiera había terminado de bajar las escaleras –

- ¿Qué es esto? – dije mientras sostenía una caja con tul azul –

- es para los arreglos de mesa, aun no los hemos terminado

Y yo seguí el paso. Aunque apenas eran las 11 de la mañana me sorprendí tanto al ver a Harry cocinando en la cocina, siquiera se había percatado que yo había bajado.

Mi madre se encontraba en la mesa con un montón de tul y encaje, dos personas que no conocía y traté de buscar a Liam con la vista.

- Buenos días – dije apenas con voz dormida. Harry volteó apenas y me saludó alzando la cabeza, tenía más atención al tocino que a mi.

- Cariño, siéntate ¿quieres desayunar algo? – me dijo mi madre y mi estómago contestó por mi, sentí como si mis órganos quisieran desprenderse de mi cuerpo, como si no hubiera nada que los detuviera - creo que me limitaré a comer fruta. - ¿Dónde está Liam?

- Papá lo llevó al ministerio, el en verdad estaba interesadísimo en saber en que trabajaba papá – dijo mamá fingiendo interés –

Giré mi cabeza con mas atención, había una persona que no conocía ahí, estaba en la mesa sentada, sentí una patada en estómago y el sexto sentido que solemos tener todas las mujeres se me prendió inmediatamente.

Hermione estaba a su lado, haciendo manualidades cuando vi a la mujer esa. Era horrible, al menos para mi, y lo primero que pensé fue: "no, no creo que sea la mujer de Harry, el no tiene mal gusto", aunque estaba sentada parecía ser un poco mas robusta de lo normal; me sentí mareada y el corazón quería salírseme del pecho.

Entonces Harry caminó hacia la mesa, con un plato de fruta y se la acomodó justo enfrente de la rubia tonta.

- Oh gracias Harry, tu siempre tan atento – sonrió la rubia mientras que le brillaban los ojos.

- Será mejor que te alimentes bien, lo necesitas – le contestó él y yo sin saber por que empecé a sentirme muy molesta.

Entonces la vi mejor, "quien diablos era esa tipa". Lo había sabido, era la esposa de Harry, pero para mi era ¡HORRIBLE, era esa clase de personas sosas muy al estilo de Neville pero en femenino, tal vez Harry se había compadecido de ella, o tal vez Harry en realidad le había visto algo mas dentro muy profundo de ella. Traía un vestido floreado azulado muy feo, que le combinaba a los arreglos de la boda de Hermione, y tenía el pelo rubio cenizo muy corto, estaba rechonchita (era lógico si estaba esperando gemelos) y de mejillas sonrosadas. Y a lo que se debía mi enojo era que Hermione parecía aceptarla igual que mamá.

- Oh tu haz de ser Ginny, la hermana de Ron ¿no es así? - me dijo sonriendo la fulana, y yo sentí como el odio por ella me corría por mis venas. Fingí con una sonrisa muy hipócrita

- Así es – dije y caminé hacia la cocina en donde Harry estaba cocinando. Mis tripas parecían quererse desprender de mi cuerpo.

- Si, Hermione y Harry me han hablando mucho de ti - escuché eso de ella e inmediatamente voltee hacina donde estaba la tipa fea. Harry también hizo lo mismo dejando el sartén un segundo – se que ellos te aprecian mucho.

Ella tenía una sonrisa muy sincera de admiración por mi, quien saber que le habían contado Hermione y Harry pero por lo visto ella parecía creer que yo era buena tipa, lo que a mi me enfureció un poquito mas.

- Oh ¿en serio? – dije simulando interés. Mamá acomodaba unos arreglos y empezaba a discutir levemente con Hermione, yo tomé un jugo de manzana y caminé hacia ella - no creí que Hermione o "Harry" dijeran buenas cosas de mi – dije esto ultimo mientras me acercaba un poco mas a ella

- Ellos realmente han dicho cosas buenas, se que estuviste con Luna Lovegood en Hogwarts, ella también dice cosas buenas de ti, y se que estudiaste en Estados Unidos en el mundo muggle – me dijo e inmediatamente note que Harry desvió su mirada hacia donde estaba yo, "¿Qué diablos le interesaba que estuviera hablando con su estúpida esposa?" yo solo sonreí.

- Tenía buena amistad con ella – me limité contestar y ella parecía querer mantener una amistad conmigo, cosa que yo no¿Qué le había visto Harry a esa tipa fea? Y me dio en mi orgullo, pero muy en fondo era de pensarse, a Harry le gustaban esas chicas que no eran interesadas ni tan populares (con excepción de Cho Chang) y entristecí por eso, la miré y mi odio se me acumuló tanto que casi ni escuchaba cuando ella estaba platicándome de estancia muy corta en América.

- "Oh que interesante, realmente interesante" - dije fingiendo interés – oh que lindo.

La verdad estaba esperando que esa chica dijera algo respecto a Harry para decir "oh es de esperarse, Harry siempre ha sido así de lindo, te lo dice alguien que fue su novia" , pero ella estaba mas interesada en mi de lo normal.

- Hermione me dijo que habías venido con tu novio – me dijo sonriendo tiernamente –

- Si claro, - dije mientras me sentaba a un lado de ella y picoteaba un plato de frutas que había a un lado de mi - creo que ya era hora que mis padres conocieran a "mi prometido" – voltee hacia Harry quien se detuvo un momento de lo que estaba haciendo pero no volteo a verme.

- Me imagino, tienes suerte de tener a alguien, mírame a mi también, yo también tengo a alguien y tu ya lo conoces, no necesito decirte que es especial, él siempre me cuenta que en la escuela tu lo apoyabas mucho, que eras una clase de hermana para él y que….

Mis nervios no aguantaron tanto, deseaba que se callara, la sangre en mi cabeza subió tan súbitamente que no alcance a pensar bien las cosas. Di un golpe a mi vaso de manzana con toda la alevosía directo a esa mujer mientras que el jugo salía volando directamente a su horrible vestido azul floreado.

Vi su rostro asustado mientras que el jugo también le chapoteaba la cara y sentí que por todo mi cuerpo esa sensación satisfactoria que me recorría. Sonreí un poco al ver cómo brincó ella como si tratara de impedir que el jugo le bañara, sentí una mirada mortal que me penetraba, no tuve que voltear para ver que era Harry.

- Oh, yo en verdad lo siento – le dije y más fingida no me podía oír.

Hermione y mama inmediatamente se levantaron y trataron de socorrerla. Como si el jugo le fuera a hacer daño a la panza grande que tenía. Harry corrió hacia ella inmediatamente con un trapo de cocina.

- ¿estas bien Amanda? - dijo Hermione y por fin pude conocer el nombre de esa bruja

- ¡pero que torpe he sido! – dije a ella mientras me llevaba la mano a la frente. Hermione me miró como si yo hubiese hecho lo peor del mundo. si buscaban una disculpa, por mi no la iban a hallar.

- Vamos, no te preocupes Amanda, yo te puedo ayudar a … - dijo mi madre mientras sacaba la varita

- ¡no señora, no se preocupe! – alcanzó a decir Amanda rápidamente mientras se levantaba con todo el vestido mojado. Ella se había percatado perfectamente que todo había sido hecho de adrede. - yo puedo limpiarme, en verdad, no se preocupe.

Amanda sonrió nerviosamente y se levantó, Harry se fue detrás de ella. "¿Por qué tanto barullo por tantito jugo de manzana?". Miré a Hermione como si nada hubiese ocurrido, mi madre me miró y puso las manos en su cintura.

- fue un accidente – me justifiqué rápidamente – nada que no pueda quitar agitando la varita –

- Dudo que Amanda pueda - dijo mi madre mientras ponía las manos en su cintura, se miraba muy molesta - ella es una squib.

Y yo traté de no reír, aparte de fea y gorda, Harry se había fijado en una squib, me sentí al principio satisfecha, pero cuando Harry me tiró una mirada asesina me sentí un poco culpable- " ¿Qué le había visto a Amanda para que él se casara con ella?".

Mi mente comenzó a trabajar muy rápido, tal vez había sido por compasión, esa clase de compasión que una vez Harry me confesó haber tenido por Luna Lovegood en su quinto curso, o tal vez ella había usado un filtro de amor sobre él.

Giré mi cabeza y Hermione me miró terriblemente.

- Felicidades Ginny, mas celosa y envidiosa no te pudiste ver – me dijo mientras giró sobre sus talones. Yo me sentí terriblemente mal, el remordimiento me estaba invadiendo. "¿Qué había sido eso?" "¿Por qué me había comportado de esa manera? Ella no me había hecho nada malo¿o si?

Suspiré y empecé a comer la fruta. Me estaba poniendo terriblemente nerviosa, no sabía ahora con que clase de reclamo me saldría Harry o mi madre. Disimule como si nada estuviera pasando hasta que Harry llegó y si hablarme tomó algo de la cocina y se lo llevó.

Miré hacia fuera, no quería girar mi cabeza hacia mi madre que ya comenzaba a decir una serie de cosas casi a susurro. Fue entonces cuando escuché dos cracks seguidos, uno era Ron y otro era una mujer de la cual no conocía.

- ¿Dónde te habías metido? – le dije desviando mi atención –

- estaba en el ministerio, vine solo un momento porque Hermione quería ver que las nuevas invitaciones estuvieran bien impresas – dijo mientras caminaba hacia Hermione – Liam y papá llegaran en un rato mas por polvos flu.

Miré a la mujer que venía junto a Ron, demasiado muggle como para traer una túnica color vino que le iba bien combinada con la ropa que traía abajo, si no fuera porque traía en la túnica el escudo del ministerio diría que parecía ser toda una ejecutiva de wall street, traía un paquete consigo en sus manos.

- Aquí tienes Hermione – dijo en un acento ingles muy elegante - no tienes porque revisarlo, yo misma me encargue que fuera bien impreso. Ah, buenos días señora Weasley ¿Cómo se encuentra?

Besó a mi madre muy seria y luego se giro hacia mi y fue cuando pude notarla mejor. Piel muy blanca y estirada, cabello recogido en un moño, no mas de 32 años y ojos azules. Me sonrió y estiro su mano.

- Helen Gilmour – le extendí la mano mientras ella casi esperaba que yo hiciera una reverencia –

- ¿Gilmour? – preguntó Ron extrañado – creí que…

- en el ministerio soy la agente del departamento de imagen del primer ministro - dijo girando su cabeza hacia Ron – Agente Gilmour.

- Gilmour ¿Cómo David Gilmour¿el guitarrista de Pink Floyd? - pregunté dando la referencia. Liam me había obligado a escuchar toda su discografía a tal grado que podía recitar todos sus discos desde el primero hasta el mas reciente y sin olvidar el año de cada uno.

- Así es, es tío segundo mío – escuché decir orgullosa de su parentesco y yo me imaginaba a Liam acosando a Helen como loco para sacarle información

- Evita decir eso frente a mi novio por favor – le dije mientras Helen sonreía. Hermione me miraba un poco asustada

- ¿Dónde está Amanda? – preguntó Ron mientras yo me sentía un poco mal – Harry me dijo que vendría a pasar la mañana aquí.

- Ella está en el baño – contestó mi madre –

- Si, Harry me dijo que ella últimamente no estaba muy bien, a causa del embarazo – dijo Helen y a mi me sorprendió que esa tal Helen se involucrara con mi familia tanto - el curandero dijo que su embarazo era riesgoso.

Miré a todos con rostro triste, con excepción de Helen quien parecía buscar algo sobre la mesa con la vista.

- Bien. ¿y que hacen aquí¿Qué no se supone que deberían de estar trabajando en el ministerio? – dije tratando de cambiar el tema.

- Venimos tres veces por semana en las mañanas a desayunar – me dijo Ron. Besó la frente de Hermione lo cual a mi me pareció un detalle de esos que jamás veo a mi hermano hacer

- ¿y mientras quien cuida de la comunidad? – pregunté a Ron con el seño fruncido. Era como esos policías de Manhattan que llegaban a comprar rosquillas a la esquina de mi departamento mientras robaban el banco de a tres cuadras.

- Cuando venimos a alimentarnos es porque empezamos la jornada a las 4 de la mañana y es nuestra hora del almuerzo – dijo tedioso Ron - a veces venimos dos, a veces seis, todo depende de la prisa que tengamos.

Miré a Helen quien se acercaba a la cocina a vigilar la comida. Verla me pareció chistoso con ese porte de modelo madura sabelotodo. Sentí un picotazo en mi estómago y desee con todo el alma que la enfermedad no volviera. Entonces Hermione volvía a discutir con Ron, "que si no había ido a medirse la túnica" y yo tediosa deseando ver mas a Liam que a Harry, comencé a comerme la comida de Amanda sin percatarme.

Entonces Harry entró como si tuviera algo de prisa, miró a Ron rápidamente y se dirigió a la cocina.

- ¿y Amanda? – preguntó Helen a Harry. Ya no me sentí con remordimiento, sin embargo el estómago parecí ser cruel conmigo y comenzaba a vengarse con dolor de lo que había hecho.

- Ella está descansando arriba - dijo Harry y volteó a verme a mi con reproche - ¿no te molesta Ginny que la haya acostado en tu recamara? Ella no se sentía muy bien.

Otro retorsijón en el estómago ¿acaso era venganza de Harry? Lavaría las sabanas de mi cama y si es posible las cambiaría. No quería nada de ella en mi habitación, nada de lo que ahora le pertenecía a Harry.

- Por supuesto que no me molesta Harry - me salió tan perfecto que ni yo me la creí.

Miré por la ventana, el día era tan hermoso y yo me impacientaba cada vez mas, quería que Liam llegara. En ese momento yo me sentía como un naufrago en pleno océano y necesitaba un salvavidas, y ese, era Liam.

- … y tu también tienes que medirte tu túnica…- Hermione me interrumpía y me sacaba de mis pensamientos

- ¿usaré túnica? - me vi inmediatamente con una horrible túnica azul cielo con tul y encajes por doquier y con una corona de flores mientras mi madre decía " te ves divina, tal y como cuando tenías 4 años" .

- eres la madrina, tienes que hacerlo – dijo Ron mientras me miraba con lógica –

- ¿acaso piensas usar uno de esos horribles modelos muggles que haz de traer? - mi madre me miro con el seño fruncido y a mi me dio miedo momentáneamente, pero este desapareció cuando recordé que tenía 26 años y tenía una vida hecha.

- Esos vestidos muggles son de los mejores diseñadores que existen, ya quisiera tener el mundo mágico un diseñador como Ralph Lauren , Armani o Gucci y creeme que se ven mucho mejor que las túnicas.

Mi madre hizo un gesto como si se fuera a desmayar. Yo dejé de comer mientras la escuchaba a ella quejarse de mi forma de ser, yo la ignoraba como jamás lo había hecho de adolescente, aunque en el fondo escuchaba frases trilladas como " un día de estos me vas a matar", "ninguno de tus hermanos se había comportado así" (quise contestar a esa frase recordándole a su hijo Percy pero me dio flojera) o la clásica " yo no te crié para que fueras así" cuando involuntariamente escuchaba otra platica y deseaba que mi madre me dejara escuchar.

- Todo eso engorda

- Pero es saludable, lo necesitas – decía Harry. Desde cuando se había vuelto nutriólogo para andar con todo el mundo diciéndole que necesita y que no.

Giré mi cabeza casualmente, en la cocina estaba de espaldas Harry a un lado de la estufa mientras Helen se le acercaba muy sutilmente. Mi mente viajó rápido, Helen se estaba aprovechando de que Amanda estaba descansando arriba. Y luego vi algo más que un simple coqueteo de miradas. Harry la tomaba ligeramente por la espalda y le daba un ligero beso en los labios y ella estaba riendo.

Giré mi cabeza en automático para otro lado, mi estómago rugió tan fuerte que temí que cada uno des mis órganos vitales cayeran al piso a causa de la gravedad, era un dolor horrible, un escalofrío que me nacía de las piernas hasta mi pecho.

- ¿te sientes bien Ginny? - creo que Hermione vio la cara que hice y ya no me importaba nada, no le pude contestar. Escuché lo último que Harry le decía a Helen.

- Tienes que alimentarte bien, mis bebes lo necesitan – Harry lo dijo tan dulce para ella que para mi fue como si tragara hiel y yo no dejaba de comprender, ¿Por qué me sentía así¿Por qué me dolía mas el estómago que el corazón?.

Entonces sucedió, todo se puso muy oscuro, las voces se apagaban y quedé suspendida en la nada.

NOTAS DE LA AUTORA: Me estoy reflejando y me da miedo este fic, tal vez son mis imaginaciones. Bueno eso espero