Hola! Perdonen la demora! Pero he estado con la soga al cuello con esto de la uni… bueno, pero ya aquí estoy, espero que les guste y lo duisfruten.

ADVERTENCIA: ESTE CAPÍTULO CONTIENE ESCENAS QUE SE RELACIONAN CON ABUSO Y MALTRATO FISICO, SI NO TE SIENTES CÓMODA AL LEERLA, POR FAVOR NO LO HAGAS.

Disclaimer: Ni Inuyasha, sexymaru o los demás personajes de la serie son de mi propiedad, sino de la talentosísima Rumiko Takahashi.

……………………

Capítulo 3

Juntos, Pero no Revueltos

Ya Kagome que se encontraba en la casa. Inuyasha refunfuñaba cada vez que tenía que ir a la empresa y lo hacía por pocas horas. Sesshoumaru, después de clases, llevó a Rin a visitarla, Rin llamó a su papá para decirle que estaría con Kagome.

-Están preciosos!

-Quieres cargarlos?

-Puedo?

-Claro que sí.

Kagome le pasó la niña. De pelo y ojos como soles.

-Akina… es una belleza… es Inuyasha versión femenina…

-Estábamos viendo fotos de Inu y Sesshoumaru bebés y Akina es idéntica a Sesshoumaru bebé.

Sesshoumaru sonrió y cargó al varón, se sentó al lado de Rin.

-Si se parecen tanto, eras un cuchitura de bebé, verdad?

Sesshoumaru le sonrió.

-Y Yusuke si que es igualito a ti…

-Pero los ojitos de su papá…

-Ya quisiera yo uno con ojitos así… por cierto, papá me prometió que vendría a verte.

-Y como están todos?

-Todos bien, pero cuando papá trató de hablar con tío, pelearon… perdón…

-No, ya no importa. Que hagan lo que quieran. Ya soy una mujer casada y con dos hermosos y saludables hijos. Papá y su chapado a la antigua, se pueden ir a freír espárragos.

Rin sonrió.

-Por suerte papá no piensa así.

-Sí, como ellos vivieron eso en carne viva. Y de igual manera papá se las ensañó con ellos. Es un amargado.

-Olvídense de eso…

Rin volvió a sonreír y besó a Yusuke en la frente.

……………………………………

Rin llegó a su casa. Juro corrió a ella.

-Nee-chan!

-Hola, enano! Vamos arriba. Y mamá?

-Atrás.

Rin fue al estudio y su madre estaba trabajando en la computadora.

-Mamá, es tarde…

-Dónde estabas?

-Fui a ver los bebés de Kagome. Uy! Mami! Son preciosos! La niña, Akina es igualita a Inuyasha y Yusuke es como Kagome, pero con los ojos dorados, así como Inuyasha…

Rin tenía a juro cargado.

-Y papá?

-Está en una reunión, no lo esperes. Ya cenaste?

-Sí. Inuyasha nos invitó a cenar… por cierto, mamá… puedo salir este viernes?

-A dónde? Pero si el jueves es tu cumpleaños…

-Por eso… además. Me invitaron a salir…

-Quién?

-Un chico… por fa… di que sí! Sí? Sí? Sí?

La madre de Rin rió y asintió.

-Está bien…

-Te quiero, mami!

Rin la besó en la mejilla y corrió a su habitación al sentir su celular vibrar en sus bolsillos. En la pantalla decía Heladito, en realidad era Sesshoumaru.

-Bueno?

-Estás sola?

-Sí! Ya llegaste?

-No… estoy haciendo compras…

-Compras?

-En el supermercado… me quedé sin comida…

-Hm! A que adivino lo que estás comprando!

-No lo creo, pero intenta…

Rin rió.

-Tienes un carrito. En la parte de arriba tienes lo esencial… pasta de diente, desodorante… y un paquete de dulces que acabas de poner! No hagas trampa!

Sesshoumaru rió divertido, era verdad, tenía el paquete de dulces.

-Me puedes decir cómo lo supiste?

-Es un se-cre-to…

-Bien… qué más?

-Ramen! Oye, te vas a enfermar si comes sólo ramen…

Sesshoumaru rió.

-No como sólo ramen… casi siempre salgo y compro algo…

-Uff! Tus arterias deben parecer la avenida central a las 8 de la mañana…

-Y tú? Eres una chiquilla, debes comer esto en cantidades industriales…

-Voy a colgar.

-Pero…

-Soy una chiquilla, es lo que una chiquilla haría.

Rin cerró la llamada. Casi al instante volvió a sonar el celular.

-Qué es lo que quieres?

-Lo siento… quise bromear y se me fue la mano…

-Está bien… se me fue la mano… y para que lo sepas, yo sí sé cocinar…

-Sí? Y qué sabes cocinar?

-Sé hacer onigiri, sushi, tempura… sé preparar pasta… ceviche… paella…

-Mejor te detienes… tengo hambre… vas a tener que prepararme todo eso…

-Hm! Veremos…

-Y qué harás para tu cumpleaños?

-Papá me habló de salir a cenar… así que el jueves…

-No te quedarás…

-Qué?

-Te daré el jueves libre…

-Etto… el viernes saldré con Shippou-kun…

-No si puedo evitarlo…

-Qué!

-Digamos que si esa cita sale bien… harán planas hasta que se acabe el libro.

-Eres un abusivo!

Sesshoumaru reía divertido.

-Te llamo cuando llegue a la casa…

-Pero…

El padre de Rin se detuvo en la puerta.

-Llegó mi papá, hablamos después!

Rin cerró la llamada y se lanzó a los brazos de su padre.

-Hola, papi…

-Hm… cada vez que me saludas así quieres algo…

-Eres malo!

-Bromeaba, princesa. Cómo estás?

-Bien! Oye… papi… sería posible que yo pueda salir el sábado?

-Tu mamá me comentó de salir el viernes…

-Sí, pero es que el sábado es con otras personas… verdad que puedo, papi… siii?

-Está bien…

-Sí!

Rin lo abrazó con fuerza.

-Te quiero! Eres el mejor papá de todo el mundo!

El hombre sonreía con su hija en brazos.

-Keitaro! Rin! La cena está lista!

-Vamos!

Llegaron a la cocina y la madre de Rin besó a su esposo en la mejilla.

-Hice tu favorito, amor…

-Guac! Váyanse a su habitación!

Keitaro rió y abrazó a su esposa.

-Rin, espero que tú y quien será tu pareja, lleguen a donde estamos nosotros.

-No! Si ustedes son más fuertes que el Titanio!

-Nee-chan… cómo así?

-Que papi y mami se quieren mucho.

Mientras cenaban, se desató una tormenta. Llegó un momento en el que Juro se aferraba a su madre.

-Mi amor, no va a pasar nada… vamos, termina de cenar…

Cuando Rin terminó de cenar, cargó a Juro, que se aferró como un monito a ella. Besó a sus padres de buenas noches.

-Nee-chan, no me dejes sólo… onegai…

-No te preocupes… no va a pasar nada…

Rin le puso la pijama y lo acostó en su cama. Le narró una de sus historias favoritas y una vez que se había dormido, salió de la habitación. Se encontró con su madre en el pasillo.

-Rin…

-Mamá… ustedes piensan tener más hijos?

-Um- er- pues…

-Mamá…

-No lo creo…

-Cómo que no? Si eres joven…

-Rin…

-Quéee? Tienes 36...

Keitaro decidió ir al rescate por su esposa.

-Naru… ya vienes?

-Sí… sólo que Rin… porqué no te vas a descansar? Estoy segura de que este asalto de preguntas vino de la nada, producto de tu cansancio…

-Nada de eso… papi, verdad que tú también quieres otro bebé?

-Yo! Rin, pero me has visto?

-Qué es lo que les pasa? Yo quiero una hermanita!

Keitaro no tuvo más opción que reír a carcajadas mientras abrazaba a su esposa.

-Creo que mejor te conformas con tus sobrinos. Vete a descansar, princesa.

Rin les sonrió y se encerró en su habitación. Keitaro y Naru aún estaban en el pasillo. Keitaro besó a su esposa con ternura. Entraron a su habitación.

-Esta niña… yo preparándome para cuando comience lo de los novios y ella pidiendo hermanitos como si tuviera 5…

-Creo que le debemos decir la verdad, amor…

-No… para qué? Para que no deje de hablar de eso?

-Pero al menos sabrá…

-Naru, cariño… en un par de días se le olvidará…

Ya estaban acostados.

-Y no crees que en algún momento pregunte porqué tanta diferencia entre ella y Juro? Porqué esperamos tanto?

-Amor, la dulce y encantadora Rin que conocemos como nuestra hija va a cambiar. Será una mujer y créeme que la avergonzaremos. No querrá ir por Juro… lo difícil, comienza ahora…

-No te creo!

-No?

-No… quizás muchos adolescentes hagan eso, pero no mi Rin…

Rin estaba hablando con Sesshoumaru por el celular cuando tocaron a su puerta.

-Nee-chan!

Rin abrió la puerta y allí estaba Juro, con los ojos llenos de lágrimas y su almohada en las manos.

-…Mejor hablamos mañana, mi hermanito está aterrado por la tormenta…

-Y porqué no va con tus padres?

-Porque como trabajan mucho, yo paso más tiempo con él. Además papá no lo dejará dormir con ellos. A mí se me pega como espora.

-Es una forma tentadora de dormir…

-Ni lo sueñes. Estás a kilómetros luz de eso.

-Créeme, preciosa… soñar si puedo…

Rin rió y cerró la llamada. Cargó a Juro y lo sentó en sus piernas. Le secó las lágrimas.

-Qué pasa? Todavía tienes miedo?

-Sí…

Juro se abrazó a Rin, quien tuvo que acomodarse como pudo con él pegado como espora.

……………………

Jueves.

La clase había terminado y todos los estudiantes se habían marchado. Excepto Rin y Sesshoumaru. Estaban en época de exámenes y Sesshoumaru tenía una montaña de exámenes. Una vez que se vieron solos. Rin se acercó a él, que se encontraba concentrado en sus papeles.

-Te dije que puedes irte… tienes el día libre…

Sesshoumaru escuchó la puerta cerrarse. Y cerró los ojos pensando que todo aquello, incluso permitirse enamorarse de una estudiante estaba mal. Abrió los ojos al sentir aquel aroma a jazmines y la vio acercándose cada vez más hasta que sus labios se encontraron. Fue apenas un roce que desencadenó mil emociones. Rin se apartó apenas unos milímetros y sonrió.

-Es a ti a quien quiero…

-Rin…

-Te enamoraste de otra?

-No! Kami! Sabes? Ya no sé diferenciar entre el bien y el mal… Así que según tu… crees que todo esto esté bien?

-Sessh… no me importa si está bien o mal. Si eres viejo y yo joven… si eres calvo o peludo!

Sesshoumaru reía divertido.

-No me importa nada de eso… sólo me importa una cosa…

-Cuál?

-Que si tú me quieres así como yo te quiero… no veo por qué no podemos estar juntos…

-Pues, sabes algo?

-Qué cosa?

-De lo único de lo que sí estoy seguro es de que te quiero.

Rin sonrió y lo abrazó emocionada. Sesshoumaru acarició su rostro y la besó con ternura.

-6 meses hasta que salgas de aquí…

-Me esperarás?

-Sí… claro que sí, preciosa… pero… cuando salgas… qué dirán tus padres?

-De ellos me encargo yo… mientras tanto… Quiero que me enseñes algo!

-Qué cosa, preciosa?

-A besarte… Quiero que me enseñes a besarte…

Sesshoumaru sonrió y la besó con los labios entreabiertos. La apretó contra su pecho y con su lengua delineó sus labios provocando que ella suspirara separando sus labios lo suficiente como para que él pudiera introducir su lengua. De inmediato ella le respondió y dejó que algo parecido a un gruñido se escapara de su garganta al sentir su lengua acariciando la suya. Se separaron lentamente y Sesshoumaru rió el verla tan roja como un tomate.

-Contrario a lo que pienses, me encantan tus besos…

-De mí ni se diga, si me vuelvo gelatina cada vez que me abrazas!

Sesshoumaru no pudo controlar la risa y la besó con ternura.

-Qué harás mañana?

-Tengo que salir con Shippo…

-Será mejor que cortes ese asunto.

-Qué? Qué cosa?

-Acaso te crees que te voy a dejar tener dos novios? Si veo a ese mozalbete cerca de ti, reprobará!

-P-pero… dame unos días…

-No!

-Mañana haré lo posible, pero no sé cómo hacerlo sin darle una razón.

…………………………

Kagome estaba amamantando a Akina mientras vigilaba que Yusuke permaneciera dormido. En ese momento llegó Inuyasha, sonrió al verla y se arrodilló a su lado.

-Hola, preciosa…

-Inu, amor…

Inuyasha se acercó y la besó con ternura.

-Te ves hermosa así…

-Gracias, amor…

Yusuke despertó, Inuyasha lo tomó en brazos y lo besó en la frente. El niño se quedó viéndolo. Kagome sonrió. Cuando Inuyasha estaba con los niños, se convertía en un hombre callado, calmado, se notaba su estado de relajación y podía pasarse horas viéndolos.

-Parece que Akina no quiere más… es una belleza…

-Como su madre…

Kagome sonrió y besó a su bebita.

-Oíste eso amor? Tu papi piensa que soy bonita…

-No pienso que seas bonita… sé que eres hermosa.

-Gracias, mi vida.

……………………

Un apuesto joven celebraba con sus amigos en un bar, su reciente promoción en el bufete de abogados en el que trabajaba.

-Oye! Miroku! Felicidades!

-Gracias!

-Dinos, qué se siente tener el contrato más grande jamás soñado?

-No es nada hasta que cobre el sueldo más grande jamás soñado!

Sus compañeros rieron.

……………………

Rin y su familia volvían de cenar en el restaurante favorito de Rin. Naru cargaba a un exhausto y rendido Juro, una vez que abrió la puerta, Keitaro cargó al pequeño que se refugio en su pecho aún dormido.

-Mamá, papá, gracias por todo, me encantó todo!

-Siempre, princesa, ya te vas a dormir?

-Sí, estoy un poco cansada… ah! Puedo ir a casa de Kagome el sábado? Es que iremos a una casa de campo que tiene Inuyasha…

-Se quedarán a dormir allá?

-Puedo? Por fa…! Dí que sí! Sí?

-Está bien.

-Gracias!

-Podrías llevarte a Juro?

-Eh? Pues… le preguntaré a Kagome, mañana te digo.

Rin subió a su habitación y sintió su celular vibrar, contestó mientras se dejaba caer en la cama.

-Heladito…

-Ja Ja Ja! Y eso?

-No te gusta?

-Pero porqué me dices así?

-Porque eres deliciosamente frío como un helado de vainilla y caramelo!

-Te gusta el helado de vainilla y caramelo?

-Me encanta! Es tan rico como tus besos!

Sesshoumaru rió.

-Sabes? Inuyasha me dijo que irán a la casa de campo, irás?

-Sí…

-Entonces también iré y así te daré muchos de esos besos que tanto te gustan!

-Eso está por verse… porque me pidieron que me lleve a Juro.

-Bueno… si tengo que ganarme a tu familia, por algún lado debo comenzar, no crees?

Rin rió.

-Preciosa, feliz cumpleaños…

-Gracias…

Cerraron la llamada. Sesshoumaru se sentía extraño. Sabía muy bien que estaba cometiendo quizás el error más grande de su vida, pero estaba feliz de hacerlo. Se estaba enamorando de ella. De su estudiante. Sabía que no era un capricho. Ni de ella ni suyo.

Rin se preparó para dormir y se acostó abrazando su almohada.

-(Kami, me enamoré de él! Sabía que estaba enamorada! Pero no así! Me pregunto si podremos ser felices como Kagome e Inuyasha?... Pero qué estoy pensando! No tengo ni un día con él y ya me imagino casada! Pero es que es tan tierno y dulce aunque no quiera!)

…………………

Una mujer tiembla entre las penumbras de una habitación. Solloza pegada a la esquina queriendo pegarse, fundirse con la pared. Rodeaba sus piernas con sus brazos tratando de proteger su cuerpo desnudo. Sentía cómo le palpitaba el lado derecho del rostro, sus brazos, sus piernas y su intimidad, le dolía. Con la muñeca, eliminó el hilillo de sangre que salía de su boca. Tenía aquél sabor metálico inundando su boca. Su larga cabellera castaña cubría sus ojos y gran parte de su marcada espalda, llena de cicatrices de abusos pasados.

-(Tranquila, Sango… todo pasará pronto… este cuerpo no resistirá mucho más…)

Ésos eran sus pensamientos, pronto moría y escaparía definitivamente de aquél lugar.

Un hombre se sentó en la cama, estaba completamente desnudo, se levantó y se sirvió de una botella que tenía cerca.

Ella resopló al sentir el olor a alcohol. Cerró los ojos rogando a Dios para que terminara con su vida en ese justo instante. Cada vez era peor. A raíz de aquellos abusos había perdido su empleo, no podía explicar aquellas extensas faltas en la oficina, qué tanto se podía enfermar en un mes? Ya el maquillaje no daba abasto para cubrir sus moretes. Y pensar sólo dos días atrás había salido del hospital. A raíz de aquellos abusos llegó a albergar vida en su vientre, y por causa de los mismos, aquella vida había terminado. Lo miraba y sentía un ardor en su pecho. Rabia, ira, dolor. Ganas de salir huyendo de aquel lugar. Pero ya lo había hecho antes. Y los resultados cada vez eran más desastrosos. Producto de aquellas escapadas, habían llevado a su hermano menor, Kohaku, que osó desafiar a su abusivo marido, directo a una cama de hospital.

Quería llorar, pero ya no le quedaban lágrimas. Quería llorar de rabia, de impotencia, de tristeza. Aún no sabía cuándo exactamente su maravilloso matrimonio se convirtió en un infierno. Cuándo ella pasó de ser una princesa, a una esclava, cuándo su príncipe encantador de brillante armadura se había convertido en un ogro. Eso sí lo sabía. Cuando en plena luna de miel, él osó a golpearla, una bofetada que le marcó la mejilla. Pero le había pedido perdón, de tantas maneras, con tanto arrepentimiento, que jamás imaginó su situación 2 años después.

Había pasado de ser una mujer fuerte, de espíritu inquebrantable, a una mujer maltratada, a ser comparada con un vil insecto, sometida a los peores actos de violencia que pueda generar el alcohol, la sobriedad, o el simple hecho de respirar.

Un sentimiento oscuro había empezado a aflorar en su pecho. Hacía mucho que había dejado de sentir amor, ahora sentía odio. Odiaba a ese hombre que prometiéndole el cielo, le había dado a probar las más oscuras profundidades del infierno. Ahogó un quejido en su garganta. Su vientre, sus entrañas, le ardían y dolían, sentía que se le escapaba la vida en cada exhalación.

Sus fuerzas se agotaban, de pronto se arrepintió de haberle puesto resistencia. Si hubiera hecho como tantas veces en las que sólo se quedaba allí, inmóvil, tendida y divagando en su mente mientras él hacía lo que se le antojaba con su cuerpo. Pero ya estaba harta. Se sentía sucia y asquerosa, que nunca podría amar o ser amada. Sentía asco de sí misma, si pudiera cambiar de cuerpo lo haría.

Sentía una infinita angustia y se consideraba un monstruo. Un monstruo frío y sin corazón. Esa era su conclusión, no tenía corazón. Por pensar o llegar a sentir alivio al saber su hijo muerto. Alivio de saber que no sufriría como ella, que no sería abusado o golpeado y que nunca se haría la misma pregunta que ella. "Por qué?" Por qué era presa del hombre que una vez amó?

Sus fuerzas terminaron por abandonar su cuerpo y pensando que esta vez sí había muerto, se dejó arrastrar a donde fuera que su mente la quisiera llevar.

……………

N.A: Qué tal? Pido mil disculpas a las fans de Sango, yo también lo soy, pero se debía hacer algo.

Gracias a: Ceci, Lou, Eli, Mary, Fenixgirl, tigresita, Saya, Skade, Claudia, Inusesshougirl, Shiteru, Kagi35, Syren888, Mat123, Fabisa, Ariadna-Chan, usagi223, HawkAngel, Mu-chan, Iris-Ody, Lig, Varina-saku, Arashi (curioso, una amiga me puso de apodo tormentita, que significa Arashiko), Giuliana, inuyashaluchi…

Si olvidé a alguien me pude matar!

Las adoro a todas y gracias por todo su apoyo!

Gracias!