Una justificación llamada "enfermedad"

Aunque quería seguir durmiendo algo me lo impedía, era como si en mi estómago tuviera una gran roca encima de mí. Abrí mis ojos y miré por la ventana, atiné ver que serían más de las seis de la tarde. Liam estaba sentado en una silla mirándome aburridamente.

- ¿Cómo te sientes? – me dijo con brazos cruzados.

- Nada bien – dije medio levantándome y buscando un vaso con agua, me sentía fatal –

- Le tuve que decir a tu mamá que es lo que tenías – me dijo Liam y yo solté maldiciones. Imaginé a mi madre histérica preparándome toda una serie de menjurjes y lo peor, me esperaba una regañiza terrible.

- Lo mejor viene ahora – me dijo Liam – tu madre me echó la culpa de que tu colitis había sido provocada gracias a mi, se me ocurrió decirle que ocho semanas antes que viniéramos te internaron por lo mismo y que tu no te cuidaste.

Quise matar a Liam, mi madre me mataría, ella no me dejaría en paz hasta que terminara todos los días comiendo lechuga hasta convertirme en conejo.

- ¿Por qué se lo dijiste? – le reclamé a Liam, no había necesidad de que ellos se enteraran que yo tenía una enfermedad nerviosa gracias al trabajo, las presiones y las mal pasadas.

- Porque tu madre ya estaba haciendo tus propias conjeturas. Estabas amarilla cuando despertaste del desmayo, no dejabas de temblar y vomitaste la bilis y si contamos con lo hinchado que tenías tu vientre , ella quería matarme, si no fuera por ese chico Harry que te tomó en ese momento y te subió.

Me quedé callada. Harry, eso era la causa de todo. Desde que había llegado yo no había dejado de sentirme mal a causa de los nervios, y para el colmo yo había confundido a su esposa, la cual ahora me percataba que esa mujer de piernas largas y perfecta personalidad era su esposa y no a fea gorda rubia del camisón azul. Y todo eso terminó en la colitis nerviosa que ahora estaba sufriendo lo que había sufrido dos meses atrás; me empecé a sentirme como una estúpida.

Entonces la puerta se abrió, era mi madre con una charola cargando,

- ¿Cómo esta mi niña? – dijo mi madre y yo no le creí. Ella no traía nada bueno en el plato

- Pésima – contesté, ahora me estaba dando cuenta de todo el show que había hecho abajo –

- Te traje un caldito de pollo para tu estómago, ya Liam me contó que estás enferma de colitis – mi madre tenía las manos en la cintura - ¿es muy común que a los muggles les dé eso? A los magos no les suele dar muy seguido.

Estúpida pregunta, yo me limité a probar el desabrido caldo de mamá mientras ella hablaba con Liam.

Después a mi me dejaron sola y Hermione subió casi de inmediato.

- Nos metiste un susto a todos – me dijo Hermione y mi dolor de estomago estaba pasando –

- Creyeron que moriría? – pregunté con sarcasmo – hubiera sido bueno, así no hubieran tenido que pagar por el envío de mi cuerpo desde Manhattan.

- ¡CÁLLATE¿Por qué siempre tienes que ser tan sarcástica? – me dijo, ella estaba molesta ahora.

- Es solo una broma - sonreí, la verdad era que ahora me encontraba tan molesta con la familia, que, que mas daba.

- Te hubieras visto abajo

- Gracias a dios que no me acuerdo – le dije y eso era verdad. Mamá me había dado algo para dormir y había olvidado de cómo me había puesto.

- A un principio creí que todo había sido por como viste a Harry y a Helen - Hermione se sonrojó mientras yo sentí un ligero golpe en el pecho – pero luego, Ginny, comenzaste a ponerte tan pálida y a empezar a temblar que asustaste a todos, hasta a Ron, y si no fuera porque en ese momento llegó Liam y nos dijo que era lo que te estaba ocurriendo, nosotros hubiéramos creído que te habías intoxicado.

Yo imité una media sonrisa, ya antes me había ocurrido eso y fue una vez mientras tenía que entregar unos oficios en mi trabajo que no había terminado. En ese momento a mi me hubiera fascinado reclamarle a Hermione el porqué no me había presentado a Amanda, ahora yo me sentía mas culpable por haberle hecho eso, pero mi coraje aumentó cuando vi que Hermione, mi amiga , llevaba una amistad con Helen. Enfurecí pero me tragué el coraje.

Era lógico que en la primera oportunidad que tuve corrí al baño tomé el teléfono móvil de Liam entre manos. Llamé a Manuela, siempre a ella, era la mas madura del grupo pero alguien mas me contestó el teléfono. Era Danna y yo no tardé en contarle lo sucedido…

- Es lógico que ella tenga una amistad con Hermione, ella es esposa de su mejor amigo – me dijo Danna y yo la verdad no comprendía , la estaba odiando, es mas, yo ya no deseaba ser mas su dama de honor.

- Pero ella es Helen, la esposa de Harry – grité histérica sin temor a que me escucharan afuera

- Mira Ginny, míralo por este lado, ella no tuvo nada que ver en la separación que tuviste con Harry…

- Pero ella es su esposa – repetí tan molesta

- ¿te molesta que ella sea la esposa y no tú? - y con eso me cayó. No dije nada, hablar en ese momento sería delatar todas las ideas locas que habían estado rondando en mi cabeza desde la mañana

- Es que ella… ella es tan diferente, ella es ….

- … perfecta – dijo Danna y yo enfurecí tanto, esa no era la palabra

- ella no es perfecta, ella es todo lo contrario a lo que yo era - reclamé una verdad, en mi mente yo la analizaba y ella no encajaba dentro de la personalidad de Harry. - es como si Harry se hubiese equivocado al escogerla.

- ¿y porque? - porque diablos Danna me hacia esa pregunta?. Era una pregunta tan extensa - porque ella es elegante, egocentrista, vanidosa, extraña….

- Y todos los defectos que quieras encontrarle, Ginny, pero algo te digo, tu no la conoces, ella puede aparentar algo físicamente a los demás y solo Harry puede saber quien es ella en realidad.

Yo me sentí decepcionada, le estaba hablando a Danna para que me diera una razón obvia porque yo no parecía tenerla después de tantos enfrentamientos y me encuentro con que ella está de su lado.

- Pero, mira Danna ella no es la chica perfecta para Harry – y claro que no lo era

- ¿ y es solo porque tu lo dices?

- Ella no tiene ninguna característica de como a Harry le gustan las mujeres

- ¿crees que todas las mujeres que le gusten a Harry es obligatorio que tengan una característica similar a la tuya?

- Claro, al menos una

- Y ¿no te haz puesto a pensar que eso es precisamente lo que Harry no andaba buscando? Que Helen no se pareciera a ti, tal vez por eso terminó tu relación con el

La odie, la odie tanto por lo que me estaba diciendo cada palabra, era como el mismo Harry me dijese que jamás me había querido y que si llegó a hacerlo se retractaba de eso, y ahora también estaba odiando a Danna. Debí de haber esperado un poco a que Manuela me contestara el teléfono, Danna siempre solía ser muy cruel y aunque sus preguntas siempre eran demasiado psicológicas (por algo estaba estudiando esa carrera), por mas tacto que tuviera , siempre dolían y en ese momento, yo me sentí como toda una cucaracha, tan pequeñita que la única salvación era aplastarme.

- Ginny, algo que tienes que saber es que Harry ya tiene su vida – me dijo Danna y eso ya lo sabía, hasta yo la tenía - y de lo que te debes de dar cuenta es que tú ya no perteneces a ella.

En milésimas de segundos me imaginé perdiendo una batalla que ni siquiera había comenzado. Tal vez mi egocentrismo exigía mas atención por parte de Harry, una atención que yo no estaba teniendo y por la cual estaba luchando por obtenerla.

NOTAS DE LA AUTORA: Temo ser Ginny, que alguien me deje un rewiew diciéndome que se identifica con este personaje, no quiero ser la única paranoica que lo está.

P,d, yo estuve enferma de colitis, es la enfermedad mas horrible que hay referente a dolor de estómago, un doctor me dijo que era muy similar a los dolores del inicio de un parto ¿es cierto eso? Porque entonces no quiero tener hijos.