Holaaa! Espero que me disculpen el mega retraso, pero como pienso que se merecen lo mejor de cada cap, eso me toma un poco mas de tiempo. Bueno aquí esta el cap 4. sacándole el jugo al fin de semana.
Conciencia de Rin va entre paréntesis, pensamientos entre comillas.
Pensamientos de Sessh entre paréntesis.
………………………
Capítulo 4
Y Así Nació el Amor
Era viernes en la tarde, las clases habían terminado y Sesshoumaru se disponía a continuar corrigiendo los exámenes. Rin acercó una butaca y tomó unos papeles agrupados. Shippo se devolvió al aula.
-Ikegami… podemos hablar?
Rin se puso de pie y salió del aula.
-Pasa algo?
-Crees que puedes salir temprano hoy?
-No. Es que Youkai sensee me dio el día libre ayer por mi cumpleaños y sabes que hay que hay que calificar todos esos exámenes…
-Hm! Está bien… escucha, hay una feria al sur… y pienso que si fuera posible de encontrarnos allí…
-Sí, no hay problema.
-Genial! Entonces, nos vemos más tarde!
Shippo se inclinó para besarla en la mejilla, pero Sesshoumaru se había asomado al pasillo.
-Ikegami, has visto al director?
-No, sensee. Lo está esperando?
-Sí.
Sesshoumaru volvió al aula y Rin se despidió de Shippo. Entró al aula y cerró la puerta con seguro.
-Más te vale que hayas tenido una muy buena razón para lo que hiciste.
-Y qué hice?
-No sólo fue grosero y maleducado, sino que te metiste en lo que no te importa.
-Rin…
-Acaso crees que me iba a dejar besar?
-Claro que no. De verdad estoy esperando al director.
-Uff! Eres un tonto!
Rin se dejó caer en su pupitre y comenzó a corregir exámenes. El director entró en el aula y habló con Sesshoumaru, luego de unos minutos, se marchó. Sesshoumaru cerró la puerta luego de verlo doblar al fondo del pasillo. Rin no había levantado la cabeza en todo el tiempo estaba tan concentrada en corregir que sólo se dio cuenta de que Sesshoumaru estaba cerca al sentir su perfume. Fingiendo indiferencia, continuó corrigiendo. La verdad es que sentía que todo el cuerpo le burbujeaba cada vez que lo tenía cerca, se le calentaban las mejillas y adivinaba que debía estar sonrojada. Se detuvo al ver una rosa sobre la hoja que corregía. Levantó la mirada y se encontró con unos sensuales ojos dorados que la veían ensimismados.
-Sessh…
-Feliz cumpleaños, preciosa…
Antes que Rin pudiera decir palabra, Sesshoumaru la besó apasionadamente. Al separarse, Rin sólo pudo dejar escapar un suspiro.
-Me perdonas, preciosa?
Rin sonrió y se puso de pie para abrazarlo rodeando su cuello con sus brazos. Él la apretó por la cintura y volvió a besarla. Sonrió al separarse.
-(Quién iba a pensar que sería de una chiquilla de quién me iba a enamorar?)
Cada vez que la besaba, Sesshoumaru sentía que era como si fuera la primera vez que besaba a una mujer. Cosquillas por todo el cuerpo y ardor por donde ella pasaba sus manos. Le encantaba que al terminar un beso ella se refugiara en su pecho, buscando su calor.
-(Kami qué fuerte es!)
Sesshoumaru la apretó entre sus brazos. Todo el peligro que corrían si eran descubiertos le parecía fascinante y excitante. Sin mencionar las sutiles caricias de su preciosa.
-Rin… quiero llevarte a cenar…
-Pero es que… y si nos encontramos con alguien que nos conozca?
-Te besaré allí mismo frente a todos.
Rin sonrió.
-No te importa que digan que andas con una chiquilla?
-No me importa que digan que eres mi estudiante. Rin, yo te quiero…
Rin sonrió y lo abrazó emocionada, llenándolo de besos. Sesshoumaru sonrió al escucharla confesarle entre besos que también lo quería. Muy a la fuerza, se separaron y continuaron con sus trabajos. Unas horas y varios besos furtivos después, Sesshoumaru decidió dejarlo hasta allí. Rin se bañó en los vestidores del colegio y se vistió con unos jeans y una blusa que tenía en su casillero.
-Suerte que había olvidado esto en el casillero.
-Mejor nos vamos. Quieres que te lleve a tu casa?
-No… ya estoy tarde… tengo que ir al sur…
-Al sur?
-Sí… es a una feria…
-Te llevaré.
-Me llevarás a una cita con alguien más?
-Y si necesitas que te valla a buscar, me llamas. Y como te vea besándote con ese mozalbete, le parto la crisma.
Rin sonrió. Sesshoumaru la llevó a la feria y vieron a Shippo esperando por ella en la entrada.
-Kami! Ya nos vio… gracias, mi vida… te prometo que te llamaré…
-No lo olvides, cariño…
Rin quiso brincar a sus brazos y comérselo a besos, pero Shippo ya estaba demasiado cerca. Rin bajó del auto dándole las gracias a Sesshoumaru.
-Gracias, sensee!
Una vez que Sesshoumaru se alejó, Rin hilvanó una mentira para que no preguntara.
-Sabías que vive cerca de aquí? Me vio en la parada del bus y me dijo que me daba el aventón. Entramos?
Pasearon por la feria y disfrutaron de varias atracciones. Rin buscaba el momento oportuno para decirle la verdad. Y lo encontró cuando entre risas, Shippo trató de besarla.
-Etto… Shippo-kun…
-Qué pasa?
-Verás, es que me siento mal…
-Hay una enfermería…
-No, no es así… me prefiero a que me siento mal por ti… eres muy bueno conmigo y todo… pero no quiero nada más… tenemos una linda amistad y no me gustaría dañarla…
-Lo amas?
-Qué?
-Te gusta alguien más… lo amas?
-Sí…
-Y él te ama?
-Kami, espero que sí! Pero me corresponde y es muy dulce conmigo…
Shippo la besó en la mejilla.
-Más le va a valer cuidarte. Si te hace daño, lo mato.
Rin le sonrió.
-Seguiremos siendo amigos?
-Seguiré siendo tu mejor amigo mientras viva.
Sonó el celular de Rin.
-Ay! Perdona, Shippo!... Bueno? Sí… en la feria… sí, no hay problema… te avisaré…
Rin cerró la llamada. Y le volvió a mentir a Shippo diciendo que era su papá y que iría por ella. Shippo recibió una oportuna llamada de su madre y tuvo que irse aunque no quisiera. Rin corrió al auto de Sesshoumaru tan pronto lo vio.
-Cómo te fue? Y el mozalbete?
-Se tuvo que ir, su mamá lo llamó…
Sesshoumaru estalló en risas. Rin hizo un puchero reclamándole que no se burlara, porque si su mamá la llamaba, ella también tenía que salir volando.
-Está bien, preciosa, no me burlo… te llevo a tu casa?
-No, aún es temprano… y tengo hambre, aquí solo comí dulces…
-Hm! Bueno… y qué quieres comer? A dónde quieres ir?
-No sé… mejor será evitarnos cosas…
-Quieres ir a mi apartamento?
-Qué! P-pero e-es que…
Sesshoumaru no pudo controlarse y rió a todo lo que daban sus pulmones. Un profundo carmín se apoderó del rostro de Rin.
-Aunque quisiera hacerte el amor toda la noche… preciosa… no haré nada que no quieras…
-Y quién te dio que no quiero?
Rin le dijo esto al oído acariciando su oreja con sus labios. Sesshoumaru sintió como la sangre se acumulaba en dos lugares. Su rostro y otro lugar de su perfecta anatomía.
-Sabes dónde comprar sushi?
-Restaurante?
-No, mi vida, quiero ir a tu casa.
Sesshoumaru puso su auto en marcha y luego de comprar el sushi se dirigió a su apartamento. Antes de llegar, se detuvo en una heladería. Al llegar al apartamento, Rin jugaba con él tratando de ver de qué era el helado que había comprado. Sesshoumaru rió y dejó el helado en el congelador y prácticamente tuvo que cargar a Rin hasta el comedor. Ella hizo un puchero exigiendo ver de que era.
Sesshoumaru rió y la convenció de comer el sushi primero. Luego, se acomodaron en un gran sillón en el balcón y Sesshoumaru sirvió el helado.
-Lo sabía! Vainilla con caramelo!
-Pues dijiste que era tu favorito…
-Claro que sí! Gracias, mi vida!
Entre caricias y besos furtivos se terminaron el helado. Rin estaba recostada en el pecho de su apuesto novio.
-Estaba delicioso! Riquísimo!
-De verdad te gusta!
-Y con tus besos sabe mejor!
Sesshoumaru rió.
-Es tarde, mejor te llevo a tu casa…
-Sessh… hay algo que me molesta…
-Qué cosa?
-No me gusta mentirle a mis padres… pero tampoco quiero dejarte…
-Qué crees que hagan si les dices? Si yo voy y hablo con ellos?
-Harías eso?
-Claro que sí, preciosa.
-Pero no sé qué harían…
-Comienza porque tengo 25 años…
-Ese es el menor de los problemas. Ellos tienen 10 años de diferencia entre ellos.
-Vaya!
-Es muy linda la historia de ellos…
-Sí?
-Sí… mi papá hacía hasta lo imposible por verla. Le mandaba flores y cartas…
-Y sus padres se oponían por la edad de tu papá?
-No… porque mi papá era pobre.
-Qué?
-La familia de mi mamá es adinerada. Ellos son los dueños de Shikon enterprises… y mi papá trabajaba allí cuando la vio por primera vez, camino a la oficina de presidencia… mamá dice que cruzaron miradas y ella supo que sería el padre de sus hijos…
Sesshoumaru rió.
-Determinada… se parece a alguien que conozco… no se anda con rodeos…
-Y para qué? Lo más que podía perder era el trabajo por el que no me pagan. Y no me iba a doler tanto, porque para qué quiero pasarme las tardes con alguien que no me quiere? Sabes? Eres muy dañino para mí! Desde que te vi pensé que te quería sólo para mí!
Sesshoumaru río.
-Es la verdad!
-Bueno… si no quieres mentirles… vamos a esperar a que pasen estos 6 meses…
-Ni loca!
Sesshoumaru volvió a reír.
-Yo tampoco quiero…
La besó con ternura y tomó sus llaves.
-Vamos, te llevaré a tu casa…
Rin llegó a su casa y vio a sus padres sentados en la terraza, estaban riendo y tenían unas copas en las manos.
-Hola, princesa…
-Hola, papá… no se molesten, ya me voy…
-Espera, no nos dirás cómo te fue?
-Bien, la feria estuvo muy divertida…
-Y el chico?
-Etto… no lo sé… me gusta más como amigo… me voy a mi habitación!
Rin subió las escaleras y Keitaro y Naru cruzaron miradas y rieron.
-Antes no nos dejaba sólos… y ahora nos huye…
-Rin ya no es una niña, Naru…
-No… pero seguirá siendo mi niña…
-En qué lío me he metido?
-Cómo así?
-La princesa se parece mucho a mi reina… tanto en carácter como en físico…
Naru sonrió y besó a su esposo.
-Espero que mi rey no se convierta en un ogro.
-Nunca, preciosa.
-Bien por que quiero que Rin pueda ser tan feliz como tú me has hecho.
Keitaro sonreía mientras se perdía en el verde de los ojos de su esposa. Ella reconoció el brillo de sus ojos y se dejó besar. Se refugió en su pecho.
-Éste será el último intento, Kei…
-Pero…
-No, ya no… ya tengo 36 años… si esta vez no funciona…
-Entonces vamos a un laboratorio esta vez…
-No, amor… por más que haya avanzado la ciencia y nos lo facilite, no quiero…
Keitaro la besó en la cabeza y la apretó entre sus brazos.
-Le dirás la verdad a Rin?
-No. No quiero que se preocupe… si hay que hacerlo, entonces se lo diremos. Todavía tenemos un año para pensarlo.
-Amor, si tú lo tomas tan a la ligera, porqué Rin lo va a tomar peor que tu?
-Por que desde que Rin tiene 4 años me dice que quiere una hermanita… era tan inocente cuando me lo decía mientras era una bebé. Me decía que la quería para tener con quién jugar, que la iba a cuidar…
Rin había escuchado parte de la conversación. No quiso escuchar más y se fue a su habitación.
…………………
Rin y Juro estaban listos, Inuyasha llegó por ellos y volvieron a la casa de Inuyasha. Sesshoumaru ayudaba a Kagome con los bolsos de los niños. Al ver a Rin, se acercó a ella y la saludó con un beso.
-Hola, cariño…
-Hola, mi cielo.
Inuyasha y Kagome cruzaron miradas.
-Qué pasa aquí?
-Acaso eres ciego, insecto?
-Sessh! No seas así! Resulta, mi querido Inuyasha, que ahora eres mi cuñado.
Inuyasha sonrió.
-No lo creo…
-Pues créelo.
Una vez que los bultos estuvieron en los autos.
-Juro, ven aquí.
Juro se acercó a Sesshoumaru un poco tímido.
-Sí, sensee?
-Aquí no soy tu sensee, aquí soy el novio de tu hermana. Escucha, esto es un secreto, sólo nosotros lo sabemos y no se lo puedes decir a nadie…
-Ya lo sé… nee-chan me lo dijo…
-Bien… necesitas ir al baño? El viaje es muy largo.
-Iremos contigo?
-Sí, porque el auto de Inuyasha va lleno. No te gusta ir conmigo?
-Eres gruñón?
Sesshoumaru rió y Rin se acercó.
-Qué pasa?
-Nee-chan… tu novio es gruñón?
Rin rió y lo besó en la frente y besó a Sesshoumaru en la mejilla.
-No lo creo… pero si se pone gruñón me avisas sí?
-Ya está todo listo?
-Sí, nos podemos ir.
En el camino, Rin miró hacia el asiento trasero y sonrió al ver a Juro dormido.
-Está rendido.
-Me harías un favor? Quítale los zapatos.
-Ya se los quitó.
-No bromeas?
-No. Juro sabe cuidar las cosas.
Sesshoumaru tomó la mano de Rin y la besó.
-Qué tal si te duermes un rato, preciosa?
-No… quiero hablar contigo, conocerte más…
-Bien, qué quieres saber?
-Hm! Todo!
Sesshoumaru rió. Luego de un largo trecho, Juro despertó en el momento en que Rin besaba a Sesshoumaru en la mejilla. Se separó al escucharlo reír.
-Hace cuánto estás despierto?
-Se estaban besando…
-No nos estábamos besando. Yo le di un beso como los que te doy a ti.
-Nee-chan, tengo frío…
Sesshoumaru se detuvo a un lado de la carretera y Juro se pasó al asiento del frente. Antes de volver a partir, Rin lo besó, rozando sus labios, Juro rió, Rin entre risas besó a su hermanito en la cabeza.
-Será mejor que te duermas.
Sonó el celular de Sesshoumaru, era Inuyasha para decirle que se detendrían en la próxima estación de gasolina. Una vez que llegaron, Rin ayudó a Kagome a cambiarle los pañales a los bebés, mientras Juro imitaba a Inuyasha y Sesshoumaru, parados afuera, recostados del carro.
-Sensee…
-Te dije que no soy tu profesor…
Juro guardó silencio.
-Puedes decirme Sesshoumaru… qué quieres?
-Tengo hambre…
-Vamos a ver qué puedes comer…
Entraron a la cafetería y Sesshoumaru esperó por Rin. Ella salió con Yusuke en brazos, Inuyasha se acercó y lo tomó.
-Tenemos que seguir.
-Sí, espera. Rin, qué puede comer?
-Lo que quiera.
Juro tenía en las manos un paquete de palitos de queso. Al momento en que Sesshoumaru lo vio, se negó.
-Eso no.
-Pero… nee-chan…
-Sessh…
-Mira eso, si se lo come en mi auto será un desastre.
-Juro sabe…
-No es que sepa o no. Es un niño y los niños ensucian.
Inuyasha y Kagome rieron entre dientes al verlos enfrascados en una discusión como si fueran marido y mujer. Rin terminó por cambiarle la picadera por unas galletas. Al llegar al auto.
-Espera, Juro, tal vez el gruñón quiera ponerle algún protector antes de que subas…
-No! Rin!
Sesshoumaru se acercó a ella.
-Rin… preciosa…
-Qué?
-Cariño, no te pongas así… es sólo que es mejor prevenir los accidentes. Además, la señorita salubridad no me dirá que aquellos palitos son más saludables que estas galletas fortificadas con vitaminas, o sí? Me perdonas?
-Desde que me dijiste cariño…
Sesshoumaru sonrió y la besó. Se separaron al escuchar a Juro reír.
-Qué es tan gracioso de vernos besándonos?
-Nee-chan se pone toda roja y tú tiemblas!
Ambos rieron. Volvieron al auto y emprendieron camino nuevamente. Una vez que llegaron a la casa, eligieron sus habitaciones y se acomodaron. Rin y Kagome bañaron a los niños, incluido Juro, mientras Inuyasha y Sesshoumaru se encargaban de los pormenores. Una vez que todo estuvo listo, las mujeres descansaban en la terraza con los niños dormidos y Juro jugaba con sus muñecos. Sesshoumaru e Inuyasha se acercaron y se sentaron.
-Podrían quedarse con el enano un rato?
-Seguro.
Sesshoumaru la tomó de la mano y salieron de la casa.
-A dónde vamos? Waa! Es precioso!
Rin se abrazó a Sesshoumaru mientras admiraba el paisaje.
-Como tú.
Sesshoumaru se acomodó a la sombra de un árbol y Rin se acomodó en su regazo.
-Te gusta este lugar?
-Bromeas? Me encanta! Es lo mejor que he visto!
-Curioso… pienso exactamente lo mismo de ti…
Rin sonrió y lo besó apasionadamente. Se sentía derretirse con sus halagos, piropos y en especial con sus besos. Recordó lo que Sesshoumaru había comentado la noche anterior, acerca de hacerle el amor toda la noche y se preguntó cómo sería hacer el amor, cómo sería hacer el amor con él? Se separaron debido a la falta de oxígeno. Rin acarició su rostro con ternura, sus dedos recorrían toda su piel. Él simplemente cerró los ojos y dejó que ella explorara todo su rostro. De pronto, aquella caricia con sus dedos fueron reemplazados por sus labios. Él sólo la abrazó por la cintura y se dejó besar cuantas veces ella quiso.
-Abre los ojos… me encantan tus ojos!
Sesshoumaru sonrió y la apretó contra su pecho, iban a besarse cuando sintieron a Juro acercarse.
-Nee-chan…
Juro se acomodó en el regazo de Rin en la misma manera en que ella estaba recostada de Sesshoumaru.
-Qué pasó Juro?
-Tengo hambre…
-Bien entonces volvamos a la casa, preciosa…
Sesshoumaru llevaba a Juro en los hombros, el pequeño se aferraba a su pelo y orejas.
-Juro! No son de plástico!
Al llegar a la casa, Juro corrió a jugar con sus juguetes y Rin atendió a su adolorido novio.
-Están todas rojas… no debiste dejarlo que te halara tanto…
-No es nada, algún día volverán a su estado normal… eso espero…
Rin sonrió y lo llenó de besos. Kagome se les acercó.
-Lamento interrumpir, pero… Rin, me ayudarías en la cocina?
-Y tú vas a cocinar?
-Claro…
-Claro que no! Kami, de quién fue la idea? Tú descansa, que yo cocinaré.
-Pero…
-Vete a descansar, Sessh me ayudará, verdad que sí?
Kagome perdió la batalla contra Rin y la dejó cocinar. Rin estaba en la cocina revisando los ingredientes.
-Perfecto! Hay de todo!
-Qué piensas hacer?
-Arroz con hongos salteados en salsa de vino y… qué te parece tempura?
-Suena delicioso, pero cuánto tarda eso?
-Hm! Si me ayudas… en lo que está el arroz.
-Bien, qué hago?
-Sessh… no sabes cocinar?
-Claro que sí, pero no sé hacer ese arroz…
-Hm! Ve pelando los camarones… ya están pelados… empanízalos y ponlos a freír, del resto me encargo yo…
-Sólo harás eso?
-Un paso a la vez, cariño…
Rin se recogió el pelo en una cola alta y luego de lavarse las manos, tomó un cuchillo y comenzó a cortar los hongos. Sesshoumaru la veía entre divertido y asombrado por la agilidad para cortar y desenvolverse en la cocina. Sin contar que cada 5 minutos le pedía un beso. Más de una vez le dio una palmada en la mano por querer probar la comida.
-No dañes la sorpresa! Y como lo destapes otra vez, te las verás conmigo.
Le dio un beso en la mejilla y lavó unas zanahorias. El arroz aún no estaba listo y Rin ya tenía hasta ensalada y aderezo.
-Qué tal un postre?
-Y tienes tiempo?
-Claro que sí… ya sé!
-Y… qué harás?
-Es una sorpresa.
Ya estaban sentados a la mesa.
-Nee-chan, quién cocinó?
-Yo…
-SI!
Los demás rieron. Al destapar los contenedores, quedaron hipnotizados por el delicioso aroma que invadía el ambiente. Una vez que probaron la comida se deshicieron en halagos para Rin.
-No es nada, siempre me ha gustado cocinar…
-Pero esto está delicioso!
-Gracias!
-Está riquísimo, preciosa…
Sesshoumaru la besó en la mejilla, Rin se sonrojó y Kagome e Inuyasha estallaron en risas.
-Qué pasa?
-Nosotros nos deshacemos en halagos para ti y lo único que te hace cambiar de color es que Sesshoumaru hable.
-Nee-chan, te quedó súper!
-Gracias, Juro. No olvides lo vegetales.
-Ya me comí los hongos.
-Al menos cómete la zanahoria. Cómete un trozo.
-Sólo uno?
-Aunque no te guste.
Juro le dio una mordida y terminó comiéndoselo todo. Al terminar, Rin les pidió que no se movieran. Sesshoumaru la ayudó con los platos y luego ella lo echó de la cocina. Sólo Juro pudo entrar. Al cabo de unos minutos, salieron con varios platos de postre.
-Qué es esto?
-Kilimanjaro.
-Qué?
-Así lo bauticé. Tiene otros nombres, pero el mío es diferente. Es pastel de chocolate o brownie, helado de vainilla, crema batida y chocolate derretido… y… el ingrediente secreto.
-No crees que sea demasiado dulce?
-Claro que no. Pruébalo y verás.
Kagome rechazó el suyo de la forma más amable posible.
-Ya los he probado y son muy dulces, terminan haciéndome mal.
-Pruébalo mujer, está delicioso!
-Créeme, Kagome, es diferente…
Kagome lo probó para callar a su marido y no dejó de comer.
-Delicioso…
Una vez que todos terminaron, Rin iba a recoger los platos, pero Sesshoumaru la haló por la cintura haciendo que quedara en su regazo.
-Ya cocinaste y hasta hiciste postre, ahora que friegue tu cuñado.
-Es lo justo. Estaba todo tan rico, que no me quejo, ya vengo.
-Kami! Rin! Qué le pusiste a esa comida? Si supieras las veces que Inuyasha y yo discutimos por eso…
-Oye! Criminal! Cómo se te ocurre hacerla fregar estando embarazada?
Kagome y Rin rieron descontroladamente.
-Eso fue cuando nos casamos, cuando ella aún alcanzaba el grifo.
-Inu, cariño… quieres dormir afuera? En realidad podía hacer de todo, hasta que entré en riesgo.
-Porqué no les dices la razón del último mes en cama?
-Qué pasó?
-Estaba arreglando unas cortinas y me caí…
-Diles de dónde.
-…De… una escalera…
Las miradas de Rin y Sesshoumaru parecían piedras. Inuyasha sonrió y secándose las manos se acercó a su mujer, la besó en la mejilla.
-Vamos, no sean tan duros con ella. Después de todo, todo salió bien. Sino, sería yo quien no la perdonara.
-Un pregunta, será que me acostumbré a comer mucho y sé que hoy comí mucho… pero… no me siento tan llena… satisfecha pero liviana…
-Secretos de la chef.
Rin le guiñó un ojo y se sonrojó porque Sesshoumaru recostó su cabeza en la curva entre su cuello y hombro.
-Me disculparán, pero estoy muy cansado. Creo que mejor voy a dormir un rato.
-Yo debería hacer lo mismo. Akina y Yusuke no dejaron de llorar anoche. En el piso de abajo tenían una fiesta y ya te imaginas.
Pocos minutos después, Inuyasha salió de la cocina.
-Listo, qué haremos?
-Ya terminaste? Todo?
-No era la gran cosa. Ya habías lavado las ollas.
Sesshoumaru vio a Rin.
-Te dije que dejaras eso.
-Inu, vamos a descansar.
-Me leyeron la mente.
Inuyasha y Kagome subieron las escaleras.
-Preciosa, me acompañarías?
-Qué se supone que haces?
-Invito a mi novia a darme calor mientras descanso.
Rin sonrió y lo besó en la mejilla.
-Voy a buscar a Juro.
Lo encontraron en la sala completamente dormido. Sesshoumaru lo cargó y se fueron a las habitaciones.
-En ese armario hay un futón.
Rin lo sacó y Sesshoumaru acomodó al pequeño. Sesshoumaru tenía lo ojos cerrados mientras Rin besaba todo su rostro.
-Qué forma más rica para dormir…
Rin se refugió en su pecho y así se quedaron dormidos. Juro despertó, pero al ver a su hermana profundamente dormida, salió de la habitación. Inuyasha y Kagome dormían casi en la misma posición que Rin y Sesshoumaru. Como todos dormían, se volvió a acostar y volvió a dormir. Sesshoumaru despertó al sentir que algo halaba sus piernas. Sonrió al ver que era Rin dormida entrelazando sus piernas con las suyas.
………………………
Rin paseaba con Juro por los alrededores de la casa. Sesshoumaru la alcanzó y continuaron el paseo tomados de la mano. Rin se había planteado varias preguntas al dormir con Sesshoumaru, comenzando por cómo sería dormir con él en el completo sentido de la palabra. Al descubrirse pensando en eso y verlo prácticamente babeando, tuvo que hacer de tripas corazón para sacarse aquellas ideas de la cabeza.
-(No naciste ayer, Rin, él tiene 25 años, acaso esperas que se contenga como si fuera un niño?)
-"Eso lo sé… pero se las va tener que aguantar! Ni loca que después de tres besitos me le vaya a entregar!"
Sesshoumaru percibió que su preciosa ya no estaba en este mundo, así que apretó su mano para obtener su atención. Rin se sobresaltó un poco, pero le sonrió.
-Donde estabas, preciosa?
-Muy lejos…
Juro se acercó y le dijo que estaba cansado y que quería volver a la casa. Era cerca de la medianoche, había una gran tormenta que se había desatado en segundos. Juro se cruzó a la cama de Rin y se aferraba a ella con todas sus fuerzas. De pronto algo rompió la ventana de la habitación y Juro gritó del susto. Sesshoumaru e Inuyasha no tardaron en ir a ver qué pasaba. Una rama se había desprendido del árbol más cercano y había golpeado el cristal. El agua y la brisa entraban por el agujero.
-Están bien?
-Sí… sólo que Juro está asustado…
-Estás sangrando…
Sesshoumaru la guió a su habitación y convenció a Inuyasha que se fuera a dormir. Inuyasha apenas se sentó en la cama cuando Kagome lo abrazó por la espalda.
-Qué pasó, amor?
-Una rama rompió la ventana de la habitación de Rin… están bien, se fueron con Sesshoumaru…
Inuyasha se acomodó en la cama y su mujer entre sus brazos. Juro estaba acostado en la cama hecho un puñito mientras Sesshoumaru trataba con esmero la herida de Rin, era una cortada en la frente por un pedazo de vidrio que cayó sobre ella.
-Suerte que no fue en el ojo…
-Tienes las manos muy suaves… digo, para ser un hombre…
Sesshoumaru sonrió y le puso una vendita para luego besarla en la herida.
-Viniendo de ti, lo tomaré como un cumplido… ya te sientes mejor?
-Sí, gracias…
Sesshoumaru cargó a Juro para ponerlo en el futón. Pero no se le despegó.
-Creo que mejor me voy al futón. Que descanses, preciosa...
Rin lo besó. Y lo vio acostarse en el futón y aunque quiso cambiar con él, no la dejó, así que terminó acomodándose a su lado.
-Pero Rin…
-No es justo… además, descubrí que me gusta dormir así.
Sesshoumaru sonrió y la abrazó con su brazo libre. Sesshoumaru despertó y vio su reloj, faltaba poco para las 6 de la mañana, vio a su lado y sólo estaba Juro, buscó por toda la habitación y no vio a Rin. Al salir del baño, la vio en el balcón central.
Rin estaba apoyada de la baranda. Sesshoumaru la abrazó y la besó en el cuello.
-Hola, preciosa…
-Hola, Sessh… perdón, Sesshoumaru…
Sesshoumaru sonrió.
-Te gusta decirme Sessh?
-Pero a ti no te gusta… pones una cara…
-Pero no cuando lo dices tú… se oye bien…
Rin sonrió y volteó a verlo.
-Estás bromeando…
-No, si me quieres decir así, está bien.
Rin lo besó con cariño y lo abrazó con fuerza.
-Te veías muy pensativa… qué problemas tan grandes tienes? Que te roban la calma al dormir…
-Crees que soy una niña?
-Cómo?
-Sé sincero? Crees que soy una mocosa caprichosa?
-Crees que soy un viejo rabo verde?
-Tú no eres viejo…
-Y tú no eres una mocosa. Eres una mujer hermosa…
-No soy una mujer…
-Pronto lo serás.
-Es que quiero ser tú mujer…
-Y quién te dijo que no lo eres?
Rin lo vio a los ojos más que sorprendida.
-Quiero que te quede algo claro. Esas líneas gastadas que usan tus amigos, yo no las usaré. Esa presión que suelen usar para conseguir lo que quieren tampoco lo haré. Yo te quiero, y no significa que tendrás que acostarte conmigo tarde o temprano, y olvídate de que si no lo haces me cansaré. O acaso crees que eres un capricho?
-No… pero es que tú…
-Preciosa…
-Cuando te conocí… cuando me sacaste del curso… Kami, me enamoré de ti y no sé cuándo fue…
Sesshoumaru selló sus labios con un beso apasionado.
-Es que tengo miedo… ahora tengo miedo… no sé qué podría pasar si lo saben… y tengo miedo por ti…
-Rin, lo que tenga que pasar, pasará… pero dime algo, siempre te estancarás por el miedo a caer? La vida está llena de baches…
-No me entiendes…
-Sí te entiendo. Tienes miedo a perder la confianza de tus padres, que te echen del centro…
-Eso no me importa… que mis padres no confíen en mí es lo que más me dolería… que no pueda responderte como esperas…
Sesshoumaru la volvió a interrumpir con otro beso.
-Rin, si quieres, mañana mismo renuncio… sólo para que lo que pesa entre nosotros, que es la relación maestro-estudiante, ya no exista…
-No…
-Y qué es lo que quieres?
-Que no me dejes sola…
-No lo haré, preciosa…
-Traté de vivir el día a día… pero no pude…
Él sonrió y la besó con cariño.
-(Si supieras que te amo…)
-Sessh…
-Si sientes que debemos terminar…
-No! Kami!
Él rió y la besó mientras la apretaba entre sus brazos.
-Mi pequeña preciosa… no me voy a rendir tan fácilmente. Te iba a decir que si sientes que debemos terminar hablando con tus padres, lo haré. No eres una niña y ellos lo saben.
-Siempre sabes qué decir? Mira!
Comenzaba a amanecer, aún hacía frío y Rin tiritaba de cuando en vez. Sesshoumaru la abrazó desde atrás y le brindó su calor.
-Es hermoso…
-No tanto como tú, preciosa…
Rin se sonrojó. Dio media vuelta buscando su calor y se encontró con dos estrellas doradas que la miraban. Sonrió y se dejó besar. Con los labios entreabiertos dejó que Sesshoumaru saboreara sus labios y sonrió al escuchar su primer suspiro. Al separarse por falta de oxígeno, Rin se refugió en su pecho. Sentía todo su cuerpo caliente, en especial el rostro. Mariposas en el estomago y la piel le burbujeaba.
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N/A: qué tal?
Gracias a Ceci, Lou, Eli, FENIXGIRL, kagi35, Skade, HawkAngel XD, Esme, Usagi223, silvi-chan, Lig, Ariadna-chan, Saya, hanadark, Linli-chan, sesslin-lauridark…
Acepto tomatazos si olvide a alguien.
Próximo capitulo: La Decisión de Sango
